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Gran depresión de 1929

La Gran Depresión, también conocida como la Crisis de 1929, esta se originó en Estados
Unidos, a partir de la caída de la bolsa de valores de Nueva York, fue una gran crisis financiera
mundial que se prolongó durante la década de 1930, en los años previos a la Segunda Guerra
Mundial. Su duración depende de los países que se analicen, pero en la mayoría comenzó
alrededor de 1929 y se extendió hasta finales de los años treinta. Fue la depresión más larga
en el tiempo, de mayor profundidad y la que afectó a mayor número de países en el siglo XX.
En el siglo XXI ha sido utilizada como paradigma de hasta qué punto se puede producir un
grave deterioro de la economía a escala mundial.

Tuvo efectos devastadores en casi todos los países, ricos y pobres, donde la inseguridad y la
miseria se transmitieron como una epidemia, de modo que cayeron: La renta nacional, los
ingresos fiscales, los beneficios empresariales y los precios. El comercio internacional
descendió entre un 50% y un 66%. El desempleo en los Estados Unidos aumentó al 25%, y en
algunos países alcanzó el 33%. Ciudades de todo el mundo se vieron gravemente afectadas,
especialmente las que dependían de la industria pesada, y la industria de la construcción, que
se detuvo prácticamente en muchas áreas. La agricultura y las zonas rurales sufrieron la caída
de los precios de las cosechas, que alcanzó aproximadamente un 60%. Ante la caída de la
demanda, las zonas dependientes de las industrias del sector primario, con pocas fuentes
alternativas de empleo, fueron las más perjudicadas.

¿Qué se hizo durante la gran depresión para reanimar la economía? Primero, cuando estalló la
crisis en 1929, era presidente el republicano Herbert Hoover, quien apostó por una política de
no intervención, bajo el argumento de que el mercado se regularía solo, algo que no pasó. Tres
años después, el demócrata Franklin Delano Roosvelt llegó al poder tras una campaña que
planteaba exactamente lo contrario: una amplia intervención en la economía. Así, el llamado
New Deal colocó al Estado en el centro de la recuperación. Promulgó nuevas leyes para
reactivar la banca, la industria y un gran plan de empleo que tras una década había generado
más de 2,5 millones de puestos de trabajo. Sin embargo, aunque mejoró las condiciones de
vida de millones de estadounidenses, hay muchos economistas que dicen que el New Deal no
fue suficiente para recuperar totalmente la economía y que no fue hasta 1941, cuando Estados
Unidos entró en la Segunda Guerra Mundial, que la industria despuntó, generando muchísima
más producción y empleo. Por supuesto, para los países europeos, en el campo de batalla del
conflicto, las repercusiones económicas fueron muy diferentes y la recuperación tardó mucho
más. Ciudades en ruinas, millones de muertes, destrucción, una economía paralizada, y
hambre. Un continente devastado que echó a andar su economía precisamente basándose en
la reconstrucción que tenía por delante. Y que contó con el histórico plan Marshall, el aporte
por parte de Estados Unidos de más de 5.300 millones de dólares para la reconstrucción de
Europa.
Pandemia Covid – 19

En 2019, la economía mundial registró su peor desempeño desde 2009, con una tasa de
crecimiento de solo un 2,5%. Y el comercio mundial ya se estaba desacelerando producto
principalmente de la llamada guerra económica entre China y Estados Unidos. Por lo que, en la
crisis actual, la pandemia también nos sorprendió con una economía debilitada.

La economía de Perú cayó 11,1% durante 2020, fue la tasa más baja en las últimas tres
décadas, así lo informó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Los
confinamientos obligados para contener la propagación del coronavirus, vigentes desde marzo
hasta junio del año pasado, tumbaron el producto interno bruto (PIB), de acuerdo con la
institución peruana. El Gobierno anunció que pagará un subsidio de 164 dólares a 4,2 millones
de hogares. El monto está destinado a hogares en pobreza extrema y vulnerabilidad en las
regiones clasificadas en alerta extrema por el número de contagios.

