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Germinar y gestar

la vida
Liturgia del 1 de julio 2020

Mateo 13.1-9
Equipo liturgico: Elisabeth Cook y Karen Mamani
Arte de Daniel, Semana Laudato Si’ inspira arte increíble| Jun 3, 2020
10 Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo,
Isaías 55.10-13 y no vuelven allá sin regar antes la tierra y hacerla fecundar y
germinar
para que dé semilla al que siembra y pan al que come,
11 así es también la palabra que sale de mi boca:
No volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo deseo
y cumplirá con mis propósitos.
12 Ustedes saldrán con alegría y serán guiados en paz.
A su paso, las montañas y las colinas prorrumpirán en gritos de júbilo
y aplaudirán todos los árboles del bosque.
13 En vez de zarzas, crecerán cipreses; mirtos, en lugar de ortigas.
Esto le dará renombre al Señor; será una señal que durará para
siempre.
Dios Está Aquí - Cindy Barrera
Meditación
Mateo 13.1-9

En el Antiguo Testamento, la semilla que


germina en la tierra y produce fruto es señal de
esperanza, bienestar, de una vida digna, y de la
presencia de Dios en medio de su pueblo. Sin la
tierra y sin las condiciones adecuadas, la semilla
no puede germinar.

Artista: Rafael Lopez, Dream Client Image Shift


magazine 2016
La parábola del sembrador en el
Evangelio de Mateo  habla de tierra
que no cuenta con las condiciones
necesarias para dar buen fruto.
Pese al trabajo del sembrador que
esparce la misma semilla en todos
los terrenos, no todos los terrenos
la reciben en igual. Solo la tierra
buena da fruto. Los terrenos que
no dan frutos, según la parábola,
están compuesto por tierra
superficial, o llenos de piedras o de
espinos.

Artista: Rafael Lopez,


Achievement, Agriculture
En el siglo XXI, cualquier sembrador, 
encontrará terrenos igualmente inhóspitos:
terrenos que han sido aplanados, privados de la
tierra fértil que les cubría antes de permitir el
tránsito vehicular; terrenos que están ocupados
por edificios con cimientos pedregosos y
profundos; otros que son arrasados por los
monocultivos que ahogan cualquier iniciativa
local. ¿Por qué no todos dan fruto?  ¿Qué está
mal?

Foto: Museo de la Ciudad de México.


Rafael Lopez

No todos los terrenos son iguales, y la


equidad no radica en que todos reciban la
misma semilla, sino en que todos cuenten con
lo necesario para hacerla germinar y gestar
la vida. Los terrenos sobre explotados,
infértiles por el paso inmisericorde del tiempo
y el uso, carentes de fuerza para dar frutos;
estos requieren cuidado y nutrición. La escena
no contada aún de la parábola del sembrador
es en la que juntos y juntas restauramos los
terrenos dañados, explotados, agotados, para
crear espacios aptos para que germinen y den
fruto las semillas de vida.
Elisabeth Cook
Silvio Rodríguez
Ala de colibrí

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