Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cuando llegan al altar, el Obispo dejando la mitra y el báculo, con los ministros hacen la debida reverencia,
besa el altar y lo inciensa. Después se dirige a la sede.
El ordenando deberá estar sentado en la primera banca junto a su familia y revestido sólo con alba. Se
utiliza la Misa de ordenación de diáconos
Saludo
El Obispo, extendiendo las manos, saluda al pueblo con la fórmula siguiente:
El Dios de la esperanza, que por la acción del Espíritu Santo nos
colma con su alegría y con su paz, permanezca siempre con todos
ustedes.
El pueblo responde: Y con tu espíritu.
ACTO PENITENCIAL
El Obispo:
Hermanos: para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos
nuestros pecados.
Se hace una breve pausa en silencio. Después, el Obispo emplea la siguiente invocación:
CREDO
El candidato se presenta ante el Obispo para realizar la profesión de fe, de rodillas
Monición
Nuestro hermano Rigoberto José Franco Santamaría hará la profesión de fe frente al Obispo y toda la comunidad aquí
reunida.
TEN PIEDAD
Lo anuncia el Obispo
ORACIÓN COLECTA:
El Obispo:
Oremos:
Dios nuestro, que enseñaste a los ministros de tu Iglesia a no buscar
que alguien los sirva, sino a servir a todos, concede a este hijo tuyo,
que has elegido hoy para el ministerio del diaconado, ser infatigable
en el don de sí mismo, constante en la oración y alegre y bondadoso
en el ejercicio de su ministerio.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
Al final de la oración el pueblo aclama: Amén
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA ECLESIÁSTICO 2, 1-6
Monitor:
MONICION: El salmista hace una acción de gracias a Dios por todas las maravillas que ha
hecho. Siendo Dios su refugio y fortaleza, mostrando la confianza y amor en un camino de
misericordia.
Unamos nuestra voz junto al salmista cantando: ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que
me ha hecho?
SEGUNDA LECTURA
Monitor: El libro de los Hechos de los apóstoles nos relata la necesidad de tener un ministerio consagrado
dentro de la iglesia, donde el servicio a los demás sea hacer vida el evangelio de un Jesucristo resucitado.
Escuchamos
Libro de los Hechos de los Apóstoles 6,1-7.
PALABRA DE DIOS.
El Pueblo responde: Te alabamos, Señor
SANTO EVANGELIO
Monitor:
Jesús se nos presenta dispuesto a cumplir la voluntad de su Padre Celestial. Quiere dejarnos claro cuál
debe ser nuestra postura frente a lo que Dios nos vaya pidiendo en la vida, y nos invita a estar dispuestos
a aceptar la voluntad de Dios, aunque sea difícil y dolorosa. Jesús se muestra decidido a afrontar su
pasión y a dar la vida por Amor a cada uno de los hombres.
Por otra parte, en respuesta al pedido de los dos discípulos, también nos enseña que la humildad debe ser
algo característico de sus seguidores, quienes debemos moldearnos a su voluntad.
RITO DE LA ORDENACIÓN
Después del Evangelio, se inicia la ordenación del diácono. Mons. Elías Bolaños, con la mitra puesta, se
acerca a la sede preparada para la ordenación y se hace la presentación del candidato.
PETICIÓN DE LA ORDENACIÓN.
El llamado permanece de pie ante el obispo, y el presbítero designado por el obispo dice:
Monitor: Ahora Monseñor Jesús Antonio Carpio, pide a nuestro obispo la ordenación
diaconal.
HOMILÍA
Enseguida todos sentados, el obispo hace la homilía.
El candidato, se presenta ante Mons. Elías Bolaños para manifestar públicamente su compromiso, permanece
de pie ante él, mientras Mons. Elías Bolaños sentado con mitra y báculo lo exhorta con estas palabras:
Mons. Elías Bolaños dice:
Querido Hijo, has venido libremente a pedir el Orden del
Diaconado; ejercerás este ministerio observando el celibato, que es a
la vez signo y constante estímulo de caridad pastoral y fuente de
fecundidad espiritual en el mundo.
Movido, pues, por el amor a Cristo y en una entrega total a él,
vivirás en este estado consagrado al Señor de una manera nueva y
más excelsa. Así, estarás unido a Cristo de todo corazón, te
dedicarás al servicio de Dios y de los hombres con
mayor libertad de ánimo y con mayor entrega podrás así ejercer este
ministerio de salvación.
De esta manera, por tu conducta y ejemplo, darás testimonio a los
hermanos de que Dios debe ser amado sobre todas las cosas,
preferido entre todas las personas y servido en todos los
hombres, nuestros hermanos.
Por tanto:
¿quieres, ante Dios y ante la Iglesia, en señal de tu entrega a Cristo,
el Señor, guardar perpetuamente el celibato por el Reino de los
cielos y para el servicio de Dios y de los hombres?
