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RESUMEN
Este artículo presenta las estrategias del Estado republicano de la Nueva Granada en las provincias
del Cauca, para controlar los territorios de frontera, en los casos del valle del Patía, las inmedia-
ciones selváticas de Caloto - Palmira y los confines al sur del cantón de Almaguer, por medio
de la cooptación de los notables de aquellas poblaciones al nombrarlos funcionarios parroquiales
(alcaldes, jueces o comisarios de Policía) u oficiales de milicias. Esta estrategia, si bien permitió la
penetración de La República en las áreas de frontera, fue precaria, ya que dependió de la mediación
de los notables de las localidades, con lo cual la frontera como forma de organización social alterna
al modelo hegemónico, pervivió y se mantuvo como área conflictiva.
Palabras clave
Control social, Frontera, Jefes Naturales, Patrones, Broker
ABSTRACT
This article shows the Social Control Strategies established in the border territories of “Cauca De-
partment provinces” by “Nueva Granada” State in “Patia” valley, “Caloto” wild environs-“Palmira”
and the boundaries to the southern part of “Almaguer”. In this sense, it is showed how the seizing
of remarkable men from those villages was the mechanism by means of which the Republic pen-
etrated the mentioned areas by naming them clerical officials (Mayors, judges, or police superinten-
dents) or soldiering officials. That action allowing the presence of the Republic in the boundaries
was precarious, since it relied on the mediation of remarkable local people enabling the boundaries
to endure and stand firm as a way to an alternate social organization to the hegemonic model.
Key words
Social Control, boundary, natural chiefs, Patrones, Broker.
♣
Artículo Recibido en Noviembre de 2009; Aprobado en Febrero de 2010. Artículo de Investigación Científica.
Docente Departamento de Historia Universidad del Cauca. El presente trabajo forma parte de un avance
de proyecto de investigación titulado: “Estrategias de control social en el periodo republicano temprano, en
las provincias del Cauca, 1820-1851”, del grupo de investigación Organizaciones e instituciones, adscrito a la
Vicerretoria de investigaciones de la Universidad del Cauca. E-mail: leprado@unicauca.edu,co
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10
En el caso del rol de la ciudad de Popayán duran- 11
Utilizo el concepto de intermediario para designar
te las guerras de independencia, se caracterizó por aquellos sujetos de la comunidad, que recoge las de-
ser la línea de una frontera. Popayán marcó el pun- mandas de la base y las presenta ante las instancias
to de transición de un territorio pro-republicano y superiores; al mismo tiempo traduce las normas y
pro- realista. Después del puente de Calicanto al sur, exigencias de las autoridades al lenguaje cotidiano
e incluso antes, en el barrio de San Agustín, fue el de las comunidades para volverlas inteligibles y
inicio de una sociedad incomprensible para los pa- aceptables. La antropología norteamericana del si-
triotas, activamente realista. Este carácter de marca, glo XX, ha identificado este tipo de personaje en el
de frontera militar, se expresó en la constante forma Cacique, que se asocia a un hombre procedente de
en que Popayán cambió de bando a lo largo de los la misma comunidad, para el caso de la provincias
años en contienda. Conclusiones desprendidas de: del Cauca, también podía ser un foráneo, que estaba
CASTRILLON, Diego; 1971; Manuel José Cas- íntimamente vinculado con ella, Cfr: PEÑA, Gui-
trillón (biografía y Memorias, Tomo 2, Bogotá, llermo de la. “Los desafíos de la clase incómoda:
Biblioteca del Banco popular; ESPINOSA, José M; el campesinado frente a la antropología americanis-
1971; Memorias de un abanderado. Recuerdos ta”. En: LEóN-PORTILLA, Miguel (coord.); 2002;
de la patria boba, 1810-1819, Bogotá, Biblioteca Motivos de la Antropología americanista. Inda-
del banco popular, ver especialmente desde la pági- gación en la diferencia, México, FCE, 1ª reimpre-
na 79 en adelante esta interpretación. sión, pp. 134-166.
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alimentado por los conflictos que las nidades rurales determinadas por los
comunidades habían mantenido con vínculos con las haciendas. Dichas
grupos sociales que en la guerra, se unidades de producción, promovie-
habían alineado con el bando patrio- ron de manera espontánea mercados
ta12. Por lo anterior y por la propia en los días de misa en los alrededores
dinámica del conflicto promovido por de las capillas. Inclusive, la lógica de
los republicanos, persistió realismo erigir en muchos casos estas construc-
hasta fines de los años veinte. ciones anexas a la casa de la hacienda,
fue una acción promovida consciente-
Los territorios comprendidos entre mente por el propietario para atraer la
el río Párraga, el Palo y Cauca, que población suelta de las inmediaciones,
comprendían las jurisdicciones de las y, vincularla a formas laborales mas
ciudades de Cali, Caloto y la villa de sueltas. Por ello, en el caso de la suela
Palmira, también podrían describirse plana del valle muchos de los actua-
como zonas de frontera en los térmi- les municipios tuvieron su origen en
nos conceptualizados. Pero en este poblados que se articularon en torno a
caso, los poblados que se constituye- la capilla del hacendado14. Este hecho
ron se asentaron generalmente en las hizo que, si bien el territorio era una
inmediaciones de las haciendas de la frontera, existían formas de control
suela plana del Valle. Germán Col- social más tempranas que provenían
menares identificó esta dinámica de del régimen dominical del propietario
poblamiento como respuesta desde la y de los vínculos que él constituía con
segunda mitad del siglo XVIII a nue- las comunidades15.
