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COLONIZACION DE AMERICA

La colonización española, portuguesa, inglesa, francesa y holandesa en América, fue


esencialmente capitalista. Sus objetivos fueron capitalistas y no feudales: organizar la
producción y los descubrimientos para efectuar ganancias prodigiosas y para colocar
mercancías en el mercado mundial. No inauguraron un sistema de producción capitalista
porque no había en América un ejército de trabajadores libres en el mercado. Es así como
los colonizadores, para poder explotar en forma capitalista a América, se ven obligados a
recurrir a relaciones de producción no capitalistas: la esclavitud o una semiesclavitud de los
indígenas. Producción y descubrimiento por objetos capitalistas; relaciones esclavas o
semiesclavas; formas y terminologías feudales (al igual que el capitalismo mediterráneo),
son los tres pilares en que se asentó la colonización de América.

La conquista de América por España forma parte del proceso general de expansión del
feudalismo y se verifica cuando éste ya ha entrado en decadencia. España volcó sobre
América los elementos de su régimen feudal descompuesto. El poder de la monarquía se
afianzó al entregar a sus vasallos vastos territorios, cuantiosas riquezas y millares de seres
humanos sometidos a las rudezas y crueldades de la servidumbre”.

El descubrimiento de América fue una empresa llevada a cabo por comerciantes y


navegantes del Mar Mediterráneo”. Pena es que después considerara que “el capital
comercial había cumplido su misión al tender el puente por el cual el feudalismo español se
trasplantaría a América”.

A grandes rasgos, la repartición del territorio americano entre las principales potencias
europeas se dio de la siguiente manera:

 La colonia española.
 La colonia portuguesa.
 La colonia británica. .
 La colonia francesa. .
 La colonia holandesa.
COLONIZACION INGLESA

Previo al momento en que las primeras expediciones inglesas zarparon del viejo continente,
Inglaterra había seguido un programa de expansionismo dentro de la isla británica
enfrentándose a los escoceses e irlandeses y estableciendo asentamientos ingleses para
promover los intereses nacionales. Bajo la Inglaterra de Isabel, se persiguió durante varias
décadas la conquista de Irlanda, absorbiendo inmensas cantidades de energía y recursos
nacionales.

Hacia el siglo XVII la reforma luterana y la separación de la corona inglesa de la iglesia dio
nacimiento a una población religiosa que no coincidía con las nuevas prácticas de la
monarquía de inglesa. Adicional a esto, la situación social y económica se caracterizaba por
la carencia de trabajo y el rápido crecimiento de las ciudades inglesas.

De acuerdo a Samuel Eliot Morison y Henry Steele Commager (1951) lo que deseaban los
colonos ingleses era fundar un imperio en Ultramar que, por un lado diera a Inglaterra la
posibilidad de abastecerse a sí misma. Tenían dentro de sus ideales, un ambiente propicio
para ser habitado por ingleses y que, junto con los indígenas, formaran un mercado para
tejidos de lana provenientes de la Madre Patria. De este modo, las colonias producirían todo
aquello que se compraba a otras naciones. Así como los españoles hicieron, se esperaba
poder suplir a la Corona con metales de alto valor, y llevar a cabo programas de conversión
de los indios al cristianismo protestante con ánimo de contener el proceso de
Contrarreforma.

Mientras duró la guerra con España fue imposible obtener capital suficiente y disponer de
bastantes hombres para dedicarse a la prosaica ocupación de fundar y sostener una colonia.
Por debajo de todos sus esfuerzos, de sus primeros fracasos y de sus posteriores éxitos,
había un poderoso impulso que los llevó adelante a despecho del pasado: existía un ideal,
semejante al irresistible fervor apostólico de los españoles. Era el ardiente deseo de fundar
una nueva Inglaterra, una sociedad en que pudieran conservarse todo lo mejor de los
tiempos pasados, pero en la cual tuviera la vida una calidad diferente y superior a todo
cuanto pudiera concebirse en Europa .
De esta manera, se dio lugar a las compañías con centro en Bristol y Londres. Bajo esta
modalidad, los ingleses pretendían zarpar al Nuevo Continente pagando una acción de 12
libras y 10 chelines a cambio de su espacio en el navío así como la posibilidad de participar
en las Asambleas Generales y el derecho de voto para elecciones de la junta directiva.
Hacia principios del siglo XVII, los barcos pertenecientes a la compañía de Virginia
arribaron a tierra y poco después se dieron cuenta que, no había ni oro, ni una salida al
pacífico y tampoco la gran variedad de bienes que supliría completamente el mercado
inglés.

