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Introducción a las aplicaciones de la teoría familiar sistémica de Murray


Bowen a la Terapia Familiar y de Pareja

Article · June 2011

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Martiño Rodríguez-González
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Puede encontrar este artículo publicado en Cuadernos de Terpia Familiar, 77, 7-15. ISSN 0213-79-41-77

AUTORES
Martiño Rodríguez González. Es premio extraordinario en Psicología por la Universidad de Santiago de
Compostela, investigador contratado del departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la
misma universidad y alumno en supervisión de Stirpe. Actualmente está realizando su tesis sobre la
influencia de la Diferenciación del Self en la relación de pareja, bajo la dirección del Catedrático Dr. D.
Agustín Dosil (USC) y la profesora Dra. Dña. Virginia Cagigal (UPCO).

Michael E. Kerr. Psiquiatra por la Georgetown University (Washington D.C., EEUU). Acaba de cumplir
70 años y lleva toda su vida dedicada al estudio de la Teoría Familiar Sistémica de Murray Bowen,
compaginando su labor clínica con la investigación. Director del Georgetown Family Center for the Study
of the Family, centro de investigación fundado por Bowen en 1975 y que Michael Kerr dirige desde su
fallecimiento en 1990, es considerado el discípulo más importante de Bowen.

DATOS DE CONTACTO
Martiño Rodríguez, Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación, Facultad de Psicología,
Campus Universitario Sur, 15782 Santiago de Compostela (A Coruña – Spain). Correo electrónico:
martino.rodriguez@usc.es.

RESUMEN
Resumen: Bowen es considerado uno de los fundadores de la Terapia Familiar Sistémica. Su Teoría, sin
embargo, es muy desconocida en España. A través de este artículo se introduce, con suma brevedad, la
enorme riqueza de una teoría construida en profunda conexión con la biología y las neurociencias, en
constante actualización, y cuya aplicación a la terapia tiene que ver con compartir con la familia una
forma de pensar que se convierta en una forma de ser. Una terapia centrada en el aquí y el ahora que tiene
como objetivo central desarrollar un mayor grado de Diferenciación del Self en cada uno de los
individuos del sistema familiar.

Palabras clave: Bowen, intergeneracional, Kerr, terapia.

Abstract: Bowen is considered one of the founders of Systemic Family Therapy. However, his theory is
largely unknown in Spain. Through this article we introduce, very briefly, the enormous richness of a
theory built on a deep connection with biology and neuroscience, which is being continually updated, the
application of which to therapy is related to sharing with the family a way of thinking which is
transformed into a way of being. It is a type of therapy which is focused on the here and now, which has
as its central objective the development of a greater degree of Differentiation of Self in each of the
individuals in the family system.

Key words: Bowen, intergenerational, Kerr, therapy.

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INTRODUCCIÓN A LAS APLICACIONES DE LA TEORÍA FAMILIAR


SISTÉMICA DE MURRAY BOWEN A LA TERAPIA FAMILIAR Y DE PAREJA

Rodríguez González, M.1* y Kerr, M.E.**


*Universidad de Santiago de Compostela y **Georgetown Family Center for the Study of the Family
(Washington, DC)

Murray Bowen es considerado uno de los fundadores de la Terapia Familiar Sistémica,


y su teoría sobre los procesos familiares es reconocida como una de las mayores
contribuciones al desarrollo de la clínica desde la perspectiva sistémica (Horne y Hicks,
2002; Nichols y Schwartz, 2004).

Dentro de los modelos de terapia familiar, la teoría de Bowen se encuadra en las


denominadas teorías históricas, de acuerdo con la tradicional clasificación de Sluzki
(1983). Carlos Sluzki considera que, en el campo de la terapia familiar, todos los
modelos pueden incluirse en una de estas tres orientaciones: modelos centrados en el
proceso, modelos estructurales y modelos históricos o centrados en la visión del mundo.
Estos últimos, entre los cuales estaría el modelo de Bowen, considerarían   que   “las  
interacciones están siempre enmarcadas en un contexto simbólico, rico y bastante
estable, propio de la condición humana, que recuerda a los participantes cómo la
realidad debería ser construida y crea, establece y recuerda las reglas familiares. De
hecho, cada miembro de la familia se define como tal, como miembro de una familia en
particular, porque él o ella comparten con el resto una manera bastante específica de
organizar   la   realidad,   una   ideología”   (Sluzki,   1983;;   p.472).   Hanna   y   Brown   (1998)  
clasifican los modelos de terapia familiar en 5 grupos: estructural, estratégico,
intergeneracional, experiencial y contemporáneo. Asignan el modelo de Bowen a la
categoría de los modelos intergeneracionales, caracterizados por “conceptualizar   a   las
familias y sus problemas en términos de dinámicas psicológicas transmitidas de
generación  en  generación”  (Hanna  y  Brown,  1998;;  p.29).

