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JARABE MIXTECO

‘El Jarabe Mixteco’, se presenta atrevida a veces, romántica en otras, porque encierra
cariño y amor en su máxima expresión, es la conjunción de los diferentes pasos de las
siete del bailable original que dos grandes nativos, rescataron e hicieron de ella una
reliquia para los de la raza mixteca, Huajuapenses para ser exacto; Antonio Martínez
Corro, arreglista musical y Cipriano Villa Hernández, recopilador de los sones y sus
respectivos pasos.
Es la expresión más fuerte de los
mixtecos, toda vez que en ello,
se manifiesta el sentimiento, el
amor y la nostalgia por la vida y
de los seres queridos,
expresados al ritmo musical
seductora de la paraje que a
traves del baile manifiesta su
arte y cultura, porque expresa
esencialmente el
enamoramiento de la pareja, el
hombre y la mujer se desbordan
con entusiasmo en la ejecución
de este baile formado por siete
sones y 14 pasos.
El Macho: este son representa a los arrieros, quienes al término de arduas jornadas,
entre canto y silbidos que producen con la punta y el talón de los pies
alternativamente en el zapateado, producen ritmo que imita al papaloteo de las
bestias llevar pesadas cargas en sus lomos, cuando se carga y se descarga,
seguidamente se aprecia el alegre ir y venir de los arrieros satisfechos de tantas
faenas, pero siempre orgullosos del loable labor campirana.
El Chandé: graciosa y picaresca se representa a un conejo que representa el hombre,
perseguido por un zorro que en este caso representa la mujer, que con taconeo
rítmico imita el peculiar golpe que produce el conejo al brincar y con su falda busca
acorralarlo para que ese no puede huir.
El Palomo: Representa una lucha tenaz, donde con movimiento sutiles y preciosos,
esplendorosamente bellos, llenos de amor, ternura, son imitados por los palomos en
sus románticos arrullos, el hombre ahora persigue a la mujer, en dulce reclamo de
amor, tratando de alcanzar el rojo clavel vital signo de amor, símbolo que ella defiende
con toda su estrategia, hasta que él, fingiéndose desdeñado da la espalda, hasta que
atraída la palomo queda tan cerca de él quien con un golpe de audacia le arranca la
codiciada flor y la pasa como el más preciado trofeo de sus afanes.
El Oaxacado: Ella se prodiga con apasionada entrega y abre, para deleite de su dueño y
señor, los amojones más divertidos de su vistosa y multicolor falda, se imita la lucha en
donde se disputan una presa.
El Toro: Aquí la mujer, con la fuerza y el dominio de su sexo, común en las mujeres,
llama al hombre, lo juega y le burla con una mascada que hábilmente se desprende de
cuello, logrando hacer una evolución vistosa y elegante, conservando siempre el ritmo
y el paso.
El Aguilucho: Son un torrente de notas, en donde la pareja se lanza en torbellinos de
movimientos alrededor uno de otro , bailando en un pie mientras el otro se sacude
nervioso, alternando la pierna con continua vertiginosidad, se ha llegado al clímax del
bailable.
La gran final: Se da la vuelta final, que va acorde a tres notas agudas, que rasgan
vibrantes, en el que ella cae en los brazos de amado varón. Encerrándose aquí toda la
expresión de amor y ternura del baile, que se expresa en arte a través de la
autenticidad de la ejecución tanto del bailable y de la música. Los pasos considerados
son cruces, zapateados, saltos y giros adornados de requiebros y miradas llenas de
gozo y alegría.
La indumentaria.
El vestuario de la mujer consta de una falda floreada de amplísimos vuelos de tela de
algodón de popelina, adornada con listones en tonos contrastantes y colgados del lado
izquierdo siete listones llamativos que representan las siete regiones del estado; blusa
de manta con escote redondo y bordados de color en el cuello, las mangas y un
pequeño peto que cuelga al frente, mascada de seda, fondo de manta, rebozo,
huaraches de correa blanca propios de los mixtecos, el tocado es un par de trenzas con
listones multicolores y un clavel rojo, collares y aretes, respectivamente.
El hombre porta calzón y camisa de manta, gabán (cotón) de lana terciada al hombro,
huaraches de correa blanca, dos paliacates rojos, uno que usa en el cuello, el otro
como ceñidor, sombrero de ala ancha y cuatro pedradas. Este es el Jarabe Mixteco,
orgullo y reliquia de los Huajuapenses, de los hombres de la tierra del sol, esencia de la
gran Ñudee, los de “Siempre en las alturas”.