vas formas de sujeción laboral alter-
nas a la mano de obra esclava13. Con- 14
Para citar algunos casos, municipios como Ce-
rrito, Palmira, Candelaria, Florida, Amaime, Vijes,
trario a lo sucedido en el sur Popayán, entre otros, tienen sus orígenes en los poblados nu-
en estás áreas se constituyeron comu- cleados en torno a las haciendas coloniales.
15
Este vínculo es el que nos explica en buena me-
dida las razones por las cuales “el Valle” en general,
12
Esta es la interpretación que hace el profesor Zu- salvo contadas excepciones, fue un territorio patrio-
luaga para el caso del Patía, que se inscribe en térmi- ta. Un estudio detallado mostrará claramente que las
nos generales en un modelo de “guerra de clases”, formaciones de poblados, denominados partidos y
como lo ha manifestado el profesor Eric Van Young, sitios, se constituyeron en las inmediaciones de las
que se sustentan que las condiciones socioeconómi- haciendas. La constante que salta a la vista, es que
cas predispusieron a las masas rurales a la acción los poblados que fueron patriotas estuvieron vincu-
colectiva. YOUNG, Eric Van; 2000; “Los sectores lados a haciendas donde sus propietarios apoyaron
populares en el movimiento mexicano de indepen- el proyecto de las ciudades confederadas del valle.
dencia 1810-1821: una perspectiva comparada”, Por ejemplo el poblado de Vijes, en las inmediacio-
en: URIBE, Víctor y ORTIZ, Luis (editores). Na- nes de la hacienda Mulaló cuyo propietario fue José
ciones, gentes y territorios. Ensayos de historia e María Cuero y Caicedo, miembro de las ciudades
historiografía comparada de América latina y el confederadas en representación de Anserma y la
Caribe, Medellín, Universidad de Antioquia / Uni- hacienda San Marcos propiedad del Dr. y procura-
versidad Nacional, 1ª edición, pp. 141-174. dor general don Félix Vergara y Caicedo, hermano
13
COLMENARES, Germán; 1986; “Castas, patro- de don Ignacio Vergara y Caicedo, los cuales eran
nes de poblamiento y conflictos sociales en las pro- condueños e involucrados con las directrices del ca-
vincias del Cauca 1810-1830”. En: La Independen- bildo caleño. En el denominado partido de Quintero
cia, ensayos de Historia Social, Bogotá, Instituto y Riofrío, fueron alienados al patriotismo por los
colombiano de Cultura, pp. 137-180. comisionados don Joaquín Micolta y el escribano
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Junto con este proceso, en la zona Tenemos por lo tanto entre las juris-
también se constituyeron otras diná- dicciones de las provincias de Bue-
micas de poblamiento mucho más naventura, Cauca y Popayán, zonas
“libres”, mientras no estuviesen su- constituidos por una población diver-
jetas a los controles de las haciendas. sa que conformó dos dinámicas de po-
Me refiero a otro tipo de poblaciones blamiento. Pero en líneas generales,
constituidas por negros y mulatos fu- a pesar de la precaria o ninguna pre-
gitivos de las haciendas esclavistas de sencia de control social, los vínculos
Caloto, que originaron asentamientos constituidas por las haciendas expli-
que posteriormente las autoridades re- can el por qué los poblados de la zona
publicanas denominaran Palenques, fueron más abiertamente patriotas,
pero que en el fondo eran caseríos y con algunas excepciones realistas.
dispersos en las orillas de los ríos que La gran mayoría de los hacendados
desde muy temprano ejercieron prác- aceptaron el proyecto de las ciuda-
ticas sociales consideradas delictivas des confederadas del Valle. Por esta
por las autoridades. misma razón, en el periodo de 1818
al 1821, inclusive antes, hubo presen-
cia de guerrillas patriotas que fueron
determinantes para los triunfos repu-
don Nicolás Silva, involucrados en el proyecto re- blicanos sobre los realistas en Guana-
publicano; en este caso contaron con el proselitismo
de los presbíteros Jerónimo Mondragón de Roldani- bano (2 de septiembre, 1819) en las
llo y Tomás Certuche y con hacendados de segundo inmediaciones de Candelaria y Mi-
orden como don Custodio Valderrama, don Narciso
Durán y don Domingo de Torres y algunos otros de
randa; San Juanito (20 de septiembre
las poblaciones vecinas. El partido de Yotoco estuvo de 1819) cerca de Buga, y Santander
fuertemente influenciado por los señores de José Ni- de Quilichao (16 de mayo de 1820) 16.
