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Artística en Colombia
22 de marzo de 2021
Este texto busca, en sumo principio, el optimismo, pero eso sí, basado en fundamentos reales. El
reconocimiento de que Colombia es poseedor de un pasado artístico y un presente que nos mira
directo a los ojos es la pretensión bajo las líneas escritas. La educación artística en Colombia ha
llevado un proceso que ha determinado lo que es, pero sigue llevando otro que ofrece lo que puede
ser a través de un cambio de óptica, para entender lo que es en esencia. En términos de educación
artística, ya no somos la Colombia de hace 50, 40, 30 o 20 años atrás; somos una nueva realidad
que cada vez necesita renovarse y dejar en el pasado formas anticuadas de enseñanza para aprender
desde lo real, a partir de las experiencias del otro, de problemáticas situadas en el plano de lo
Vamos a hacer una referencia lacónica del “pasado” de la educación artística en Colombia
a partir de la constitución de 1991, ya que esta representa la despuntada determinante que permite
dar un paso adelante y dejar atrás la forma de educar en el arte desde la influencia del siglo XIX,
constitución de 1991 despeja el campo de acción artístico decretando en todos los niveles escolares
la inclusión de materias artísticas en el plan de estudios como aquellas que forman parte de las
áreas obligatorias y fundamentales; como resultado abre posibilidades desde la educación formal
como la no formal que dan luz al devenir de la ampliación de la oferta educativa en artes.
media, admitiendo la importancia del arte en los procesos formativos como el reconocimiento de
La ley General de Cultura (1997), en el título 3 en sus Artículos 17° y 18° constituyen el
fomento de las manifestaciones artísticas y los estímulos en el arte y la cultura para la creación
artística y la investigación que emerge del ámbito. Es de carácter fundamental tener esta ley (la ley
completa, no sólo los artículos mencionados) presente, no dejarla a la deriva de los pensamientos
Estas tres partes fundamentales sirven de cohete para que el arte se asome a la ventana de
la educación con certidumbre, con seguridad, con firmeza, para aventarse a un mundo que tiene
mucho por trabajar, por mejorar sus objetivos y reivindicarse: la educación artística.
“debería ser” actualmente a nivel económico y a través de los recursos financieros en el afán de
una conquista inmediata, sino desde una óptica que descentralice la idea de que como sociedad
pese a las situaciones políticas y sociales que pueblan a Colombia desde el agobio, por supuesto
responsabilidad de los vacíos que sujeta la educación artística, (o más bien, éstos la sujetan). Es
pues si las partes no trabajan conjuntamente, esta división desemboca en problemáticas que no
tienen relación directa ni con la educación, ni con el arte, y nunca con la educación artística; a
desorienta) al arte y su enseñanza hacia actividades que no trascienden (lo que no busca mencionar
que no tengan valor e importancia), que además resta el valor intrínseco propio del arte. Un
ejemplo común es la relación errónea de la acción de “hacer manualidades” (con la que todos están
relacionados) con la educación artística. Esta comparación incluso resulta “graciosa” e inofensiva,
pero es preocupante cómo la primera se superpone sobre la segunda hasta el punto de borrar toda
la significación que gira en torno al arte y a la educación artística. María Acaso en el ICOT
“El paradigma de las manualidades”, en la que circulan visiones de la educación artística desde
conceptos que elevan al máximo a la misma, o en contraste, que disminuyen su valor. La educación
artística no tiene que seguir una ruta obligatoria que acaba en la expresión, pues el arte no solo
desata expresiones emocionales fuertes y profundas con las que siempre se ven relacionadas el
arte; sumándole, la educación artística no gira en torno a una magna técnica relacionada con la
1
Esta conferencia fue llevada a cabo en el año 2015 en Bilbao España. Para ver la ponencia completa de María
Acaso, acceda al siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=PLkg9K5wH0M
3. Descentralizar la educación artística de la escuela
ámbito educativo, y esto no es gratuito: la ley General de Educación (1994) establece que la familia
es el:
con el Estado, quien “deberá atender en forma permanente los factores que
Ampliar el espectro sobre la educación desde estos tres agentes fundamentales (familia,
hacer reparticiones de igual medida a estos entes para que hagan trayectos significantes hacia la
experiencia, tal y como lo merece. Reconstruir las bases sobre la que se encuentra cimentada la
El común denominador que nos une, nos relaciona y transforma es la experiencia: impera
el mundo humano, es un recurso que todos poseen sin excepción; es fundamental comprender que
debido a esto la educación artística acoge a todo ser humano (en el caso particular educativo,
complementan la idea:
La educación es un “encuentro” entre dos, del que busca y del que ofrece o propone,
como artista en formación que en todo momento de mi vida, aun saliéndome del ámbito
un artista integral es aquél que también tiene actitudes pedagógicas, pues el arte, como parte
esencial e inherente del ser humano, es transformador, por consiguiente está totalmente ligado a la
pedagogía, a la educación, y ambos, (arte y educación) al concernir con lo humano y con el ser
humano tienen una corresponsabilidad. Como artista no se puede cerrar y salvaguardar los
4.1 Reconocimiento de los recursos y entes con lo que cuenta la educación artística en
Colombia
Como la metáfora del ave Fénix, la educación artística debe resurgir de las cenizas
esperar, por el contrario, trabajar con lo que se tiene ahora en acciones concretas. Del ocaso al alba
no vendrán cambios goliáticos. La pregunta es ¿Tenemos algo con lo que trabajar ahora en la
primordial sobre la que se puede y se debe trabajar, pues establece unos principios específicos
acerca de la educación artística. Cabe destacar que el plan nacional de educación artística está
La Ley 115 de 1994 (Ley General de Educación). La Ley 397 de 1997 (Ley General de Cultura).
