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Universidad Alberto Hurtado

Facultad de Filosofía y Humanidades


Licenciatura en Lengua y Literatura 
Literatura Medieval y Renacentista
Profesor Daniel Valenzuela
Estudiante: Gabriela Cisternas

Contracultura goliardesca:

Oratores, Bellatores y Laboratores.


La poesía goliardesca proviene de los clérigos de vagabundos ilustrados, o también

podría llamarse una secta de estudiantes dedicada a la sátira vulgar que se basaba en la

crítica social y moral a base del humor grotesco, que identificados como; “cantor de la

libertad, un juglar de la alegría y un trovador del amor” (Pascual Martínez, P. 460),

frecuentaban las tabernas, que por lo demás eran de carácter popular. De este modo, se

abría un espacio para la poética que salía de la trilogía de los cantores, «juegos, vino y

amor» según indica J. Le Goff. Los goliardos, a partir de la libertad y placer de la vida,

creaban un lenguaje que pocos podrían llegar a utilizar para la interpretación de problemas

políticos, sociales y religiosos. Para la época romana del siglo XII-XIII y anteriormente

toda la crisis del imperio romano de Occidente y Oriente, nos permitirá adentrarnos un

poco más en el inestable mundo de las verdades absolutas.

Es por esto mismo que en este informe de lectura se basará en primera instancia en

la crítica de los goliardos del medioevo y cómo, hasta el día de hoy puede verse

influenciado este carácter anarquista que hace un juicio sobre la forma de vida desde la

autoridad más importante hasta el ciudadano común y corriente que adopta todo su sistema

establecido, sin interés por cambiar lo que le perjudica. Además, explicar la existencia de

dos roles donde se desarrollan de manera más justificativa el análisis del quiebre, que son la

figura del sabio y el necio, y con ello marcar la marginación de los goliardos y su

ignorancia en temas de los cuales no eran incluidos. Dando a entender que su poesía no era

una verdad como tal sino más una entretención derivada del resentimiento. Sin embargo

con la aparición de Juan De Salisbury en el año 1110, defenderemos la postura de la sátira

popular, teniendo a este representante como un autor sabio que tenía cargos políticos

importantes y aquello le permitía tener una cabida dentro del mundo de la sátira culta.
Dentro del contexto histórico, podemos visibilizar a este clérigo, como

anteriormente mencionado, más bien una secta. Cabe destacar que por el auge de la

cristiandad se nacieron varios clérigos en torno a la poca claridad de ideas que se tenía

sobre la moral. Así es como parte nombrándose el clérigo de los vagabundos o mejor dicho,

de los pobres. Carlos Yarza lo sintetiza de la siguiente manera en el prólogo de Carmina

Burana (1978) que “Cuando muchos hombres llevan una vida un tanto al margen de las

convenciones sociales mayoritarias, no es raro que los bien pensantes se lo imaginen como

una secta” (14). Los aspectos de la poética goliardica hablan de la realidad de los escenarios

de una Roma que iba quedando al descubierto tras cada crisis en temas religiosos y

jerárquicos en Europa entera, en cuestión del imperio, entre otras problemáticas. Martín

González (2004) hace una referencia hacia la mirada de esta sátira, que se relaciona con la

teoría de las tres órdenes del estamento; 1) Oratores (Iglesia), como predominantes del

feudalismo e importante autoridad en lo que se debía de pensar, hacer y decir. 2) Bellatores

(Nobleza guerrera), el caballero no es elegido, sino más bien lo es por naturaleza, ser un

guerrero era un derecho del cual no provenía del linaje. Por lo cual era respetado. Y por

último, 3) Laboratores (Campesinado) que en representación del hombre vulgar, se puede

conocer la característica de un ciudadano que opta por la sobrevivencia sin poder acceder a

los beneficios del feudalismo.