La mujer vestuario
La vestimenta para la mujer mixteca incluye: blusa de manta la cual es bordada
alrededor del cuello y mangas también la falda “de holán al aire”, hecha de popelina
con flores estampadas y adornada con tres listones de colores; que simbolizan a las
tres mixtecas; por el costado izquierdo, reluce un fajo de siete listones de colores
llamativos. Debajo de ella lleva un refajo de manta.
Se utiliza un rebozo negro como ceñidor, que simboliza el estado civil y la maternidad.

La mascada, que la mujer porta en el cuello, la utiliza para limpiar el sudor que emana
de su rostro por el esfuerzo realizado, por ser mujer laboriosa; porta collares de
“papelillo” de distintos matices.

En el peinado se hace trenzas que adorna con 4 listones de colores y se coloca en el


pelo un clavel rojo. Para proteger sus delicados pies, usa huaraches de dos correas
blancas.

El hombre vestuario
El hombre viste calzón y camisa de manta, en la cintura lleva un paliacate y otro en el
cuello, en el hombro porta un cotón de lana, utiliza sombrero de palma en el estilo de
cuatro pedradas con ala ancha y también usa huaraches de 3 correas blancas.

CANCION MIXTECA
¡Qué lejos estoy del suelo donde he nacido!
Inmensa nostalgia invade mi pensamiento
Al verme tan solo y triste cual hoja al viento
Quisiera llorar, quisiera morir de sentimiento
¡Oh Tierra del Sol! Suspiro por verte
Ahora que lejos yo vivo sin luz, sin amor
Y al verme tan solo y triste cual hoja al viento
Quisiera llorar, quisiera morir de sentimiento
¡Oh Tierra del Sol! Suspiro por verte
Ahora que lejos yo vivo sin luz, sin amor
Al verme tan solo y triste cual hoja al viento
Quisiera llorar, quisiera morir de sentimiento

Como una expresión artística que alcanzó un alto desarrollo mucho antes de la
conquista, la vestimenta mixteca se diferencia del resto por su color natural,
proveniente de unas complicadas técnicas en la elaboración de los hilos de algodón,
conocidos como coyuchis. No obstante, ésta indumentaria ha sufrido importantes
cambios a través del tiempo.
Aspectos de la vestimenta mixteca femenina.

En un principio la vestimenta mixteca de la mujer era una tela rectangular atada a la


cintura con los senos al descubierto, luego, con la prohibición de este tipo de
indumentarias indígenas, empezaron a usar el huipil, el cual tiene un bordado de siete
pliegues tejido minuciosamente alrededor del cuello, compuesto de toda la flora y la
fauna de esta cultura.

Por otra parte, también visten con una blusa con bordados alrededor del cuello y las
mangas, combinada con una falda tejida en algodón y teñida con extracto de caracol
de colores vivos, aunque, en la actualidad es adornada con tres listones coloridos, que
simbolizan los territorios de la cultura mixteca.

Además, debajo de la saya usan un refajo de manta sujeta con un ceñidor negro y un
pañuelo que cuelgan en su cuello junto con collares. En cuanto al peinado, se
caracteriza por ser un trenzado largo anudado en la frente y decorado con cuatro
listones de colores con un clavel rojo. Como toque final, el calzado son los huaraches o
sandalias con dos correas blancas.

Es importante destacar que los bordados que adornan los cuellos del huipil o la blusa,
son realizadas con la técnica del telar de cintura, que consiste en que la abertura de la
prenda, teniendo la medida del talle, debe pasar ajustada por la cabeza para
demostrar la virginidad de la mujer, en caso de ser soltera.

La vestimenta mixteca masculina.

Durante la época prehispánica, la vestimenta mixteca masculina era una manta


anudada al hombro y un taparrabos, posteriormente, fue común que usaran
una camisa de manta y un calzón parecido a un pantalón, acompañado de un pañuelo
atado a la cintura y otro en el cuello.

Adicionalmente, sobre el hombro llevan un cotón tejido de lana, combinado con un


sombrero de palma de ala ancha, fabricado con técnicas de tejido indígena, y unos
huaraches de piel con tres correas.

De esta manera, la vestimenta


mixteca representa una
maravillosa tradición heredada, que
con complicadas técnicas
logra motivos estilizados y
simbólicos, que conforman la
identidad cultural de este pueblo.

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