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Terminología

 Desperdicios: Son unidades de producción inaceptables que se desechan o venden a precios


reducidos, ya que no cumplen con los estándares de producción.

 Reproceso: Son unidades inaceptables que se vuelven a procesar para que puedan ser
consideradas como productos terminados y aceptables.

 Desecho: Material sobrante que se obtiene cuando se fabrica un producto. Su precio de venta es
más bajo en comparación con el producto principal.

La obtención de desperdicios, reprocesos y desechos es inherente a la producción normal.


Por ello, los gerentes en las industrias deben intentar reducir al máximo posible las cantidades
obtenidas de cada uno de ellos.

4.1.2 Diferentes tipos de desperdicios

Se puede distinguir entre dos tipos de desperdicios, normal y anormal:

Desperdicio normal

Es aquél que se obtiene sistemáticamente en el proceso de producción, aunque esté


funcionando de forma eficiente. La administración debe decidir qué porcentaje de desperdicio
sobre las unidades buenas puede ser considerado como normal.

El desperdicio normal supone mayor coste de fabricación de las unidades buenas terminadas,
ya que éstas no pueden producirse sin la aparición del desecho.

La tasa de desperdicio normal se debe calcular utilizando como base el total de unidades
buenas terminadas, no el de comenzadas, ya que las comenzadas incluyen también el
desperdicio anormal además del normal.

Desperdicio anormal

No se da en condiciones de operación eficientes, no es inherente al proceso, y debe poder ser


evitado y controlado.

Se trata como pérdidas del periodo y se suelen mantener en una cuenta separada para poder
tener mayor información de los costes en los que se ha incurrido debido a ello.

4.2 Sistemas de acumulación por costes y desperdicios

Existen dos tipos de enfoque para contabilizar las unidades de desperdicio normales.

 Se cuentan

 No se cuentan

En principio el enfoque A conduce a costes más exactos ya que pone de manifiesto los costes
en los que se ha incurrido y los distribuye entre las distintas unidades buenas.
Por el contrario el enfoque B es menos exacto, distribuye el desperdicio normal entre todas las
unidades.

Supongamos que una empresa que inicia 10.000 Uds., termina 5.000 buenas y 1.000 como
desperdicio y que tiene unos costes de materiales directos de 270.000 EUR. El inventario final
es de 4.000 Uds. (terminadas al 100% de Materiales directos). Los desperdicios se detectan al
final de la producción.

Lo normal es que los desperdicios se detecten al final de la producción, por lo que las
unidades que llegaran hasta ese punto de inspección, por lo que ya tendrían asignados todos
los costes.

Si comparamos los resultados A y B observamos que en el caso de B , al no contar las


unidades equivalentes del desperdicio normal, el coste unitario de cada una de las unidades
equivalentes nos aumenta de precio en relación con el método A.

Sin embargo, cuando se trata de asignar los costes a las unidades buenas terminadas y
transferidas, como más tarde no añadimos el coste de las del desperdicio (cosa que sí se
hace con el método A), las unidades que se transfieren tienen un menor coste unitario.

Finalmente, en lo que respecta a la producción en proceso, observamos que es mayor el


coste de la producción en proceso en el caso de B. Esto es así porque también están
soportando parte de costes de unidades de desperdicio. Coste de desperdicio que por otro
lado probablemente volverá a recibir cuando se terminen esas unidades ya que es previsible
que de estas unidades en proceso vuelva a obtenerse algún desperdicio. Por lo tanto se le
cargarían de nuevo costes de desperdicio.

4.2.1 Procedimiento de 5 pasos para la acumulación por procesos con desperdicio.

Se explica mejor con un ejemplo:

Una empresa que inspecciona las unidades al final de la producción y obtiene un 10% de
desperdicio normal, presenta la siguiente información:

Unidades Físicas Julio de 2000

 Inventario inicial en proceso 1.500 Uds.

