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Carlos E.

Tkach (2015)

Síntomas en los niños: neurosis infantil y neurosis de angustia

Editorial Eudeba. Buenos Aires

Freud diferencia a las neurosis actuales de las psiconeurosis. Las neurosis


actuales se dividen en: Neurastenia, Neurosis de angustia e hipocondría.

El autor se centrará en la neurosis de angustia en tanto neurosis actual y cuyo


síntoma principal es la angustia.

DEFINICIÓN

El mecanismo que Freud asigna a la formación de síntomas en las neurosis


actuales es la trasposición directa de la angustia, diferente a la psiconeurosis
donde lo que hay es una sustitución representativa: tienen un significado psíquico.

La hipotesis a desarrollar por el autor es considerar al síntoma de la neurosis


actual como el núcleo y etapa previa del síntoma psiconeurótico.

La neurosis de angustia (como neurosis actual) es la etapa previa de la


constitución del niño como psiconeurótico. Es decir que todo niño atraviesa una
neurosis actual en movimiento hacia la constitución de una psiconeurosis.

Neurosis actuales: Si bien no tiene un mecanismo psíquico como por ejemplo en


las psiconeurosis, lo que genera angustia es una acumulación de excitación
somática de naturaleza sexual. Acumulación que es consecuencia de una
descarga estorbada. La tensión física (somática) “no ligada psíquicamente” se
muda en angustia.

Es así que sostiene que, a una acumulación cuantitativa de tensión se adjunta una
modificación cualitativa: se transforma en angustia sin atravesar un proceso
psíquico, no hay simbolización de la excitación somática como por ejemplo en la
histeria de conversión.

Las neurosis actuales son la base para el posterior desarrollo de psiconeurosis.


- La neurastenia (neurosis actual) es el antecedente de la histeria de conversión
(psiconeurosis).
- La neurosis de angustia (neurosis actual) es el antecedente de la histeria de
angustia (psiconeurosis).

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CAUSA

Desde el punto de vista etiológico, en las neurosis actuales la causa es actual.


Actual como “presente en el tiempo”, es decir que estaría operando ahora en la
vida del niño.

Y actual en tanto “en acto”, lo cual implica la ausencia de mediación o de


elaboración psíquica.

En cambio, en las psiconeurosis la causa hay que buscarla en el pasado o en


acontecimientos pasados reactivados en el presente. La causa es el conflicto entre
instancias, a nivel psíquico.

Es así que que el autor se basa en una sintomatología especifica que se da en los
niños que pueden explicarse como pertenecientes a la neurosis de angustia en
tanto neurosis actual: presente en el tiempo y en acto.

Esta connotación va de la mano de pensar al niño como un sujeto en


estructuración psíquica, subjetividad en constitución por lo que:

Lo actual apunta a circunscribir causas actuales que operan en la vida del niño (no
a hechos del pasado como en la psiconeurosis) y en acto, como ya se dijo porque
no hay mediación psíquica (como en la psiconeurosis).

Los síntomas de angustia en los niños pueden dar cuenta de dificultades


inevitables en la constitución subjetiva hasta las perturbaciones de la constitución
en si lo que puede configurarse como un cuadro sintomatológico fijo.

SÍNTOMA

Los síntomas infantiles que desea explicar y a los que se refiere tienen en común
ser síntomas de angustia, es decir el síntoma es la angustia, que se exterioriza de
diversos modos: irritabilidad general, expectativa angustiada, el ataque de
angustia, los ataques de angustia rudimentarios (que comprenden perturbaciones
corporales), terror nocturno y dos tipos de fobias.

- Irritabilidad general

Indica una acumulación de excitación o una incapacidad para tolerarla. Se expresa


por una hiperestesia auditiva, que es también causa de insomnio.

- Expectativa angustiada

Es el síntoma nuclear. Se trata de la presencia de un quantum de angustia


libremente flotante que en función de la expectativa gobierna la elección y

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selección de las representaciones (concepciones pesimistas/peligrosas o morales)
y se halla dispuesta a conectarse y ligarse a cualquier contenido que le convenga.
Es energía libre, un “estado de angustia”, que constituye un fenómeno de fondo
permanente, crónico que puede transformarse en un ataque de angustia.

Ataque de angustia

Es una exteriorización del estado de angustia, que irrumpe de pronto en la


conciencia sin que sea evocado por nada.