A pesar de encontrar razones para ubicar el modelo de Bowen dentro de estas


categorías, también debemos señalar que su clasificación es compleja y que muchos de

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El doctorando D. Martiño Rodríguez ha podido realizar el presente trabajo gracias a una beca de la
Xunta de Galicia co-financiada con Fondo Social Europeo.

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los teóricos expertos en Bowen no considerarían adecuada su integración en ninguno de


estos grupos.

Más de 20 años después de la muerte de Murray Bowen, su teoría todavía está presente
en el área clínica y en la investigación en Psicología, como evidencian las más de 165
referencias que pueden ser encontradas en las bases de datos PsyInfo y Family and
Society Studies Worldwide que  contienen  en  su  título  el  término  “Differentiation of Self”  
(limitando la búsqueda al periodo de 1990 al 2010). De estas referencias, 63 son tesis
doctorales. Este término, Diferenciación del Self (Differentiation of Self en inglés),
designa al concepto central de su teoría, que se ha considerado crucial para comprender
la interacción familiar (Bowen, 1978; Guerin, Fogarty, Fay y Kautto, 1996; Kerr y
Bowen, 1988).

Muchos terapeutas familiares, especialmente en Estados Unidos, han adoptado esta


perspectiva como orientación teórica central para el desarrollo de la terapia (Miller,
Anderson y Keala, 2004). Sin embargo, aunque está presente, en Europa -y
particularmente en España- es muy poco conocida. Por supuesto, se sabe de la
existencia de la Teoría de Bowen pero muy poco sobre sus aplicaciones a la terapia.
Analizar sintéticamente las características principales de la terapia familiar basada en la
teoría de Bowen será nuestro objetivo principal en este artículo.

En la página web del Georgetown Family Center se puede leer la siguiente descripción
de la teoría de Bowen: “La Teoría Familiar Sistémica de Bowen es una teoría del
comportamiento humano que ve la familia como una unidad emocional y usa el
pensamiento sistémico para describir las complejas interacciones que se dan dentro de
ella. La naturaleza de la familia implica que sus miembros estén intensamente
conectados emocionalmente. A menudo la gente se siente distante o desconectada de su
familia, pero es más un sentimiento que un hecho. Los miembros del sistema familiar se
afectan tan profundamente unos a otros en sus pensamientos, sentimientos y acciones
que parece como  si  vivieran  bajo  la  misma  ‘piel  emocional’. Las personas solicitan unas
a otras la atención, la   aprobación,   el   apoyo…   y   reaccionan   a   las   necesidades,  
expectativas y malestar de los demás. Esta conexión y reactividad hace que los
miembros del sistema familiar funcionen de forma interdependiente. Un cambio en el
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funcionamiento de una persona, previsiblemente es seguido por cambios recíprocos en


el funcionamiento de las otras. Las familias difieren algo en el nivel de
interdependencia,  pero  siempre  está  presente  en  cierto  grado”2.

La Teoría Familiar Sistémica de Bowen se estructura en torno a dos variables


principales: La Diferenciación del Self y la Ansiedad Crónica. En esencia, son estas
dos variables y la relación entre ellas la clave que permite al terapeuta entender y
explicar lo que sucede en la familia. De acuerdo con la Teoría Familiar Sistémica de
Bowen, estas dos variables están estrechamente relacionadas, de modo que a mayor
nivel de Diferenciación del Self menor vulnerabilidad a la Ansiedad Crónica. El grado
de Ansiedad Crónica y el nivel de Diferenciación del Self que encontramos en un
sistema familiar concreto en un momento dado determinado son determinantes para
explicar los pensamientos, sentimientos y comportamientos de todos los miembros de la
familia. Además, la comprensión de la forma en que Diferenciación y Ansiedad Crónica
se relacionan será lo que guíe al terapeuta en su relación con el sistema familiar. Por
tanto, el terapeuta deberá prestar atención a estas dos variables subyacentes que están
regulando el proceso de la familia, evitando focalizarse en aspectos de contenido.

