Benjamín vestido de traje elegante, desesperado con una pala, cavando el cuarto pozo que

cava en la zona. Tiene un anillo de oro el cual lo toca de manera compulsiva.

Benjamín: ¡Era acá! ¡Era acá! La puta madre Lucio de mierda, chorro. ¿Dónde lo
enterraste? Sigue cavando. Está sudado, exhausto. Saca su Iphone. ¿Dónde está? Google
de mierda. ¿Dónde mierda dejé ese papel. Busca desesperado en su ropa. ¡Trueno! ¡La
puta madre! Dale Benjamín dale. Para qué mierda tendré tanto bolsillo. Lo encuentra. 30°
sur… Se oye un movimiento a sus espaldas, mira asustado, se queda inmóvil.
Susurrándose continúa. 30 el cumple de Mamá, 25 el cumple de Papá, 27 su cumpleaños,
13 el mío. ¡Es acá la puta madre! ¡No está! ¡Trueno! Se agarra la cabeza, su pecho está
palpitando. Respira y recuerda. ¡Su cumpleaños es el 23! Agarra la pala desesperado y
comienza a cavar El 23 hijo de yuta el 23, mi número, dale que estás acá, ¡dale! Se oyen
unas ramas que crujen muy cerca del lugar, Benjamín ahora sabe que está acompañado.
Sigue cavando en silencio, sigiloso. La pala toca algo duro. Grita en silencio. ¡Trueno!
Cuando levanta la mirada se encuentra con una persona que lo mira fijo y le apunta con una
calibre 38 al entrecejo. Esperá, esperá, no hagas una locura. Está todo bien, no estoy
haciendo nada. Estoy cavando un pozo para enterrar a mi mascota que la tengo en el auto,
falleció ayer pobre no sabes… Carga el arma No, no, no, por favor, ¿qué querés?, te doy lo
que quieras, ¿este anillo te sirve? Es de 15 kilates, puro puro. ¡Relámpago! Se ilumina todo.
Benjamín puede ver la cara de su posible asesino. ¿Tío?
Tío: Benja, ¿Por qué siempre haces estupideces?
Benjamín: ¿Tío?
Tío: Dejá la pala ahí
Benjamín: Te mandó Martín, ¿No?
Tío: ¿Y a vos qué te parece? Una valija con dos millones en oro, no se encuentran todos los
días y vos la querés robar? Siempre peleando ustedes eh...no podían repartirse un millón
cada uno y ya estaba? Yo pensé que era algo de chicos, que de grandes se les iba a pasar,
pero hasta teniendo el buffet más exitoso de Uruguay se siguen midiendo la pija, supongo
que es algo entre hermanos ¿no? Ríe
Benjamín: Tío, esperá no, no lo vas a entender, lo que pasa…
Tío: Callate, no vas a hablar vos Benja, no te voy a dar ese beneficio. Ustedes lo manipulan
todo, arrancan a hablar y no paran, no paran, no paran hasta tener la razón, les encanta la
labia.
Benjamín: Bueno eso…
Tío: Grita repentinamente ¡Callate! Ahora te toca escuchar Benja, sabes lo que vamos a
hacer, a vos que te gusta jugar, que te gusta esa adrenalina, si adivinaste, vamos a jugar a
un juego, mirá. ¿Ves esto? Es el tambor del arma, ¿viste que hay una bala sola? Bueno
mirá. Vamos a jugar una ruleta rusa contigo.
Benjamín: No, Tío, cómo…
Tío: ¡Sh! Nadie te dió permiso para hablar. Las reglas son estas, te voy a hacer 6 preguntas,
si yo tengo el presentimiento que me mentís, bang! Gatillo. Gastamos una de las opciones
que tenés de estar vivo o estar muerto, depende como se lo vea.
Benjamín:¡Tío pará! ¡Esto es una locura! Tenemos el maletín acá, decime cuanto querés y
arreglamos, seguro que es más de lo que te prometió Martín. Tío aprieta el gatillo. Benjamín
se cae del susto. ¿¡Qué haces subnormal!? Ni una pregunta me hiciste.
Tío: Me aburrís Benjamín. Vamos a jugar. Primera pregunta: ¿Encontraste el maletín?
Benjamín: No. Tío aprieta el gatillo. Benjamín ya está sudando de miedo. Sudor que se
mezcla con las primeras gotas de lluvia que comienzan a caer. Es verdad, tengo mal las
coordenadas.
Tío: Sh! No se justifique. Usted miente.
Benjamín: Dale Tío, ¿cuánto querés?
Tío: Ya enojado ¡Callate mierda! ¡Callate! Estamos jugando!! Crujen unas ramas, los dos
observan su entorno quedándose inmóviles por unos segundos. Va siguiente pregunta.
¿Estás parado arriba del maletín? Benjamín no contesta. ¿Estás parado arriba del maletín?
Le acerca el arma a la frente, Benjamín siente el frío del hierro en la frente. ¡Contestá
mierda, te estoy dando la opción de vivir imbécil! ¿Estás o no estás parado arriba del
maletín?
El Tío está por apretar el gatillo nuevamente. Cae un rayo en el bosque muy cerca del lugar,
los dos caen al piso aturdidos y un poco encandilados. Llueve torrencialmente. El tío queda
particularmente afectado por el estruendo, Benjamín se le tira arriba y forcejea con el arma
y la incomodidad del aturdimiento. Logra sacarle el arma y le da un culatazo en la cien. El
tío queda inmóvil en el piso.
Benjamín: ¿Tío?...¿Te maté? ¿Tío?
En shock por lo sucedido. Termina de sacar el maletín del pozo. Se abraza a él bajo la lluvia
y llora. ¡Relámpago! Ilumina todo, Benjamín ve una sombra, se asusta y comienza a correr.
Escucha qué lo llaman. “Benja”
Benjamín: ¡Estoy quedando loco la puta madre! Mira para todos lados, pero no ve nada.
Sigue corriendo. ¡Relámpago! Se da vuelta con miedo, vuelve a mirar. Se dispone a
continuar, pero se pecha con alguien que lo empuja al piso. ¡Pará, pará! Tranquilo. No estoy
haciendo nada. ¡Relámpago! Se ilumina todo. ¿Martín? ¿Qué haces acá?
Martín: Dame el maletín!
Benjamín: No, no me vas a cagar otra vez. Salí de acá. Martín saca un arma
Martín: Nunca entendiste de códigos Benjita ¡¿eh!? Le dispara en una pierna. El alarido de
Benja recorre el bosque. Martín le saca el maletín y se dispone a caminar por el bosque,
pero se topa con alguien.
Martín: ¿Tío?
Tío: Dame el maletín.
Benjamín: Tío, me dispararon.
Tío: No me digas.
Benjamín: Ayuda!
Tío: ¡Dame el maletín!
Martín: Tío tenemos un acuerdo nosotros.
Tío: ¿Y?
Martín: No querés...Tío le dispara en una pierna. Martín pega otro alarido que recorre el
bosque.
Tío: ¡No quiero escucharlos más! No me busquen porque no me van a encontrar. Comienza
a caminar por el bosque con el maletín. Benjamín y Martín, heridos, embarrados, mojados,
tirados en el piso
Benjamín: Solo vos contratas al Tío para algo así
Martín: ¡Callate imbécil!