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Presentación – Toparquía y

Gestión Comunal

 Programa de Formación – Estudios Abiertos


 Convenio Ministerio del Poder Popular de Obras Publicas –
Vialidad y Construcción Sucre S.A/Universidad Nacional
Experimental Simón Rodríguez – Núcleo Palo Verde.
 Lic. Franklin González
 La Democracia revolucionaria
 La Revolución Bolivariana, encabezada por
el Comandante Chávez, fue abriendo
caminos que permitieron ensayos para su
profundización, en el marco de la
democracia que se planteaba la
participación protagónica para su
concreción.
 En las manos del pueblo estaba el
horizonte transformador.
 Así se fue transitando caminos cada vez más
complejos, aprovechando los aportes y
aprendizajes de las experiencias que se iban
desarrollando, incluyendo las contradicciones
inherentes a los procesos sociales y las generadas
por ocupar un Estado heredado, en decadencia,
que no termina nunca de morir, más bien muta de
muchas formas para sostenerse, incluso usando a su
favor políticas que en teoría lo niegan.
 En ese contexto estuvo presente la búsqueda de
hacer viable la máxima de “todo el poder para el
pueblo”, teniendo como objetivo superar la
democracia representativa, la que en el acto del
voto enmascaraba una entrega de la soberanía
política del pueblo.
 Desde que se levantaron las banderas de la
Revolución Bolivariana estuvo presente esta visión,
asumiéndose como heredera del más avanzado
pensamiento y acción que nos permitió nuestra
primera independencia y de la evaluación crítica de
las diversas luchas desde entonces.

 Por ello, en el Libro Azul, que se presenta como


síntesis programática al país en un primer
momento de lucha política pública, nos decía el
Comandante:
 “El modelo de la sociedad original de la
Venezuela del siglo XXI está concebido con el
criterio de un sistema de gobierno que abra con
amplitud ilimitada los espacios necesarios donde
los pueblos, la masa popular, se desplieguen
creativa y eficazmente, y obtengan el control del
poder para tomar las decisiones que afectan su
vida diaria y su destino histórico”.
 Así se planteó un Sistema de Gobierno que exigía
recuperar la soberanía del país, de su pueblo,
reconocer sus potencialidades y debilidades,
partiendo de la necesaria creación de una nueva
hegemonía para hacer viable un Plan Nacional,
herramienta al servicio de los cambios
estructurales.
 Pero toda construcción de tales proporciones, exige
a la par la formación de una base sólida para hacer
profundos e irreversible los cambios. De esta
manera, partiendo de lo planteado en el Libro Azul,
el camino a transitar sería:
 “Las comunidades, barrios, pueblos y ciudades
deben contar con los mecanismos y el poder para
regirse por un sistema de autogobierno que les
permita decidir acerca de sus asuntos internos
por sí mismos, a través de procesos y estructuras
generadas en su propio seno”.
 Así, un sistema de gobierno que impulsa la
transformación del país debía tener como base un
“sistema de autogobierno”, que permita el ejercicio
pleno de la soberanía en la democracia participativa y
protagónica, de la democracia revolucionaria.

