HOMILÍA DOMINICAL “JESÚS: BONDAD, PREVENCIÓN Y VIDA” [Mr. 9: 38-50].

Iván Montes,
VDM. 18o. Domingo Después de pentecostés. “Adveniat Regnum Tuum”. Reforma SV. T2E44.

HOY, ES DOMINGO DÍA DEL SEÑOR, Y CUARTO DE SEPTIEMBRE DE 2021. [26/IX/2021]. LA

LECTURA ES DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS CAP. 9 [38-50]
38
Juan le dijo: —Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre, y tratamos de
impedírselo, porque no es de los nuestros.39 Jesús contestó: —No se lo prohíban, porque nadie que haga un
milagro en mi nombre podrá luego hablar mal de mí. 40 El que no está contra nosotros, está a nuestro favor.
41
Cualquiera que les dé a ustedes, aunque sólo sea un vaso de agua por ser ustedes de Cristo, les aseguro
que tendrá su premio. 42 A cualquiera que haga caer en pecado a uno de estos pequeños que creen en mí,
mejor le sería que lo echaran al mar con una gran piedra de molino atada al cuello. 43 Si tu mano te hace
caer en pecado, córtatela; es mejor que entres manco en la vida, y no que con las dos manos vayas a parar
al infierno, donde el fuego no se puede apagar. 45 Y si tu pie te hace caer en pecado, córtatelo; es mejor que
entres cojo en la vida, y no que con los dos pies seas arrojado al infierno. 47 Y si tu ojo te hace caer en pecado,
1
sácatelo; es mejor que entres con un solo ojo en el reino de Dios, y no que con los dos ojos seas arrojado al
infierno, 48 donde los gusanos no mueren y el fuego no se apaga. 49 Porque todos serán salados con fuego.
50
La sal es buena; pero si deja de estar salada, ¿cómo podrán ustedes hacerla útil otra vez? Tengan sal en
ustedes y vivan en paz unos con otros.

Esta es la Palabra del Señor… [Num. 11:24-29; Sal. 19:7-14; Stg. 5: 1-6; Mr. 9:38-50]

“JESÚS: BONDAD, PREVENCIÓN Y VIDA”.

1. “Jesús, la bondad de un vaso con agua…” Esta proclamación indica ciertas conductas a observar
entre los discípulos de Jesús y otros intervinientes en la misión, enseña las consideraciones hacia
los débiles y vulnerables. El texto inicia con un reporte de Juan a Jesús en donde han vedado la
acción de otro discípulo que no está en el grupo y le han visto expulsando espíritus de demonios
en el nombre de Jesús; y la razón dicha, es que “No nos sigue” postura que parece excluir al
mismo Jesús, ya que prevalece el sentido estructural de la comunidad discipular, esto es
propicio por el Señor para presentar su enseñanza; hace un llamado de atención a no
desplazarle a causa de nuestras posturas humanas; es muy similar a nuestros tiempos donde
han aparecido “Maestritos” cuya palabra e interpretación deja sin lugar a Jesús; tocante a este
nuevo discípulo, encontrado por Juan, se trata, al parecer, de un seguidor auténtico, lo que
confirma el Maestro cuando les ordena: “No se lo impidáis”… Jesús se ve en la necesidad de
sancionar el caso, ya que de otra forma su excelsa misión corre el riesgo de exclusividad en
manos de unos pocos, y el peligro de perpetuar una casta que manipule su Evangelio bajo el
capricho de los hombres. Esta Palabra nos advierte de la importancia de no asumir un espíritu
de superioridad ante los demás, en particular cuando alguien no comparte nuestra forma de
hacer las cosas, o cuando mostramos preferencia denominacional o del grupo al que
pertenecemos; con frecuencia el sistema confesional se vuelve exclusivo, excluyente y moralista
en exceso y pasamos por alto el aporte de los demás, desestimándoles, en oposición al
mandamiento del amor, exigido por este Evangelio. Jesús acepta a ese discípulo, aunque para
algunos se trate de un exorcista ambulante; a pesar del acoso de los discípulos, parece que a
este nuevo discípulo del reino le interesa contar “Con la aprobación de D antes que la de los
hombres” [Hch. 5:29]. Este hombre demuestra ser creyente fiel a Jesús, cumplir con su
vocación, estar en armonía con el espíritu y las palabras de su Maestro, así como vivir la realidad
de comunión con el D verdadero por el único mediador Jesucristo. La oposición es real, el verbo
utilizado, ESTORBAR se halla en imperfecto conativo y significa: “TRATAMOS DE IMPEDÍRSELO”
o sea, de oponernos vehementemente, pero la respuesta de Jesús es clara: “NO SE LO
IMPIDÁIS”; así toma postura Jesús y nos enseña a superar la intolerancia y el exclusivismo,
asociado a una lealtad ciega, fanática, como si fuésemos superiores y los demás inferiores. Es
importante considerar, además, sus palabras: “El dar un vaso de agua a estos pequeñitos…
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VDM. 18o. Domingo Después de pentecostés. “Adveniat Regnum Tuum”. Reforma SV. T2E44.

