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UNIVERSIDAD SALESIANA DE BOLIVIA

SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN

MATERIA: SACRAMENTOS Y ESPIRITUALIDADES

INTEGRANTES: DANITZA ALIZON ZUÑAGUA QUISPE


DEYNA ARACELI NINA BLANCO
MARILUZ QUISPE SUXO
VANESSA KATERYN MERCADO MAMANI
JOSE VLADIMIR ROJAS CALANI
MICHAEL MAMANI VELASCO

DOCENTE: JUAN CARLOS LAURA AJNOTA

FECHA: 8 DE SEPTIEMBRE DEL 2021

LA PAZ – BOLIVIA
INDICE

HISTORIA DEL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN ............................................... 3

¿Dónde se origina? ............................................................................................................. 3


¿Quién lo instituyo? ............................................................................................................ 3
¿En qué parte de la biblia se encuentra? ...................................................................... 3

CONCLUSIÓN ............................................................................................................................ 4
HISTORIA DEL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN

Al inicio de la historia, no se veía a la confirmación como un sacramento distinto pues


las personas adultas únicamente se iniciaban utilizando un único evento litúrgico. El
nacimiento de la confirmación como sacramento individual era determinado por la
función que tuviera el obispo. A lo largo de la Edad Media, el periodo que existía entre
los bautismos y la unción era de aproximadamente siete años. En el año 1820, el Sínodo
de Colonia declaró este tiempo como regla oficial para que el sello del Espíritu Santo
pasara a llamarse confirmación. Posteriormente, fueron surgiendo una serie de reglas
que rigen, en muchos casos hasta el día de hoy. El Concilio de Trento se encargó de
declarar que la confirmación únicamente podía ser dada a aquellos niños que fueran
mayores de los siete años y en 1910, se dieron algunos problemas con las edades pues
el Papa Pío X estableció los siete años como la edad ideal para que los niños hicieran
su Primera Comunión.

En muchos lugares como España, Latinoamérica y Filipinas, los obispos se encargaron


de establecer la misa de confirmación y varios años después, se empezaron a
desarrollar teologías relacionadas con el significado del sacramento. En la actualidad,
la confirmación es parte del proceso integral de lo que se conoce con el nombre de
iniciación cristiana, la cual inicia con el bautismo.

Se llama confirmación porque toda la ceremonia confirma la gracia del bautismo


fortaleciendo al mismo tiempo la fe y transformando a la persona en un verdadero
luchador por Cristo, y la confirmación nos sirve para poder fortalecer la vida en Cristo,
para ayudar al hombre a que alcance la vida eterna caminando hacia un estado de
perfección de la caridad. Logra introducir al individuo dentro de la filiación divina,
aumenta los dones del Espíritu Santo y establece un mayor vínculo con la iglesia.
¿Dónde se origina?
Expertos consideran que el origen de la confirmación se dio en el Antiguo Testamento
pues existen varias referencias hechas por los profetas sobre el trabajo que realizó el
Espíritu Santo durante la época mesiánica, así como también el anuncio de la llega del
mismo para que Cristo pudiera completar su obra. Estas referencias hablaban de un
sacramento completamente diferentes al bautismo. La narración nos explica también la
manera en la que los apóstoles imponían las manos sobre las cabezas de las personas
para poder comunicar que la voluntad de Cristo estaba siendo cumplida.

¿Quién lo instituyo?
Fue la misma tarde de la Resurrección de Jesucristo. Los Apóstoles estaban reunidos,
encerrados por miedo a lo que les podían hacer y Jesús Resucitado se les presentó en
el sitio donde estaban. Y les dijo: “Así como el Padre me envió a Mí, así yo los envío a
ustedes”. Dicho esto, sopló sobre ellos: “Reciban el Espíritu Santo, a quienes perdonen
los pecados, les queden perdonados, y a quienes no se los perdonen, les quedarán sin
perdonar” (Juan. 20, 21-23).

¿En qué parte de la biblia se encuentra?


Bueno la Biblia, no dice nada en relación a este ritual. De hecho, la idea de que una
persona pueda "confirmarse" a otra que está en la fe, es negada en la Escritura. Cada
individuo debe determinar el estado de su propia alma basándose en varios criterios.
Primero, nuestra salvación es confirmada por el Espíritu Santo, el cual vive en nuestros
corazones. "El Espíritu Santo mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos
de Dios" (Romanos 8:16). Cuando aceptamos a Cristo como Señor y Salvador, el
Espíritu Santo toma residencia en nuestros corazones y nos da la certeza que está
presente y de que le pertenecemos, y también nos enseña y nos explica cosas
espirituales (1 Corintios 2:13-14), con lo cual confirma que somos nuevas creaciones en
Cristo (2 Corintios 5:17).

CONCLUSIÓN

Recibir el Sacramento de la Confirmación nos compromete de una manera muy


especial, a difundir y a defender nuestra fe, es decir, a hacernos verdaderos testigos de
Jesús con las palabras y con la vida. El Sacramento del Bautismo nos compromete a
seguir a Jesús, a buscar ser como él. El Sacramento de la Confirmación va más allá, no
sólo nos corresponde seguir a Jesús, sino también y muy especialmente, darlo a
conocer a los demás, dar testimonio de él en el lugar en el que vivimos, a las personas
que comparten con nosotros su vida, así como él dio testimonio del Padre.

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