 Aquí el sustento político que permitió el impulso de


organizaciones sectoriales en el marco de acción
popular y la del Gobierno bolivariano, son las diversas
Mesas Técnicas, los Comités de Tierras Urbanas,
pensando en la cogestión en las acciones que
mejorarían las condiciones de vida de las
comunidades populares.
 Con ese ensayo, el siguiente paso
lógico fue el dado por el impulso
de los Consejos Comunales, y
posteriormente con las Comunas,
que tenían la cualidad no sólo de
facilitar la “gestión de gobierno”,
sino que fueron pensadas como
espacios de autogobierno, allí lo
central del ensayo revolucionario.
 Con ese ensayo, el siguiente paso
lógico fue el dado por el impulso
de los Consejos Comunales, y
posteriormente con las Comunas,
que tenían la cualidad no sólo de
facilitar la “gestión de gobierno”,
sino que fueron pensadas como
espacios de autogobierno, allí lo
central del ensayo revolucionario.
 Asumiendo así un planteamiento del Maestro
Simón Rodríguez:
 “Ojalá cada parroquia se erigiera en Toparquía,
entonces habría confederación, el gobierno más
perfecto de cuantos puede imaginar la mejor
política, es el modo de dar el pie al despotismo”.
 La Toparquía Bolivariana es el gobierno del
territorio a través de instancias pensadas desde
una dinámica permanente, con posibilidades de
ir agregándose para convertirse en la medida de
su desarrollo en “confederación” que debería
asumir la tarea de construcción del socialismo
desde la comunidad, transformando el ejercicio
del poder desde lo local.
 Allí una tensión de la Revolución Bolivariana
presente en el proceso de construir lo nuevo en
el proceso de superación de lo heredado: el
impulso de un proyecto nacional con una raíz
solida en autogobiernos, sólo así nacería un
Sistema de Gobierno Popular, en la articulación
funcional de esos dos procesos políticos.
 Como es obvio, esas dinámicas no se encontraron
siempre, incluso se podría decir que la primera
en muchos casos negaba y niega a la segunda.
 Por ello, lo planteamos como tensión, es nuestro
deber analizar esa contradicción en periodos de
tiempos y características.
 ¿Cuándo la correlación de fuerza estuvo a favor
de lo comunal? ¿Cuándo no?
 ¿Qué permitió avances o retrocesos?
 Ese análisis nos dará lectura, una de muchas
posibles, del proceso bolivariano.
 Asumiendo lo comunal más allá de la comuna,
partiendo de que es todo espacio que construye
desde el protagonismo del pueblo la
transformación de su vida para poner a su
servicio el ejercicio de poder.
 Allí se generarán insumos en el sentido de aporte
histórico a las luchas de los pueblos, para la
acción en nuestra actual y difícil situación y para
el futuro, ya que el Comandante Chávez
afirmaba: “Lo nuevo de Nuestro Socialismo es la
Democracia”.
 ¿Pero cuál democracia?, la que construye el
socialismo, según sus mismas palabras en el
Consejo de Ministros del 20 de octubre del 2012,
conocido como Golpe de Timón: “El Socialismo es
democracia y la democracia es Socialismo en lo
político, en lo social, en lo económico”.
 Lo que queda claro es que es una línea de
construcción presente desde el primer momento,
ligada a la propuesta constituyente, a la
democracia participativa y protagónica, a la
posibilidad de construir mayoría desde la matriz
de critica e impopularidad de lo que
representaba la cuarta República.
 Allí esta el inicio del recorrido histórico que
luego del 4 de febrero de 2002 fue convirtiendo
a Chávez en comandante invicto, el que hoy
deberíamos emular.
 La agregación funcional de los autogobiernos del
territorio
 La estrategia impulsada logró el desarrollo
intenso de los Consejos Comunales y cierto
avance de las comunas, a pesar de los tantos
obstáculos que se siguen presentando.
 Una vez más tuvo mucho que ver con los
esfuerzos de Chávez y su pueblo y con la política
impulsada por el presidente Maduro.
 Un principio básico para estas iniciativas es la
agregación política, la posibilidad de ir sumando
fuerzas y territorios de diversas instancias del
poder popular para la creación de sistemas de
autogobiernos.
 Esta cualidad permite el desarrollo de un sujeto
dinámico, complejo y con capacidad de ir
escalando su potencia en aras de afianzarse
como herramienta para la acción de las múltiples
necesidades de las comunidades.
 Incluso como ejecutora de transferencia de
competencias del Estado por parte del pueblo
organizado.
 Ley Orgánica de las Comunas
 Artículo 60. Los sistemas de agregación comunal
son:
 El Consejo Comunal: como instancia de articulación
de los movimientos y organizaciones sociales de una
comunidad.
 La Comuna: como instancia de articulación de varias
comunidades organizadas en un ámbito territorial
determinado.
 La Ciudad Comunal: constituida por iniciativa
popular, mediante la agregación de varias comunas en
un ámbito territorial determinado.
 Federación Comunal: como instancia de articulación
de dos o más ciudades que correspondan en el ámbito
de un Distrito Motor de Desarrollo.
 Confederación Comunal: instancia de articulación de
federaciones comunales en el ámbito de un eje
territorial de desarrollo.
 Las demás que se constituyan por iniciativa popular.
 Ley Orgánica de las Comunas
 Artículo 60. Los sistemas de agregación comunal
son:
 El Consejo Comunal: como instancia de articulación
de los movimientos y organizaciones sociales de una
comunidad.
 La Comuna: como instancia de articulación de varias
comunidades organizadas en un ámbito territorial
determinado.
 La Ciudad Comunal: constituida por iniciativa
popular, mediante la agregación de varias comunas en
un ámbito territorial determinado.
 Federación Comunal: como instancia de articulación
de dos o más ciudades que correspondan en el ámbito
de un Distrito Motor de Desarrollo.
 Confederación Comunal: instancia de articulación de
federaciones comunales en el ámbito de un eje
territorial de desarrollo.
 Las demás que se constituyan por iniciativa popular.
 Así vimos nacer Ciudades Comunales, agregación de
comunas en una escala superior, que si bien es
cierto no han sido muchas las experiencias, no
dejan de ser un aporte importante del pueblo en la
construcción de esa estrategia de participación.
 Las de mayor tiempo están presente en los andes y
llanos Venezolanos, algunas de ellas acompañadas
por la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora,
entre ellas la Ciudad Comunal Campesina
Socialista Simón Bolívar en Apure que recién
cumple 10 años de constitución de su autogobierno
conformada por ocho comunas, con experiencias
significativas de democracia directa, de
planificación, ejecución y control de múltiples
proyectos, entre ellos de producción.
 Los comuneros plantean un debate interno, que sin
duda debe ser generado en todas las experiencias
del sujeto comunal:
 ¿como se configuran los autogobiernos en el
marco de la actual coyuntura del país?
 En el acto, Braulio Márquez, vocero electo para el
autogobierno de la Ciudad Comunal Campesina
Socialista Simón Bolívar, informó:
 “Estamos eligiendo una hoja de ruta, un modelo
de autogobierno, llevamos meses de debate en el
seno de los consejos comunales, las comunas,
precisando ese modelo, cómo se cree que debe
ser el autogobierno para someterlo hoy a la
asamblea”.
 A pesar de lo que muchos creen, también se
puede evidenciar que actualmente, en el
momento más complejo del proceso bolivariano,
se impulsan en Lara dos posibles Ciudades
Comunales, en las montañas de Morán, motivada
por la Comuna Capitán Carmelo Mendoza, y en
Simón Planas, en este caso motorizada por la
Comuna El Maizal.