colás Ospina, Fernández de Soto, Antonio Domín-
guez, Nicolás de Ospina, Pedro Vicente Martínez y Además, por qué fue zona de refugio
Cabal, Diego Salcedo, José María de la Quintana, para las familias patriotas de Popayán
Juan Egmidio Gil de Tejada, de Buga y de los Caice- cuando huían de los realistas17.
do y Cuero, del padre Escobar, Caicedo de la Llera,
Francisco Cabal Barona, José María Cabal en Cali,
sobra decir que todos ellos involucrados con el pro- A pesar de su afiliación a las filas re-
yecto republicano en mención; entre otros.
En definitiva, la hacienda fue el eje que aglutinó las
publicanas, las formaciones sociales
fidelidades y vínculos. Estamos frente a un tipo de rurales de “todos los colores” en el va-
relaciones que se ha denominado Patrón-Cliente, lle, fueron siempre objeto de una mi-
en el cual el patrón (un hacendado) ofrece bienes y
servicios a los campesinos aledaños a su propiedad
y estos devuelven sus favores en lealtad, alianza po- 16
Sobre la batalla de Guanabano en: CASTRILLóN,
lítica. Ver en: RIASCOS, Eduardo; 1964; Procerato Diego; 1971; Manuel José Castrillón. Biografía y
caucano, Cali, imprenta departamental, pp. 205-231; memorias, volumen 1, Bogotá, Banco Popular, p.
HALL, Anthony; 1977; “Patron-Cliente relations”, 159 en adelante; sobre San Juanito en: GARCÍA
y DUCAN POWELL, John; 1977; “Peasant society VÁSQUEZ, Demetrio; 1926; Reevaluaciones his-
and clientelist politics”, in: SCHIMIDT; GUASTI; tóricas. Para la ciudad de Santiago de Cali, Cali,
LAND; y SCOTT, (Edited by), Friends, Followers, Imprenta Palau Velazquez & CIA.
and Factions: A reader in political clientelism, Lo 17
CASTRILLóN, Diego. Op cit., volumen 1; p. 132
Ángeles, University of California Press, p. 510. y en adelante; ESPINOSA, José María; 1971; Memo-
pp. 147-148, respectivamente. De ahora en adelante rias de un abanderado, Bogotá, Banco Popular,
se citará FFFRPC. 1971, p. 94
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rada recelosa por parte de las autorida- nominada guerra magna y cristaliza-
des. Esta lectura va a ser radicalizada da en la historiografía decimonónica.
después de 1819 cuando, después del Hago referencia a la metáfora esgri-
triunfo de San Juanito las ciudades de mida por los patricios de las ciudades
Cali, Buga y poblados como Palmira, del suroccidente: los bandidos, como
serían asoladas por un movimiento denominaron a los grupos de saltea-
socio-racial liderado por el aventurero dores que operaban en el valle del
inglés John Runner, quien promovió Patía y en las selvas o montes, como
con parroquianos y esclavos fugitivos lo expresaban las autoridades, de las
de las haciendas, una abierta rebeldía márgenes del río Párraga, el Palo y el
contra el orden social imperante. Si Cauca. La palabra expresa a mi modo
bien la situación fue conjurada por el de ver dos ejes analíticos.
coronel Concha cuando arribó al terri-
torio, el hecho marcó un precedente en Por una parte, la afirmación bandido,
las mentes del patriciado republicano procedente de los agentes del Estado
sobre la necesidad de controlar estos y los notables locales, denota una mi-
grupos18. Por ello, entrado el régimen rada peyorativa a las prácticas socia-
republicano, los esfuerzos encamina- les de las comunidades de frontera,
dos por parte de las autoridades de las como la de comer ganado en el Pa-
ciudades mencionadas junto con Ca- tía, que dentro de sus cotidianidades
loto, sería dominarlos, particularmen- el “robo de ganado” no era entendido
te los poblados de negros fugitivos en como delito, ya que era una acción
las inmediaciones de los ríos el Palo, social regulada por el acceso demo-
Timba, Párraga y Cauca. Este proceso crático al ganado cimarrón del valle.