 Materiales directos al 100%

 Costes de conversión al 60%

 Comenzado en Julio 8.500 Uds.

 Terminado y transferido 7.000 Uds. Buenas

 Inventario final en proceso 2.000 Uds.

 Materiales directos al 100%


 Costes de conversión al 50%

Costes para Julio de 2000

 Inventario inicial en proceso

 Materiales directos 12.000 EUR

 Conversión 9.000 EUR 21.000 EUR

 Costes materiales directos Julio 76.500 EUR

 Costes de conversión Julio 89.100 EUR

 Total costes a contabilizar 186.600 EUR

Para poder realizar el cálculo, seguimos el mismo esquema que seguíamos para calcular los
costes por acumulación por procesos en el tema anterior. La diferencia principal la
encontramos en el primer paso:

Paso 1 Resumen del flujo de unidades de producción

Debemos tener en cuenta que antes tenemos que calcular el número de unidades de
desperdicio, tanto normales como anormales.

Para ello debemos tener en cuenta que las Uds. declaradas como desperdicio =

Y de ellas, para saber cuántas son de desperdicio normal y cuántas de desperdicio anormal:

Desperdicio anormal = Desperdicio total - Desperdicio normal

Sabiendo que en este caso el desperdicio normal es el 10% de las Uds. buenas transferidas

Desperdicio anormal = 1.000 - (7.000x10%) = 300 Uds.

Paso 2: Cálculo de las Uds. Equivalentes

Calculando de la misma forma las del desperdicio como las buenas.

Paso 3 y 4: Calcular los costes por Uds. Equivalentes y Resumir costes totales en
proceso

Se hace de la misma forma que anteriormente.

Paso 5: Asignación de costes a Uds. Terminadas, de desperdicio y proceso final

Dependerá del método de coste elegido.

MÉTODO PMP
La diferencia con respecto a lo que se hacía en el tema anterior es que en este caso a los
costes de las unidades terminadas en el periodo se les tiene que sumar los costes de los
desperdicios normales para calcular el coste total de las unidades producidas. Por lo tanto el
coste individual de cada unidad producida será mayor. Los costes del desperdicio anormal por
el contrario se tienen que separar en una cuenta distinta y no aparecerán en los costes de las
unidades buenas.

MÉTODO FIFO

Este método FIFO supone que todos los costes del desperdicio se han tenido en el periodo,
relacionado con las unidades terminadas en el periodo.

4.2.2 Puntos de inspección y asignación de los costes del desperdicio normal

Un punto de inspección es el lugar del proceso donde se detecta que una unidad es aceptable
o no. Cuanto antes se detecte que una unidad no es aceptable y por lo tanto es desperdicio,
en menos costes se incurrirá. Por ello tener inspecciones tempranas y frecuentes es una
máxima de los gerentes de hoy en día, siempre que el enfoue coste beneficio sea aceptable.

Las unidades de desperdicio tienen el valor de todos los costes que se hayan tenido hasta
antes del punto de inspección donde han sido clasificados como desperdicio.

Cuando las unidades de desperdicios tienen valor de desecho, el coste será la suma de los
costes hasta el momento en que se declaran desperdicio menos el valor de desecho que se le
asigna a ese producto.

Los costes unitarios del desperdicio normal y anormal son los mismos siempre y cuando se
hayan localizado en los mismos puntos de verificación. Si hubiesen sido detectados en puntos
distintos tendrían costes unitarios distintos.

A las unidades que quedan en proceso sólo se le pueden asignar costes desperdicio normal si
han superado el punto de verificación.

4.3 Acumulación por órdenes de trabajo y desperdicio

El coste anormal, al igual que en el caso del de la acumulación por procesos, se tiene que
identificar por separado e intentar eliminar por completo. Se cancelan como costes del
periodo, no son inventariables.