Refiriéndonos en primer lugar a la Diferenciación del Self, señalaremos que se trata de


un constructo multidimensional que ha sido definido como la capacidad para equilibrar
dos elementos: (a) las influencias emocionales e intelectuales en el funcionamiento
cognitivo y (b) la intimidad y la autonomía en las relaciones con otros (Bowen, 1978).
Cada persona tiene un determinado grado de Diferenciación, de manera que podría ser
ubicada en algún punto de un continuum que va desde los niveles más bajos hasta los
más altos de Diferenciación.

Cuanto mayor sea el nivel de Diferenciación, mayor será la capacidad de esa persona
para la cercanía afectiva con otros sin perder su autonomía emocional. Cuanto menor
sea el nivel de Diferenciación del Self de una persona, más dependientes serán sus
creencias, actitudes, emociones y acciones, de la vivencia emocional de las personas
significativas para ella, o de otros elementos emocionales de su entorno.

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http://www.thebowencenter.org/pages/theory.html.
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Las emociones tienen una influencia significativa en las creencias y acciones de todas
las personas. Son buenas y facilitan la adaptación al ambiente, puesto que son, de
hecho, un producto evolutivo y así las considera la teoría de Bowen. La Diferenciación
del Self se refiere al hecho de que algunas personas tienen una habilidad mayor para
auto-regular las emociones que viven de una forma adaptativa. Regulan mejor su
reacción emocional ante otras personas, al tiempo que los elementos del ambiente o de
una situación emocional concreta no determinan su respuesta, todo lo cual tiene
necesariamente una repercusión en su grado de ansiedad y funcionalidad.

La Diferenciación del Self describe también la forma en que se relacionan los miembros
de la familia entre sí. Las familias pueden distinguirse por su grado de cohesión o
individualidad, que mantienen de forma coherente a lo largo del tiempo. De acuerdo con
la Teoría Sistémica de Bowen esto será consecuencia del nivel de Diferenciación del
Self de cada uno de los miembros que forman la familia.

Cuando una familia tiene un bajo grado de Diferenciación, el nivel de fusión y


reactividad emocional entre sus miembros será muy elevado, lo que implicará que las
vivencias emocionales de cualquiera de sus miembros producirán un eco en los demás
miembros del sistema. Esto hace a la familia mucho más vulnerable al estrés y a las
situaciones adversas que puedan vivir. Así que cuanto menor sea el nivel de
Diferenciación, mayor la influencia de la ansiedad en una familia.

¿Cómo define Bowen la segunda variable principal, que  llama  “Ansiedad Crónica”?  La  
ansiedad se define como la respuesta de un organismo a una amenaza real o imaginaria.
Bowen entiende que la Ansiedad Crónica está en la base de la aparición y el curso de las
dificultades biológicas y psicológicas. Cuanto mayor es la Diferenciación del Self,
mayor capacidad de adaptación y menor probabilidad de una respuesta ansiosa ante
eventos estresantes de cualquier tipo. En el sistema familiar, cada familia intentará
ajustar su respuesta al estrés a través de diversos mecanismos, como por ejemplo la
triangulación. Así, en un sistema con un bajo grado de Diferenciación, por tanto con un
grado de fusión muy elevado entre sus miembros, el sistema activará diferentes
triángulos cuya función es disminuir la ansiedad en algunos miembros del sistema,
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aunque con la consecuencia inevitable de elevar la de otros. Así, algunos miembros


absorberán toda la ansiedad del sistema, lo que los hará vulnerables a desarrollar alguna
disfunción física, psicológica o social, porque se encontrarán probablemente en una
situación de Ansiedad Crónica.

Cuando la ansiedad aumenta, el sistema familiar se mueve de tal forma que se hace aún
más clara la conexión emocional entre sus miembros. La ansiedad implica que la
Diferenciación del Self de los miembros del sistema se vea  “probada”,  pues  supone  una  
presión sobre el sistema que produce una menor flexibilidad en las relaciones
interpersonales. Cuanto menor sea el grado de Diferenciación del Self de una persona,
más sensible se volverá a los movimientos de alejamiento o acercamiento emocional de
los demás miembros del sistema familiar cuando está bajo estrés. Los movimientos de
acercamiento o alejamiento de un miembro no son producto únicamente de su iniciativa,
sino un reflejo de la reciprocidad del sistema, por la cual si algún miembro tiende a
distanciarse emocionalmente, otros tenderán a acercarse a él y viceversa. Muchos
elementos pueden modular la Ansiedad Crónica,  pero  en  realidad  no  está  “causada”  por  
nada ni nadie en el sistema: es el sistema mismo, sus acciones y reacciones (su
funcionamiento emocional), el que lleva a la Ansiedad Crónica a desarrollarse.

