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PSICOLOGÍA Y EPISTEMOLOGÍA GENÉTICA CÁTEDRA II

Prof. Titular: Diana Fernández Zalazar

TRABAJO INTEGRADOR GRUPAL

Educación e innovación tecnológica en entornos y nuevos contextos de


aprendizaje.

COMISIÓN 11

Prof. Trabajos Prácticos: Martin Barrera Oro

Fecha de entrega: 10/11/2020

Resumen
El objetivo del presente trabajo es reflexionar sobre el impacto de las TIC en la
educación, repasando sus ventajas y desventajas, a fin de pensar acerca de sus
potencialidades, para considerar de qué manera podrían implementarse nuevas
didácticas en el proceso de enseñanza-aprendizaje y generar prácticas consistentes con
el entorno. Nuestra hipótesis supone que a pesar de la implementación de las TIC en el
ámbito educativo, aún no se ha logrado generar un cambio verdaderamente sustancial en
la metodología, para comprender de otro modo el aprendizaje. Para ello, realizamos un
breve recorrido por las metodologías precedentes a las TIC, y exponemos los trabajos e
investigaciones que destacan la naturaleza activa del aprendizaje. A partir de lo
desarrollado, concluimos que, más que nunca, en la época actual, la educación debe
garantizar un aprendizaje integral, en el que se priorice no sólo la aprehensión de los
contenidos por el alumno, sino también que sea capaz de desarrollar un pensamiento
crítico, y entablar relaciones comunitarias con sus pares. Para esto, sugerimos es posible
la implementación de métodos que fomenten la cooperación, junto con el implemento de
las TIC y en donde los docentes ayuden a construir conocimiento, pero dejen crear
libremente, dónde el aprendizaje sea en uno junto al otro.

Palabras clave: Educación, TIC, construccionismo, metodologías, cooperación

Introducción

Resulta evidente que las nuevas tecnologías fueron modificando radicalmente


todos los aspectos de nuestra vida y en ciertas ocasiones tempestivamente. Algunos
ámbitos se vieron enormemente favorecidos por la incorporación de las mismas pero
quizás un sector más reticente fue el educativo Coll, C.(2004). Al respecto, Papert (1996)
nos propone imaginar un grupo de viajeros en el tiempo, entre los que hay cirujanos y
maestros del siglo pasado, para observar los procedimientos que se llevan a cabo en
nuestro mundo actual: “¡Piensen en el desconcierto de los cirujanos al hallarse en el
quirófano de un hospital moderno! Aunque quizá comprendan que se está llevando a cabo
una operación quirúrgica de algún tipo, es poco probable que descubran de qué se trata.”
Destaca que no ocurriría lo mismo con los maestros de escuela. Si bien le llamarían la
atención algunos cambios, no sería tan distinta la vieja escuela de la actual.

En el presente trabajo abordamos la relación entre las tecnologías de información y


comunicación (TIC) y la educación. Para ello emprendemos un breve recorrido por las
transformaciones metodológicas que se han desarrollado a lo largo del tiempo en el
ámbito educativo, según las necesidades de los distintos contextos socio-históricos lo han
demandado, centrando el interés, principalmente, en la transición de un método
tradicional industrialista hacia aquellos métodos que tienen vigencia hasta la actualidad.

En el marco de un mundo dominado por la ciencia y las tecnologías, en el que el


uso de éstas está generando nuevas y distintas formas de aprender (Sánchez, 1999) se
ha comenzado a considerar que debería haber un cambio en las maneras en las que los
docentes, en tanto actores del proceso educativo, promueven el aprendizaje, llevando a
desarrollar transformaciones pedagógicas mediadas por las TIC, que se integren en las
dinámicas de enseñanza para potenciar en los alumnos simultáneamente la autonomía, y
la interacción grupal en el trabajo colaborativo con la participación activa de cada
estudiante en su formación académica (Papert, 1993). Vinculado a esto, tomamos en
cuenta las investigaciones y trabajos realizados sobre el método SOLE y el modelo EMI,
que ponen el acento en el trabajo colaborativo, y el uso de la tecnología como medio
motivacional, donde el aprendizaje es autodirigido. En consonancia con Mitra,
entendemos que deben haber cambios significativos donde el alumno pueda encontrar
qué aprender y cómo aprender eficazmente, apelando a la creatividad que es más
importante que el orden y el método (Mitra , 2014).