se agudizó por el restablecimiento del Esta situación cambió con la entrada
estanco de Tabaco, al ser el territorio de hacendados durante el siglo XVIII,
una de las mayores zonas de cultivo por lo tanto la práctica fue penaliza-
clandestino en el suroccidente. da. Claro está, se presentaron casos
que se pueden conceptualizar bajo
Desde esa perspectiva, se constituyó el pactismo colonial. O sea aquellas
el momento de la construcción de un situaciones donde los hacendados
imaginario sobre los sujetos que habi- consintieron ciertas saqueos de “sus”
taban la frontera, las cuales sus ante- hatos, con lo cual se capitalizaban
cedentes estuvieron en el siglo XVIII, relaciones cordiales con los negros,
pero que fueron reforzadas en la de- mulatos, pardos cimarrones y demás
castas presentes en el territorio19. El
18
COLMENARES, Germán; 1986; “Castas, patro- hecho manifiesto es que muchas re-
nes de poblamiento…” Op cit., p. 147. GARCÍA laciones sociales de las comunidades
Vásquez, Demetrio. Op Cit., p. XXXIX; BROWM,
Mattew; 2003; “Mercenarios británicos e irlandeses
en la guerra de independencia”, en: Humanidades, 19
USSA FERNÁNDEZ, Constanza; 1989; De los
revista de la facultad de ciencias sociales y huma- Empauta´os a 1930, tesis de grado para optar el
nas, volumen 7, Popayán, Universidad del Cauca, título de Antropóloga, Popayán: universidad del
números 9-10, pp. 9-28. Cauca, pp. 52-58.
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toria, fue la de José María Obando23. los clanes familiares más importan-
Posteriormente otros jefes naturales tes de cada localidad, quienes habían
de las localidades y cabezas de gru- sido activos guerrilleros realistas en la
pos guerrilleros se entregaron al nue- guerra magna. El hecho lo manifestó a
vo orden político24. Era en el fondo un inicios de los años treinta el científico
pacto implícito promovido por el Es- francés Jean Baptiste Boussingault25,
tado. Este hecho se convirtió en una quien no sin asombro, dejó entrever
constante desde los años veinte hasta que quienes hasta no hace mucho
los cuarenta, por que muchos de los eran antiguos guerrilleros realistas
funcionarios nombrados en las parro- y aun ferviente monarquistas, ahora
quias de Timbío, Tambo, Patía, Trapi- eran algunos de ellos los encargados
che, La Horqueta y la Sierra o en los del control social, como los curas. Su
sitios y partidos como Mazamorras, asombro se explica porque él era un
el Bordo, Mojarras, Quilcacé, Chi- hijo de otro tipo de Estado que recien-
ribío, Sotará, Ríohondo, entre otros, temente había constituido un gobier-
fueron los miembros principales de no directo26.
23
ZULUAGA, Francisco; 1985; José María Oban- Si bien la formación del Estado re-
do de soldado realista a caudillo republicano, Bo- publicano de corte liberal compro-
gotá, biblioteca Banco Popular, 1ª edición, pp.51-54; metió un proyecto al decir de Marco
pp. LEMUS GUZMÁN, Antonio; 1995; Obando de
cruz verde a cruz verde. Bogotá, Planeta, 1ª edi- Palacios, de un Estado centralizado
ción, pp. 101 y 118. moderno, la expansión de los dere-
24
Después de la entrada de José María Obando a
las filas republicanas (1822), otros jefes de guerrilla
se entregaron de manera directa e independiente a 25
BOUSSINGAULT, Jean B; 1985; Memorias de
las autoridades republicanas, como Pedro Antonio Boussingault, 1830-1832. Volumen 5, Bogotá,
Córdova. De la misma manera hubieron otros como Banco de la República, pp. 48. Análoga situación
el caso de Jerónimo Toro y Calixto, que se mantu- manifestaba en la costa del pacífica, el juez político
vieron en píe de guerra alarmando a Popayán y al de Iscuandé Manuel de Jesús Zamora, patriota de
Patía en los años siguientes. ZULUAGA, Francisco; origen venezolano, quién comunicaba al intenden-
1993; Guerrilla y sociedad en el Patía. Una rela- te del departamento del Cauca en carta fechada en
ción entre clientelismo político e insurgencia so- Iscuandé mayo 1º de 1823 lo siguiente: “La preven-
cial, Cali, Universidad del Valle, pp. 67 en adelante; ción que VS me hace por su oficio 4 del ppado acer-
Cfr: Carta de Juan José Flores, fechada en Siquitán, ca de la vigilancia para desvanecer los proyectos de
mayo 23 de 1823 al intendente del departamento los facciosos de Tumaco y costa de Esmeraldas; es
del Cauca; carta del clérigo Matías Antonio Gutié- de mi deber siendo cierto que en todos estos terri-
rrez, fechada en el Tambo 20 de mayo de 1823, al torios desde sus principios han sido y lo serán sus
intendente del departamento; carta de los alcaldes habitantes enemigos acérrimos de Colombia. Sus
del Trapiche (Juan Antonio Caicedo y Javier Zúñi- crímenes son públicos y se han visto con admiración
ga, Trapiche 16 de enero de 1823, al intendente del que los caudillos de los asesinatos cometidos en las
departamento; carta del clérigo Domingo Belisario personas de nuestros oficiales y soldados, se hayan
Gómez, Trapiche, mayo 23 de 1823, al intendente dejado libres paseándose con sonrisa, entre tanto no
del departamento, en: Archivo Central del Cauca halla un ejemplar, siempre tendremos después que
(ACC), fondo Archivo Muerto (AM), 1826, sin ín- arrepentirnos (hablo con la moderación debida y
dice. Los documentos citados de esta forma no se como un ciudadano de Colombia). Dios guarde a
encuentran en el denominado Archivo Muerto, de VS. Manuel de Jesús Zamora (La ortografía fue co-
archivo Central del Cauca, que arranca de 1830, son rregida). Cfr: ACC. AM. 1823, sin índice.
