Está en la página 1de 5

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE YUCATÁN

FACULTAD DE CIENCIAS
ANTROPOLÓGICAS

LITERATURA DE LOS PUEBLOS


ORIGINARIOS DE AMÉRICA. SIGLOS XVI – XVIII

LIC. NATASCHIA RODRÍGUEZ LARA

JOSÉ ANTONIO CRUZ ALCÁNTARA

5 DE NOVIEMBRE DE 2018
SOBRE LA BREVEDAD Y EL SENTIDO DE LA VIDA
EN LA POESÍA NÁHUATL

Una de las mayores interrogantes a lo largo de la vida de las personas es la


siguiente: ¿Cuál es el sentido de mi vida?, ¿para qué vivo?, o, al menos una vez en la vida
debería ser planteada esta pregunta. Resulta interesante que, de la misma manera que en la
filosofía clásica griega, donde el hombre se cuestiona sobre su situación en el mundo en el
que vive, trata de responder a la pregunta de quién es él, qué función cumple en relación
con el mundo en el que se encuentra inmerso; así, también, en la literatura prehispánica,
específicamente la cultura náhuatl en este trabajo, se pueden encontrar evidencias de que
este planteamiento es inherente a la naturaleza racional del ser humano, puesto que aunque
era una cultura totalmente diferente a la de la cultura griega y romana, en situaciones
geográficas diversas, aun así en parte de su producción lírica aparecen los poetas que se
cuestionan al respecto.
Poder dar respuesta a esta interrogante es primordial para el ser humano, pues,
dependiendo de la resolución a la que llegue, será la manera o la postura que tomará para
encarar la vida. Es verdad que mucha gente en la actualidad intenta evadir esta pregunta,
sin embargo, vivir la vida sin tener un sentido claro del para qué el hombre está en el
mundo, de alguna manera hace que la vida sea vivida de una manera muy vaga y disipada.
Por ello, el esfuerzo que nuestros antecesores nahuas imprimieron al plantearse este
problema y sobre todo al buscar responderlo es de admirar; ya que ello fue lo que marcó la
pauta en la que se habrían de desenvolver tanto en el ámbito social como religioso.
Es interesante que Ricardo Echavarrí menciona lo siguiente:

Lo curioso es que, por la época de la Conquista, ya en pleno el Siglo de Oro


español, en Europa florecía una lírica con tópicos afines, alusivos a la fugacidad, como el
Carpe diem (“vive el día presente”), de origen horaciano, el Collige rosas (“coge, Virgen,
rosas”), inspirado en Ausonio y hasta el más medieval Ubi sunt (¿qué se fizo el rey Don
Joan?), que se lee aún en las coplas de Manrique. (Echavarría, 2018)
Con dichas palabras queda evidenciada la grande semejanza y avances de la
producción literaria de las culturas prehispánicas con relación a los grandes paradigmas de
la cultura europea y todo su sistema filosófico.
En la poesía Vinimos a soñar se hace referencia a la fugacidad de la vida del
hombre comparándola con la breve vida de la yerba o con la de una flor:

Como yerba en primavera


es nuestro ser.
Nuestro corazón hace nacer,
germinan flores de nuestra carne.
Algunas abren sus corolas, luego se secan.
Así lo dejó dicho Tochihuitzin.
Así lo dejó escrito Coyolchiuhqui. (Cantares mexicanos)

La idea que consiguieron sobre la brevedad de la vida del hombre se ve demasiado


reflejada en varias de sus composiciones literarias poéticas, como se ve en el poema El
Dador de la vida:

El Dador de la vida se burla.


Solo un sueño perseguimos, amigos nuestros;
lo cree nuestro corazón,
en verdad se burla Él, Dios. (Cantares mexicanos)

Es interesante que parecieran tener conciencia que conciencia de que su vida


transcurría tan veloz que el Dios se burlaba de ellos al no poder realizarlos. Pareciera que
este poema fue escrito posterior a la conquista por el hecho de referirse a un solo ser divino
y referirse a este como Dios. Sin embargo, sigue evidenciándose esta característica de la
vida como efímera.
Pareciera que esta visión que ellos tenían sobre la muerte como algo que estaba
constantemente acosando la frágil vida de las personas, era lo que los motivaba a vivir su
vida con mayor intensidad; este tomar conciencia de que se iban a morir no les hacía
abandonar el deseo de vivir, al contrario, como menciona Nezahualcóyotl en Somos
mortales:

¿Adónde iremos donde la muerte no exista?


Mas, ¿por esto viviré llorando?
Qué tu corazón se enderece: aquí nadie vivirá para siempre.
Aun los príncipes a morir vinieron,
hay incineramiento de gente.
Que tu corazón se enderece: aquí nadie vivirá para siempre. (Nezahualcóyotl)

Ante esta realidad de muerte inevitable, parece que cogen más coraje para
enfrentar la vida. El hecho de que diga: “Que tu corazón se enderece: aquí nadie vivirá para
siempre” deja entrever que, aunque consientes de la finitud de su vida, tenían, por así
decirlo, el deber de vivir de manera virtuosa. Y, mediante este comportamiento, alcanzar a
entrar en algún cielo, o que su memoria fuera inmortal por su forma heroica de vivir la vida
desde esta conciencia de que se iba a morir y, lo único que tendría para ser recordado serían
las cosas buenas, virtuosas que hizo en esta vida. Por eso dice Ricardo Echavarría:
Este poema, uno de los más hermosos de la poesía mexicana -antigua y moderna-
ilustra el refinamiento alcanzado por la poesía náhuatl. La leve brevedad de la vida, tema
eterno en la literatura de todas las lenguas, adquiere con Netzahualcóyotl y sus
contemporáneos una dimensión universal. Es probable que este poema tenga una base
anecdótica. Fernando de Alva Ixtlilxóchitl refiere un pasaje de la vida del rey poeta, que
ilustra su obsesión por lo perecedero. Antes de su muerte en 1472, Netzahualcóyotl mandó
llamar a artistas para que retrataran su figura. De los varios ‘retratos’ o representaciones de
su figura, prefirió el esculpido en una peña del bosque de Texcutzinco. Según su decir: “El
de oro y piedras preciosas, con la codicia habría de faltar, y el de madera se habría de
carcomer, y el de pintura y plumería se habría de deshacer.” (Echavarría, 2018)
Bibliografía:

Echavarría, Ricardo, “El tópico del “Sólo por breve tiempo” en la poesía
prehispánica”:http://confabulario.eluniversal.com.mx/el_topico_del_solo_por_breve_tiemp
o_en_la-_poesia_prehispanica/ (consultado el 4 de noviembre de 2018)
León-Portilla, Miguel, Quince poetas del mundo náhuatl, México, Editorial Diana,
1998.
León-Portilla, Miguel, “Poemas metafísicos”, Antigua y nueva palabra. México.
Santillana, 2006.

También podría gustarte