Consideramos relevante analizar este tema, puesto que es innegable que con la
llegada de las TIC se ha renovado la manera de concebir enseñanza y el aprendizaje,
pero nos preguntamos si acaso el modelo educativo contemporáneo, que implementa y
promueve el uso de las TIC, aún no haya logrado potenciar al máximo esta valiosa
herramienta para generar un cambio radical y necesario en la educación. Esta pregunta
cobra más fuerza teniendo en cuenta la situación de confinamiento que estamos
transitando y su impacto en la manera habitual de impartir clases, donde las TICs han
tomado un papel esencial para la enseñanza. Es importante aclarar que nuestra hipótesis
supone exponer los potenciales beneficios derivados del desarrollo de un método
educativo que integre la participación de los docentes como el uso de la tecnología, sin
prescindir de ninguno.

Desarrollo

Breve recorrido por la metodología educativa precedente

Para comprender con qué tradición viene cargada la educación en la actualidad, es


necesario hacer un breve repaso histórico de los métodos de enseñanza que, a pesar de
los grandes avances tecnológicos y cognoscitivos, en ciertas cuestiones no han logrado
adaptarse a las nuevas posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías. Los paradigmas
de la educación son oscilantes en consecuencia de lo que las sociedades esperan que en
ellas se desarrolle. Es evidente que el objetivo de la educación fue variando en cada
época y región del mundo, sin embargo, han prevalecido las prácticas en las que el
docente persiste como un mero transmisor de conocimiento y el alumno está limitado a
recibirla como es dada y asimilarla por medio de la repetición y ejercicios que
descontextualizan su concreta utilización.

Con la llegada de la Revolución Industrial, el Método Tradicional o Industrialista, fue


una oportunidad para configurar los sistemas educativos en base a los valores que se
consideraban adecuados en la época, a un gran número de personas al mismo tiempo. La
premisa de la que se partía, era: el conocimiento está afuera, y es necesario importarlo a
la escuela para considerarlo como conocimiento válido. Así, influenciadas por la
producción masiva, las escuelas eran “las máquinas de enseñar” donde los docentes,
desde sus aulas como compartimentos en los que se aplicaban protocolos rutinarios, eran
emisores de conocimiento y evaluaban sólo el contenido que aparecía en los manuales.
El alumno asentaba el conocimiento haciendo uso de la memorización por sobre la
comprensión, lo que resultaba una pérdida de valor de la conceptualización de la tarea. La
autodisciplina era el principal requisito: el silencio en clase, postura correcta y sumisión al
maestro, una imagen semejante a la “Caverna de Platón” en donde sujetos sólo pueden
mirar al frente, ignorando la realidad, cegados por la oscuridad que se les presenta. La
escuela en este escenario, fue conformada a semejanza de una base militar, donde hasta
el espacio para el recreo se convirtió en otra forma más de vigilancia, “un panóptico que
todo lo ve” (Foucault, 1988). Primaban sentimientos de obligatoriedad, comportamientos
mecanizados, y debido a esto, un compromiso temporal del alumno en su proceso de
aprendizaje, puesto que, siguiendo las palabras de Sugata Mitra (2014), las instituciones
educativas requerian de un código estricto de vestimenta, como también de normas y
órdenes, que eran obedecidas por los alumnos a quienes no se les enseñaba a hacer
preguntas y eran visto como sujetos pasivos de conocimiento. La educación tradicional
elige los contenidos , propone y proporciona lo que debe ser de interés a los alumnos. La
verdadera educación es aquella que incentiva a los alumnos a pensar por sí mismos, la
que otorga herramientas con las cuales puedan resolver problemas de la vida cotidiana.
(Perkins, 2001).
Es así como se adoptó un modelo de fábrica en donde se producían
empleados-alumnos- homogéneos. Las habilidades demandadas eran la lectura, escritura
y aritmética; pero esto ya no basta a la hora de ser un ciudadano “capacitado” (Mitra,
2014). En este paradigma, que desde décadas se mantuvo con una metodología
conductista de alumno pasivo ante la información brindada por el maestro, no se intentaba
potenciar las capacidades individuales de los individuos, sino por el contrario, se buscaba
un homogéneo desarrollo de los conocimientos en las áreas con el objetivo de formar
ciudadanos capacitados para contribuir al país desde las exigencias presentes de la
sociedad. Mitra (2005) al respecto, comentaba que la uniformidad es una característica
que se privilegia en la educación tradicional, donde se busca que todos tengan los
mismos conocimientos sobre todos los temas, que todos sean uniformemente mediocres,
puesto que resulta una metodología sencilla.
La facilidad de aplicación de este sistema y la posibilidad de ofrecer educación a
gran parte de la población convirtieron al modelo de educación tradicional en el
privilegiado, aplicándolo en la gran mayoría de escuelas. Aún hoy en día, parte de esto
sigue vigente.