Así, la familia funciona como una unidad emocional. Cuando la Ansiedad Crónica es
mayor de lo que el sistema puede manejar, surgirá algún tipo de problema clínico.
Entender los problemas clínicos en un contexto interpersonal requiere ir más allá del
modelo médico, que asume que la causa de la disfunción está en el paciente, para
asumir un modelo sistémico, que ve a la familia como la unidad en la que se encuentra
esta disfunción. Las familias no causan la enfermedad, pero el sistema emocional
familiar afecta significativamente a cómo las personas se adaptan al estrés. Cuando el
estrés alcanza niveles demasiado elevados, la predicción de Bowen es que el sistema
nuclear familiar manifestará uno o varios de estos tres patrones de funcionamiento
emocional: conflicto conyugal, disfunción en uno de los cónyuges y/o deterioro en uno
o más hijos. El tipo de problema que la familia va a manifestar depende del patrón más
activo para regular el nivel de ansiedad del sistema, lo cual puede cambiar a lo largo del
tiempo. Familias menos diferenciadas presentarán más probablemente varios problemas

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clínicos significativos, porque tenderán a presentar mayores grados de Ansiedad


Crónica.

Una vez señaladas las dos variables principales de la Teoría de Bowen, vamos a
referirnos ahora un poco más concretamente a la terapia familiar basada en la Teoría
Familiar Sistémica de Bowen. Se trata de una terapia no centrada en la eliminación
rápida de la sintomatología, sino en un planteamiento de trabajo más profundo sobre los
procesos básicos que la generan, entendiendo éstos como la forma en que las emociones
son manejadas por la persona y en la red interpersonal en la que está inmersa ésta. En
este sentido, el objetivo general de la terapia será siempre elevar el grado de
Diferenciación del Self de la persona.

Para lograr este proceso, la terapia de Bowen plantea dos grandes principios. Uno es
que la terapia buscará incrementar la objetividad sobre la naturaleza de los sistemas
emocionales y la participación que uno mismo tiene en ellos. El otro, que para lograr
este primer objetivo es fundamental trabajar en uno mismo en relación con otras
personas emocionalmente significativas.

Esta toma de conciencia objetiva del funcionamiento de los sistemas emocionales de los
que uno forma parte está directamente relacionada con la Diferenciación del Self.
Algunos elementos que pueden ser potenciados desde la terapia, que permitirían
desarrollar un mayor grado de Diferenciación del Self, son:
a. Observar y reflexionar sobre el proceso emocional (ver qué papel juega uno
mismo en ese proceso, qué papel juegan los otros y la circularidad que se da
entre ambos).
b. Diferenciar claramente entre el pensamiento y el sentimiento (entre
pensamientos objetivos y pensamientos subjetivos).
c. Reconocer el impacto de la ansiedad en el funcionamiento personal (en nuestros
pensamientos, sentimientos, acciones).
d. Colocar el problema actual en un marco multi-generacional.
e. Enfrentarnos a situaciones emocionalmente difíciles (la Diferenciación no va a
ocurrir en el vacío).

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f. Ser  capaz  de  mantener  más  sentido  del  “Self”  con  otros  (no  entrometerse,  exigir,  
evitar…).

Los cambios en la Diferenciación del Self no se consiguen a través de la distancia


emocional con las personas. De hecho, esta distancia emocional es síntoma de una
elevada fusión, que la persona solamente es capaz de manejar cortando la relación (a
través de lo que Bowen denomina corte emocional, percibiendo en la observación
clínica que no pocas personas con disfuncionalidades graves –psicológicas, físicas y/o
sociales- han cortado voluntariamente todo vínculo con sus familias de origen).