La diferencia con la expectativa angustiada o “estado de angustia” es que esta se


mantiene latente, pero en continuo acecho. En cambio, en el ataque de angustia
no opera la expectativa, es decir, no hay una forma de anticipación, la irrupción es
repentina. Entonces la expectativa podría ser el paso previo a que se dé el ataque.

En la expectativa angustiada hay una posibilidad de operación de las


representaciones, es decir que se produzca una conexión que le conviene al
estado de angustia latente, por ejemplo, peligro de muerte, de enfermedad, de un
accidente. En el ataque de angustia, en cambio, por su irrupción sin preparación,
la vivencia de aniquilación, de morir o de volverse loco enfatiza la sensación de su
inminencia o de realizado.

Aunque el ataque no se acompañe de representación, el sujeto registra un estado


de terror.

- Equivalentes del ataque de angustia o ataques de angustia


rudimentarios

Son perturbaciones corporales que acompañan a la angustia por sí sola y de


forma aguda se vuelve el ataque mismo. Pero como la alteración corporal esta en
un primer plano, no hay un registro psíquico de la angustia que hay de fondo.

Esto incluye perturbaciones de la actividad cardíaca (arritmias leves, taquicardias,


debilidad del corazón), respiratoria (disnea y ataques de asma), digestiva
(nauseas, ganas de vomitar, hambre insaciable, diarrea), parestesias, sudor,
temblores, vértigo locomotor (mareos), etc. Muchos de estos síntomas pueden
aparecer de manera crónica.

Aquí la angustia como ataque se traspuso al cuerpo, y es irruptora y aguda.

- Terror nocturno (adultos) pavor nocturno (niños)

Aparece como una variedad del ataque de angustia, que se acompaña de


angustia, disnea, sudor, etc. Puede estar enlazado con la reproducción de una

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vivencia o de un sueño, con lo cual adquiere un sesgo histérico pero también se
presenta puro y sin sueño.

- Dos tipos de fobias típicas

Ambas se desarrollan sobre la base de la expectativa angustiada, es decir, que


implican uno de los modos de la angustia libre y flotante que, dejando de flotar, se
liga a representaciones.

1.El primer tipo de fobia se refiere a peligros comunes (serpientes, tormentas,


oscuridad),

2. El segundo tipo de fobia incluye la agorafobia con sus variedades colaterales


caracterizadas en su conjunto por referencia a la locomoción.

Estas fobias se diferencian de las fobias correspondientes a la psiconeurosis de


defensa y a las de la neurosis obsesiva.

En ambas fobias una representación se vuelve compulsiva por el enlace con un


afecto disponible. En ambas vale “el mecanismo de traslación (o trasposición) del
afecto” (se destaca aun el punto de vista económico) pero en las fobias de la
neurosis de angustia el afecto es siempre la angustia y no proviene de una
representación reprimida, por lo cual “el mecanismo de la sustitución” no vale para
las fobias de las neurosis de angustia.

Sintetizando

Mecanismo neurosis actuales: Trasposición directa. El afecto es siempre la


angustia (que no proviene de una representación reprimida), y la representación
se elige arbitrariamente.

Mecanismo de la psiconeurosis: Sustitución representativa.

Se denomina Acción Especifica a aquella que permite el alivio psíquico. La


neurosis de angustia se produce cuando falla esta acción específica, es decir,
cuando se impide el procesamiento psíquico y esto se desvía a una excitación
sexual somática. La acumulación genera displacer, y como consecuencia se
reacciona anormalmente. Es una angustia que no se enlaza psíquicamente.

La neurosis de angustia y el problema de la angustia

Hay una diferencia entre afecto de angustia y neurosis de angustia. En el caso del
afecto de angustia, la psique se siente incapaz para tramitar, mediante la reacción
correspondiente, un peligro con causa exógena. Es un estado pasajero.

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En cambio, la neurosis de angustia, se produce cuando la psique se nota incapaz
para reequilibrar la excitación generada endógenamente. Es un estado crónico,
constante; y se comporta como si la excitación se proyectara hacia afuera. La
noción de proyección nos remite a la relación interno-externo.

A) Angustia realista distinta a

B) Angustia neurótica.

La angustia neurótica se presenta de tres formas:

- Como angustia libremente flotante, en la neurosis de angustia.

- Como angustia psíquicamente ligada, en las fobias.

- Acompañada de síntomas o como estados equivalente de la angustia, en las


psiconeurosis.