Las TIC como respuesta al nuevo aprendizaje

El lento ritmo de cambio en el sistema de enseñanza, en cuanto a currícula,


métodos y evaluación, era acorde a los cambio socio-políticos. Sin embargo, con el
incipiente desarrollo tecnológico de la época, se comenzó a replantear si estas maneras
tradicionales eran las adecuadas para el desarrollo de los sujetos. De esta forma, se
reconsideró el uso de las nuevas y recientes tecnologías en las prácticas cotidianas de
aprendizaje. Esta idea fue ganando popularidad hasta su concreta aplicaciòn. A su vez,
era notorio el prejuicio que había sobre las cualidades provechosas que ofrecían las TIC ,
y es allí en dónde radica la dicotomía entre la educación cuyos métodos vienen cargados
de una larga tradición, en contraposición con las nuevas tecnologías, que llegan a
cambiar el paradigma.
Cuando finalmente las computadoras habían llegado a las escuelas, la cantidad era
escasa para la cantidad de alumnos, y la administración de los equipos era otorgada a
aquellos docentes que, con entusiasmo, creían en el potencial para un cambio
revolucionario, que dicha herramienta aportaría. Sin embargo, el aumento de la cantidad
de computadoras por usuarios, generó el agrupamiento de todas las computadoras en un
solo sitio, el laboratorio de informática. Esta manera de tener todas las maquinas reunidas
en un laboratorio es buena siempre y cuando permita el encuentro y desarrollo de todas
las demás materias que estaban separadas Papert (1993).
A partir de este intento fallido de una intervención tecnológica en la educación que
modificara sustancialmente la metodología hasta entonces aplicada, se empezó a pensar
en la necesidad de un manejo de las nuevas tecnologías que permitiera realmente
evolucionar y desarrollar las capacidades cognoscitivas, por parte de los sujetos, producto
de la interacción tecnológica (Zalazar, 2008).
Los aportes de Seymour Papert (1982), un matemático y co-fundador del
Laboratorio de Inteligencia Artificial, han sido trascendentales en este sentido.
Estableciendo sus raíces en los desarrollos piagetianos, que destacan a los sujetos como
constructores de conocimiento, en tanto no conocen abstrayendo las propiedades del
medio como tal, sino ejerciendo acciones sobre los objetos; propuso un modelo
alternativo: el "Construccionismo". Este modelo establece que quien aprende debe
construir sus conocimientos, partiendo de la base de que la función del docente no es
proporcionar conocimientos preestablecidos e inmutables, sino proveer las herramientas
para que los niños puedan crear sus propios conocimientos. Ello se sitúa en consonancia
con Piaget (1978), quien hizo énfasis en la idea de que hay que dejar a los niños construir
su propio conocimiento ya que todo lo que se les enseña, se les impide inventarlo. La idea
de Papert (Neri, 2002) radicó en la constitución de un entorno donde el niño construya
(programe) acorde a sus posibilidades y habilidades, en tanto sus construcciones gráficas
se vinculen a su personalidad y al contexto afectivo en la relación de su accionar con la
máquina. Papert, basándose en el constructivismo piagetiano, expresó que es necesario
aprender lo nuevo en relaciòn con algo anterior -que ya se posea-, luego, tomar eso
nuevo que se aprendió, hacerlo propio y construir con ello (Neri, 2002). Lo planteado por
Papert concuerda con nuestro método planteado, en donde prevalece el aprender por
sobre el aprobar, construyendo conocimientos a partir de las propias acciones, pero en un
marco en donde el docente es instructor, y a su vez, instruido, generando un intercambio
intersubjetivo de conocimientos.
Siguiendo con la línea construccionista, y en relación a la implementación de
nuevos métodos educativos que integren las TIC, es relevante, también, la mención de un
método innovador, que ha puesto en duda la tradicional necesidad de un adulto instructor
para aprender. El método SOLE, es un enfoque pedagógico que pone en práctica la
Educación Mínimamente Invasiva (EMI), es decir, que se vale del ambiente de
aprendizaje para permitir que un grupo de niños se motiven lo suficiente para que puedan
aprender por ellos mismos, ayudándose los unos a los otros, recibiendo una mínima o
nula intervención de un adulto. Surgió a partir de los experimentos llevados a cabo por el
