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Las tres muertes de Marisela Escobedo,

reflejo de la impunidad femicida en


México
Cristina Bazán | Guayaquil - 26 octubre, 2020
El asesinato de Rubí Fraire Escobedo a manos de su novio cuando ella tenía 16
años hizo que su madre, Marisela Escobedo, iniciase una cruzada incansable por
todo México para lograr la captura y el juicio del hombre que mató a su hija. Sin
embargo, la corrupción del sistema judicial impidió que Marisela pudiese ver
resultados favorables y, por el contrario, la convirtió en una víctima más de la
impunidad femicida.
La historia, que ha sido llevada ahora a la pantalla por Netflix en el documental ‘Las
tres muertes de Marisela Escobedo’, cuenta cómo una madre hizo todo lo posible
por encontrar respuestas ante la desaparición de su hija, en Ciudad Juárez,
Chihuahua. Tras días de búsqueda, Marisela se entera que Rubí había sido
asesinada por Sergio Barraza, su pareja desde hace un par de años. Barraza
confesó el crimen cuando agentes policiales ingresaron a su casa en medio de otra
investigación, sin embargo, fue declarado inocente y salió en libertad por decisión
del tribunal penal.
Este documental, cuya trama data de 2008, es el reflejo de la dura y escalofriante
realidad que a diario viven miles de familias mexicanas que no encuentran
respuestas tras los asesinatos de sus hijas, hermanas, madres y tías a manos de
hombres.
“Esta es una historia que estaba cercana a mi de alguna manera. Yo colaboro desde
hace algunos años con el Centro de Derechos Humanos de las mujeres en
Chihuahua, ellas representaron a Marisela hace diez años y siguen representando a
la familia actualmente. El nombre de Marisela está siempre en las charlas, en las
conversaciones y me di cuenta de la magnitud y lo extraordinario de esta
historia“, relata el director del documental, Carlos Pérez Osorio, durante una
entrevista con Casa América.

‘Las tres muertes de Marisela Escobedo’


La historia de Marisela y su hija Rubí es más común de lo que parece,
especialmente en un país donde 10 mujeres son asesinadas al día y la mayoría de
los casos quedan impunes. Por esta razón Pérez considera que su testimonio y
lucha debe conocerse no solo en México, sino en otros países de la región y del
mundo.
“Espero que este documental sirva para crear una reflexión en la sociedad
mexicana. La impunidad que vivimos hoy, que es del 97 % en feminicidios, es
completamente abrumadora. Solo espero que la mayoría de gente entienda qué es lo
que pasa una mujer y una familia cuando hay una desaparición forzada o un
feminicidio”, dice Pérez.
En este audiovisual participan los otros hijos de Marisela, quienes van contando poco
a poco cómo fue la batalla que tuvieron que vivir tras el asesinato de su hermana
Rubí. “Empezamos hace cuatro años un trabajo con la familia porque era muy
importante para mí que ellos se unieran a este documental”, explica el director.
Además, hablan los abogados de la familia, familiares y amigos de Marisela y varias
autoridades judiciales de la época, quienes van reconstruyendo la historia desde
todos los ángulos posibles.
La trama también aborda la corrupción del sistema judicial y de las autoridades
de Ciudad Juárez y a nivel nacional, que cerraron los ojos ante la situación que
vivía Marisela y que la llevó a buscar respuestas por sus propios medios. “Cuando
empiezas a develar las fallas del sistema y, más que todo, el nexo narco y Gobierno,
tu vida está en peligro”, cuenta uno de sus hijos en el documental.
La familia fue amenazada por una banda de crimen organizado que cobijó al
asesino de Rubí tras su salida de la cárcel. Meses después de que lo declararan
inocente, un tribunal de casación revocó la sentencia absolutoria de primera
instancia y sentenció a Barraza por asesinato, sin embargo, éste permaneció
prófugo hasta que también fue asesinado.

Un largo trabajo de investigación


Basado en la sólida investigación de la periodista Karla Casillas Bermúdez, ‘Las
tres muertes de Marisela Escobedo’ es un triste relato sobre la impunidad en
México ante la violencia machista.
“Mis emociones y las de mi equipo eran una especie de montaña rusa a medida que
íbamos investigando y sabiendo más de este caso“, cuenta Casillas también en
entrevista con Casa América.
La periodista explica que les tocó leer todos los expedientes criminales tanto de
Rubí como de Marisela, escuchar las audiencias del juicio oral en contra del
feminicida y leer los diarios íntimos de Marisela y su familia. “Obviamente un
expediente criminal tiene detalles terribles y escabrosos y cuando nos tocaba leer eso
salíamos indignados y con el corazón apachurrado”, señala.
La historia del asesinato de Rubí y de la búsqueda incansable de la verdad y la
justicia por parte de su madre también es una historia de valentía, pues Marisela
se atrevió a desafiar no solo al poder judicial, sino también al político y al ligado al
crimen organizado. Una lucha que acabó también con su vida el 16 de diciembre de
2010, cuando fue asesinada frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua, donde se
había instalado desde hace varios meses como protesta por la falta de acciones
para recapturar al asesino de su hija Rubí.
“Ella era una mujer que transmitía valentía y esa determinación de saber que quería
llegar hasta el fondo. Era una mujer muy inteligente y en cada paso dejaba una huella
y eso fue importante para nosotros”, explica.

Casillas dice que esta es una historia muy importante y necesaria para el país, pues
permite entender “porqué las mujeres mexicanas están quemando y rompiéndolo
todo en este país”.

Mi reflexión:
ser mujer en México se ha vuelto una sentencia de muerte, nos matan por ser
mujeres, nos matan y ponen miles de excusas del por qué lo hicieron: por celos, por
odio, por traumas internos, por estar bajo el efecto de alguna droga, pero rara vez el
feminicida acepta que mató a una mujer por miedo, citando al autor Eduardo Galeano,
“Hay criminales que proclaman tan campantes ‘la maté porque era mía’, así no más,
como si fuera cosa de sentido común y justo de toda justicia y derecho de propiedad
privada, que hace al hombre dueño de la mujer. Pero ninguno, ninguno, ni el más
macho de los supermachos tiene la valentía de confesar ‘la maté por miedo’, porque
al fin y al cabo el miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del miedo
del hombre a la mujer sin miedo”. El feminismo radical que estamos viviendo ha
despertado a miles de mujeres a luchar su propia guerra, a luchar contra las injusticias
del estado opresor, donde a pesar de tanta violencia contra la mujer, es esta la que ha
sido culpada por lo que le pasa, con expresiones como “que hacia tan sola a esa
hora” “ella tiene la culpa por vestirse tan vulgar” “seguro ella lo provocó” una sociedad
machista que se ha encargado de culpar a las víctimas, que se ha encargado de
educar a las niñas a que se cuiden de ser violadas pero no educan a los niños que no
violen, Marisela Escobedo es un ejemplo de lucha, y a mí como feminista, su muerte y
las de sus hijas me causan mucho dolor, porque soy madre, y si alguien toca a mi hija,
yo lo quemo todo, que su nombre nunca sea olvidado MARISELA ESCOBEDO, una
gran luchadora en un país de mierda, con leyes de mierda, y justicia de mierda. La
lucha no ha terminado, ¡vivas y libres nos queremos!

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