Igual que en otras escuelas terapéuticas, tiene gran importancia ayudar a los miembros
de la familia a ser conscientes de la circularidad que se da en las relaciones, a la que
Bowen  se  refiere  como  “reciprocidad” (a ello se ha hecho referencia más arriba). Si un
comportamiento concreto de otra persona es particularmente difícil para ti, es positivo
tomar conciencia de que esta forma de reaccionar y observar aporta más información
sobre ti que sobre la otra persona. En lugar de reaccionar al comportamiento del otro
pidiéndole que cambie, Bowen anima a hacer un trabajo hacia la toma de
responsabilidad sobre las propias emociones. Si una persona entiende que ella es parte
de la dificultad, entonces podrá prestar atención a lo que puede cambiar en sí misma:
quizás una actitud, una forma de pensar, un comenzar a ser más consciente de sus
reacciones…  Esto elimina la cupabilización del otro, y genera una situación de toma de
responsabilidad que posibilita el cambio, porque la modificación en un elemento del
sistema (en este caso en el individuo que toma conciencia de lo que puede cambiar en sí
mismo) tiene como consecuencia la transformación de todo el sistema. Esta toma de
conciencia que lleva a preguntarse por la forma en que uno mismo puede responder ante
la realidad, focalizándose en lo que uno va a hacer y no en lo que se supone que deben
hacer otros, tiene que ver con lo que Bowen llama la toma de una posición desde el yo.
Interiorizar y automatizar esta conciencia, es parte de lo que Bowen entiende por
desarrollar un mayor grado de Diferenciación del Self.

Para conseguir un cambio en el grado de Diferenciación, el trabajo señalado hasta aquí


no es suficiente. Es necesario aplicar el segundo de los principios que se señalaban
como centrales en la terapia de Bowen, esto es, poner en marcha unas dinámicas
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determinadas en la relación con los miembros de la familia nuclear y, siempre que sea
posible, también con la familia de origen. Es necesario trabajar sobre uno mismo, pero
no solo, sino también a través de la relación y en la relación con otras personas
emocionalmente significativas. Para ello el terapeuta podrá animar a los clientes a
visitar a sus padres, en particular en tiempos especialmente relevantes en términos
emocionales (nacimientos, fechas señaladas, fallecimientos, etc.), para observar cómo
funcionan emocionalmente en la relación con ellos y, siendo más conscientes de este
funcionamiento, hacer pequeños cambios como intentos de crecer en la Diferenciación.

Cuando existen dificultades en la relación de pareja, Bowen considera particularmente


útil este trabajo de cada parte sobre su propia familia de origen. Cada miembro de la
pareja intentará desarrollar su grado de Diferenciación del Self, disminuyendo la
reactividad emocional y siendo más consciente de sus respuestas emocionales
automáticas, trabajando en la relación con cada uno de sus progenitores y otros
miembros de su familia extensa.

Otro elemento que Bowen considera significativo para la terapia es la neutralidad del
terapeuta con la pareja o la familia. Si el terapeuta no consigue mantener la neutralidad
emocional, será muy difícil que pueda evitar los triángulos que se producirán en el
sistema para regular la ansiedad. Ser capaz de mantener la neutralidad emocional ante la
familia o la pareja convierte al terapeuta en un elemento facilitador del cambio.

Otras de las características de la terapia familiar y de pareja basada en la Teoría


Sistémica de Bowen serían:
Desde el inicio de la evaluación de la familia, el terapeuta deberá buscar al
miembro familiar más consciente y motivado a hacer algo en relación con las
dificultades que vive la familia. Esta persona es parte del sistema familiar y, si
un miembro del sistema cambia, todo el sistema cambia también con él. El
terapeuta buscará la forma de apoyar especialmente a esta persona para que sea
capaz de cambiar en ella aquello que decida cambiar, superando los mecanismos
contrarios a la Diferenciación que puedan estar presentes en el sistema familiar.
Desde la Teoría Familiar Sistémica de Bowen, el terapeuta no trata de cambiar
nada en la familia, sino de transmitir a la familia una nueva forma de ver la
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realidad. El terapeuta potenciará que cada uno de los miembros de la familia