profesor Sugatra Mitra (2000-2004) en zonas rurales marginadas de India, donde se
realizó un “un agujero en la pared” y se introdujo una computadora , para promover la
Alfabetización Digital, es decir, la formación sobre las funciones de las TIC, a fin de que
pueda haber una adaptación a las novedades que trae consigo la revolución tecnológica,
ya que la EMI, propone que los individuos trabajen en grupos autoorganizados, poniendo
poco énfasis en lo individual y que tengan acceso a recursos necesarios de forma
autónoma, ya que el aprendizaje es un proceso que el alumno construye, no un proceso
que es construido para el alumno (Mitra, 2010). La diferencia fundamental entre SOLE,
cuyo objetivo es disminuir los factores negativos como también potenciar los positivos, y
sus experimentos anteriores, radica en donde se desarrollan los mismos, pasando de “el
hueco en la pared” a un espacio cerrado en la escuela donde se desarrollaría SOLE,
donde la cantidad de computadoras es menor a la cantidad de alumnos, con el objetivo de
la interactividad entre los individuos que compartan computadora y al mismo tiempo con
los individuos de otras computadoras, pero Mitra también destaca que el rol del docente
debe ser mínimo, de manera que solo supervise a los niños pero no interfiera con su
desarrollo.
Los experimentos realizados por Mitra, comprobaron su hipótesis y fueron
consolidando un método pedagógico, que difiere considerablemente de los métodos
tradicionales usados en las escuelas, contando con los resultados de los experimentos,
Mitra y DeBour (2005) descubrieron que los niños podían, mediante la utilización de
computadoras e internet, aprender independientemente de quienes eran o qué idioma
hablaban. Por supuesto que aquello no sucedió por arte de magia, sino que fue un
proceso plegado de perturbaciones y contradicciones pero que arribó a una equilibración,
en tanto proceso autorregulado, ya que no es estático ni permanente, sino que en él
surgen transformaciones, llegando a mayores niveles, que denotan un equilibrio más
estable en tanto reversible (Zalazar, 2002). Estos resultados, mostraron la importancia de
la colaboración entre los individuos a la hora de aprender, que no necesariamente debe
ser con la ayuda de un adulto: el aprendizaje tiene lugar cuando los niños se enseñan
entre sí. Juntos descubren y aprenden, en un proceso constructivo de conocimiento
(Mitra, 2010). Aun así en varios casos, y esto es otro descubrimiento que tuvieron Mitra,
Dangwal y Thadani, la causa del fallo de la educación tradicional no solo provenía de la
metodología, sino que también un factor influyente es la zona donde residen los
individuos, logrando descubrir que, a causa del bajo poder adquisitivo que se obtenía en
las regiones suburbanas, las y los profesores de buen rendimiento tendían a migrar a
otras zonas . Por esto, Mitra señala que, debido a que el proceso de la EMI depende de
la exploración y el descubrimiento, trabajar en grupos es fundamental y reduce las
posibilidades de que un educador mal capacitado no potencie sus capacidades. Esto se
refleja en los experimentos del “agujero en la pared”, ya que los niños estaban inmersos
en su actividad, viéndose afectados entre sí y en donde el aprendizaje debe depender no
solo de los aprendizajes pasados sino también de los futuros (Mitra, 2010). Nuevamente,
podemos ver aquí la implementación de métodos innovadores, que ponen énfasis en los
alumnos como constructores de conocimiento, proporcionándoles las herramientas
necesarias para ello, como son el uso de las TIC.
Cabe destacar que el método SOLE no solo beneficia a los niños que desarrollan sus
trabajos de manera interactiva con sus compañeros, sino que también se da un beneficio
por parte de los padres y docentes en cuando a un prejuicio a las capacidades de los
niños para investigar, también en la formulación de preguntas con las que pueden guiar
una actividad, de esta manera se plantea un método de enseñanza menos jerárquico
entre adultos y jóvenes, y al mismo tiempo más reciproco entre sí al priorizar la
investigación sobre la respuesta en si. El gran acierto del método SOLE radica en lograr
potenciar las capacidades que la escuela tradicional en gran medida no le da a una
entidad tan significativa como en realidad lo es. Mitra, S (2010)
La realidad de lo virtual

