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Título original: The Covenant of Works


Subtítulo original: Its Confessional and Scriptural Basis
Copyright © 2016 por Richard C. Barcellos. Todos los
derechos reservados.
Traducción al español por Arturo Aymerich
Revisión (inglés-español) por Jorge A. Rodríguez Vega y Alaín
J. Torres Hernández
Revisión (uso del español) por Javier Martínez Pinto
Lectura de prueba por Luis J. Torrealba
Diseño de portada por Jorge A. Rodríguez Vega
Traducido y Publicado por © Editorial Legado Bautista
Confesional (Santo Domingo–Ecuador, 2020).
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro
puede ser reproducida o copiada, ya sea de manera electrónica
o mecánica, incluyendo fotocopias, grabaciones, digitalización
o archivo de imágenes electrónicas, excepto cuando sean
autorizados por la editorial.
Traducción de Las Santas Escrituras: LA BIBLIA DE LAS
AMÉRICAS. Copyright © 1986, 1995, 1997. La Habra, CA:
Editorial Fundación, Casa Editorial para La Fundación Bíblica
Lockman; a menos que se indique otra versión.
ISBN 978-9942-8821-7-2
Clasificación Decimal Dewey: 230
Cristianismo Teología cristiana

Impreso en EE. UU.


RECONOCIMIENTOS

Una comprensión adecuada del estado de Adán en el


huerto es fundamental para que una doctrina de la
salvación sea coherente, por esta razón este pequeño libro
sobre el pacto de obras es tan importante. Richard
Barcellos extrae las riquezas de la teología bautista
reformada y explica el pacto de obras con fidelidad
exegética y claridad teológica. Definitivamente,
cualquiera que desee tener una mayor comprensión del
pacto de obras y la teología confesional bautista
reformada debería leer este libro.
Dr. John V. Fesko
Decano Académico
Profesor de Teología Sistemática e Histórica
Westminster Seminary, California {EE. UU.}

********************

Ningún otro documento demuestra más ampliamente las


claras líneas de continuidad entre el pensamiento bautista
reformado y nuestra fe y herencia cristiana confesional
reformada que la Segunda Confesión de Fe de Londres
de 1677/1689. Y, en esta Confesión, vemos la enseñanza
bíblica sobre el pacto de obras expresada de manera clara
y convincente. Al quebrantar aquel pacto, Adán se
convirtió en un quebrantador del pacto y trajo sobre
El Pacto de Obras xi

nosotros la maldición de la muerte (espiritual, física y


eterna) [estipulada en] dicho pacto; y, al guardarlo, el
Segundo y Último Adán —nuestro Señor Jesús— se
convirtió en el Guardador del Pacto en nuestro lugar, y
nos trajo la bendición de la vida eterna [prometida en] el
pacto. Recomiendo afectuosamente el extraordinario
trabajo que este libro representa.
Dr. Liam Goligher
Ministro Principal, Tenth Presbyterian Church
Filadelfia, Pensilvania {EE. UU.}

********************

ÍNDICE DE CONTENIDO

Prefacio de la Serie 1

Agradecimientos 5

1. El Pacto de Obras:
Formulación Doctrinal y Hermenéutica 7

2. La Doctrina del Pacto de Obras


en la Confesión de Fe 31

3. Una Objeción Común al Pacto de Obras y


Una Definición Funcional 59

4. Los Argumentos Bíblicos a favor del


Pacto de Obras en el Huerto 71

5. Conclusión 113

Lecturas Adicionales 117



PREFACIO DE LA SERIE

E l Propósito de la serie Rescatando nuestra Herencia


Confesional es tratar temas relacionados con la
Segunda Confesión de Fe de Londres de 1677/1689
(2CFL). Esta centenaria Confesión es ampliamente
reconocida como la Confesión de Fe más importante en
la historia bautista. Habiendo sido publicada por primera
vez en Inglaterra en 1677, se convirtió en la norma para
los bautistas en Norteamérica colonial a través de la
publicación de las Confesiones de Filadelfia (1742),
Ketockton en Virginia (1766), Charleston en Carolina del
Sur y Warren en Rhode Island (ambas en 1767), y muchas
otras ediciones de la Confesión {2CFL}.1 Hasta 1881,
William Cathcart, el editor de {trad. no oficial}