asuma su responsabilidad sobre lo que sucede. Cada miembro del sistema
familiar, asumiendo o no una nueva forma de percibir y comprender la realidad
que vive, será quien tomará la determinación de cambiar o de no hacerlo. En este
sentido, diríamos que Bowen es no-directivo en terapia, buscando devolver la
responsabilidad a la persona, que de otro modo podría asumir la responsabilidad
por otros en las relaciones.
Se caracteriza por intentar establecer un diálogo sobre procesos emocionales
intensos a través de los hechos que tienen lugar en ellos. El terapeuta intentará
escuchar el discurso de la familia tratando de ayudarla a ver los hechos que están
detrás de su vivencia emocional, utilizando los conceptos explicativos de la
teoría de Bowen para referirse a ellos. Se busca que los miembros del sistema
familiar puedan interiorizar y analizar la realidad desde la estructura conceptual
de la teoría de Bowen.
Cuando trabaja con una pareja o una familia, como regla general no valora
positivamente la interacción directa entre ellos en la sesión, porque considera
que ésta potencia la reactividad emocional, que es la que produce respuestas
automáticas en el sistema familiar, impidiendo que se genere la distancia
suficiente para valorar lo que está sucediendo y decidir qué puedo hacer yo en
esta situación, al observarla lo más objetivamente posible. Así, trata de
establecer reglas en el sistema, durante la sesión, que limitan esta interacción:
cada sujeto debe comunicarse únicamente con el terapeuta; no hablar
directamente a los otros miembros del sistema que están en la sesión, solamente
a través del terapeuta. Esto invalida la dinámica de grupo y, por tanto, ayuda a
los miembros de la familia a diferenciar entre lo que piensan y lo que sienten,
siendo más conscientes de ambas influencias. En el caso de una pareja, sucedería
lo mismo: cada uno se comunicará con el terapeuta sin interaccionar
directamente con el otro, aun cuando ambos estén presentes al mismo tiempo en
la sesión.
No presta atención a las técnicas. El terapeuta no usa técnicas con la familia. La
terapia es una ayuda para que el cliente pueda entender y analizar la realidad que
vive desde los principios explicativos de la teoría de Bowen. En este sentido,
una   definición   de   la   aproximación   de   Bowen   a   la   terapia   sería   “una   forma   de  
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pensar  que  se  convierte  en  una  forma  de  ser”  (M.E.  Kerr).  Esto  no  son  técnicas,  
va más allá, es una forma de pensar sobre la realidad.
Bowen utiliza, en algunas ocasiones, la terapia múltiple (multi-family-therapy;
terapia con varias familias o parejas al mismo tiempo en sesión). Considera que,
en ocasiones, la visión de otras familias en terapia es un recurso terapéutico útil;
pero si se utiliza de un modo particular. Él no permite la interacción entre las
familias, lo que convertiría la terapia en una terapia de grupo, sino que les anima
a observar y reflexionar sobre la interacción del terapeuta con las otras familias.
Se asume que, a través de esta observación, pueden seguir integrando y
comprendiendo mejor la teoría, lo que les ayudará a hacer un mejor proceso de
integración personal. Cuanto mayor sea la integración, más fructífero será el
trabajo posterior de aplicación en su vida y su familia, donde se producen los
verdaderos cambios.
En cierto sentido, la terapia consiste en mover a la persona hacia la reflexión,
buscando evitar que los aspectos emocionales impidan ésta. De múltiples formas
se buscará facilitar la reflexión de la persona sobre lo que le sucede, el análisis
sobre las razones que le llevan a actuar de un determinado modo y no de otro,
sin perder de vista el sistema y los procesos que se dan en la familia como
sistema (potenciando, por tanto, el desarrollo de una visión sistémica de la
realidad).
Otro de los elementos que pueden ayudar a la persona a aumentar su grado de
Diferenciación es hacerse consciente de los triángulos. Para ello, el terapeuta
puede facilitar a cada miembro del sistema familiar la toma de conciencia de los
triángulos en los que se encuentra en este momento, en particular en su familia
nuclear y su familia de origen. Por medio del análisis de estos triángulos, el
sujeto puede hacerse más consciente del papel que juega en ellos.
La terapia de Bowen tiene un aspecto educativo muy fuerte. Se trata de
transmitir una serie de conceptos. Se utilizarán para ello todo tipo de recursos,
no solamente el tiempo de comunicación con el terapeuta en sesión, sino
también vídeos, asistencia a conferencias o congresos sobre el tema u otros
recursos que puedan valorarse como útiles.

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Desea eliminar la ansiedad en el terapeuta. Por ello, el terapeuta asumirá una


posición   educativa   o   de   “entrenador”   con   el   cliente,   más   que   una   posición  
médica o clínica.
Aunque alcanzar un mayor control sobre la ansiedad y la reactividad emocional
es parte del proceso para incrementar el nivel de Diferenciación, lo primero no
implica lo segundo. No debe entenderse la Diferenciación como sinónimo de
permanecer calmado o no reactivo. La Diferenciación es para Bowen un proceso
mucho más amplio y complejo, que implica un ser consciente de los propios
actos, siendo autónomo de los procesos emocionales que tienen lugar en los
sistemas en los que uno se encuentra inmerso, pero para nada insensible o
inconsciente de ellos.
La terapia de Bowen está centrada en el aquí y el ahora. Reconoce lo que está en
el pasado como parte del proceso, pero está focalizada en lo que genera el
síntoma hoy. El pasado genera las vulnerabilidades que en el presente causan la
reactividad que tiene lugar hoy. Ir al pasado y conocer lo que sucedió no es
suficiente. El problema no está en el pasado; está en el presente, en cómo la
persona se relaciona con otros y cómo otros se relacionan con ella en el presente.