otros paquetes que sólo indican los años que con- 26
Lo que implica un gobierno directo ver en: TILLY,
tiene la documentación y abarcan desde el periodo Charles. Op Cit., pp. 165-175, la cita en la página
colonial hasta los años setenta del siglo XIX. 167-168.
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puesto que se han callado porque Sobre este eje de una república más
no es león el pintor31. cercana al orden social de los Aus-
trias y no a un orden liberal, se tra-
Por otra parte, los grupos de poder zó las estrategias del orden social.
consideraban a los estamentos subor- Controlar implicaba penetrar en las
dinados carentes de asumir las res- sociedades, pero no integrarlos a la
ponsabilidades de la República, como República como ciudadanos. Era una
lo manifestó en su momento José integración con un sentido mentado
Antonio Arroyo en abril de 1834 en por parte de los notables para integrar
una carta que envió al general Tomás a los hombres de las fronteras a sus
Cipriano de Mosquera, en las cuales unidades de producción y acceder de
literalmente despotricaba de los patia- esta forma a los recursos de sus terri-
nos e ironizaba el considerarlos ahora torios; y, por parte de la República en
patriotas32. Su lectura se fundamenta ampliar la cobertura de tributación y
en una característica de las sociedades conscripción sobre aquellas comuni-
estamentales y jerarquizadas, que los dades. En cualquiera de los dos casos
subordinados no podían manifestar fue una conjunción de intereses, pues
ninguna autonomía, ya que se consi- al fin y al cabo, los representantes del
deraba que cada quien tiene su lugar Estado, los funcionarios eran los mis-
en el “cuerpo social” con sus fueros mos notables de las ciudades, quienes
y privilegios; en otras palabras con lo buscaban con la intervención estatal
que a cada uno le corresponde. Esta controlar las poblaciones y de esta
visión de mundo de la sociedad, pro- manera asegurar el statu quo que le-
movía una mirada negativa a indivi- gitimaba su posición social y les per-
duos o grupos que expresaran abierta- mitía monopolizar los sectores econó-
mente emancipación, inconformidad micos más rentables del momento34.
o cuestionara el orden mismo33.
34
Este hecho se pone de manifiesto en el andén del
Pacífico, territorio que desde su colonización, se
mantuvo como una frontera precariamente integra-
31
Carta de José Acevedo a Pedro Alcántara Herrán, da a las ciudades andinas del Suroccidente. Para el
Buga 16 de febrero de 1839, en: Archivo General periodo republicano, se intentó reactivar la actividad
de la Nación. Fondo Pedro Alcántara Herrán (de minera con el establecimiento del departamento de
ahora en adelante: AGN. Fondo Herrán), Rollo 2. Buenaventura en 1822, el cual tuvo como primer go-
Serie correspondencia personales y políticos. Caja bernador al coronel Tomás Cipriano de Mosquera,
5. Carpeta N. 16, folios 19 - 20 acción por parte del Estado, que tenía como objetivo
32
“… Yo no puedo dejar de ser enemigo de los pa- organizar la actividad económica preponderante en
tianos, hoy son héroes, y porque ayer nos enterraron la zona, enviando para ello a un notable de Popayán,
el puñal y echaron palo a nuestros parientes, amigos el cual como otras familias conectadas entre sí (Ar-
y ciudadanos. De repente se han hecho liberales, no boleda, Angulo, Diago, Quiñónez, entre otras), te-
es extraño que patriotas de nuevo cuño continúen la nían intereses en la región. Pero el hecho paradójico,
política atacándome por el flanco en que hallan dis- es que no se buscó transformar las relaciones socia-
posiciones favorables en el gobierno.”, ver el texto les de producción y dominación, sino que al contra-
completo en: ACC. Archivo Mosquera. Carpeta 1ª, rio, se buscó mantenerlas. De la misma manera los
año 1834, signatura 6986. mineros residentes en la zona, fueron los llamados a
33
SCOTT, James; 2003; Los Dominados y el arte ocupar los cargos de la municipalidad, de hacienda
de la resistencia, País Vasco, ediciones Txalaparta, y de justicia, en los villorrios investidos con cate-
p. 57 en adelante goría de urbanas, los cuales defendieron sus intere-
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un clan familiar prestigioso con acce- vez adheridos fueron nombrados au-
so a recursos; capacidad de liderazgo toridades parroquiales: alcaldes, co-
