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Las personas que no leen tienden a ser muy resistentes a los cambios, 

apegadas al
pasado, rígidas en sus ideas y en sus acciones. La persona que lee, en cambio, introduce
en su mundo interno nuevas ideas, puntos de vista, informaciones y conocimientos
elaborados por otras personas de otras partes del mundo. Los lectores son las personas
que se suman eficazmente a las iniciativas comunitarias de progreso y de mejoramiento
social. La acción escolar es prácticamente inconcebible sin la escritura porque el
quehacer académico se apoya significativamente en la lengua escrita.

Este hecho permite interpretar que el éxito académico de un estudiante está supeditado a
su competencia en el manejo del lenguaje escrito.
Una gran parte del conocimiento que se elabora en ellos se plasma y vehicula a través de
textos que se leen y producen en una inextricable red de relaciones entre unos y
otros, tanto en formatos monológicos como dialógicos. Hablamos de discurso académico
para referirnos de una manera muy general a estos usos. El discurso, también el
académico, no es simplemente el vehículo por donde transitan los saberes, sino que es
instrumento de construcción del conocimiento y de las relaciones que establece con las
actividades humanas en que se desarrolla. Por otro lado, es cada vez más frecuente
relacionar este concepto con el de sistema de actividad, lo cual permite abordar desde un
punto de vista dinámico el discurso en los entornos universitarios.
Comprender una lectura requiere desarrollar un proceso interactivo, en el cual se
construyen representaciones organizadas y coherentes del contenido o texto y se
relaciona la información con esquemas relativos al conocimiento específico del texto o con
aquellos elementos donde se organiza la información del texto informativo. En primer
lugar, la comprensión lectora de un texto puede definirse como la reconstrucción de su
significado a partir de la consideración de pistas contenidas en el texto en cuestión. La
lectura recrea y relaciona el texto con un proceso creativo donde se elabora un
significado. En segundo lugar, leer, más que un acto mecánico de descifrado de signos
gráficos, es un episodio de razonamiento, que trata de guiar una serie de juicios hacia la
construcción de una interpretación del mensaje escrito o audiovisual, a partir de la
información que proporcione el texto y los conocimientos del lector.
El concepto «analfabetismo académico» se refiere a la creciente carencia de habilidades
para interpretar y/o producir los textos que circulan en ámbitos académicos. Su
contraparte, «alfabetización académica», a la creciente necesidad de enseñar esas
habilidades dentro de las instituciones académicas superiores, habilidades que se
suponían adquiridas en otros niveles de la educación. La alfabetización académica, el
proceso de adquisición de un conjunto de conocimientos lingüísticos y de estrategias
cognitivas necesarias para interpretar y producir textos que se utilizan en contextos de
estudio. Las habilidades básicas para la lectura y la escritura no alcanzan, ya que la
alfabetización académica es una alfabetización avanzada, que incluye no solo
conocimientos lingüísticos, sino también conocimientos acerca de los discursos que
circulan en cada disciplina.

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