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Objetivo: Como Jesús y como los Apóstoles, recibir poder para evangelizar con poder.
Idea Clave: Este curso nos ofrece el “con qué” para evangelizar con poder: con el Poder del Espíritu Santo
Este curso nos ofrece “con qué” evangelizar: con el Poder del Espíritu Santo.
Su nombre: Pentecostés
Este curso se llama "Pentecostés", porque la fuerza de la evangelización en la Iglesia parte de lo que
sucedió el día que Jesús envió desde el cielo la Promesa de su Padre,
Este día la Iglesia se revistió del Poder de lo Alto y comenzó su misión evangelizadora.
Pentecostés
Pregunta: ¿Cómo comenzó y como terminó Pentecostés?
-Comienza a las nueve de la mañana con la venida del viento huracanado en el Aposento
Alto sobre 120 discípulos que estaban en oración junto con María y fueron y dejó a todos
“llenos del Espíritu Santo”
-Termina hacia el medio día con la conversión de tres mil personas de 18 pueblos en la
plaza de Jerusalén, fruto de la primera Evangelización de Pedro acompañado por
los Once.
No es una experiencia más: spa cristiano, colección de retiros o cursos, no es para engordar
espiritualmente…
Para quienes sienten que les hace falta algo en su ministerio de evangelización.
Pregunta: ¿Tú te sientes lleno por completo o sientes que te falta algo?
Este curso es para los que tengan sed y quieran acercarse a beber gratis del Agua Viva (Ap 22,
Para los que crean en la Promesa de Jesús, que aseguró que haríamos cosas mayores que él mismo.
Pregunta: ¿Tú crees en esa promesa? ¿Ya estás haciendo cosas mayores que el Maestro?
¡Hoy es tu oportunidad!
Este tercer milenio en el que nos encontramos nos ofrece un reto y una oportunidad:
Volver a las fuentes de la evangelización, para evangelizar como lo hacían nuestros hermanos de la Iglesia
primitiva, que fueron capaces de traspasar fronteras, convertir pueblos enteros y cambiar las estructuras de
pecado de aquellas culturas.
Tenemos en nuestras manos un material altamente explosivo; el poder de Dios, con el que podemos cambiar
la faz de la tierra.
Aquella noche no pescaron nada (v. 3), lo cual para un pescador significa una gran frustración.
¿Te has sentido alguna vez desanimado en tu trabajo de evangelizador?
Jesús les dio una orden, echar las redes a otro lado (v. 6), lo cual indicaba que tenían que cambiar de
estrategia.
¿Cómo está tu barca? ¿Qué le falta o que le sobra a tu barca? (Pescadores, redes)
La diferencia la hizo la presencia de Jesús (v 3 y 6) guiando.
Pedro, especialista en pesca, no duda en hacerle caso a Jesús. El no dijo, ¿cómo es que un carpintero me viene
a enseñar a mi?
Cuando no dejamos que Jesús sea quien guíe nuestro ministerio no vamos a pescar nada, aunque haya
muchos peces…
Podemos hacer cursos, retiros, misiones, pero sólo serán esfuerzos similares a de aquellos pescadores que se
pasaron toda la noche sin pescar nada
Si queremos seguir obteniendo los mismos resultado no necesitamos cambiar. Pero si queremos una red llena
de peces, algo tiene que cambiar.
Preséntale tu barca a Jesús, para que él te de lo que te falta y quite lo que sobre…
Conclusión
La Iglesia nunca fracasará a causa del Mensaje que trasmite, pero fracasará si
carece de poder para anunciarlo.