Esta trilogía de orden establecido hace siglos, puede hasta el día de hoy tener

concordancia, ya que si bien siempre existirá una jerarquía, vemos en varias situaciones a la

iglesia influir en la decisiones del Estado por medio de la tradición de la iglesia católica, o

bien, el ejército que demanda el respeto del resto de los ciudadanos cuando en gran parte de

la historia estos han sido parte de la barbarie y no han sido representantes de las reales

cuestiones en discusión. Y por último, tenemos al ciudadano que como un hombre que debe
de obedecer los distintos mandatos, hace y deshace según lo que le digan, sin poder optar al

derecho a la duda, tan solo por tener un poco de reconocimiento dentro de la sociedad.

Es por esto por lo que los poemas giran en torno a una sociedad completa que se

escandaliza si hay alguien que crítica de manera directa estos temas tan estrictos, pero si la

broma está de por medio, no pareciera tan terrible. Según Horacio también lo indica en el

dicho d, «decir la verdad riendo». Los goliardos utilizarán por ende este lenguaje popular y

crítico, que por lo demás será regenerador y dejará al descubierto al ser humano de la edad

media. Es por así decirlo, la filosofía del medioevo.

Por otro lado, también hay que tener en cuenta los recursos de la poesía goliardica

respecto a los distintos temas a tratar, si bien, sabemos que existe una crítica social por

parte de los oradores, no solo se trata de esto. Sino que también de la libertad de expresión

en cuestiones como la juventud y el amor. Para ello, era común utilizar distintas

perspectivas de los poetas anónimos y aludir al contenido por medio del realismo grotesco,

que ayudaban a los poetas a no incomodar con lo que recitaban, es por esto por lo que la

imagen del bufón fue bien recibida y luego escaló a un arquetipo, que a base de la risa del

otro este vive, el bufón vive el día a día y busca ser distintos personajes en uno. Pues,

algunas veces será intrigantes, otras necio o indolente, etcétera. El arquetipo simbolizará

entonces, una persona que según o que diga, no tiene mayor relevancia en ello, para que así

este puede seguir personificando las humillaciones de la humanidad.

Lo anterior es basado en la sátira vulgar más que en la culta, ya que aquellos eran

vistos en lugares populares, donde los poemas no quedaban más que en eso, y nadie se

ofendía. Sin embargo, como se mencionó en un principio, existen dos roles que este

informe pretende destacar, ya que si bien los goliardos no eran en su mayoría estudiantes,

su poesía logró identificar las problemáticas de la edad media que afectaron al ser humano.
Es por esto que Juan De Salisbury, será quién en la posición de un obispo, comprenderá la

sátira popular de los goliardos. Esta será estrictamente literaria y formal, como se verá en

Prolicraticus, donde quedará al descubierto las irresponsabilidades de los cortesanos y todo

lo relacionado con los reyes. Salisbury, intenta por ende gestionar dos problemas; evitar la

censura eclesiástica y la represalia del poder temporal, según Martín González. El autor de

la sátira culta, por lo tanto refuerza está acorde a lo que sería la duda académica para no

salirse de los márgenes de la ortodoxia eclesiástica. Entonces, tenemos a Salisbury como

parte de la sabiduría de la vida y el goliardo como el necio, desde la perspectiva de la

sociedad. Sin embargo, es notable la necesidad de hablar de la mirada de los achipoetas que

no tuvieron ningún reconocimiento y bien, muchos autores posteriores se basaron en sus

filosofías.

A continuación, analizaremos de manera global tres fragmentos de poemas

pertenecientes a la recopilación de Carmina Burana (1978), que en su contenido se

relacionarán con la tesis planteada en el informe, respecto a la crítica política, religiosa y

social;

La rueda de la fortuna va girando:

Voy yo de caída

y al otro lo llevan a lo alto;

excesivamente exaltado,

el rey se asienta encima de todo.

Pero ¡guardese la ruina!