Los costes de los desperdicios normales diferirán en su forma de asignación dependiendo de


si se pueden atribuir a una orden de trabajo concreta o no.

Desperdicio normal atribuible a una orden de trabajo concreta

El trabajo absorbe el coste del desperdicio rebajándole (en su caso) el valor de desecho actual
de ese desperdicio.

Desperdicio normal común a todas las órdenes de trabajo


Cuando el desperdicio se produce como respuesta al ciclo normal del trabajo, y por lo tanto no
se puede atribuir a ninguna orden en concreto, lo que se debe hacer es costearlo como costes
indirectos de fabricación entre todas las órdenes de trabajo.

Desperdicio anormal

Se resalta la pérdida neta que se ha tenido y se carga a una cuerda de pérdidas, no se incluye
como parte del coste de las unidades buenas producidas.

4.4 Reproceso

El reproceso son unidades inaceptables que se reparan y venden como productos terminados
aceptables.

Sistema de costes por órdenes de trabajo

Reproceso normal atribuible a una orden, cuando el reproceso se puede atribuir a una orden


en concreto, los costes de ese reproceso se cargarán a la orden concreta.

Reproceso normal común a todas las órdenes de trabajo, en este caso los costes del
reproceso se distribuirán entre todas las órdenes de trabajo como costes indirectos de
fabricación.

Reproceso anormal, se cargan a una cuenta de pérdidas por separado

Sistema de acumulación por procesos

El reproceso normal se desarrolla de la forma contable, común para todas las órdenes de
trabajo (unidades)

El reproceso anormal se contabiliza de la misma forma que en el sistema de costes por


órdenes de trabajo.

El coste del reproceso pone de manifiesto los recursos desperdiciados para poder vender
como aceptables productos que, de haberse fabricado de manera correcta, no hubieran
necesitado de ese coste extra.

4.5 Contabilización del desecho

Para la contabilización del desecho existen dos aspectos importantes:

 Planeación y control, incluyendo el seguimiento físico.

 Coste del inventario, incluyendo cuándo y cómo afecta al resultado del ejercicio.

En principio es necesario que haya, por lo menos, un inventario físico del desecho, ayuda a
medir la eficiencia y evita robos. Por otro lado ayuda también a comparar entre las cantidades
previstas o estándar.
En otras ocasiones, es necesario también llevar un registro contable, manteniendo una cuenta
separada. En estos casos tenía problemas similares a los de los subproductos.

 ¿Cuándo se debe reconocer el valor del subproducto? ¿Cuándo se produce o cuándo se


vende?

 ¿Cómo se debe contabilizar el ingreso?

4.5.1 Reconocimiento en el momento de la venta

Cuando se trata de un valor de desecho escaso, lo que se debe hacer es llevar un inventario
físico y considerar sus ventas como ingresos accesorios.

Cuando el importe es ya más importante y se vende rápidamente dependerá:

Si es atribuible a una orden de trabajo específica: Se descuenta de los costes de la orden de


trabajo específica, reduce sus costes.

Si es común a todas las órdenes: Se realiza de forma indirecta, es decir, cuando se establece
la tasa de los costes CIF, al haber sido minorados por el valor de la venta del desecho, la tasa
será menor. Este método se utiliza tanto en la acumulación por órdenes de trabajo como por
procesos.

4.5.2 Reconocimiento en el momento de la producción

Se da cuando el valor es importante y el tiempo que transcurre entre su almacenamiento y


venta puede ser largo. Por ello está justificado que se mantenga un inventario de desechos a
un estimado “Conservador”, “justo” y “razonable” de tal manera que los costes de producción y
recuperación se tengan en el mismo periodo contable.

Como en los casos anteriores, puede ser atribuido a una orden específica mediante un cargo
a la cuenta de control de materiales y un abono a la de control de producción en proceso. O
común a todas las órdenes de trabajo, mediante cargo a control de materiales y abono a
control de costes indirectos de fabricación.

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