En la angustia neurótica la libido esta aplicada de manera anormal, y en el caso de


la angustia realista la reacción es frente a un peligro. En el caso de las fobias se
ve con claridad el modo en que el peligro interior se traspone en peligro exterior.
Una angustia neurótica se muda en aparente angustia realista.

En su dimensión fisiológica, la angustia se define como un estado afectivo en el


que se distingue un carácter displacentero especifico, sensaciones corporales que
constituyen acciones de descarga y las percepciones de estas sensaciones.

Angustia-miedo-terror

La angustia se refiere al estado y prescinde del objeto. El miedo dirige la atención


al objeto y conduce a la fobia. El terror u horror surge como efecto de un peligro
que no es recibido con apronte angustiado, es el estado en que se cae cuando
hay un peligro y no se está preparado, se destaca el factor sorpresa.

Se concluye entonces: en la angustia hay algo que protege contra el terror, ya que
es una señal previa. La angustia puede presentarse como expectativa y como
desarrollo mínimo reducido a una señal, y el terror sería el desarrollo de angustia
llevado al máximo.

Podríamos afirmar que el núcleo genuino del peligro, que consiste en el factor
traumático que provoca la vivencia de desvalimiento, sería el núcleo de la neurosis
de angustia, ella misma como núcleo de psiconeurosis. La neurosis de angustia en
la infancia en tanto neurosis actual, como tiempo previo a la constitución de la
neurosis de la infancia.

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Los estados de angustia mas tempranos en los niños se explican por una libido
que quedo inaplicable. Estos estados de angustia se conocen como:

Fobias tempranas o Fobias regulares de la infancia

. la angustia frente a extraños, como la

. angustia ante la oscuridad o soledad

Se explican como una libido, cantidad de energía, que no se satisface que no


puede mantenerse en suspenso por lo que es descargada como angustia.

- La angustia frente a extraños surge porque el niño no encuentra lo que


espera ver: la persona amada. Su añoranza y desengaño se traspone en
angustia.

- La angustia frente a la oscuridad y a la soledad también se explican por la


nostalgia por la persona amada.

En ambas la situación de peligro indicada por esta angustia es que, si la madre no


está o ha sustraído el amor a su hijo, la satisfacción ya no es segura y
posiblemente queda expuesto a los más penosos sentimientos de tensión, lo cual
constituye una situación traumática. El rostro ajeno y la soledad dan cuenta de la
“añoranza de la madre, del rostro familiar” no hay satisfacción al deseo del niño de
la presencia de la madre. La frustración de esa excitación libidinosa, que el niño
no puede mantener en suspenso, se transforma en angustia. Se trata entonces de
la trasmudación directa de la libido.

Esta teoría de la angustia infantil va en el sentido de las neurosis actuales: la


angustia no es otra cosa que libido no empleada. Hay una excitación libidinosa
que no se satisface y en su lugar surge un estado de angustia.

Las fobias más tempranas de la infancia son fobias regulares, esperables; y son el
paso previo de las fobias de la histeria de angustia (psiconeurosis), que se trata de
la represión típica de las mociones de deseo provenientes del Complejo de Edipo.
Estas fobias son enigmáticas, a diferencia de las fobias de la temprana infancia
que sí permiten una explicación cierta.

Las fobias constituyen “las primeras neurosis de la infancia”, en las que un


desarrollo inicial de la angustia es relevada por la posterior formación de síntoma.
El miedo, es a la propia libido peligro interno que se traspone en peligro externo
produciendo la fobia, una angustia neurótica que se ha transformado en aparente
angustia realista debido a la proyección.

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Las fobias tempranas son diferentes a otras formas de neurosis en los niños
denominadas “neurosis declaradas”, como la zoofobia de Juanito. “Declaradas” se
entiende como manifiestas, opuestas a latentes.

Estas fobias esperables en la infancia se explican por, la endeblez del yo infantil,


la incapacidad del niño de distinguir la falta/ausencia verdadera del objeto amado,
de la temporaria.

El mecanismo que señala el pasaje de una angustia sin representación fija en su


origen a otra angustia ligada a una representación sustitutiva resulta de particular
interés para comprender muchos estados fóbicos tempranos de la infancia con
características agudas.

Tanto las fobias tempranas como la fobia propiamente dicha (Histeria de angustia)
se consideran ambas como una neurosis. Las primeras como una neurosis de
angustia, las segundas como una psiconeurosis.