Bajo el eje, en efecto, hallamos

a Hécuba, también reina

(de Carmina Burana, Cantos de Goliardo v.3, p.V)


En la estrofa anterior podemos ver la representación de la fortuna en la vida de los

pobres y los ricos. Que según la mitología de Hesíodo, Tyche era la diosa de la fortuna en

Teogonía, donde ella podía otorgar buenos o malos días a los hombres. Con ellos podemos

visibilizar que la desdicha o las riquezas de las personas no dependía de lo que cada uno

pudiese hacer, sino que más bien, de a quién le tocaba tener honores hoy, mañana no podría

tener nada, ¿el hombre era capaz de soportar este vaivén o realmente era conforme?

Roma se apodera de los individuos

y de sus propiedades,

la curia romana

no es más que un mercado,

donde se venden

los derechos de los senadores

y el mucho dinero

allana cualquier obstáculo

Los ricos dan a los ricos,

para recibir a su vez,

y los regalos se ofrecen

mutuamente.

No es otra la célebre ley

que han mandado fijar por escrito:

«Si me das,

te daré»
(de Carmina Burana, Cantos de Goliardo v.5, v.19, p.IX)

Aquí podemos involucrar dos temas, por un lado la crisis política económica en

declive de Roma y su prisa por salvar los pocos territorios que le iban quedando a causa de

las guerras que no podía sobrellevar por no tener el suficiente respaldo dentro de los

distintos emperadores y la caballería, que por otro parte, se encargaba de aniquilar a los que

estaban en desacuerdo. Roma no se podía sostener, y los que aquí perdían, eran los que

desde un principio, ya no tenían nada.

En la segunda estrofa, se recalca el intercambio de bienes entre los que ya tienen,

supliendo necesidades entre ellos mismos. Y aquí, como relevante, se refiere a un dicho del

evangelio, la ley, que es si tú me das, yo te daré. Dando así por hecho la importancia de la

Iglesia dentro el Estado, que en su mayoría aún seguía siendo pagano.

Antes de concluir, evidenciamos que los poemas goliardos son una estructura de

diversos temas problemáticos en la edad media, que a su vez, no fueron visibilizados, ya

que no sugiere de mayor importancia la vida de un pobre que la de un caballero armado. La

sociedad estaba establecida de una forma y nadie, podría deshacer lo que ya hace varios

años atrás se había formado. Sin embargo, como contexto histórico, la caída del Imperio en

Occidente esclarece los errores del Estado. Y que a fin de cuentas, el clérigo de los

vagabundos no era tan necios.

Finalmente, es necesario poder identificar los enfoques diversos en la poética

goliardica, si bien este informe se quiso centrar en la crítica social en cuestión con la crisis

de Roma ante la inevitable caída del Imperio, existen otras áreas de las cuales la sátira de

los goliardos también estaba especializaba; el amor, la juventud y la libertad en sí. Creando

de esta forma, una poesía que tenía cabida en cualquier lugar, a pesar de que según
sabemos, en su mayoría los poetas no eran letrados, o no tenía estudios, comprendiendo que

el clérigo al cual pertenecían era mayormente conformado desde la cultura popular que se

veía en los espacios que frecuentaban los estudiantes o ciudadanos pertenecientes al

campesinado. Por ende, desde la perspectiva del enfoque del informe, es necesaria esta

manera de expresar lo acontecido en Roma por parte de los que fueron más afectados, dado

que sin siquiera pensarlo en ese entonces, sabemos y comprendemos que aún siguen

habiendo falencias de tal magnitud con los marginados que no tiene oportunidad de alzar la

voz, a menos que sea a tono de burla o similar, porque sino puede ser ofensivo para quienes

lo tienen todo, siendo que las únicas víctimas de todo, son las que realmente sobrellevan día

a día la tortura de la jerarquía establecida por siglos, sin que nadie puede transformar o

destruir por completo el sistema patriarcal.


Bibliografía

- Burana, Carmina. Cantos de Goliardo. Barcelona, Seix Barral, 1978.

- González, Martín. ”Juan De Salisbury y los Goliardos”. Revista Española de

Filosofía Medieval, v.11, 2004. pp.213-225.

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