Importancia de la Gerencia de Proyecto en la Administración Pública
En primer lugar, en el mundo empresarial, los proyectos han surgido para
responder a las necesidades específicas alineadas con la estrategia organizacional. Aunque el origen de la gestión de proyectos se da en el ámbito militar y en la industria automotriz, hoy las organizaciones la utilizan como una forma efectiva de reaccionar frente a los cambios. En las empresas, las estructuras jerárquicas y rígidas dificultan esa capacidad de reacción; por ello, en la actualidad, se tiende a diseñar organigramas más planos, que faciliten el desarrollo de los equipos interdisciplinarios con objetivos claros y que aporten a la generación de valor.
Usualmente, los equipos de proyecto están conformados por personal de distintas
áreas de la organización. Es cierto que el gerente de proyectos debe tener un dominio de las metodologías y herramientas para integrar los procesos y optimizar los recursos; sin embargo, esto no es suficiente. En la Guía del PMBOK, sexta edición, se indica que dentro de las habilidades clave de un director de proyectos están el liderazgo y la gestión estratégica y de negocios. Allí se menciona que, “si bien las habilidades de dirección técnica de proyectos son esenciales para la dirección de programas y proyectos, las investigaciones del PMI indican que no son suficientes en el mercado global actual, cada vez más complicado y competitivo.
Ahora bien, en la ejecución de los proyectos en las Administraciones
Públicas está fuertemente condicionada por sus características específicas: Personal con funciones muy específicas y poco flexibles; ejecución de gran cantidad de proyectos externos, con la intervención de empresas externas, o mecanismos rígidos de contratación poco adaptables a casos particulares.
Estas características particulares de los entes públicos, afectan a distintas
áreas de la Gestión de Proyectos. La principal diferencia tiene que ver con el origen de los recursos públicos. En el caso de la administración, no se trata de proyectos cuyo objetivo vaya a reportar un beneficio económico; sino de ofrecer un servicio a los ciudadanos. La forma de observar el éxito de estos proyectos públicos pasa por medir el grado de satisfacción de los ciudadanos.
Los gestores públicos son conscientes de los riesgos específicos en los
proyectos para la administración, debido a su especial sensibilidad. Las adquisiciones y la intervención de proveedores externos, los cambios de requerimientos, la participación cada vez más activa del ciudadano como interesado activo en todo el proyecto, o el riesgo político, son factores condicionantes en los proyectos públicos.
La gestión del alcance de los proyectos también se ve influido por su componente
política. Cuando los proyectos rebasan los periodos de tiempo de los gobernantes, a menudo, esto afecta a al proyecto con modificaciones en sus requisitos, replanteamientos, o incluso cancelaciones. Esta circunstancia, y los continuos cambios de criterio que se originan, es la principal causa de los sobrecostes y aplazamientos en los proyectos públicos.
Los beneficios que aportaría una mejora en la calidad de la propia gestión de los proyectos públicos serían:
Mejora en la comunicación interna entre los componentes del equipo de