1 Nota de los traductores: Los textos y/o caracteres {entre llaves}

son traducciones o aclaraciones para preservar la fidelidad al


significado del texto original. La etiqueta {trad. no oficial} indica que la
traducción que sigue a continuación pertenece a una fuente que aún
no está disponible en español; por tanto, puede aparecer oficialmente
con otro título o como parte de otras obras en el futuro. En cambio, si
el material citado ya ha sido publicado en español en el momento en
que se hace esta traducción, se usará el título oficial precedido de la
etiqueta {título oficial}; y {nombre oficial} si se trata de una entidad. Por
lo general, la traducción del título de una fuente bibliográfica
aparecerá solo la primera vez que el autor la cite.

1
2 Prefacio de la Serie

La Enciclopedia Bautista,2 podía decir que “En Inglaterra y


Estados Unidos, las iglesias, los individuos y las
asociaciones, con mentes claras, con corazones llenos de
amor por la verdad [...] han sostenido con veneración los
artículos de 1689”. Desde ese entonces, ha sido adoptada
por bautistas de todo el mundo y se ha traducido a
muchos idiomas.
Debido a dos factores, creemos que producir una serie
de pequeños libros sobre la 2CFL será de utilidad a
muchos pastores y miembros de iglesias. En primer lugar,
ha aumentado el interés en la 2CFL en los primeros
quince años del siglo XXI. De hecho, desde principios de
la década de 1960, es evidente que ha habido una mayor
concienciación de la Confesión entre los bautistas en los
Estados Unidos y en el resto del mundo. Una de las
pruebas alentadoras de este creciente interés es la
multiplicación de iglesias que se identifican con la 2CFL
como su norma confesional.
En segundo lugar, es necesario explicar de manera
clara y convincente muchos asuntos relacionados con la
Confesión a fin de que continúe el robusto y bien
fundamentado rescate del confesionalismo bautista.
Aunque muchas iglesias y personas han adoptado
formalmente la 2CFL como norma, no siempre ha estado

2 Nota de los traductores: El título original es The Baptist
Encyclopedia.
El Pacto de Obras 3

claro si entienden total o apropiadamente su contenido.


Por lo tanto, el objetivo de esta serie es ayudar a aquellos
que estén considerando adoptar la 2CFL, y a quienes ya
están comprometidos con la misma, a producir o
mantener un confesionalismo bautista bien
fundamentado y vigoroso.
La serie incluirá el tratamiento de varias temáticas por
numerosos autores. Las temáticas a tratar son aquellas
que los editores de la serie (junto con los consultores)
determinen que serán de especial interés en nuestra
actualidad. Los autores serán aquellos que muestren gran
capacidad para tratar el tema bajo análisis. Algunas de las
entregas {publicaciones} serán más complejas que otras
dependiendo de la naturaleza de la temática que se esté
tratando y las necesidades actuales que se perciban.
Muchas contribuciones abarcarán aspectos fundacionales
del sistema teológico intrínsecamente coherente que se
expresa en la Confesión. Otras tratarán facetas difíciles, a
menudo malinterpretadas o incluso negadas, de las
formulaciones doctrinales de la 2CFL. Cada entrega
tendrá una bibliografía de “Lecturas Complementarias”
al final, para fomentar un estudio más profundo del tema
analizado.
4 Prefacio de la Serie

Esperamos que, con la bendición de Dios, estos libros


breves generen un mejor entendimiento de “la fe que de
una vez para siempre fue entregada a los santos” {Jud. 3},
así como una comprensión más clara y robusta de lo que
significa confesar la 2CFL en el siglo XXI.
James M. Renihan, redactor jefe.
Richard C. Barcellos, director editorial.
Octubre de 2016.

