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Buenos días

Me gustaría saludar a todos los aquí presentes, señores graduandos, directivos, profesores, padres
de familia e invitados especiales, señoras y señores:

Quiero iniciar esta intervención festejando la oportunidad de estar reunidos para disfrutar con
nuestros seres queridos la culminación de no solo una etapa de nuestras vidas, sino la culminación
de una meta, propósito, un sueño. Un sueño en el que, seguramente, nos acompañaron diversas
personas, por lo cual, me gustaría antes que nada agradecer a esas personas que nos brindaron su
apoyo, paciencia y ánimo, empezando por nuestra familia, gracias por su apoyo y ayuda
incondicional, a nuestros amigos por ser las personas que nos sacaban risas, nos mostraban otro
punto de vista e incluso a través de una pantalla hicieron el paso por esta etapa más agradable, a
los profesores por ser quienes con su paciencia y dedicación nos enseñaron diversas temáticas que
nos fortalecerán como profesionales, a todas aquellas personas que son un pilar fundamental en
nuestras vidas como hermanos, hermanas, mejores amigos o pareja, por estar allí para
aconsejarnos y brindarnos un abrazo, y por último y no menos importante, a nosotros, quisiera
que cada uno se de las gracias por lograr este mérito o mejor, este sueño, por no rendirse, por
demostrar que siempre se puede dar más, por trabajar duro y no tener fines de semana, por no
perder la cordura con nuestros compañeros, porque reconozcamos a todos en algún momento se
nos quiso salir nuestras tendencias tipo ____, y por llegar hasta aquí.

Hoy quisiera hablar de lo que nos trajo a estar aquí reunidos, la razón, aspiración o como
mencione antes, un sueño, un sueño que, en mi caso, es ser una persona que podrá aportar más a
mi entorno, sin embargo, me gustaría invitarlos a pensar cuál el sueño que los motivo a tener una
maestría en la Universidad de los Andes, ya que, aunque la repuesta pueda parecer obvia cuando
se toma un momento para pensar el verdadero por qué, la respuesta es más enriquecedora.
Mientras pensamos nuestra razón, me gustaría compartirles que, gracias a ese sueño, de realizar
un postgrado en Los Andes, hoy se encuentran sentados recibiendo este diploma, diploma que
caracteriza no solo un crecimiento profesional sino personal y para muchos de nosotros, una
oportunidad para tener un impacto en nuestro mundo. Los sueños son las ilusiones que tenemos,
lo que nos gustaría llegar a ser, son nuestra motivación, norte y el motor que nos impulsa a llegar
más alto, a superarnos y a descubrir. El día de hoy quiero recordarles que no los abandonen, que
no dejen de soñar, de ilusionarse, de pensar que sí se puede lograr y de siempre cuidar tu
verdadero norte. Quiero invitarlos que no tengan miedo de fallar, porque como dijo Thomas Alva
Edison, cuando fallamos, no nos estamos equivocando, estamos descubriendo una manera de
cómo no hacer las cosas… y más que nada quiero invitarlos a que no dejemos de confiar en
nosotros mismos por más adversidad que se nos pueda presentar , ya que una de las cosas más
importantes en el camino de la vida es creer en uno mismo, en sus capacidades, fortalezas y
debilidades, ya que, aunque a veces no nos gusten, nos hacen ser la persona que somos.

Personas que hoy, han culminado una etapa de sus vidas, que seguramente los hizo reír, llorar,
sentir frío cuando teníamos clase de seis y media de la mañana o hambre cuando teníamos que
ver caer la noche para entregar un trabajo, nos hizo sentir tranquilidad cuando llegaba la semana
de receso, o estrés cuando el internet de la casa no funcionaba y la clase iba a iniciar, pero que
dicha haber vivido todo esto, ya que, que sería la vida sin estas experiencias y momentos de
angustia y felicidad… como dice un viejo refrán, la vida es cuesta arriba, pero la vista es genial.
Por último, mi motivación para estar el día de hoy compartiendo este discurso con ustedes, es
para dar este mensaje, mensaje que aunque puede parecer cliché, es un mensaje que es
importante tengamos presente, me gustaría compartir con ustedes lo que aprendí durante estos
años en la universidad donde personalmente no solo tuve la oportunidad de cumplir mi sueño de
cursar un postgrado, sino también de cursar mi pregrado, he logrado reconocer y sé que todos
aquí presentes se podrán identificar con él, ser uniandino no es solamente portar un diploma de
una de las mejores universidades del país o la quinta a nivel latinoamericano, ser uniandino
significa que somos personas íntegras, solidarias, capaces de lograr y transformar nuestro entorno
cercano y lejano, personas que siempre procuran por dar lo mejor a nosotros en los diversos
ambientes que nos encontremos y más que nada, de ser personas que motivan y lideran... ser
uniandino significa somos persistentes, que no nos derrotamos fácilmente, que con cada
obstáculo salimos adelante más fuertes para demostrar el valor que tenemos, que vemos las
equivocaciones como oportunidades para crecer, y más que nada, ser uniandino significa que
somos capaces de transformar a este increíble país, Colombia, que nos ha brindado la posibilidad
de estar hoy en esta celebración. El día de hoy nos llevamos conocimiento, historias, anécdotas,
pero más que nada el nombre de la Universidad de los Andes, un nombre que tenemos que llevar
en alto para que ella siga simbolizando la integridad de los seres humanos que han pasado por
aquí, los que están graduando el día de hoy y los que vendrán, a todos y todas las aquí presentes
felicitaciones, porque, aunque este camino no fue fácil, fue gratificante… y recordarles que nunca
dejen de soñar y de realizar sus sueños.

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