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LA ENSEÑANZA EN EL LABORATORIO DE CIENCIAS: Perspectivas desde la investigación educativa

”...No se le puede enseñar nada a un hombre; sólo se le puede ayudar a que lo


encuentre dentro de sí mismo…”
GALIELO GALILEI

Es interesante focalizar a la enseñanza como “el campo de propósitos” según Feldman, ya


que ahí surgen los porqués ir más allá del discurso conceptual o teórico al descubrimiento
de su naturaleza factual, especialmente en la ciencia natural. Los docentes, como ocurre
en la investigación de Oroño y Cafferata, saben que la ciencia natural como la química y la
biología tienen como madre a la física: la madre de las ciencias naturales, la ciencia básica;
vale la pena entonces detenerse a reflexionar, si la enseñanza de los procedimientos en el
laboratorio siguen realmente la esencia que prosperó el aprendizaje significativo del hombre
sobre su entorno mediante la experiencia y el razonamiento matemático con todas sus
consecuencias , y que trascendió desde el planteamiento de los porqués (discursiva o
formalísticamente) hasta la aplicación de ése aprendizaje para el desarrollo tecnológico en
su vida cotidiana , y porque no, para viajar incluso a la luna. Lo que el profesor hace está
condicionado a lo que piensa sobre cómo se construyen los saberes , es una realidad que
se vive hoy día , nos dicen Oroño y Cafferata; sin embargo, esta postura debe dejarse a
un lado y mirar hacia cómo realmente ha funcionado el aprendizaje significativo en el
hombre y recordar cuanto ha trascendido. En la investigación de Oroño y Cafferata se
celebra que el docente abandoné su rol de investigador para enfocarse en el futuro docente
( el alumno ) y no usar ya al laboratorio como un recurso generador de conocimientos, gasta
más tiempo en planificar posibles accidentes entre otros aspectos didácticos, sería de
mucho valor en este punto recordar el verdadero porqué la ciencia biológica y química les
lleva ahí. Para Oroño y Cafferata el ir al laboratorio para “sólo comprobar” o “ materializar
ideas” es tener un laboratorio que suma y que no sustituye; ciertamente es impactante
comprobar experimentalmente lo que conceptualmente se enseña en clase y esta
experiencia deja una huella indeleble en el aprendizaje, pero vale la pena reformularnos
aquí si realmente es así como se trasciende en la enseñanza, miremos un momento a Albert
Einstein curioseando experimentalmente la brújula que le regala su padre,-…” ¿Por qué la
aguja apunta siempre hacia el norte?..”- cuestionó el niño ,y su padre contestó:- por el
electromagnetismo de la tierra- ..-“..¿el electro que?.- y no pudo explicarle más, ésta
experiencia se grabó en la mente del niño por el resto de su vida y se planteó ir más allá.,
sabemos el resto de la historia; ejemplos como éste , donde el aprendizaje significativo ha
tenido lugar “en el laboratorio” y no exclusivamente para “ materializar ideas” ni “ comprobar”
simplemente algo, es mucho más que llevar el “ tubo de ensayo” a las “ piletas de la casa”
como dicen Oroño y Cafferata en su investigación, pensarlo así es muy frívolo, es ignorar
la trascendencia pedagógica que subyace intrínsecamente en la actividad científica.
La extrapolación de la creación de una escultura artística a la enseñanza en el laboratorio
es un tanto burda, la inspiración del escultor como agentes al docente es dejar a las
veleidosas voluntades humanas el preciado rol del profesor; renunciar a las subjetividades
es fundamental para lograr resultados positivos en el estudiantado. Esclavos emuladores y
patrones supervisados es una regla mal empleada en la enseñanza del laboratorio.

La enseñanza de los procedimientos en el laboratorio desde la dimensión de esclavos


emuladores dejaría de ser así hasta en el nombre si se fuese más allá de la simple
enseñanza de técnicas experimentales y más hacia el despertar de la curiosidad, ésa
hambre por entender el porqué de todas las cosas, el porqué la técnica debe ser así y no
de otra manera es la clave; así se deja a un lado la concepción que predomina en la
investigación de Oroño y Cafferata de los procedimientos manipulativos: haz lo que yo digo
y también lo que yo hago, Oroño y cafferata señalan que los profesores de su investigación
trabajan una transición desde lo manipulativo hasta lo intelectual, lo cual queda fuera de
lugar si se trabaja más en los porqués. Si se trabaja en los porqués todo el aprendizaje
decanta fluidamente en lo intelectual.

La emancipación es la parte medular de la experiencia en el laboratorio, ya que da rienda


suelta a la creatividad ( con el debido asesoramiento) , el razonamiento, y originalidad del
estudiantado. En la emancipación se pone a prueba la inteligencia del alumno, hipótesis,
resolución de problemas y diseño de experiencias son los ingredientes que caracterizan
esta dimensión :el espíritu Galileano, Galileo Galilei fue el parte aguas de la armonización
de las ideas ( filosofías aristotélicas) y la experimentación – formalización ( matemática) de
nuestra comprensión de la realidad empírica. No por nada se le ha nombrado por muchos
el padre del método científico. De sus experiencias hay mucho qué aprender y emular;¿qué
importancia tendría el laboratorio en la academia si no es generar conocimientos? y que
ése conocimiento provino de un aprendizaje significativo, quizá no en un aula, quizá bajo
un árbol cuando cayó una manzana, quizá cuando Oersted miró cómo se desviaba la aguja
imantada jugando con una corriente eléctrica, quizá cuando Luigi Galvani miró las patas de
una rana sacudirse violentamente entre dos placas metálicas, y muchos ejemplos más que
transformaron la vida de los seres humanos de una forma extraordinaria con advenimientos
tecnológicos. Seguro que ninguna de estas experiencia fue sólo por comprobar algo, o para
formar un futuro docente, y que se avanzó más en dirección de saber el porqué de todas
esas cosas, he ahí la riqueza pedagógica intrínseca de la investigación científica. La
enseñanza del laboratorio debe entonces relacionarse en ése espíritu científico que dotará
de toda la pedagogía habida y por haber que se debe desenmarañar y aprovechar para el
beneficio de los alumnos y de nuestras sociedades.

El comentario final sobre “ conocer para hacer”, “ conocer para innovar” , “ conocer para
repensar”: no se puede conocer o saber si se pone al laboratorio en un rol de no ser un
generador de ese conocimiento. Es el recurso valioso que hay que aprovechar. La idea de
que con poco podemos hacer mucho es retrógrada, se debe ir hacia adelante y apelar a la
modernización para competir con la educación internacional.

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