Aunque mucho se ha hablado de la utilidad de las tecnologías de la información y


comunicación (Tics) en lo que a futuro se espera que sea el nuevo paradigma natural de
la educación por sus grandes ventajas, no prescinde de errores, y es necesario exponer
donde pueden radicar algunos inconvenientes en lo que respecta a esta, en una
coyuntura de estudio lineal donde lo que prevalece es la continua lectura del material de
manera que la adquisición de conocimiento sea mediante repetición, la transmedia, donde
la información está dispersa por distintos medios,y al mismo tiempo disperso dentro de
estos en distintas aplicaciones y redes, lugares donde el sujeto debe colocarse en una
posición activa para adquirir estos conocimientos, puede procurar una dificultad y así al
mismo tiempo ser contraproducente y esto fue previsto por Zalazar (2016) quien expone
que es posible que, ante la gran cantidad de estímulos provenientes de los distintos
medios que entre las tantas opciones multimedia, con las cuales antes no se contaba,de
los cuales se conforma la información, pueden conllevar al riesgo de una deriva sin un
sentido aparente y así, la transmedia puede adquirir para el sujeto una característica
apabullante, que culmina por generar demasiada información que el sujeto no logra
interrelacionar y completar, y, por lo tanto, no logra la adquisición de conocimiento.
Otro problema que surge es hacia qué parte de toda la información multimedia se
debe hacer foco de estudio y esto es previsto por Zalazar (2016). Mencionamos también a
Wagner, cuya idea principal es que cuando los individuos están en situaciones en las que
hay múltiples fuentes de información procedentes del mundo exterior, no son capaces de
filtrar lo que no es relevante para su objetivo, aunque en el sentido que dicha autora lo
menciona no es de carácter negativo, la idea nos permite desarrollar el sentido en que
puede ser perjudicial, además de confusión sobre si se está enfocando bien hacia lo que
se quiere estudiar al mismo tiempo provoca una frustración de sentirse excedido por la
información que logra una mayor facilidad a la distracción, claro lo expone Zalazar (2016)
cuando redacta que las nuevas necesidades y demandas que se desarrollan por los
nuevos medios de información no solo implican una demanda al procesamiento cognitivo,
sino también a la atención que puede brindar un niño con gran optimismo la autora ve un
desafío en las tics pero por su sentido “libre”, la libertad de investigación por parte de los
individuos puede rápidamente perderse y caer en una distracción que poco tiene que ver
con la tarea asignada, Zalazar expone el desafío que provoca esto en los individuos,
quienes deben mantener una concentración suficiente para lograr utilizar la multimedia y
no fallar en el intento.

Nuevas tecnologías: ¿Nueva educación?

A pesar de los mencionados progresos, podríamos pensar que la situación actual


con respecto a la educación, no dista mucho de lo que señalaba Papert (1997) en su
momento. Es decir, que la incorporación de las TIC en la educación, resulta tan poco
novedosa como verdaderamente transformadora. Sin embargo, es indudable que su
inclusión en la enseñanza ha cambiado ciertas concepciones sobre el aprendizaje y la
manera de impulsarlo.