y lucha entre otros aspectos, eran una misarios, cabos de justicia, síndicos,
serie de valores que convertían a una entre otros. De esta manera antiguos
persona en una figura central dentro guerrilleros, denominados bandidos,
de la comunidad. A esta situación se fueron insertados en la República,
le agregaron los vínculos que fueron investidos de cargos municipales que
constituyendo ya el personaje o su fue un reconocimiento tácito de su
clan familiar, por medio del présta- “valimiento” en cada localidad don-
mo de favores, el compadrazgo, entre de tenían influencia. Para el caso de
otros, contribuyendo a convertirlo en Timbío, personajes como Jerónimo
una persona de notabilidad. General- Moreno, la familia Agredo, Mellizo,
mente, este tipo de hombres eran le- Muñoz, activos guerrilleros en la in-
trados, lo cual les permitía ser (como dependencia, fueron una muestra de
también los curas) los encargados de aquel proceso.
redactar documentos y promover que-
rellas ante las autoridades, lo que les El proceso tuvo variantes en el caso
daba un “valor agregado” más37. de los territorios que comprendían los
intersticios jurisdiccionales de Caloto,
Los patricios de Popayán compren- Cali y Palmira. En este caso y como
dieron por lo tanto la necesidad de co- ya lo habíamos anotado, el hacendado
optar los “jefes naturales” asentados era la figura central y eje de los víncu-
al sur de la ciudad. Para ello conta- los establecidos con las comunidades
ron con los primeros hacendados es- agrarias de la zona. Por ello, los pro-
tablecidos en el territorio, los cuales pietarios eran los encargados de ser
lograron adscribir a los “jefes natu- los representantes de la autoridad es-
rales” a sus redes de vínculos, y una tatal y algunos de sus más fieles clien-
tes, se constituirán en algunos casos
37
Prefiero utilizar la metáfora Jefes Naturales, que en funcionarios políticos locales de
caciques o patrones, al considerarla que esta se ajus- segundo orden. El hecho se evidencia
ta más a las realidades que pretendo retratar en la
región, sin falsear el mundo de aquellos seres hu-
con claridad en los llanos del Párra-
manos. Si bien cacique o patrones, son conceptua- ga, Bolo, Desbaratado y en algunas
lizaciones que tiene un valor heurístico, también localidades parroquiales y partidos
considero que las palabras pueden distorsionar la
realidad a describir. Por otra parte en la misma pes- de la zona, en donde buena parte de
quisa documental hecha para el valle del Patía, si los agentes del Estado fueron los ha-
bien los modelos conceptuales de patrón o cacique, cendados. Entre ellos se destacaron:
se ajustan, también es cierto que no estamos frente
a hacendados en el estilo clásico que los estudios Rafael Prado, Francisco Molina Ren-
hechos en América latina han encasillado a este tipo dón, Manuel María Bedoya, Pedro
de actores políticos. Por lo tanto al no ajustarse a los
modelos clásicos de hacendado e incluso al de las
Quintero, Cayetano Escobar, Lucas
mismas comunidades rurales sujetas al dominio de Valdivieso, entre otros, en las inme-
la hacienda y el patrón, me ha llevado a considerar diaciones de Palmira; Antonio Boso
este tipo de personajes mediadores entre su mundo
y el externo como jefes naturales.
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estudios de campos sobre los siste- aquellos territorios de los cuales unos
mas políticos latinoamericanos hace fueron elevados de categorías urbanas
ya más des cuarenta años41. Son los y con ello una penetración por parte
individuos denominados bajo la me- del gobierno. Pero este último proceso
táfora “cacique”, que emergieron con no se puede ver como un proceso de
fuerza en la vida de las sociedades centralización política, porque si bien
rurales hispanoamericanas, poste- se puede afirmar que hubo intentos
rior a la independencia y que debido por parte del Estado republicano por
a un doble proceso de cambio social generar dinámicas centralizadoras, el
en las comunidades, ya de orden eco- hecho distó de ser homogéneo, pues
nómico y político se convirtieron en las leyes y las directrices republicanas
Broker. Para el caso de los territorios se estrellaron en las áreas rurales con-
de frontera de la antigua gobernación tra el peso de las cotidianidades y los
de Popayán, no se puede manifestar mundos de quienes los habitaban.
