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República Bolivariana de Venezuela.

Universidad Politécnica Territorial del Norte de Monagas “Ludovico Silva”.

Plan Nacional Universidad en Casa.

Realizado por: María Pérez. C.I: 12.156.237

Profesor: Maykor Palma


Para empezar, El hombre es un ser social siempre ha vivido en sociedad como
un hecho natural. Lo social es tan importante para el hombre, como el agua o
el aire para los seres vivos. Es bueno preguntarse entonces, ¿es posible un
hombre fuera de sociedad? orgánicamente sabemos que no es posible, ya que
todo hombre antes de su nacimiento está condicionado por diversos hábitos o
costumbres, además de modos de organización social como las formas de
relación y emparejamiento, entre otros.

Indiscutiblemente, el hombre es un ser social y biológicamente es imposible


un ser humano fuera de la sociedad. Aprendizaje, costumbres, hábitos,
comportamientos o relaciones llevan al hombre a la vida que se entiende como
humana, importancia que difiere un poco, según Psicólogos recocidos

Por lo tanto, el hombre puede ser considerado como fruto de un doble proceso
de evolución biológica y de evolución social. La adopción de una posición
erguida corrió pareja a un mayor desarrollo de las capacidades manipuladoras
y hacedoras de las manos dando lugar a su vez, al empleo de útiles cada vez
más idóneos para la obtención de alimentos y especialmente para la caza

La vida humana es vida social. La evolución supone un paso de lo simple a lo


complejo, de lo único a lo plural, una tendencia a la agregación inscrita en la
lógica de la vida. Esta agregación cumple un papel adaptador que aumenta las
posibilidades de sobrevivir y multiplicarse. Algunas especies que han
sobrevivido lo han conseguido mediante su sociabilidad lo cual aumenta al
acercarnos al hombre el cual necesita del aprendizaje o socialización para un
despliegue ideológico normal

Aristóteles nos explica al hombre como un animal político por naturaleza. Él


se refería a la polis como paradigma de sociedad, un sistema de vida, no un
agregado de individuos, por tanto esta definición contiene un matiz
importante; "su dimensión cultural".
Igualmente, el hombre a lo largo de su evolución cultural ha hecho de la
sociedad su nido ecológico dentro de la cual no solo crea sino también fabrica
de una manera más compleja que las otras especies por medio de su cerebro y
de la utilidad de sus manos

Es el mismo proceso evolutivo el que conduce a la adaptación instrumental, la


organización social y la elaboración simbólica.

Con esta nueva plataforma instrumental, el hombre inicia un proceso nuevo de


adaptación que en un corto lapso modifica la organización de las estructuras
ecosistémicas vigentes y amenaza con destruirlas. Este es el problema
ambiental. El proceso evolutivo tiene que contar en adelante con este dilema.
El problema ambiental resulta, entonces, de las nuevas formas de adaptación.
No es la consecuencia de las leyes que regulan los ecosistemas, pero tampoco
puede considerarse como la consecuencia de la insensatez humana. La cultura
es un hecho tan natural como la evolución biológica, y es la prolongación de
dicha evolución, porque es la naturaleza la que se convierte en cultura, que a
su vez no constituye una intromisión extraña en el orden de la naturaleza, sino
una fase de la misma. Desde luego, que la aceptación o negación de estos
supuestos tienen consecuencias para el pensamiento ambiental.

Además se debe recordar que las sociedades pre-industriales, incluidas las


primitivas, han producido impactos importantes al medio ambiente.