Acaso esta dificultad para darle un giro sustancial a la educación, esté vinculada
con el enfoque que predomina en la interdependencia social que se promueve desde las
metodologías de hoy. Sabemos que la interdependencia social es inherente al ser
humano, puesto que es un ser social. A la luz de los aportes de la Teoría de la
Interdependencia Social, desarrollada por David y Roger Johnson (1998) investigadores
especializados en el aprendizaje colaborativo -que establece que los resultados de la
interacción entre individuos dependen de la manera en que su interdependencia sea
estructurada- y el anterior recorrido por la metodología de enseñanza que hemos
realizado, notamos que con la incorporación del Método Industrialista, en la educación se
reforzaron tendencias individualistas, producto de una interdependencia nula entre los
individuos, en la que no existe interacción de aprendizaje entre ellos puesto que trabajan
independientemente sin intercambios con los otros; y competitiva, resultado de una
interdependencia negativa entre los individuos, que desemboca en una interacción de
oposición, en la que cada uno alienta sus propios esfuerzos por aprender, en detrimento
de los esfuerzos del otro (Deutsch, 1962; Johnson & Johnson, 1989). Como hemos visto,
a lo largo de los años, muchos aspectos de este método han sido modificados
drásticamente, sin embargo, a pesar de las innovaciones estructurales ligadas con la
incorporación de las TIC, habrían persistido en las diversas configuraciones del sistema
educativo, algunas prácticas en las que predominan estos tipos de interdependencia
social. Notamos que la manera actual en que se encuentra orientada la metodología de
enseñanza, está mayormente dirigida hacia la competitividad entre alumnos, en un
ambiente en el que para obtener una nota alta, se movilizan los unos contra los otros, por
querer llegar a un objetivo que presenta al aprendizaje como algo superficial (Johnson &
Johnson, 1999). En las clases, cada alumno se propone alcanzar objetivos individuales,
trabajando a su propio ritmo con los materiales de trabajo asignados, ignorando las metas
de aprendizaje de otros integrantes del grupo. En cuanto a las evaluaciones, suelen
realizarse por medio de exámenes parciales y/o integradores en los que se exige que sus
esfuerzos de aprendizaje sean más eficaces que los de sus compañeros, y cada
estudiante es clasificado según los puntajes obtenidos (Deutsch, 1962; Johnson &
Johnson, 1989). Este enfoque, disminuye la motivación y el compromiso con las tareas,
ya que se encara el desempeño hacia la obtención de una nota de aprobación de los
contenidos, en lugar de considerar como prioridad aprehender los contenidos.
En contraposición a esta modalidad, entendemos que es relevante tomar en cuenta
otro enfoque de interdependencia social en la educaciòn: la interdependencia positiva.
Esta resulta en una interacción promotora, en la que cada individuo alienta y facilita los
esfuerzos del otro por aprender: aquí surge la cooperación. El aprendizaje cooperativo es
entonces una metodología que se aplica con la formación de grupos reducidos en los que
se posibilita el desarrollo de habilidades sociales, y cada miembro toma parte en el
aprendizaje de los demás, además del propio (Johnson, Roger T.; Johnson, D., 1999).
David Johnson (1999) explicó que a menudo surgen concepciones erróneas al respecto,
ya que la cooperación no se da con el simple hecho de reunir a los individuos e
informarles que son un grupo. Es necesario enseñarles que con su pertenencia al grupo,
todo esfuerzo individual no se halla orientado ya al beneficio propio, sino al beneficio del
conjunto, y no existirá un éxito individual, si no triunfan todos los miembros. Este enfoque,
contribuye a una mejor convivencia y un aprendizaje más efectivo, ya que los alumnos
trabajan en pos de alcanzar sus propios logros y favorecer que sus compañeros alcancen
los suyos, al mismo tiempo. Esto se concreta cuando pueden ofrecerse ayuda eficaz,
proporcionándose entre sí una retroalimentación para un mejor ejercicio de las actividades
encomendadas al grupo, desafiando las conclusiones del otro a fin de lograr más amplios
razonamientos sobre las situaciones problemáticas a las que se enfrenten, que
favorezcan la calidad de las decisiones tomadas. Es fundamental aquí, actuar de forma
confiada y confiable (Johnson y Johnson, 1989).