que se presentaron cambios de or-
den económico que comprometiera En este orden de ideas, se pone de
la especialización y diferenciación manifiesto que en el suroccidente, el
económica. Pero indudablemente se Brokarage no se presentaron necesa-
vivió un cambio en el orden político riamente en sociedades rurales some-
posterior a la guerra magna, en cuanto tidas a procesos de cambio económico
se promovió una apertura política en y centralización política, como lo ma-
nifestó en su momento Eric Wolf. Las
41
En este punto considero pertinente aclarar que esta
definición de intermediarios culturales, fue señalada
redes de intermediación se presentan
seminalmente por Eric Wolf a fines de los años cin- en el caso caucano sin un cambio de
cuenta para el caso mexicano y posteriormente otros orden económico, y con mayor clari-
autores han contribuido a precisarla e identificar al-
gunas variantes. El punto central del argumento de dad en los llanos de Palmira, el Bolo,
Wolf, es que las comunidades campesinas sometidas Párraga y Desbaratado, en tanto son
a procesos de penetración por parte del Estado y la los hacendados (patrones) quienes
ampliación de sus redes mercantiles, compromete
una transformación en las relaciones Patrón-Cliente, asumieron el rol de intermediarios en-
en el cual el patrón se transforma en un Broker. Con tre las comunidades campesinas y la
esta metáfora, expone la forma como un patrón tra-
dicional se adapta a un nuevo contexto político-eco-
administración estatal, pues al desem-
nómico, al convertirse en intermediario (brokerage) peñar los cargos oficiales, los convir-
entre las autoridades del Estado y la comunidad. tió tácitamente en los representantes
Esta capacidad la logra por una parte por el status
alto que tiene en la comunidad, al tener recursos que de los grupos humanos que se encon-
ofrecer a los campesinos pobres, y, de otra parte, traban adscritos a sus vínculos.
por algunos rudimentos cognitivos y jurídicos (ser
letrado y tener nociones de leyes) que lo hace capaz
de representar al Estado en la comunidad y a su vez Pero de igual manera la lucha por
representar la comunidad ante el Estado. Consultar controlar los territorios de frontera
a: DUCAN, John; 1977; “Peasant society and clien-
telist politics”, en: FFFRPC, p. 149; BRANDING,
por la República no concluyó en el
G. (Editor); 1995; Caudillos y campesino en la re- nombramiento de funcionarios loca-
volución mexicana, México, FCE, 3ª reimpresión, les y parroquiales, el nuevo Estado
1995, especialmente ver el artículo de Gilbert M.
Joseph. también promovió en su agenda la
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El problema más serio que enfrentó Entre los hombres que logran ser in-
el Estado/Notables en la provincia termediarios figuran Guillermo An-
de Popayán en los años treinta y cua- tonio y José Antonio Segura, quienes
renta, fue la necesidad de ganarse la compartían intereses comunes: eran
adhesión incondicional de aquellos dueños de estancias agropecuarias
“jefes naturales” del valle del Patía y con mano de obra esclava en el valle
Almaguer, vinculados con José María del Patía y Timbío; redes comerciales
Obando, personaje que no representa- que se extendían hasta la provincia de
ba los intereses de los clanes familia- Pasto y en algunos casos hasta Quito.
res más poderosos de la otrora capital En un informe redactado en 1842, so-
de gobernación. Por ello, una de sus bre las personas importantes e influ-
políticas fue adherirlos por fuera de la yentes en la provincia, eran considera-
mediación de Obando. Esta estrategia dos hombres con amplias relaciones.