Muchos países han lanzado planes económicos de emergencia que se han comparado con el
Plan Marshall y con el New Deal. Y esta vez, a diferencia de la Gran Depresión, hay muchos
gobiernos que han actuado de inmediato, lanzando planes económicos con grandes sumas de
dinero destinadas a proteger la economía. Dos ejemplos: el de Estados Unidos es de 2 billones
de dólares. Y el que lanzó el Banco Central Europeo de 750 mil millones de euros. Pero
también hay que decir que no todas las economías pueden financiar estos planes ni tienen el
mismo margen de maniobra. Por lo que es de esperar que de esta crisis las economías más
débiles y los sectores más pobres de la sociedad se lleven el trago más amargo, aun cuando
sea todavía temprano para dimensionar el real impacto de la crisis económica que nos dejará
esta gran cuarentena. Bueno, como ya ven hay muchísima incertidumbre y también todo son
pronósticos, pero esos pronósticos también están diciendo que es probable que en 2021 haya
un crecimiento de la economía global tras esta crisis.
Similitudes entre la Gran Depresión y la crisis del Covid-19

2 de las 6 mayores caídas desde la creación del índice S&P 500 han tenido lugar en las últimas
semanas (el -12,9 % el 16 de marzo y el -9,5% el 12 de marzo). El nivel de volatilidad también
es comparable con los niveles de 2008, 1987 y 1929, y la velocidad de la caída (-30%) del índice
preferido por las gestoras norteamericanas nunca ha sido tan rápida.

Esta tarde se anunciarán los datos de paro en Estados Unidos correspondientes al mes de
marzo, sin embargo, aún estaremos lejos de los niveles alcanzados en la Gran Depresión
(24,9%). De todas formas, en palabras de James Bullard, presidente de la Reserva Federal de
St. Louis, 46 millones de norteamericanos podrían encontrarse sin trabajo en un plazo muy
corto. El nivel de paro podría alcanzar el 30%, una cifra más alta que durante la Gran Depresión
y tres veces la de la crisis de 2008 – 2009. Dicho esto, no hay que olvidar que en 1938, -6 años
después de la Gran Depresión-, la tasa de paro seguía en el 20%.

Durante la Gran Depresión, el PIB norteamericano cayó el 5,1%. Desde 1948, la caída media
del PIB ha sido de un 2,3%, y se registró el peor resultado concretamente durante la recesión
de 2007 – 2009. Desde la recesión de 1945, tras la Segunda Guerra Mundial, no se ha vuelto a
registrar una caída de doble dígito. Sin embargo, ahora Goldman Sachs prevé una caída de un
24% en el segundo trimestre de 2020 y en opinión de Morgan Stanley podría alcanzar el 30%.

En cuanto a los beneficios corporativos, los analistas prevén una caída en ganancias de un
-5,2% y un aumento de la facturación de un 2%. Para el segundo trimestre, según las mismas
estimaciones, las ganancias caerían un -10% y los beneficios un -0,4%; en el tercer trimestre las
ganancias aumentarían el 4,5% y la facturación un 3,6%. Y para el conjunto del año se prevé
una caída en beneficios corporativos de un -1,2% y un crecimiento de ganancias de un 2%. Está
claro que estas previsiones no tienen en cuenta el parón histórico de la actividad económica,
que tendrá un impacto mucho más violento que lo previsto en los beneficios de las empresas.

Diferencias entre la Gran Depresión y la crisis del Covid-19

Aunque la semana posterior al crack de Wall Street de 1929, la Fed recortó los tipos de interés
e inyectó niveles excepcionales de liquidez, en una fase posterior aumentó los tipos con vistas
a proteger sus reservas de oro, dejó de inyectar liquidez y endureció su política monetaria para
combatir la inflación. Unas medidas que volvieron a provocar una recesión profunda en 1937.
Por otra parte, entre 1929 y 1933, la Reserva Federal no hizo nada para rescatar a los bancos.
En 2020, sin embargo, los bancos centrales no han tardado en reaccionar y tanto la Fed como
el BCE se han comprometido a hacer “todo lo que haga falta”.

El Gobierno norteamericano se ha comprometido a invertir 2 billones de dólares en ayudas a


sus empresas y la eurozona no ha quedado rezagada. El gobierno alemán prestará a
empleados y empresas la cantidad de 822.000 millones de euros y por primera vez Alemania
pedirá préstamos a los mercados para financiar estas medidas. Durante la Gran Depresión, en
cambio, tanto demócratas como republicanos se esforzaron por alcanzar el equilibrio
presupuestario y por recortar gasto. En esta ocasión, EE. UU. Invertirá el 10 % del PIB en gasto
público, en un momento en el que el país cuenta con una mayor red social para proteger a los
más vulnerables.
Conclusión

Comparar la crisis de 1929 con la de hoy sería tremendamente injusto. Hay grandes diferencias
entre las dos situaciones, tanto en términos de su naturaleza como respecto a las medidas que
están adoptando hoy los gobiernos, los bancos centrales y los mercados financieros. Sin
embargo, si la pandemia se extendiera en el tiempo, podría cambiar de opinión.

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