La empresa tuvo la insistencia de llevar consigo a los hombres desempleados que


abundaban en Inglaterra. Sin embargo estos no aceptaron viajar en las condiciones que se
les imponía y fue así como la primera colonia en Norte América se vio constituida por
caballeros arruinados, ex presidiarios y pocos artesanos desocupados. Las circunstancias a
las que llegaron probaron ser más fuertes que ellos y al cabo de aproximadamente dos años,
éstos fueron abatidos por enfermedades, hambre e intoxicación por alimentos a los cuales
no estaban acostumbrados al igual que fueron sujetos de ataques provenientes de los indios
nativos, la iniciativa y valentía del capitán John Smith pudo salvar a los 53 ingleses que
quedaban hacia 1608. Como se pudo haber inferido, al llegar a estas tierras los ingleses se
encontraron con poblaciones indígenas. Las relaciones con los nativos americanos se
marcaron desde 1585 antes del establecimiento permanente de Los ingleses cuando Richard
Grenville desembarcó en el territorio de Virginia. Él se encontró con una población
hospitalaria pero a raíz de un supuesto robo por parte de uno de ellos, Grenville decidió
saquear y quemar la aldea entera. De hecho, el territorio luego conocido como Jamestown
pertenecía a una confederación indígena liderada por Powhatan, quien mantuvo una postura
tranquila en los inicio del asentamiento extranjero. Al terminar la primera década del siglo
XVII, las fuertes hambrunas hicieron que algunos ingleses buscaran amparo y comida
donde los indios. El gobernador de la colonia pidió al jefe que entregara a los fugitivos a lo
que Powhatan, supuestamente, respondió altaneramente y con desdeño. A modo de
venganza varios soldados emprendieron contra el asentamiento indígena matando,
quemando casas y saboteando los cultivos de maíz alrededor de la aldea. Poco más de una
década después, ante la creciente amenaza de la población inglesa, los indios pretendieron
acabar con ellos por medio de una masacre y marcando un periodo sucesivo de conflicto.
Los contactos se redujeron a algunas transacciones sobre todo de pieles. De todas maneras,
el mayor interés estaba en el desplazamiento de éstos para la apropiación de tierras. Los
ingleses no pudieron forzar a los indígenas a que trabajaran para ellos. Eran sobrepasados
en número y aún si las armas de fuego que poseían les daban cierta ventaja, al atacar las
poblaciones iban a ser atacados en respuesta. No podían capturarlos y mantenerlos
esclavizados; los indígenas eran fuertes, recursivos, desafiantes y estaban en su casa en esos
bosques, así como los ingleses trasplantados no lo estaban Teniendo esto en mente, la
necesidad por mano de obra debía ser suplida de otra manera. Por un lado estaban los
sirvientes escriturados, los cuales trabajaban para algún señor por un periodo determinado
de tiempo y luego eran libres. Esto se hizo con

el propósito de financiar el viaje a través del atlántico para aquellos que no tenían los
recursos suficientes. Igualmente, y a beneficio sobre todo de los grandes terratenientes, la
esclavitud de los negros africanos funcionó como fuerza de trabajo sobre todo en las
grandes plantaciones. La inevitabilidad de recurrir a ellos se fundamentó sobre el hecho de
que eran un blanco fácil en la medida en que eran extranjeros: los indios estaban en su
propia tierra y los europeos en su propia cultura. Los esclavos negros fueron arrancados de
sus tierras y llevados a una condición de vida donde sus relaciones y costumbres fueron
destruidas poco a poco. Esto no quiere decir que hayan sido sujetos de una cultura inferior,
ellos fueron avanzados en sus propias formas.