fue promovida por un sector del go- Otro personaje fue Tomás Olano no-
bierno nacional con el interés en lo- table de la ciudad de Popayán, quien
grar alinear a estas comunidades que durante la década del treinta se radicó
hasta ese momento, no eran del todo en el Patía, y aun se hallaba en aquel
garantía del orden y sometimiento, en valle en 1842, muy posiblemente para
tanto sus filiaciones se articulaban en administrar personalmente su hato ga-
un personaje que no era de la confian- nadero y cómo síndico de la Univer-
za de los gobiernos que emergieron sidad, la hacienda Quilcacé. El hecho
después de 1837. es que Tomás Olano, entabló una es-
trecha amistad con Manuel Delgado,
Para ello otorgaban recompensas y sin duda el hombre más importante e
privilegios a los “jefes naturales”, influyente en la parroquia del Patía y
como ascensos al escalafón militar, alrededores. De igual manera lo hizo
pensiones o cargos, o solucionando con Juan Gregorio López y Matías
problemas de las comunidades, faci- Mosquera, todos ellos oficiales de las
litado porque Obando no se encontra- Guardia Nacional. Olano no sólo se
ba en capacidad de otorgarlos, por no había granjeado una estrecha amistad
contar con las conexiones necesarias
en el gobierno provincial y nacional44. diario, por lo tanto solucionar problemas y otorgar
recompensas a sus clientes. Esto permitió que otros
personajes de la provincia de Popayán lo reemplaza-
Biográfico y Genealógico del Antiguo Departa- ra y obtuvieran las lealtades de los jefes naturales de
mento del Cauca, Bogotá, Horizonte; ARAGON, aquellas comunidades. Esta incapacidad se reflejó
Arcesio; 1977; Monografía histórica de la Univer- en su más fiel seguidor, Juan Gregorio Sarria cuan-
sidad del Cauca, Tomo II, Popayán, Universidad do a fines de la década en cuestión, debió recurrir a
del Cauca; “Informe privado de los gobernadores José Hilario López, para que este le solucionara un
de las personas notables de su provincia” en: Ar- problema jurídico que tenía pendiente en Popayán:
chivo General de la Nación, fondo Pedro Alcántara Carta de José Hilario López a Herrán, Pirabete 7 de
Herrán, Rollo 3, legajo 6, 75 folios. febrero de 1839; carta de Juan de Dios Aranzazu a
44
Las derrotas electorales que sufrió Obando, desde Pedro A. Herrán, Bogotá 25 de octubre de 1839, en:
1836, junto con la derrota de su agrupación política Archivo General de la Nación (AGN). Fondo He-
que fue convertida en una minoría en el congreso rrán, rollo 5, caja 9 y carpeta 40, Op cit. Rollo 5,
nacional, lo llevó a perder capacidad de interme- caja 8 carpeta 36.
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En este caso, los hacendados fueron trol por medio de unos agentes que
los grandes protagonistas del ejerci- tenían acceso a aquellas sociedades,
cio del control sobre las comunidades los cuales difícilmente estaban com-
rurales cercanas. El Estado institucio- prometidos con la construcción de un
nalizó su poder por medio de cargos nuevo orden social.
civiles o militares, y con ello obtuvo
la forma de penetrar sobre unas comu- Pero no todo fue control, siempre
nidades constituidas al margen de la quedaban unos sectores que no fue-
sociedad mayor hispánica. A su vez, ron sometidos. Estas manchas de un
los campesinos ganaron una repre- tejido punteado por un orden social
sentación mediada por sus patrones patrimonial, mantuvieron una férrea
hacia el Estado. En todo caso, ambos resistencia a la penetración de la Re-
grupos ganaron, ya que la República, pública Hago referencia a las comu-
debió ceder su gobierno a agentes que nidades cimarronas que en la primera
no eran los más adecuados para pro- mitad del siglo XIX y que los docu-
mover una acción directa. A su vez el mentos oficiales denominaron “palen-
mecanismo patrimonializó al Estado, ques”, como fueron los casos de los
pues los vínculos comprometían rela- sitios de Gallinazas, Playa Larga, Co-
ciones reciprocas de bienes y servicios lorada y Cocoroco, en los intersticios
establecidos entre el hacendado-cam- de las haciendas de las inmediaciones
pesino, con lo cual se institucionalizó de Caloto. Allí se asentaron princi-
el clientelismo. palmente comunidades negras de las
cuales algunas databan de fines del si-
En los casos expuestos, los mecanis- glo XVIII y que se multiplicaron con
mos de penetración, si bien promovie- la independencia. Poblaciones que se
ron un control sobre las sociedades de dedicaron al robo de ganado, cultivo y
frontera, fue una acción precaria, al comercio ilícito de tabaco y se convir-
depender el Estado de una mediación tieron en refugio de todos aquellos que
y porque el mismo ejercicio del po- no querían someterse a los controles
der no contribuyó a construir otro tipo de una sociedad patrimonial. En estas
de relaciones sociales más adecuado comunidades donde muchos excom-
según los lineamientos liberales. Al batientes rebeldes de la guerra de los
contrario, la forma de penetración fue supremos se refugiaron y promovie-
una forma de negociación entre las ron posteriormente una rebelión que
formaciones sociales de frontera con asoló a las haciendas de la zona entre
los agentes del Estado, las cuales sus fines de 1842 a abril de 184346.
modelamientos de mundo siguieron
vigentes y explican aun hoy, porque 46
Esta ha sido una rebelión desconocida por la his-
toriografía oficial, en la cual Gustavo Arboleda hace
la frontera en el Estado colombiano una mención marginal en su: Historia Contemporá-
es conflictiva. No se “domesticó” la nea de Colombia. Los hechos fuertes se iniciaron el
sociedad bajo los regulamientos de un 13 de abril de 1843, cuando una partida de hombres
armados asaltó una casa en el sitio de Quebradaseca
nuevo orden, solo se mantuvo n con- y dieron muerte a un cabo y dos soldados que venían
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