AGRADECIMIENTOS

L a serie Rescatando nuestra Herencia Confesional es


patrocinada por el Instituto de Estudios Bautistas
Reformados1 en colaboración con la Editorial Académica
Bautista Reformada.2 El Instituto de Estudios Bautistas
Reformados es una universidad de teología que ayuda a
las iglesias a preparar a hombres para que sirvan en el
Ministerio del Evangelio. Si desea obtener mayor
información, por favor visite la página web
<irbsseminary.org>.
Gran parte del contenido de esta obra aparecerá en mi
libro {trad. no oficial} Entendiendo el Huerto Incorrectamente:
Una Crítica a la Teología del Nuevo Pacto acerca del Pacto de Obras
y el Reposo.3 Quiero agradecer a Founders Press por el
permiso para usar el material para esta serie.
Richard C. Barcellos
Grace Reformed Baptist Church
Palmdale, California {EE. UU.}


1 Nota de los traductores: Institute of Reformed Baptist Studies.
2 Nota de los traductores: Reformed Baptist Academic Press

(RBAP, por sus siglas en inglés).


3 Nota de los traductores: El libro al que el autor hace referencia

finalmente fue publicado con el nombre de ....Getting the Garden Right:


Adam’s Work and God’s Rest in Light of Christ {trad. no oficial: Entendiendo
el Huerto Correctamente: La Obra de Adán y el Reposo de Dios a la Luz de Cristo}.

1.
EL PACTO DE OBRAS:
FORMULACIÓN DOCTRINAL Y
HERMENÉUTICA

P ara entender lo que afirma la 2CFL1 acerca de la


doctrina del pacto de obras, es importante entender
cómo se formuló la doctrina. Saber lo que confesamos es
importante, pero saber cómo se formularon las
declaraciones confesionales también lo es. Por lo tanto,
este capítulo se centra en la formulación doctrinal y
hermenéutica. Para esto, podría ser útil introducir una
definición funcional del pacto de obras que será explicada
más detalladamente en el análisis subsiguiente. En este
punto, ofrecemos la siguiente definición para identificar lo
que el pacto de obras afirma, a fin de mostrar cómo se
formuló, centrándonos en los principios hermenéuticos
que sustentan su formulación. El pacto de obras es aquel
compromiso o relación divinamente sancionada2 que
Dios impuso a Adán en el huerto del Edén. Adán era un

1 Nota de los traductores: Segunda Confesión Bautista de Londres,
conocida también como Confesión Bautista de Fe de 1689.
2 Nota de los traductores: sancionada —aprobada o ratificada

oficialmente mediante sanción.

7
8 El Pacto de Obras: Formulación Doctrinal y Hermenéutica

representante sin pecado de la humanidad (es decir, una


persona pública), un hijo de Dios y portador de Su
imagen. Este pacto estaba condicionado a la obediencia
de Adán, con un castigo por la desobediencia, y todo ello
para mejorar el estado del hombre. Aquí tenemos lo
siguiente: (1) imposición soberana y divina; (2)
representación por medio de Adán (es decir, una cabeza
federal), un hijo de Dios sin pecado y portador de Su
imagen; (3) un elemento condicional (es decir, la
obediencia); (4) un castigo por la desobediencia (es decir,
la muerte); y (5) una promesa de recompensa (es decir,
potencial escatológico). Es importante tener en cuenta
esta definición a medida que avanzamos en el análisis.

Cómo se formuló la Doctrina Confesional


del Pacto de Obras
En esta sección, nos concentraremos en cómo se formuló
la doctrina del pacto de obras en el siglo XVII.
Analizaremos primero cómo no se formuló esta doctrina.