 Este ultimo proceso de Simón Planas en realidad


se plantea el impulso de una Confederación
Comunal, con la agregación de dos futuras
Ciudades Comunales para recuperar un objetivo
del Plan de La Patria planteado por el
Comandante Chávez, la constitución de un
Distrito Motor de Desarrollo Agroindustrial en sus
territorios.
 Y allí, lo importante de esa posible constitución
es el espacio donde se hace presente la tensión
de lo nacional (expresado en este caso en la
constitución de una subregión que debe ser
legitimada por el gobierno nacional) y lo
comunal, asumiendo lo establecido en el articulo
60 de la Ley Orgánica de las Comunas, que
plantea que las federaciones son: “instancias de
articulación de dos o más ciudades que
correspondan en el ámbito de un Distrito Motor
de Desarrollo.”
 El Distrito Motor de Desarrollo según la Ley De
Regionalización Integral para el Desarrollo
Socioproductivo de la Patria del 18 de noviembre del
2014, es definido como:
 Ley de Regionalización Integral para el Desarrollo
Socioproductivo de la Patria
 Artículo 34:
 La creación y régimen de los Distritos Motores será
decretada por el Presidente o Presidenta de la
República como una forma especial de subregión,
caracterizada por sus variables físico-naturales,
geo-históricas, funcionales y potencialidades
productivas. Los Distritos Motores deben servir al
impulso del desarrollo integral subregional con base
en la armonización de su especialidad, desarrollo
integral del sistema de ciudades y de movilidad. A
tales efectos, sistematizará la inversión pública
nacional y el rol del poder popular en el desarrollo
específico del plan.
 Así la planificación comunal, realizada desde los
espacios de autogobierno que se agregan, se cruzan
para complementar y perfeccionar al Sistema de
Planificación Nacional. Construcción de una nueva
institucionalidad que debe asumir la disputa por ser
una alternativa real, viable y superadora del Estado
actual.
 Aquí se articulan las potestades del Presidente con la
iniciativa del pueblo organizado, siendo una
oportunidad para el desarrollo de lo nuevo, en el caso
que sea impulsado con un plan coherente que respete
la autonomía y rebeldía popular, en caso contrario
sostendremos lo actual, la reafirmación del Estado
heredado, el que niega lo central de la Revolución
Bolivariana. Una vez más se hace presente la
tremenda autocrítica realizada por el Comandante
Chávez en el Golpe de Timón:
 “Creo que en estos años hemos acumulado
experiencia, hemos creado entes que no
existían. Creo que hemos venido acumulando
recursos, inyectando recursos y seguiremos
haciéndolo. Creo que tenemos unos nuevos
códigos; creo que tenemos una nueva
arquitectura legal, jurídica, empezando por la
Constitución; tenemos leyes de consejos
comunales, leyes de comunas, economía
comunal, las leyes de los distritos motores de
desarrollo; pero no le hacemos caso a ninguna de
esas leyes; nosotros, que somos los primeros
responsables de su cumplimiento”.
 Con ese acumulado, que sin duda es afectado por
la actual crisis integral, nos toca con urgencia
asumir el debate planteado por los comuneros:
 ¿como actualizamos la disputa estratégica desde el
campo popular?, en tiempos en que el horizonte
planteado para la construcción del socialismo en la
Revolución Bolivariana no se presenta como acción
de gobierno, nos toca un rearme para su reimpulso.
 Nos planteamos el desafío del rearme desde las claves de
un pueblo en lucha, el que marcha a pie desde Portuguesa
a Caracas para exigir y hacer posible la revolución en el
campo, el que denuncia y reta al latifundista y al
burócrata, al corrupto y al apátrida, el que recupera
empresas en batallas productivas organizadas por los
mismos trabajadores, e impulsa la gestión obrera.

 Ese sujeto que hizo realidad avances del horizonte


estratégico, el cual no es fábula, cuento lindo para
endulzar un relato, es la concreción efectiva de la
democracia revolucionaria para la construcción de la
nueva hegemonía, con el pueblo como centro, creador,
impulsor y sujeto principal de la Revolución, allí el
chavismo en el que militamos, es el que debe asumir lo
necesario para ser, cumpliendo su objetivo.
 Actividad de Evaluación – Seminario Toparquía y
Gestión Comunal
 Realizar un ensayo libre, de mínimo 3 paginas,
realizado en Word, bajo Normas Apa donde vas a
hablar sobre la Toparquía, su vinculación con la
Gestión Comunal y como puedes aportar como
persona al logro de este camino en el futuro y el
desarrollo del País?

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