En sintonía con esta perspectiva, Lev Vygotsky con su Teoria Socio- Historica
(1996) propone que los logros del ser humano se originan en sus relaciones sociales.
Para Vigotsky (1996), la participación de cada individuo en la comunidad refiere una
posibilidad de desarrollo individual asì como a nivel de la comunidad. Los alumnos
estimulan o dificultan el aprendizaje de sus pares o lo ignoran completamente,
dependiendo qué forma de aprendizaje sea privilegiada en la configuración educativa. En
el siglo XXI, el enfrentamiento entre prácticas instruccionistas, teñidas de la creencia de
que debe procurarse perfeccionar la instrucción de la escuela para lograr el máximo de
aprendizaje, contra las prácticas construccionistas, cuyo objetivo es favorecer el mayor
aprendizaje con el mínimo de enseñanza (Papert, 1993) está presente más que nunca.
Es en esta discusión en la que surgen dos visiones involucradas sobre el modo de
potenciar el aprendizaje, que responden a los conceptos desarrollados por Perkins (2001).
La persona solista, se presenta como el enfoque individualista que ciertas prácticas
psicológicas y educativas promueven, que no supone más que al sujeto que aprende en
solitario con su conocimiento, sin tomar en cuenta los recursos de su entorno; en
contraposición con la persona-más, un enfoque que se basa en la concepción de las
Cogniciones Distribuidas, que propone a la cognición humana expandida más allá del
propio sujeto, abarcando también al entorno en el que se halla inmerso, con las personas,
herramientas y medios simbólicos de los que se vale el individuo para aprender.
Perkins(2001) comenta al respecto que no es verosímil que las escuelas, que intentan
preparar a los alumnos para la sociedad, hagan tanto hincapié en la la persona solista, ya
que en la vida real, no existe individuo aislado, es por ello que las escuelas deberían
ayudarles a desarrollar el arte de la cognición distribuida. Por esto mismo, Papert (1992)
nos decía que el contexto propicio para el desarrollo humano es siempre una cultura y
nunca una tecnología aislada. La tecnología constituye un medio adecuado para favorecer
un cambio en la cultura, y en los modos de pensar y aprender de las personas. Pero si lo
que se desea es impulsar un cambio, se debe centrar la atención en la cultura, no en la
tecnología. Teniendo en cuenta lo mencionado, el enfoque Histórico Cultural planteado
por Vigotsky, desarrolla el concepto de mediación instrumental en donde se aborda la
acción mediada, que es específica de los humanos en tanto funciones psicológicas
superiores, concedida a través de herramientas y signos (Mayol 2017). Entiende que la
función de la herramienta es la de servir de conductor externamente orientado, que influye
sobre el objeto de la actividad, puesto que su uso expande grandemente las actividades
en las que se aplican las funciones psicológicas (Vigotsky, 1996). En relación a esto,
vemos que la tecnología podría utilizarse como herramienta mediadora entre el sujeto que
conoce y el objeto a conocer, aunque es necesario otro elemento. El aprendizaje se
genera en el proceso de colaboración de los estudiantes entre sí, y con los docentes, que
les presentan instrumentos mediadores simbólicos y ciertas indicaciones para que
valiéndose de estas, logren organizar y controlar sus funciones psicológicas naturales
mediante estos instrumentos culturales, de esta forma cada uno aporta desde su lugar y
contribuye en el aprendizaje del grupo. Siguiendo con nuestra inicial propuesta, el docente
debe participar en la construcción del conocimiento junto con el alumno, generando lo que
Vigotsky (1996) denomina como Zona de Desarrollo Próximo, que refiere a la distancia
entre un nivel de desarrollo real -lo que puede hacer solo el sujeto- y un nivel proximal
-aquello a lo que se puede arribar con la ayuda de un otro, conocedor de ciertos saberes
que el sujeto no posee-, es esta ùltima instancia la que sirve de andamiaje para que el
niño aprenda lo que no sabía. Se trata de un concepto central, ya que demuestra el
carácter social del conocimiento, y la importancia del trabajo cooperativo, que amplía las
capacidades cognitivas de un individuo. Es por ello que ambos roles, alumno-docente
deben ser activos y participar en la construcción del conocimiento.

El profesor cumple siempre un papel fundamental. En el uso de las tecnologías


también, debido a la importancia didáctica que tiene las TIC y en su buen uso. El docente
actual no solo debe tener en claro la utilidad de la tecnología en el proceso educativo sino
que también debe promover la investigación y el uso de la herramienta como un recurso
valioso que puede ser usada para incentivar al estudiante, despertar en él la motivación
hacia el aprendizaje y desarrollar estrategias y habilidades que permitan poder pensar por
sí mismo en la resolución de problemas (Delgado, 1998:1) Lo que destaca a un docente
no es el conocimiento instrumental sino el poder implementar propuestas apropiadas y
acordes con las nuevas tecnologías. Zalazar, D y Neri, C (2008)

