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Marco Teorico Duelo
Marco Teorico Duelo
DUELO
“Duelo” proviene del latín Dolus (dolor) para referirse a una respuesta
emotiva que aparece a causa de la pérdida de algo o alguien. Uno de los
primeros estudios relacionados al proceso de duelo fue abordado por Freud
(1917) en su libro “Duelo y Melancolía” para referirse a la reacción frente a la
pérdida de una persona o figura que la represente. Esta reacción puede llegar a
resolverse con el paso del tiempo, mientras que la melancolía es un tipo de
pérdida especial o patológica para el yo, que trata de conservar el objeto.
A) Síntomas físicos
A) Manifestaciones espirituales
Conciencia de la propia limitación
Pérdida de sensación de ser inmortales
Búsqueda de Dios, en forma de resentimiento, indiferencia o
confianza.
Búsqueda del sentido de la vida
B) Manifestaciones sociales
Resentimiento hacia la realidad social (todo continúa alegremente)
Sentimiento de aislamiento
Se elabora una nueva identidad y se asumen nuevos roles sociales
No todos los duelos son iguales. Hay diversos factores que pueden
determinar la gravedad del duelo y su complicación.
La cercanía con la persona que se pierde. Obviamente la tristeza será
mayor cuanto más cercana sea la persona a la que hemos perdido.
El tipo de relación con la persona que se fue o fallecio. Hay más riesgo de
complicación si la relación es ambivalente o dependiente. Es decir, que la relación
sea cercana pero conflictiva. Esto puede disparar sentimientos de culpa por no
haber hecho determinadas cosas o no haber mejorado la relación de alguna
manera.
A) DUELO DESAUTORIZADO.
Por ejemplo:
B) DUELO TRAUMÁTICO.
-Soledad excesiva.
-Muerte de un niño.
marcada dependencia.
D) DUELO ENMASCARADO.
E) DUELO PATOLÓGICO.
F) DUELO ANTICIPADO
Esta etapa del duelo suele ser breve (horas, días), y funciona como un
mecanismo de defensa. Implica un shock de irrealidad. Aparece la sensación de
no sentir, de no pensar. También aparece estrés físico durante esta fase, que
puede resultar en síntomas somáticos. Las verbalizaciones más frecuentes son
“Esto es imposible”, “Esto no puede estar pasando”, “Seguro que es un error”. Se
niega lo ocurrido como una forma de darnos más tiempo para ir procesando la
pérdida.
También es posible que nos digamos “¿Qué habría pasado si…?” “Debería
haberlo hecho mejor…”, “No le cuidé lo suficiente”
Si nos estancamos en esta fase, según Bowlby, vamos a pasar nuestra vida
intentado llenar ese vacío de la pérdida y teniendo en nuestra mente de forma
constante a ese ser querido.
Fase 3. Desorganización-Desesperación
Fase 4. Reorganización-Recuperación
2.- IRA O RABIA. Esta segunda fase sustituye la negación por los
sentimientos de rabia, coraje, envidia y resentimiento; aquí surgen todos los
"porque".
Si se enfrenta esta etapa y se enfrenta el dolor que consigo lleva, será más
fácil aceptar la realidad.
Nos sentimos culpables por habernos enojado con el otro, culpables con
Dios, culpables por no haber evitado que muriera (si yo hubiera, debí haber, si yo
no hubiera...) Decretamos que en nuestras manos existía la posibilidad de evitarlo,
pero esa omnipotencia solo es para defendernos de que en realidad somos
impotentes. Dirijo hacia mí el resentimiento por no haber evitado la muerte y me
culpo de aquello que no hice y tuve la oportunidad de hacerlo. Esta culpa se va
desvaneciendo poco a poco, de lo contrario el duelo se estancaría.
Una vez que sucede una pérdida significativa se presenta una crisis en las
estructuras mentales de la persona (YO), esta crisis regularmente es producto de
una circunstancia que se caracteriza por su brusca aparición, por lo tanto, la
persona no está preparada para recibir el impacto de la pérdida.
a) Enojo. Coraje con el otro, con el muerto, con el cuerpo médico, con Dios, con
las circunstancias, incluso con uno mismo, es colocar la agresión fuera de mí para
colocarlo en el otro. Es una emoción displacentera como consecuencia de la
pérdida, se expresa por medio de la agresividad que tiene características
biopositivas o bionegativas. Aclaremos lo anterior, las personas tienen dos formas
de manifestar la agresividad producto del enojo: la primera: biopositiva se realiza
experimentando el enojo y expresándolo sin afectar a terceros ni a su persona,
algunas alternativa de expresión de enojo es ocupando técnicas gestalticas como
la descarga sobre un objeto neutro, silla vacía u ocupando técnicas de
bioenerética entre otras. La segunda: bionegativas surge cuando el enojo sale sin
control alguno de manera brusca e inesperada , y en algunas ocasiones contra
personas que nada o poco tienen que ver con la situación o cuando no se expresa
y la persona lo lleva a su cuerpo provocándose enfermedades.
3. Reorganización.
Estas etapas consideran, de forma general los momentos por los que pasa
una persona como respuesta a una pérdida significativa, no olvidemos que el
duelo es un proceso y no un hecho aislado, y como consecuencia requiere de un
tiempo de asimilación que estará en función de cada persona y no en función de
tiempos predeterminados. Otra aportación de estas etapas es la flexibilidad que
presentan, principalmente en las etapas de desorganización aguda del yo y
desorganización grave del yo, ya que sus fases se pueden presentar en cualquier
orden e incluso varias a la vez, además que estas fases pueden estar
interrelacionándose continuamente.