ING.

JAIME RANGEL SOLORZANO

BASES CONSTITUCIONALES PARA LA PROTECCION
AL AMBIENTE
 Desarrollo del contenido ambiental en la Constitución

1917 1971 1983 1987 1999

ART. 27 ART. 73 FR. XVI ART. 25 ART. 115 ART. 27 ART. 73 FR. XXIX- ART. 4 ART. 25
G

CONSERV. MEDIDAS MODALIDA-DES REFORMA PRESERVA-CION CONCU-RRENCIA DERECHO A UN DESARRO-LLO

RECURSOS COMBATIR DE INT. PUB. A MUNICIPAL DEL EQUILI-BRIO EN MATERIA AMBIENTE SUSTEN-TABLE
NATURALES CONT. AMB. EMPRESAS ECOLOGICO AMBIENTAL ADECUADO

LEYES FEDERALES EN MATERIA LEY FEDERAL PARA PREVENIR Y LEY FEDERAL PARA PROTECCION LEY GENERAL DEL EQUILIBRIO ECOLOGICO Y LA
FORESTAL, DE PESCA Y DE CONTROLAR LA CONTAMINACION AL AMBIENTE PROTECCION AL AMBIENTE
AGUAS

LEYES GRALES: VIDA

SILVESTRE DES. FORESTAL
SUST. GESTION DE RESIDUOS
La perspectiva ambiental de las Garantías Individuales

El texto original de la Constitución no contenía disposición alguna que hiciera alusión a la protección
al medio ambiente. Posteriormente se incorporaron en su cuarto artículo:

• El derecho a disfrutar de una vivienda digna (1974);

• El derecho de toda persona a la protección de la salud (1983), y
• El derecho a gozar de un ambiente adecuado (1999).
La perspectiva ambiental de las Garantías Individuales

Por su parte, el primer párrafo del artículo 27

constitucional determina que:

“La propiedad de las tierras y aguas comprendidas

dentro de los límites del territorio nacional
corresponde originariamente a la Nación, la cual ha
tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de
ellas a los particulares, constituyendo la propiedad
privada.”
La perspectiva ambiental de las Garantías Individuales

El tercer párrafo del mismo dispositivo constitucional

señala que:

"La nación tendrá en todo tiempo el derecho de

imponer a la propiedad priva-da las modalidades que
dicte el interés público, así como el de regular, en
bene-ficio social, el aprovechamiento de los
elementos naturales susceptibles de apropiación, con
objeto de [...] cuidar de su conservación..."
La perspectiva ambiental de las Garantías Individuales

Además, el propio artículo 27 define los recursos de los

que la Nación se reserva el dominio directo, tales como:

 Los recursos de la plataforma continental;

 Los minerales;
 Los yacimientos de piedras preciosas;
 El petróleo y los carburos de hidrógeno; y
 El espacio aéreo, entre otros.

También determina los recursos naturales cuya

propiedad ostenta el Estado mexica-no, tales como las
aguas nacionales.
La perspectiva ambiental de las Garantías Individuales

En términos similares a los previstos en el

artículo 27 con respecto al ejercicio del
derecho de propiedad, el artículo 25
constitucional condiciona el apoyo e
impulso a las empresas sociales y privadas,
a las modalidades que dicte el interés
público, así como al cuidado del medio
ambiente.
La perspectiva ambiental de las Garantías Individuales

Dentro del paquete de reformas aprobadas en 1983, que crearon en llamado “capítulo
económico de la Constitución”, el primer párrafo del artículo 25 se estableció que:

“Corresponde al Estado la rectoría del

desarrollo nacional para garantizar
que éste sea integral...”

En marzo de 1999 fue adicionado ese párrafo para estipular que el desarrollo nacional no
sólo será integral, sino también sustentable.
La distribución competencial en la Constitución

El sistema federal mexicano opera según los artículos 73, 115 a 118, 122 y 124, que
definen el esquema de distribución competencial, soportado a partir del principio
señalado en el último precepto citado, que dispone que:

“Las facultades que no están

expresamente concedidas
por esta Constitución a los
funcionarios federales, se
entienden reservadas a los
Estados”.
La distribución competencial en la Constitución

El texto constitucional original no

contempló como una facultad exclusiva
de la Federación para legislar en
materia ambiental, lo que significaría
que esta materia quedaba reservada a
los congresos locales.
Sin embargo, la propia Constitución determinó que distintos asuntos
relacionados con la temática ambiental, fueran de competencia federal o
municipal.

