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FORMULARIO II

Rito de institución de un solo Lector

Monición de entrada

Queridos hermanos y hermanas:


En esta santa celebración Eucarística, nuestro hermano José Ramón Peña
Villarreal será instituido Lector. A través de este ministerio, se le encomienda
la meditación asidua de la Palabra de Dios y su proclamación en las
celebraciones litúrgicas.
Que en esta Eucaristía el Señor nos conceda la gracia de acoger en nuestras
vidas a Jesucristo, la Palabra hecha carne.

Los ritos iniciales y la liturgia de la Palabra se realizan del modo acostumbrado, hasta el Evangelio
inclusive. Se dice o se canta el himno del Gloria según las rúbricas del día.
Leído el Evangelio, el Obispo se sienta en la cátedra o en la sede preparada en el lugar más apto,
recibe la mitra, y convenientemente el báculo. Cuando ya están todos sentados, un diácono o un
presbítero delegado para el caso, llama al candidato, diciendo:

Acérquese el que va a ser instituido en el ministerio de Lector:


El candidato es llamado por su nombre. Éste responde:

Presente.
Y se acerca al Obispo, a quien le hace una reverencia, y vuelve a su puesto.
Estando todos sentados, el Obispo hace la homilía, en la cual explicará al pueblo, tanto los textos
leídos de la Sagrada Escritura, como el sentido que tiene el ministerio del Lector.

Monición

Con la bendición del Obispo y por la entrega de las Sagradas Escrituras, este
hermano nuestro queda instituido para ejercer el ministerio de Lector.

Terminada la alocución, el Obispo, dejados el báculo y la mitra, se levanta, y todos con él. El
candidato se arrodilla ante el Obispo. Este, con las manos juntas, invita a los fieles a orar, diciendo:
Pidamos, queridos hermanos, a Dios Padre
que bendiga a este siervo suyo,
destinado al oficio de Lector,
para que, cumpliendo fielmente el ministerio que se le confía,
proclame a Jesucristo ante los hombres,
y dé así gloria al Padre que está en el cielo.
Y todos oran en silencio durante algunos momentos. En seguida el Obispo, de pie y con las manos
extendidas, dice sobre el candidato la oración de bendición:

Oh Dios, fuente de toda luz y origen de toda bondad,


que nos enviaste a tu Hijo único, Palabra de vida,
para que revelara a los hombres
el misterio escondido de tu amor;
bendice  a este hermano nuestro,
elegido para el ministerio de Lector;
concédele que, al meditar asiduamente tu Palabra,
se sienta penetrado y transformado por ella
y sepa anunciarla, con toda fidelidad, a sus hermanos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
Concluida la oración, todos se sientan. El Obispo recibe la mitra. El candidato se levanta, se acerca
al Obispo y se arrodilla ante él. Luego, el Obispo le entrega el libro de la Sagrada Escritura,
diciendo:

Recibe el libro de la Sagrada Escritura


y transmite fielmente la Palabra de Dios,
para que sea cada día más viva y eficaz
en el corazón de los hombres.
El Lector responde:

Amén.
Prosigue la Misa como de costumbre. Si lo indican las rúbricas, se dice el Símbolo de la fe.

El Lector que acaba de ser instituido puede proponer desde el ambón las intenciones de la oración
universal.

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