1. Cómo no se formuló la doctrina del


pacto de obras
¿Cómo se formuló la doctrina del pacto de obras? Su
formulación no fue un invento de los teólogos de la
asamblea de Westminster, como si después de inventarla
hubieran tratado de encontrarla en la Biblia, forzando
El Pacto de Obras 9

textos bíblicos para que se amoldaran a un sistema


teológico preconcebido. Lo mismo se puede decir de los
teólogos de la [declaración de] Saboya y de los bautistas
particulares. Esto es esencialmente lo que me dijeron
durante mis días de seminarista a finales de la década de
1980: la teología de los teólogos del siglo XVII estaba por
encima de la Biblia y era la autoridad interpretativa de la
Biblia.
Algunos piensan que la teología del huerto [del Edén]
fue elaborada en la mente de los hombres, incluyendo el
pacto de obras, y que luego se inventó una hermenéutica
para llegar allí. En otras palabras, una teología
extrabíblica condujo a una hermenéutica extrabíblica,
que condujo {a su vez} a una formulación confesional
extrabíblica.3 De nuevo, según este punto de vista, su


3 Habiendo estudiado el método teológico de la ortodoxia
reformada del siglo XVII (especialmente en lo referente a la teología
del pacto y la interpretación de la historia de la redención), basado en
las fuentes primarias, estoy convencido de que cualquiera que haga
esta afirmación no ha leído las fuentes adecuadas, no entiende lo que
lee, o simplemente no sabe de qué está hablando, haya leído o no las
fuentes adecuadas. El alegato que ellos hacen podría parecer nada
menos que una táctica de desestimación. Podría tener un peso retórico
sobre lectores desinformados, pero no tiene base en los hechos de la
historia. Véase Richard C. Barcellos, The Family Tree of Reformed Biblical
Theology: Geerhardus Vos and John Owen – Their Methods of and Contributions
to the Articulation of Redemptive History {trad. no oficial: El Árbol Genealógico
de la Teología Bíblica Reformada. Geerhardus Vos y John Owen: Sus Métodos de
—y Contribuciones a la— Articulación de la Historia de la Redención}
(Owensboro, KY: RBAP, 2010), 53-107.
10 El Pacto de Obras: Formulación Doctrinal y Hermenéutica

teología y principios hermenéuticos fueron impuestos


sobre la Biblia como su autoridad interpretativa.
Debe admitirse que los teólogos del pacto4 más
antiguos presupusieron una hermenéutica que condujo a
su teología del pacto. Pensemos un poco en esto. Si
consideramos que en este caso teología significa lo que los
teólogos del pacto del siglo XVII dijeron que la Biblia
enseña, y hermenéutica significa los principios
interpretativos con los que fueron a la Biblia para determinar
su significado, entonces—en ese caso—ellos no
presupusieron una hermenéutica que los condujo a su
teología. Sin embargo, es cierto que su teología y sus
principios hermenéuticos, aunque en parte distinguibles,
no eran categorías separadas sin relación entre sí, [sino
que] una se deriva de la revelación especial (es decir, la
Escritura), y la otra, exclusivamente de la revelación
general (es decir, la hermenéutica). En otras palabras,
parte de su teología (o sea, lo que dijeron que la Biblia
enseñaba) era hermenéutica (es decir, los principios
interpretativos que utilizaron para determinar lo que la
Biblia quería decir). Para ser más específicos, sus principios
interpretativos provenían, en parte, de lo que creían que la Biblia
decía sobre sí misma y {en parte, de} cómo esta se interpretaba a

4 Notade los traductores: teólogos del pacto —La frase original es
“covenant theologians”. El autor no se refiere a un grupo de teólogos
que hayan hecho algún pacto, sino a teólogos importantes que
estudiaron y escribieron acerca de la teología del pacto.
El Pacto de Obras 11