Es vital el reconocimiento de los principios sobre la educación artística establecidos dentro del
plan nacional de educación artística, pues el desconocimiento de información que da vida y apoyo
La valoración de la experiencia.
2
Estos principios son tomados del plan nacional de educación artística en el orden específico tal como se
encuentra consagrado dentro del documento del compendio de las políticas culturales.
La educación no formal es la que se ofrece con el objeto de complementar, actualizar,
de niveles y grados establecidos en el artículo 11 de esta Ley. (1994, Ley 115 de 1994, 08
de agosto de 1994)
Tomar la educación no formal como fuente de conocimiento propio y para propagarlo es una
estrategia que al día de hoy se facilita en gran medida gracias a las tecnologías de la información y
comunicación (TIC). Transportar los recursos tecnológicos al aula de clase para complementar los
contenidos es una estrategia conveniente que pide a gritos la adaptación a los nuevos tiempos de este
siglo y lo que deviene con la virtualidad, de la cual se puede afirmar que se afianzó en medio de la
pandemia del virus Covid-19. Como se mencionó previamente, la educación no sólo le compete al estado,
sino también a la familia y a la sociedad. De estas dos últimas se deben derivar acciones que muestren a
de seres humanos; que si en el camino sucede que los estudiantes encuentran su horizonte en el
arte, claramente sucede, pero no es su pretensión crear artistas, sino individuos preparados para
enfrentarse a sus nuevas realidades y experiencias propias a través de las sensibilidades otorgadas
por el arte. A partir de este asentamiento es imprescindible generar actitudes recursivas que
permitan vivenciar el arte desde la realidad, desde problemáticas cotidianas que facilitan la
verdadera relación entre la educación artística y las experiencias. Ejemplo de actitudes recursivas
es no necesitar (no porque no sean importantes) de materiales artísticos para educar a través del
arte, pues la finalidad no es tener componentes económicos y/o tangibles. No, ese no es su objetivo.
Con o sin estos la educación artística ni empieza ni acaba, pues ella es lo que es por sí misma, no
genera dependencias en banalidades. La educación artística tiene la capacidad de generar reflexión
teatro.
La óptica desde donde se mira al estudiante debe ir mutando al tener como principio que
existencia, la experiencia del otro, del estudiante. Como nos advierte Fernando Vásquez Rodríguez
(1992) “La mirada es la primera manifestación artística del hombre; un arreglar el mundo. La
mirada es ya principio estético”. Ser miradores de otras experiencias es parte de lo que recoge la
Sí, aulas extraescolares, que incluso actúan más de aula que las propias institucionales.
espacio de aprendizaje, agregando (y retomando) que el hogar también cuenta como un escenario
formal: museos, bibliotecas, teatros, estadios, parques, casas de cultura, grupos artísticos,
fundaciones artísticas. También existen numerosos talleres, cursos, ciclos formativos, diplomados,
través del Ministerio de Cultura y aquí podríamos dedicar hojas describiendo muchos otros.
5. Reconocimiento cultural
El hecho de conocer un marco legal que revela la importancia y el valor de la educación
artística, de identificar las falencias que obstruyen el avance de la misma, permitir el cambio de
perspectiva, trabajar desde las experiencias y reconocer los recursos (estos recursos que surgen y
se proponen a través de la pregunta “¿Tenemos algo con lo que trabajar ahora en la educación
artística?”) que tenemos a favor, todo esto, en compendio, podrán permitir el reconocimiento del
pasado y el resultado de lo que somos ahora, la transformación de un arraigo cultural de más peso.
De todo lo que constituye a la educación artística nos podemos valer para construir cambios y una
Ministerio de educación nacional, & Ministerio de cultura. (2007-2010). Plan Nacional de Educación
Artística.