Por tanto, para determinar la intervención de estos dos órdenes de

gobierno en la materia, es necesario remitirse a los artículos 73 y 115.
La distribución competencial en la Constitución

De esta manera, la fracción X del artículo 73 señala que corresponde al

Congreso Federal legislar sobre:

• Comercio,
• Hidrocarburos,
• Minería,
• Energía eléctrica, y
• Energía nuclear.

Por su parte, y en concordancia con el quinto párrafo del artículo 27, la

fracción XII del numeral 73 sustenta la legislación marítima federal.
La fracción XIII de ese mismo artículo constitucional fundamenta la
legislación en materia de pesca y vida silvestre.
La distribución competencial en la Constitución

La fracción XVI del artículo 73 faculta al Consejo de Salubridad General,

para adoptar las medidas necesarias para combatir la contaminación
ambiental.
La fracción XVII determina que
compete al Congreso de la Unión
expedir leyes sobre el uso y
aprovechamiento de las aguas de
jurisdicción federal.

La misma fracción sustenta a la legislación sobre vías generales de

comunicación.
La distribución competencial en la Constitución

El artículo 115 de la Constitución General de la República, señala la competencia de los

municipios.

La fracción III les asigna la prestación de ciertos servicios

públicos como:

• Agua potable, alcantarillado, tratamiento y disposición

de aguas residuales;
• Limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición
final de residuos;
• Calles, parques y jardines;
• Mercados, rastros y centrales de abasto;
•Alumbrado público; y
• Panteones.
La distribución competencial en la Constitución

La fracción V determina que los municipios, en los términos de las leyes federales y estatales, están
facultados para:

• Formular y administrar la zonificación y planes de

desarrollo urbano;

• Participar en la creación y adminis-tración de sus

reservas territoriales;

• Controlar la utilización del suelo;

• Otorgar licencias para construcciones;
• Participar en la creación de zonas de reservas
ecológicas;

• Elaborar y aplicar los programas de ordenamiento

ecológico, entre otras.
La concurrencia en materia ambiental

Otros asuntos ambientales no son ni de la

expresa competencia de las autoridades
federales o municipales, ni están exclusiva-
mente reservados por los Estados.
Tal es el caso de la materia forestal, ya que la
competencia atribuida al Congreso de la Unión
sólo lo faculta para gravar la explo-tación
forestal.
La legislación en la materia se basa en la
atribución para imponer las modalidades del
interés público a la propiedad privada.
La concurrencia en materia ambiental

Tampoco está conferida la facultad para que

sólo la Federación regule la evaluación del
impacto ambiental.

El fundamento constitucional de este pro-

cedimiento radica en la potestad para
imponer modalidades a la propiedad priva-da
establecida en el artículo 27, así como la
contenida en el artículo 25 para sujetar al
interés público el impulso a las empresas
sociales y privadas.
La concurrencia en materia ambiental

La facultad para limitar el ejercicio del

derecho de propiedad por causa de interés
público, prevista en el artículo 27 de la
Constitución Federal, también es el
sustento para la formulación y adminis-
tración de los programas de ordena-miento
ecológico del territorio, así como para la
declaratoria de Areas Naturales Protegidas.
La concurrencia en materia ambiental

Con objeto de establecer un sistema de distribución competencial que propicie la

coordinación entre los tres órdenes de gobierno, en agosto de 1987 se adicionó la fracción
XXIX-G al artículo 73 constitucional.

Por virtud de dicha reforma, corresponde al Congreso de la Unión:

“Expedir leyes que establezcan la

concurrencia del Gobierno Federal, de los
Gobiernos de los Estados y de los Municipios,
en el ámbito de sus respectivas competencias,
en materia de protección al ambiente y de
preservación y restauración del equilibrio
ecológico”.
La concurrencia en materia ambiental

La concurrencia refiere el ejercicio

simultáneo de una serie de atribu-
ciones que, sobre los distintos
componentes de una misma ma-
teria, se reparten la Federación, los
estados y los municipios.

Por su parte, las respectivas competencias de cada orden de gobierno, a que

alude esa disposición, presupone que cada uno de ellos es titular de ciertas
facultades, conferidas o reservadas.