Es por ello que los docentes deben permanentemente estar actualizándose en la


implementación de las tecnologías al aula y en la manera en que los estudiantes van
asimilando los cambios impartidas por la misma. Se debe tener en cuenta que, debido a
las nuevas implementaciones tecnológicas, la lectura, según Zalazar (2016), ya no es lo
que solía ser. Contamos con diversos dispositivos en donde leemos a la vez múltiples
textos, lo que denota el carácter fragmentario de la misma. Es entonces que no podemos
pensar a los sujetos como meros “lectores” concentrados sin más, sino también
escritores, actores que se involucran en la lectura pero, además, se encuentran inmersos
en un ambiente rodeado de estímulos distractores (Zalazar, 2016). Esto refleja aún más la
necesidad de implementar métodos que se adapten a las circunstancias del medio para
así potenciar las capacidades, incluso en la situación actual pandemia, se hace más
presente que nunca lo planteado por Zalazar en donde la vida se torno más virtual que
real. Scolari señala que las nuevas generaciones han crecido en un mundo donde la
tecnología era parte de la vida cotidiana. Inmersos en el mundo digital, han desarrollado
nuevas formas de lectura. Dichos usuarios fijan la mirada en el centro, desarrollando una
gran capacidad lateral, lo que no descarta la nueva forma de leer un texto impreso. Esto
es sumamente interesante y nos lleva a la investigación realizada por Morkes y Nielsen,
quienes detectaron nuevos criterios respecto a la escritura y lectura en entornos virtuales.
Se valora la información rápida, como si escanean las páginas, donde la información este
bien organizada, textos cortos y puntuales, donde la conclusión se encuentre al inicio, o
sea, que brinden un resumen de jerarquía invertido con inmediatez de la información.
Zalazar, D y Neri, C (2008)
Además de la situación actual que atraviesa el mundo por la pandemia, es
necesario que los sujetos puedan adaptarse a las perturbaciones que se presentan para
poder lograr un equilibrio. Esta idea fue planteada por Piaget (1979) según la cual la
adaptación supone la equilibración entre la asimilación -acciones del sujeto sobre los
objetos, modificándolo e incorporándose a sus esquemas- y la acomodación-
transformación de los esquemas del sujeto para adecuarse a las exigencias del medio
que resulta de una modificación debido a la propia acción. ESTA PARTE?13

Conclusiones

Luego de un recorrido histórico desde la revolución industrial a nuestros días


podemos afirmar que la tecnología ha impactado de forma significativa en nuestras vidas
y por consiguiente en la educación. El uso de las TIC obliga a que los procesos de
enseñanza-aprendizaje deban actualizarse generando nuevos métodos y estrategias
didácticas.

Tal como lo describe Papert existe una resistencia al cambio tecnológico por parte
de la escuela, que a pesar de los avances, no se ha logrado, en muchos casos, un
megacambio.

En las investigaciones y trabajos realizados por Sugatra Mitra y Papert queda


demostrado que con la integración de las TIC, inclusive en las situaciones más hostiles,
se abren nuevas ventanas al mundo que permiten a estudiantes y profesores el acceso a
cualquier información necesaria en cualquier momento, la comunicación con compañeros
y colegas de todo el planeta para intercambiar ideas y materiales, para trabajar juntos,
trabajos colaborativos. La enseñanza centrada en el estudiante sin olvidar los demás
contenidos de la currícula, asegura a los estudiantes las competencias en TIC que la
sociedad demanda y otras tan importantes como la curiosidad y el aprender a aprender, la
iniciativa y responsabilidad, el trabajo en equipo, el trabajo colaborativo, para el desarrollo
de la vida cotidiana.

La tecnología aporta un medio muy importante para el proceso de enseñanza


aprendizaje. La tecnología por sí misma no cumple ni abarca la totalidad del objetivo
propuesto en la educación, es necesario que el maestro reconozca las TIC y las aplique
en su quehacer diario, en donde este y del estudiante puedan sacarle el mayor provecho.
Los docentes deben necesariamente actualizar sus estrategias de enseñanza, deben
incorporar la tecnología de manera innovadora ya que el uso apropiado de la tecnología
en los procesos de enseñanza aprendizaje contribuye a la construcción de sociedades de
conocimiento, pensantes e inclusivas Es de suma importancia el nuevo rol del maestro y
sea éste un gran motivador, facilitador del aprendizaje fomentando y respetando el
aprendizaje autónomo del estudiante de forma tal que pasa de ser transmisor de la
información, a ser quien orienta y guía al estudiante para que logre alcanzar las metas
propuestas.

Por todo lo anterior expuesto, podemos corroborar nuestra hipótesis que todavía
hace falta un real cambio en la educación para la incorporación de las TIC. Un cambio en
la base del proceso educativo, el cual ayude a incentivar, promover la búsqueda de
respuestas, un cambio en donde se ponga el foco en el estudiante, para que sea cada vez
más autónomo, pero sin dejar de lado el trabajo colaborativo que es sin duda muy
enriquecedor.

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