El hombre suponía que bienes como la fertilidad del suelo, la disponibilidad


de agua pura, o servicios como la degradación de las sustancias nocivas, se
llevaría a cabo con un costo nulo para el ambiente. Esta es una actitud
comprensible, natural, después de hábitos milenarios, pero que en la
actualidad se encuentra menos justificada a partir de la toma de conciencia de
todo cuanto se realiza actualmente para uso humano en los campos de la
manipulación, la transformación y la síntesis orgánica o biológica.
Paulatinamente, en las últimas décadas se han levantado voces denunciando el
estado de devastación en que se encuentran amplias áreas de la Tierra y
multitud de ecosistemas.
Sin embargo, es con la civilización industrial y el desarrollo tecnológico en
gran escala, cuando el impacto del hombre sobre el medio ambiente es más
notorio y, en muchos casos, de efectos inciertos. Como ejemplos se pueden
citar, el desarrollo de la energía nuclear, con la posibilidad por ello de hacer
explotar la totalidad de la superficie terrestre varias veces y con la producción
de residuos nucleares peligrosos de larga duración como el plutonio que tiene
una vida media de 25.000 años, pero se mantiene peligroso durante 250.000
años, o el uso de pesticidas muy poderosos como el DDT, de utilización
masiva en la agricultura durante años, posteriormente prohibido, con efectos
graves sobre la salud, las aguas y otros medios. En definitiva, en las últimas
décadas se han producido importantes cambios en el medio, en términos
cuantitativos y cualitativos.

En los últimos tiempos hemos sido testigos de las graves consecuencias que
nuestro planeta Tierra ha sufrido a causa de los cambios que el ser humano ha
realizado, ya sea por interés o para poder satisfacer las necesidades que le
permitan seguir viviendo. Hemos descuidado tanto nuestro planeta y por lo
tanto estamos permitiendo que se vaya acabando la vida en este maravilloso
planeta. Sin tener siquiera la seguridad de que saldremos ilesos de lo que esto
puede tener.

Actualmente los términos de contaminación ambiental, calentamiento global,


derretimiento de los hielos, aguas contaminas, contaminación del aire,
deforestación de los árboles, etc. Son muy usados por los medios de
comunicación ya que estamos afectando al ambiente.

Esas incomodas “pequeñeces” se han convertido en un, no tan “pequeño”,


problema de contaminación. Siendo nosotros los culpables de la
contaminación del medio ambiente, también somos su única esperanza. Sin
embargo, todos los esfuerzos han sido suficientes para conseguir la meta de
recuperar lo mucho que hemos dañado. A mi juicio, necesitamos que más
líderes políticos de todo el mundo se solidaricen con esta campaña por la vida,
empezando por brindar a sus pueblos una buena educación general y
enfatizada en el cuidado y buen uso de los recursos naturales ya que solo de
este modo, con una cobertura amplia de conocimiento, las personas
tomaremos cartas en el asunto sobre la problemática real que afronta nuestro
planeta. Y es que el problema más complicado viene desde el poder
productivo y tecnológico. Las empresas multinacionales, no quieren perder su
imponencia en el mercado mundial por lo que cada vez explotan más y más
irresponsablemente los recursos naturales sin tener en cuenta que ocasionan un
severo daño en todo el ecosistema.

El hombre, hasta el momento ha permanecido en la cima de la pirámide


depredadora y no existe en la actualidad ninguna criatura que le dispute el
puesto. El mayor asesino de la tierra es el hombre y hasta mata por deporte. El
depredador mata para sobrevivir El hombre es auto destructor y es consciente
del asesinato que está cometiendo.

El hombre se ha convertido en el voraz destructor de la fuente natural de su


propia vida, en su afán por superarse y, que en cierta forma se siente un poco
Dios; creador, inventor, transformador, dueño de la vida, patrón del universo,
se olvida que todas las cosas en la naturaleza no están hechas por azar, que
cada especie ocupa su lugar en la rueda de la vida, que cada una tiene un rol.

Como dijo Friedrich Holderlin “hay que tener respeto por el medio ambiente
esa es la clave de la supervivencia de la Humanidad y América Latina es
todavía el reino de la naturaleza y es por eso una región de resistencia y de
esperanza”.

Están los inconscientes que sólo consideran vida, la única digna de


conservarse, la humana, como si la vida no fuera todo el medio ambiente, de
lo que apenas somos una entre billones de especies y formas de vida.

Para concluir, El hombre busca utilizar los recursos que le brinda la naturaleza
en su beneficio, y no está mal que se intervenga en cierta medida en el ciclo
natural, pero es necesario siempre respetar el equilibrio interno elemental de la
vida con el medio ambiente. El ser humano ha ido abusano de los recursos
naturales sin tener en cuenta su agotamiento, lo que ha provocado el
empobrecimiento del suelo, la desaparición de bosques y especies, y la
reducción de sus reservas hirograficas.

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