En un artículo sobre la terapia basada en la Teoría Sistémica de Bowen no podría faltar


una referencia a la formación en la terapia de Bowen. Conocer cómo está planteado el
programa de posgrado en el Georgetown Family Center puede ayudar a comprender
mejor el planteamiento de la terapia desde la perspectiva de la teoría de Bowen.

El programa de posgrado del Bowen Center se plantea fundamentalmente como un


trabajo de comprensión profunda de la teoría de Bowen, buscando también que todas las
personas puedan hacer un trabajo personal sobre su historia familiar. El programa está
estructurado en un ciclo de un año3, con cuatro periodos de formación de tres días, en
los que existen diversas conferencias y clases magistrales con amplios tiempos de
debate posterior. Además, hay sesiones de trabajo sobre casos clínicos y tiempos de
supervisión en grupos de 3 o 4 personas. Cada uno de estos grupos lo dirige un miembro
del claustro de profesores del Bowen Center. En estos grupos de supervisión, al igual

3
Habitualmente, los alumnos completan el posgrado tras realizar este ciclo tres veces (3 años).

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que en la terapia, no se potencia la relación entre las personas del grupo sino que se
trabaja individualmente, considerando que la presencia de los demás en la sala puede ser
beneficiosa para ellas al poder observar la supervisión que el terapeuta experto realiza
con los casos que presentan sus compañeros. En estas sesiones de supervisión en grupos
pequeños, los alumnos deben plantear cuestiones acerca de tres aspectos: cómo va su
proceso de trabajo y análisis sobre sus propias familias, su trabajo sobre alguna familia
que estén viendo en terapia y, en tercer lugar, cuestiones sobre situaciones que puedan
estar ocurriendo en los sistemas en los que trabajan (organizaciones como colegios,
centros   de   terapia,   instituciones   públicas…). Entre los alumnos del programa de
posgrado hay psicólogos,   enfermeros,   trabajadores   sociales…   Pero   también   personas  
del mundo de los negocios que aplican la teoría de Bowen al ámbito empresarial y al
manejo de las emociones en los sistemas empresariales.

A esto puede añadirse un Simposium en otoño y una conferencia en primavera, ambos


de dos días de duración, centrados en temas específicos. También hay una entrevista
mensual de cada uno de los alumnos con su supervisor, que puede hacerse a través de
una cita personal o telefónica (se trabaja de este modo porque hay personas formándose
en el programa de posgrado que viven en estados muy lejanos a Washington DC, dentro
de los EEUU o bien en otros países: Hong Kong, Suecia o Alemania).

Más específicamente, Bowen planteó una serie de pasos que los terapeutas debían poner
en práctica para desarrollar un mayor grado de Diferenciación del Self con respecto a
sus familias de origen. Él señaló cuatro pasos fundamentales (Guerin y Chabot, 1992):
1) Conocer hechos concretos de tu familia de origen. Bowen animó a los alumnos a
trabajar sobre sus familias construyendo diagramas4, buscando documentar las
relaciones entre las personas de la familia de origen; incluir fechas de eventos
importantes, como nacimientos, muertes, diagnóstico de enfermedades, etc; que
puedan identificar eventos clave. Para Bowen es particularmente relevante
intentar incluir en la información de este diagrama las disfunciones emocionales

4
Bowen habla de diagrama en lugar de genograma, pero ambos términos pueden ser utilizados como
sinónimos. En general, Bowen tomó como criterio intentar no crear palabras nuevas si existían otras para
referirse a los conceptos o realidades que queremos designar (éste es un ejemplo de ello).