Nuestro Obispo, Mons. Elías Bolaños, sentado con mitra y báculo pregunta a Rigoberto, que está de pie ante
él, diciendo:
Monitor: En éste momento el elegido promete obediencia a nuestro Obispo y a sus sucesores.
El Obispo, Mons. Elías Bolaños, interroga al elegido, diciendo:
Monitor: Nos ponemos de pie para invocar juntos a Dios, por este hermano, a
través de la intercesión de Cristo Jesús, de María santísima y de todos los santos.
Luego, todos se levantan; Mons. Elías Bolaños, de pie en su sede, sin mitra, y con las
manos juntas, exhorta al pueblo diciendo:
Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso, para que
bondadosamente derrame la gracia de su bendición sobre este siervo
suyo, a quien ha llamado al Sagrado Orden de los
diáconos.
El diácono Fray Foncho dice: Nos mantenemos de pie.
Mons. Elías Bolaños, se mantiene de pie ante su sede y todos iguales. Rigoberto, se postra
en tierra.
En las letanías, pueden añadirse, en su lugar respectivo, otros nombres de santo, por ejemplo, del Patrono, del
Titular de la iglesia, del Fundador, del Patrono de quien recibe la Ordenación, así como otras invocaciones
más apropiadas cada circunstancia.
Acabada las letanías, Mons. Elías Bolaños, se pone de pie, con las manos extendidas, dice:
El elegido se levanta; se acerca al Obispo, que está de pie delante de la sede y con mitra, y se pone
de rodillas ante él.
Mons. Elías Bolaños, con mitra se acerca a él y le impone las manos en la cabeza sin
decir nada.
Estando el elegido arrodillado ante el Obispo, éste, sin mitra y con las manos extendidas,
dice la Plegaria de Ordenación
ORACIÓN CONSECRATORIA.
Estando el elegido arrodillado ante el Obispo, Mons. Elías Bolaños, sin mitra y con las
manos extendidas dice la oración consecratoria:
Que resplandezca en él
un estilo de vida evangélica,
un amor sincero,
solicitud por pobres y enfermos,
una autoridad discreta,
una pureza sin tacha
y una observancia de sus obligaciones espirituales.
Monitor:
Nuestro hermano, Rigoberto Santamaría, ha entrado en el orden de los diáconos, ahora será
revestidos con los ornamentos diaconales, signos propios de su nuevo ministerio. Le
revisten el Pbro. Felipe López y el Monseñor Jesús Antonio Carpio. Acompañémoslo con
nuestro canto.
Monitor: El nuevo diácono: Rigoberto Santamaría, recibirá el libro de los evangelios, como
parte de su ministerio de la predicación de la Buena Nueva de Salvación
BESO DE PAZ
Finalmente, Mons. Elías Bolaños, le da al ordenado el beso de paz.
Monitor: Nuestro hermano diacono, recibe el saludo de paz de nuestro Obispo y de sus
hermanos diáconos; bendigamos a Dios por la consagración de nuestro nuevo diácono.
Cantemos con un espíritu alegre y agradecido.
LITURGIA EUCARISTICA
Monitor: Presentamos ante el altar los dones de pan y vino, los que se convertirán en
cuerpo y sangre de Cristo, alimento de vida eterna.
PLEGARIA EUCARÍSTICA I
(Canon Romano)
que aceptes
trazando el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo:
RITO DE LA COMUNIÓN.
Una vez que ha dejado el cáliz y la patena, el Obispo, con las manos juntas. Dice:
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el
Espíritu Santo que se nos ha dado; digamos con fe y esperanza:
Extiende las manos y, junto con el pueblo, continúa:
Padre Nuestro…
El Obispo, con las manos extendidas, prosigue él solo:
Líbranos de todos los males. Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo
Junta las manos.
Luego se canta:
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten piedad de
nosotros.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten piedad de
nosotros.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, danos la paz.
El Obispo hace genuflexión, toma el pan consagrado y. sosteniéndolo un poco elevado sobre la patena, lo
muestra al pueblo, diciendo:
Este es el Cordero de Dios,
que quita el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a la cena del Señor.
Y, juntamente con el pueblo, añade:
Señor, no soy digno
De que entres en mi casa,
pero una palabra tuya
bastará para sanarme.
El nuevo diácono ayuda a distribuir la comunión
COMUNIÓN
Monitor:
Nos acercamos a recibir a Jesús sacramentado, Este es el Pan del Cielo, un pan vivo que
nos habla de siembra y de cosecha, un pan solidario que no sirve para ser acaparado
sino para ser compartido y celebrado en Comunidad. Es un pan que se parte y se reparte.
Este Pan del Cielo, lo bendice, lo parte con sus manos llagadas por amor y nos lo sirve el
mismo Señor resucitado. Hermanos acerquémonos a recibir el cuerpo de Cristo.
BENDICIÓN
El Obispo, Mons. Elías Bolaños, con mitra, invoca la bendición, diciendo: