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3
Staff
Traducción Corrección
Pao Dorit@
Nathew Sandy
Lulu Tami
Dany Nathew
VanEC

Edición Revisión final


Zule Janc
Janc

Diseño
Nathew

4
Contenido
Prólogo Capítulo dieciséis

Capítulo uno Capítulo diecisiete

Capítulo dos Capítulo dieciocho

Capítulo tres Capítulo diecinueve

Capítulo cuatro Capítulo veinte

Capítulo cinco Capítulo veintiuno

Capítulo seis Capítulo veintidós

Capítulo siete Capítulo veintitrés

Capítulo ocho Capítulo veinticuatro

Capítulo nueve Capítulo veinticinco

Capítulo diez Capítulo veintiséis

Capítulo once Capítulo veintisiete

Capítulo doce Capítulo veintiocho

Capítulo trece Capítulo veintinueve

Capítulo catorce Epílogo

Capítulo quince Sobre la autora

Siguiente libro

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Prólogo
5 meses antes...
Estábamos muertos. Ni un alma había entrado en el café durante las
últimas dos horas, lo que era completamente una locura para la ciudad de
Nueva York. El concierto de Taylor Swift en Central Park nos había robado
por completo a todos nuestros clientes. Aburrida hasta las lágrimas, me
desplacé por mi teléfono, mirando fotos mías con Brayden.
Brayden era el amor de mi vida. Nos conocimos en nuestro primer año
en Columbia en composición 1. Su desordenado cabello rubio y sus ojos
azules como el cristal me habían cautivado desde el momento en que se sentó
a mi lado. Habíamos comenzado como amigos, pero rápidamente nos
convertimos en novios. Me robaba el aliento cada vez que lo veía. Hasta el día
de hoy.
Bray estaba en Columbia con una beca de béisbol, estudiando
arquitectura como yo. Ahora que faltaban dos semanas para la graduación,
podríamos comenzar a enfocarnos en el resto de nuestras vidas. Hace unos
meses, el día de San Valentín, me propuso matrimonio en Central Park. Era
terriblemente cliché y romántico. Por supuesto, ahora, en lugar de centrarme
en las finales, solo podía pensar en mi próxima boda y en convertirme en la
futura Sra. Brayden Greene.
Me detuve en una foto reciente de nosotros después de un partido de
béisbol. Estábamos tan felices, sonriendo de nuevo en la foto. La típica pareja
estadounidense. Pensaba que la foto sería perfecta para nuestro anuncio de
compromiso que pronto saldría en el periódico.
Arrastrándome de mis ensoñaciones, mi jefa Jeanie me gritó —Cariño,
es mejor que te vayas a casa. No puedo permitir que esté tan lento y pagarte
por babear por tu prometido. Piensa en ello como tu regalo de compromiso.
Tu único día para salir temprano. Puedes agradecerle a Taylor Swift.
Completamente emocionada por la noticia ya que nunca había salido
temprano, corro y tiro de la hosca mujer en un abrazo.
—¡Gracias, Jeanie! —Exclamo.

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Empujándome con un gruñido, dice: —Bueno, vete antes de que cambie
de opinión, pequeña señorita. Y no creas que esto volverá a suceder.
Gracias Taylor Swift.
Bray y yo casi nunca pasábamos las tardes juntos por mi trabajo en el
café y sus partidos de béisbol. Esta tarde lo iba a sorprender. Le daría una
idea de cuán buena esposa podría ser. Iba a amar lo que planeaba hacerle
una vez que pusiera mis manos en su cuerpo sexy.
Saltando prácticamente las dos cuadras de mi dormitorio, corrí a mi
habitación y me quité el uniforme. Me puse mi nueva lencería negra que me
había estado muriendo por mostrarle y me detuve para admirarme en el
espejo. Tacones. Necesitaba tacones para completar el look. Justo cuando me
los puse, la puerta se abrió, revelando a mi compañera de cuarto Pepper.
—¡Qué demonios, Andi! —gritó cubriéndose los ojos mientras se dirigía
directamente a su escritorio.
—Salí temprano del trabajo y voy a sorprender a Bray —le digo,
sonriendo.
Incluso de espaldas a mí, pude notar que estaba rodando los ojos.
Pepper era una chica adorable, pero se escondía detrás de sus gafas,
sudaderas de Columbia y peinados desordenados. Ella era una de las
personas más inteligentes que había conocido.
Habiendo sido colocadas juntas como compañeras de dormitorio,
instantáneamente nos convertimos en las mejores amigas. Yo era la dulce e
inocente chica enamorada de un jugador de béisbol. Ella era la modelo de
Victoria Secret vestida de nerd con un poco (bueno, mucho) de actitud.
Veníamos de mundos diferentes y nos gustaban cosas diferentes, pero nos
complementábamos increíblemente bien.
—¿Vas a ir a su habitación vestida como una prostituta? —preguntó
con su tono sarcástico.
Ahora era mi turno de poner los ojos en blanco.
—¡De ninguna manera! Me voy a poner el abrigo. Él no sabrá qué lo
golpeó —me reí.
Ella trató de parecer molesta conmigo, pero Pepper no era inmune a mis
encantos de chica alegre y soltó una risita.

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Envolviéndome en mi abrigo, le soplé un beso mientras salgo por la
puerta. Bray no me esperaba hasta dentro de un par de horas más, así que se
sorprendería cuando me viera. Me dijo que estaría estudiando para los finales
en su habitación mientras yo trabajaba, así que sabía que estaría allí. Y si su
compañero de cuarto, Josh, estaba allí, iba a decirle que se perdiera.
Extrañaba a Bray y quería tener sexo caliente con mi prometido. Prometido.
Todavía no podía acostumbrarme a la idea.
Cuando llegué a su habitación, la abrí en silencio, con ganas de
sorprenderlo. Al darme cuenta de que las luces estaban apagadas y que él
podría estar durmiendo la siesta, decidí que me iría a la cama con él y
realmente sorprendería a mi hombre. Eso fue hasta que escuché el gemido
¿Qué demonios estaba haciendo allí?
Vacilante, busqué el interruptor. Mis ojos se congelaron de horror ante
la escena delante de mí. Una chica desnuda, con pechos realmente grandes,
rebotaba en MI Brayden desnudo.
¿Qué?
Estaba teniendo problemas para procesar por qué había una chica
desnuda con MI prometido.
Todo fue como en cámara lenta en ese momento. La chica se levantó de
un salto, buscando su ropa. Brayden me preguntó qué estaba haciendo allí
mientras se cubría con la manta. Estaba retrocediendo fuera de la habitación,
llorando desconsoladamente. Me llamó mientras yo huía. El hombre
efectivamente había destrozado mi corazón en pedazos.
El viaje de regreso a mi habitación fue borroso. Una vez que entré por la
puerta, me encontré con los ojos de Pepper. Al instante abrió los brazos y me
lancé a ellos.
—Brayden es un bastardo —susurró, acariciando mi cabello, sabiendo
sin palabras lo que había sucedido. Mi vida había sido arruinada. Aquella
chica alegre ya no sería feliz.

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Capítulo uno
Presente
—¡Vamos, Andi! No tengo todo el día. Algunas de nosotras hemos estado
listas durante horas —me llamó Pepper desde la sala de estar. Por supuesto
que había estado lista por horas. Llevaba jeans y un suéter por el amor de
Dios, y probablemente le tomó dos minutos reajustar su moño.
—La perfección lleva tiempo —le dije a Olive, que estaba sentada en mi
cama mientras me aplicaba lo último de maquillaje —¿Estás segura de que no
quieres ir con nosotras, cariño? —Pregunté, girándome para mirarla.
Olive era nuestra nueva amiga. Era una hermosa chica de color con
piernas kilométricas. Su cabello era suave como la seda y sus ojos eran los
orbes más pálidos que contrastaban vívidamente contra su piel chocolate.
Olive se mudó con nosotras hace aproximadamente un mes. De alguna
manera logró escapar de una relación extremadamente abusiva, pero no tenía
a dónde ir. Cuando la encontré llorando en el café un día, la tomé bajo mi ala,
rezando para que Pepper estuviera de acuerdo. Por supuesto, Pepper también
se enamoró de la diosa de chocolate y ella había estado viviendo con nosotras
desde entonces.
Olive conseguía actuaciones de modelaje de izquierda a derecha porque
era la personificación de la perfección. Pero su miedo a su ex a veces la
paraliza socialmente. Muchas veces. Como esta noche, ella sacudió
rotundamente la cabeza ante mi oferta. Tenía miedo de encontrarse con
Drake y que él la arrastrara lejos de nosotras, para que nunca más la
viéramos. Siempre me daba escalofríos pensar en lo que le debía haber hecho
para que tuviera tanto miedo. Y el hecho de que ella se negara a dejarnos
verla sin estar completamente vestida me hizo preguntarme si le había hecho
algo a su cuerpo. Solo de pensarlo me revolvió el estómago.
Los trabajos de modelaje que tomó fueron principalmente para revistas.
Ella se negó rotundamente a hacer modelaje en vivo en eventos, a pesar de
que habría sido la mejor manera para que fuera notada por los agentes más
conocidos. Olive nos dio dinero cuando le pagaron en esos trabajos, pero

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nunca le pedimos nada. Solo queríamos que nuestra chica estuviera a salvo
con nosotras.
No ganaba mucho dinero en el café, así que Pepper era nuestro sostén
de la familia. Bueno, si puedes llamar a tener un fondo fiduciario mensual
como "fuente de ingresos", entonces ella definitivamente lo era. Su padre era
un abogado de gran renombre en la ciudad y no quería que su pequeña se
hiciera daño por nada. Vivíamos en un dulce y acogedor apartamento y
tampoco nos dolió mucho gracias a que Pepper era la "Nena de papi". Oh, y
ella interpretaba ese papel muy bien. La chica podía ser totalmente maliciosa,
pero cuando, papi, estaba cerca, su voz era tan dulce como el azúcar.
Afortunadamente, iba a comenzar mi nuevo trabajo el lunes y podría
ayudar a Pepper con algo más que comprar los comestibles. A pesar de que su
padre se ocupaba mucho de nosotras, todavía me sentía culpable por ser una
total aprovechadora. Hoy fue mi último día en la cafetería y ahora íbamos a
celebrar.
Pasaron varios meses después de la universidad de aplicar en toda la
ciudad para finalmente conseguir un trabajo en Compton Enterprises. El
trabajo que realmente quería era de arquitecta, pero trabajar como asistente
en un estudio de arquitectura era un buen comienzo. Todos tienen que
comenzar en alguna parte.
—Un día iré con ustedes, chicas. Pero es muy pronto. Por favor
diviértete por mí. Tengo una cita con American Idol —me sonrió.
—Bien vale. Pero te tomaré la palabra. Ahora, ¿cómo me veo? —Le
pregunto, pasando mi cabello sobre mi hombro.
Desde el día en que encontré a Brayden engañándome, algo se rompió
en mí. Se fue la inocente rubia. Atrás quedó mi optimismo. Mi visión de la
vida y el amor se habían arruinado en el momento en que vi las grandes tetas
de esa chica rebotando mientras montaba a mi hombre. Me lo había robado
todo cuando decidió dormir con una cualquiera después de casi cuatro años
de noviazgo.
Ahora, yo era esta mujer dura y hastiada. Lejos había quedado mi
actitud conservadora y le había dado la bienvenida a mi zorra interior. Eché
un vistazo a mi reflejo en el espejo de cuerpo entero en la pared. Mi cabello
rubio platinado estaba planchado perfectamente liso a la mitad de mi espalda.
Me había arreglado cuidadosamente el rostro, con ojos ahumados y labios
rojos y regordetes. El vestido que elegí usar era negro, ajustado y corto. Justo

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como me gustaba. El profundo escote revelaba su parte justa. Mis tacones
rojos me elevaron siete centímetros más alto de mi metro setenta.
—Te ves hermosa como siempre, Andi —aseguró genuinamente Olive,
haciéndome sonreír.
Estaba en "Modo asesina de hombres" como lo llamaba Pepper. Los
haría caer a mis pies esta noche. Uno de ellos también tendría suerte. Estaba
al acecho, e incluso Pepper no podría domesticarme. Este viernes por la noche
estaba a punto de volverse loco.
—Gracias cariño. Nos vemos en la mañana —me despedí mientras
agarraba mi bolso y salía por la puerta de mi habitación. Pepper estaba
acurrucada en el sillón reclinable leyendo un libro.
—Vamos, perra —le dije mientras me encogía de hombros en mi abrigo.
—Ya era hora, perra —me disparó, levantando el suyo del respaldo de la
silla mientras se levantaba.
Modo asesina de hombres: Activado.

DOS SEMANAS DE OSCURIDAD…


Hoy, estoy absolutamente enferma del estómago. No comer casi nada
durante varios días seguidos ha hecho que mi cuerpo caiga en picada. Me duele
la cabeza, estoy débil, me duele el cuerpo y ahora estoy vomitando. Pepper me
dijo antes que las cosas se estaban saliendo de control, que me sacaría de la
cama si no actuaba pronto. Simplemente la apagué y tiré las mantas sobre mi
cabeza.
Afortunadamente, estaba atrapada en todas mis clases antes del
"incidente". Realmente estaba esperando tomar mis finales. He trabajado
mucho por cuatro años. Seguramente puedo tomarme la semana libre sin recibir
las críticas de Pepper. Ilusa.
Mi corazón todavía dolía tan jodidamente mal. Sigo jugando repeticiones
una y otra vez de "qué pasaría si". Cada escenario termina igual. Bray es un
infiel. Incluso tuvo el descaro de venir a mi dormitorio, pero afortunadamente
Pepper interfirió.
Al escuchar su voz correctamente hizo que me derrumbará de nuevo. Le
estaba rogando. Ella lo estaba maldiciendo. Estaba sollozando sin control.

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¿Alguna vez mejoraría? Nunca podré amar o confiar de nuevo. Brayden
era todo para mí. Ahora no tengo nada.

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Capítulo dos
El viaje en taxi solo tomó diez minutos ya que el nuevo bar al que
queríamos ir estaba a solo unas cuadras de distancia. En el camino hacia allí,
pensé en cómo mi vida había pasado de estar cada fin de semana con mi
prometido a dormir con un chico diferente cada fin de semana. Como Bray me
había destrozado con su infidelidad, me desperté una mañana con la
necesidad de una nueva vida. La manera en que podía hacerle frente era
dormir con hombres guapos y exitosos y dejarlos antes de que ninguno de los
dos pudiera involucrarse emocionalmente. Era un fin de semana emocionante
lleno de cenas gratis y mucho sexo sin compromiso.
En los últimos cinco meses, me había transformado en este súcubo,
tomando su energía y conservándola para mí. Y me encantó cada segundo.
Desafortunadamente, siempre estaban los tipos que parecían realmente
heridos cuando terminaba el fin de semana. Por lo tanto, nuestras pequeñas
escapadas también llegaban a su fin. De alguna manera yo era una perra y
una puta a pesar de que las pequeñas mierdas sabían desde el principio qué
esperar. Pepper dijo que necesitaba ayuda. Yo pienso que estoy bien. Mi
corazón ya no duele, eso es absolutamente seguro.
Una vez que nos graduamos y nos mudamos al departamento de
Pepper, ella consiguió un trabajo en el museo como asistente de gerente de
producción. Su título en realidad estaba siendo utilizado. Yo todavía estaba
preparando café con leche y sirviendo sándwiches a una multitud ocupada.
Finalmente, sin embargo, las cosas estaban mejorando, porque hoy había
terminado con éxito mi último día en el café y me embarcaría en mi futuro el
lunes. Mi entrevista había ido muy bien en Compton Enterprises. El
propietario de la compañía, Jordan Compton, era a quien estaría asistiendo.
Me había dicho que la capacidad de avanzar en la empresa estaba disponible
si estaba dispuesta a trabajar por ello. Estaba ansiosa por comenzar
finalmente mi carrera después de todos esos meses desde mi graduación.
Cuando el taxi se detuvo, pagué al conductor y salimos. Por un
momento, bebimos la atmósfera del nuevo bar. Dempsey's brillaba sobre la
entrada en rojo, prometiendo una nueva aventura tentadora. Escuché que se

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trataba de un bar irlandés, moderno y genial. Habían estado abiertos solo
unas pocas semanas y ya habían presentado algunas grandes bandas locales.
Esta noche, se suponía que el nuevo favorito local, The Remains, debía tocar.
Cuando caminé hacia la entrada, el tipo de aspecto macizo revisó
nuestras identificaciones y gruñó:
—Veinte dólares cubren cada una.
—¿Qué mierda? —Exclamó Pepper —¿Veinte dólares solo para dejarme
entrar y luego tengo que pagarte para consumir el maldito alcohol? —Ella lo
estaba mirando furiosa, enojada por la tarifa demasiado cara.
Justo cuando estaba a punto de decirle a Pepper que se relajara, otro
hombre susurró al oído de cabeza hueca, lo que hizo que frunciera el ceño.
—No importa. Les han pagado —murmuró bruscamente, apartándose
para que pudiéramos pasar.
Bajé la vista a mis piernas muy desnudas y muy largas. Un punto para
Andi. Sonriendo a cabeza hueca, entramos en el bar.
Los olores instantáneamente me intoxicaron cuando entramos. La
mezcla de humo, cerveza y un olor a roble impregnaban mis sentidos.
Claramente, la banda no había llegado todavía porque todo lo que se podía
escuchar era el rugido sordo de la gente hablando. El bar era bastante
espacioso y exudaba riqueza. Todas las mesas y taburetes eran de caoba
oscuro. Miré a mi alrededor y noté que las paredes estaban revestidas con
paneles de caoba desde el piso hasta el techo. Casi parecía que este lugar
podría ser una biblioteca en la casa de una persona muy rica.
Agarrando la mano de Pepper, la guíe al bar para que pudiéramos
tomar algo. La gran cantidad de miradas hambrientas al pasar no pasaron
desapercibidas, y me estremecí al ver lo mucho que me excitaba. Saber que
podía tener al hombre que quisiera aquí me hacía sentir poderosa. Estaría
follando a una de esas pobres almas en unas pocas horas. Sonreí mientras
escaneaba la multitud.
Cuando llegamos al bar, me introduje entre dos taburetes para poder
decirle al barman nuestro pedido. Cuando vino, bebí sus piercings, tatuajes y
acento irlandés.
—¿Qué les puedo ofrecer a este par de encantadoras damas?

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—Voy a tener un Cosmopolitan y un Cape Cod —le dije. Me guiñó un
ojo y fue a hacer nuestras bebidas. Era bastante guapo, pero si alguna vez
quería volver a este bar de nuevo, tendría que dejarlo pasar.
—¿Cuándo saldrá The Remains? —Preguntó Pepper, mirando hacia el
escenario vacío.
—En quince minutos —nos dijo el barman con voz grave mientras nos
entregaba nuestras bebidas. Saqué un billete de veinte para pagar nuestras
bebidas, pero él levantó una mano y me detuvo.
—Damas, diría que cada bebida que quieran por el resto de la noche
será gratis. Acabo de tener a varios tipos diferentes diciendo que querían
comprar sus bebidas —se rió.
Sonreí y le di las gracias antes de que Pepper y yo nos dirigiéramos al
escenario. Nos sentamos en una mesa alta cerca del escenario mientras dos
personas la desocupaban. Pepper empujó el cenicero, todavía humeante, lejos
de nosotras y acercó su Cape Cod a sus labios para tomar un sorbo.
—Este lugar es lindo, Andi. Me alegro de que hayamos venido. Sin
embargo, me siento como si estuviéramos en un mercado de carne y fuéramos
grandes y jugosos filetes —informó, rodando los ojos con sarcasmo a los
chicos que estaban apoyados una mesa y nos comía con los ojos
abiertamente.
—Pepper, solo disfruta de las bebidas gratis y la atención.
Encontraremos algunos tipos agradables para llevar a casa más tarde —
bromeé, guiñándole un ojo.
Ella solo me sacó la lengua. Me gustaba meterme con ella, sabiendo
que, de hecho, no llevaría un chico a casa. Pepper no se daba con la gente
muy fácilmente. Olive y yo probablemente éramos sus únicas amigas en
ambos sexos. Ella era seria y perra. Me encantaba eso de ella, pero otros no
podían manejarlo. Desde que conocí a Pepper, nunca había salido con nadie.
Si tuviera que adivinar, apostaría que todavía era virgen. Y, sinceramente,
creía que le costaba encontrar personas que pudieran igualar su ingenio
intelectual. Simplemente la aburrían cuando se quedaban cortos.
—Hola, damas —saludó un chico de cabello rubio con una camiseta
ceñida mientras caminaba hacia nuestra mesa. Tenía una cara linda y se veía
bastante agradable. Esto podría funcionar.

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—Bueno, hola a ti también —ronroneé mientras me inclinaba hacia
adelante, dándole una visión directa de mi escote. Sus ojos se abrieron
cuando se acercó para disfrutar de la vista desde un mejor ángulo. El suspiro
de Pepper se escuchó cerca.
—¿Qué están haciendo dos hermosas damas sentadas aquí solas? —
preguntó, dejando su cursi línea para ligar.
Hice una mueca, levemente, porque ya me estaba apagando. Pero el
sexo era sexo. Mientras mantuviera su boca ocupada con otras cosas, podría
evitar las cosas que saldrían de ella.
Claramente ya molesta, Pepper resopló:—Voy al baño —. Ella se fue,
dejándome con Rubiecito.
—Siéntate, guapo —le dije, igualando su cursilería. Me sonrió con sus
dientes blancos perfectos y se sentó.
—Una mujer como tú, y yo podríamos pasar un buen rato, si sabes a lo
que me refiero —sugirió, prometiendo una buena follada.
Tomé un largo sorbo de mi bebida y lo miré debajo de mis pestañas.
—¿Es así, guapo? Bueno, entonces, por supuesto, me gustaría ver a qué
te refieres.
Se movió en su silla, claramente emocionado por mi respuesta.
—Bueno, salgamos de aquí, hermosa —sugirió, sonriendo.
—Está bien, podemos hacer eso. Pero primero debemos repasar las
reglas —declaré, con voz sería, al pasar al modo negocios. Se recostó en su
silla y me miró inquisitivamente —. Primero que nada, es solo follar. Nada
mas. En segundo lugar, tienes tres noches. Solo tres. Viernes. Sábado.
Domingo. Te encantará cada segundo. Cuando hayamos terminado la tercera
noche, te vas. Listo. Es simple y fácil ¿Estás dentro?
Sus ojos habían crecido como platos mientras me miraba, boquiabierto
y sorprendido de que una mujer insinuara tal proposición.
Poniendo los ojos en blanco, ya aburrida, le pregunté una vez más: —
¿Estás dentro? ¿Quieres jugar según mis reglas?
Levantó la vista detrás de mí y se deslizó de su silla, alejándose.
¿Que demonios?

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Perdedor.
No podía manejar lo que tenía para dar de todos modos.
Antes de que pudiera comenzar a buscar a mi próxima víctima, sentí el
calor del cuerpo de alguien apoyándose detrás de mí. La voz profunda que
susurró un aliento caliente en mi oído envió una corriente eléctrica hasta mi
núcleo cuando dijo: —Quiero jugar.
Me estremecí ante la pura sensualidad de sus gruñidas palabras.
«Por favor, deja que este sea caliente», pensé, porque casi podía
escucharlo en su voz.
—¿Es así? ¿Crees que mi juego suena divertido? —Le pregunto,
incitándolo pero aún sin darme la vuelta para verlo.
Una mano grande y masculina me rodea y se acomoda en la parte
superior de mi muslo, frotando su pulgar justo debajo del dobladillo de mi
vestido. Mi cuerpo tiembla con necesidad al darme cuenta de lo cerca que está
su pulgar de mi parte dolorida y palpitante por mi vestido demasiado corto.
Dejo caer la cabeza hacia un lado, permitiendo que mi cabello caiga en
cascada detrás de mí, dándole acceso completo a mi cuello. Era mi cebo y al
igual que el buen jugador que sabía que sería, posó sus labios por mi cuello
justo debajo de mi oreja, donde me mordisqueó, breve y dulcemente. Entre
sus labios en mi cuello y el pulgar acariciando un delicioso patrón justo
debajo de mi vestido, estaba lista para que me arrojara sobre la mesa y me
follara como si no hubiera nadie más en la habitación.
Justo en ese momento, vi a Pepper caminando hacia la mesa, mirando
mi abierta sexualidad. Antes de que llegará a la mesa, la voz susurró: —No
vayas a ningún lado. Te encontraré de nuevo en un momento. Tenemos un
juego que jugar.
Y tan rápido como había llegado, desapareció.
—¿Qué demonios, Andi? ¡Parecía que estabas a unos dos segundos de
dejar que señor alto, moreno y guapo te metiera mano en el maldito bar! —
ella me gritó.
Saliendo lentamente de mi bruma sexual, me di la vuelta para buscarlo.
No había nada más que una gran multitud construyéndose alrededor del
escenario. No, señor alto, moreno y guapo.

17
—Pepper, voy a follar a ese hombre esta noche —le dije soñadoramente.
Señor alto, moreno y guapo goteaba sexualidad y quería beberlo. En este
punto, incluso si era feo, solo le pediría que me lo hiciera por detrás.
¿Qué?
Antes de que pudiera regañarme más, fuimos interrumpidas por el
sonido de una guitarra. The Remains finalmente habían subido al escenario.
Una camarera se detuvo en nuestra mesa y nos dejó dos tragos más.
—Estos son de parte de Jackson —me dijo como si supiera quién era.
Después de agradecerle, nos sentamos para disfrutar del espectáculo.
—¡Gracias Jackson! —Pepper y yo nos reímos a la vez.
The Remains estuvieron increíbles. Eran una banda local que tenía el
ritmo de las viejas bandas de grunge de los 90 pero con letras llamativas que
esperabas escuchar en las bandas más recientes. La multitud era salvaje por
ellos. Después de una hora de actuación, finalmente se despidieron y dejaron
el escenario.
—¡Eso fue asombroso! —dijo Pepper, olvidando su molestia.
—Voy a ir al baño de mujeres. Consíguenos otra ronda de bebidas —
ordené mientras me alejaba de la mesa. Siendo una rubia delgada que estaba
escasamente vestida, estaba acostumbrada a las miradas de los hombres a mi
alrededor. Lo disfrutaba ya que hacía milagros con la autoestima que Bray
había logrado dañar.
Antes de llegar al pasillo de los baños, sentí sus ojos sobre mí. Señor
alto, moreno y guapo. Escaneé el área para ver si podía distinguirlo en la
multitud. Al no verlo en ningún lado, lancé mi cabello sobre mi espalda y salí
al baño. No podía esperar a que mi pequeño jugador me encontrara para
poder comenzar nuestro juego. Esta era la primera vez que realmente
encontraba emoción en mi juego a ese nivel. Claro, era divertido y
despreocupado, pero algo en su voz había prometido mucho más que
diversión. No podía esperar.
Salí del baño y bajé por el pasillo, pero me detuve a mirar una foto en la
pared. Era absolutamente hermosa, una impresionante colección de edificios
con líneas prolijas y perfección asimétrica. El fotógrafo había capturado la
belleza de los edificios. Mi mente arquitectónica quería seguir apreciándolo,
pero una voz detrás de mí me apartó de esos pensamientos.

18
—Se llama Poustinia. Ganó la medalla de oro trienal del RIAI1 en 2004-
2006 —me educó la voz suave. Señor alto, moreno y guapo. Entre su voz sexy
y su conocimiento de arquitectura, casi le rogué que me hiciera cosas malas
en ese momento —. Cierra los ojos —dijo, agarrando mi mano.
Cerrándolos, le permití que me guiara por el pasillo, lejos del bar, hacia
la habitación que tenía un letrero de "Sólo para empleados" que había notado
en mi recorrido al baño.
—¿Trabajas aquí? —Le pregunté con los ojos aún cerrados. Su
profunda risa me hizo apretar mis muslos juntos.
—Soy amigo del dueño. Pero no le digas lo que estamos a punto de
hacer en su escritorio —agregó conspirador.
Suspiré ante sus palabras, asintiendo mientras me empujaba por la
puerta y la cerraba detrás de nosotros.
—¿Estás lista para comenzar nuestro juego? —gruñó en mi oído,
enviando escalofríos de necesidad por mi columna vertebral.
—Si ¿Puedo abrir los ojos ahora?
—Hmmm. Hay algo real y jodidamente sexy en que no puedas ver mi
cara. No quiero que me veas hasta después de que te haga venir ¿Te gusta esa
regla? —preguntó, claramente inventando sus propias reglas a medida que
avanzábamos.
—¿Y si luces como un perro? Es injusto que me dejes follarte solo para
descubrir que eres feo —le dije presumidamente, con la esperanza de
incitarlo.
Tiró de mi espalda hacia él para que pudiera sentir su dureza contra mi
espalda. Me quedé sin aliento cuando sentí su gran tamaño. Sus manos se
deslizaron alrededor de mi cuerpo, deteniéndose en mi abdomen mientras
susurraba su aliento caliente en mi oído.
—Nunca he tenido ninguna queja —se jactó, empujando un poco su
dureza.
Mi cuerpo se estremeció porque lo quería en este momento.
No me importaba cómo se veía. Iba a follar su voz.

1 Royal Institute of the Architects the Ireland.

19
Al leer mi mente, nos empujó hacia adelante hasta que mis muslos se
encontraron con lo que supuse que era el escritorio. No del todo gentilmente,
me inclinó para que mis brazos se extendieran sobre el escritorio, tirando
papeles en el proceso. Me dio un empujón en el trasero con su polla dura a
través de nuestra ropa, haciéndome gemir porque lo deseaba tanto.
—Entonces tres días. Estamos de acuerdo con solo tres días ¿verdad?
No puedo comenzar este juego sin saber que los dos entendemos
completamente las reglas —dijo de una manera muy profesional, como si
fuera un contrato.
—Si. Así es como se juega el juego. Llegamos a ser el juguete del otro
durante todo un fin de semana y luego podemos volver a nuestras vidas al
comienzo de la semana ¿Me vas a follar o no? —Exigí con irritación, lista para
que él se empujara contra mí.
Sin decir una palabra más, escuché el tintineo de su cinturón y el
sonido de sus pantalones cayendo al suelo. Me estremecí de emoción.
Lentamente, deslizó mi corto vestido sobre mis caderas y agarró un puñado
de mi trasero.
—Mujer, eres sexy como el infierno —gruñó, una vez más frotándose
contra mí. Esta vez, la fricción de su dureza desnuda contra mis finas bragas
me hizo estremecer. Estaba tan mojada y él ni siquiera había tocado mi
clítoris.
Enganchó sus pulgares en mis bragas y las deslizó por mis piernas,
dejándolas descansar en mis tobillos. Escuché el rasgón de un paquete de
condones y mi coño comenzó a latir.
—Oh, Dios mío, no puedo esperar más ¡Por favor, solo follame ya! —
Exclamé ansiosamente, queriéndolo dentro de mí. Sin esperar más órdenes,
extendió mi sexo y provocó la entrada con su punta. Presioné hacia atrás,
rogándole que la introdujera. Finalmente, él gimió y empujó hacia adelante,
haciéndome gritar de alegría.
Mi cuerpo se tomó un momento para adaptarse a su tamaño, pero luego
comenzó a contraerse, queriendo que continuara.
Rápidamente comenzó sus embestidas. Su mano se deslizó por mi parte
delantera y encontró mi clítoris. Cuando se introdujo en mí, comenzó un
patrón rítmico en mi protuberancia hinchada que rápidamente me estaba
enviando hacia las estrellas.

20
—Oh, Dios mío, estoy a punto de venirme —grité mientras él
continuaba trabajándome. En segundos, mi clímax se hizo cargo y me
estremecí alrededor de su palpitante polla. Él gruñó, y pude sentir su propio
clímax a través de él. Se derrumbó encima de mí, su corazón latiendo contra
mi espalda. Inhalando el cabello que envío por todas partes, dijo: —¿Cómo te
llamas, sexy?
—Andi. Y eso fue increíble, Sr. Quienquiera que seas —alabé, sin
aliento.
Su fuerte risa vibró a través de mí, consiguiendo que comenzara a latir
de nuevo por él.
—Jackson. Y eso fue real y jodidamente increíble —estuvo de acuerdo.
Sonreí, finalmente mirando a mi alrededor para notar todos los papeles
que habíamos tirado del escritorio. Ups.
Se apartó de mí y se deslizó, involuntariamente, haciéndome temblar
por la pérdida. Podía escucharlo subir sus pantalones detrás de mí y tirar
algo a la basura, el condón supuse. Dando un paso atrás, metió su mano
debajo de mí y me levantó del escritorio. Sus manos agarraron mi vestido y lo
bajaron sobre mi trasero. Suspirando, comencé a agacharme para levantar
mis bragas, pero él me detuvo en cuclillas detrás de mí. En lugar de volver a
ponérmelas, vi que sus grandes manos levantaban mis pies para quitarlas por
completo.
—Mi premio —se rió.
Finalmente, no pude soportarlo más. Necesitaba ver la cara de mi
amante. Girando antes de que pudiera detenerme, bebí su belleza. Estaba
metiendo mis bragas en el bolsillo de su costoso traje. Cuando sus ojos
marrones se encontraron con los míos, mis rodillas se debilitaron un poco. Oh
Dios mío. Alto, moreno y guapo era el eufemismo del año, Pepper. Este hombre
era un dios. Su largo cabello castaño oscuro estaba perfectamente peinado en
su cabeza, lo que lo hacía ver muy GQ2. Los ojos marrón chocolate estudiaron
los míos mientras lo miraba con avidez. La sombra de las cinco en su rostro
era sexy como el infierno. Y sus labios. Dios, no podía esperar para poner los
míos sobre ellos. El bonito traje mostraba a un hombre muy alto y en forma.

2GQ es una revista estadounidense mensual para hombres que se enfoca en la moda, el
estilo y la cultura masculina, con artículos sobre comida, cine, salud, sexo, música, viajes,
deportes, tecnología y literatura.

21
De repente me sacó de mis pensamientos y pronunció: —¿Te gusta lo
que ves?
Su arrogancia me hizo poner los ojos en blanco.
—Supongo que lo hace —le respondí, igualando su tono. Él arqueó una
ceja y su risa retumbó en la oficina.
—Realmente eres algo, Andi. Voy a disfrutar jugando nuestro pequeño
juego —gruñó. Rápidamente se inclinó y rozó sus labios contra los míos, pero
nunca profundizó el beso completamente como sabía que ambos queríamos.
Alejándose tan rápido como se abalanzó, dijo: —Ve con tu amiga. Iré a
buscarte dentro de un rato y podremos pasar a la siguiente ronda en mi casa.
Guiñándole un ojo, eché mi cabello hacia atrás y salí de la habitación,
sin darle la satisfacción de una respuesta. Esta noche tuvo un gran comienzo.

DOS SEMANAS DE OSCURIDAD...


Hoy finalmente me arrastré fuera de la cama y me duché. Incluso mi olor
me ofendió. Pepper me dijo que debería usar mi tiempo para estudiar para mis
exámenes finales la próxima semana. Honestamente, no podrían importarme
menos.
Bray me envió un mensaje de texto nuevamente hoy, una vez más
rogándome que lo perdonará. No sería tan difícil si simplemente se fuera. Pero
no. No, me necesitaba de regreso porque de repente "se dio cuenta del error que
cometió".
Demasiado tarde, Bray.
Curiosa mientras estaba en el baño, me pesé solo para descubrir que
había perdido diez libras.
Ups.
No voy a decirle a Pepper sobre eso.
¿Cómo me voy a recuperar de esto? No siento que este agujero en mi
corazón se vaya a cerrar jamás. Se siente como si me hubieran cortado y
estuviera sangrando por dentro. Desearía que hubiera una manera de
adormecer mi dolor ¿Cómo lo superan las personas que tienen sus corazones
rotos en pedazos? Sinceramente, no tengo idea de cómo detener el dolor.

22
Capítulo tres
—¿Te has colado? —Pregunta Pepper, sonriendo cuando me acerco a
nuestra mesa.
—Oh Pepper, no tienes idea de lo feliz que estoy ahora. Señor alto,
oscuro y guapo se llama Jackson. Él y yo acabamos de tener el rapidito más
caliente en la trastienda —exclamo y comienzo a reír cuando hace una mueca.
—¡Andi! ¿Hay algún límite para tus sexcapadas? —ella frunce el ceño.
—Pepper, no estés celosa. Ese hombre sexy acaba de follarme sobre el
escritorio y me robó las bragas. Me atrevería a decir que es el elegido.
—¿Así que supongo que es el nuevo fin de semana? —Pregunta,
mordiéndose la uña.
Suspiro mientras tomo un sorbo de mi bebida.
—Sí, él es el nuevo para el fin de semana. Sin embargo, no te
preocupes. Vamos a su casa. Puedes dormir tranquila esta noche, amiga mía.
Ella me observa con ojos preocupados.
—Andi, no sé si es una buena idea. No es seguro huir con un perfecto
desconocido que conociste en un bar, ya sabes.
—Pepper, por favor. Estaré bien. Es un buen hombre de negocios, se ve
muy exitoso, sabe de arquitectura. No es gran cosa. Lo prometo —le aseguro
con calma.
Ella suspira cuando finalmente acepta. Sonriendo, agarro su mano.
Pepper era una gran amiga. Siempre preocupándose de mi y cuidándome.
Amaba a la chica.
Poniendo su cara de perra, ella disparó —Ahora, no contraigas ninguna
ETS ni quedes embarazada. ¡Te lo juro, Andi, tu vagina se va a caer algún día!
Riendo, la pateo debajo de la mesa. Después de un par de tragos más,
se baja del taburete y me da un abrazo.

23
—Andi, me largo de aquí, tomaré un taxi a casa. El Sr. Alto, oscuro y
guapo te ha estado mirando durante los últimos quince minutos como si
quisiera devorarte y me da náuseas. Cuídate y llámame si tienes problemas.
Te quiero, cariño —se despide mientras sale del bar.
Mientras la veo irse, un brazo serpentea alrededor de mi hombro.
Sonriendo, me giro para decirle algo descarado a Jackson, pero frunzo el ceño
cuando me doy cuenta de que solo es un tipo que pensó que podía adueñarse
de mí ahora que mi amiga se había ido. Diablos no. Antes de que pueda
arrancarle las bolas verbalmente, alguien lo aparta de mí.
—Ella es mía esta noche, amigo —gruñe Jackson detrás de mí.
Me río de sus audaces palabras. En realidad, creo que es mío esta noche.
—¿Estás lista, Andi? —pregunta, tirando de mi mano entre las suyas.
—Por supuesto que sí, Jackson. Estoy lista para continuar nuestro
delicioso juego —confirmo, mirando esos ojos oscuros que se desvían a mis
labios por un segundo, así que los lamo por si acaso. Inmediatamente sus
ojos se encuentran con los míos nuevamente.
—Creo que finalmente encontrado a mi igual —gruñe, tirando de mí
hacia la salida. Sonrió, pensando en cómo he afectado a este hombre. Un
hombre que parecía que dirigía importantes reuniones y tenía un ejército de
empleados bajo su mando. Me sentía poderosa cuando lograba conseguir que
hombres como este comieran de mi mano. Si tan solo Brayden pudiera verme
ahora. Estúpido hijo de puta, perdió su oportunidad hace mucho tiempo.
Cuando salimos del bar, el aire frío me golpeó e inmediatamente extrañé
mis bragas. Llegamos a la acera para llamar a un taxi, o eso pensé. En
cambio, me sorprendió gratamente cuando un sedán negro se detuvo frente a
nosotros. Jackson abrió la puerta trasera para que pudiera entrar. Una vez
que entré en el elegante interior del auto, cerró la puerta y entró por el otro
lado.
—¿Yendo a casa, señor? —pregunta el señor mayor que conduce el
coche. Tenía un acento inglés que era bastante adorable.
—Sí, George —afirmó Jackson suavemente. Estirándose, apoyó su
mano en la parte superior de mi muslo. Sentarme en el auto hizo que mi
vestido se levantara. Teniendo en cuenta la ubicación de su mano y mi falta
de bragas, podía sentir el calor de su dedo meñique a pocos centímetros de
donde realmente lo quería.

24
—Entonces, ¿juegas este juego a menudo? —pregunta.
—Todos los fines de semana —le digo descaradamente. Su dedo
meñique acaricia suavemente hacia adelante y atrás, haciendo que me
acerque un poco más a él, ansiando su toqué.
—¿Cómo se involucra una mujer hermosa, como tú, en un juego tan
peculiar? —pregunta, sonando como si realmente quisiera saberlo.
Molesta por su pregunta, suspiro y cambio de tema —¿Así que, qué
haces para ganarte la vida?
Se sienta en silencio, dándose cuenta de que no quiero responder a su
pregunta antes de que finalmente murmuré: —Soy un hombre de negocios —.
La respuesta más vaga de la historia.
Durante el resto del corto viaje a su casa, nos sentamos en silencio. Su
meñique todavía acariciando mi muslo, pero mi mente se encontraba en otro
lugar. ¿Por qué juego este juego? Oh, es cierto –jodido Brayden. El hombre me
había cambiado esa noche, pero honestamente podía decir que me sentía
bien. Ya no tenía el corazón roto y me estaba divirtiendo. ¿Por qué, entonces,
tenía la sensación de que Jackson me estaba juzgando? Será mejor que el
cabron me compense. No había forma de que dejara que arruinara mi
diversión de fin de semana con su tono sentencioso.
El automóvil finalmente se detuvo frente a un elegante edificio. Jackson
salió, me abrió la puerta y me tendió la mano para sacarme del auto. Estaba
bastante segura de que acababa de ver un anticipo cuando sus ojos se
movieron momentáneamente entre mis piernas.
Una vez fuera del auto, admiré el edificio. Había sido recientemente
remodelado. Y a pesar de que se jactaba de nuevos colores y detalles, todavía
tenía el encanto de todos los edificios más antiguos de la ciudad. Nunca me
cansaría de apreciar estas estructuras. Deseando tener mi cámara, prometí
recordar volver y fotografiarla.
—Vamos, entremos. El viento se está alzando y uno de nosotros no está
vestido adecuadamente para eso —sonrió. Poniendo su mano en mi espalda
baja me guío dentro.
Si pensaba que el exterior era bonito, el vestíbulo era absolutamente
impresionante. Tenía techos altos y detalles dorados. Los muebles y
accesorios eran bastante ornamentados. Me llevó a los ascensores, marcó un

25
código en el teclado y luego presionó la "P" para el ático. Jackson vivía
bastante bien, al parecer.
Después de subir silenciosamente a la cima, las puertas se abrieron en
un loft elegante y moderno. Grises y negros parecían ser el esquema de color.
—Andi, ¿puedo ofrecerte un poco de vino? —Jackson preguntó mientras
colocaba mi bolso en la mesa de entrada. Cuando asentí, se alejó rápidamente
hacia el área del bar justo al lado de la sala de estar —. ¿Así que, debo asumir
que las preguntas personales están fuera de lugar en nuestro pequeño juego?
—preguntó mientras servía dos copas de vino tinto.
—Supones correctamente, Jackson. Siento que podemos divertirnos un
poco, pero por favor, hablemos de sexo. Realmente no me gustan los detalles
sobre mi vida —le digo —. Ni siquiera vale la pena, honestamente.
Me estudió por un momento, tratando de entender mi respuesta.
Finalmente caminando hacia mí, me entregó mi vino, y lo bebí con avidez. Él
simplemente levantó una ceja y me entregó el otro vaso para poder regresar y
rellenar el ahora vacío.
Las cosas habían sido completamente incómodas desde el momento en
que cuestionó los motivos de mi juego en el coche. A Pepper probablemente le
gustaría eso de él. Maldito sea. Maldita sea la chispa que hubo anteriormente
que parecía haberse esfumado, y no sabía cómo recuperarla.
Tomando el asunto en mis propias manos, bebí el segundo vaso y me
acerqué a él. Una vez que estuvimos frente a frente, envolví mis brazos
alrededor de su cuello e incliné mi cabeza hacia arriba, invitándolo a besarme.
Puso el vaso sobre la mesa junto a él y se inclinó hasta que sus labios casi
tocaron los míos. Lamí mis labios para atraerlo aún más, y él mordió el
anzuelo, reclamando mi boca con furia. La chispa que había disminuido rugió
a la vida cuando nos probamos. Él mordisqueó mi labio y chupó mi lengua,
haciéndome gemir en su boca. Mis manos se dirigieron a su pulcro cabello y
me complació jalarlo y desordenarlo.
Sus manos se dirigieron a mi trasero y lo agarró bruscamente,
acercándome a él. Podía sentir lo emocionado que se encontraba, ahora que
estaba presionada firmemente contra él. Sus manos de repente se deslizaron
debajo de mi vestido y lo subieron sobre mis caderas. Mientras continuaba
besándome, una mano se deslizó hacia mi sexo y comenzó a frotarme. Me
estremecí ante su toque y gemí nuevamente en su boca, haciéndole gruñir.
—Necesito verte desnuda —dijo con brusquedad, apartándose.

26
—Dirige el camino, cosa caliente —le respondí ronroneando.
Me sorprendió al levantarme en sus brazos. Cuando chillé, él se rió y
entró en su habitación conmigo a cuestas. Sin previo aviso, me dejó caer
sobre su gigantesca cama.
—¡Oye! ¡Idiota! —Me reí.
Se puso en cuclillas delante de mí y me quitó los zapatos. Tomando mis
dos manos, me levantó de la cama para ponerme frente a él. Alcanzando
detrás de mí, abrió la cremallera de mi vestido y cayó a mis caderas,
revelando mis senos que estaban cuidadosamente enfundados en mi
sujetador. Se lamió los labios apreciativamente y continuó desnudándome
quitando el vestido por completo. Ayudándolo a salir, me desabroché el
sujetador y finalmente liberé mis senos. Deslizó mi sujetador por mis brazos y
lo arrojó a un lado.
—Wow, eres una mujer absolutamente hermosa.
Sonriendo, me burlé.
—No seas un provocador. Muéstrame qué hay debajo del traje, Jackson.
Cuando no hizo ningún movimiento para desvestirse, le desabotoné la
chaqueta y se la quité de los hombros para que cayera al suelo. Siguiendo la
chaqueta, comencé a desabotonar su camisa de vestir y aflojar su corbata.
Finalmente decidió ayudar y se quitó la corbata. Una vez que se desabrochó el
último botón, se arrancó la camisa y reveló un torso bronceado muy
esculpido.
Instintivamente, pasé mis manos por sus abdominales y por encima de
sus pectorales. Tenía un cuerpo perfecto. Deslizando mis manos hacia abajo,
le desabroché el cinturón y luego los pantalones. Se bajó la cremallera y los
pantalones cayeron hasta sus tobillos, dejándome admirar su físico solo con
sus calzoncillos negros. Manteniendo sus ojos fijos en los míos, quitó los
calzoncillos bóxer y su dura longitud rebotó.
Jackson tenía un cuerpo increíble y estaba listo para jugar. Sintiendo
mi deseo, me empujó suavemente hacia atrás sobre la cama. Arrodillándose,
agarró mis caderas y tiró de ellas al borde de la cama. Empecé a temblar solo
de pensar en lo que estaba a punto de hacer. Tirando mis piernas sobre sus
hombros, se inclinó y depositó un suave beso en mi clítoris. Luego sacó su
lengua y la arrastró entre mis pliegues, haciéndome saltar de la cama.

27
Agarrando mis caderas nuevamente, las presionó contra la cama,
manteniéndome en mi lugar.
Rápidamente comenzó un patrón loco de lamer, chupar y mordisquear.
Comencé a soltar el aire entre silbidos a medida que se acercaba mi orgasmo.
Necesitando tocar algo, enrosqué una mano en su cabello y usé la otra para
rodar mi pezón. Cuando metió dos dedos en mi interior, me estremecí de
placer cuando mi orgasmo me golpeó.
—¡Jackson! —Grité, tirando de su cabello mientras mi cuerpo se
apretaba alrededor de sus dedos, ordeñando lo último de mi altura.
Apartándose de mí, se acercó a la mesita de noche y sacó un condón
dándome un gran vistazo de su bonito y redondo trasero. Abrió el paquete y lo
deslizó sobre su gigantesca polla. Empujándome mas arriba en la cama, se
acomodó entre mis piernas e inclinó la cabeza para besarme suavemente en
los labios. Agarrando su cabeza con ambas manos, lo jalé a mi boca y
profundicé nuestro beso deslizando mi lengua dentro.
Nos besamos con fuerza durante unos minutos hasta que ambos
respiramos con dificultad. Podía sentirlo alineando su punta en mi entrada,
burlándose de mí.
—Jackson, te necesito —le rogué, empujando mis caderas hacia arriba.
Rindiendo, se empujó dentro, haciéndonos gemir a ambos.
Comenzó a embestirme, haciendo que mi orgasmo volviera a reaparecer.
El golpeteo de nuestros cuerpos creando un sonido hermoso cuando ambos
nos acercamos al borde del orgasmo.
—¡Jackson, voy a correrme de nuevo! —Grité mientras él continuaba
golpeándome. Justo cuando el fuego interno me venció, indicando el comienzo
de mi orgasmo, gimió y desaceleró sus embestidas. Mis contracciones se
cerraron alrededor de su polla haciéndonos estremecer con cada una.
Cuando finalmente se detuvo, se echó a reír.
—Mujer, eres tan jodidamente sexy. Acabamos de terminar y ya estoy
contando los segundos hasta que podamos hacerlo nuevamente. Eres
increíble —elogió. Sí, lo sé, muchas gracias, pero gracias por inflar mi ego.
—Gracias. Tú tampoco estás tan mal —bromeé, sonriéndole.
Alejándose de mí, entró en el baño para deshacerse del condón. Salté y
comencé a arreglarme, dándome cuenta de que se estaba haciendo tarde.

28
Le había prometido a Olive anteriormente que iríamos de compras
juntas mañana. Odiaba ir sola. Teniendo en cuenta que se había quedado en
casa esta noche, necesitaría dormir un poco si tenía alguna esperanza de
levantarme al amanecer con Olive.
Cuando volvió a salir del baño y me vio vestida, frunció el ceño.
—Jackson, tengo que irme, pero ciertamente podemos encontrarnos de
nuevo mañana. Ha sido divertido —le aseguré, sonriendo.
—Andi, es tarde. Por favor, quédate aquí esta noche —dijo, con el ceño
todavía en su rostro.
—Jackson, solo vivo a unos diez minutos de aquí. Estará bien. Aquí,
déjame ver tu teléfono. Me enviaré un mensaje de texto para que tengas mi
número y podamos arreglar algo para mañana —protesté, suspirando porque
estaba empezando a ser un poco difícil.
—Bien, pero George te llevará a casa. No vas a tomar un taxi a esta
hora de la noche sola —bramó, sus ojos desafiando los míos.
Haciendo rodar mi ojos, cedo. Soltando un suspiro llama a George.
—George, te necesito aquí para llevar a Andi a casa. No quiero que ella
tome un taxi. Sí, quince minutos está bien —estuvo de acuerdo y colgó. Me
acerqué, le quité el teléfono de la mano y comencé a enviarme mensajes de
texto.
Número desconocido: Hola sexy. No puedo esperar para pasar más
buenos momentos contigo.
¿Qué tal si te llevo a un restaurante fabuloso? Te gusta el sushi?
Te ves como una chica de sushi y sake3. Apuesto a que también te
gustan las flores. Me aseguraré de traerte un par ;)
Le devuelvo el teléfono, riendo. De repente mi teléfono suena en la otra
habitación. Pongo mis pies en los zapatos y corro a mi bolso en la entrada.
Unos segundos después, me sigue hasta allí después de haberse puesto unos
pantalones.
—Un tipo me envió un mensaje de texto y quiere llevarme a una cita —
bromeo, guiñándole un ojo.

3 Bebida alcohólica que se obtiene por fermentación del arroz; es originaria de Japón.

29
—Bueno, ¿vas a aceptar su oferta? —pregunta, riéndose de mi
estupidez.
—Lo pensare. Tal vez pueda enviarme un mensaje de texto mañana por
la tarde y confirmar —sugerí mientras caminaba hacia él. Me puse de
puntillas y lo besé casualmente antes de girar para alejarme. Justo antes de
que me alejara más de un par de metros, me agarró de la muñeca y me atrajo
hacia él.
—Nos vemos mañana —prometió y me atrajo para un beso apasionado.
Intenté alejarme pero él me agarró el labio entre los dientes y me mordió
suavemente. Riendo, metí la mano debajo de sus brazos y le hice cosquillas
en las costillas para que me soltara.
Una risa fuerte y juvenil resonó en la habitación mientras se retorcía
lejos de mis dedos. ¡Ah ja! El grande y poderoso Jackson era cosquilloso. Me
encantó.
—¡Tienes cosquillas! ¡Oh esto va a ser divertido! —Le dije, sonriendo
malvadamente. Tenía una gran sonrisa en su rostro y ambas manos en una
posición de rendición, alejándose de mí.
—Mujer, me haces cosquillas de nuevo y te plantaran para tu cita
mañana —amenazó, todavía sonriendo.
Al salir por la puerta, le grité: —Te veo mañana, Jackson.
Jackson grande y serio era sexy. Pero el tierno y juvenil Jackson
también era adorable.

DOS SEMANAS DE OSCURIDAD…


Ha sido una semana de mierda. No me siento mejor, me siento
jodidamente peor. Mierda. Mierda. Mierda. A la mierda Brayden. A la mierda
Pepper y su molesto acoso para que coma. A la mierda los correos electrónicos
de mi profesor preguntando por mi paradero. A la mierda todos.
La puerta se cierra de un portazo dejándome saber que la jodida Pepper
ha vuelto. A la mierda con ella.
—Maldita sea, Andi. ¡Saca tu trasero de esa cama! —grita,
arrancándome las mantas.

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—¡Jódete, Pepper! —Le grito de nuevo, las lágrimas llenan mis ojos
nuevamente.
—Jódete, Andi. Vas a ir al doctor. Levántate. ¡Ahora! Estás deprimida y
necesitas ayuda —grita, agarrando mis muñecas y arrancando mi frágil cuerpo
de la cama.
Luchamos pero ella finalmente gana porque es la jodida Pepper. Ella
toma unos jeans y me los arroja. Hoy voy a recibir jodida ayuda. A la mierda
eso.

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Capítulo cuatro
—¡Despierta, perezosa! Ya te dejé dormir la mitad del día. Estoy lista
para ir al supermercado. Estamos quedando completamente sin nada —chilló
Olive, saltando en la cama a mi lado.
Gimiendo, le arrojo la almohada.
—¿Que hora es? —Pregunto, demasiado cansada para siquiera buscar
por mi misma.
—Cariño, son las diez en punto. Estamos desperdiciando la luz del día.
Si no salimos pronto, el supermercado estará lleno —se queja. Era débil ante
las lindas súplicas de Olive.
—¡Uf, bien! Pero primero me ducharé —respondo mientras me arrastro
fuera de la cama.
Todavía me dolía la cabeza por los tragos que había tomado la noche
anterior. Me había divertido con Jackson, pero estuve lista para partir
después de nuestra segunda ronda. No había forma de que pasara la noche
con él. Eso iría totalmente en contra de mis reglas.
Después de ducharme y peinarme en un moño húmedo que Pepper
aprobaría, me puse unos jeans y una sudadera con capucha. Sin maquillaje
para mí esta mañana. Olive estaba sentada en el brazo del sofá, esperándome
cuando finalmente llegué a la sala de estar media hora después.
—Muy bien, cariño, estoy lista, pero pasemos por Jeanie en el camino.
Necesito un panecillo y un poco de café —me quejé mientras recogía mi bolso.
—¡Seguro! —ella estuvo de acuerdo y su rostro se iluminó.
Olive amaba a Jeanie porque allí nos habíamos conocido.
Después de una caminata de veinte minutos, en su mayoría repasando
los acontecimientos de nuestras noches, finalmente llegamos a Jeanie.
Jeanie nos saludó con la mano cuando entramos.

32
—No podías mantenerte alejada, ¿eh, señorita Andi? —Jeanie preguntó,
sacudiendo la cabeza. Puede que ya no trabajara allí, pero seguía siendo uno
de mis lugares favoritos.
—Por supuesto que no, Jeanie. ¡Ya te extraño! —Sonreí. Ella me
despidió, girándose bruscamente para que nuestra orden se pusiera en
marcha. No tenía sentido tratar de decirle que probaríamos algo diferente.
Jeanie nos daba lo que le daba la gana. Olive y yo encontramos una mesa
junto a la ventana y nos sentamos.
—Entonces, ¿lo volverás a ver esta noche? —Preguntó Olive,
continuando nuestra conversación.
Sonriendo, le dije: —Estoy bastante segura de que volveremos a salir. Le
dí un buen momento.
Ella se rió de mi insinuación. Pepper se molestaba pero siempre podía
contar con Olive para que viviera indirectamente a través de mí. Pepper dijo
que eso me excitaba.
Jeanie se acercó y dejó dos cafés y dos panecillos con queso crema. La
mujer me conocía bien. Le entregué un billete de veinte, pero ella puso los
ojos en blanco y volvió a la caja registradora. Olive y yo comimos nuestro
desayuno, charlando sobre su próximo evento de modelaje cuando la puerta
del café sonó.
Al levantar la vista por instinto, me sorprendió ver al barman de anoche
y a Jackson. ¡Maldita sea! Lucia como una bruja esta mañana.
—¡Él está aquí! —Le siseé a Olive, tratando de ocultar mi rostro. Se veía
sexy con un par de jeans bajos y un Henley ajustado. Estaba a punto de
morir de vergüenza por verme tan horrible en comparación con Jackson. ¿Por
qué tuve que ser tan perezosa esta mañana?
Olive les echó un vistazo y se rió —. Wow, él es lindo. ¡No me dijiste que
tenía piercings y tatuajes!
—Uh, no él. Él es solo el barman. Jackson es el dios de pelo oscuro, allí
con la camisa negra. Me veo terrible. No puede verme así —susurré, molesta
conmigo misma.
Como si pudiera sentirnos mirándolo, se volteó, mirando en nuestra
dirección. Su risa con el barman se detuvo cuando sus ojos se encontraron
con los míos. Se fue la Andi asesina de hombres y apareció la avergonzada y
sonrojada Andi. Finalmente apartó la mirada y le pagó a Jeanie. Traté de

33
desvanecerme en mi silla. Apuesto a que está esperando nuestra cita ahora.
No. Lo perdonaría si fingiera que no estaba aquí.
Sin embargo, la suerte no estaba de mi lado, porque Jackson y el
barman se dirigieron a nuestra mesa.
—Hola, Andi. ¿Podemos sentarnos con ustedes, damas?¿Quién es tu
encantadora amiga? —Jackson preguntó, con los ojos brillantes.
—Uh, claro. Por favor tomen asiento. Chicos, este es mi amiga, Olive —
presenté nerviosamente.
Jackson le estrechó la mano y le sonrió
—Encantado de conocerte, Olive. Este es mi mejor amigo, Ian Dempsey.
Es dueño del nuevo bar, Dempsey's —afirmó, haciendo sus propias
presentaciones.
Ian tomó su pequeña mano, pero en lugar de sacudirla, se la llevó a los
labios y la besó brevemente.
—Encantado de conocerte, Olive —le guiñó un ojo.
Normalmente, Olive estaría retrocediendo por ese tipo de contacto, pero
en realidad estaba sonrojada. Las mujeres de color definitivamente pueden
sonrojarse.
—Esta es Andi, Ian, pero creo que ustedes dos ya se conocieron —
terminó Jackson.
—Es bueno verte de nuevo —respondió con su fuerte acento irlandés.
Solo me dió un apretón de manos. Parece que Ian es dulce con Olive, y creo
que ella podría sentir lo mismo.
Ian se lanzó a hablar con Olive, preguntándole qué hacía para ganarse
la vida y comentando sobre sus hermosos ojos.
Jackson se inclinó y me susurró al oído, distrayéndome de su
conversación: —Te ves tan hermosa, Andi.
Mis mejillas se enrojecieron de inmediato porque sentí que me estaba
tomando el pelo, teniendo en cuenta que no era de ninguna manera hermosa
en ese momento.
—Si seguro. Solo quieres asegurarte de tener sexo esta noche. No te
preocupes, luciré bonita antes de esta noche —gruñí, rodando los ojos.

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Me agarró la mano y su aliento caliente se disparó en mi oído mientras
decía sin humor en su voz: —No miento. Eres hermosa. Te ves como un ángel
sentada a la luz del sol junto a esta ventana. Nunca minimices tu apariencia.
Mi corazón dio un vuelco. De acuerdo, entonces tal vez no había estado
jugando conmigo. Olía a jabón y loción para después de afeitarse, lo que me
hizo desvanecer.
Jeanie interrumpió nuestro momento dejando los cafés de los chicos.
Todos volvieron su atención a Olive mientras ella contaba varias historias de
algunos trabajos de modelaje que había hecho recientemente. Ella era tan
inocente, así que escuchar las cosas que describió como horribles fue
realmente divertido. Todos nos reíamos histéricamente de sus historias.
Una vez que todos terminaron su café, Ian habló —. Ustedes, damas,
deberían venir al bar esta noche. Las bebidas corren por mi cuenta —sugirió,
sonriendo a Olive.
Parecía avergonzada, pero la salvé de tener que decirle que no.
—Ian, eso es dulce, pero en realidad tengo una cita —intervine,
guiñándole un ojo a Jackson.
El pobre chico parecía triste.
—Bueno, Olive, podrías venir. Habrá una banda genial —dijo, en un
último esfuerzo para volver a ver a mi adorable amiga.
—Lo siento, Ian, pero tengo otros planes. ¿Pero tal vez en otra ocasión?
—ella preguntó suavemente.
Pobre Olive. No habría otra ocasión. Ella lo estaba despachando
fácilmente. No había manera en el infierno de que ella fuera a un bar.
Realmente era triste porque pude notar que sentía algo por este chico.
—Bueno hombre. Vamonos —interrumpió Jackson, golpeando a Ian en
la espalda mientras se levantaba —. Andi, te recogeré a las siete esta noche
en tu casa. ¿El sushi suena bien? —preguntó, guiñando un ojo.
—Um, estaba pensando en bistec —bromeé. Él simplemente sonrió
cuando comenzó a alejarse —¡Espera! No te dije mi dirección —le grité.
—No te preocupes. George ya lo hizo —me aseguró mientras salía con
Ian justo detrás de él.

35
—¡Oh Dios mío, Andi! Jackson parece un portero. ¿Estás segura de que
quieres deshacerte de él después del fin de semana?
Puse los ojos en blanco.
—Esas son las reglas, Olive. Así que, sí, lo dejaré —le dije
sinceramente. Ella hizo un puchero, realmente hizo un puchero, ante mis
palabras.
—¿Por qué te preocupa tanto? —Exigí.
Pareciendo avergonzada, miró su servilleta y comenzó a tocarla.
—No hay razón —susurró en voz baja.
De repente, me di cuenta por qué le importaba. Ella realmente estaba
interesada en Ian.
—¡Ah, te gusta Ian! —Bromeé
Sus ojos se dirigieron frenéticamente a los míos.
—¡No! —siseó, pero su rostro contaba una historia diferente.
—Lo que sea, chica. Puedo leerte mejor de lo que piensas. No te
preocupes. Haremos que suceda. Me aseguraré de que lo veas de nuevo —le
prometí. Sin esperar su respuesta, agarré su mano y la tiré conmigo para que
pudiéramos ir al supermercado. Tenía una cita para la cual prepararme.

DOS SEMANAS DE OSCURIDAD…


Aparentemente, el doctor dice que estoy deprimida. No jodas, Sherlock.
No hace falta ser un científico especialista para descubrirlo. Dijo que necesito
tomar antidepresivos.
—¿Tomaste tu primera píldora? —El sargento de formación Pepper
preguntó.
Pongo los ojos en blanco y agarro el bote de pastillas. Lanzo la píldora
hacia atrás y la paso con mi botella de agua. Sin querer hablar, me deslizo
hacia la comodidad de mi cama.
—Mira, Andi. Sé que las cosas son difíciles para ti, pero tienes que salir
de eso. Necesitas apoderarte de ese corazón y ponerlo bajo control. La próxima
semana tienes un examen final y ni siquiera has estudiado. Por favor solo hazlo
por mí. Me estoy muriendo al verte así —dice Pepper con una suavidad inusual.

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Suspirando, le digo: —Lo intentaré, Pepper.
Saltando sobre mi cama, ella me envuelve en sus brazos y nos quedamos
dormidas, acurrucadas como niñas pequeñas.

37
Capítulo cinco
La casa estaba en silencio mientras me preparaba para mi cita. Olive y
Pepper habían ido a cenar a la casa de los padres de Pepper esa noche. Su
madre necesitaba ayuda para preparar la casa para una recaudación de
fondos, por lo que les había dicho a las chicas que podían pasar la noche si
era demasiado tarde. Subiendo la música, disfruté mi tiempo de preparación
a solas. Encontré un par de bragas sexys y un sujetador a juego para
ponerme. Admirándome en el espejo, pensé en cuánto Jackson disfrutaría
este conjunto.
En el armario, encontré un par de jeans ajustados oscuros y una blusa
verde. Después de vestirme, me puse unas botas de tacón. Estaba lista para
mi cita. Definitivamente en el modo asesina de hombres ahora. Totalmente
alejada de la horrible mujer que era hoy en la mañana. Fue después de ese
momento que prometí no salir así nunca más de la casa.
Revisé mi teléfono para comprobar la hora y me di cuenta de que ya
eran las siete diez. Bueno, al menos Jackson aún no había llegado. Apagando
la música, me senté en el sillón reclinable, esperando que Jackson me
recogiera.
Al despertarme, me di cuenta de que me había desmayado esperándolo.
Miré mi teléfono para ver la hora y ver si me había enviado un mensaje. Eran
las 10:15 ¿Que demonios? Lo peor era que no tenía mensajes de él.
Rápidamente, le envié un mensaje de texto.

Yo: Jackson, creo que olvidaste una cosa. ¿Surgió algo?


Me levanté y volví a mi habitación para retocar el maquillaje y
asegurarme de que mi cabello todavía tuviera un aspecto razonable. Quince
minutos después, todavía no tenía ningún mensaje suyo. Bien.
Yo: Esta bien. No estoy segura de qué pensar en este momento,
pero apesta. Llámame.

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Intentaba no parecer desesperada. No había nada que odiara más que
tener a un hombre pensando que estaba esperando sus órdenes. Después de
caminar por la habitación durante otros quince minutos, sonó un mensaje de
texto.
Jackson: Surgió algo.
Que mierda. Diablos no. Eran casi las 11:00 y me había plantado por
completo con una excusa de mierda.
Yo: Ya veo. Bueno, que tengas una buena vida.

Ahí. Oficialmente había terminado con algo que tenía potencial para
mucha diversión. Lo que sea. Agarrando mi bolso, salgo por la puerta. Iba a
Dempsey's a ver la banda que Ian había mencionado hoy. Tal vez encontraría
un nuevo prospecto. El fin de semana aún no había terminado.
Después del rápido viaje en taxi, salí y me dirigí hacia la puerta con mis
veinte dólares listos en la mano. Tenía que ponerme al día. Caminando hacia
el bar y deslizándome hacia el único asiento vacante, me encontré con la
mirada sorprendida de Ian.
—Andi, no esperaba verte aquí —tartamudeó, dándose cuenta de que se
suponía que debía estar con Jackson.
—Tomaré dos shots de Jägermeister y una Corona —le dije, rechazando
su declaración. Golpeando otros veinte.
Ignorando mi dinero y mi respuesta, se giró para hacer mis bebidas.
Unos minutos más tarde los dejó frente a mí. Rápidamente, acabé con los dos
shots y proseguí con mi cerveza. Cuando le di la mirada que decía que
necesitaba otra ronda, él simplemente asintió y repitió mi orden. Después de
la segunda ronda, me di cuenta de que me estaba perdiendo rápidamente.
—Tomaré otra ronda —arrastre hacia Ian. Puso los ojos en blanco y me
preparó otra ronda. Mientras esperaba, un imbécil se deslizó a mi lado. Su
cabello estaba peinado hacia atrás y apestaba a perfume barato.
—Me gustaría tirarme a esa rubia tonta encima de la barra y follar ese
culo apretado —sugirió en tono burlón a su igualmente idiota amigo, ambos
riéndose histéricamente.
Antes de que pudiera formular una respuesta, Ian golpeó sus puños
contra la barra frente a ellos y los fulminó con la mirada. Parecía bastante

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intimidante con sus piercings y aquel furioso temperamento irlandés
ardiendo.
—Sal de mi bar. Absolutamente no permitiremos ningún tipo de
comentarios despectivos a ninguna mujer en este bar —gruñó. Los chicos
comenzaron a retroceder y se encontraron con cabeza hueca agarrándolos por
el cuello, llevándolos fuera de la barra.
—Gracias, Ian —reconocí, volviendo a mis bebidas que ahora esperaban
frente a mí.
—Es posible que quieras reducir la velocidad, Andi —advirtió cuando
tragué dos shots más.
Me reí de él y casi me caigo del taburete, pero logré equilibrarme de
nuevo.
—No es un mal tipo —me informó mientras limpiaba el mostrador frente
a mí.
Al instante, mi temperamento estalló.
—¿Cómo puedo saberlo? Nunca me dio la oportunidad de comprobarlo.
Pero está bien. Era solo sexo, Ian. Soy una chica grande —. Me molestó que
intentara defender a su amigo. Conmigo, la chica que había dejado plantada
—. Tomaré dos más —ordené mientras la habitación giraba
momentáneamente.
—Creo que ya has tenido suficiente, Andi —comentó, frunciendo el
ceño.
—¡Maldita sea, Ian! Dame dos tragos más y me iré. El idiota de tu amigo
me dejó plantada sin ninguna razón. Al menos me lo debes solo por ser su
jodido amigo —exploté, enojándome porque intentara detenerme.
Suspiró profundamente y golpeó dos vasos más de chupito frente a mí,
llenándolos. Sonriendo, arrojé esos dos también. La banda comenzó de nuevo,
así que decidí ir a bailar. Sintiéndome cada vez más afectada por los tragos
por segundo, bailé a medias tambaleándome hacia el escenario.
Mientras la música retumbaba, comencé a bailar, pasando mis dedos
por mi cabello. Un par de tipos diferentes intentaron bailar conmigo, pero
estaba tan perdida que apenas podía soportarlo y perdieron el interés.
Cuando la banda finalmente terminó, comencé a saltar de un lado a otro,
gritando: —¡Otra!

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El mundo comenzó a girar violentamente sobre mí y me desmayé por
completo, golpeando mi cabeza contra el piso de madera.
Cuando recuperé la conciencia, estaba siendo llevada por un par de
brazos fuertes. Brazos que me llevaron directamente a un sedán negro, y me
desmayé una vez más.

DOS SEMANAS DE OSCURIDAD…


Las píldoras ayudan a aliviar mi locura. Y aunque no tengo ganas de
hacer nada, sé que tengo que dar mis finales. Después de la próxima semana,
finalmente podré cerrar este horrible capítulo de mi vida.
Tengo el primero de cinco en media hora. Tres están programados para
hoy y los otros dos son para mañana. Pepper me está mirando desde su cama
sobre su libro, lo que significa que está analizando mi estado de ánimo
nuevamente.
—¿Preparada para tus finales? —ella pregunta en voz baja.
—Supongo. Estoy lista para terminar con todo esto —digo honestamente,
agarrando mi mochila.
—Buena suerte, cariño —me sonríe.
En lugar de devolverle la sonrisa, solo saludo. Cuando abro la puerta
para irme, mi corazón cae hasta mi estómago. Jodido Bray.
—Andi, escúchame —suplica, avanzando hacia mí.
Me voy a enfermar. Voy a vomitar aquí mismo. Mis lágrimas ahora caen
frenéticamente por mi cara. Él alcanza para limpiarlas y yo me alejo
rápidamente, golpeando su mano.
Pepper se da cuenta de que algo está pasando y puedo escucharla venir
corriendo hacia la puerta. Estoy congelada, mirando su hermoso rostro. Lo odio.
Ella toma mi mano y me empuja hacia la habitación, luego sale corriendo por la
puerta y la cierra de golpe. Puedo escucharlos discutiendo.
—Déjala en paz. No vuelvas nunca más aquí. La has dejado echa un
jodido desastre, y acabo de progresar con ella. La arruinaste, Bray. Déjalo así y
no intentes volver a contactarla o te mataré. No me pongas a prueba —dice
Pepper.

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Retirándome a mi cama, colapso, tratando de desconectar su respuesta.
Dios, lo odio. Y duele mucho.

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Capítulo seis
Podía sentir el sol brillando en mi cara, haciéndome entrecerrar los ojos.
Oh Dios mío. Me dolía mucho la cabeza.
¿Cómo llegué a la cama? Realmente no tenía ningún recuerdo después
de caer al suelo anoche. Wow, había hecho el ridículo anoche.
Llegué a la conclusión de que un brazo pesado estaba envuelto en mi
cintura. ¡Mierda! Traje a casa a un extraño anoche. Espero por Dios que haya
recordado usar un condón. Pepper estaría enojada por mi descuido.
Finalmente, me atreví a abrir los ojos y suspiré de alivio cuando
reconocí el cabello oscuro y desordenado en la almohada a mi lado. De alguna
manera, Jackson me encontró y me trajo de vuelta a mi departamento la
noche anterior. Ahora recordaba que me llevaba en sus musculosos brazos a
su auto. Mi ira por dejarme plantada resurgió. Saqué mi cuerpo
completamente vestido debajo de él y me dirigí a la ducha. Después de que
me quitara el olor a alcohol, lo echaría.
En medio de lavarme el cabello, la cortina de la ducha se abrió y un
Jackson muy desnudo entró conmigo.
—¿Qué demonios, Jackson? —Grité, cubriéndome —¡Sal de mi ducha!
—No. Escucha Andi. Lamento mucho lo de anoche. Tenía un asunto de
trabajo que salió de la nada y quedé atrapado en medio de un desafortunado
negocio. Debería haber hecho tiempo para llamarte y explicarte, pero
honestamente, estaba demasiado estresado en ese momento —explicó.
Le di la espalda y le dije: —Sí, bueno, lo hecho, hecho está. No estoy
realmente interesada en todo esto entre nosotros. Creo que sería mejor que te
fueras.
En lugar de salir como le ordené, agarró mis caderas y las jaló hacia su
dureza. Jadeé sorprendida, pero antes de que pudiera quejarme, una mano se
deslizó alrededor, agarrando mi pecho.
En el instante en que sus dedos rozaron mi pezón, me fundí con su
toque. Maldito sea. Intentando encontrar alguna resolución para que se fuera,

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comencé a alejarme nuevamente, pero cuando la otra mano se encontró con
mi clítoris, ya no tenía la fuerza de voluntad para intentarlo. Él comenzó a
frotar mi sexo furiosamente, haciéndome jadear salvajemente. Se suponía que
esto no debía suceder, pero ahora me sentía impotente ante sus deseos.
Me hizo gritar con mi orgasmo minutos después. Sin darme tiempo para
recuperarme, me hizo girar y me presionó contra la pared con su cuerpo. Su
boca se fundió con la mía y la capturó. Comenzamos a besarnos
apasionadamente, sin poder tener suficiente de los labios y lengua del otro.
Apartándose de mí, salió de la ducha y volvió a entrar, con la polla cubierta
por un condón antes de que pudiera preguntarle a dónde iba.
Agarrando mis nalgas, fácilmente me levantó contra la pared.
Instintivamente, envolví mis piernas a su alrededor. Él gimió ante nuestra
posición y provocó mi entrada con su polla.
—Jackson —gemí mientras echaba la cabeza hacia atrás. Tomándolo
como aprobación, se estrelló contra mí. Nuestros cuerpos resbaladizos
golpearon salvajemente, y tuve que aferrarme a él por mi vida para no caerme.
Me chupó el cuello mientras seguía follandome. Mi cuerpo finalmente
comenzó a convulsionarse cuando mi orgasmo volvió a atravesarme. Me siguió
casi inmediatamente después. Los dos estábamos temblando por el esfuerzo.
Mordisqueando mi cuello, lentamente me liberó de su cuerpo y volvió a
ponerme de pie.
—Tan jodidamente increíble —gruñó en mi oído.
Sonreí porque había sido bastante sorprendente e inesperado. Al
parecer lo dejaría quedarse un día más. El fin de semana aún no había
terminado.

DOS SEMANAS DE OSCURIDAD…


Afortunadamente, Pepper era buena en ser una perra fastidiosa. Aunque
me perdí el primer final, ella escribió un correo electrónico a mi profesor y
obtuvo permiso para que lo realizara el miércoles. Sus habilidades de
negociación harían orgulloso a su padre.
Entro tan solo unos minutos antes para mi segundo examen.
Inmediatamente, el profesor me entregó los papeles y me dejo caer en una silla
para comenzar. Las palabras son un lio borroso. Intento concentrarme en la

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terminología, pero todo me parece sin sentido. Afortunadamente, el examen es
de opción múltiple y puedo adivinar las respuestas.
Después del examen prácticamente corro de regreso a la seguridad de mi
dormitorio. Hay una nota en la puerta. Al abrirla, apenas puedo leer las
palabras a través de mis lágrimas.
Andi, te amo. Cometí un error. Por favor perdóname.
Bray
Jódete, Bray. ¡Estás destrozando mi corazón y no puedo soportarlo más!
Corro hacia la habitación y me dirijo directamente a la botella de vodka que
guardamos para emergencias. Esto constituye como una emergencia. Empiezo a
beber hasta que la oscuridad amenaza con apoderarse de mi visión.

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Capítulo siete
El resto de la ducha fue tranquila y sin incidentes. Todavía estaba
enojada con él por dejarme plantada, pero en realidad no importaba, ya que
está noche era nuestra última noche juntos. También podría aprovecharlo al
máximo. Optando por la comodidad, me puse unos jeans y un suéter.
Decidiendo no verte bien Andi, me hice un moño con el pelo mojado y salí sin
maquillaje.
Después de vestirme, noté que se había vuelto a poner el traje
arrugado. —¿Tienes que trabajar hoy? —le pregunto vacilante. Su sombra de
las cinco en punto estaba realmente oscura ahora ya que no tenía nada para
afeitarse en mi ducha. Parecía robusto y sexy como el infierno.
—No, puedo tomarme un día libre. ¿Qué quieres hacer hoy? —preguntó,
tirando de mi para un abrazo.
—El almuerzo suena bien porque ya nos hemos perdido el desayuno.
Sonriendo estuvo de acuerdo —Está bien. Correré a casa, me cambiaré
y te recojo en treinta minutos.
Frunzo el ceño antes sus palabras. Por alguna razón, siento que podría
abandonarme nuevamente.
—Andi, dije que lo siento. Voy a volver. Podemos almorzar y luego dar
un paseo. Prometo que volveré —disparó, tratando de convencerme. Sólo
asentí en respuesta. Él resopló y se preparó para intentar persuadirme un
poco más, pero el estallido de voces femeninas a través de la puerta principal
nos distrajo.
Tome su mano y lo llevé a la sala conmigo para poder saludar a Pepper
y Olive.
—¡Hola chicas! ¿Te divertiste con tus padres? —le pregunto a Pepper.
—Hum, estuvo bien. Mamá una vez más estuvo alborotada, termine
haciendo la mayor parte de todo de todos modos. Sin embargo, lo logramos, y
el evento está sucediendo ahora mientras hablamos —me dijo, mirando detrás
de mí a Jackson, claramente esperando una presentación formal.

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—Hola, Jackson —chilló Olive, saludándolo con la mano.
—Hola Olive. Por cierto, soy Jackson —saludó, extendiendo su mano
hacia Pepper.
Ella lo ignoró y escupió —Si estás jodiendo a mi amiga por el fin de
semana. Usa protección. No necesito que contraiga ninguna enfermedad —.
Jackson bajó lentamente la mano, dándose cuenta de que ella solo estaba
siendo una perra. Dirigiéndose a mí ella pregunto —Entonces Andi, ¿Cómo
estuvo tu cita? Olive dijo que el sushi estaba en el menú.
Comprendiendo que ella se enojaría con él, decidí eludir el problema —
Oh, fue genial. Me conoces, sushi igual a delicioso —mentí.
Olive sólo sonrío feliz, disfrutando de cualquier tipo de detalles de mi
cita. Noté como Jackson hizo una mueca por mis palabras, lo que hizo que
Pepper entrecerrada los ojos hacia él.
—Suena divertido —dijo sin entusiasmo, olisqueando mi mentira.
—Joder. La dejé plantada ¿vale? Entonces su pequeño culo se
emborracho en Dempsey's y tuve que ir a rescatarla. Fui un idiota, pero voy a
compensarla hoy —resopló culpable.
Pepper lo fulminó con la mirada —. Oh, Dios mío, Andi, estoy contenta
de que hoy sea domingo. A veces tus pequeños juegos apestan. Yo por mi
parte lo estoy, me canso de tener que verte jugarlos —se enfureció,
dirigiéndose a su habitación y cerrando la puerta detrás de ella.
Luciendo avergonzada, Olive se escabulló hacia su habitación,
dejándome a mí y a Jackson parados torpemente en la sala de estar. Las
cosas estaban tan calientes y frías con Jackson. Nunca un punto medio feliz.
Encogiéndome de hombros lo acompaño a la puerta.
—Te veo en treinta minutos, tal vez —bromeo mientras abro la puerta.
Suspirando profundamente me empuja contra el marco de la puerta.
Inclinándose hacia adelante, acerca sus labios a los míos mientras me mira
con sus ojos color chocolate oscuro. Era fácil fundirse en ellos.
—Te veré en treinta minutos, lo prometo —juró con enojo. Luego
presiona sus labios contra los míos para un casto beso.
Apartándose de mí, corre por el pasillo. Supuse que volvería después de
todo. Sólo el tiempo lo diría.

47
DOS SEMANAS DE OSCURIDAD…
El vodka es bueno. Tan bueno. ¡Muy muy bueno! ¿whoa? La habitación
sólo gira un poco. Mejor no bebo más, ya que tengo otro examen hoy. Bien, solo
un trago más.
—¿Qué coño? —exige una Pepper muy cabreada mientras irrumpe en
nuestra habitación. —¡Andi! ¿Qué has hecho? Tienes un maldito examen en
una hora. ¡Mierda!
—Bray-di-bray-bray-hey —balbuceo, antes de sucumbir a una risa
incontrolable.
—Maldita sea, Andi. Arregla tu mierda junta —ella me pone de pie.
Caray, el mundo se balancea de nuevo. —Vamos a la cafetería. Vámonos —
ladra, sacándome de la habitación.
Cuando comenzamos a caminar, me tropiezo un poco y casi me caigo de
culo. Me río histéricamente un poco más. Su mirada es amenazante en este
punto.
—El me escribió una carta quiere que lo perdone —maldije cuando las
lágrimas comenzaron a caer.
—Ven aquí, cariño. Es un imbécil y estás dejando que te arruine la vida.
Vamos a traerte un café —. Ella suspira y me atrae para un abrazo.

48
Capítulo ocho
Veintiocho minutos fue todo lo que tomó. Maldición, el chico podía
moverse. No pude evitar reírme de él cuando abrí la puerta. Con el pecho
agitado, la cara aún sin afeitar, el pelo ondulado por haberlo secado al aire,
en realidad se había apresurado a volver. Bien, hoy debería ser divertido
después de todo.
—¿Ya me echabas de menos? —jadeó, arqueando las cejas. Riendo le
doy un manotazo. Él juguetonamente agarra mi muñeca y me atrae hacia él
—. Porque seguro que te extrañé —sonríe. Suavemente, roza sus labios contra
los míos. El adorable Jackson era bastante irresistible.
Envolviendo mi mano libre alrededor de su cuello, lo jalo para
profundizar el beso. Al instante la química se reaviva. Era tan caliente y frío
entre nosotros, pero ahora era abrasador. Agarro su labio entre mis dientes y
él gime.
Al soltar mi muñeca, pasa sus brazos alrededor de mí cuerpo para
agarrar un puñado de mi trasero a través de mis jeans y acerca mi cuerpo al
suyo. Presiono mis senos contra su pecho, necesitando sentirlo allí también.
Cómo si se diera cuenta de que no íbamos a ir a ninguna parte hasta que
satisficiera ciertas necesidades, me levanta por mis caderas y mis piernas se
envuelven automáticamente a su alrededor. Apresuradamente nos mete en mi
habitación, pateando la puerta para cerrarla detrás de él.
Colocándome frente a la cama, me quita el suéter con un movimiento
rápido. Su suéter es el siguiente revelando su propio pecho tonificado.
Arrodillándose, besa la parte baja de mi estómago y gimo ante su toque. Con
destreza desabrocha mis jeans y los rueda por mis piernas. Levanto cada pie
para que pueda sacarlos por completo. Sus besos en mi estómago continúan,
incluso coloca algunos a lo largo del contorno de mis bragas. Temblando,
paso los dedos por su cabello todavía húmedo.
Me estaba besando por todas partes, pero no dónde realmente quería
que me besara. Me inclino contra sus besos, insinuando lo que necesitaba de
él. Finalmente, arrastra su lengua por el centro de mis pliegues a través de

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mis bragas de encaje y lloriqueo de alegría. Gruñendo, me empuja hacia atrás
hasta que caigo en la cama y me quita las bragas de un solo tirón.
Después de abrir mis piernas, su lengua comienza a lamerme. Empiezo
a alzarme de la cama para encontrarme con su toque. Mientras él me devora,
conduciéndome cada vez más cerca del borde de la cordura, desliza sus
manos hacia mis pechos y suavemente pellizca mis pezones a través de la tela
del sujetador. La combinación de todas las sensaciones causa que mi cuerpo
se tense y tiemblo mientras mi orgasmo late a través de mí.
—Oh, Dios mío —gimo, finalmente comenzado a relajarme después. Él
se ríe entre dientes contra mi sexo, su aliento haciéndome cosquillas antes de
alejarse.
—Eres linda cuando te corres —observa aun sonriendo.
—¡Jackson! —lo regaño mientras me rio.
Se veía increíblemente sexy de pie junto a la cama con su cabello en
todas direcciones por dejarlo secar al aire libre sin ningún producto. Su pecho
desnudo tiene un brillo de sudor, haciéndolo relucir en el sol de la mañana
que entraba por la ventana. Los jeans que usaba colgaban bajos en sus
caderas, dándome un vistazo de sus Calvin Klein. Delicioso.
Pensando exactamente en eso, me siento en la cama y me escabullo
para quedar frente a él. Mis manos corren suavemente sobre su pecho y
revolotean sobre sus perfectos abdominales. Todo rastro de diversión había
desaparecido mientras me miraba intensamente, cuestionando con sus ojos
cuál era el próximo movimiento.
Lo empujo lo suficiente para que retroceda, hasta que se encuentra
parado frente a la silla de mi habitación. Arrastrando mis manos hacia abajo,
encuentro el botón de sus jeans y los desabrocho para que caigan al suelo.
Engancho mis pulgares en su ropa interior y la jalo abajo también.
—Siéntate —ordeno.
Riéndose de mi actitud mandona, obedece. Arrodillándome, termino de
quitarle la ropa y me tomo un momento para admirar su polla. Brilla un poco
en la punta, indicando lo excitado que está.
Inclinándome hacia adelante, lo agarro y lo meto en mi boca. Él gime en
el momento en que comienzo a lamer y chupar. Aunque me había acostado
con muchos hombres en los últimos meses, él era solo la segunda persona a

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la que le había hecho esto. Con Bray, lo hice porque lo amaba. Con Jackson,
realmente quería hacerlo.
Sus manos se entrelazaron en mi cabello mientras cogía mi ritmo. No
podía llevar su gran tamaño muy profundo, pero no se estaba quejando.
Cuando creí que se encontraba al límite, extendí la mano y acaricié
suavemente sus bolas, lo que lo envío al borde. El explotó caliente y
furiosamente en mi boca y lo tragué. Una ves que estuve segura de que había
terminado, me alejé, limpiándome la boca con el dorso de la mano.
Empezó a reírse.
—¿Necesitas una servilleta? —puse los ojos en blanco y lo atrapé de la
única manera que sabía, haciéndole cosquillas en las costillas.
Se levantó bruscamente de la silla y se alejó de mí, riéndose a
carcajadas. Cuando se reía así, era muy contagioso. Riendo, pero
determinada, corrí tras él. Sólo había llegado al borde de la cama cuando lo
atrapé por detrás y él se apartó de mí otra vez histérico. En este punto, me
reía tanto como él de su aversión a las cosquillas.
Esta vez cuando lo alcancé, el agarró mis muñecas y las doblo detrás de
mi espalda para que estuviéramos pecho contra pecho, los cuales todavía se
encontraban agotados por nuestra risa.
—¡Mujer, tienes que dejar de hacer eso! —él advirtió.
—¿Qué vas hacer al respecto? Es mi arma secreta contra ti. ¡No tienes
nada que hacer contra la todopoderosa Andi! —me burle de él.
—Bueno, parece que estás bastante acorralada en este momento —
aconsejó. Me lamí los labios porque era incapaz de moverme y estar desnuda
con este hombre realmente sexy, me estaba volviendo loca. Sus ojos se
dispararon hacia mis labios. El hombre no podía soportarlo cuando hacía eso.
Cómo si fuera una señal, sentí su polla endurecerse entre nosotros.
Olvidando que estábamos jugando, agachó la cabeza y comenzó a
besarme el cuello. Comencé a jadear fuertemente mientras él lamía y
mordisqueaba. Mis caderas, intentaron frotarse con las suyas por cuenta
propia. Él gruñó y chupó mi cuello más fuerte.
—¡Oye! ¡Me dejarás un chupetón! —grité tratando de apartarme, pero
como todavía tenía mis manos clavadas detrás de mí, estaba impotente. Con
una última fuerte succión se apartó de mí cuello y sonrío.

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—Bastado. Me veré cómo una puta mañana en el trabajo —lo reprendí.
Su risa retumbó de su propio pecho al mío ya que todavía estábamos muy
cerca. Dándole una probaba de su propia medicina, me apoyé en su pecho
perfecto, acerqué su pezón entre mis dientes y mordí hasta que él comenzó a
liberarme. Pero en lugar de dejarme ir, se dejó caer en la cama, llevándome
con él.
Finalmente soltó mis muñecas ahora que estaba encima de él en la
cama. Sus manos llegaron hasta mi cabello, y él atrajo mi cabeza hacía la
suya para poder presionar sus labios contra los míos. De repente, todo el
juego se había esfumado y realmente lo quería dentro de mí. Capturé su boca
con la mía y comencé a explorar con mi lengua. Su lengua se encontró con la
mía con cada movimiento mientras nos besábamos en perfecta sincronía.
Deslizando mis piernas a cada lado de él, lo monte a horcajadas. Me
agarró la cadera con una mano y usó la otra para guiar su polla en mi
entrada.
—Oh, Jackson —gemí mientras bajaba sobre su longitud, llevándolo
dentro de mí por completo.
Me detuve un momento, dándome cuenta de que no se había puesto un
condón.
—Jackson —susurré, mientras seguía tratando de guiar mis caderas
hacia arriba y abajo sobre él —. No tienes un condón —. Él gimió, pero no
detuvo sus movimientos.
—Shhh, nena. Estoy limpio. ¿Estás tomando la píldora? —él gimió,
empujando más duro en mí. Oh, se sintió tan bien.
—Tengo un dispositivo anticonceptivo interno —jadee, en su boca
mientras él continuó empujándome arriba y abajo sobre él.
—Bien porque se siente demasiado jodidamente bien para que me
detenga, Andi —gruñó, chupando mi labio en su boca.
Mi orgasmo estaba creciendo nuevamente y podía sentir que estaba
cerca. Sus manos se deslizaron hacia mi trasero y se aferraron a mis glúteos
mientras sus empujes se aceleraban. El estremecimiento de mi orgasmo
sacudió mi cuerpo y mi sexo lo apretó. Inmediatamente después, sentí su
calor derramarse en mí interior.
Me desplome sobre él y llevó sus manos a mi espalda, donde me
acarició suavemente. Era tan agradable acostarme sobre él así. Cómo hoy era

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domingo, nuestra pequeña cita terminaría pronto, lo que me entristeció. Me
estaba mirando con la misma mirada triste. Ambos éramos del tipo terco, y no
nos veía a ninguno de los dos proponiendo extender nuestro juego.
Suspirando, le besé el pecho y me aparté, poniéndome de pie.
Agarrando mi bata de la cómoda, me la puse encima.
—Tu, quédate aquí. Eres mi esclavo sexual. Voy a traernos algo de
comida. Te quedarás desnudo si sabes lo que es bueno para ti —le ordené
mientras salía por la puerta del dormitorio, una vez más disfrutando de su
risa juvenil detrás de mí.

DOS SEMANAS DE OSCURIDAD…


Finalmente logré pasar mis finales, gracias a una muy obstinada Pepper.
Me las he arreglado para tratar de no pensar en Bray durante los últimos
desde que apareció sin previo aviso. Estábamos a punto de salir para conocer a
los padres de Pepper en una cena de celebración.
—Cariño, iremos a Brasa Apple a cenar. Tendrás que ponerte algo un
poco más elegante que tú bata y tus zapatillas peludas —dice Pepper
arrojándome un vestido de nuestro armario.
Suspirando, dejó caer la bata revelando solo mis bragas y sujetador.
—¡Mierda, Andi! ¿Has estado comiendo? ¡Puedo ver tus costillas! — ella
grita, agarrando la piel alrededor de mi caja torácica.
—En caso de que no lo hayas notado, he estado un poco deprimida. No
tengo mucha hambre en estos días —explico, tirando del vestido sobre mi
cabeza.
Sacudiendo su cabeza, se desliza sobre unos zapatos de tacón. Pepper
nunca se viste de gala, excepto cuando va a ver a su padre. Ella vive para
impresionar a ese hombre y él la adora.
Un timbre me alerta de un mensaje de texto. Pepper se zambulle por mi
teléfono, pero lo agarró antes de que pueda alcanzarlo.
Bray: Te extraño nena. Por favor háblame. ¿Nos vemos mañana en
la graduación? Mis padres te extrañan y realmente quieren verte
también. Les dije que nos tomamos un descanso. No conocen los
detalles. Nunca tenemos que decirles y podemos volver a cómo eran las
cosas antes.

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La primera lágrima cae antes que sepa lo que me golpeó. Extraño a sus
padres, y maldita sea, también lo extraño a él. Tanto. Pero lo que hizo estuvo
mal. ¿Podré alguna vez perdonarlo? Arrancando el vestido de mi cuerpo, me
meto debajo de las sábanas con mi ropa interior.
Pepper agarra su bolso y camina hacia la puerta. La escucho decir —Odio
a Brayden —en voz baja.
Yo también cariño. Yo también.

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Capítulo nueve
Después de un desayuno muy tardío de cereales en la cama, nos
acurrucamos uno contra el otro. No había mucho de lo que pudiéramos
hablar debido a las reglas de nuestro juego. No importaba de todos modos.
Esta noche era el fin y luego íbamos a seguir adelante por nuestros pequeños
caminos alegres. Si no fuera tan reacia a salir por lo mal que Bray me había
arruinado, en realidad podría pensar en la posibilidad de que Jackson y yo
podríamos ser más que simples amigos.
Mi dedo traza ligeramente las curvas de sus músculos pectorales
definidos. Los dos estábamos callados cada uno sumido en sus pensamientos.
Él estaba pasando sus dedos por mi pelo distraídamente. Conmigo estirada
junto a él, mi cabeza en su hombro y mi pierna sobre las suyas me sentía en
paz.
Debo haberme quedado dormida porque el sonido de un teléfono me
arrastra de mi soñolienta bruma. Jackson y yo debimos haber dormido todo el
día porque podía ver la puesta del sol del atardecer a fuera de mi ventana. Al
darme cuenta de que era su teléfono, lo sacudí. Se despertó con una
sacudida, saltando para recuperar su teléfono del bolsillo de sus jeans.
—Hola hombre. Si, vale. No lo olvidaré —bostezó mientras habla con la
otra persona en el teléfono —¡Amigo! Dije que no lo olvidaría. Estaré allí.
Arroja su teléfono al suelo y vuelve a meterse en la cama, esta vez
acomodándose sobre mí. Inclinándose hacia adelante, captura mi boca en
uno de sus besos sensuales que no podía rechazar. Derritiéndome con su
toque, inmediatamente quise más. Aleja sus labios de los míos y los baja por
mi cuello. Cuando comienza a chupar y lamer, mis piernas instintivamente se
envuelven a su alrededor. Empujo mis caderas hacia arriba, haciéndole saber
cuánto lo quería.
Gimiendo por mis movimientos, Jackson usa su mano para provocar
con su polla mi entrada.
—Por favor —le ruego. Mi cuerpo ya estaba mojado para él y los dos
todavía estábamos desnudos de antes. Sin necesidad de súplicas, me embiste.

55
Estirándome y llenándome como siempre que se hundía en mí interior.
Gimiendo, arqueo mi espalda mientras mi cuerpo ya alcanzaba mi punto
máximo. Mientras bombeaba, burló, besó y mordisqueo mi lengua y mis
labios. Mis uñas arañando su espalda cuando estaba a punto de correrme.
Una vez más, su boca encontró mi cuello y chupó con fuerza,
marcándome. En lugar de discutir, la sensación me hizo finalmente llegar al
orgasmo. Apretándome a su alrededor con réplicas, cabalgue el resto de mi
orgasmo hasta que sentí su propia semilla caliente fluir dentro de mí.
Respirando profundamente, inhaló el olor de mi cuello justo cerca de la
línea de mi cabello. Era tan primitivo. Pasé mis manos por su espalda hasta
su pelo, haciendo que se acurrucara en mi pecho desnudo. Esta cercanía con
otra persona era algo que siempre extrañaría y me esforzaría por lograr de la
manera menos amenazante para mí psique. En mi caso, significaba un fin de
semana de diversión, momentos sexys con alguien nuevo cada vez. Y aunque
se sentía diferente con Jackson, no me permitía ir allí. Me había hecho una
promesa a mí misma que no tenía intención de romper.
—¿Con quién hablabas por teléfono? —pregunté por curiosidad.
—Mi hermano. Tiene el síndrome del hijo mayor. Cree que puede
decirme que hacer. Todavía puedo patearle el culo. Una vez que cumplí los
quince, lo aprendió muy rápido —se rio entre dientes, las vibraciones
retumbaron en mi pecho. Su voz transmitía tanto cariño mientras hablaba de
su hermano.
—Suena como si tuvieran una relación cercana. Tengo una hermana,
pero no somos cercanas en absoluto. De hecho, mi familia y yo nunca hemos
sido cercanos. Esa es la razón por la que conecto tan bien con Pepper. Ella es
la hermana que siempre he deseado y sus padres me tratan como a una más
de la familia —nos quedamos callados, mientras pensaba en cómo sólo había
hablado un puñado de veces con mi familia este año.
Sacándome de mis pensamientos, Jackson preguntó —¿Tienes hambre?
Probablemente deberíamos comer pronto —Suelto un suspiro porque
realmente no quería perder el tiempo que me quedaba con él. El lunes se
acercaba sigilosamente muy rápido.
—Pidamos pizza. Podemos comer aquí —le digo mientras me muevo
debajo de él, indicando que necesitaba levantarme. Su cálido aliento me hizo
cosquillas en el pezón antes de que se lo metiera en la boca. Chupándolo y

56
mordisqueándolo hasta que estuve mojada y latiendo por él otra vez. Este
hombre enloquecía mi cuerpo con una necesidad insana.
Lo sentí endurecerse, presionando contra mí. Parecía que yo tenía el
mismo efecto en su cuerpo. En un rápido movimiento, nos dio la vuelta, así
que estaba ahora encima de él. Comprendiendo lo que quería, me senté a
horcajadas sobre él, permitiéndole guiar su polla hacia mí. Cuando comencé a
montarlo furiosamente y mientras rebotaba, no pude evitar entristecerme por
la idea de no poder hacer esto después de este fin de semana. Qué pena. C'est
la vie4.

DOS SEMANAS DE OSCURIDAD…


Evité con éxito a Bray durante la graduación, pero cuando nos íbamos, la
voz de su madre, Connie, me detiene por completo.
—¡Cariño! ¡Ahí estás!
Me estremezco, pero suspiró aliviada cuando me doy cuenta de que no
está con Bray.
—Hola Connie —le digo, mansamente mientras me envuelve en un
abrazo embriagador con un olor familiar y cálido.
—Cariño, te hemos extrañado mucho. Y Brayden está absolutamente
desconsolado por su ruptura —. Mi barbilla comienza a temblar cuando pienso
en el hecho de que él no es al único que perdí durante toda esta terrible
experiencia —. Se que dijo que necesitabas tiempo para pensar las cosas, pero
Andi, es miserable sin ti. Seguramente ustedes dos pueden resolver las cosas.
Y, cariño eres una bolsa de huesos. ¡No has estado comiendo!
Mordiéndome el labio para no perder la compostura, parpadeo las
lágrimas antes de intentar hablar.
—Me llevará un tiempo superar algunas cosas, Connie. No sé si alguna
vez podremos volver a donde estábamos —le digo honestamente. Ella frunce el
ceño ante mis palabras, pero sus ojos se iluminan cuando alguien se acerca a
mí por detrás.
Todo mi cuerpo se tensa cuando escucho a Bray susurrar —Andi —Tengo
que escapar. No hay forma de que pueda estar aquí con él en este momento.

4 Así es la vida.

57
Intentando ignorarlo, empiezo a alejarme, pero él agarra mi frágil muñeca,
deteniéndome —. Andi, por favor escúchame —súplica con tristeza. Su agarre
es firme para que no pueda alejarme. Me lleva hacia él para que nos
enfrentemos, e inhaló su aroma familiar. Mis lágrimas caen descaradamente
por mi cara.
Él aprieta sus brazos a mí alrededor en un fuerte abrazo y empiezo a
sollozar sin control —. Jesús, Andi, estás delgada como una barandilla. ¿No
has estado comiendo? —sacudiendo mi cabeza contra su pecho, dejó que me
abrace por un momento. Me ha lastimado tanto, pero su toque es un bálsamo
para el dolor constante en mi corazón.
Me besa la cima de la cabeza y trato de vivir en este momento, en el
ahora. Estoy completamente reconfortada mientras sus manos frotan círculos
por mi espalda.
¿Podremos resolver esto?
Cómo si estuviera leyendo mis pensamientos, susurra en mi pelo —
Podremos resolver esto, nena. Te quiero. Me equivoqué, pero te demostraré que
podemos solucionarlo —tengo tantas ganas de creerle.
Lleva su mano a mis mejillas y me aleja para poder mirarme a los ojos
llorosos. Es muy hermoso. Sin más palabras, sus labios se encuentran con los
míos e inmediatamente me tranquiliza la sensación familiar de su beso. El beso
es dulce y prometedor. Lo extraño muchísimo. Podemos hacer esto. Puedo
perdonarlo.
Cuando finalmente nos alejamos y nos separamos, lo admiro vestido de
graduación. Mi esperanza se convierte en horror cuando veo dos manos que
pertenecen a nada menos que a la perra con grandes tetas serpentear
alrededor de su cintura.
—Hola cariño. Te he estado buscando —dice dulcemente.
Me quedo sin respiración. Oigo a Connie jadear cerca. Los ojos de Bray se
dirigen nerviosamente a mis ojos antes de enojarse mientras se da la vuelta
para mirar a la cara a Tetas Grandes.
—¡Qué mierda, Steph! —él gruñe.
El mundo se vuelve borroso a mí alrededor mientras la realidad me
golpea. Una mano familiar agarra la mía y rápidamente me aleja de la
situación que se desarrolla. Pepper siempre está ahí cuando más la necesito. La
dejo arrastrarme lejos de él para siempre.

58
Capitulo diez
Después de vestirnos y comer pizza, Jackson y yo nos acurrucamos
juntos en el sofá. Pepper y Olive habían ido a cenar antes, afortunadamente,
dándonos algo de privacidad. Estaba claro que Pepper tenía problemas con
Jackson y solo estaba esperando que su tiempo terminará el fin de semana.
Hojeando distraídamente mis canales, pensé en lo infeliz que estaba
porque el fin de semana casi había terminado. Por un momento me sentí
engañada por lo de ayer. Jackson acariciaba mi pelo mientras nos
acurrucamos en un cómodo silencio.
Mañana comenzaría mi primer día en Compton Enterprises. Teniendo
en cuenta que había estado buscando trabajo durante cinco meses después
de graduarme, estaba completamente emocionada de por fin haber
encontrado algo finalmente. Había comprado algunos nuevos trajes que
gritaban “Soy elegante, pero también linda”. Después de lo mal que había
estado por la ruptura con Bray, sentí que las cosas estaban a punto de
mejorar.
Debo haberme quedado dormida porque me desperté cuando sentí que
Jackson me llevaba a mi cama.
—Vamos a ducharnos —le dije aturdida. Me dejó junto a la cama y se
quitó la camiseta y los vaqueros, dirigiéndose a la ducha. Seguí su ejemplo
con mi propia ropa. El vapor ya estaba llenando el baño cuando llegue allí.
Cuando entré en la ducha con él, me dio una mirada ardiente.
Vertiendo un poco de gel de baño en la esponja, comenzó a lavar mi cuerpo.
Una vez terminado, se la quité y limpié su cuerpo también. Me atrajo más
cerca hasta que nuestras frentes se tocaron. Ignorando su dureza, lavó mi
pelo muy suavemente como si estuviera apreciando este momento. Cerré los
ojos y me permití disfrutar su toque. Una vez que finalmente terminó, hice lo
mismo por él, y gimió cuando le froté el cuero cabelludo con la punta de los
dedos.
Después de que nos enjuagamos, cerró el agua y alargó la mano para
agarrarnos dos toallas. Envolvió su toalla alrededor de su cintura y usó la mía

59
para secarme. Sus movimientos eran lentos y deliberados, así que para
cuando terminó, lo quería con urgencia.
Usó un dedo para levantar mi barbilla para que lo estuviera mirando.
Sus ojos eran tan expresivos mientras buscaban los míos, haciéndome
preguntas silenciosas. Sintiéndome cruda y expuesta, me incliné hacia
adelante y besé suavemente sus labios solo para evitar su mirada. Profundizó
el beso mientras exploraba mi boca con su lengua.
Cada vez que habíamos tenido relaciones sexuales hasta ahora, era solo
una follada caliente. Esta vez, sentí, que sería diferente. Era un adiós a lo que
podría haber sido. Apartó sus labios de los míos y continuó besándome en el
cuello. Mi cuerpo tembló con ganas de hacerle el amor. Simplemente no
parecía poder llenarme, sin juego de palabras.
Sus labios llegaron más abajo hasta que tuvo mi pezón en su boca.
Gemí cuando su lengua atravesó mi carné sensible.
—Voy a extrañar esto —dijo suavemente entre besos.
—Yo también, Jackson. Yo también.

Los golpes en la puerta de mi habitación me despertaron.


—¡Andi, levántate! ¡Vas a llegar tarde! —Pepper gritó desde el otro lado.
Lanzando el brazo de Jackson fuera de mí, salté de la cama para mirar el
reloj. ¡Mierda! Tenia que estar allí en cuarenta minutos.
Corriendo hacia mi armario, agarré unas bragas y un sujetador de mi
tocador en el camino. Frenéticamente, me los puse y comencé a preocuparme
por mi traje. Una vez que finalmente me decidí, elegí un par de medias hasta
los muslos y rápidamente me las puse.
Decidí que un moño elegante sería el camino a seguir, pude hacerlo de
una manera que parecía profesional. Cómo me quedaba sin tiempo, apliqué
una cantidad mínima de maquillaje, me cepille los dientes y rocíe un poco de
perfume. Regresando a mi armario, me metí en un buen par de tacones. Antes
de salir, me puse unas perlas y unos pendientes a juego.

60
Caminando de regreso a la habitación, casi no quería despertarlo. Se
veía absolutamente hermoso acostado en la cama con una manta que apenas
cubría su trasero desnudo. Si tan solo pudiera encontrar una manera de
mantenerlo encerrado en mi habitación para siempre.
Después de dejar salir un suspiro triste, me acerqué y lo sacudí para
despertarlo.
—Jackson, ¡tienes que levantarte! Voy a llegar tarde a mi nuevo trabajo
y deberías irte. Me he divertido mucho contigo, pero el juego se ha terminado
y es hora de te vayas —le ordené mientras él gemía adormilado —. Jackson.
En serio. Levántate. Tengo que cruzar la ciudad y solo tengo 20 minutos.
Él rodó fuera de la cama, dejando la sábana atrás, dándome una linda
vista de su cuerpo perfecto.
—El juego terminó, ¿no? —preguntó adormilado.
—Si, Jackson. Se acabó y tengo que ir a trabajar. Lo siento. Desearía
que tuviéramos tiempo para el desayuno o incluso café para el caso, pero
realmente tengo que irme de verdad.
Jackson me agarró la cara con ambos manos y me besó rápidamente.
—Seguramente tienes tiempo para un polvo rápido. Sólo una vez más,
cariño —prometió, haciéndome caminar hacia atrás hasta que mi trasero
golpeó la cómoda, deteniéndome. Agarrando mis caderas me colocó encima.
Sacudí mi cabeza, pero él me detuvo con un beso más profundo y deslizo su
mano debajo de mi falda. Oh Dios. No tenía tiempo para esto.
Su dedo se conectó con mi clítoris a través de mis bragas y al instante
me fundí con él.
—Jackson, sólo fóllame rápido —gemí. Continuó su movimiento con el
dedo hasta que pude sentir que comenzaba a separarme de su toque —¡Oh
Dios, me voy a venir! —le grité. Cuando mi orgasmo estaba a punto de
estremecer todo mi cuerpo, él retiró su dedo, haciéndome lloriquear.
Empujando mi falda sobre mis caderas, enganchó mis bragas con sus
pulgares y me las quitó de mis pies. Le separé las piernas cuando me llevó al
borde de la cómoda para obtener un mejor acceso. Jackson se puso manos a
la obra mientras empujaba su polla dentro de mí. Grité de placer y envolví
mis piernas a su alrededor. Mis tacones se estaban clavando en su espalda y
consideré patearlos, pero quería marcarlo un poco para que tuviera algo para
recordarme.

61
Mi orgasmo me sacudió sin previo aviso y me estremecí a su alrededor.
Tomé con ambas manos su cabello y lo monté hasta que sentí su propia
liberación dentro de mí.
Nuestros ojos se encontraron cuando nos dimos cuenta de que esto era
un adiós. Se inclinó hacia adelante hasta que nuestras frentes se tocaron y
me inmovilizó con su mirada. Nos quedamos allí por un momento antes de
que rápidamente besará sus labios y lo apartará suavemente de mí.
Suspirando, se agachó y recogió mis bragas, deslizándolas por mis piernas y
sobre mis caderas.
Me levantó de la cómoda y me puso de pie bruscamente, poniéndome la
falda de nuevo en su lugar. Girándose rápidamente, se acercó a su ropa y se
la puso. Me agarró de la mano cuando recogí mi bolso y bajamos para poder
tomar un taxi.
La suerte estaba de mi lado porque un taxi se detuvo rápidamente.
Jackson me agarró por última vez y me besó apasionadamente. Mis ojos
estaban llorosos cuando le dije adiós y me metí en la cabina del taxi. Me miró
intensamente mientras me alejaba. Maldición, extrañaría a ese hombre.

DOS SEMANAS DE OSCURIDAD…


Pepper me ayuda a meterme en la cama, frunciendo el ceño todo el
tiempo. Parece vacilante en dejarme, pero sé que su familia está esperando
tener una cena de celebración con ella. Con una palmada en la espalda, ella se
va sin decir adiós.
Bray me permitió hacerme ilusiones, pero luego las aplastó nuevamente
en un instante. Este agujero en mi corazón nunca desaparecerá. Necesito mis
pastillas para ayudarme a sentirme mejor. Arrastrándome fuera de la cama,
abro el armario y saco el vodka. En el camino de regreso a la cama, me
desnudo y me quedo solo en mis bragas y me meto debajo de las sábanas.
Tomo una pastilla y la bajo con un trago de vodka. La cálida quemadura
se desliza lentamente por mi garganta y me distrae instantáneamente. Tomo
unos sorbos más de vodka, disfrutando e la sensación de ardor. Dios, me duele
el corazón. ¡Maldita sea, está píldora no funciona lo suficientemente rápido!
Una píldora más debería estar bien. La pongo en mi boca y la bajo con otro
largo trago de vodka.

62
El entumecimiento finalmente comienza a gotear sobre mí cuerpo. Sí, esto
se siente bien. Esas pastillas funcionan. Una más debería hacer el truco. Mi
visión se nubla mientras trato de sacar otra píldora de la botella. Demasiado
difícil de esta manera. Inclino mi cabeza hacia atrás y dejó que algunas de las
pastillas se derramen en mi boca. ¡Son como caramelos! Las mastico pero al
instante me atraganto con la amargura y trago más vodka para ahuyentar el
sabor.
No puedo sentir mi lengua, nariz o pies. Bueno diablos, sólo quedan un
par de pastillas. También podría terminar la botella. Inclino mi cabeza hacia
atrás una vez más y dejó que el resto caiga en mi boca, esta vez optando por no
masticarlas.
Mi cuerpo comienza a temblar y me doy cuenta de que me estoy
congelando. Me estoy congelando, pero estoy sudando por todas partes. Estoy
tan confundida. La cabeza está girando salvajemente. Creo que podría estar
enferma. Acostada busco mi teléfono en la mesita de noche. Mejor le digo a
Pepper que vuelva a llenar mi receta ya que las tomé todas. Espera, mierda.
Eso es malo ¿No es así?
Yo: Pepps, Ups pildors han ido.
Después de presionar enviar, llamo a Brayden. Siento que la oscuridad
me rodea y temo haber hecho algo malo con las pastillas. Sólo quiero escuchar
su voz una vez más.
—Andi, lo siento mucho —comienza cuando responde, pero lo interrumpo.
—Braaay, la he cagado pero bieeenn —le digo —. Las píldoras se van,
adiós.
Debo haberme desmayado porque me desperté justo cuando Bray
irrumpe en la puerta de mi habitación.
—¡Oh, Dios mío, ¡nena! ¡¿Qué has hecho?! ¡No no no! —él grita, tirándome
a sus brazos —¡Mierda! ¡Estás azul y tan fría! —inclina mi cabeza hacia atrás
y empuja sus dedos por mi garganta. Inmediatamente empiezo a vomitar sobre
su camiseta blanca y mis pechos desnudos. La oscuridad se come de nuevo los
rincones de mi visión y mi mundo gira fuera de control.
Sus dedos están de nuevo en mi garganta, otra vez obligando a mi
intestino a retorcerse una vez más. El timbre de mi teléfono es interminable.
Brayden está llorando histéricamente, diciéndome que “espere” Pero me siento

63
lista para dejarlo ir. Y lo hago justo cuando la oscuridad se apodera de mí una
vez más.

64
Capitulo once
Agarrando mi bolso, Salgo corriendo del taxi y le digo al conductor que
se quede con el cambio. Eran las ocho y cinco y todavía tenía que llegar a la
planta 57. Jackson y yo no deberíamos haber tenido ese rapidito, pero valió la
pena. Rece para que nadie se diera cuenta de que llegaba tarde.
Al presionar el botón del piso 57 una vez dentro del elevador, me tomé
un momento para respirar y recuperarme. Finalmente era una mujer con un
trabajo relacionado con su campo de estudio. El mundo de la arquitectura era
tan fascinante para mí y realmente lo extrañaba. El café no era nada en
comparación con la satisfacción que tendría haciendo lo que amo.
Cuando se abrió la puerta, rápidamente miré mi reflejo en el espejo.
Decidí que me veía presentable, levanté la cabeza y me acerqué a la recepción.
La recepcionista parecía unos diez años mayor que yo y tenía una etiqueta
con su nombre que decía “Margie”.
—Hola, Margie. Soy And…, er, Miranda Dalton, hoy es mi primer día
aquí —le informo, todavía respirando un poco con dificultad por los
acontecimientos de esta mañana.
Ella levantó la vista y sonrío.
—Llegas tarde —advirtió, guiñándome un ojo. Mi propia sonrisa vaciló
cuando entré en pánico —. Cariño, estoy bromeando. El Sr. Compton está en
una llamada está mañana, por lo que aún no está disponible para ti de todos
modos. Parecía que ibas a vomitar —se rio ella.
Al darme cuenta de que era una persona divertida, le devolví la sonrisa
—. Lo siento, fue una mañana agitada con tráfico y todo. Tendré que
asegurarme de organizar más tiempo por las mañanas —le dije,
honestamente.
—No se preocupe, señorita Dalton. Todos son realmente relajados aquí
en su mayor parte, especialmente Jordán. Disfrutarás trabajando para él. Es
su hermano el que es difícil. Agradece que no tengas que trabajar para él —
susurro.

65
Antes de que pudiera divulgar más chismes de oficina, el Sr. Compton
me llamó desde su oficina. Sonriéndole a Margie, rápidamente entré en la
oficina de dónde había venido la voz. El Sr. Compton era un joven muy
agradable. A pesar de que era varios años mayor que yo por lo que pude
entender, todavía parecía demasiado joven para ser dueño de una empresa
tan exitosa.
Levantando la vista de su escritorio, me sonrío. Tenía una de esas caras
familiares y no pude evitar devolverle la sonrisa.
—Por favor, señorita Dalton, tome asiento —saludó, señalando la silla
frente a su escritorio.
Tomando asiento, me senté derecha, esperando mis instrucciones.
—Hoy serás sólo tú conociendo el funcionamiento de la oficina y a otros
empleados. Esperaba que mi hermano, que es mi compañero, asistiera a la
reunión, pero está retrasado. Sé que originalmente dije que me ayudarías a
mí, pero en realidad necesitaré que nos ayudes a los dos. Estoy en el medio de
un problema bastante grande en la compañía que requerirá mucho tiempo
con mis abogados. Eso dejará a mi hermano manejando las cosas. Tendremos
que atender nuestras llamadas cuando sea posible, programar reuniones con
nuestros clientes y hacer apariciones en algunos eventos. Tenemos personas
para manejar el trabajo ocupado, pero como nuestra asistente, aprenderás
como interactuar realmente con los clientes más que el trabajo en sí.
Probablemente sea uno de los aspectos más críticos de nuestro trabajo que
ciertamente no te enseñan en la escuela —. Hizo una pausa para esperar
cualquier pregunta que pudiera tener.
—Bien. Eso suena como algo que puedo manejar, Sr. Compton —le
aseguré con confianza, a pesar de que estaba nerviosa por la advertencia de
Margie sobre su hermano.
—Por favor, señorita Dalton, llámame Jordan. Somos informales aquí.
Mi papá era el Sr. Compton. Me harás sentir viejo si sigues llamándome así —
me guiño un ojo —. De todos modos, instalamos un escritorio entre nuestras
dos oficinas en el frente. Haré que Margie le muestre cómo trabajar con su
teléfono. Le hemos dado acceso a los calendarios y correos electrónicos mío y
de mi hermano para que puedas ayudarnos a administrar nuestras citas. En
una hora, saldré a una reunión, pero estoy seguro de que resolverás las cosas
con bastante facilidad. Oh, y mañana un arquitecto junior se unirá a la firma.
Debido a que me han involucrado más en el manejo de la empresa, hemos
necesitado más ayuda en esa área. No tendrá mucha actividad al principio,

66
así que quiero que lo ayudes también. Nos gusta promocionar desde dentro
siempre que sea posible. Eso es lo que le pasó a mí último asistente —. Él
dejó de hablar y miro detrás de mí.
—Miranda Dalton, por favor conoce a mi hermano y copropietario de la
firma, Jackson Compton —presentó, señalando la puerta. Mi cuerpo se tensó
ante el nombre y me di la vuelta para ver la cara de mi Jackson del fin de
semana.
¡Mierda!
Cuando sus ojos se encontraron con los míos, ambos nos miramos
conmocionados. Se acercó a mí silla y extendió su mano. Su mirada
sorprendida cayó y fue reemplazada por una mirada fría. Tomé su mano
tímidamente y la estreché, retorciéndome bajo su feroz mirada.
—Por favor, llámame Andi —dije sin aliento.
—Disculpen, tengo trabajo que hacer —frunció el ceño, girándose y
acechando hacia la puerta.
—Lamento no haberte advertido —se disculpó Jordan. Girando hacia él,
fruncí el ceño —. Es una poco imbécil. Él será tu mayor desafío trabajando
aquí. Él es mi hermano y lo amo, pero puede ser un oso —. Sacudió la cabeza.
Sólo asentí nerviosamente. Esto realmente apestaba. Pepper iba a enloquecer
cuando le contará mi suerte.
Jordan se puso de pie, así que yo también. Rodeó el escritorio y colocó
su mano en la parte baja de mi espalda, guiándome hacia mi escritorio. Con
su mano todavía en mi espalda, miré hacia la oficina de Jackson. Me estaba
mirando desde su escritorio, observando momentáneamente la mano de
Jordan en mi espalda. Se levantó rápidamente de su escritorio, se acercó a su
puerta y la cerró de golpe. Era mi primer día y ya quería renunciar.
¿Qué he hecho?

DOS SEMANAS DE OSCURIDAD…


Mi vida está apareciendo como diapositivas en mi teléfono. Una foto mía
y de Brayden besándonos en un juego. Pepper y yo consiguiendo una pedicura
en mi cumpleaños. Yo sonriendo como una niña con una familia ceñuda en el
fondo. Una delgada yo aceptando mi diploma. Brayden sobre una rodilla en
Central Park. Yo y Jeanie en el café. Yo, Connie y Brayden un año en Navidad.

67
¿Estoy en un coche? Puedo sentir el rebote, lo que se suma a mis
náuseas. Parpadeando con los ojos abiertos brevemente, puedo ver qué estoy
en una ambulancia. Un paramédico se está preocupando por mí. Lo que me
llama la atención es que Bray se cierne sobre mí, las lágrimas corren por su
rostro. Sus dos manos tienen una mía y la está besando una y otra vez. Sigue
rogándome “aférrate”.
¿Aferrarme a qué?
Su camisa está cubierta de vómito. ¿Está él enfermo? Intento apretar su
mano para consolarlo. Cuando lo hago, apenas, sus ojos rojos se lanzan a los
míos. Alejando una mano para acariciar mi cabello, acerca su rostro al mío.
—Por favor, Andi. No te mueras. Quédate conmigo. Te quiero. Te necesito.
La forma en que te he lastimado me enferma. Tienes que creerme te prometo
que nunca lo volveré a hacer. Por favor, mantente con vida por mí —llora. Estoy
confundida. ¿Por qué iba a morir?
La oscuridad vuelve a aparecer y trato de luchar porque solo quiero estar
aquí con Bray diciéndome cuanto me ama. Mis ojos se llenan de lágrimas
cuando mi visión de apaga. ¡Por favor no! ¡Bray ayúdame! Sus ojos con pánico
son lo último que veo antes de sucumbir completamente a la oscuridad.

68
Capítulo doce
La siguiente hora transcurrió sin incidentes, Margie me mostró cómo
usar el teléfono y me ayudó a iniciar sesión en mi ordenador para poder
acceder a mi correo electrónico y los calendarios de los chicos. Jackson aún
no había salido a la superficie de su oficina y Jordan ya se había ido a su
reunión. Después de que Margie me dejó para volver a su área de recepción,
finalmente tuve un momento para mí.
Escribí un correo electrónico a la dirección de correo del trabajo de
Pepper.
Pepper,
Esta es mi dirección de correo electrónico de trabajo. Las cosas no son lo
que esperaba. Parece que Jackson es uno de mis jefes. ¿Cómo consigo la suerte
de estas cosas? Lo peor es que está actuando como si me odiara. En serio
pasamos treinta minutos sin vernos. Cuando lo dejé, parecía triste, casi como si
quisiera perseguirme. Luego, cuando llegó al trabajo hoy, parecía que quería
matarme con las dagas que me estaba disparando con sus ojos. No sé lo que
voy hacer. Todo esto es increíblemente incómodo.
Tu amiga que toma malas decisiones,
Andi.
Mi estómago realmente estaba gruñendo ahora. Era casi la hora del
almuerzo, pero no estaba segura de a qué hora debería irme a comer algo. La
idea de tener que preguntarle a Jackson me enfermaba. El ping que indicaba
que tenía un nuevo correo me alertó y me centre en mi ordenador.
Para la chica que toma las peores decisiones.
¡¿Qué demonios?! ¿Cómo en el mundo sucedió esto? Tienes que ir allí y
establecer la ley, Andi. Estoy tan enojada ahora. Si veo a ese imbécil,
personalmente le diré lo que pienso. Sólo hazlo hoy y cenaremos después.
Podemos vernos en el café a las 6. Aguanta, cariño.
La chica que te lo dijo,

69
Pepper.
Respondí con mi confirmación a la cena y rápidamente levanté la vista
cuando la puerta de Jackson se abrió. Antes de preguntarle sobre el
almuerzo, pasó a mi lado y salió por la puerta principal. Así que ni siquiera
podía hablar conmigo ahora.
¡Qué cabron!
Ignorando mi estómago, respondí algunas llamadas e ingresé las citas
en los calendarios de Jordan y Jackson. Podía oler la comida siendo calentada
en el microondas de la sala de descanso por los otros empleados. Mi estómago
gruñó de nuevo. Estaba jodida porque no había visto máquinas expendedoras
antes cuando hice el recorrido con Margie.
La puerta principal se abrió de nuevo unos minutos después y Jackson
volvió a entrar. Sin mirarme, pasó junto a mí con una bolsa de comida de
regreso a su oficina, cerrando la puerta detrás de él. Sintiendo un poco de
pena por mí misma, sentí una lágrima deslizarse por mi mejilla. Al darme
cuenta de que iba a tener que hablar con él, me levanté temblorosamente y
me acerqué a su puerta.
Cuando toqué, él gritó bruscamente —¡Entra!
Traté de calmarme mientras caminaba hacia su escritorio. Todavía no
me miraba.
—¿Unm, Jackson? ¿Me preguntaba a qué hora podría irme a almorzar?
—dije mansamente.
Mi estómago gruñó ruidosamente y sus ojos se encontraron con los
míos. Estaban llenos de calor e irá, pero todavía no decía nada. Podía sentir
otra estúpida lágrima caer. Su mirada se suavizó, pero su tono aún era
áspero.
—Siéntate —ordenó.
Me senté, tratando de mantener mi temblor al mínimo. En este punto,
me estaba muriendo de hambre, y ahora estaba en una batalla de voluntades
con Jackson. Este día realmente apestaba.
Sacó dos contenedores para llevar de su bolsa y se sentó frente a mí. Lo
mire confundida —Come —. ordenó. Mis ojos regresaron a los suyos y fruncí
el ceño. Estaba abriendo su propio contenedor, evitando mi mirada. Comencé

70
a levantarme, agarrando la caja para poder comer en el comedor, pero su voz
me gruñó, deteniéndome en seco —Dije come. Aquí —ladró, mirándome.
Margie no estaba bromeando. ¡Era un imbécil! ¿Cómo no había visto
esto el fin de semana? Este no podría ser el mismo tipo que me acarició el
cabello con ternura mientras veíamos una película. No podría ser el mismo
chico quien se había reído como un niño cuando le hice cosquillas. Este
hombre era frío. No me caía bien en absoluto.
Sentándome en mi silla, abrí la caja. Era sushi. No pude evitar la
sonrisa que me cubrió la cara. Recordó que me encanta el sushi. Recogiendo
un rollo con mis palillos, lo sumergí en mi salsa de soja y con avidez lo dejé
caer en mi boca.
Teniendo en cuenta que tenía tanta hambre y estaba comiendo mi
comida favorita, gemí de placer por el delicioso sabor del rollo. Sus ojos
volaron a los míos, pero cayeron a mi boca mientras me lamía los labios.
Cuando regresaron a mis ojos estaban llenos de necesidad. Estos eran los
ojos a los que estaba acostumbrada a ver.
Se aclaró la garganta y volvió su atención a su comida, tratando de
evitar mirarme de nuevo. Al menos sabía que estaba teniendo problemas para
mantener su estúpida premisa.
Devoré rápidamente todos mis rollos y me puse de pie para volver a mí
escritorio.
—Ven aquí —susurró, sonando como si se ahogara un poco con sus
palabras.
Mis ojos se encontraron con los suyos, y no pude evitar querer tener
una repetición de esta mañana. Gilipollas o no, era fantástico en la cama.
Gesticulando para que me acercara, caminé nerviosamente hasta donde
estaba sentado.
—Ven aquí —ordenó, en voz baja de nuevo. Me tomó de la mano y me
acercó un poco más. Cerré los ojos mientras me inclinaba hacia adelante, con
muchas ganas de besarlo. Él se rio y metió algo en mi mano. Parpadeé y abrí
los ojos, mirando lo que me había dado. Una jodida galleta de la fortuna. Soltó
mi mano y giró en su silla lejos de mí. Agarrando el teléfono comenzó a
marcar y me despidió. Jodidamente me despidió.
Completamente enojada, salí de su oficina e intenté abstenerme de
cerrar la puerta de golpe. Una vez regresé a mi escritorio, las lágrimas

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volvieron a picarme los ojos, pero esta vez eran de rabia. Abrí mi galleta y leí
mi fortuna.
“Todo estará bien. No te obsesiones. El tiempo te dará la razón. Debes
quedarte donde estás”
Maldita seas, sabia galleta de la fortuna. Maldita seas.

DOS SEMANAS DE OSCURIDAD…


Mis ojos se abren y miro a mi alrededor. Estoy en una habitación de
hospital. Puedo sentir un tubo en mi garganta y una vía intravenosa unida a mi
brazo. Mi cabeza tiene tanta niebla. ¿Qué pasó? Puedo ver personas sentadas
en mi habitación, pero tengo problemas para concentrarme en ellas. Las
lágrimas comienzan a caer por mis mejillas cuando empiezo a llorar, nublando
aún más visión.
Puedo escuchar el ruido de pies y susurros antes de que una pequeña
mano agarre una de las mías.
—Shhh, Andi. Todo está bien. Pudieron bombear tu estómago, todavía
hay muchos medicamentos y alcohol en tu sistema. Las IV están tratando de
enjuagarlo por ti. Nos asustaste cuando dejaste de respirar, por lo que te
mantienen segura con el tubo de respiración. No intentes hablar. Sólo tienes que
saber que todos estamos aquí contigo —Pepper, me consoló suavemente. La
escucho susurrar apenas —Tienes que irte, hijo de puta.
Y en un susurro enojado que coincide con el de ella, escucho a Bray
gruñir —Joder, no —. Su mano envuelve la otra que tengo libre. Mis lágrimas
realmente están cayendo ahora y estoy sollozando sin control.
—Voy a buscar a la enfermera —escucho a mi madre decir con frialdad.
¿Mi madre? Si ella está aquí, esto es realmente malo.
Segundos después, entra una enfermera. Bray y Pepper siguen
acariciando mis manos y susurrando cosas suaves y gentiles para mí.
—¿Cuándo estará aquí el psiquiatra? —mi madre le pregunta a la
enfermera. La enfermera le informa que él está haciendo sus rondas y que será
pronto. También le dice que mientras tanto me dará algo para relajarme. Puedo
sentir una sensación de frío en mi vena y gotear por mi brazo. Tratando de
luchar contra el tirón que está ejerciendo sobre mí, aprieto las manos de Pepper
y Bray una vez antes de que el medicamento gané y me arrastré por completo.

72
Capítulo trece
La tarde pasó rápidamente porque el teléfono no dejo de sonar. Manejé
a los clientes con facilidad y fui capaz de enterrar en lo profundo de mi mente
los confusos pensamientos que tengo sobre Jackson. Él se quedó en su
oficina todo el tiempo. Jordan había regresado hace un tiempo, entrando a su
oficina. Su reunión no debe de haber ido bien porque se veía visiblemente
molesto.
Cuando estaba por terminar mi trabajo, Jordan salió de su oficina, con
aspecto cansado y estresado. Se acercó a mi escritorio y se sentó en el borde.
—¿Cómo fue tu primer día, Andi? —Preguntó. Me sonreía, pero la
sonrisa no llegaba a sus ojos.
—Um, fue genial. Creo que he manejado bien las cosas. La pregunta es,
¿cómo fue tu día? —Pregunté genuinamente.
Levantando su mano, se frotó su barba a lo largo de su mandíbula.
—He tenido mejores. ¿Cómo te trato Jackson? ¿Actuó como un idiota?
—Me preguntó, mirándome a los ojos.
Su genuino interés junto con la horrible forma en que las cosas se
habían desarrollado hoy hacía que se estuvieran formando lágrimas en mis
ojos. Intenté apartarlas para que mi jefe no viera cómo dejaba que Jackson
me afectara.
La ira se extendió por su cara mientras lograba limpiar de mi mejilla
una lágrima que había logrado escapar. La puerta de Jackson se abrió a mi
lado, pero la ignoré ya que, de todas formas él iba a hacer lo mismo conmigo.
Saltando de mi escritorio, Jordan me ordenó suavemente —Ven aquí—. Me
agarró de las manos y me abrazó. Parecía que ambos necesitábamos un
abrazo después de nuestro día de mierda.
Algo golpeó contra mi escritorio haciendo que me apartara del abrazo de
Jordan. Jackson nos miraba, sus ojos observando de un lado al otro. Su
mandíbula estaba furiosamente apretada. Jordan se puso tenso a mi lado y

73
tuvieron un maldito duelo de miradas antes de que Jackson finalmente
hablara.
—Qué jodidamente profesional eres, Jordan —. Sin esperar una
respuesta, salió furioso de la oficina.
Jordan me dio una palmadita en la espalda.
—Bienvenida a la pandilla —Bufó, suspirando mientras volvía a su
oficina —. Espero verte mañana.
Con eso, cogí mi bolso y me fui. Si regresaba o no, todavía estaba por
verse.

—Todavía no puedo creerlo —Murmura Pepper, sacudiendo la cabeza


mientras sorbe su vino. Ya habíamos cenado en el café y nos habíamos
trasladados a Dempsey’s para tomar un poco de vino después a la cena. Era
una noche tranquila, así que pudimos encontrar un reservado tranquilo cerca
de la parte trasera del bar.
—Sí, es bastante horrible. Solo espero que mejore. No hay muchos
puestos de trabajos ahí afuera, así que sería una tonta si renunciara, pero eso
no lo hace más fácil. Si no me hubiera metido en ese estúpido juego, nada de
esto habría pasado —Lloriqueé mientras tomaba el resto de mi bebida. Mi
juego era una broma de todos modos. Era hora de ponerle fin a lo que había
pasado hace meses y empezar a actuar como un ser humano normal. El
camarero regreso y rellenó nuestros vasos.
Escuché la voz estridente de Ian detrás de la barra, dando la bienvenida
a unos tipos cuando entraron. Siguiendo hacia donde miraba, me horroricé al
ver a Jordan y Jackson.
—Mierda, Pepper. Están aquí. Jordan y Jackson están aquí.
Deberíamos irnos —Le insté, saliendo de la cabina. Cuando Jordan me vio,
me saludo y comenzó a caminar hacia mí. Jackson sacudió su cabeza en mi
dirección y me fulmino con su mirada.
—¡Andi! Me sorprende verte aquí. Déjame invitarte a ti y a tu
encantadora amiga un trago —Sonrió cuando llegó a nuestra mesa. Cualquier

74
estrés con el que parecía haber estado lidiado antes parecía haber
desaparecido.
—Estábamos a punto de irnos —Informa Pepper a Jordan, sabiendo que
estoy más que incomoda.
—¡Tonterías! Puedes tomar un trago con nosotros. ¡Jackson! Trae tu
trasero aquí. ¡Ian! Tráenos una ronda de bebidas. Sorpréndenos —Ordenó
mientras entraba al reservado junto a Pepper, causando que ella gritara. La
miro y sonrió.
Normalmente ella se congelaría, pero ahora mismo sus mejillas estaban
ardiendo mientras se acercaba a la pared para alejarse de él.
Jackson finalmente llegó a nuestra mesa y de mala gana se sentó a mi
lado, tan lejos como pudo. Suspiré y regresé mi atención hacia Jordan.
Manteniendo mis manos ocupadas, enrollé mi servilleta y la doblé una y otra
vez. Jordan me sonreía. Claramente era el más carismático de los dos.
—Disculpen a mi hermano socialmente inepto. No sale mucho. Le echo
la culpa a mi madre por cuidarlo tanto —Se rio. Jackson refunfuñó algo en
voz baja e intentó ignorar a Jordan.
Miré a Pepper y ella se había recompuesto de nuevo, “La perra fria”
estaba de vuelta.
—Andi me estaba contando de su fabuloso día en el trabajo —Dijo
sarcásticamente, mirando hacia Jackson. Me encogí ante sus palabras.
Jordan no pareció darse cuenta de que era sarcasmo, pero Jackson se
estremeció un poco.
—¡Grandioso! Estoy tan contento, Andi. Creo que te gustará mucho
estar allí. Todo el mundo trabaja duro para que sea una empresa exitosa —
Sonrío Jordan mientras se jactaba de sus empleados.
Cuando empecé a apretar nerviosamente mi servilleta, la mano de
Jackson cubrió la mía, quitándomela. No podía ignorar el calor que surgió
entre nosotros. Rápidamente, mis ojos encontraron los suyos, que me estaban
devorando. Mi corazón comenzó a latir fuertemente, pero por suerte el
momento intenso fue interrumpido cuando Ian dejó dos rondas de tragos.
—Yo invito, chicos —Dijo guiñándonos un ojo y regresó hacia el bar.
Jordan comenzó a contar una historia divertida sobre uno de sus
nuevos clientes. Todos nos reíamos de él, pero me estaba costando prestarle

75
atención. Jackson estaba a mi lado, prácticamente noqueándome con el calor
intenso que salía de su cuerpo. Me gustaría haber asumido que era por el
deseo, pero me di cuenta de que probablemente era ira por tener que sentarse
conmigo.
Todos empezamos a relajarnos un poco más cuando Ian trajo otro par
de tragos. Cuando la rodilla de Jackson toco la mía y se quedó ahí, me quede
congelada. La tensión que pulsaba entre nosotros era casi visible. Pepper y
Jordan hablaban de una exhibición de arte, pero apenas pude entender su
conversación porque estaba demasiado atrapada en la tensión que existía con
Jackson.
Cuando su mano se apoyó suavemente en mi muslo, me estremecí ante
el toque íntimo. Estuve todo el día pendiente de que se mostrara como el
hombre que había sido esta mañana y finalmente lo hizo. Su mano comenzó a
frotar suavemente mi muslo sobre mi falda. Jadeé en silencio cuando su
mano me subió la falda, teniendo acceso a mis bragas.
Jordan y Pepper estaban en una acalorada discusión sobre algo, pero
los ignoré completamente. Jackson metió un dedo debajo de mis bragas y me
froto el clítoris. Me sacudí por el estímulo, pero me obligué a recomponerme.
Comenzó un delicioso patrón sobre mi sensible clítoris. Ahogué mis jadeos y
esperé ansiosamente el orgasmo que estaba muy cerca.
Con su otra mano, deslizó la copa de vino hacia mí y asintió con la
cabeza. Temblorosamente, la agarré y me la llevé hacia los labios. Mi orgasmo
fue duro y se intensificó cuando metió dos dedos en mi húmedo núcleo,
haciéndome retorcer en mi asiento. Tragando mis gemidos con el vino, me
estremecí por las réplicas del orgasmo. Me quitó los dedos y volvió a poner mi
falda en su sitio. Dios mío, él era algo más.
Saliendo del reservado, nos dijo a todos —Estoy cansado. Los veré más
tarde —. Sin otra mirada en mi dirección, dejó el bar. Jackson era tan
malditamente caliente y frío. Pero pasar por toda su fría personalidad casi
valía la pena gracias a su calor avasallante.

DOS SEMANAS DE OSCURIDAD…


—Ella volverá a Indiana con nosotros —Informa mi madre al psiquiatra,
Dr. Sweeney.

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—Señora, creo que debemos dejar que Andi decida lo que quiere hacer —
Dice suavemente, mirándome. Han pasado un par de días desde el accidente y
están listos para dejarme ir. El Dr. Sweeny quiere verme de nuevo el viernes.
—Mamá, está bien. Se supone que me voy a mudar con Pepper este fin de
semana. Prometo que estaré bien. El Dr. Sweeny y yo hemos estado resolviendo
algunos de mis problemas —Le aseguro, suspirando. Mi madre no es una mujer
muy afectuosa y cariñosa. Es raro que incluso parezca importarle. Papá y mi
hermana Megan no pudieron encontrar tiempo en sus agendas para venir a
verme al hospital.
Ella suspira, pero asiente con la cabeza. El Dr. Sweeny me hace una
nueva receta y me pide que le prometa no tomarlas con alcohol. Asiento
tímidamente con la cabeza. Todo esto fue realmente un accidente. En realidad,
no estaba tratando de matarme, pero casi lo logro, aunque fuera un accidente.
Si no fuera por Bray, me estremezco de pensar en lo que podría haberme
pasado.
Bray ha permanecido a mi lado, vigilándome, desde toda mi estancia en
el hospital. Pepper se niega a hablarle y le da miradas de muerte cada vez que
está cerca. Ayer, sin embargo, el Dr. Sweeney puso fin a sus visitas. Dijo que
parte de mi recuperación gira en torno a curarme a mí misma sin la ayuda de
Brayden. Bray estaba molesto por la sugerencia, pero dijo que realmente quiere
ayudarme y honraría los deseos del Dr. Sweeney. Después de un suave beso
en mi frente, me dejó, diciendo que cuando estuviera curada de todo el dolor
que me había causado tal vez podríamos trabajar en una amistad.
Realmente no quiero a Bray fuera de mi vida, pero temo que siempre
estaré en un estado de fragilidad constante a menos que maneje mis problemas
sin él. Este fin de semana planeo comenzar la siguiente fase de mi vida. Estoy
lista para empezar a vivir de nuevo. Las últimas dos semanas han sido un
terrible borrón, y no quiero volver a sentirme así nunca más.

77
Capítulo catorce
Esta mañana estaba como nueva a pesar de mi cabeza palpitante por la
ronda de tragos que tomé anoche. Encontré un traje muy sexy demasiado
corto que usaría para impresionar a alguien. Después de haberme puesto
unas medias altas y luego unos tacones imposibles, me acerqué a mi espejo
de cuerpo entero y admiré la vista.
Jackson estaría acabado si piensa ignorarme hoy. Mi pelo rubio colgaba
en rizos sexys en mi espalda, me maquillé en tonos más oscuros hoy, y mi
traje gritaba “Follame”. En un momento de valentía, me quité las bragas y las
pateé a un lado. Saber que estaría trabajando sin bragas cerca de Jackson
casi me hizo correr por mi vibrador que estaba en mi mesita de noche.
Ignorando el deseo que me recorría, cogí mi bolso y me fui.
Justo antes de llegar al edificio, me volví a aplicar mi lápiz labial rojo y
le pagué al taxista. Las cabezas giraron cuando entré en el edificio,
aumentado la seguridad en mí misma que había sido pisoteada por Jackson
ayer. Levanté la barbilla y con confianza subí en el ascensor hasta nuestro
piso.
Cuando Margie me vio, sus ojos se iluminaron —. ¡Hey, preciosa! Hoy
los vas a matar. Jordan y Jackson ya están en la sala de conferencias con el
nuevo arquitecto, que es absolutamente caliente. Jordan dijo que te enviara
en cuanto llegaras aquí —Se rio. Sonreí y le di las gracias. Pasando por mi
escritorio, dejé mi bolso en la gaveta y tomé una nota que estaba en mi
teclado. Era de Jackson.
¿Almorzamos otra vez hoy? ¿A la misma hora, en el mismo lugar?
Su petición escrita me hizo sonreír. Tal vez las cosas no serían tan
malas. Y definitivamente le iba a costar demasiado no prestarme atención
hoy. Me veía caliente y lo sabía.
Entre en la sala de conferencias y le sonreí a Jordan, que me miró con
los ojos muy abiertos. Jackson giró y sonrió mientras apreciaba mi aspecto.
Mi sonrisa se desvaneció cuando la tercera silla giró para ver lo que Jordan y
Jackson estaban mirando.

78
—¿Andi? Oh, Dios mío. ¡No puedo creer esto! —Exclamó Bray, saltando
de su asiento y acercándose a mí. Me atrajo en un abrazo, y mis ojos se
cerraron cuando exhale su olor familiar. Me froto la espalda sin querer
dejarme ir hasta que alguien se aclaró la garganta detrás de él.
Rápidamente se alejó y para ver a Jackson mirándonos fijamente.
—¿Ustedes dos se conocen? —Preguntó Jackson, su voz sonaba furiosa.
No queriendo hacer las cosas incomodas para Bray, hablé —. Uh, sí.
Fuimos juntos a la universidad —Dije mintiendo a medias, evitando la mirada
ardiente de Jackson. Rápidamente me moví para sentarme al lado de Jordan.
—¡Genial! Esto va a ser realmente una increíble oportunidad para
nuestro equipo. Ya que ustedes dos se conocen, las cosas serán mucho más
fáciles —. Jordan sonrió cálidamente, acariciando mi muslo desnudo y luego
quitó su mano de allí para ordenar una pila de papeles delante de él.
Levante la vista para ver a Bray y Jackson mirando fijamente a Jordan,
quien parecía no darse cuenta. La testosterona era densa en la sala de
conferencia.
Jordan rápidamente abordó algunas cosas antes de dejarnos libres.
Salté de mi asiento y volví a mi escritorio. Una vez que me senté y fingí estar
concentrada en encender mi computadora, Jackson pasó por delante de mi
escritorio, ignorándome y cerrando la puerta detrás de él. Mierda. Hoy va a
ser incluso peor que ayer.
Ahora, tendría que trabajar con alguien que fue la causa de que sea
como soy hoy. Trabajar con Bray iba a ser extremadamente difícil,
especialmente, desde que el dolor que había logrado eliminar de mi corazón
pulso de nuevo al verlo hace un momento.
Jordan y Bray salieron juntos, dándose la mano antes de que Jordan
ingresara a su oficina. Bray se acercó a mi escritorio y me miro las piernas.
Volviendo sus ojos hacia los míos, dijo —Te ves muy hermosa, Andi —.
Murmuré un agradecimiento y dirigí mi atención a la pantalla del ordenador.
Se quedó quieto durante un momento antes de ir a su oficina justo al lado de
la de Jackson.
Pepper necesitaba saber los eventos de hoy.

79
Pep,
¿Adivina quién trabaja aquí ahora? Ni en un millón de años podría haber
predicho esto. Imagina el peor escenario que se te ocurra y estarás en lo
correcto. ¿Tomamos unos tragos esta noche? Esta vez en nuestro apartamento
con Olive.
Tu mejor amiga que no tiene nada de suerte,
Andi.
Después de enviar el mensaje, mi teléfono sonó inmediatamente
después de enviar el mensaje.
Maldito Brayden.
Suspirando por mi suerte, estuve ocupada devolviendo llamadas y
planificando reuniones para los tres hombres. La mañana pasó volando, y me
sorprendí cuando Jackson salió de su oficina y se fue sin decirme una
palabra.
Supongo que ha vuelto ser el Jackson frío que no me agrada. Él había
dicho que íbamos a almorzar, así que supuse que había ido a retirarlo.
Brayden salió de repente de su oficina y se acercó hacia mi escritorio.
—¿Quieres que almorcemos juntos y nos pongamos al día? —Me
preguntó, sonriéndome. Me retorcí bajo su mirada. Todo sobre este encuentro
casual tenía mis nervios al límite.
—Jackson fue a buscar un almuerzo para mí. ¿Quizás mañana? —Dije
en broma, mordiéndome el labio.
Sus ojos cayeron a mis labios y pareció casi triste cuando regresó sus
ojos hacia mí —Claro, mañana —Murmuró roncamente y se fue.
Una hora después, Bray regresó. Parando en mi escritorio de camino a
su oficina, preguntó si tenía algún mensaje.
—Te los envié por correo electrónico. Verifica en tu agenda. Programé
una reunión el jueves con el Sr. Higgins —Le dije.
Mirando hacia la oficina de Jackson y regresando su mirada a mí, me
preguntó —¿Cómo fue el almuerzo?
—Um, supongo que Jackson está trayéndolo —Le dije débilmente.

80
Considerando que eran las dos menos cuarto, supuse que me había
vuelto a dejar plantada. Cuando mi estomago gruño fuertemente, lo apreté
tratando de que se detuviera.
Me frunció el ceño —. Mierda, Andi, sabes que te mareas si no comes
apropiadamente. Vamos. Te llevaré a la cafetería del edificio y compraremos
un sándwich.
Me levanté, decidiendo rápidamente que necesitaba comer algo para
seguir funcionando en el trabajo el resto de la tarde. La habitación comenzó a
girar cuando lo hice y me sostuve del escritorio tratando de recuperarme. De
pronto, dos brazos me rodearon tratando de facilitarme el volver a sentarme.
—Andi, siéntate —Me pidió Bray en voz baja —. Vuelvo enseguida.
Puse mi cabeza contra el escritorio y esperé a que Bray regresara.
Cuando él finalmente regresó unos diez minutos después, estaba feliz de
verlo. Tenía un sándwich en una mano y un refresco en la otra.
Desenroscando la tapa, me lo entregó —. Toma, bebe esto. Te hará sentir
mejor para que puedas soportar la comida. Necesitas tener unos bocadillos
aquí arriba. Trabajando en una empresa con gran movimiento durante todo el
día, podría haber momentos en los que no puedas comer y no puedes permitir
desmayarte. Ya sabes cómo te pones —Me regañó suavemente.
Asentí y bebí un poco del refresco. Finalmente, me sentí lo
suficientemente bien como para comer el sándwich. Al abrirlo, me lo comí
rápidamente. Él me miró tristemente mientras comía. Esta tenía que ser la
situación más incómoda de la historia. Cuando intenté nerviosamente volver a
poner la tapa a la botella, mi torpeza hizo que se cayera a mis pies.
Antes de que pudiera inclinarme a recogerla, Bray ya se había
arrodillado para recuperarla. Cuando me miró, sus ojos se deslizaron por mis
piernas, aterrizando justo en medio de ellas. El calor inundo
instantáneamente su cara mientras miraba hacia allí con una expresión
ardiente
—¡Joder, Andi! ¡No estás usando bragas! —Siseó, echando un vistazo de
nuevo.

81
La vergüenza me hizo cruzar las piernas de forma rápida, terminando
con su peep show5.
—¿Eso es cierto? —Preguntó una voz familiar detrás de él. Jackson
miraba fijamente a Bray, quien todavía estaba en trance. Bray se levantó del
suelo y giró para enfrentarse a él.
—Tiene que comer o se desmayará. Si prometes llevarla a almorzar,
entonces hazlo —Le gruñó a Jackson y se fue a su oficina.
Jackson lo siguió con la mirada, hasta que desapareció regresando sus
ojos hacia mí.
—Mierda. Lo siento, Andi —Se disculpó, frotándose las dos manos en la
cara —. Tuve una mañana muy mala y lo olvidé por completo.
Sacudiendo la cabeza, evité mirar en su dirección y pretendí estar
ocupada en el ordenador —No hay problema. Bray me consiguió un sándwich
—Respondí en voz baja.
Pude oír el rechinar de sus dientes antes de que gruñera y entrara en
su oficina, cerrando la puerta detrás de él.
Más tarde, Jordan se acercó —. Andi, necesito un favor. La firma
realmente necesita algo de buena publicidad. El museo donde tu amiga,
Pepper, trabaja tendrá una gala pronto. Ya han fijado a sus patrocinadores,
pero quiero que Compton Enterprise sea el patrocinador principal. No me
importa cuánto cueste o cuanta persuasión haga falta, pero por favor, hazlo
realidad —Dijo y se giró para volver a su oficina.
Bueno, siempre puedo intentarlo. Tomaría unos tragos con Pepper esta
noche y le suplicaría. Tal vez se compadezca de mí y moverá algunos hilos. Si
alguien puede hacer que eso ocurra, era Pepper.
Cuando la puerta de Jackson se abrió, le eché un vistazo. Su duro
expresión se había ido y ahora me miraba con una expresión más suave —
¿Puedes venir un momento? Preguntó, haciéndome un gesto para que
ingresara a su oficina. Me levanté y me acerqué hacia él. Cuando me dejó
pasar, cerró la puerta detrás de él.

5 exposición de fotografías, objetos o personas visualizada a través de una pequeña mirilla o lente de
aumento. En el uso idiomático el término inglés «peep show» podría traducirse como espectáculo
sicalíptico, es decir, espectáculo que contiene malicia sexual o picardía erótica.

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Agarrando mi mano, me atrajo hacia él. Mi cuerpo se derritió contra el
suyo, pero yo todavía estaba enfadada con él.
—Andi me es jodidamente imposible controlarme cuando estoy cerca de
ti. Cuando te vi el viernes, esperaba no estar en mi yo habitual ese fin de
semana y disfrutar el momento. Lo pasamos muy bien y me encanto pasar
cada minuto contigo. Ahora que trabajas aquí, me es difícil ser el hombre que
conociste durante ese fin de semana y mostrarte realmente quién soy. Soy
una persona infeliz. Pero tú me haces feliz. Eres inteligente, sexy y segura de
ti misma. No merezco a alguien como tú. Mi cerebro de mierda ni siquiera
puede recordar sobre nuestras citas. Por favor, perdóname. Lo estoy intentado
de verdad —Suplica, frunciendo el ceño, claramente enfadado consigo mismo.
Su confesión calentó mis entrañas. Ambos éramos personas dañadas
tratando de vivir una vida normal. Tal vez podríamos abrirnos paso a través
de esto después de todo.
Me puse de puntillas y besé suavemente sus labios, haciéndole saber
que lo perdonaba sin necesidad de decir nada. Sus manos se colaron a través
de mi pelo y me presionó contra sus labios. Gemí porque lo deseaba tanto. Su
lengua se deslizo en mi boca y acaricio la mía. Nuestro beso se volvió más
apasionado. Una de sus manos se deslizo hasta mi culo y lo agarró. Dejé caer
mis manos sobre su cinturón y empecé a desprenderlo.
Gimió y se acercó para cerrar con seguro la puerta de su oficina.
Rompiendo nuestro beso, acabé con sus pantalones y los bajé. Sus manos
agarraron la parte inferior de mi falda y la subió por encima de mis caderas.
—Joder, Andi, eres tan jodidamente sexy. No usaste bragas por mí y yo
fui un imbécil contigo. No te merezco —Gruñó mientras acariciaba mi sexo.
—Jackson, por favor, follame ahora —Jadeé mientras me acariciaba el
sexo. Me cogió, agarrando mi culo y me subió en su escritorio. Abrí mis
piernas para que pudiera acceder mejor a mi sexo. Me sujetó y metió su polla
en mi interior.
Eché mi cabeza hacia atrás cuando empezó a bombear en mi interior.
Mi orgasmo era cada vez más cercano, burlándose de mí por no poder
alcanzarlo. Cuando empecé a gemir en voz alta la mano de Jackson me cubrió
la boca y me beso el cuello.
—Shhh, nena, shhh —Cantó en mi oído.

83
Mi cuerpo se agitó incontrolablemente cuando mi orgasmo se estrelló
contra mí. Su bombeo se hizo más lento cuando se vino. Probablemente nos
habríamos quedado así, ordeñando lo último de nuestros orgasmos, pero un
fuerte golpe nos hizo separarnos.
Jackson se subió rápidamente sus pantalones y se los abrochó.
—¿Sí? —Preguntó bruscamente a pesar de que me sonreía.
—Soy yo, Bray. ¿Está Andi ahí adentro? Necesito preguntarle algo sobre
mi agenda —Dijo a través de la puerta.
Mirando mis piernas como si quisiera subirme la falda de nuevo,
Jackson se acercó y cogió un pañuelo de papel de la caja sobre su escritorio.
—Estamos terminando. La enviaré en un minuto —Le respondió. Volvió
a acercase a mí y se agachó. Limpiando mi pierna con el pañuelo, eliminando
todos los restos de nuestro momento de pasión. Llevando sus labios al
interior de mi muslo, lo besó.
Sonriéndome, se levantó y volvió a su escritorio, tomando el teléfono
para hacer una llamada. Mis mejillas se sonrojaron y salí corriendo de la
oficina para ir a ver qué necesitaba Bray. Jackson era tan caliente y frío, pero
eso fue jodidamente caliente.

DOS SEMANAS DE OSCURIDAD…


—Está será tu habitación —Dice Pepper con una sonrisa mientras me
muestra el dormitorio. Me encantaba todo lo que había en este apartamento.
Tenía techos muy altos y ventanas descubiertas. Las sólidas maderas eran
originales y añadían encanto al edificio. Las molduras de la fachada decoraban
la parte superior de las paredes, dándole un aspecto sofisticado. Este lugar era
absolutamente magnifico. Por una vez durante estas últimas dos semanas, era
genuinamente feliz.
—Pepper, estoy tan emocionada. Este lugar es fabuloso. Prometo que
pagaré la mitad del alquiler una vez que consiga un trabajo de verdad.
Mientras tanto, comprare nuestros comestibles —Le aseguro.
Ella solo hace un gesto con su mano, sonriendo
—Andi, no te preocupes. No me importa si no pagas. Eres mi mejor amiga.
¡Va a ser increíble vivir juntas!

84
Nos abrazamos y me deleito con el aroma que desprende Pepper.
Ella es mi roca y estoy agradecida de tener a alguien como ella en mi
vida.

85
Capítulo quince
Saliendo de la oficina de Jackson, rápidamente me dirijo hacia la de
Bray.
Esta encorvado, mirando algunos papeles cuando entro. Cerrando la
puerta detrás de mí, me acerco a su escritorio. Cuando levanta la vista y me
ve, sonríe, haciendo un gesto para que me sentara.
Me siento, esperando que hable.
—Andi, mi cita con el Sr. Higgins es el jueves como ya sabes. ¿Crees
que podrías venir conmigo y tomar notas? Estoy tratando de que acepte
nuestra oferta frente a otra de una firma que es nuestra competencia. Creo
que tenerte allí será una buena experiencia de aprendizaje para ti —Me
informa.
Asiento con la cabeza, emocionada por ir a una junta y reunirme con
un cliente.
—Claro. Quiero decir, siempre y cuando Jordan y Jackson estén de
acuerdo con ello. ¿Podrías aclararlo con ellos primero? —Le pregunto.
—Ya he hablado con Jordan sobre ello. Dijo que estaba bien y que se
las arreglaría sin ti —. Volvió a prestar atención a su computadora —Bien,
necesito volver al trabajo —Él suspira, despidiéndome. Cuando me levanto
para irme, él también lo hace y se acerca a mí —. Andi, es tan jodidamente
duro trabajar contigo. Lo único que quiero es acostarte sobre mi escritorio y
hacerte el amor como en los viejos tiempos. Ha sido increíblemente difícil
resistirme hoy a hacerte el amor —. Él se acerca a mí, envolviéndome con su
aroma una vez más y agarra un mechón de pelo, tocándolo entre sus dedos —
Y el hecho de que no llevas bragas hace que te quiera tan jodidamente mal —
Gruñe, presionando su cuerpo contra el mío para que pueda sentir su
erección.
Alejándolo de mí, salgo temblorosamente de su oficina. No tenía derecho
a volver a mi vida y tratar de entrar de nuevo a ella.

86
Vuelvo hacia mi escritorio y me mantengo enfurruñada por el resto de
la tarde. Bray realmente complicó mi vida. Cuando finalmente había logrado
que las cosas se arreglaran poco a poco, regresaba otra vez, estropeándolo
todo.
—Déjame llevarte a casa —Dijo Jackson, saliendo de su oficina.
Me giro y le sonrío —. Vale, déjame recoger mi bolso.
Mientras nos preparábamos para irnos, Bray sale de su oficina
cerrando la puerta detrás de él. Sus ojos se dirigen a los míos y se oscurecen
cuando ve a Jackson parado cerca de mí.
Pasando por delante de nosotros, gruñó una despedida —Andi. Jackson
—Y desapareció por la puerta.
Sí, definitivamente eso fue incómodo. Mi teléfono sonó en mi bolso, así
que lo saque para ver quién me había enviado un mensaje.
Pepper: Algo surgió en el trabajo. Tengo que arreglar lo que ha
pasado. Nuestro principal patrocinador acaba de quitar su sponsor y
estoy luchando para encontrar un reemplazo. ¿Dejamos las bebidas
para otro momento?
Sonriendo, le digo a Jackson que me espere un minuto y corro hacia la
oficina de Jordan.
—Pepper me acaba de enviar un mensaje de texto diciendo que su
principal patrocinador ya no participará en la gala. Aquí esta su tarjeta de
presentación. Llámala y convéncela. Apuesto a que estará feliz de encontrar
un reemplazo rápido —Deduje, dándole la tarjeta a Jordan.
El sonrío satisfecho, cogiendo la tarjeta y tomando el teléfono para
marcar su número.
—Pepper, hola… soy yo, Jordan Compton —Dice, saludándola. Me
pongo en marcha después de despedirme de él y me encuentro con Jackson
en la puerta.
Jackson agarra mi mano en la suya y nos dirigimos hacia su coche.
George me saluda con su lindo acento cuando entramos al vehículo.
—¿Quieres ir a cenar? —Me pregunta Jackson.
Asiento con la cabeza ya que Pepper no podía salir conmigo de todos
modos.

87
—George, llévanos a la Parrilla de Santino.
Estaba más que feliz de estar con el Jackson cálido. Estaba apareciendo
más y más hoy en lugar del Jackson frívolo.
—¿Por qué sonríes? —Me preguntó mientras su mano se frotaba por la
parte superior de mi muslo. Mi cuerpo tembló como siempre al sentir su
toque.
—Tú —Respondí simplemente. Sus ojos cayeron sobre mi boca.
Sabiendo que tendría una respuesta, me lamí los labios. Sus ojos se
encendieron con deseo y presiono sus labios contra los míos. Mi corazón dio
un vuelco. Desabrochando mi cinturón de seguridad, me siento a horcajadas
sobre su regazo. Él gimió y se acercó hacia mí, presionando un botón
haciendo que apareciera una barrera entre el asiento del conductor y la parte
trasera.
Sus manos agarraron la parte inferior de mi falda mientras me besaba
salvajemente y me la arrancó. Tomo mi culo con cada mano y yo me presioné
contra él. Quitando sus manos de mi trasero, él desabrochó mi chaqueta,
quitándomela. Afortunadamente las ventanas del coche eran increíblemente
oscuras porque estábamos a punto de dar un espectáculo.
Me quito la blusa, dejándome solo en sujetador, pero rápidamente me lo
arranco también. Le ayudé a quitarse su chaqueta y empecé a desabrochar
los botones de su camisa. Una vez que terminé, ambos la quitamos. Me
incliné hacia adelante, besándolo de nuevo, esta vez nuestros pechos
desnudos tocándose.
Besándolo más fuerte, prácticamente me aparto de él, así podría bajarse
los pantalones. Cuando los bajo lo suficiente, me senté a horcajadas de
nuevo, facilitando su entrada en mí interior. Empecé a rebotar contra su
polla, haciendo que mis tetas se balancearan contra su cara. Él las agarró,
empezando a besarlas y chuparlas por todas partes.
Mi orgasmo llegó sorprendentemente rápido y casi dejo de montarlo sin
permitirle llegar al suyo, pero sus manos me agarraron el trasero y me ayudó
a seguir montándolo hasta que llegó. Nos relajamos, todavía unidos y le
acaricié el cuello con mi cara. Sus manos comenzaron a frotarse a lo largo de
mi espalda desnuda, haciéndome estremecer.
Nos quedamos así, en una cómoda y silenciosa felicidad hasta que el
coche se detuvo. Me removí encima de él, buscando mi ropa para volver a
ponérmela y Jackson me sonrió.

88
—Te ves tan hermosa con tu pelo de “recién follada”. Si no estuviéramos
ya en el restaurante, te follaría de nuevo solo para mantener tu sexy peinado
—Él me sonrió.
Sacándole la lengua, terminé de vestirme.
—Hazlo de nuevo y ciertamente nunca dejaremos este coche —Él gruñó
haciéndome reír.
Una vez vestidos, salimos del coche y el aroma celestial de la auténtica
comida mexicana golpeó mis fosas nasales. Gemí de lo bien que olía y
Jackson me apretó el culo haciéndome gritar.
—Cuando haces ese ruido, necesito de todas mis fuerzas para no
follarte ahora mismo —Dijo bruscamente. Me reí y le cogí la mano para
apurarnos a entrar al restaurante.
Después de que entramos, quedé hipnotizada por las coloridas pinturas
que estaban en las columnas y paredes, las decoraciones chillonas estaban
por todas partes, y los deliciosos olores llenaban el aire. La mesera nos sentó
junto a una ventana y puso unas papas fritas con salsa delante de nosotros.
Hablando en español, hizo una pregunta. Jackson le respondió perfectamente
en el mismo idioma y ella se fue rápidamente.
—Estamos tomando margaritas —Me informó, sonriendo.
Sonreí porque no se podía comer una buena comida mexicana sin
margaritas.
—¿Qué platillo me recomiendas? —Le pregunté, tratando de leer el
menú que estaba escrito en español.
—Las fajitas son increíbles. ¿Quieres probarlas? —Preguntó tomando
mi mano.
—Suena genial. Estoy feliz de estar en una cita real contigo —Respondo
felizmente.
Una mirada de arrepentimiento se asentó en su cara ante mis palabras.
—Lo siento, Andi. Te dije que apesto en esto. Lo estoy intentando. Te lo
prometo.
La camarera dejó dos margaritas gigantes y un tazón de queso. Él dejo
de tomar mi mano para que pudiéramos comer nuestro aperitivo. Hablando

89
de forma rápida, ordenó para nosotros, y una vez más la camarera se
escabulló.
—Así que dime cómo conoces a Brayden —Dijo, poniéndose serio. Mis
ojos se cerraron de golpe porque no quería tener esta conversación ahora
mismo. Sus ojos se oscurecieron porque sabía en el fondo que Bray era más
que un simple compañero de universidad.
Teniendo que lidiar con ello, decidí decirle la verdad.
—Bray y yo nos conocimos en nuestro primer año en la universidad.
Los dos estábamos estudiando lo mismo, especializándonos en arquitectura.
Él era mi mundo —Confieso en voz baja, tomando un trago de mi margarita —
. Salimos durante casi cuatro años. El pasado marzo, él muy románticamente
me propuso matrimonio en el Central Park —. Suspiré porque la parte triste
es lo que viene después. Jackson esperaba pacientemente a que yo
continuara, pero aun así tenía el ceño fruncido —. Estaba tan emocionada
por nuestra boda. Un día salí temprano del trabajo y quise sorprenderlo. Lo
encontré tirándose a otra chica. Jackson, eso me dejo absolutamente
devastada —Susurré, lágrimas formándose en mis ojos.
Cuando se levantó de su asiento, pensé que me iba a dejar allí, pero se
sentó a mi lado, empujándose hacia mi cuerpo. Me rodeo con su brazo y me
acercó. Parpadeando para que las lágrimas no cayeran, continué —No comí
nada durante casi dos semanas. Él intentaba contactarme, pero lo ignoré.
Pepper también me ayudó a mantenerlo alejado de mí. Mi depresión era tan
grave, que me convenció para que viera un médico y me recetaron
antidepresivos. La noche de nuestra graduación, me encontré con su madre.
Estaba luchando por mantenerme fuerte. Él me encontró y me abrazo. Mis
paredes finalmente se estaban derrumbando y sentí que podía perdonarlo.
Compartimos un beso que prometía que podríamos lograrlo de nuevo. Cuando
nos separamos, la perra con la que se había acostado lo abrazo, y lo perdí.
Los recuerdos regresaron y me di cuenta que nunca podría superarlo. Volví a
mi dormitorio e intenté ahogar mis penas con medicamentos y vodka. En
algún momento de todo ese desastre, pensé que sería una buena idea tomar
todo el frasco de píldoras.
Jackson se tensó a mi lado, pero yo continúe —. Antes de que me
desvaneciera completamente, lo llamé y le dije lo que había hecho. Él se
apresuró y me metió la mano hasta la garganta, causando que vomitara. Los
médicos le dijeron, que, si no hubiera sido capaz de sacar algo de mi cuerpo,
yo habría muerto. Mi cuerpo estaba tan demacrado por no haber probado

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bocado en esas últimas semanas que no hubiera sido capaz de manejar el
brebaje de drogas y alcohol. E incluso aunque siento que le debo algo por
haberme salvado la vida, no puedo evitar sentir que no habría caído nunca
hasta ese punto si no hubiera sido por su engaño en primer lugar.
Jackson beso mi sien mientras la camarera colocaba las fajitas frente a
nosotros. Empezamos a preparar nuestras fajitas cuando él habló.
—¿Estás incómoda trabajando con él? Podemos despedirlo. No quiero
que él te acose —dijo, dando un mordisco.
—No, siento que podemos ser civilizados el uno con el otro. Aunque sea
extremadamente infeliz por como resultaron las cosas, no quiero que pierda
su trabajo. No puedo evitarlo, pero a pesar de todo me preocupo por él. Es
solo que nunca más lo hará de esa manera, mi corazón es demasiado frágil.
Tragó y me miró —. ¿Él es la razón de tu juego? —Me preguntó, la
comprensión inundando su cara.
Asentí con la cabeza y le di un mordisco a mi fajita. Dios mío, estaba
increíble.
—Mmm, Jackson, esto está delicioso —Le digo, maravillada mientras
masticaba.
Se rio y me susurró al oído —¿Qué te dije de ese sonido? Estoy listo
para dejar las fajitas y tomar el postre.
Sus palabras me dieron escalofríos, pero las fajitas eran demasiado
buenas para dejarlas sin terminar.
—Lo siento, Charlie6. Las fajitas ganan esta vez —Me burlé, riéndome y
tomando otro bocado.
El resto de la cena se desarrolló de forma amistosa mientras
charlábamos sobre cosas simples. Me divertí contando historias sobre Pepper
y Olive. Amaba a esas chicas. Sus historias sobre él y Jordan eran de lo más
divertidas. Por lo que deduje, Jackson era el serio y Jordan era el hermano
despreocupado. Hablaba con cariño de su madre, pero nunca menciono a su
padre.

6 Una expresión que quiere decir "Supéralo” y es utilizada como respuesta a una queja.

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—¿Y dónde está tu padre? —Le pregunté, empujando mi plato. Estaba
completamente llena. Gruño, pero no respondió de inmediato. Me volví para
mirarlo, pero él me evito.
—Está muerto —. Eso fue todo lo que dijo. Espere, pero no me dio más
detalles. Hola, frío Jackson.
Acerqué mi margarita y bebí sorbos del trago. El silencio que se asentó
entre él y yo estaba haciendo que prácticamente me retorciera en mi asiento
con lo incómodo que era. Finalmente, no puede soportarlo más.
—Jackson, lo siento si golpeé un nervio. Solo quiero conocerte mejor.
¿Puedes por favor llevarme a mi casa? Estoy cansada —Suspiré.
Como si lo que le dije lo hubiera hecho reaccionar, se giró para
mirarme. La mirada de dolor en su cara me dijo que aún le dolía la muerte de
su padre.
—No. Quiero decir, lo siento. Quiero pasar más tiempo contigo. Lo estoy
intentando. Mi pasado tampoco es maravilloso, Andi. Por favor, pasa la noche
conmigo. Sé que esto empezó como un juego, pero quiero conocerte mejor —
Dijo acercándome hacia él.
Me giré para estudiar su cara por un momento. Se veía tan roto.
—Está bien, pero primero pasemos por mi casa para que pueda recoger
un poco de ropa —Me acurruco contra él.
Pagó nuestra cuenta y me sacó del reservado. Inclinándose, me besó
suavemente en los labios.
—Vamos. Quiero llevarte a un lugar primero —Me dijo maliciosamente.
Adoraba su encanto juvenil y dejé que me sacara del restaurante.

DIAS NO TAN OSCUROS…


Pepper estaba inquieta. Es tan diferente a como es ella, pero no me deja
en paz. Tengo que encontrar una manera de convencerla de que estoy bien. Lo
único de lo que debería preocuparse es de ir a trabajar, y, aun así, tengo que
prácticamente empujarla por la puerta.
—¿Quieres que vaya contigo a ver al Dr. Sweeney? —Me pregunta
mientras me da un chicle.

92
—No, Pepper. Puedo ir sola. No has ido a visitar a tu padre últimamente.
Tal vez deberías hacerlo —Le sugiero.
Saca los pies de mi regazo y se.
—Andi, ¿estás bien? Sé que estas cada vez más como eras antes, pero
siento que no estás completa. Por favor, dime si no estás bien. No puedo perder
a mi mejor amiga —Confiesa, con los ojos llorosos.
Pongo sus pies en mi regazo de nuevo y continúo pintándole las uñas.
—Estoy bien, Pepper. El Dr. Sweeney me está ayudando a comprender
que estoy mejor sin Bray. Me siento yo misma como desde hace mucho tiempo
no lo sentía. Estoy agradecida de que me cuides, pero voy a estar bien así que
puedes quedarte tranquila. Disfruta de tu nuevo trabajo en el museo.
Me mira fijamente durante un momento y asiente. Haciendo estallar su
goma de mascar mientras piensa, me deja terminar de pintarle las uñas y no
vuelve a mencionarlo.

93
Capítulo dieciséis
El auto se movió durante unos treinta minutos a través de la ciudad.
Cuando llegamos a una encantadora calle con casas adosadas adornadas con
flores en las ventanas y lámparas ornamentadas en los porches, apenas pude
contener mi emoción.
—¿A dónde vamos? —Pregunté, admirando las casas.
—Ya verás —Bromeó.
Nos sentamos tomados de las manos hasta que nos detuvimos frente a
una de las casas. Me ayudó a salir del coche y nos acercamos a la puerta
principal. Antes de que pudiéramos llamar, la puerta se abrió revelando a una
mujer de pelo oscuro y brillante. Sus ojos parpadearon cuando vio nuestras
manos unidas y sonrió ampliamente. Era hermosa para ser una mujer mayor.
—Hola, mamá. Esta es Andi —Saludó, presentándonos. Mi vientre
revoloteo con nerviosismo por el hecho de que Jackson me había traído a
conocer a su madre. Ojala estuviera más presentable. Ella me atrajo a un
abrazo y no pude evitar reírme por su audacia. Jordan debe de haber
obtenido su calurosa personalidad de su madre.
—Encantada de conocerla, Sra. Compton —Me reí.
—Oh cariño, llámame Trish. Me harás sentir vieja si me llamas de otra
manera —Ella me regaña.
Me río porque me recuerda a Jordan ayer.
—Por favor, entren. Acabo de hacer un poco de café y hay un pastel en
el horno —. La seguimos dentro y admiro la forma en que había decorado su
casa. Era excéntrico pero cálido, como Trish. Instantáneamente la ame. Mi
propia madre era fría y distante, así que me estaba encantando la atención y
cariño de Trish.
Nos hizo señas para que nos sentáramos en la pequeña mesa de la
cocina mientras ella fue hacia el horno a sacar el pastel. Por el olor estábamos
obteniendo uno de moras. Se me hizo agua la boca con solo pensarlo.

94
Jackson puso mi mano en su regazo y me guiñó un ojo. Después de que
Trish sacara helado para nuestros pastelitos, nos los trajo. Jackson y yo nos
acercamos mientras ella nos servía un poco de café antes de unirse a nosotros
en la mesa.
—Cuéntame un poco sobre ti, Andi —Dice Trish.
Cierro los ojos cuando doy un mordisco porque era absolutamente
celestial.
—Vaya, esto está delicioso, Trish. Um, veamos. Me gradué de Columbia
con una Licenciatura en Arquitectura. Estoy viviendo con mis dos mejores
amigas, Pepper y Olive. Este verano empecé a fotografiar edificios. Encontré
terapéutico ese hobby. Y lo más obvio de todo, me encanta la comida.
Desperté un día y aprendí a apreciarla como se merece —Comenté, echando
un vistazo a Jackson, que estaba escuchando atentamente.
La fotografía había comenzado cuando mi médico me dijo que
necesitaba encontrar algo en lo que concentrarme. Un hobby. Nada me había
interesado en absoluto. Un día, mientras miraba un hermoso edificio en el
corazón de la ciudad, desee poder congelar la imagen y memorizarla. La idea
de fotografiar empezó desde ese momento y lo he estado haciendo desde
entonces. Incluso había tomado un curso en línea para aprender más de mi
cámara de segunda mano.
—Bueno, Jackie debe de estar encantado contigo. No trae chicas. No
desde Nadia —Dijo a sabiendas.
Él evitó que revelara más —Mamá, no creo que Andi quiera oír hablar
de relaciones pasadas y yo tampoco.
Frunce el ceño, pero cambia de tema —¿Cómo está Jordie? Está muy
ocupado estos días dirigiendo la empresa para venir a verme. Dile que estoy
enojada porque no he visto su preciosa cara desde hace tres semanas —Dijo,
aparentemente molesta.
Jackson se rio de su cara —. No te preocupes, mamá. Será un placer
decirle que ahora soy tu favorito —Sonrió mientras se burlaba de ella.
Después de terminar el café, Jackson se levantó de la mesa —. Mamá,
debemos irnos. Es tarde y necesito llevar a Andi a casa —Mintió. Puse los ojos
en blanco, pero me levante y le cogí la mano.

95
—Bien, niños, pero vengan a cenar el sábado. Si pueden hacer que tu
hermano venga, háganlo, por favor. Dile que traiga una cita —Dijo,
guiñándole un ojo a Jackson.
Nos abrazó a los dos y nos acompañó hasta la puerta.
—¡Esperen un segundo! —Trish se escabulló de vuelta a la cocina y
volvió con un plato cubierto con papel aluminio y un termo —Dale esto a
George —. Sonrió ampliamente.
Jackson se rió y sacudió la cabeza, tomando lo que ella le daba
mientras nos dirigíamos a la puerta.

DÍAS NO TAN OSCUROS…


—Andi, quiero que encuentres algo con lo que entretenerte. Ahora que
estas fuera de la universidad y ya no estás con Bray, ¿Qué haces con tu tiempo
además de trabajar en el café? —Pregunta el Dr. Sweeney.
Frunzo el ceño porque no hago absolutamente nada. Todo lo que hago es
repetir los eventos de las últimas semanas una y otra vez en mi cabeza.
Cuando Pepper no está ocupada tratando de distraerme, es todo en lo que
puedo pensar. Apenas puedo dormir porque los pensamientos me consumen.
Aunque ya no esté angustiada, todavía no puedo eliminarlos.
—No sé qué puedo hacer. No hay mucho que me importe además de lo
que haga con Pepper —Le digo honestamente.
—Lo sé, Andi, por eso necesitas encontrar algo. Prueba con algo en el
exterior. Yoga, kickboxing, lectura, alfarería, cualquier otra cosa aparte de lo
que ya estás haciendo. Necesitas encontrarte a ti misma. Encuentra algo nuevo
en lo que pensar. Tengo fe en que lo lograrás. Andi, también quiero que intentes
tener una cita. Eres una joven y atractiva mujer, y me temo que podrías
terminar un poco desanimada. No te estoy diciendo que necesitas salir y
encontrar un marido. Lo que estoy diciendo es que necesitas salir a divertirte y
salir sin Pepper. Ella es tu apoyo, y tienes que aprender a valerte por ti misma
otra vez —Me dijo.
Siento nauseas ante la idea de salir con alguien, pero asiento con la
cabeza para apaciguar al Dr. Sweeney.
—Bien. Ahora no aparezcas la semana que viene sin un nuevo hobby —
Él instruye, sonriéndome mientras concluimos nuestra sesión.

96
Capítulo diecisiete
Cuando llegamos a mi apartamento, hice que se quedara en el coche
mientras yo corría para coger mis cosas. Sobre todo, porque quería contarles
a las chicas sobre mi día sin Jackson escuchando todo.
Entre por la puerta principal para ver a Olive leyendo una novela en el
sofá y a Pepper mirando su portátil. Tirando mis llaves y mi bolso sobre la
mesa junto a la puerta, corrí hacia Olive y le bese la frente. Me sonrió y me
sopló un beso.
En mi camino hacia Pepper, cerré su portátil cuando me deje caer a su
lado. Ella resoplo con enfado, pero no pudo detener la sonrisa que se formó en
su cara.
—¿Por qué estás tan feliz, Andi? —Preguntó de forma gruñona.
La abracé y me reí —Hoy he tenido un día muy raro. Jackson está fuera
esperándome en el coche. Voy a pasar la noche con él.
—Espera. Hasta ayer, era un imbécil. ¿Qué ha cambiado hoy? —
Preguntó.
Olive se metió en la conversación antes de que pudiera responderle a
Pepper —. ¡Andi estoy impresionada de que sigas viendo al tipo cuando el fin
de semana ya ha acabado! —Ella aplaudió con entusiasmo.
Pepper y yo nos reímos de ella. Era tan malditamente linda.
—Bueno, las cosas estaban calientes esta mañana. Estaba en modo
“asesina de hombres” e incluso dejé mis bragas en casa —Les explico,
guiñándole un ojo a Pepper, que acababa de poner los ojos en blanco. Olive
jadeó ante mi audacia. Continué con la historia —. Así que me puse a trabajar
y había una nota de Jackson pidiéndome almorzar en su oficina otra vez.
Estaba en las nubes cuando fui a la sala de conferencias para conocer al
nuevo arquitecto que iba a estar ayudando. Jordan estaba en su
característico buen humor. Pero Jackson, su cara literalmente se iluminó
cuando me vio y casi me derretí —Les digo, soñadoramente.
—Vamos, Jennifer Aniston —Pepper me apuró.

97
—De todos modos, la otra silla se giró y era…
Deteniéndome, Pepper se burla —Jodido Brayden.
Asiento con la cabeza y continúo —. Así que el idiota de Brayden se
levantó y me abrazó, un poco demasiado para ser justos. Cuando nos
separamos, Jackson lo estaba fulminando con su mirada mortal. La reunión
fue corta, pero después Bray se detuvo en mi escritorio y me dijo lo bonita que
estaba. No es como si me sorprendiera —Les guiñé un ojo —Trabajé y trabajé
hasta que me di cuenta de que Jackson me había dejado plantada para el
almuerzo.
—De ninguna manera. ¿Qué ves en ese gilipollas? —Dijo Pepper,
echando chispas.
Suspiré, pero continué —. Bueno, Bray se dio cuenta de que aún no
había comido y que eran alrededor de las dos y me trajo un sándwich cuando
casi me desmayo. Terminé dejando caer la tapa de mi refresco y él vio mi
mercancía accidentalmente —Hice una pausa, para que comprendieran.
—Oh —Susurró Olive.
—Dios, Andi, eres tan mala —Pepper me regaña.
Me río de nuevo.
—Se sorprendió de que no llevara bragas, y Jackson se acercó,
interrumpiendo su show privado. Parecía enfadado, pero luego Brayden se
enfadó con él por dejarme plantada.
Pepper se río porque, aunque odiaba a BBrayde y le gustaba ver a
Jackson sufrir.
—Así que debe de haberse sentido como un imbécil porque se disculpó
y desapareció en su oficina. Me llamó más tarde y me folló contra su escritorio
—. Olive gritó y Pepper maldijo —Y su polla estaba dentro de mí hasta que
Brayden llamó a la puerta. Jackson le dijo que iría enseguida y procedió a
limpiarme con Bray al otro lado de la puerta.
Pepper estaba sacudiendo su cabeza hacía mí, murmurando por lo bajo,
y Olive estaba sonrojada en cincuenta tonos carmesí.
—Entonces el maldito de Bray decidió que estoy buena y me quiere tan
mal. De nuevo, no me sorprende. Así que básicamente le dije que se fuera a la
mierda y escape de su oficina. Aquí es donde se pone bueno. Así que Pepper

98
canceló nuestra cita de copas porque perdió a su principal patrocinador. Corrí
hacia la oficina de Jordan para que la llamara y tomara el puesto.
Pepper me interrumpió —Espera, ¿tuviste que ver con eso? —Ella me
interrogó, con nerviosismo en su voz.
Asentí con la cabeza, completamente orgullosa de haberla ayudado —.
Sip. ¿Cómo te fue?
Rodando los ojos, gimió.
—Bueno, le dije que lo pensaría. Es tan malditamente seguro de sí
mismo, como si supiera que aceptaré su oferta. He estado intentando toda la
noche enviar un correo electrónico a otros potenciales patrocinadores, pero
casi todos ya se han comprometido y no puedo aceptar un acuerdo tan
costoso tan tarde en el año. No sé qué voy a hacer.
Esta vez puse los ojos en blanco, haciendo que Olive se riera —. Duh,
Pep. Tomas el patrocinio de Compton Enterprise. De verdad, no tienes que
pensarlo dos veces. ¡Ahora llámalo y acepta la oferta! —Me quejo de ella.
Ella resopla, cogiendo su portátil, echándome de su habitación,
ignorándome. Me encojo de hombros y entro a mi habitación. Rápidamente,
empaco todas mis cosas para mañana y me dirijo de nuevo a la sala de estar.
Me despido de Olive y bajo corriendo hacia Jackson.

DIAS NO TAN OSCUROS…


La cámara cuesta sólo cincuenta dólares, así que la compro. Empiezo a
tomar fotos de todo lo que me encuentro sólo para aprender cómo funciona la
cosa. Tomando el control, empiezo a tomar fotos de edificios bajo el sol de la
mañana cuando casi quedo ciega por el reflejo de las ventanas. También tomo
fotos de los días sombríos mientras la lluvia cae en todas las superficies, dando
a la construcción una fachada brillante.
La fotografía me consume. Busco en internet. Tomo prestados libros de la
biblioteca sobre el tema. E incluso participo en un programa para aprender más
sobre aperturas, ISO, f/stops, y luz natural.
Pepper me permite llenar el apartamento con fotos de los edificios para
poder hacer observaciones y escoger mis favoritas. El Dr. Sweeney estaría tan
orgulloso. Ahora, con eso de las citas…

99
Capítulo dieciocho
Cuando vuelvo a subir al auto, Jackson se encontraba relajado en su
asiento, mirando su teléfono. Se veía tan pacifico y contento. Tirando mis
cosas al suelo, cierro la puerta del coche y me abalanzo sobre él.
Se rió cuando empecé a besarle toda la cara, tratando de molestarlo.
Estaba de humor para jugar esta noche. Finalmente, él agarró mis mejillas y
me mantuvo quieta para poder besar mis labios. Nos besamos como dos
adolescentes durante el corto viaje a su apartamento. Ayudándome a salir del
coche, él agarró mi maleta y prácticamente corrimos hacia los ascensores.
Cuando uno se abrió me arrastró dentro.
Al darse cuenta de que estábamos solos, me sujeto contra la pared y
deslizó su mano dentro de mi falda. Jadeé cuando metió un dedo dentro de
mí. Su boca se posicionó en mi cuello mientras bombeaba un dedo a una
velocidad agonizantemente lenta. Me quejé y le rogué que fuera más rápido
cuando las puertas del ascensor se abrieron en su ático.
Sacando su dedo de mí interior, me tomó la mano y me llevo hacia su
apartamento. Inmediatamente, me sacó la chaqueta y comenzó a quitarme la
blusa. Desabroché su cinturón, se lo quité con eficiencia y comencé a trabajar
en el botón de sus pantalones. Cuando conseguí bajar la cremallera, tiré de
sus pantalones y bóxers, liberando su polla.
Saliendo de ellos y quitándose los zapatos, se puso detrás de mí y
deslizo la cremallera de mi falda hacia abajo, dejándola caer al suelo. Con una
sola mano, desabrocho mi sujetador y lo arrojó después de quitármelo. Nos
reímos cuando nos dimos cuenta de que él todavía llevaba calcetines y yo
todavía tenía puestas mis medias y mis tacones. Arrodillándose, tiró de mis
medias y mis zapatos. Repitiendo la acción en el otro lado.
De rodillas, me empujó hacia atrás hasta que mi espalda golpeó el sofá.
Él separó mis piernas y se situó entre ellas. Casi me corro cuando su lengua
lamió entre mis pliegues antes de hacer contacto con mi clítoris. Mis manos
agarraron su pelo mientras me estremecía por el movimiento esporádico de su
lengua. Cuando me retorcí incontrolablemente para alejarme, él agarró mis
caderas y me acercó hacia su boca.

100
El orgasmo me rompió, se estrelló a través de mí y mis ojos se cerraron
por el inmenso.
—Oh Dios, Jackson. Me haces sentir tan bien —Canté.
Gruñendo se levantó y me dio la vuelta, empujando la mitad superior de
mi cuerpo sobre el sofá, haciendo que mi trasero apuntara hacia arriba. Gemí
al sentir su polla erecta. Comprobando que estaba excitada, me metió dos
dedos y empezó a acariciar mi interior. Cuando empecé a retorcerme, me dio
una palmada en el culo.
El dolor punzante solo me empujó más cerca de mi próximo orgasmo.
Me incliné hacia él y me palmeo de nuevo, esta vez un poco más fuerte.
—¡Oh, joder! ¡Jackson! —Grité. Traté de agarrar su polla, pero mis
brazos no eran lo suficientemente largos. Mientras empujaba sus dedos más
fuertes en mí, empecé a gemir fuertemente mientras sentía cada vez más
cerca mi liberación. Cuando su mano me palmeó una vez más, dejando
probablemente un moretón, grité y me estremecí salvajemente cuando el
orgasmo más intenso que había sentido hasta ahora estalló a través de mí.
Completamente agotada, me desplomé contra el sofá. Tirando mis
muñecas detrás de mí, las mantuvo juntas mientras entraba en mi interior
con su polla. Traté de darle un codazo desde mi posición comprometida.
Finalmente, nos complació a ambos cuando se metió hasta el fondo. Intenté
mover mis manos, pero él las agarró con más fuerza mientras bombeaba
dentro de mí.
—Oh Dios, Jackson. ¡Me voy a correr otra vez! —Grité cuando otro
orgasmo estalló a través de mí. Mi coño se estaba apretando a su alrededor
mientras su cuerpo sudoroso se estrellaba contra el mío. Instantáneamente,
llegó al clímax y tanto él como yo gemimos una vez más. Él se empujo un par
de veces más dentro de mí antes de parar temblorosamente.
Soltando mis muñecas, me hizo levantar sobre mis pies nuevamente.
—Andi, eres jodidamente increíble. Eres como mi propia droga personal.
No importa cuántas veces hagamos esto, no me canso de ti —. Entonces se
separó de mí dándome una palmada en el trasero una vez más por si acaso.
Me di la vuelta, envolviendo mis brazos alrededor su cuello y lo besé
profundamente. Inclinándome para mirarlo a los ojos, dije —También eres
bastante adictivo para mí.

101
Nos dirigimos hacia la ducha, dejando nuestra ropa en una pila en la
entrada.

Después de una ducha y jugar entre nosotros, finalmente nos


arrastramos hacia la cama desnudos. Me metí en el hueco de su brazo y pase
el mío por encima de su cincelado pecho. Su mano libre encontró su camino
por mi pelo y lo acarició.
Este día había sido increíble considerando que casi maté a mi ex-
prometido por aparecerse en mi nuevo trabajo. El juego de fin de semana que
había tenido era cosa del pasado porque ahora tenía a Jackson.
—Así que parece, Srta. Dalton, que le gusta un poco rudo, ¿eh? —Se
burló Jackson, riéndose.
Sonreí contra su pecho. Era la primera vez que tenía el placer de
hacerlo y me encantó —. Sr. Compton, parece que usted está en lo cierto —
Ronroneo de vuelta.
—Hmmm. Bueno, ciertamente puedo vernos divirtiéndonos con eso —
Dijo en un profundo susurro.
—Jackie —Bromeé, usando el apodo de su madre con él —. No importa
cuán duro te pongas, aún así yo tengo el arma secreta.
Se rio —¿Y qué sería eso?
Pinché con mis dedos en su costado y él salió rodando debajo de mí y
saltó fuera de la cama, escapando de mis cosquillas. Su risa infantil se
escucho por toda la habitación. Me reí histéricamente al ver como podía poner
al Gran y Malvado Jackson de rodillas.
Antes de que pudiera responder, se abalanzó sobre mí, sujetándome
bajo su cuerpo. Me agarró las muñecas de nuevo y las sostuvo con fuerza por
encima de mi cabeza. Me retorcí, tratando de liberarme de él, pero fue inútil.
Él trato de hacerme cosquillas pero frunció el ceño cuando no me inmute.
—No tengo cosquillas. Tendrás que encontrar otra forma diferente para
vengarte —Digo con descaro.

102
Inclinándose cerca de mis pechos, besó uno de ellos suavemente.
Intenté liberarme, pero no me soltó. Agachándose de nuevo, chupó una parte
de mi pecho, atrayéndolo hacia sus labios. Después de chupar fuertemente,
hasta el punto del dolor, finalmente lo liberó. Sonrió, admirando su obra.
—¿Te excita darme chupones? —Cuestiono, fingiendo molestia.
—Estoy marcando a mi mujer. Eres mía —gruñó mientras chupaba otra
zona de mi pecho. Continúo haciéndole esto a ambos pechos hasta que quedo
satisfecho.
Arqueando una ceja hacia él, le pregunte —¿Ya terminaste?
Negando, se acercó a mi cuello.
—Jackson, no lo hagas ahí. ¡Todos en el trabajo podrán verlo! —le grito,
tratando de liberar mis muñecas. Se rió y chupó fuerte, definitivamente
dejando un chupón. Pero en lugar de seguir haciendo más, se alejó, liberando
mis muñecas.
Me miró a los ojos y nos miramos fijamente. Pude ver que su guardia
estaba baja, y se veía tan joven. Era como si estuviera desnudo para que yo
viera su alma. Lo que sea que se escondiera detrás de esas paredes tristes se
estaba derritiendo.
Mis ojos se nublaron por un momento. Su boca se encontró con la mía
y me beso suavemente. Se deslizó sin esfuerzo dentro de mí y comenzó a
moverse lentamente dentro y fuera. Continuamos besándonos suavemente.
Mis manos encontraron su camino hacia su espalda y la frote suavemente
mientras hacia su camino en mi interior. Nuestros besos se mantuvieron
dulces al igual que embestidas. Cuando el millonésimo orgasmo estalló dentro
de mí, suspiré felizmente contra su boca. Él se vino un poco después de mí.
Jackson apoyó su cabeza contra mi pecho cuando terminamos.
—¿Qué fue eso, Andi? —Preguntó, confundido.
Me reí de él mientras le frotaba las manos en el pelo.
—Creo que se llama hacer el amor —Le informé.
Se puso tenso e inmediatamente se levantó. Caminando hacia el baño,
cerró de golpe la puerta detrás de él.
No pude evitar sentirme herida por sus acciones. Una lágrima se escapó
de mi ojo. Después de esperar que saliera del baño durante veinte minutos,

103
finalmente me di por vencida y me tapé con las mantas. Me quedé dormida,
tratando de ignorar el dolor de mi pecho.

DÍAS NO TAN OSCUROS…


—Me empecé a interesar por la fotografía, Dr. Sweeney —Le digo con
orgullo.
—Eso es genial, Andi. Sabía que encontrarías algo. ¿Has sido capaz de
canalizar tus pensamientos hacia la fotografía en lugar de pensar sobre
Brayden? —Me pregunta.
—En realidad, sí. No he pensado mucho en él. Puede que esté
ligeramente obsesionada con la fotografía, pero parece estar funcionando —
Admití.
—¿Qué hay de las citas? —Preguntó.
Retuerzo mis manos en mi regazo, sabiendo que le he fallado en ese
ejercicio.
—No sabía por dónde empezar. Esto es difícil para mí —Digo
honestamente.
—Lo sé, Andi. Pero escúchame, solo ve a una cita la semana que viene.
Quiero que me cuentes como lo manejaste. Sabes que tengo completa fe en ti.
Esto es un paso crucial para seguir hacia adelante con tu vida.
Suspirando, me resigno al hecho de que tendré una cita esta semana. Es
solo un ejercicio.

104
Capítulo diecinueve
Cuando desperté esta mañana Jackson ya se había ido. Me sentía
completamente enferma acerca de todo esto. Habíamos hecho el amor y no
había forma de negarlo. Por alguna razón el no pudo con la revelación y yo
intente sacarle si alguna vez tendríamos una oportunidad a una relación real.
Después de que me puse otro sexy traje, esta vez usando pantis, me
tomo un tiempo alisando mi cabello y arreglándome. Parecía que le gustaba
cuando me ponía bonita para él y necesitaba que regresara a mí.
Saliendo del edificio, notó a George esperando cerca del auto.
—El señor Compton dijo que te llevara al trabajo —explico. Asiento y le
agradezco, permitiéndole hacer su trabajo. Durante todo el viaje intento no
pensar en cómo Jackson se había cerrado completamente la noche anterior.
¿Le tiene fobia al compromiso?
Estaban dando las ocho cuando llegamos así que me apuro a llegar al
piso 57. Cuando llego, saludo a Margie y me siento en mi escritorio. La puerta
de Jackson estaba cerrada, pero podía escucharlo hablar. Mi corazón hizo
una voltereta sabiendo que tendríamos que encontrarnos pronto. ¿Él
realmente piensa que estaría bien con el hecho de que me había alejado
anoche y que me había dejado sin ni siquiera un adiós esta mañana?
Bray se acercó a mi escritorio en el camino a su oficina.
—Andi, Hola. Escucha, realmente siento haber actuado como un idiota
ayer. Sí, eres hermosa, pero ya no eres mía. Entiendo eso. Solo espero que
podamos ser amigos —. Sonaba genuinamente molesto por sus acciones del
día anterior.
—Sí, me gustaría eso —le digo honestamente.
Sonriendo por mi respuesta, entró en su oficina. Cargue mi
computadora para revisar mis correos. Ya había un recordatorio esta
mañana, de Bray sobre la junta con el señor Higgins, a la que mañana podría
asistir. En realidad, lo estaba esperando. El siguiente correo era de Jordán.

105
Andi,
Estoy fuera de la oficina hasta el almuerzo, pero quería que supieras, que
conseguimos el principal patrocinio en el museo.
Solo digamos que una servil y amable mujer me llamo esta mañana. Le
dije que quería discutir los parámetros del patrocinio con ella en una cena esta
noche. Ella peleó con uñas y dientes, pero cuando le dije acerca de la generosa
donación que mandaríamos con nuestro patrocinio, finalmente acepto. ¡Ja! ;)
Te veo pronto.
Jordán.

Me reí muy fuerte del correo de Jordán. Parecía que le gustaba Pepper,
a pesar de que ella no podía soportarlo. Pepper no podía soportar a nadie.
Punto para Jordan por ser insistente. Nadie ha logrado pasar el frío exterior
de Pepper, pero Jordan parecía estar disfrutando el desafío. La Reina de Hielo
necesitaba tener sexo y quien mejor que el guapo de Jordan Compton.
Todavía estaba sonriendo cuando otro correo apareció en mi bandeja de
entrada. Viendo que era de Jackson, fruncí el ceño.

Andi,
Tendrás que buscar el almuerzo por tu cuenta hoy.
Jackson.

Echando humo, golpeo mi pluma en el escritorio. ¿Cuál carajo era su


problema? Lo confrontaría, pero su puerta estaba cerrada y no podía estar
segura si había alguien más ahí o no.
Sumergiéndome en mi trabajo, desconecte todos los pensamientos
sobre Jackson y su drama. Para el momento en el que llego la hora del
almuerzo él aún no había salido. Seguía mirando a su puerta cuando Bray
salió de la suya.
—¿Recuerdas que me prometiste el almuerzo hoy, amiga? —Me recordó
Bray mientras mostraba su infantil sonrisa.
Recordando que de hecho le había prometido eso, asentí.

106
—Deja que tome mi bolso. Ya estoy en horario de descanso —le digo.
Una vez que tomo mi bolso, salimos juntos por la puerta principal. Lanzando
una última mirada a la puerta de Jackson. Me quedo sin aliento cuando lo
veo observándonos y luce cabreado. ¡Que le den!

—Este lugar tiene los mejores tacos indios —Bray expreso, señalando el
menú.
El olor del restaurante hizo que mi estómago gimiera de alegría.
—Suena bien. Pediré eso y un té.
Después de que el mesero tomara nuestra orden y trajera nuestras
bebidas, empezamos hablar de temas simples. Él había estado en otra firma
justo después de la graduación. Los hermanos Compton lo habían buscado
para trabajar en su firma porque se había hecho una rápida reputación de ser
un excelente arquitecto. Ofrecieron pagarle el doble de lo que estaba ganando
antes y por supuesto que aceptó.
Preguntó sobre Pepper y lo que estaba haciendo estos días. Le dije todo
sobre el museo e incluso un poco acerca de Jordan intentando invitarla a
salir, aunque tuviera que disfrazar la cita.
—Eso es reconfortante. Ayer realmente creí que le gustabas por la forma
en la que tenía su mano en tu pierna —. Admitió.
—Creo que solamente es una persona afectiva. Solo se vio amistoso
para mí —dije honestamente.
—Bueno, no fui el único que pensó eso. Parecía que Jackson estaba
listo para aventarlo por la ventana. Es obvio que hay algo entre tú y él —
Expresó, esperando por mi confirmación.
—Sí, bueno es complicado —. Murmure, tratando de cambiar el tema.
—¿Complicado cómo? —Preguntó. Mi intento de cambiar de tema, falló.

107
—Bueno, a veces tenemos una gran conexión, pero luego en un instante
es frío y distante. No entiendo cómo cambia de ida y vuelta tan fácilmente.
Mis sentimientos no cambian así que termino lastimada —. Frunzo el ceño.
Bray alcanza mi mano a través de la mesa. Quería alejar mi mano, pero
solo era un movimiento amistoso.
—Es mejor que descubra rápido lo que quiere, porque no mereces ser
arrastrada así —. Eso fue curioso viniendo de él, pero al menos estaba
intentando cuidar de mí.
Tirando de mi mano de vuelta a mi regazo, estoy de acuerdo.
—Lo sé. Finalmente estoy en un punto de mi vida donde puedo ser feliz
desde el “incidente”. Si él no puede estar en la misma página, no es un buen
augurio para mi psique. Ya es demasiado frágil por sí misma.
Bray se encogió con la palabra “incidente”, pero trato de disimular. Era
increíblemente extraño estar teniendo una conversación sobre mi nuevo
interés amoroso con mi ex prometido. Pepper y Olive tendrán una nueva
historia que escuchar esta noche. Parecía que mi vida era salvajemente
entretenida.
El mesero dejo la comida y se fue otra vez. La atacamos, dejando
eficazmente el tema de Jackson en paz. Los tacos estaban asombrosos. Puede
que acabara de encontrar mi nuevo restaurante favorito.
Bray empezó a reírse de mí porque no podía dejar de hablar de lo buena
que estaba mi comida. El resto de la comida fue bien. Tan inusual como la
situación lo era, extrañaba la charla amistosa que siempre habíamos
compartido. Tal vez ser amiga de Bray no era la idea más horrible de todas.
Teníamos que trabajar juntos, lo menos que podíamos hacer era llevarnos
bien.
Antes de que pudiera sacar mi cartera para pagar mi parte del
almuerzo, Bray ya la había dado al mesero un puñado de billetes.
—Bray, no tenías que hacer eso. Pagare la próxima vez —. Le advertí
con severidad, mayormente por el hecho de que no quería que esto se
considerará una cita.
Él soltó una risita.
—Suena como un plan, Andi. Es lo menos que podía hacer después
de… bueno, después de todo lo que te hice —. Sus ojos se volvieron serios

108
mientras me miraba —Andi, siempre estaré arrepentido por como te trate.
Todos los días estoy agradecido de que no murieras por la sobredosis. Todo
sobre nuestra ruptura y el evento que la causo, me hizo replantear mi vida.
Voy a valorar más mi próxima relación por todo lo que te pasó como resultado
de mis acciones. ¿Puedes perdonarme, Andi?
Ya se había disculpado docenas de veces antes, pero esta parecía la
más genuina de todas. ¿Tal vez porque esta no era una estrategia para que
regresáramos? Le sonreí y asentí.
—Sí, Bray. Te perdono —. Respondí, levantándome de la cabina.
Él imitó mis acciones y me abrazo. Fue corto pero reconfortante. Poco a
poco, mi corazón y mi mente estaban sanando.
Durante todo el camino de regreso solo hablamos de béisbol. Bray
nunca había querido seguirlo después de la universidad. Siempre había sido
un medio para pagar por la universidad.
Una vez que llegamos al cuarto piso, Bray entro a su oficina,
recordando a un cliente al que tenía que llamar. Camine despacio a mi
escritorio después de que note que la puerta de la oficina de Jackson estaba
abierta. Cuando me pare frente a su puerta, él me estaba mirando
directamente. Nuestros ojos se encontraron en un momento de intensidad.
Ninguno de los dos dijo algo, pero tampoco nos movimos. Finalmente,
decido jugar un poco con él, me doy la vuelta y me agacho para dejar mi bolso
en un cajón de mi escritorio, tardando unos segundos más de lo necesario.
Maldijo por lo debajo, pero aun así lo escuche. Ignorándolo, me senté en
mi escritorio y empecé a revisar mis correos. Había algunos que necesitaban
atención inmediata así que los respondí. Estaba terminando con esos cuando
llegó uno nuevo.

Andi,
¿Te acostaste con él?
Jackson.

109
Mi sangre hirvió con su pregunta. Pensó que podía ignorarme toda la
noche y la mayor parte del día, pero luego acusarme de acostarme con Bray
como si de repente le preocupara.
¡Al diablo con él!
Antes de permitirme calmarme o siquiera voltearlo a ver, le envié una
respuesta.

Jackie,
¿Qué te importa a ti?
La puta de la oficina.

Disparando hacia él, me senté calmadamente por un momento,


tratando de componerme. Estaba furiosa con él y sus insinuaciones.
Justo en ese momento Bray decidió caminar a mi escritorio.
Entregándome un portafolio.
—Este es el archivo de Higgins que empecé. Tal vez quieras darle una
pasada así tendrás una idea de la propuesta y su historial de negocios.
Alcanzándolo, intente tomar el archivo, pero Bray agarro mi muñeca en
su mano.
—¿Qué carajo es esto, Andi? ¿Él te hizo esto? —Preguntó enojado,
señalando con la cabeza la oficina de Jackson.
Oh mierda. Mi muñeca tenia moretones alrededor que Jackson dejo
anoche. No estaba segura de como iba a explicarle esto a Bray.
—Hum, nosotros… —Me quedé callada, sin saber como explicarle esto.
Él me estaba observando así que al menos tenía que tratar —. Fue
consensual —Finalmente admití, mirando hacía mi teclado. Él me soltó la
muñeca y yo la jale hacía mí.
Girando sobre sus talónes, camino hacía la oficina de Jackson y azotó
la puerta. ¡Mierda! Salté de mi asiento para tratar de detener lo que estaba a
punto de pasar. Jackson y Bray estaban pecho a pecho para cuando llegue
ahí.
Bray tenía un dedo en la cara de Jackson.

110
—La lastimas y te mato, carajo. Ella es frágil y tú sigues jodiendola.
¿Qué carajo está mal contigo?
Estaban bastante igualados en cuanto a tamaño así que esto podría
ponerse mal. Jackson prácticamente estaba tocando la nariz de Bray con la
suya, cuando gruñó.
—Es tu maldita culpa que ella sea frágil en primer lugar. Espero que
vivas con la culpa de que casi la matas para que pudieras tener tu polla
dentro de alguna puta.
Lagrimas se formaron en mis ojos cuando me di cuenta de que la mitad
de la oficina estaba en la puerta, observando el drama formarse y escuchando
mis oscuros secretos que hubiera preferido que se quedaran tal cual.
Jackson empujo a Bray lejos de él, haciendo que chocara contra mí. Caí
al piso sobre mi trasero con un golpe que prácticamente me quitó la
respiración.
En ese momento, sonó la voz de Jordan.
—¡Bray, vuelve a tu oficina! ¡Jackson, vete a casa! —Jaló el brazo de
Bray y lo empujo hacía la puerta. Arrodillándose junto a mí, puso su brazo a
mí alrededor —¿Andi, estas bien? —Me preguntó.
—¡No la toques, maldita sea Jordan! —Rugió, arrancando su brazo lejos
de mí. Jordan saltó, furioso con Jackson y físicamente lo arrastro fuera de la
oficina. Esto estaba muy mal. Pude escuchar a Margie diciéndoles a todos que
regresaran a sus escritorios mientras Jordan sacaba a Jackson del edificio.
Rompiendo en llanto en el piso de la oficina de Jackson, Jordan regreso,
cerrando la puerta detrás de él. Me levanto y me sentó en una de las sillas,
aun frunciendo el ceño por haber maltratado a su hermano.
—¿Estas bien? —Preguntó otra vez, sentándose en la silla junto a mí.
Sólo sacudí mi cabeza y la hundí en mis manos mientras las lágrimas
seguían saliendo.
Él tocó mi rodilla, tratando de confortarme.
—Andi, mi hermano tiene problemas. Puedo ver que ustedes tienen
algo. Sin mencionar, que escuche todo ayer a través de la pared de mi oficina
—. Se rio bajo su aliento.

111
Gruñí llena de vergüenza, dándome cuenta de que mi jefe me había
escuchado teniendo sexo con su hermano en la habitación de al lado mientras
estábamos en el trabajo. ¿Podría ponerse peor este día?
—Él no es bueno con las relaciones. Es por eso que estoy sorprendido
que ustedes hayan mantenido lo que sea que es esto por el tiempo que lo han
hecho. No es propio de él permanecer interesado tanto tiempo. Y cielos, él esta
celoso. También se de tu pasado con Bray. Me lo dijo ayer. Y viendo su pelea
de hace unos minutos, parece que estas en el medio de dos hombres que
quieren protegerte, pero que tienen una terrible manera de demostrarlo —.
Observó.
—Jordan, siento tanto esto. Estoy terriblemente avergonzada —.
Lloriquee mirándole.
Él me sonrió.
—Andi, no hay problema. Es mi hermano. Estoy acostumbrado a él y
también lo está el resto de la oficina. Es difícil de entender porque sus
emociones están por todas partes. Si tienes paciencia con él, apuesto que
entrara en razón eventualmente.
—No sé si puedo manejarlo. Quiero decir, realmente me gusta. Puede
ser divertido, dulce y cariñoso. Pero al momento siguiente, es tan distante o
actúa como si se olvidara de mí. No lo entiendo. ¿Crees que esta tan
interesado en mí como yo lo estoy en él? Seré honesta, soy muy débil para
que jueguen conmigo.
Jordan me miro pensativamente.
—Él entrara en razón, Andi. Puedo ver que realmente le gustas, pero
está peleando con algunos demonios de su pasado. ¿Por qué no vas a casa?
Has tenido una mañana pesada. Todos pueden empezar de nuevo mañana
con mejor estado de ánimo.
—Gracias, Jordan. Eres posiblemente el mejor jefe del mundo. Espero
que tu cena con Pepper esta noche salga bien. Ella también vale la pena,
sabes.
Él me sonrió y guiñó. Él sabía que lo hacía. Lo podía decir por la mirada
en sus ojos.
Me levanté de la silla para poder guardar mis cosas e irme. Jordan me
abrazo. Riéndome en su pecho, dije —Por cierto, necesitas ir a visitar a tu
madre. Te extraña.

112
Él se alejó y me miro.
—¿Te llevó a ver a mamá? —Preguntó, claramente desconcertado.
—Sí, ella es algo adorable. Deberías estar avergonzado por no visitarla
más seguido —. Lo regañe.
Sacudiendo su cabeza, se rio —Ahí está la prueba, Andi. Eres la
segunda chica que ha llevado a ver mamá. Le gustas.
Le sonreí y salí de la oficina.
Todos me miraban mientras salía de la oficina rápidamente, mirando
hacia abajo intentando parecer ocupada. Saque mi bolso y mochila, saliendo
por el día. Margie me saludó cuando iba de salida.
En el elevador, fruncí el ceño por como el día había salido. Realmente
había sido un espantoso día. Sabía que Bray intentaba protegerme. También
Jackson. Pero tenían una terrible manera de demostrarlo.
Cuando salí del edificio y vi el carro de Jackson, rápidamente hice mi
camino lejos de el por si acaso él estaba adentro. Tomaría un taxi en la
siguiente esquina.
Pasos sonaron detrás de mí antes de que pudiera llegar muy lejos.
—¡Andi, espera! —Gritó la voz de Jackson desde atrás.
Ignorándolo, continúe caminando rápidamente. De repente su brazo
serpenteo alrededor de mi cintura y me detuvo. Puso su nariz en la parte de
atrás de mi cabeza e inhalo.
—Entra al auto, por favor.

DÍAS NO TAN OSCUROS…


Después de varios intentos de citas que conseguí en una app de citas,
finalmente decidí ir a un bar y ver si podía encontrar a alguien.
Pepper y yo caminamos dentro de un club de baile, sin sepáranos.
Afortunadamente no me había dejado ir sola, aun cuando odia esta clase de
cosas. Observo nerviosamente buscando por un lugar para sentarnos cuando
alguien toca mi brazo.
—¿Dónde está tu novio? —Me pregunta una profunda voz. Volteo para
encontrarme con un chico guapo no mucho más grande que yo sonriéndome.

113
—No tengo —Le digo, levantando la barbilla intentando parecer más
segura de lo que me siento.
—Mmmmm, tal vez podamos arreglar eso —insinúa —Soy Eric.
Tomando su mano, digo —Andi —Sonriéndole porque este guapo parece
estar interesado en mí.
Pasamos las siguientes horas bailando, hablando por encima de la
música y bebiendo. Me invitó a su casa.
—Suena divertido. Déjame a avisarle a mi amiga —Le digo.
Lo que podría pasar deja mariposas revoloteando en mi estómago.
Volteo hacía Pepper.
—Pep, Iré a casa de Eric.
Ella frunce el ceño.
—No me gusta esto, Andi, pero si es lo que te ayudara a sanar, está bien.
Sera mejor que me llames si las cosas se ponen raras y estaré ahí en un
segundo —. Asiento y nos abrazamos.
Eric y yo tomamos un taxi a su departamento. Apenas podemos
mantener las manos lejos del otro mientras entramos. Todo pasa rápidamente,
y la siguiente cosa que se es que acabo de acostarme con un desconocido.
Extrañamente, no me siento mal por eso. De hecho, siento que esto solo será
cosa de una noche con este chico porque ya me está desesperando con toda
esa platica sobre Call of Duty.
Cuando se queda dormido, salgo y tomo un taxi a casa. Me siento
poderosa por primera vez en semanas.

114
Capítulo veinte
Su brazo alrededor de mis estomago enviaba escalofríos por mi
columna. Él me volvía loca en A ambos sentidos. Estaba muy molesta con él
en este momento, pero mi cuerpo me estaba traicionando mientras me
derretía en sus brazos. Frustrada conmigo misma por lo que iba a hacer,
asentí.
Me apretó y beso mi cabello. No pude evitar sentir una ola de emoción y
felicidad ahora que él caliente Jackson estaba de vuelta.
Le permití que me ayudara a entrar al carro, mandando mi bolso al
suelo. Él se deslizo junto de mí y cerró la puerta. George empezó a conducir a
quien sabe dónde.
Todavía sin querer mirarlo, jugué con el dobladillo de mi falda que se
había subido por sentarme. Jackson acerco su boca a mi oído y susurro —Lo
siento —aun cuando su caliente respiración me había hecho cosquillas y
estremecido mi cuerpo, no era suficiente. Acciones y palabras eran dos cosas
diferentes.
Dándose cuenta de lo molesta que estaba, tomo una de mis manos y la
llevo a su boca. La presiono en sus labios y le dio un gentil beso. Fue tan
íntimo y transmitía tanto sentimiento.
Finalmente decidí mirarlo, La misma alma desgarradora que había visto
la noche pasada mientras hacíamos el amor me estaba observando con unos
ojos tristes. Una lagrima rodo por mi mejilla. Gentilmente la quitó. Sin poder
contenerme, me incline y toque sus labios con los míos. Me beso dulcemente,
como si estuviera tratando de expresar su disculpa a través de sus labios.
Suavemente exploramos nuestros labios con nuestras lenguas. Sus
manos se posicionaron en la parte de arriba de mis muslos, formando círculos
con sus pulgares mientras me besaba. Enrede mis dedos en su cabello,
acariciando su cabeza con las puntas de mis dedos.
Él rompió nuestro beso cuando nos detuvimos frente a mi
departamento.

115
—¿Entras conmigo? —Pregunte. Me sentía vulnerable y necesitaba su
tacto para confórtame. Él asintió y nos dirigimos escaleras arriba.
Una vez en mi apartamento, arrojé mis cosas en el sofá, tomé su mano
guiándolo a mi habitación. Después de llagar al cuarto y cerrar la puerta,
desabotone mi chaqueta y la quite. Jackson siguió con la suya, dejé caer mi
blusa, quedándome con mi sexi sujetador blanco y me deshice de mis
tacones. Rápidamente deshizo los botones de su camisa y la aventó a un lado.
Caminando hacia mí, alcanzó el broche de mi sujetador y lo soltó. Lo
quitó y guío sus manos al cierre de mi falda, deshaciéndolo también. La falda
cayó al piso y me pare delante de él con mis bragas blancas de encaje y mis
medias.
—Eres absolutamente hermosa, Andi. Cada ves que te veo, no puedo
quitarte los ojos de encima. Soy un idiota y no merezco a alguien como tú.
Pero aun así te quiero. Y quiero que me quieras —. Confesó.
Su cara no tenía su máscara habitual y parecía tan frágil. ¿Qué se
escondía detrás de ese fuerte exterior? Necesitaba descubrirlo.
Desabotonó sus pantalones y los deslizo junto con sus boxers,
calcetines y zapatos. En lugar de dejar que me quitara las medias o las
bragas, me guio a la cama.
Inclinándose, puso sus labios en los míos otra vez. Derritiéndome en
sus dulces besos, envolví mis brazos alrededor de él, apretando su desnudo
trasero. Lo sentí endurarse, haciéndome desearlo tanto. Él nos acostó en la
cama intensificando nuestros besos. Continué acercándome a él y jugando
con mis caderas, haciéndole saber lo que quería.
Tomando la indirecta, se sentó y deslizo mis bragas fuera.
Acomodándose de vuelta sobre mí, posiciono su polla en mi entrada y la
empujo dentro.
Gemí fuerte porque él siempre se sentía jodidamente bien y
conectábamos perfectamente. Él comenzó un ritmo que igualaba el ritmo de
nuestros besos y me tense cuando el orgasmo se acercaba. Una de sus manos
subió y acarició mi pecho. Mis jadeos se intensificaron y grité mientras sentía
la electricidad recorrer mi cuerpo. Temblé bajo él y me siguió rápidamente,
viniéndose dentro de mí.
Colapsando sobre mí, nuestros pechos juntos, me observó.

116
—Hacer el amor —. Declaro. No era una pregunta, si no una
declaración. Sonreí, asintiendo. Dándome un rápido beso, se acostó junto de
mí. Me acurruqué contra él, trazando sus músculos con mi dedo.
—Así que ¿Qué paso anoche? —Murmure, sin mirarlo. No respondió
enseguida y una lágrima se escapó de mi ojo. Temía que fuéramos a repetir lo
de anoche.
Su mano gentilmente levantó mi barbilla para que lo mirara.
—Lo de anoche fue un error —Empezó. Cuando mi barbilla empezó a
temblar, rápidamente continúo —. Fue un error porque entre en pánico. Tú
no eres ella, así que necesito confiar en ti porque no me has dado una razón
para no hacerlo —. Realmente no entendí a quien se refería con “ella”, pero
tenía un presentimiento que era Nadia Trish.
—Jackson, realmente me lastimaste. Me sentí tan rechazada cuando no
regresaste a la cama anoche y en la mañana ya no estabas. No tengo idea de
que estamos haciendo aquí. Esto va en contra de todo lo que aprendí los
últimos cinco meses. Pero hay una cosa que es segura. No quiero que acabe.
Nada se siente bien a menos que este contigo —. Continúe —Y luego me
ignoraste todo el día, hiriendo más mis sentimientos. Me hiciste sentir como
si hubiera hecho algo mal. Después del almuerzo con Bray, básicamente me
llamaste puta y eso dolió, joder Jackson. Desde el momento que oí tu voz, tu
eres en todo en lo que puedo pensar. Nadie más.
Estrelló sus labios contra los míos, tomando mi labio entre sus dientes.
El sabor de la sangre pareció sacudirnos a la vida, porque al momento
siguiente me hizo voltear sobre mis manos y rodillas. Se alineo detrás de mí y
choco contra mi coño que aún goteaba del orgasmo de hace un momento.
Mis dedos agarraron las mantas mientras me golpeaba por detrás. Sus
dedos hurgando en mis caderas intensificando mis moretones de anoche, pero
no me importaba. Éramos asombrosos juntos.
Su mano agarro mi pelo y tiro de mi cabeza hacía atrás. La otra mano
se deslizo sobre mi clítoris y comenzó a frotarlo furiosamente. Mi clímax me
atravesó y cuando mi cabeza cayo, jaló mi cabello, poniéndola justo donde la
quería. La punzada que sentía por el cabello que estaba envuelto en su puño
solo se intensificó el orgasmo a través de mí y grite su nombre con deleite. Se
volcó en mí una vez más bombeando hasta que estuvo vacío y yo llena.
Antes de que tuviera tiempo siquiera de pensar, se deslizo fuera de mí y
rio.

117
—Eso fue follar —Sonrió mientras se dirigía a la ducha.
De hecho, lo fue, Señor Compton. De hecho, lo fue.

DÍAS NO TAN OSCUROS…


Craig me tenía inclinada sobre su mesa, follandome como a una dama.
Este es el tercer día de nuestra pequeña escapada. Es buen sexo, pero las
reglas son reglas. Justo después de que se viene dentro de mí, se desliza fuera
y se quita el condón, tirándolo a la basura. Me subo las bragas y acomodo mi
vestido. Los tatuajes en su esculpido pecho son calientes como el infierno y los
extrañare.
Caminando hacia la puerta, digo —Me divertí, Craig. Gracias por el buen
rato.
Antes de que pueda salir, toma mi mano.
—Espera, Andi. Creo que las cosas están yendo bien entre nosotros.
Salgamos mañana. Cuando acepté este fin de semana fue por diversión, no creí
que lo dijeras en serio. ¿Qué chica hablaría en serio sobre una cosa como esa?
Aquí está la cosa… la parte que odio. Parece que esto pasa cada fin de
semana, si es que llegan a los tres días.
—Craig, solo estoy en esto por la diversión, pero las reglas son tres días.
Tú aceptaste y ahora se acabó —. Le recuerdo jalando mi mano fuera de su
agarre.
—¡Eres una maldita perra! —Me grita, golpeando la puerta detrás de mí.
Brincó, sobresaltada con su reacción. Pepper siempre me advierte que un día
voy a pasarme de la raya. Mierda, espero que hoy no sea ese día.
Mirándolo de nuevo, deslizo mi bolso en mi hombro y salgo de su
apartamento antes de que tenga tiempo de golpear algo más. Idiota. Él conocía
las reglas antes de aceptar.

118
Capítulo veintiuno
Después de enjuagarnos rápidamente en la ducha y vestirnos, salimos a
la sala para decidir a donde deberíamos ir.
Olive estaba en el borde del sofá limando sus uñas.
—Hola, chicos —voltea a mírame y me sonríe. Realmente no la he visto
mucho estos días, ni a Pepper.
—Olive, deberías venir con nosotros. Iremos a cenar, los tres, por favor
—Le rogué.
Normalmente, ella habría dicho que no, pero creo que me extrañaba y
yo me estaba provechando de eso. La indecisión cruzo sus rasgos, pero
finalmente acepto.
—Okey, déjame ponerme zapatos —Dijo mientras entraba a su cuarto.
—¿Qué hay en el menú esta noche? —Pregunte a Jackson.
—Bueno, diría que tú excepto que invitaste a tu amiga así que supongo
que tendremos que conformarnos con sushi —Coqueteo. Lo bese demasiado
tiempo porque Olive se aclaró la garganta cuando salió del cuarto.
Me reí y lo empuje mientras agarraba la mano de Olive. Juntos, los tres
salimos a cenar.
Durante todo el viaje al restaurant, Olive jugó con sus manos
nerviosamente. Jackson probablemente no notaria que estaba ansiosa por
salir, pero yo sabía que lo estaba. La pobre chica salía difícilmente. Drake
realmente la había dejado mal. Tal vez debería arrastrarla a ver al doctor
Sweeney conmigo.
Enseguida nos sentamos junto a una ventana, observando la transitada
calle. Me senté junto a Jackson en la cabina y su mano se posicionó en mi
muslo. No habría acción en la cabina porque me cambie a jeans antes de
salir. Decepcionante.
Después de que ordenamos, Olive nos contó del trabajo que tenía. El
sábado iría a hacer una sesión de fotos para Express.

119
—Estoy muy nerviosa porque va a tener mucha exposición. Algo como
esto podría llevarme a un nuevo campo, uno para el que podría no estar
preparada —Admitió preocupadamente, mordiendo su labio inferior.
—Olive, lo harás bien. Eres deslumbrante y al no dejar que el mundo te
vea le estás haciendo un gran daño —Dije, ganándome una sonrisa de su
parte.
—¿Quién es tu agente? —Preguntó Jackson, sorbiendo de su bebida.
—Vance Fleck. Quiere que haga más que solo sesiones de fotos casuales
aquí y allá. Vance dice que tengo ese toque exótico que muchas compañías
quieren. No lo sé. Me da un poco de pánico. Drake está tan involucrado
fotografiando eventos en vivo que me da miedo que mis posibilidades de
toparme con él crezcan. No puedo toparme con él. Nunca —. Confió
crípticamente mientras temblaba.
—¿Qué te hizo? —Preguntó Jackson con preocupación grabada en toda
su cara.
—Era abusivo en más formas de las que puedo contar. Agradezco todos
los días que me alejé cuando lo hice. Toparme con él sería volver a temer por
mi vida —Frunció el ceño. Otra vez. Temer por su vida otra vez. Yo también
esperaba que nunca lo volviera a ver.
Jackson lucia enojado con la idea de que alguien quisiera herir a la
dulce Olive. No podía estar más de acuerdo. El camarero puso nuestros platos
enfrente de nosotros y sonreí felizmente, incluso di un aplauso. Jackson y
Olive se rieron de mi emoción con la comida.
—Estas tan obsesionada con la comida ¿Cómo es que estas tan
delgada? —Él se burló. Ignorando su pregunta. Metí un rollo picante de atún
en mi boca.
—Esto esta tan bueno. Podría comer aquí cada noche —Les dije
después de tragar.
—Prácticamente lo haces, Andi. ¿A quién intentas engañar? —Inquirió
Olive, delatándome.
Rodé mis ojos.
—No cada noche. Más como una que otra —Dije descaradamente.
Después de que termináramos de comer, Jackson habló mientras le
daba la tarjeta al camarero.

120
—¿Señoritas quieren visitar a Ian en el bar y tomar un par de copas? No
está muy lleno los miércoles en la noche —Preguntó, mirando a Olive. Ella se
retorció un poco con su propuesta y casi imperceptiblemente asintió.
Le sonreí y apreté el muslo de Jackson dejándole saber que esto era
algo grande para ella. Su mano encontró la mía y la apretó de vuelta. Después
de recuperar su tarjeta, caminamos hacia el auto donde George nos esperaba.
El viaje al bar fue rápido dándole poco tiempo a Olive de arrepentirse.
Una vez que llegamos, tome su mano dándole la confianza que necesitaba
para esta salida.
El bar estaba calmado justo como Jackson prometió, encontramos la
misma cabina en la que nos sentamos ayer.
Ian se acercó y se deslizo en la cabina junto a Olive, haciendo que sus
mejillas se tornaran ligeramente rojas.
—¡Tina! Tomaré un descanso para ver a unos amigos. Toma mi lugar.
¿Puedes mandar unos shots? Sorpréndenos —Gritó a la camarera de cabello
negro. Ella levanto los pulgares y se fue a hacer los chupitos —Hola, señorita
Olive, un gusto verte otra vez —dijo sonriéndole.
—Hola Ian —. Respondió ella tímidamente.
Volteando hacía Jackson, dijo —Hola, hombre. ¿Cómo va? —Ellos se
sumergieron en una conversación acerca de que bandas iban a presentarse el
fin de semana y como le estaba yendo financieramente al bar.
Module hacía Olive.
—¿Estas bien? —Ella asintió y se formó una pequeña sonrisa en su
cara.
Cuando los shots llegaron, los bebimos rápidamente. Tina nos trajo
otros más después de esos. Olive y yo estábamos muy risueñas. Me estaba
divirtiendo molestando a Jackson por su naturaleza seria. Cuando ponía mala
cara, le hacía cosquillas y él se reía como un niño chiquito. Era hilarante y
Olive estaba de acuerdo, lo que me alentaba más. Ian la estaba viendo como
si estuviera en el menú, lo que no era de extrañarse.
Cuando paso su brazo alrededor de ella y susurro algo en su oído, ella
me envió una mirada de pánico. Antes de que pudiera decirle que
retrocediera, Jackson ya se había levantado de la cabina y había arrastrado
consigo a Ian.

121
—¿Qué carajo, hombre?—Escupió mientras Jackson lo alejaba de la
mesa. Olive y yo no nos quedamos en silencio, y salimos al carro tomadas de
la mano. Una vez en el carro, la jale a un abrazo.
—¿Estas bien? —Pregunte.
—Sí, entre totalmente en pánico, lo siento —sollozo —Eso
probablemente fue normal, pero no se me dan bien esas cosas.
—¿Qué te dijo? —Cuestione, queriendo saber que le había causado esa
mirada de horror.
—Todo lo que dijo fue —Se detuvo por un momento —Vas a estar
malditamente gritando mi nombre más tarde, nena.
Intente esconder mi sonrisa cuando dijo “malditamente”. Ella no
maldecía como un marinero como Pepper y yo.
—Cariño, él estaba coqueteando, pero puedo ver como eso podría
asustarte.
Ella asintió luciendo triste.
—Quiero que me guste, pero creo que lo arruine. No había chispa. Es
realmente muy guapo, pero no hay nada ahí.
—Olive, está bien. Te divertiste esta noche. Estoy orgullosa de ti por
haber sido valiente y salir con nosotros. ¡Pepper va a darnos mierda cuando
se entere de que se lo perdió!
Olive y yo reímos mientras Jackson se deslizaba en el auto.
—Olive, me quiero disculpar de parte de mi amigo. Él solo dice lo que
quiere cuando quiere. Culpa a su sangre irlandesa. Es un gran jugador así
que sería mejor que se quedaran como amigos.
Ella le sonrió.
—No te preocupes, Jackson. Me conformaré con ser su amiga. Gracias
por cuidar de mí. Eres un buen chico —Golpeo su rodilla. Sus facciones se
oscurecieron cuando lo llamo “buen chico” y yo note totalmente cuando eso
paso. ¿Alguna vez descubriría todas sus capas?
Inclinándose, murmuro en mi oído —¿Quieres ir a casa conmigo? —
Asentí y beso mi sien.

122
—Necesito buscar más ropa primero. Puedes ayudarme a empacar —Le
dije guiñándole un ojo.
Una vez en el edificio, los tres nos dirigimos al departamento. Cuando
abrí la puerta de par en par, mi quijada cayó al suelo mientras veía a Pepper
salir volando del sofá con una mirada de culpabilidad en la cara. Y sentada en
el sofá se encontraba nada menos que Jordan Compton, con sus piernas en la
mesita de café y una laptop en sus muslos.
Claramente estaban trabajando, pero Pepper se veía extremadamente
culpable, lo que significaba que casi habíamos interrumpido algo.
¡Mierda!
—Hola, chicos. Uhh Jordan, eh, el señor Compton y yo estábamos
viendo lo del patrocinio en el museo —Tartamudeo poco convincente.
Jackson estalló en risas viendo como Jordan miraba a Pepper con la
ceja alzada como si incluso él encontrara difícil de creer lo que estaba
diciendo. Ella se veía completamente nerviosa, lo que causo que Olive y yo
nos riéramos de ella.
—¡Ugh! ¡Solo estábamos trabajando! —Lloriqueo, frunciendo el ceño
hacía nosotros, especialmente a Jordan —Ustedes chicos apestan.
Por supuesto que Jackson eligió ese momento para ponerla más
incómoda.
—Nuestra madre está dando una cena en su casa este sábado, Pepper.
¿Te gustaría unírtenos? Le preguntaría a Olive, pero ella tiene un trabajo de
modelaje.
Pepper le lanzó una mirada a Jordan, quien le guiño un ojo, ella se
sonrojo por un momento, pero recupero su compostura rápidamente.
—Estoy ocupada —Soltó.
Olive y yo le gritamos al mismo tiempo.
—¡Mentirosa!
Ella nos lanzó una mirada que solo nos hizo reír más fuerte.
Aparentemente todos estamos disfrutando esto. Bueno, menos Pepper, claro.
—Bien, pero iré por mi cuenta y no voy como tu cita, Jordan —dijo
resoplando.

123
—Ven aquí, te quiero mostrar algo —Le dijo, con los ojos llenos de
travesura. Dudando ella se acercó a él y se sentó.
Él apunto a la pantalla y cuando se acercó para ver la pantalla, él paso
un brazo a su alrededor de ella y planto un beso en su mejilla. Ella se encogió
y trato de alejarse, pero él solo se rió y la mantuvo ahí.
Jackson se acercó y tomo la laptop antes de que golpeara el piso.
Cuando Jordan pegó su lengua en su oído, ella lanzó un montón de
palabrotas, pero aun así él no la soltaba. Para este punto, todos se estaban
riendo histéricamente excepto Pepper.
Ella estaba tratando de mantenerse enojada, pero con Jordan, quien
siempre tenía una sonrisa, era difícil incluso para ella, la reina de hielo. Él se
inclinó y murmuro algo en su oído que hizo caer su quijada antes de que
finalmente la dejara ir.
Lo que sea que le haya dicho debía haberla hecho enfurecer porque se
levantó y le dio un golpe en el estómago, quitándole la respiración.
Jackson tomo mi mano y me arrastro a mi cuarto muy a mi pesar.
Estaba disfrutando el show, pero estaba claro que él quería hacer su propio
show. Pateando la puerta detrás de nosotros, me tiro en mi cama e hicimos
exactamente eso.

DÍAS NO TAN OSCUROS…


—Vas a pescar ladillas o clamidia o gonorrea o… —Pepper hablaba
pesadamente, pero yo puse una mano en su boca.
—Pep, uso condones. Calma. Necesitas salir más. ¿Cuándo fue la última
vez que tuviste sexo? —Realmente quería saber su respuesta.
—Ugh, no cambies el tema. Hablo en serio. Estoy preocupada por ti. ¿Él
doctor Sweeney sabe lo que es tú idea de “citas”, él sabe lo que realmente es
para ti, que significa acostarse con todo lo que tenga un pene? —Ella me lanza
su chicle.
—No, Pepper. El doctor Sweeney y yo no entramos en detalles. Él dice
que está orgulloso de mí por ir a citas. —Me burlo de ella.
—¿Él sabe que tu vagina recibe más visitas que un Seven Eleven en
oferta, o que un sushi 2x1? —Dice levantando una ceja.

124
—Eso es asqueroso. ¡No puedes comparar mi vagina con una tienda de
conveniencia!
—Pero lo es —Se ríe.
Le enseño mí lengua.
Pepper era una perra.
Pepper, era mi mejor amiga.

125
Capítulo veintidos
La mañana siguiente entramos de la mano. Las personas no sabían que
pensar de nosotros. Bray le estaba preguntando algo a Margie cuando nos vio.
Lanzó una mirada a nuestras manos, negó con la cabeza y entro a su oficina.
Lo que sea, Bray.
Jackson lo miro.
—Idiota —dijo por lo bajo.
—¡Jackson! Es suficiente. Necesitan llevarse bien —. Lo reprendí.
Él murmuro algo y caminó a su oficina. Antes de poder prender la
computadora, Bray estaba parado frente mi escritorio.
—¿Lista para ir a la reunión? —Preguntó, sin una pequeña sonrisa en
su cara.
—Uh, claro. Déjame avisarle a Jackson.
Entre a la oficina de Jackson y él hizo señas para que cerrara la puerta.
—Jackson, estoy por irme a la reunión con Bray. Solo quería que lo
supieras.
Él se paró y camino hacia mí. Podía sentir el calor de su pecho junto al
mío. Su mano se metió debajo de mi falda y jadee. Gruñendo, deslizo un dedo
por mis sedosas bragas, tocando mi área sensible.
—Solo quería estar seguro de que estabas usando bragas. No quiero a
Bray obteniendo otro vistazo.
Me derretí con su toque. Cada vez que sus manos estaban sobre mí, no
podía hacer otra cosa más que ignorar todo a mí alrededor. La seda de mis
bragas se estaba mojando mientras el acariciaba debajo de mi falda. Estaba a
punto de venirme cuando alguien toco la puerta.
—Tenemos que irnos Andi —Bray sonaba molesto al otro lado de la
puerta.

126
—Saldrá en treinta segundos —Jackson grito, mientras continuaba
trabajando bajo mi falda. Cuando sentí el orgasmo llegar a mí y un gemido
empezaba a escaparse de mis labios, Jackson lo suavizo con un beso.
Cuando estuvo seguro de que yo había terminado, se alejó.
—Eres mi chica, no suya —Gruñó. Como si necesitara el recordatorio.
Me dio un pequeño beso y abrió su puerta. Bray estaba al otro lado, con los
brazos cruzados.
—Vamos, Bray. Vámonos —. Dije calmadamente, tratando de no sonar
nerviosa. Él lideró el camino a la puerta y sonreí cuando sentí los ojos de
Jackson en mi trasero mientras nos alejábamos.
La oficina de Higgins estaba solo a unas cuadras, así que el trayecto fue
corto. Todavía estaba molesta con Bray por haber atacado a Jackson ayer, así
que no estaba de humor para una pequeña charla. Finalmente necesitando
romper el silencio, aclaró su garganta y habló.
—Andi, siento haber perdido mi mierda ayer. Vi los moretones en tu
muñeca y enloquecí. El pensamiento de que te lastime me enojo. Fui más
lejos de lo que debía porque francamente es un idiota y ya estoy harto de él —
Dijo bruscamente.
—Bueno, ustedes necesitan llevarse bien, si planeas trabajar aquí por
más tiempo. Es parte de la compañía, es dueño. Tu solo eres un empleado. Si
lo haces enojar de más, te despedirá —Expliqué.
—Nah, está atado por contrato. Firme por un año. No es tan estúpido,
especialmente con todas las demandas en las que ya está envuelto.
—¿Demandas? ¿Qué demandas? —Pregunté, con mi curiosidad
picando.
—Nada, solo olvídalo. Así que el señor Higgins es un señor viejo, un
pervertido señor viejo. Esa es la verdadera razón por la que te traje —.
Admitió, emitiendo una pequeña sonrisa.
—¿Qué? ¡Me tendiste una trampa, idiota!
Se rio —Sí, imaginé que obtendríamos más rápido el contrato, si venias.
Él va a estar tan ocupado mirando tus piernas que no le va importar otra
cosa.
Le di un golpe y rodé mis ojos.

127
—Estas lleno de mierda.
Entramos a la sala de conferencias unos minutos después. Cuando
ingresamos, note que Bray no estaba tan lleno de mierda cuando el hombre
me miro descaradamente. Qué bueno que Jackson no estaba aquí.
—Señor Greene, que agradable tenerlo aquí. ¿Y quién es esta exquisita
mujer que lo acompaña? —Le preguntó a Bray como si fuera más un trofeo
que una persona. Tuve que tratar muy fuerte de no rodar mis ojos.
—Está es mi amiga y compañera de trabajo, Andi.
Tome la mano del señor Higgins y cuando la sostuvo demasiado tiempo,
tuve que refrenarme de jalarla de su agarre. Finalmente la dejo ir y tome
asiento junto a él, después de que lo señalo.
Bray se fue derecho a los negocios y presentó su información al señor
Higgins, quien estaba muy ocupado mirando al dobladillo de mi falda para
poner atención a lo que él estaba diciendo. Bray me guiño un ojo mientras le
pasaba el contrato al señor Higgins, quien muy a su pesar me quito los ojos
de encima.
Garabateando su firma, regreso su mirada a mis piernas. Bray
definitivamente iba a obtener una bronca en cuanto saliéramos de este
maldito cuarto.
Bray estaba apilando los papeles para ponerlos de nuevo en el folder,
cuando el viejo se lamio los labios. Mi enojo hirvió y explote.
—Tome una foto. Durará más —. Dije entre dientes.
Sus ojos subieron a los míos y se rio fuertemente —. Señor Greene,
tiene una secretaria luchadora aquí —. Dijo lanzándole una sonrisa a Bray.
El solo asintió y sonrió, sacudiendo la mano del señor Higgins —. Fue
bueno hacer negocios con usted, señor Higgins. Estaremos en contacto —.
Prometió, dirigiéndose a la puerta.
Los ojos del señor Higgins recorrieron mi cuerpo una vez más antes de
que pudiera salir del cuarto de conferencias. Este era el hombre más
asqueroso que había conocido.
Bray obtuvo la ley del hielo esta que estuvimos fuera.
—¡Eres un patán! ¡Era tu distracción para ese pervertido! —Le grite.
Él se dobló de la risa.

128
—Debiste haber visto tu cara. Pensé que lo ibas a golpear.
Elegimos caminar a nuestro edificio, disfrutando del sol. A demás esto
permitió tener más tiempo para quejarme de toda la situación.
Una vez que llagamos a las oficinas, noté que la puerta de Jackson
estaba cerrada. Dándole a Bray otra mirada de “vete al infierno”, me senté
para revisar mis correos. Había uno de Pepper que me hizo sonreír.
Andi,
Extraño a mi mejor amiga. ¿Quieres ir a comer hoy? Tengo que hacer que
tu imposible jefe Jordan firme unos documentos para el patrocinio, así que
estaré ahí hoy. Si no me arrestan primero por arrancar sus ojos, vamos a
comer.
Pep.
Sonreí, dejando de lado el enojo por la junta con el señor Higgins,
mientras escribía una respuesta diciéndole que iría con ella. No nos habíamos
visto mucho últimamente y la extraño mucho.
—¿Esta Jackie aquí hoy? —Una voz ronroneo detrás de mí. Algo acerca
de la sensual voz y la forma en la que dijo el apodo que solo su mamá usaba
hizo que mi estómago se revolviera. Girando mi silla, pude observar a la
deslumbrante mujer. Ella tenía la altura de una súper modelo con unas
piernas kilométricas saliendo de su abrigo de diseñador. Sus piernas estaban
bronceadas y brillaban con la luz. Estaba deslumbrada por ellas.
El golpeteo de sus uñas en mi escritorio me saco de la distracción de
sus piernas. Sus pechos prácticamente sobresalían por la parte de arriba de
su abrigo. Tenía pechos grandes para alguien de su tamaño, lo que me hacía
pensar que eran falsos. Pechos tan perfectos como esos tenían que ser falsos.
Su largo cabello negro caía en delicadas hondas, marcando su maravillosa
cara. Apretando sus labios rosados, espero por una respuesta de mi parte.
Estaba intimidada por ella.
—Um, no estoy segura. Acabo de regresar de una junta. Déjame ver.
¿Puede decirme quien está aquí para verlo? —Inquirí, queriendo saber el
nombre de la hermosa mujer que estaba a punto de entrar a ver a mi hombre.
—Nadia Compton —Respondió, estrechando su mirada en mi dirección.
Volviendo mi cabeza hacia ella, sentí que todo mi cuerpo se congelaba.
Mi mandíbula cayó y tartamudeé un poco, sin saber que decir.

129
—Soy su esposa —Ella espero por mi reacción, pero no le di la
satisfacción de tener una. Solo le sonreí y me levanté para informarle a
Jackson que ella estaba aquí. Esa mujer era una perra calculadora. Estaba
escrito en toda su cara.
La maldita esposa de Jackson.
Saliendo mi estado de shock, camine a la puerta de Jackson y asome mi
cabeza. Me sonrió, haciéndome enojar aún más.
Sonriéndole dulcemente, reporte —Tu esposa está aquí para verte.
Su sonrisa cayo mientras un gesto de horror cruzaba su cara.
—¡Mierda! —Soltó, pasando su mano por su mandíbula —Andi, esto no
es lo que crees. Estamos pasando por un terrible divorcio. Siento no habérte
dicho algo. Prometo que hablaremos de esto en cuanto se vaya.
Asentí secamente, mis labios presionados en una delgada línea antes
de volverme hacia Nadia.
—Él la vera ahora señora Compton —Solté.
Guiñándome un ojo, se metió en la oficina, azotando la puerta detrás de
ella.
Esa mujer era una perra. Podía ver porque se estaba divorciando de
ella.
Cuando dos manos cubrieron mis ojos, reí porque podía reconocer la
esencia del chicle de pimienta en cualquier lugar.
—¡Pepper!
Ella se rio y quito sus manos, sentándose sobre mi escritorio. Su
cabello estaba en su usual despeinado moño que era único de ella. Hoy, había
algo diferente. Detrás de sus lentes podía ver que se había aplicado
maquillaje, dándole a sus bonitos ojos, un look más llamativo.
—¡Pepper, oh por dios, estas usando maquillaje! —Exclamé.
Ella rodo sus ojos.
—No es la gran cosa, lo hago algunas veces, y lo sabes.
Pero yo sabía que ella no hacía eso. Ella podía mentirme, pero yo podía
ver a través de ella. Pepper iba a ver a Jordan y quería verse bonita. La
sonrisa en mi cara creció.

130
—¿Ya fuiste a ver a Jordan? —Pregunte.
—Nah, aún no ha regresado. Dijo que estaría en una reunión y que ya
habría terminado, pero supongo que aún no termina. Está bien. Vamos a
comer y lo veré después.
—Es una cita. Déjame decirle a Jackson y nos vamos. Él está ahí con la
perra pronta a ser ex esposa. Te perdiste a la perra y toda la incómododidad.
Me levante para avisarle cuando Bray salió de su oficina.
—Hola Pepper, ¿Cómo va? —Preguntó, caminado hacia ella. Ella lo
odiaba, pero aun así platico con él.
Abrí la puerta de Jackson sin tocar. La perra de Nadia necesitaba saber
que no podía dejarme fuera de la vida de Jackson. Él estaba conmigo ahora.
Pero mi mente tuvo problemas para comprender lo que estaba viendo y
flashbacks de cuando encontré a Bray engañándome la primavera pasada
parpadearon en mi mente.
La perra de Nadia estaba parada completamente desnuda, su abrigo en
el piso detrás de ella. Sus manos estaban alrededor de su corbata, y ella y
Jackson estaban besándose. Las manos de él estaban en sus hombros.
—Santa mierda —Escuche a Pepper detrás de mí. Los fuertes brazos de
Bray se engancharon alrededor de mi cintura alejándome de la imagen de la
oficina, cerrando la puerta entre nosotros y ellos.
Del otro lado, podía oír a Jackson maldiciendo y a Nadia chillando. Era
una tonta. Él tenía una maldita esposa que claramente aún amaba.
¿Qué está mal conmigo?
—Vámonos, Andi. Es hora del almuerzo —Pepper refunfuño, dándome
mi bolso y tomando mi mano.
Bray estaba intentando esconder su enojo con Jackson, pero su
mandíbula apretada me dejaba saber que estaba a punto de atacarlo. Permití
que Pepper me sacara de la oficina lejos de todo. La oscuridad estaba
intentando volver a tomar mi alma.

131
LOS DÍAS NO TAN OSCUROS…
—Él lloro. Cómo un bebé. —Le confié al doctor Sweeney, tomando el
borde de la cubierta del sofá.
—¿Por qué crees que lloró? —Me preguntó, sus ojos volando a la cubierta
que estaba destruyendo, pero no dijo una palabra.
—No lo sé. Solo habíamos salido tres veces. Esa es la regla. Tres citas y
estas fuera. Realmente no es tan difícil.
Él escribe algo en su libreta. Odio cuando hace eso. Significa que dije algo
mal. ¡Mierda!
— ¿Tienes relaciones sexuales en estas citas? —Inquiere, mirando por
encima de su libreta. Aquí esta, el momento que he estado evitando.
—Si —Murmuro, mirando la cubierta.
—Ya veo —Es su respuesta y no puedo evitar oír la decepción en su voz.
Las lágrimas llenan mis ojos.
—Lo siento, doctor Sweenwey. Empezó como citas, pero sentí que podía
olvidar a Bray y todo lo que perdimos foll… teniendo sexo con estos chicos.
Realmente creo que está ayudándome. Doctor, lo juro.
El niega con la cabeza y escribe algo más antes de dejar de lado la
libreta. Toma un pañuelo de la caja en su escritorio y me lo entrega.
—Andi, no puedes pensar que ser promiscua es una solución a tu
depresión por la infidelidad de Bray, ¿cierto? No puedo decirte que hacer, pero
me recuerdas a mis hijas. Si fueras mi hija, querría que alguien te dijera que
este no es el camino a la felicidad. Sé que dices que eres feliz, pero no creo que
lo seas realmente.
Mierda doctor Sweeney y su sabiduría. Ahora estoy lloriqueando porque
no soy feliz. Dormir por ahí pone pequeñas banditas en mi herida sangrante,
pero eventualmente todo va a caer. Por eso, la necesidad de una nueva.
—Empiezo mi nuevo trabajo el lunes. Estoy lista para volver a poner mi
vida en orden, doctor Sweeney. Es una promesa para mí, que, empezando la
próxima semana, las cosas van a ser diferentes —. Al menos me permitiría una
bandita más antes de poner las cosas en el camino correcto.
—Tengo fe en ti, Andi. Has avanzado a pasos agigantados. Eres más
fuerte que esta depresión. Síguete diciendo eso y estarás bien. Te veo la

132
próxima semana. Y espero un reporte completo en ese emocionante nuevo
trabajo.

133
Capítulo veintitres
Mi sándwich estaba sin tocar mientras Pepper le enviaba un mensaje de
texto a alguien. No podía comer. El solo pensamiento de comer me hacía
querer vomitar. Jackson se había estado enrollando con su desnuda esposa
en su oficina. Me hacía sentir sucia y usada, como si yo fuera la puta. Esos
dos no se veían como personas que estuvieran pasando por un sucio divorcio.
Le di algunas mordidas a mi sándwich y lo dejé en el plato mientras
pensaba en lo consada que me sentía. Cansada de juegos. Cansada de
infidelidades. Cansada de los hombres. Realmente haría que el doctor
Sweenwey trabajara duro por su dinero mañana.
—Se lo que estás haciendo. Estas jugando con tu comida para que
parezca que estas comiendo. Andi, he lidiado con esto antes contigo. Si no te
comes tu maldito sándwich, te lo meteré por la garganta. No vamos a pasar
por esto otra vez.
Mis ojos volaron a los suyos. Su expresión miserable concordaba con la
mía, pero había una determinación en sus ojos que me hizo tomar el
sándwich y darle una mordida. La sonrisa de satisfacción que me dio, me hizo
darle otra mordida.
Después de que había terminado satisfactoriamente la mayor parte de
mi sándwich sin vomitar, habló de nuevo.
—No sé qué está pasando con Nadia y Jackson, pero se veía bastante
mal. Siento que lo hubieras visto. Y odio mucho tener que decir esto, pero tal
vez deberías oír lo que tiene que decir. Bloquear a Bray después de lo que
paso, no ayudo en nada. Al menos si Jackson te dice que va regresar con
Nadia, podrás seguir adelante. Prométeme que hablaras con él.
Frunzo el ceño, pero asiento porque tiene razón. Los últimos cinco
meses habían sido el infierno después de lo que paso con Bray. No podía
permitirme volver a caer en una depresión tan fácilmente.
Tiramos nuestra basura en el bote y salimos para que pudiera regresar
al trabajo. El restaurante en el que habíamos comido estaba cerca de mi
trabajo, así que el camino de regreso fue corto.

134
Cuando finalmente llegamos a mi escritorio, note que la puerta de
Jackson estaba abierta y la luz estaba apagada. Obviamente se había ido a
casa por el resto del día.
Abrazándome, Pepper susurro —Vas a estar bien. Voy a entrar ahí y
lidiar con el idiota de Jordan. Te veré más tarde en el apartamento. Nos
vamos a emborrachar esta noche, señorita Andi.
Me reí cuando se alejó y sus ojos brillaron con alivio. Estaba buscando
signos de una recaída, pero era más fuerte esta vez.
Sentándome en mi escritorio, regresé unas llamadas telefónicas e hice
un poco de papeleo. Jackson nunca llamo o envió un correo o incluso regreso.
Probablemente estaba follando a Nadia en este momento. El resto del día fue
una tortura mientras contaba los minutos para la hora de salida.
Pepper había salido hecha una furia de la oficina de Jordan hace unas
horas y Bray se había quedado sepultado en papeleos. Olive me envió un
mensaje para decirme que estaría fuera hasta tarde trabajando en una sesión
de fotos al otro lado de la ciudad.
Cuando finalmente dieron las cinco, guarde mis cosas rápidamente
para poder irme. Entonces Bray se paró frente a mi escritorio.
—Vamos, me asegurare que llegues bien a casa.
Lo mire, viendo preocupación en toda su cara.
—Bray, puedo manejarlo. Estoy bien, en serio.
—No era una pregunta, Andi. Vamos. Es hora de irnos.
Sacudiendo mi cabeza a su actitud mandona, me levanté y salí con él.
El camino a casa fue silencioso. Pepper no estaría en casa hasta las seis, así
que deje a Bray entrar. Tomo asiento en el sofá, viendo todo lo que hacía de
este apartamento, nuestro hogar.
—¿Quieres una bebida, Bray? —Ofrecí. Él asintió, así que entre a la
cocina y nos serví una copa de nuestro vino tinto favorito. Necesitaba una
bebida. Bebiéndome la mitad de mi copa, la volví a rellenar rápidamente antes
de regresar a la sala. Él se había movido por todo el cuarto para ver algunas
de las fotos que había tomado.
—Andi, ¿Tomaste estas? Son asombrosas —. Admiró, sonando
asombrado. Me sentí un poco avergonzada porque más o menos era mi
pequeño hobby secreto que había usado para superarlo en primer lugar.

135
—Gracias. Aquí está tu vino.
—¿Quieres hablar de lo que paso hoy con Jackson? —Preguntó
directamente.
Me tome la mitad de mi copa antes de hablar.
—No realmente, pero supongo vas a hacerme hablar de todas formas.
¿Tú y Pepper tienen pláticas de “vamos a ayudar a Andi”? Por mucho que se
odien, parece que están en el mismo equipo.
Regresé a la cocina, agarrando la botella la llevo a la sala conmigo. Me
siento justo a la mitad del sofá y relleno mi copa. Bray hizo su camino de
regreso, sentándose junto a mí.
—¿Has hablado con él? —Preguntó, sorbiendo su vino.
Negué con la cabeza y bebí rápidamente esperando que empezara a
hacer efecto pronto.
—No. No ha intentado contactarme, lo que significa que no quiere.
Claramente quiere estar con Nadia —. Parpadeo para contener las lágrimas
porque dolía bastante.
Bray le dio toquecitos a mi rodilla, pero dejo su mano ahí. No hice
ningún movimiento para alejarme. En su lugar, bebí el resto de mi copa y reí
sin humor mientras el adormecimiento empezaba a hacer efecto en mi cuerpo.
Él quitó su mano de mi rodilla y tomo mi copa, rellenándola por mí. Su
mano regreso a mi pierna, pero esta vez la plasmo más arriba en mi muslo.
Sentir su toque me calmaba de cierto modo. No era que me excitara,
solo me hacía sentir mejor.
—Sabes, Andi, vas a estar bien. Mira que tan lejos has llegado después
de lo que paso la primavera pasada. Este es solo un breve incidente
comparado con eso.
No se sentía como un breve incidente. Jackson era más que eso para
mí. Y solo porque no estaba permitiendo que la oscuridad tomara mi alma
otra vez, no significaba que fuera más fácil de llevar.
Cuando suspire, una lágrima salió y se estrelló en mi muslo. Bray pasó
su pulgar más arriba para quitarla. El gentil, pero íntimo toque mezclado con
el alcohol mando confusos mensajes a mi cuerpo.

136
Lo mire y sus propios ojos ardían con necesidad. Sin tomar tiempo de
pensar si era buena idea o no, arroje mi pierna sobre él y lo jale en un rápido
movimiento. Podía sentir su dura polla a través de la seda de mis bragas y el
suave material de sus pantalones de vestir.
Nuestros labios se estrellaron y me subí sobre él, haciendo que gimiera
por el contacto. Sus manos habían levantado mi falda y se habían deslizado
por mis bragas, tomando mi trasero. Continuamos besándonos furiosamente.
Una de sus manos se movió al frente, bajando mi blusa, encontro mi pecho.
Respirando con dificultad, eche mi cabeza hacia atrás y grite —
¡Jackson!
Bray se congelo y alejo sus labios de mi cuello.
—¡Mierda! Lo siento Bray. Oh por dios, ¡Lo siento tanto! —Empecé a
llorar porque esto estaba muy mal.
—Shhhh, Andi, está bien. No me siento bien acerca de esto. Nos
estábamos besando, pero tú no estabas conmigo. Tú estabas pensando en él
porque ahí es donde preferirías estar. Te perdí para siempre, pero estoy bien
con eso. Necesitas hablar con él. Solo quiero que seas feliz.
Él retiro su mano de debajo de mi blusa y la otra de mis bragas y las
uso para acomodar mi falda, aunque todavía podía sentir mi trasero fuera de
mi falda. Me incline contra su pecho, hundiendo mi cara y solloce. Sus manos
me envolvieron y sostuvieron mientras lloraba.
Cuando la puerta se abrió, los dos volteamos. Jackson estaba parado,
shock grabado en su cara, que rápidamente cambio por indiferencia.
—Jodidamente increíble —Murmuró mientras salía azotando la puerta
detrás de él.
Estaba segura de que, para él, se había visto peor de lo que era.
—Mierda, Brayden, ¡esto es muy malo! —Chille, levantándome
rápidamente. Acomodé mi blusa y corrí tras él, descalza.
Cuando llegue abajo, él estaba a medio camino hacia su auto.
—¡Jackson, espera! No es lo que crees —Grité detrás de él. Él sacudió
su cabeza y se metió a su auto cerrando la puerta. El auto se alejó,
dejándome ahí llorando, descalza en la calle.

137
Capítulo veinticuatro
—Esto es un desastre —le dije a Pepper mientras peinaba mi cabello.
Brayden se había ido una vez que ella llegó. Parecía que habían formado un
equipo hoy. Acababa de contarle toda la mierda que había pasado y estaba
dejando que me tranquilizara con mi cabeza en su regazo.
—Tienes razón. Es un total desastre, Andi, pero así es la vida. Tienes
que aprender a lidiar con estas situaciones. Cuando se tranquilice, habla con
él. Te debe una explicación por la misma maldita cosa de esta mañana.
No dije nada. Sabía que tenía razón. Él se había molestado rápidamente
por la misma cosa. Necesitábamos hablar.
—La única cosa buena es que tú y Bray finalmente han podido alejar el
pensamiento de una posible reconciliación. Creo que los dos saben que eso no
va a volver a pasar.
Sonreí porque tenía razón. Estábamos mejor como amigos. Incluso
aunque una vez tuvimos una buena conexión, la conexión que sentía cuando
estaba con Jackson se sobreponía a todo lo que una vez había sentido con
Bray. El doctor Sweeney estaría orgulloso al menos del proceso de sanación
que había ocurrido entre Bray y yo. Él siempre había dicho que necesitaba
perdonarlo. Bray siempre tendría un espacio en mi corazón, pero nunca
podríamos estar románticamente involucrados otra vez.
—Si, dijo que fue como besar a su hermana ahora —Me reí de nuestra
conversación.
—Asqueroso, ¿Ha besado a su hermana antes? Mierda, es como si
tuviera algo con que compararlo —Se burló, tratando de sonar horrorizada.
Ella sabe que es hijo único lo que no lo hace menos divertido.
Nos empezamos a reír mientras Olive entraba. Ella nos miró en el sofá y
corrió a sentarse con nosotras, poniendo mis piernas en su regazo. Estas
chicas eran como mis hermanas. Siempre estaban ahí cuando las necesitaba.

138
A la mañana siguiente me vestí con un propósito. Iba a encontrar una
manera de ganar a Jackson de regreso. Él necesitaba ver que Nadia no era
buena para él y que yo lo era. Teníamos algo caliente y significativo juntos. No
quería echarlo perder por malos entendidos. Esperaba que eso fuera todo lo
que había entre él y Nadia.
En lugar de un traje, opte por un vestido de suéter. Era de corte bajo,
mostrando mi amplia clavícula. Era más corto que mis faldas, pero lo
empareje con unas botas hasta la rodilla, en un intento de que no se viera tan
corto. Hoy iba a dejar las bragas en casa.
Me asegure de alisar mí cabello, haciendo que mis hebras rubias se
vieran imposiblemente largas. Mi maquillaje lucia sexi y llamativo. Mirando
mi reflejo, sonreí. Lucia sexy y Jackson lo iba a notar. Siempre lo hacía.
Mi cita con el doctor Sweeney era hasta las diez. Eso me daba algo de
tiempo para seducir a Jackson.
Una vez que llegue, entré directamente en su oficina, cerrando la puerta
detrás de mí. Él levanto la vista por encima de su papeleo y sus ojos chocolate
se oscurecieron cuando vio mi apariencia. Forzadamente quitando la vista de
mí regresó su mirada a los papeles.
—¿Puedo, uh, ayudarte? —tartamudeo, con voz ronca.
Pase por su escritorio, rodeándolo hasta llegar a su lado y me senté al
borde de este. Sus manos agarraron ambos lados de su silla, sus nudillos
tornándose blancos mientras intentaba no tocarme.
—Bray me estaba consolando. Por un confuso momento, pensé que
quería su toque, pero solo porque estaba tratando de cubrir la herida que me
habías causado. Incluso lo llame Jackson —. Soltó una ricita por la confesión
—. ¿Cómo explicas lo que paso contigo y Nadia?
—Nadia vino a tratar de persuadirme sobre el divorcio. Es una perra
cazafortunas. Cuando entró, tiro su abrigo y se me tiro encima. Cuando
estaba intentando alejarla, tú entraste. Después de que te fuiste la corrí. Tuve
que irme después de eso porque necesitaba calmarme antes de hablar
contigo.

139
Ya no pudo controlar su mano y la puso en mi rodilla justo por encima
de mi bota. Cuando temblé por su toque, sus ojos volaron a los míos,
quemándolos con el calor de su mirada. Lamí mis labios y su agarre en mi
rodilla se intensifico, rozando mi piel. El espacio entre mis piernas se
humedeció mientras anticipaba lo que venía.
—Andi, las cosas no son nada más que complicadas entre nosotros. No
veo como esto podría funcionar.
Abrí mis piernas un poco, dándole un anticipo y el gimió. El bulto en
sus pantalones era prueba de que me quería.
Ignorando sus palabras, me deslice fuera del escritorio y me arrodille
delante él. Sus ojos me derritieron con su calor. Rápidamente, desabroche sus
pantalones y los baje hasta los tobillos mirando hacia arriba con los ojos
encapuchados, lamí la parte superior de su eje. Sus ojos rodaron a la parte
posterior de su cabeza.
—Mierda, Andi.
Animada por sus palabras, envolví mi boca en su larga circunferencia y
empecé a subir y bajar. Sus manos encontraron su camino en mi cabello y lo
tomo fuertemente. Hundí mis uñas en sus muslos mientras lo tomaba en mi
garganta.
Él maldijo y empujo mi cabeza más abajo, casi atragantándome, pero
me relaje cuando su orgasmo bajo por mi garganta. Alejándome, lamí el
semen que quedaba en mis labios y su pene que había estado volviéndose
flácido se sacudido de nuevo a la vida. Realmente no podía resistirse cuando
lo lamía.
Él me miró, su cara desprotegida y llena de amor, retrocedí hacia él,
reflejando su rostro. Su mirada rápidamente se oscureció mientras se ponía
de pie, casi golpeándome mientras se subía los pantalones y se los abrochaba.
—Lárgate de mí oficina. Sigue prostituyéndote y obtendrás que te
despidan.
Él me estaba mirando y de repente me sentí como una tonta.
¿Qué estaba mal con él? Lagrimas bajaron por mis mejillas mientras me
ponía de pie avergonzada. Su mirada se suavizo por un segundo, pero
enseguida la cubrió con una mascarada de odio hacia mí.

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¿A quién quería engañar? Este hombre tenía tantos secretos que no le
permitirían acercarse a nadie. Me lo había probado una y otra vez. Mi corazón
iba doler mucho después de esto, pero él no lo iba a romper. Había estado
ahí. Había hecho eso. Me negaba a hacerlo otra vez.
Alisando mi falda, lo mire directamente.
—Vas a morir solo si sigues dejando que tu negro corazón controle tu
destino. Está fue tu última oportunidad. Valgo más de lo que crees. Diviértete
encontrando una nueva asistente, porque renuncio. Yo sugeriría que
contrataran a un hombre. Le mandare a Jordan mi renuncia formal más
tarde.
Girando sobre mis talones, salí de su oficina, rumbo a la del doctor
Sweeney.

—Andi, te extrañe. ¿Cómo te va? —Pregunto el doctor Sweeney una vez


que estuve sentada en el sofá de su oficina.
—Estoy bien. Ha sido una semana bastante movida, no me lo creería si
intentara explicarle —Suspire fuertemente.
—Pruébame —Bromeó
—Okey, tuve un fin de semana más de diversión y conocí a un chico
que realmente me gustaba. Cuando llegue a mi nuevo trabajo el lunes, resulta
que era mi nuevo jefe. Intentamos que la relación funcionará, pero es tan
caliente y frio con sus emociones que era realmente una batalla. Y como si las
cosas no fueran lo suficientemente raras, Bray empezó a trabajar ahí el
martes.
El doctor Sweeney me miro por encima de sus gafas con incredulidad.
Volviendo la mirada abajo empezó a escribir en su maldita libreta.
Bueno, mierda.
—Como sea, nuestra incipiente relación me hacía sentir viva por
primera vez desde que terminé con Bray. Sentí algo en mi frágil corazón roto
que me hizo darme cuenta que seguía vivo y pulsante ahí dentro. Y tan fácil

141
como ayudo a regresarlo a la vida, también lo lastimo. Hemos estado jugando
un juego de “rómpelo y repáralo” una y otra vez.
Él asintió, señalando que continuara.
—Finalmente llegamos a un punto en nuestra relación donde se abrió
un poco a mí. Las cosas realmente se veían mejor. Eso fue hasta que su ex
apareció. Entre a su oficina y la vi desnuda, presionándose contra él. Parecía
que él la estaba besando y me dolió. Cuando regrese del almuerzo, él ya no
estaba. Nunca intento llamarme o algo, dejándome creer que la había
escogido a ella.
Una lagrima rodo por mi cara, aunque estaba más enojada por todo.
—Bueno, Brayden y yo arreglamos nuestra relación, felices de ser solo
amigos. Me llevo a casa y una cosa llevo a la otra y nos besamos —Deje los
detalles afuera por que el ceño en su cara me decía que no le gustaba a donde
iba la situación —. Una vez que Bray y yo nos dimos cuenta que estábamos
mejor como amigos y que el beso había sido un error, nos abrazamos. Bueno,
el “señor algunas veces caliente algunas veces frio” decidió entrar justo en ese
momento. No voy a mentir, se veía realmente mal, lo que vio, aunque no lo
era. Salió rápidamente y me dejo.
El doctor Sweeney continúo escribiendo en su libreta. A este punto, él
tenia suficiente material para escribir una novela. Me pregunto si usaría mi
nombre real o me daría un alias. Tal vez Jennifer Lawrence haría mi
personaje en una película.
Él se aclaró la garganta, sacándome de mis pensamientos.
—Esta mañana decidí que lo recuperaría. Fui a su oficina y justo
cuando creí que habíamos arreglado las cosas para bien, regreso a ser
distante y frio, alejándome por última vez. Le dije que renunciaba. Así que
ahora también estoy desempleada.
Su mandíbula cayo mientras intentaba encontrar que decir, pero fue
interrumpido cuando su secretaria se asomó.
—Lo siento doctor Sweeney, pero uno de sus pacientes está aquí
demandando verlo. Él dice que es una urgencia.
—Carla, dile que estaré ahí.
Ella salió de la oficina a trasmitir el mensaje.

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—Andi, lo siento tanto. Espera aquí mientras voy a lidiar con eso. Voy a
calmarlo y a agendarle una cita después de la tuya. Puede esperar veinte
minutos más —. Se disculpó y salió de la oficina.
Con un poco de suerte Pepper querrá salir hoy. Necesitaba forzar mí
mente a pensar en algo más que el drama con Jackson.
De repente escuche gritos al otro lado de la puerta. Me levante para
escuchar un poco.
—Lo jodí, Doc. Se ha ido para siempre. La única maldita cosa que hice
bien fue dejar que cuidara de mí, pero lo arruiné. Me estoy enamorando de
ella, Doc, pero es muy tarde. Debió haber visto la mirada de horror en su cara
cuando la eche. Me sentí morir, pero fui muy cobarde para hacer algo.
Santa mierda. El paciente loco era Jackson. No me sentía culpable por
estar escuchando porque estaba hablando sobre mí. Era algo que no había
podido hacer conmigo, pero mi corazón se hinchó con sus palabras.
Realmente se preocupaba por mí. Era todo un acto para proteger su corazón.
—Cuando atrapé a mi propio padre follandose a mi esposa, realmente lo
perdí. Prometí que no me volviera a abrir con nadie más. Dos de las personas
que más amaba en este mundo me traicionaron. Cuando esta chica apareció,
le dio vuelta a mi mundo. Todo para lo que me había entrenado todo este
tiempo, lo puso a prueba. Me estaba cambiando y eso me enojo. No merezco
estar con alguien como ella. ¡Soy un maldito asesino!
¿Qué rayos?
Nada tenia sentido. El doctor Sweeney estaba hablando en voz baja así
que no podía escuchar lo que le estaba diciendo a Jackson.
¿Un asesino?
—¡Si lo mate! Tal vez no apreté el gatillo, pero fue por mi culpa. Si tan
solo hubiera escuchado las cosas horribles que le dije, sabría que lo forcé a
creer esas cosas que lo hicieron quitarse la vida. Lo odio por haberse acostado
con mi esposa. Odio a Nadia por haberse acostado con mi padre. Lo odio por
haberse quitado la vida. Me odio por ser tan estúpido. ¿Qué hago, Doc?
¿Cómo me salgo de mi maldita mente para poder ser feliz por una vez en mi
miserable vida?
Wow. Jackson había dicho más en los últimos cinco minutos que en
todo el tiempo en que lo había conocido. Después de escucharlo exponer
todos sus miedos, me di cuenta de que solo me había estado alejando porque

143
había podido abrir una grieta en su armadura. Se estaba protegiendo a sí
mismo.
Lastima por él, ya que soy una perra persistente.
Abrí la puerta y la mandíbula de Jackson cayó cuando me vio parada
ahí.
—No tienes que salir de tu mente. Solo tienes que dejarme entrar —.
Explique, sonriendo tímidamente. Su armadura cayó y pude ver lo vulnerable
que era su alma y lo había visto en el transcurso de nuestro tiempo junto.
La decisión cruzo su cara y de una zancada llego a mí, jalándome a sus
brazos. Sus labios encontraron los míos y me beso con ternura. Pase mis
brazos alrededor de su cuello. Nuestro beso habría durado más, pero el doctor
Sweeney se aclaró la garganta y nos sacó de nuestro trance.
—Vamos a la oficina. Los tres tenemos mucho de que hablar —. El
doctor se quejó, negando con la cabeza, pasando por delante de nosotros.
Jackson tomo mi mano, llevándome con él. Nos sentamos juntos en el
sofá, nuestras manos entrelazadas.
—Los dos están tratando con cosas en su vida que los hace frágiles y
vulnerables. Los dos pueden ser un sanador para el otro o un cuchillo en la
herida. Es indispensable que elijan ser sanadores.
Los dos asentimos y Jackson apretó mi mano.
—Su tarea… —Empezó el doctor.
Me queje y Jackson murmuro —. Odio esa mierda.
El doctor Sweenwey continuo, ignorando el comentario de Jackson —Su
tarea es encontrar cosas que tengan en común además del sexo. Quiero que
descubran algo que puedan hacer juntos. Jackson, quiero que trabajes
contándole a Andi nuevas cosas acerca de ti. Incluso cosas intrascendentes
como tu color favorito o historias de tu niñez que ayudaran a que ella
desarrolle confianza en ti. Andi, quiero que sigas construyendo una amistad
con Bray que sea sana. Esto va a significar esfuerzo de tu parte Jackson, que
también seas amigo de él. Andi, también quiero que te sinceres con Jackson y
le dejes saber cuándo sientas que está poniendo distancia entre dos los dos.
Juntos pueden hacer que esto funcione, pero va a tomar mucho esfuerzo de
las dos partes. A ustedes les han arrancado el corazón del pecho y han

144
sobrevivido. Ahora, fuera de aquí. Los veré a los dos la próxima semana a la
misma hora. Voy a almorzar.
Dicho esto, se paró y nos dejó tomados de la mano en el sofá.
—Siento haber sido un idiota —Se disculpó, su mano libre acunando mi
mejilla.
—Te perdono —Dije guiñándole un ojo.
Saltó lejos de mí y se acercó a la puerta, girando la cerradura. La
sonrisa que me dio fue una de esas traviesas e infantiles.
—Debí haber hecho esto cuando entraste en mi oficina esta mañana —.
Camino hacia mí y gentilmente me acostó en el sofá. Sus manos se deslizaron
por mis muslos y debajo de mi vestido a mi cintura. Arquee mi espalda por su
sensual toque. Él gimió cuando noto mi falta de bragas.
Me reí de su sonido animal, pero rápidamente lloriquee cuando su boca
devoró mi mojado coño. Mi cuerpo involuntariamente se puso contra su boca
mientras él lamía y chupaba furiosamente entre mis pliegues. De esta manera
me vine más rápido y me estremecí cuando el orgasmo llego a mi cuerpo.
Cuando finalmente me relajo, él se alejó, soltando unas risita.
—¿Es seguro decir que te vuelvo loca tanto como tú me vuelves loco a
mí? —Preguntó.
—Me acabas de dar sexo oral en la oficina de nuestro psiquiatra. Creo
que es seguro asumir que estamos en el mismo nivel de locura.
—Bueno, nena, las cosas se van a poner un poco más locas porque no
he terminado contigo —. Bautizamos el sofá del Dr. Sweeney y fue increíble.

LOS DÍAS OSCUROS DE JACKSON…


Nadia ha estado muy distante últimamente. Sé que quiere un bebé, pero
mierda, no tenemos tiempo para eso. Jordan y yo hemos estado tratando de
manejar las cuerdas de la compañía de papá. Papá ha estado tan
malditamente insistente en que aprendamos todo. Nos ha estado dando tanto
trabajo que creo que hasta mis huesos saben de el. Mi relación con Nadia ha
sufrido por eso.
Se suponía que tenía una reunión con uno de los clientes grandes de
papá. Él iba a cenar con mamá esta noche, así que me había pedido que me

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encargara de eso. Cuando el cliente reagendo, decidí tomar esa oportunidad
para sorprender a Nadia. Ya había hecho reservaciones para el restaurante
más elegante de la ciudad. Solo tenia que ir a recogerla para que podamos
estar ahí a las siete.
Ella va a estar sorprendida de verme en casa tan temprano. Realmente
estoy haciendo un esfuerzo para que nuestra relación funcione. De hecho, le
voy a decir que deberíamos intentar tener un bebé. Empezaremos esta noche.
Diablos, tal vez empecemos antes de la cena.
Cuando entro en nuestro departamento, escucho su suave voz en el
cuarto. Suena a que se está dando placer con su vibrador. Estoy avergonzado
de cuanto ha tenido que usar esa maldita cosa por mis horarios de trabajo. Sus
gemidos hacen que mi polla se endurezca en mis pantalones. Cualquier
fantasía que este teniendo está a punto de ser interrumpida.
Antes de entrar al cuarto, me quito mi chaqueta y mi camisa. Entrando
empiezo a desabrochar mis pantalones.
—Nena, vamos a hacer un bebé —Digo sonando engreído, esperando por
su reacción.
Segundos pasan mientras entro en la escena. Mi esposa está siendo
arada por algún idiota. Ella grita cuando me ve parado ahí. Corriendo hacia
ellos. Lo quitó de encima de ella y le doy un puñetazo en la cara.
Golpeo a mi padre en su cara. Mierda.
MI. MALDITO. PADRE.

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Capítulo veinticinco
—¿Jordan está enojado porque los dos nos tomamos el día libre hoy? —
le pregunto a Jackson mientras me arrodillo para atar mis cordones.
Se inclina y se toca los dedos de los pies para estirarse. Mis ojos
recorren su trasero con sus pantalones de correr. Su camisa esta estirada
sobre su pecho musculoso y tengo dificultades para concentrarme cuando
responde.
—No, le dije que teníamos cosas que hacer. Estaba un poco
preocupado. Creo que realmente siente algo por Pepper. Lástima que no le da
la hora del día. Es muy gracioso si me preguntas.
Me rio porque Pepper no le da a nadie la hora del día. Decidimos
intentar correr como algo que podríamos hacer juntos. Correr era algo que
solía hacer antes de que Bray y yo rompiéramos. Jackson dijo que había
estado demasiado ocupado para hacer ejercicio últimamente, por lo que esto
era beneficioso para ambos.
Corremos unos buenos tres kilómetros antes de regresar al loft de
Jackson. Él sigue tratando de frotar su sudor sobre mí y yo estoy a punto de
darle una paliza. Finalmente habiendo tenido suficiente, le hago cosquillas en
los costados, volviéndolo loco. Antes de que pudiera vengarse, me voy por las
escaleras sin querer que me atrape en el ascensor. Estoy a medio camino del
primer tramo de escaleras cuando escucho que la puerta se abre debajo de
mí.
—¡No vas a conseguirlo! —bramó desde el rellano de la escalera.
Chillando, acelero subiendo los escalones de dos en dos. Puedo escuchar sus
zapatillas golpeando las escaleras mientras corre para alcanzarme.
—¡No lo creo, Jackie! —lo provoco mientras subo las escaleras. Tenía
que estar al menos dos pisos por encima de él ahora. Justo cuando estaba
doblando la curva para subir al siguiente piso, sus manos me agarraron
bruscamente la cintura y me tiraron hacia atrás.
—¡No! —grité. ¡Maldita sea, me había atrapado! Su mano agarró la parte
superior de mis pantalones de yoga y me los bajó bruscamente, dejando al

147
descubierto mi trasero. Su otra mano tiró de sus pantalones de correr hacia
abajo. Me inclinó y se metió entre mis piernas.
—¡Oh Dios, Jackson! —gemí cuando él se estrelló contra mí
salvajemente.
Una de sus manos llegó hasta mi pecho y pellizcó el pezón a través del
material del sujetador deportivo. Follar en una escalera era increíblemente
travieso.
—¡Mierda, cariño, estoy allí! —le grito cuando mi clímax me atraviesa.
Todavía estaba apretándolo con las réplicas cuando siento su orgasmo
bombearme.
Se retiró, todavía goteando, y rápidamente se subió los pantalones. Su
mano golpeo mi trasero y grité. Puse mis pantalones de yoga en su lugar justo
cuando la puerta se abrió y entró un guardia de seguridad.
—Señora, ¿Está todo bien? Recibimos algunas quejas de una mujer que
gritaba en el rellano de la escalera —informó, con la mirada clavada en
Jackson.
Mi cara ardía de vergüenza.
—Uh, sí, todo está bien. Estábamos haciendo el tonto. Lo siento mucho.
Estaremos más tranquilos.
Él miró entre nosotros y asintió. Jackson me agarró la mano y subimos
los últimos niveles. Cuando llegamos a salvo a su loft, lo golpeo en el
estómago.
—¡Eres un idiota! ¿Y si ese tipo nos hubiera visto teniendo sexo? —
exclamé.
Jackson se rio mientras se dirigía hacia su baño.
—Le habríamos dado algo en que pensar para más tarde.
—¡Qué asco, Jackson! Eres tan grosero —Eso es algo que Pepper diría.
Estaba desnudo cuando llegué a la ducha, y admiré su bonito trasero
mientras se deslizaba dentro. Me quité la ropa sudada y me uní a él.
Se hizo a un lado para que ambos pudiéramos estar bajo el flujo
constante de agua caliente. Envolví mis manos alrededor de su cintura y
apoyé mi mejilla en su pecho. Sus manos se deslizaron para descansar justo
por encima de mi trasero.

148
—Eso fue divertido, Andi. Correr es definitivamente algo que podemos
hacer juntos. Y contrario a las creencias de Dic, el sexo después fue bastante
terapéutico.
Me reí en su pecho y él me pasó las manos por la espalda.
—Eres imposible, Jackie —Ese comentario me ganó una palmada en el
culo.

LOS DIAS OSCUROS DE JACKSON…


Los últimos días han sido un infierno. Papá me rogó que no le dijera nada
a Jordan ni a mamá. Ni siquiera podía hablar con él sin querer golpearlo en
toda la cara. Todo lo que Jordan sabe es que atrapé a Nadia durmiendo con
otro hombre. Me está dejando quedarme en su casa hasta que ella mueva todas
sus cosas a casa de su madre. Papá me pidió que fuera a su casa para hablar
sobre algunas cosas, ya que mamá estaría en la iglesia.
Acepté a regañadientes en ese momento, así que aquí estoy, parando en
el porche, esperando que él abra la puerta. Él me llama para que entre, así que
entro. Sabiendo que probablemente estará en su oficina me dirijo hacía allí.
Su apariencia está demacrada. Su cabello está despeinado y su
mandíbula también se está volviendo desaliñada. La botella medio vacía de
Wild Turkey se sienta orgullosa en su escritorio.
—Hola, hijo —La habitación apesta a licor.
—¿Qué quieres de mí, papá? —pregunto todavía de pie en la puerta.
—Hijo, lo siento mucho. Recientemente las cosas no han ido como yo
quería. Perdí la cabeza he hice algunas cosas estúpidas por favor perdóname.
Mi mandíbula se tensa. Esto es jodidamente ridículo. Ni siquiera puedo
mirarlo a los ojos.
Irrumpiendo en la oficina, golpeo ambos puños sobre el escritorio,
haciendo tambalearse la botella.
—Te acostaste con mi esposa, papá. ¿Sabes lo jodidamente enfermo que
estás por hacerme eso? ¡Íbamos a intentar tener un bebé!
—¡Maldita sea, Jackie! Dije que lo siento. Tú esposa vino a mí, por cierto.
Sólo soy un hombre viejo. Cuando Nadia vino a mí, perdí la cabeza. Yo

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necesitaba sentirme poderoso y en la cima del mundo nuevamente. Sólo por un
tiempo, me hizo sentir así —se frotó la cara con las manos.
—Papa, estoy harto de hablar de esto. ¿Sabes lo difícil que es no decirle a
Jordan o a mamá? ¡Engañaste a mi madre con mi esposa! Esto está jodiendo
con mi cabeza, papá.
—Hijo, por favor. Solo necesito escuchar que me perdonas. Es lo único
que me importa en este momento —. Abre el cajón de su escritorio, saca su
revólver y lo deja en el escritorio frente a él.
Mis manos entran en modo de defensa cuando veo el arma.
—Papá, cálmate. Mierda guarda el arma. Nadie necesita salir lastimado.
Lo levanta y yo me estremezco.
—Necesito escucharlo, Jackie.
—¡Joder, papá! Te perdono, ok. ¿Puedes guardar el arma ahora?
—Te quiero, Jackie —. Levantando el arma, se la mete en la boca y
aprieta el gatillo, lanzando sus dedos por todas las persianas detrás de él.
Yo también te quiero, papá.

150
Capítulo veintiseis
Jackson me llevará a una cita esta noche. Dijo que quería llevarme a un
nuevo restaurante de sushi que ya estaba recibiendo críticas. Por supuesto
que acepté. El Dr. Sweeney estaría orgulloso de que podamos hacer otras
cosas además de tener relaciones sexuales.
Cuando apagué el secador de pelo, escuché gritos en la otra habitación.
Poniéndolo en el mostrador, me cole descalza en la sala de estar de Jackson.
El aire fue sacado fuera de mi estómago cuando vi a la Perra de Nadia
acercándose a Jackson.
—Jackie, por favor no me hagas firmar estos papeles. Podemos
resolverlo —le rogó.
—Nadia, no. Lárgate de mi casa. No puedo mirarte. Firma los putos
papeles y déjame vivir mi vida sin que la envenenes.
Ella se acercó a él y lo acunó entre las piernas. Antes de que él siquiera
tuviera la oportunidad de alejarla, atravesé la sala de estar hacia ella, viendo
rojo todo el camino.
La derribé al suelo y comencé a golpearla con los puños. Sus manos
encontraron mi pelo e intentaron arrancarme de ella. Le arañe las manos y
ella aulló cuando saque sangre.
Fuertes brazos se engancharon debajo de mí y me arrancaron de ella.
Traté de luchar contra él para volver a ella, pero él me abrazó.
—¡Perra! ¡Eres una puta que destruiste su hogar! — le grité a ella.
Nadia se puso de pie. Lucia demacrada y agotada, ya no era la mujer
equilibrada que estaba parada aquí hace unos minutos.
—¡Controla a tu perra, Jackie! Eres la destruye hogares. ¡Estás
durmiendo con MI MARIDO! —ella escupió.
Traté de volver a ella, pero Jackson me abrazó con fuerza.

151
—Nadia, es hora de que te vayas. No eres bienvenida aquí. Nada de lo
que digas o hagas me hará cambiar de opinión. Ahora vete antes de que llame
a la seguridad del edificio.
Lanzándome una mirada más que maliciosa, agarró su bolso y salió
cerrando la puerta detrás de ella.
—Lo siento mucho. Ella es uno de los esqueletos en mi armario que no
desaparecerá —me abrazó por detrás. Mi pecho todavía se movía acelerado
por nuestro altercado de antes —. Eres tan caliente cuando estás enojada —
susurró en mi pelo. Sus manos se deslizaron debajo de mi vestido y
acariciaron círculos en el exterior de mis muslos. Y, como siempre, me fundí
con su toque.
Estaba bastante segura de que me iba a doblar y volvería a follarme
sobre el respaldo del sofá. En cambio, me sorprendió al levantarme en sus
brazos. Me llevó a su habitación y me sentó en la cama. Arrancando su
camiseta, reveló su pecho musculoso haciéndome quererlo de inmediato. Se
desabrochó Los jeans y los dejó caer al suelo. Sus boxers lo siguieron poco
después. Mis ojos se posaron en su polla que estaba dura y lista para la
acción.
Agarrando el dobladillo de mi vestido, lo deslizo sobre mi cabeza y se lo
arrojo. Se rio de mi felicidad, pero gruñó rápidamente una vez que se dio
cuenta de que no tenía nada debajo del vestido.
—Maldición, mujer —gimió de placer, arrastrándose sobre mí, besando
mi cuello. Me rocío de besos mi cuello, senos y abdomen.
Cuando me miró con esos ojos marrones, casi lo pierdo.
—Hazme el amor.
Asintiendo, se colocó en mi entrada y se deslizó en mi núcleo ya
húmedo. Sus labios se encontraron con los míos y nuestras lenguas bailaron
con su propia melodía. Los empujes fueron lentos y deliberados, haciendo que
mi orgasmo se burlara de mi alcance. Succionó mi labio en su boca y gemí
ruidosamente.
—Eres tan hermosa justo ahora —admiró mientras presionaba su frente
contra la mía.
Sus embestidas se aceleraron al igual que la proximidad de mi clímax.
Se estrelló sobre mí y mi cuerpo tembló por la intensidad. Mis ojos se
cerraron, y sentí su liberación segundos después.

152
Cuando volví a abrir los ojos, me estaba mirando con tanta intensidad.
Le sonreí.
—Andi, jodidamente te amo —no había rastro de humor o burlas. Su
frágil alma se reflejaba en esos ojos color chocolate. Me encantó ver este lado
de él.
—Yo también jodidamente te amo.

LOS DÍAS OSCUROS DE JACKSON…


—¡No! —Jordan me grita por teléfono. Estoy llorando como un bebé. No
puedo mirar su cuerpo desplomado sobre su escritorio, con el cerebro salpicado
por todas las cortinas.
—¡Jordi, mierda! Jodidamente lo vi poner una pistola en su boca y
apretar el gatillo. Está muerto, Jordi —lloré en el teléfono.
—Mamá…— se detuvo. Ambos estamos susurrando en el teléfono,
preocupándonos en silencio por como esto podría afectarla.
—Hombre, te necesito aquí. Estoy a punto de perderlo. Los policías están
en camino, pero necesito a mí hermano.
—No puedo verlo así — susurró en el teléfono.
Mis ojos recorren el cuerpo de mi padre y rápidamente miro hacia otro
lado.
—No tienes que hacerlo. Yo solamente te necesito. Necesitamos ser
fuertes antes de que mamá regresé a casa. Por favor, Jordie. Date prisa.
—¿Fue papá? —él me pregunta. Sé lo que quiere decir. Quiere saber si
fue papá quién se acostó con Nadia.
—Si hombre. Los atrapé en el acto. Estaba jodidamente enfermo.
—Eso está jodido, Jackson. Lo siento mucho. Espera, estoy en camino.

153
Capítulo veintisiete
El restaurante era elegante y moderno. Acabábamos de terminar
nuestra deliciosa cena y estábamos tomando un poco de sake, disfrutando de
nuestra cita. Este nuevo restaurante de sushi sería uno de mis favoritos con
seguridad. Era terriblemente caro, pero definitivamente valió la pena.
Jackson se veía sexy como siempre, su cabello oscuro perfectamente
peinado en su cabeza. Su camisa ajustada que se estiraba sobre su pecho
esculpido hizo cosas locas en mi interior. Debajo de sus pestañas oscuras,
sus ojos color chocolate se encontraron con los míos. La intensidad en sus
ojos me aseguró que le hice cosas similares a sus entrañas también.
—Entonces, ¿qué era lo tuyo? El Dr. Sweeney me hizo encontrar un
hobby para ayudar a superar a Bray. ¿Qué hobby encontraste? —le pregunté.
Sus ojos se oscurecieron. Me di cuenta de que no quería decirme pero
que lo haría de todos modos. Suspiró y se aclaró la garganta.
—Realmente no quiero decírtelo porque es un poco vergonzoso.
Mi curiosidad estaba a punto de matarme. Absolutamente necesitaba
saber lo que hizo.
—¡Dime Jackson! Prometiste que te abrirías.
Suspiró una vez más, realmente demorándose. Sus ojos se clavaron en
la míos, su rostro completamente serio.
—¿Recuerdas todas esas veces que cierro la puerta de mi oficina? —el
cuestionó, todavía demorándose.
¿Porno extravagante como hábito? Cualquiera que sea su hobby,
podríamos lidiar con eso juntos.
—Continua Jackson. Dime. No te avergüences. Sólo soy yo.
Se palmeó la cara, y luego me inmovilizó con su dura mirada. Mierda.
Esto era malo, sea lo que sea. Me preparé. Lo que fuera, no me importaría. Él
era mi hombre y lo amaba.

154
—Soy administrador de un sitio web…— se detuvo, dudando de nuevo.
Mi dulce Jackson tenía un sitio porno. Maldición. El continuó su explicación
—Soy administrador de una página web para el club de fans de Harry Potter
—finalmente dejo salir.
¿Perdón?
—Espera, ¿Qué?
—Andi, esos libros son increíbles. En nuestra página hacemos podcast,
publicamos memes divertidos, señalamos errores en las películas que no
coinciden con los libros…
Seguía hablando, pero lo desconecté por completo. El gran y cruel
Jackson era un nerd de Harry Potter. El brillo en sus ojos mientras escupía
nerviosamente todo lo que hacía en su página web era infantil y adorable,
haciendo que mi corazón se llenará de orgullo. La emoción en su voz me hizo
romper en una gran sonrisa.
—Jackson —le dije, interrumpiéndolo —¿Debo admitir que nunca he
leído los libros? Vi una película y me quedé dormida.
Sabía que eso lo enojaría pero valió la pena.
Su rostro estaba lleno de conmoción, como si acabara de insultar a su
madre. Arrojando un puñado de dinero sobre la mesa, salió de la cabina y me
agarró de la mano, sacándome. Me arrastró apresuradamente desde el
restaurante.
—¡Oye! ¿A dónde vamos? —pregunté, riéndome de su comportamiento.
—La librería. No puedo permitir que mi mujer no sea educada sobre
todas las cosas de Harry Potter. Si tenemos alguna esperanza de que está
relación sobreviva, vas a leer esos malditos libros —me sonrío.
Me reí todo el camino a la librería.

Jackson apilo los libros sobre el mostrador en la caja registradora. Me


recordaba a un niño. Era increíblemente adorable. Descubrir cosas nuevas

155
sobre él me hizo muy feliz, incluso las cosas completamente aleatorias e
inusuales.
—¿Encontraste todo lo que buscabas? —preguntó la cajera.
El prácticamente le gruñó y ella se estremeció. Maldición Jackson.
Tranquilo, amigo.
—No. ¿Cómo puedes no tener Harry Potter y el cáliz de fuego? Una de
las series más populares del mundo y te falta el cuarto libro. ¿Quién está a
cargo de ordenar por aquí? —exigió seriamente. Explote riéndome de él y la
cajera me miró nerviosamente, sin saber que pensar de nosotros.
—No le haga caso. Está obsesionado con Harry Potter. Una vez que se
dé cuenta de lo lento que leo, pronto se dará cuenta de que tenemos mucho
tiempo para ordenarlo en línea y que sea enviado.
Todavía estaba molesto por el libro, pero ya no hostigaba a la pobre
mujer.
Una vez que volvimos al auto con nuestro botín, me burlé de él.
—Cielos, Jackson. ¿Qué pasa si no me gustan tus libros? ¿Vas a
romper conmigo?
—Lo vas a amar. J.K Rolling es una genio —prometió. Él era muy lindo.
Incluso si odiaba los libros, nunca se lo haría saber. Era una parte
importante de él y eso me encantaba. Harry y yo estábamos a punto de
convertirnos en mejores amigos.
Abrí la bolsa y los miré. Claro, no teníamos el libro cuatro, pero
teníamos el resto de ellos más tres libros complementarios. Sería fácil
comprarlo en Navidad. Tiró de un libro en su mano y se puso a admirando.
Deslizando mi mano por su muslo, acerqué mi boca a su oído y lo
mordisqueé. Se tensó debajo de mí.
—Estoy un poco celosa de esta chica J.K. Rolling. Pareces estar mucho
más interesado en ella que en mí —bromee mientras le chupaba el lóbulo
entre los dientes.
Jadeó y lo escuché arrojar el libro. Sus manos me llevaron a su regazo,
y una de ellas se coló debajo de mi vestido. Deslicé mis piernas a cada lado de
él, dando a sus dedos un mejor acceso. Dos de ellos se deslizaron dentro de
mí fácilmente ya que todavía estaba desnuda debajo de mi vestido y gemí.

156
Esperaba que hubiera presionado el botón para dar privacidad entre nosotros
y George.
Monte su mano cuando me follo con sus dedos y se sentía increíble. Su
otra mano bajó el escote de mi vestido, liberando mis senos. Se inclinó hacia
adelante y me chupó un pezón. Mi coño se apretó alrededor de sus dedos, lo
que solo lo ánimo a empujarlos más fuerte contra mí.
Mi cuerpo se convulsionó cuando mi orgasmo se estrelló contra mí. Sus
dedos permanecieron en mi interior mientras su pulgar se deslizaba sobre mí
clítoris. Me estremecí ante su toque. Le hizo cosas locas a mi cuerpo. Cuando
me hizo correrme una vez más, suspiré alegremente y le eché los brazos al
cuello.
—Eres la única que me interesa. Todo lo demás falla miserablemente en
comparación contigo —me susurró.
Toma eso J.K. Rowling.

LOS DÍAS OSCUROS DE JACKSON…


—¿Richard? ¿Por qué está la policía aquí? —mamá frenéticamente llamó
desde la puerta principal. Jordan y yo nos levantamos del sofá. Cuando su
rostro ve el mío, ella llora y cae al suelo. No sé cómo lo sabe, pero lo sabe.
Nosotros corremos hacia ella y los tres sollozamos. Me estoy aferrando a mamá
y Jordan nos abraza a los dos.
—Necesito verlo —grita ella, intentando ponerse de pie. Jordan y yo la
mantenemos quieta.
—No. Mamá, no puedes. Lo siento mucho —le digo con tristeza. Ella
comienza a maldecirnos y a taparme, así la dejaría ir pero no lo haré. Al igual
que no dejaría que Jordan viera, no dejaré que mi madre vea. Desearía poder
sacar esas horribles imágenes de mi mente y quemarlas. No hay forma de que
mi familia tenga que soportar esa escena almacenada en su memoria.
Finalmente se da por vencida en su intento histérico de escapar de mis
brazos y me deja abrazarla.
—Muchachos lo siento mucho. Lo siento muchísimo.
Yo también, mamá. Yo también.

157
Capítulo veintiocho
El sol de la mañana se filtró en mi habitación y cubrió su duro cuerpo
dormido. Era bastante hermoso, especialmente en aquella forma tan pacífica.
Me deslicé de mi cama, tratando de no despertarlo. Su suave respiración me
hizo saber que todavía estaba felizmente dormido. Cogí mi cámara de la
cómoda y tomé una foto. Desde otros ángulos, capturé las tomas que quería.
Era como si tuviera un ángel de cabeza oscura en mi cama y era hermoso.
Cuando subí a la cama para obtener un mejor ángulo, sus ojos se
abrieron de repente y su mano salió disparada y agarró mi muslo. Me sonrío,
luciendo imposiblemente más hermoso y le tomé otra foto.
—¿Qué clase de persona espeluznante toma fotos de personas
durmiendo? —me preguntó, riéndose de mí.
—Tomo fotos de cosas hermosas y tú eres una de esas cosas hermosas.
Quitándome la cámara, comenzó a tomarme fotos mientras intentaba
tirar de las sábanas sobre mí cuerpo desnudo.
Sus ojos recorrieron mi cuerpo y cuando se encontraron con los míos de
nuevo, estaban ardiendo. Jadee ante su mirada acalorada y él robo una foto
más antes de colocar la cámara en la mesita de noche.
—También eres una cosa hermosa, lo sabes. Todos los días todavía
estoy sorprendido de que seas mía. Todavía sorprendido de que me elijas
entre todos. Estoy roto, pero me quieres de todos modos. Eso te hace perfecta
ante mis ojos —reveló, bajando sobre mí cuerpo y besando suavemente mis
labios.
—¿Me estas tomando el pelo, Jackson? Yo también estoy rota. Eso es lo
que nos hace perfectos, somos el uno para el otro. Entendemos el dolor del
otro. Nos hace más fuertes. Agradezco a Dios todos los días por la forma en
que sucedieron las cosas, porque si no lo hubieran hecho, nunca te habría
encontrado. Cuando te miro, Jackson, puedo ver tú alma. Espero que cuando
me mires también puedas ver la mía. Eres todo lo que siempre he querido.

158
Sus ojos vulnerables se encontraron con los míos de nuevo y nos
miramos fijamente viendo el alma del otro de esa manera que era única para
nosotros. Se colocó entre mis pliegues y se deslizó fácilmente. Sus ojos nunca
dejaron los míos mientras lentamente bombeaba en mí interior. Esto no era
sexo o hacer el amor. Esta era la unión de dos almas rotas, formando una
sola fuerte y perfecta.
Cuando finalmente nos vinimos al mismo tiempo, una lágrima escapó
de mi ojo. La limpió con el pulgar y me besó suavemente en los labios otra
vez.
—Te amo, Andi.
Este momento era uno que deseaba poder embotellar y reservar para un
día lluvioso.
—Yo también te amo, Jackson.

—¿Jordan estará allí? —le pregunté a Jackson cuando bajamos por la


calle de su madre.
—Se supone que debe hacerlo y también Pepper —respondió,
mirándome y ambos nos reímos. Todavía era discutible si Pepper estaría allí o
no. Ella no parecía emocionada ante la idea de cenar con él y su familia.
Jordan era imparable cuando se trataba de ella. Sólo esperaba que le gustará
tanto como pensaba que le gustaba. Si alguna vez decidiera romper su gélido
exterior, Jordan valdría la pena.
George detuvo el coche y salió con nosotros. Trish insistió en que se
uniera a nosotros para la cena. Honestamente, pensé que ella era dulce con el
adorable hombre británico.
Entramos y el olor a carne asada se arremolinó a mí alrededor, al
instante haciendo que mi estómago gruñera. Jackson se rio a mi lado y le di
un codazo en las costillas.
—¡Adelante, entren todos! El asado está casi listo. ¿Puedo ofrecerles a
todos un poco de vino? —Trish preguntó mientras se movía por la cocina.

159
Todos aceptamos su oferta y vimos como ella terminaba la cena.
—¿Dónde está Jordie? ¿Planea venir? ¿Traerá una cita? —ella preguntó,
con voz esperanzada.
—No estoy seguro, mamá. Lo último que se es que planeaba venir e iba
a traer a la compañera de cuarto de Andi. Sin embargo, nunca se sabe con él.
Ella sonrió y nos entregó nuestras copas. Las tomamos mientras Trish
le preguntaba a George si quería ir a la iglesia con ella mañana. Jackson
levantó una ceja sobre su copa de vino y sonreí.
—¿Mamá? ¿Dónde está mi mujer favorita? —la voz de Jordan retumbó
desde la sala de estar. Su rostro se iluminó mientras corría desde la cocina.
Me encantaba lo cercana que era esta familia. Estaba muy lejos de parecerse
a la mía. Entramos en la sala de estar para ver a Jordan abrazando a Trish.
—Todavía estoy molesta contigo, Jordie. No has venido a visitarme en
semanas, Jackson definitivamente se mudó al primer lugar de hijo favorito —
bromeó.
Jordan le sonrió y le entregó una caja de bombones Godiva.
—¿Quién es tu hijo favorito ahora? —preguntó mientras ella gritaba,
agarrando la caja de él. Todos nos reímos de ellos.
Un golpe en la puerta principal llamó nuestra atención, y Jordan
extendió la mano detrás de él y la abrió. Su sonrisa era enorme cuando le
indicó a Pepper que entrara. Ella frunció el ceño, pero sonrío cuando me vio.
Jordan las presentó.
—Mama, está es la compañera de cuarto de Andi, Pepper. Pepper, está
es mi madre, Trish —. Pepper dejó escapar un gritó de sorpresa cuando Trish
la atrajo para un abrazo. Ella aprendería que esta era una familia cariñosa,
especialmente Jordan y su madre.
—Es un placer conocerte, Pepper. Eres una chica tan encantadora.
Perfecta para mi Jordie —elogió mientras la dejaba ir. Pepper comenzó a
protestar, pero Trish la interrumpió —. El asado está listo.
Trish entró corriendo a la cocina, George la siguió.
—¡Esto no es una cita! —le siseó a Jordan una vez que Trish estuvo
fuera del alcance del oído. Él solo le sonrió, enojándola aún más.

160
Jackson y yo intentamos reprimir nuestras sonrisas, pero fue difícil.
Había tanta tensión sexual saliendo de esos dos. Pepper necesitaba superarlo
porque estaba absolutamente segura de que ella lo disfrutaría una vez que lo
hiciera.
Ella nos fulminó con la mirada.
—Tengo un lugar en el que estar en una hora, así que terminemos con
esto.
Se fue pisoteando a la cocina detrás de Trish, y nos dejó a los tres
riéndonos detrás de ella.
Trish se superó una vez más. El asado fue sorprendente. Cuando sacó
el pastel de chocolate, casi me morí y fui al cielo. Fue fabuloso. La cena fue
sorprendentemente bien, e incluso Pepper sonrío algunas veces ante las
elaboradas historias de Jordan sobre él y Jackson. Cuando Trish nos ofreció a
todos un poco de café, Pepper se levantó.
—Gracias, Trish, por la cena. Fue maravillosa. Sin embargo, debo
ponerme en marcha ahora. Mi papá me llevará al cine más tarde.
—Oh, cariño, de nada. Por favor vuelve de nuevo. Me encanta lo llena
que está mi cocina en este momento. No hemos tenido tantas risas en esta
casa en bastante tiempo.
Jordan se levantó para acompañarla a la puerta principal. Desde mi
posición, pude verlos parados en la puerta. Discutían en voz baja. Esos dos
eran imposibles. De repente, Jordan tomó sus mejillas entre sus manos y la
atrajo para un beso apasionado. Me quedé boquiabierta, mientras le daba a
Jackson un codazo para captar su atención.
El beso duró unos minutos, y pude ver a Pepper derritiéndose en sus
manos. Pero de repente, su cuerpo se tensó y ella se apartó. Su mano voló
hacia él, abofeteándolo con fuerza en la mejilla. Jackson y yo jadeamos.
Jordan tomó su mano, pero ella la arrebató y salió corriendo por la
puerta principal.
¿Qué demonios acababa de pasar?
Enojado, Jordan se dio la vuelta y volvió a la cocina.
—Esa chica es imposible —resopló, mientras se recostaba en su silla.

161
Todos nos sentamos en silencio por un momento antes de que George
cambiara de tema y comenzara a hablar sobre el concierto de Elton John que
se suponía que iba a dar pronto en Central Park.
La mandíbula de Jordan de apretó y aflojó continuamente. No podía
creer que Pepper estuviera tan en contra de salir con él. Cuando llegara a
casa, iba a preguntarle porque estaba siendo tan difícil.

LOS DÍAS OSCUROS DE JACKSON…


—Su padre era parte de algunos negocios no tan legales. Incluso puede
haber algunas compañías fantasmas involucradas. Ahora que falleció, uno de
los hombres con los que hizo algunos negocios quiere saber dónde está su
parte. Este hombre, Lou Jennings, es bastante influyente así que tenemos que
ir con cuidado con esto. No le sentará bien si lo ignoramos. Quiere llegar a un
acuerdo, pero será caro. Otras dos empresas más pequeñas también han
presentado denuncias contra Compton Enterprises. Están dispuestos a retirar
la demanda si ustedes pagan el dinero que supuestamente les debe está
compañía. Podemos intentar luchar contra todos ellos en la corte, pero me temo
que abrirá una enorme lata de gusanos con los que está compañía no puede
permitirse el lujo de tratar —nos dice el abogado de nuestra compañía, Joel
Dickinson.
Jordan está visiblemente enojado. Él vive y respira por esta compañía,
por lo que esto no solo lo sorprende, sino que también lo enoja. Papá sigue
jodiendo con nosotros, incluso desde la tumba.
—Entonces, ¿Lo que nos está diciendo es que tenemos que pagar o que
nuestra empresa estará arruinada con demandas? —le gruñe a Joel.
Sin inmutarse, Joel asiente con la cabeza.
—Si, eso es exactamente lo que estoy diciendo. Desafortunadamente,
Richard los dejó con un gran desastre. No sé en qué estaba exactamente
involucrado, pero esto podría arruinar la empresa si no cooperan. El señor
Jennings tiene mucho dinero y podría hacer de sus vidas un infierno.
Me frotó la cara con las manos. Finalmente, Jordan golpea su bolígrafo
sobre la mesa.
—Organiza la reunión, Joel. Intentaremos negociar algo con este imbécil.
Estoy listo para seguir adelante. Está es nuestra compañía ahora y manejamos
las cosas de manera diferente.

162
Capítulo veintinueve
Jackson tenía su ordenador portátil instalado en el apoya brazos del
sofá mientras contestaba mensajes en su página web. Mi cabeza descansaba
en su regazo mientras leía el primer libro de la serie. Resultó ser mejor que la
película y estaba teniendo problemas para dejarlo. Bajó una mano hacia mi
pelo y gentilmente lo acarició. Este momento era sereno y glorioso.
Cuando sonó su teléfono, lo sacó de su bolsillo.
—Hola Jordie. ¿Qué pasa? —contestó.
Los gritos podían oírse a través del teléfono. Jackson se puso tenso y se
sentó. Me alejé de él y traté de escuchar lo que estaba pasando porque lo
tenía hecho un manojo de nervios. Me miró y salió volando del sofá hacia su
habitación, cerrando la puerta detrás de él.
Lo que sea de lo que estaban hablando lo hizo enojar. Pude oírle gritar
de nuevo a Jordan. Mi estómago se revolvió porque había vuelto a ser el frío
Jackson cuando saltó del sofá. Podía sentir el cuchillo en la herida de la que
había hablado el Dr. Sweeney. Parpadeando alguna lágrima, traté de leer un
poco más de mi libro.
Finalmente, después de un momento de silencio, decidí ir a ver a
Jackson. Abrí la puerta y lo encontré sentando en la cama, pasándose la
mano por el pelo. Parecía que todavía estaba hablando por teléfono, pero solo
estaba escuchando a Jordan. Comencé a retroceder para darle privacidad.
Sus fríos ojos se encontraron con los míos y me miró.
—¿Qué mierda, Andi? Vine aquí para hablar en privado con Jordan.
¡Estás siendo una maldita fisgona! —se dirigió hacia mi y me alejé de él,
odiando la mirada en sus ojos. La puerta se encerró en mi cara y mi corazón.
Las lágrimas comenzaron a caer por mi cara mientras recogía
temblorosamente mi libro y mi bolso. Me deslicé por la puerta principal y corrí
hacia el elevador. Una vez abajo, corrí por la calle y llamé a un taxi. En el
viaje de regreso a mi apartamento, lloré histéricamente en el asiento trasero.
El taxista, que era de Nueva York y lo había visto todo, ni siquiera se
estremeció ni me miró preocupado.

163
¿Por qué Jackson me estaba excluyendo de nuevo? Pensé que habíamos
pasado todo esto. Ahora sabía sus secretos, así que ¿por qué demonios me
estaba haciendo esto otra vez?
Una vez que regresé a mi apartamento, suspiré aliviada de que Pepper y
Olive no estuvieran allí. Quería algo de tiempo a solas. Al entrar en mi
habitación, dejé mis cosas y cerré la puerta. Me acerqué a mi cama y me
senté.
Al ver mi cámara, extendí la mano y comencé a escanear las imágenes.
La primera era una foto mía. Mi boca estaba abierta y mi pezón se asomaba
por encima de la parte superior de la sábana. En realidad, me veía hermosa y
feliz allí. Una lágrima corrió por mi mejilla. Las siguientes eran de mi riendo.
Cuando llegué a la próxima, me dolió el estómago.
Jackson me estaba mirando, sonriendo. Sus barreras habían bajado y
era mío en esa foto. Ese era el Jackson que conocía. Frío Jackson era un
imbécil, pero también lo extrañaba. Las siguientes dos fotos eran de él
durmiendo, y era increíblemente hermoso. ¿Por qué insistió en alejarme?
Nuevas lágrimas rodaron por mis mejillas. Estaba llorando en voz alta
cuando la puerta de mi habitación se abrió, revelando a mi hermoso y enojado
Jackson. Se precipitó hacía mí y me tiró de la cama a sus brazos.
—Lo siento mucho, Andi. ¡Todo lo que hago es joderlo! Jordan me sacó
del transe en el que estaba colgándome después de gritarte. Todo se precipitó.
Fui un imbécil contigo. Es por eso que no te merezco. La cago demasiado.
Cuando te fuiste, mi corazón de mierda se rompió en pedazos. No puedo vivir
sin ti, Andi —me reveló apretándome más contra él.
No le respondí. Simplemente seguí llorando en su pecho.
—No quise excluirte. Todavía estoy aprendiendo aquí. La compañía está
pasando por una mierda grado seis en este momento. Podríamos ser
demandados por varias compañías diferentes. Si no nos rendimos
particularmente con este imbécil, Lou Jennings, nuestra compañía está en
grave peligro. Quiere una cantidad ridícula de dinero. Si le pagamos lo que él
siente que se le debe, nos pondrá en un gran problema financiero. Es un
desastre complicado y estamos estresados al máximo al respecto. Lamento
muchísimo haberte alejado en lugar de permitirte estar allí conmigo para eso.
Su confesión calentó mi alma, a pesar de que me sentía mal por lo que
estaba pasando. Él me amaba, pero aún le costaba abrirse. Podríamos
trabajar a través de eso.

164
—Te amo, Jackson. Más que nada, necesito que seas honesto conmigo.
No me dejes fuera. Quiero estar ahí para ti en lo bueno y lo malo.
—Dios, Andi. Te quiero mucho. Prométeme que no me volverás a dejar.
La próxima vez, sólo golpéame en el estómago porque me lo merezco.
—¿Qué tal si recupero el tiempo perdido? —bromeo y lo golpeo con
fuerza en el estómago. No debe haber sido demasiado fuerte porque su risa
retumbó por la habitación. Era música para mis oídos.
Me puse de puntillas y lo besé, perdonándolo una vez más. Siempre
perdonaría a este hombre. Y mientras caíamos a la cama en los brazos del
otro, besándonos salvajemente, pasamos el resto de la tarde haciendo a la
perfección el amor imperfecto.

165
Epílogo
Jackson
Unas semanas después…
—Andi, tengo que mostrarte algo —la llamé desde mi oficina. Entró
cerrando la puerta detrás de si y le puso el seguro. Sus piernas largas y sexys
salían debajo de su corta falda de traje. Mi mirada se deslizo por sus piernas.
Sus pechos turgentes se asomaban por la parte superior de su blusa debajo
de su chaqueta. Mis ojos aterrizaron allí y tuve dificultades para mirar a los
suyos.
Cuando finalmente llegan a su cara, veo que me sonríe y mi corazón se
hincha. Esta mujer divertida, inteligente y hermosa me pertenecía. Le devolví
la sonrisa y le indiqué que se acercará.
—¿Qué pasa, señor Compton? ¿Ha creado nuevos memes de Harry
Potter que necesito ver? —ella era tan jodidamente caliente cuando se burlaba
de mi.
—Ven aquí sabelotodo —gruñí.
Ella se rio y se paró a mi lado, mirando la pantalla de mi ordenador. Su
risa murió cuando leyó el correo electrónico.
—¡Jackson! ¡Esas son fantásticas noticias! —chilló, saltando a mi
regazo. Acababa de recibir el correo electrónico de mí abogado. Mi divorcio era
definitivo.
Me besó con fuerza en los labios y de repente, quise celebrar con mi
mujer. La puse delante de mí. Sus ojos llenos de calor se encontraron con los
míos y se lamio los labios. Jodidamente quería saltar sobre ella cada vez que
hacía eso. Mi polla se hinchó contra mis pantalones.
Rápidamente, la hice girar y la empujé sobre mí escritorio. Sus manos
empujaron unos papeles al suelo y sonreí cuando recordé nuestra primera
sesión caliente juntos sobre el escritorio de Ian. El largo cabello rubio caía

166
delicadamente a su alrededor. Ella era aún más hermosa que la primera vez
que la folle así.
Agarrando la parte inferior de su falda, la subí sobre sus caderas,
revelando su culo pálido y perfecto. Mi polla palpitó una vez que me di cuenta
de que hoy no llevaba bragas. Me volvía loco cuando hacía eso. Pasaba la
mitad del día preocupándome de que alguien pudiera echar un vistazo
accidentalmente y la otra mitad del día queriendo meter mi polla en ella.
Hacía difícil trabajar en esas condiciones.
Deslicé uno de mis dedos en su cuerpo, y gimió. Ella siempre estaba tan
mojada y lista para mí. Nunca podría tener suficiente de ella. Sabiendo lo que
le gustaba, golpeé su trasero con mi mano libre. Ella gimió de deseo,
empujando su trasero más cerca de mí. Afortunadamente todos, incluidos
Bray y Jordan, ya se habían ido a casa.
Su mejilla pálida ahora se estaba volviendo de un tono rosado intenso y
estaba a punto de venirme en mis pantalones porque me excitaba mucho.
Golpeé el lugar otra vez, esta vez más fuerte como le gustaba. Ella gimió de
placer.
—¡Sí! ¡Jackson!
Su culo era rojo brillante en este punto. Justo cuando estaba a punto
de deshacerse en su orgasmo, le saque el dedo. Ella se estremeció ante la
perdida. Sacándome los pantalones tan rápido como pude, admiré su cuerpo
sexy mientras me esperaba. Mi vida era perfecta estando con ella.
Alineando mi polla contra su abertura, me burle de ella mientras me
sumergía solo un poco.
—Jackson, por favor —rogó. Al no poder resistirme, me estrelle contra
ella. Gemí y ella gritó. Al entrar y salir de su interior, podía sentir que estaba
a punto de perder el control. Alcanzando a su alrededor, froté su clítoris y
ayudé a que su orgasmo llegará rápidamente ya que el mío estaba a punto de
estallar.
Sus respiraciones eran rápidas y desiguales. Finalmente gritó mi
nombre cuando sentí su coño apretarse deliciosamente alrededor de mi polla,
enviando mi propia liberación ardiendo a través de mí.
Éramos jodidamente increíbles juntos. Lo que comenzó como un fin de
semana de diversión se convirtió en más de lo que podría haber imaginado.
Diría que definitivamente ella ganó aquel juego porque estaba perdido sin ella.

Fin.
167
Agradecimientos
¡Todo esto de convertirse en una autora ha sido un viaje en montaña
rusa! Todo lo que se necesitó fue una conversación con una amiga de la
infancia, Kim Easton, en una firma de libros para lanzarme al mundo de la
escritura. Claro, siempre tuve un don para escribir cuando se trataba de
tareas escolares, pero esta fue la primera vez que intenté hacerlo de una
manera divertida y creativa. Una vez que encendí el fuego, me volví loca.
Estaré por siempre agradecida de que encendiera el fósforo y me dijera que
“corriera”.
También quiero agradecer a mis lectores beta, que además son mis
amigos. Leann Jester, Mandy Abel, Star Prive y Erica Thompson, ustedes me
brindaron un apoyo INCREÍBLE. Señalando áreas que no funcionaban y
destacando partes que amaban, ayudó a aumentar la confianza que
necesitaba para terminar lo que había comenzado. No puedo agradecerles lo
suficiente y espero enviarles más de mis historias en el futuro.
Durante este viaje, hice algunos amigos fabulosos en línea (no son
psicópatas, mamá) que me ayudaron a guiarme en el camino. Sé que tendré
que tomar un avión a Australia para verte, Mareé Hunter, mi “hermana de
otra madre” y darte un fuerte abrazo. Cuando encontré un encantador grupo
de autores establecidos en Facebook, casi me orino los pantalones cuando
¡Me invitaron a unirme a su club súper secreto! El Indie Romance Authors
Corner me mostró las cuerdas en cada paso del camino. ¡Las amo chicas!
Muchas gracias a mi mejor amiga de NKOTB, Jacqueline Ayres. Hubiera
dormido mucho más si nunca te hubiera conocido, pero nunca habría
encontrado a alguien tan sucio como yo. Es bueno compartir mi
“investigación” contigo.
Robin en Wicked by Design, me ofreciste una portada increíble de la
que puedo estar orgullosa. Hiciste el proceso sin problemas y fácil, saltando
sobre aros de fuego para cumplir con mis locos plazos. Mickey, mi fabuloso
editor de I'm a Book Shark, sin ti, mi historia tendría alrededor de 1376
comas menos y mis personajes estarían abusando excesivamente de la
palabra “dijo”. Gracias no solo por venir a ayudarme en un apuro y

168
devolverme mi historia tan rápido que mi cabeza giró, sino también por
ayudar a mi novela a mejorar.
Wendy Shatwell, jefa de creación de Bare Naked Words, gracias por
mejorar mi libro y tomar mi mano desde el Reino Unido.
Muchas gracias a mi maravilloso esposo, Matt. Sin ti, no hubiera podido
hacer posible este sueño, ya que llevó mucho tiempo y dinero. No solo
escribiste cheque tras cheque cuando “necesitaba” algo más para mi libro,
sino que también mantenías a los niños alimentados y bañados. ¡Aprieta esas
correas porque no tengo planes de parar pronto!
Por último, gracias a todos los maravillosos lectores que están
dispuestos a escuchar mis historias y disfrutar de mis personajes como yo.
¡Significa el mundo para mí!

169
Siguiente libro
Pepper es una perra, y está orgullosa de
ello. Ella tiene una gran familia, las mejores dos
amigas que una chica podría pedir y la carrera
que siempre quiso. Pero la cadena se termina
ahí. Aparte de las personas más cercanas a ella,
carece por completo del departamento
sociable. Debido a su personalidad sarcástica,
maliciosa y llena de actitud, es inaccesible, en
el mejor de los casos.
Pepper aprendió en la escuela secundaria
que tienes que protegerte, un apuesto demonio
le enseñó eso de la manera difícil. Y ella lo hace
alejando a los pretendientes. La mayoría de
ellos son patéticos, carecen por completo del
departamento de cerebros. Tener citas no es
algo que ella quiera o necesite, ¿o sí?
Jordan trabaja duro, manejando el
legado de su padre. Un legado que puede estar
cayendo rápidamente en picada. Junto con su
hermano Jackson, trabajan para volver a la
vida a su compañía. No tiene tiempo para salir,
hasta que conoce a Pepper. Para Jordan, Pepper es un enigma: una nueva
ráfaga de aire fresco para su estresante vida. Es inteligente, atrevida y sexy
como el infierno: la distracción perfecta. Jordan no se detendrá ante nada
para reclamarla.
¿Pero Pepper se dejará reclamar?
Con Jordan agrietando su frío corazón en cada encuentro, Pepper comienza a
preguntarse quién es realmente: ¿la Reina del hielo o la típica damisela en
apuros? El adorable hombre está derritiendo rápidamente su corazón y sus
bragas.
Una cosa es segura: con Jordan, Pepper luchará por mantener la única
personalidad con la que se siente segura.
¿Será él quién libere su corazón de la gélida fachada y arregle las
cosas? ¿O las cosas irán terriblemente mal?

170
Sobre la autora
K. Webster es la autora bestselling
de USA today. Sus títulos han
reclamado numerosas etiquetas
bestseller en múltiples categorías, están
traducidos a varios idiomas y se han
adaptado a audiolibros. Ella vive en
"Tornado Alley" con su esposo, sus dos
hijos y su perrito llamado Blue. Cuando
no está escribiendo, está leyendo,
bebiendo grandes cantidades de café e
investigando aliens.
¡Puedes encontrarla fácilmente en
Facebook, Twitter, Instagram, Pinterest y
Goodreads!

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