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o físicas, conflictos emocionales y rupturas en las relaciones, que son


indicadores para él del nivel de funcionamiento emocional de la familia.
2) Convertirse en un mejor observador de tu familia y aprender a controlar tu
propia reactividad ante ellos. Para Bowen esta tarea es central para las personas
que están aprendiendo su teoría (Bowen formaba a sus alumnos en la teoría, no
en la terapia). Es en la relación con la propia familia de origen donde la
reactividad emocional se hace más patente y, por tanto, es necesario buscar
espacios de relación para poder ir ensayando este trabajo de distanciamiento y
control de la propia emoción.
3) Aprender a no manejar las situaciones emocionales generando triángulos
relacionales. Esta parte del entrenamiento implica el desarrollo de la habilidad
para permanecer no reactivo durante periodos de alta intensidad emocional
(ansiedad) en la   propia   familia.   Para   fomentar   este   proceso   de   “des-
triangularse”,   Bowen   animaba   a   visitar   a   las   familias   en   momentos  
particularmente intensos desde el punto de vista emocional (enfermedad seria,
fallecimientos,   nacimientos…).   Durante   estas   visitas, el objetivo era entrar en
relación con los miembros de la familia en torno a algo que genera alta ansiedad,
pero permaneciendo menos reactivo emocionalmente que los otros miembros de
la familia y no posicionándose cuando se dan enfrentamientos, competencias o
diferencias de opinión entre personas en conflicto emocional.
4) Desarrollar una relación persona a persona con el mayor número de miembros
de la familia de origen que sea posible. Este trabajo busca, de nuevo, el
desarrollo de la capacidad para no manejar la ansiedad a través de los triángulos,
por los que se tiende a la fusión con un vértice del triángulo (posición interna) y
a cierto corte emocional con el otro vértice del triángulo (posición externa).
Busca también evitar el desarrollo de estrategias de control de la no-
diferenciación a través del corte emocional o, en aquellos casos en los que ya
existe este corte, disminuirlo o hacerlo desaparecer.

La formación para ser terapeuta desde la teoría de Bowen da, por tanto, una gran
importancia a que el terapeuta haya hecho su propio trabajo sobre sí mismo, su familia
nuclear y su familia de origen (sobre generaciones anteriores, en la medida en que sea
posible –idealmente tres generaciones-). Durante su formación, la persona deberá
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Puede encontrar este artículo publicado en Cuadernos de Terpia Familiar, 77, 7-15. ISSN 0213-79-41-77

analizar y aplicar todos los conceptos de la teoría a su propia familia (dinámicas de


triangulación, Diferenciación del Self o fusión, corte emocional, Ansiedad Crónica,
etc.). También se considera fundamental en el proceso de formación la existencia de un
mentor.

De algún modo, se trata de trabajar sobre la Diferenciación del Self del mismo modo
que lo hizo en su momento Bowen, tal y como él mismo lo narra en el anónimo de
1972, que luego fue recopilado en su obra de 1978 (pp. 486-528).

CONCLUSIONES
Como hemos señalado, la terapia basada en la teoría de Bowen asume que la
explicación de los síntomas que vemos en la familia es el resultado de la interacción y
combinación de un determinado nivel de Ansiedad Crónica con un determinado grado
de Diferenciación del Self.

Bowen (1978) dijo   que   “la   meta   última   es   ayudar a cada uno de los individuos que
forman el sistema familiar a despegarse de la masa emocional que los fusiona a todos”  
(p. 371). En este sentido, el terapeuta ve a la familia como un sistema (y ayuda a la
familia a verse a sí misma como un sistema) y busca desarrollar la Diferenciación del
Self en cada uno de sus miembros, ayudándoles a trabajar en las relaciones aquí y ahora.

Murray Bowen estableció en la década de 1940 las bases para el desarrollo de una
nueva teoría del comportamiento humano que pudiese entrar en relación con los
descubrimientos de otras ciencias reconocidas. Para ello, basó cada concepto de su
teoría en hechos demostrados sobre el funcionamiento emocional del ser humano, no en
elementos subjetivos. Bowen señaló que aquéllos que le siguieran debían mantener la
teoría abierta a ser modificada por los nuevos descubrimientos que mostraran las
inconsistencias de ésta. Con esto en mente, en los próximos años continuaremos atentos,
no solamente a los nuevos descubrimientos clínicos, sino también prestando especial
atención a la investigación procedente de otras ciencias (epistemología, biología,
neurología…), que puede apoyar o refutar la forma en que la teoría está construida en la
actualidad. La Teoría Familiar Sistémica de Bowen está sólidamente cimentada, pero no

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sobre una roca. Algunos conceptos deben ser modificados y nuevos conceptos
incluidos.

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