tendrá su recompensa”. Hermanos, un vaso de agua era, en la época de Jesús, un gesto mínimo
de aceptación, simpatía, protección al extraño; así que somos invitados a entender que todos
aportamos algo a la causa de su reino, unos más, otros menos, pero somos parte de su eterno
propósito. El Rev. y Dr. Martin Luther King, Jr. decía en su ardua lucha sobre los derechos civiles
en la sociedad de Estados Unidos: “Es hora que todas las buenas personas abonen a la causa,
necesitamos de cada esfuerzo, de cada hombre por pequeño que sea, necesitamos a todos,
necesitamos su honestidad, su integridad, responsabilidad, que con sus valores demuestren
que el pecado de la segregación racial no tiene ninguna razón de ser…” así pide cumplir el
mandamiento del amor, tolerando, amando, mostrando al mundo este signo: “En esto
conocerán que son mis discípulos, en que mostraréis amor los unos por los otros” [Jn. 13:35].
2. “Jesús, previene no estorbar a los débiles…” La declaración del Maestro nuevamente pone en 2
relieve nuestra responsabilidad cristiana de proteger siempre al débil y vulnerable, pide actuar
con sumo cuidado para no hacer caer a los pequeñitos, palabra que no se refiere a niños
solamente, sino a personas que no tienen entendimiento pleno y que están sujetos a
conducción, protección y cuidado; Jesús posee una atención constante de aquellos que carecen
de posibilidades en este mundo, por ello le vemos entregando su tiempo y fuerzas en favor de
los desprotegidos; así nosotros podemos entregar nuestro interés por los carentes de
oportunidades, los limitados por documentación, por los inmigrantes, a los temerosos, a los que
se les niegan beneficios laborales, los sin ayuda social o de cualquier índole. Nos dice
advertidamente a quienes somos indiferentes al pobre, que estamos sujetos a condenación y
compara el castigo a ser objeto de hundimiento en el mar con sobrepeso. Dice J. Calvino “La
piedra de molino atada al cuello y echada al mar era un castigo infligido del modo más severo
a los perpetradores de crímenes más atroces. Ser objeto de un castigo tal debe hacernos
reconocer cuan amoroso es D hacia el débil, y el valor que tienen los despreciados del mundo
ante sus ojos” No hay impunidad a quien vea con desestima o menosprecie a esos pequeños y
carentes de experiencia. Previene a todos, a no ser causante de lastimar a los más débiles o
pequeños en la fe. Nos exponemos al juicio, este llamado es para todos, a los líderes de las
naciones que se ensañan contra los débiles a causa de sus intereses mezquinos; es un
llamamiento a nosotros sus seguidores para ser luz y ejemplares en nuestro trato al débil.
Además, nos deja un preciado consejo aquél Apóstol con el que confirma nuestro Evangelio
“Vivan en armonía los unos con los otros. No sean orgullosos, pónganse al nivel de los
humildes. No se consideren sabios. No devuelvan a nadie mal por bien. Procuren hacer el bien
ante todos los hombres” [Ro. 12:16]. “Nosotros los fuertes, debemos sobrellevar las
deficiencias de los débiles y no buscar lo que nos agrada a nosotros mismos” [Ro. 15:1]. La
tierra está cargada de tristeza, de desprecio, de humillación, de pueblos sumidos en la opresión
y desesperanza, atropellos y violencia con la presencia de los más fuertes; pero los hijos de D
somos convocados para estrechar lazos y soportar el dolor, escuchar el grito de los más débiles,
y frenar la oposición a las fuerzas malignas que le azotan y oprimen.
3. “Jesús, advierte a evitar la justa retribución por el daño hecho al pobre y afligido…” Jesús, usa
un lenguaje figurado elocuentemente pronunciado, previene al mundo y sus seguidores para
que no nos convirtamos en factor de ser escándalo y que, por ello, se haga fracasar en la fe a
los débiles. El texto significa que nos podamos convertir en ser un promotor de la vida
pecaminosa, o escandalosa a los que anhelan seguir por el camino de rectitud. Esta expresión
SER UN ESCÁNDALO simplemente significa: hacer caer en una trampa, hacer tropezar, incitar
u ofrecer ideas para que la persona se entregue sedosamente al placer pecaminoso, en otra
instancia significa, incitarlo para que siga una postura de error o una herejía. Los débiles, los
inocentes, los sin entendimiento son los que con facilidad pueden ser arrastrados en sequia del
error. Jesús es florido cuando menciona la acción retributiva consecuente con el daño que
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VDM. 18o. Domingo Después de pentecostés. “Adveniat Regnum Tuum”. Reforma SV. T2E44.