Además, tenían un alto nivel de rentabilidad pues, explicado por Robert Granville, un negro
esclavo de África o de las indias occidentales costaba más o menos 50 libras, los cuales,
una vez entrenados, servían de por vida al igual que sus hijos y los hijos de sus hijos.

El origen de las colonias en las compañías de accionistas le dio una base política a estos
asentamientos. Al principio componían y luego elegían la asamblea que se encargaría de los
asuntos coloniales.

Después de que la colonia estuvo sólidamente establecida, dicho cuerpo pudo hacer leyes
que no fuesen contrarias a las de Inglaterra, y establecer impuestos coloniales; pero carecía
de control legal sobre el gobernador y su consejo ejecutivo, que eran nombrados en un
principio por los directores de la compañía con sede en Londres. Por tanto, Virginia, y la
mayoría de los establecimientos coloniales ingleses posteriores tenían los gérmenes del
gobierno representativo, pero no los del régimen parlamentario.

De todas maneras, se puede decir que en el imperio inglés las instituciones representativas
jugaban un papel fundamental y esta forma de pensar sobre la organización política fue
contagiada a los establecimientos en América. Si bien, la corona tenía relaciones de
diferentes índoles con cada una de las colonias, hacia la segunda mitad del siglo XVII, el
patrón general de gobierno en éstas se caracterizaba por la presencia de un gobernador y un
consejo ejecutivo. Casi todas poseían una asamblea legislativa y todas tenían derecho de
sufragio, limitado a los propietarios de fincas.

Otro elemento importante de la organización eran los derechos de reparto per cápita que
constituyó la base de la posesión de tierras de las colonias en el sur. En éste cada accionista
recibía a su llegada entre 20 y 50 hectáreas por cada miembro de su grupo o pasaje que
pagara. Esto permitió que el antiguo colonizador que contaba con capital disponible, tuviera
la posibilidad de obtener tierra y mano de obra. Grandes plantadores como estos se
apoderaron de la dirección de política y social de la colonia, que siguió en manos de sus
descendientes durante largo tiempo. Monopolizaban todos los lugares del consejo, así como
todos los cargos que significaban honra o provecho; la “Casa de los Burgueses”, aunque se
elegía a base de un derecho de voto democrático, estaba en su mayor parte compuesta de
parientes o aliados sociales de los grandes plantadores. Respecto a las actividades
económicas y comerciales se puede decir que el tabaco fue de vital importancia a la hora de
exportar bienes al Viejo Continente. Por otro lado, se encontraban otros artículos como las
pieles, la madera y el pescado. El mercantilismo se vio implícito en las Leyes de Comercio
y Navegación estipulando que los ingresos se devolvieran a la madre patria. No obstante el
carácter un tanto desorganizado de la colonización y los disturbios civiles permitió que los
habitantes norteamericanos comerciaran con otros países e incluso enviaran el tabaco a
bordo de naves extranjeras. Los esfuerzos para hacer del Imperio inglés una unidad de
autoabastecimiento continuaron incluso entre 1660 y 1972 donde se expidieron una serie de
decretos de comercio y navegación.
BIBLIOGRAFIA

https://repositorio.uniandes.edu.co/bitstream/handle/1992/16357/u686508.pdf?sequence=1

file:///C:/Users/Mariana/Downloads/1730-1645-1-PB%20(3).pdf

http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0124-59962008000200010

https://www.artehistoria.com/es/contexto/caracter%C3%ADsticas-de-la-colonizaci%C3%B3n-
inglesa

https://www.marxists.org/espanol/moreno/obras/01_nm.htm

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