En el caso de los niños, hay proyección como mecanismo originario de defensa


para tratar los estímulos endógenos como exteriores, pero todavía no habría
represión en el mecanismo de estas fobias infantiles tempranas.

A medida que el niño crece, se independiza y se constituye su aparato psíquico,


manejara de otra forma las situaciones de peligro, con menor debilidad yoica.

Las condiciones de angustia

Si se consideraba a la angustia como una señal de afecto del peligro de


castración, en las fobias tempranas la angustia se trata como una reacción frente
a una perdida, una separación o como una reacción frente a la ausencia del
objeto.

El valor otorgado a las perdidas lleva a introducir las condiciones de angustia que
consisten en las diferentes situaciones de peligro predominantes en cada edad.

- El peligro de desvalimiento psíquico corresponde al periodo de la


inmadurez del yo.
- El peligro a la perdida de objeto corresponde a la falta de autonomía de los
primeros años de la niñez.
- El peligro de la castración a la fase fálica.
- La angustia frente al superyó a la latencia.

Situación de peligro: es aquella que contiene la condición de expectativa, de


prever y estar esperando la situación traumática de desvalimiento vivida

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pasivamente. Actúa como señal de peligro. Es vivida activamente. Anticipación y
amenaza de ese factor. Apronte angustiado.

Hay un primer estado de angustia que corresponde a un trauma consecuencia de


una Situación de desvalimiento: Angustia involuntaria por aumento de cantidad
sin posibilidad de descarga debido al estado de desvalimiento del lactante y
sobreviene de manera automática.

El niño necesita de un objeto externo para la satisfacción de la necesidad. Si esta


necesidad no es satisfecha se produce un estado de desvalimiento del yo frente a
la tensión hipertrófica de la necesidad.

A partir de la experiencia de que un objeto exterior aprehensible por vía de


percepción puede poner término a la situación peligrosa (situación de
insatisfacción) el contenido del peligro se desplaza de la situación económica a
sus condiciones, la pérdida de objeto. La ausencia de la madre se vuelve ahora el
peligro. A partir de aquí se inicia la señal de angustia.

Es conveniente destacar que la fuente económica de la angustia debe ser


diferenciada de la perdida de objeto, más aun, es la perturbación económica la
que da su lugar a la importancia de la madre como objeto y a su perdida.

A partir de la angustia traumática, consecuencia de una perturbación económica,


se derivaría la angustia señal como consecuencia de las condiciones de angustia
(situaciones de peligro). Es decir, que las condiciones de angustia como
situaciones de peligro serian secundarias en relación a la situación de peligro
originaria y derivada de esta.

Pero al mismo tiempo el desvalimiento psíquico se concibe como la primera


condición de angustia debido a la endeblez del Yo. Para este caso, tanto como
fenómeno automático y como señal de socorro, la angustia demuestra ser
producto del desvalimiento psíquico del lactante. Esto indica que sobre el terreno
de las neurosis actuales se desarrollan las psiconeurosis.

Por consiguiente, se podría admitir la presencia de estados de angustia traumática


a partir de los cuales se derivan estados de angustia señal por una parte y
también estados de angustia traumática simultáneos a estados de angustia señal.
Es decir, estados de neurosis de angustia, de síntomas de neurosis de angustia
sobre los que se desarrollaran estados o síntomas psiconeuróticos.

Se puede retomar aquí como perteneciente a este funcionamiento las fobias


tempranas que se señalaron análogas en su funcionamiento a las neurosis
actuales por trasmudación directa en angustia y proyección del peligro pulsional
interior sobre el exterior. Desde el punto de vista de las condiciones de angustia
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estas fobias a la soledad, oscuridad y personas extrañas podrían comprenderse
como reacciones frente al peligro de la perdida de objeto

Es necesario incluir una precisión acerca de como concebir lo que ocurre en la


primera infancia durante el proceso de constitución de las instancias psíquicas.

En el caso del niño que se halla en el acmé del complejo de Edipo – en quien la
emergencia pulsional provoca la angustia de castración y llama a la represión –
estamos ante una situación original en el sentido de inédita, una situación que
dará lugar a procesos constituyentes del aparato.

Entonces sí, la angustia señal que indica una situación de peligro, la de la


castración, que es así anticipada, desencadena la operación del automatismo del
principio de placer-displacer, luego represión y síntoma fóbico como síntoma
psiconeurótico, creado para “evitar la situación de peligro que es señalada
mediante el desarrollo de la angustia”.

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