Discurso de Graduación

¿Alguna vez se han cuestionado el por que medicina y no otra carrera ?

Si le preguntas a un niño de 5 años ¿Qué quiere ser cuando sea grande?, cuando el punto de
imaginación esta al máximo, quizás te responda “ser un super héroe”.

Si le haces la misma pregunta cuando el niño tenga 10 años podría responder “ser astronauta”,
y es que están común estar asombrado con las cosas de este universo cuando nuestra
curiosidad es tan grande. Pero ¿Qué pasa si le volvemos a preguntar a un joven de 16 años?
Muchos no sabrían que decir, otros solo esperar encontrar su musa y otros simplemente
ignorarían la misma. Mi nombre es Nohora Amaya y les confesare que cuando era niña y me
preguntaban ¿Qué quería ser cuando fuera grande? No existía duda en mi ser ni en mi
respuesta siempre era la misma “Quiero ser una gran doctora”

Aun recuerdo el primer día de ingresar a esta montaña rusa que llamamos “Estudiar medicina”
y escuchar un discurso motivacional como lo es los consejos de Esculapio a su hijo y estoy muy
segura que casi todos aquí, por no decir todos, recibimos la misma bienvenida, quien diría en
ese entonces que al introducirnos en este mundo de la medicina seria tal cual lo expresado con
aquellas palabras Esculapio “Tendrás que renunciar a tu vida privada ; mientras la mayoría de
los ciudadanos puede, terminada su tarea, aislarse lejos de los infortunios, tu puerta quedara
siempre abierta a todos, a toda hora del día o de la noche vendrán a turbar tu descanso, tus
placeres, tu meditación ; ya no tendrás horas para dedicar a tu familia, a la amistad o al
estudio, ya no te pertenecerás” Pero déjenme aclararle algo, gracias a la medicina, le di una
esperanza a mi familia, que había una doctora en la misma, gracias a esta carrera me he
topado con grandes amigos que la vida me ha regalado y que hoy tengo el placer en llamarlos
hermanos nosocomiales y me enorgullece que hoy estén cumpliendo esta meta y este sueño
que algún día nos plateamos y que hoy por ende estamos logrando.

Parecía que jamás llegaría este momento, muchas veces el camino se volvió empinado y lleno
de obstáculos y muchas veces sentimos flaquear, una vez recibí un consejo de alguien muy
apreciado que solía decir “Rodéate de personas que te reten y te inspiren, si es posible, pasa
mucho tiempo con ellos, y veras como cambiara tu vida, y es que nadie esta aquí hoy por
haberlo hecho por si solo.

Resulta justo agradecer a todas las personas que se han cruzado en nuestro trayecto y nos han
entregado apoyo, compañías y sobre empatía, no estamos aquí solo por azar del destino, a
nuestra familia, nuestros amigos, nuestros profesores, a los miembros del equipo de salud y
hasta los pacientes gracias también por poner su confianza en nosotros.

Hoy nuestra vida como estudiantes de pregrado queda en el pasado, hoy egresamos como
médicos, como dirían algunos colegas (porque ahora si puedo llamarles así) que “Estamos en
pañales” y es que tenemos que recordar que nuestra carrera como profesionales de salud
apenas comienza.

Se que te parece que el mundo se está desmoronando ahí afuera, y también estoy consciente
lo que a mucho de nosotros nos ha costado estar hoy aquí, sin embargo quiero motivarlos a
que realmente sientan que esto es un gran momento en nuestras vidas, irrepetible e
irremplazable, que esto que logramos hoy es nuestro y siempre nos va pertenecer, que
estamos alcanzando la cúspide, que debemos seguir en marcha, que por ningún motivo o
circunstancia nos dejemos vencer por el miedo, sirvamos de ejemplo a los futuros venideros.
Finalmente quiero felicitarlos a todos y cada unos de ustedes porque trabajamos, para esto día
a día desde hace 6 años, y que hoy , por fin, podamos levantar nuestros diploma con orgullo y
darnos palmas unos a otros con la famosa frase, “Viste, lo lograste”.

Finalizo compartiéndoles una frase que plasma nuestra amada profesión “Donde quiera que se
ama el arte de la medicina, se ama también la humanidad” (Platon)

No abandones tus sueños.

¡El mundos nos necesita a todos!