podamos causar; diciendo que es mejor entrar ciego, con la pérdida de algún miembro, y no
perecer eternalmente con la apariencia de estar en condición de perfección. En esta prevención
usa la expresión infierno, Gehema o “Valle de Hinón”, misma palabra empleada por el profeta
Isaías [Is. 66:24]. No quiero imaginar que los cuadros dantescos semejantes al material volcánico
que a esta hora son vomitados por Cumbre Vieja, en Gran Canaria, es semejante a un destino
punible preparado para el hombre; y no imagino a un D de misericordia enviándonos a un lugar
tan insoportable; frente a nosotros hermanos, tenemos al que cambia el dolor por el
ofrecimiento de la paz y tranquilidad; a este D misericordioso que nos ofrece la vida en vez de
la muerte segura y eterna; así que bellamente intercambia las palabras de tragedia por la
esperanza de vivir; y nos dice con amor, “MEJOR TE ES ENTRAR EN LA VIDA…” debe entenderse
la vida en el sentido escatológico, el cielo y la tierra nueva, esa vida que será y es manifestada 3
desde nuestra comunión actual con nuestro creador; que debe comprenderse como disfrutar a
plenitud el reino de D en el corazón del hombre. Significa esa paz cual experiencia profunda
con entendimiento pleno [Fil.4:7] el gozo, esa alegría profunda e inefable [I Pd. 1:8]; un
conocimiento de D en el rostro de Jesús [II Co. 4:6]. Y su inmenso amor y esperanza hecho
realidad en la vida total del hombre [Ro. 5:5]. Jesús nos previene al hecho de no ser tropezadero
de los más débiles, de respetar la ingenuidad del que ignora hechos; muchos políticos en la
actualidad se hacen acompañar de pseudo profetas para legitimar sus actos, así como ser
untados con migajas de rancia espiritualidad que no sirve sino para aprovecharse de los
ingenuos y débiles de carácter, actos que resultan ser opuestos a la justicia reclamada por este
Evangelio; por ello, la advertencia de Jesús es severa y sentenciosa. San Ambrosio de Milán.
Obispo y teólogo, del S. IV, en unas líneas exhortativas nos recuerda: “No te escandalice la
dureza de los clavos, pues es la dureza de la caridad; ni te espante el poderoso rigor de los
clavos, porque también el amor es fuerte como la muerte. El amor, en efecto, da muerte a la
culpa y a todo pecado; el amor mata como una puñalada mortal. Finalmente, cuando amamos
los preceptos del Señor, morimos a las acciones vergonzosas y al pecado”. A ello, añade una
luz inmejorable contenida en su sagrada Palabra; el salmista convencido de la maravilla de la
vida y luz para los hombres dice: “La Palabra del Señor es perfecta y es alivio para el alma. El
mandato del Señor es digno de confianza que hace sabio al ignorante. Los mandamientos del
Señor son justos, son alegría del corazón. La Ley del Señor es intachable, es luz para los ojos.
La Palabra del Señor es pura y es firme para siempre. Los preceptos del Señor son verdaderos
y todos son justos”. [Sal. 19:8-10] a lo cual nos invita a nutrirnos y fundamentarnos en ella.
Vengamos a la vida, acerquémonos a su bondad, que abunde su misericordia para siempre
jamás.

Oremos: Oh D, que manifiestas tu infinito poder especialmente mostrando piedad y

misericordia: derrama sobre nosotros la plenitud de tu gracia; a fin que, esforzándonos
para obtener tus promesas, seamos partícipes de tus tesoros celestiales; por Jesucristo
nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo D, ahora y por siempre.
AMÉN.

…Y que el Señor te bendiga y te guarde, que el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti, y te
mire con buenos ojos, que el Señor vuelva hacia ti su rostro y te conceda la paz. Amén.