sí misma. Ellos vieron los textos (es decir, los autores de


textos y/o aquellos que hablan en los textos)
interactuando con los textos (es decir, aquellos escritos por
otros) y {los vieron} dando una explicación más detallada
de estos. Vieron textos dentro de las Escrituras
interpretando textos que están dentro de las Escrituras, a
veces usando palabras para describir conceptos que no
están contenidos en el texto al que se hace referencia.
Recordemos Hechos 2:31, donde Lucas dejó registrado
cuando Pedro dice que David “miró hacia el futuro y
habló de la resurrección de Cristo” en el Salmo 16. Ni la
palabra “resurrección” ni la palabra “Cristo” aparecen en
el Salmo. Pedro está describiendo conceptos del Salmo 16
con palabras no utilizadas por David en ese Salmo. Los
textos posteriores pueden y, de hecho, describen conceptos
anteriores con palabras diferentes. En nuestros días,
diríamos que ellos vieron una exégesis bíblica interna en
la Biblia; esto es, vieron textos posteriores interpretando y
aplicando textos anteriores, y los explicaron de la forma
en que entendían otros textos. En otras palabras, no
impusieron a la Biblia una teoría general extrabíblica de
la hermenéutica, produciendo así su teología del pacto. Su
proceso hermenéutico buscaba reflejar lo que veían
revelado en la Biblia y, en este sentido, provenía de la
Escritura misma, no de alguna fuente extrabíblica. Esto
nos lleva a nuestra siguiente pregunta: ¿Cómo se formuló
la doctrina del pacto de obras?
12 El Pacto de Obras: Formulación Doctrinal y Hermenéutica

2. Cómo se formuló la doctrina del pacto


de obras
¿Cómo pasaron los antiguos teólogos del pacto del huerto
al pacto de obras? La respuesta es que utilizaron
principios hermenéuticos ampliamente reconocidos por
casi toda la tradición teológica cristiana desde los
primeros siglos hasta la época posterior a la Reforma.5 En
otras palabras, utilizaron un método pre-crítico o previo
al método de interpretación de las Escrituras utilizado en
la Ilustración. Creían que la Biblia no debía interpretarse
como cualquier otro libro. Creían que la Biblia era la
Palabra de Dios escrita, y que ella misma era su único
intérprete infalible. No solo creían que los escritores de las
Escrituras eran los escritores de Dios, sino que también los
veían como teólogos infalibles en lo que escribieron,
debido a la doctrina de la inspiración divina de la Santa
Escritura. Creían que la Biblia a menudo se interpretaba
a sí misma, y que los textos posteriores a menudo usaban
textos anteriores de tal manera que daban la
interpretación divina y, por lo tanto, infalible (por causa
de la inspiración) de esos textos.


5 Se
puede hacer una buena defensa de que los principios que
usaron son anteriores a la reflexión post-apostólica y están implícitos
en el texto mismo de la Escritura (Antiguo y Nuevo Testamento).
Probar esto excede los límites del enfoque de este libro.
El Pacto de Obras 13

La Importancia de la Hermenéutica en la
Formulación Teológica
En la década de 1980, uno de mis profesores cuando yo
era seminarista dijo algo así: “Las diferencias entre la
teología del pacto y el dispensacionalismo son, al final de
cuentas, diferencias hermenéuticas”. Creo que tenía
razón. También creo que las diferencias entre gran parte
de lo que defiende la Teología del Nuevo Pacto (TNP) y
una perspectiva bautista del pacto (es decir, la 2CFL) son,
al final de cuentas, {diferencias} hermenéuticas. Leemos
los mismos textos a través de diferentes lentes
interpretativos. En una conversación hace varios años con
el Dr. Vern Poythress, le pregunté: “Dr. Poythress, ¿es
cierto que si entiendes el huerto incorrectamente
entenderás la escatología incorrectamente? —El Dr.
Poythress respondió— Si entiendes el huerto
incorrectamente, entenderás todo incorrectamente”.
Aunque probablemente esta haya sido una hipérbole en
la respuesta del Dr. Poythress, él está esencialmente en lo
correcto.
El dispensacionalismo y la TNP malentienden aspectos
importantes de la enseñanza de la Biblia con respecto al
pacto de obras porque entienden el huerto
incorrectamente, y entienden el huerto incorrectamente
porque malentienden algunos de los aspectos cruciales de
la hermenéutica. Esto termina afectando sus sistemas
14 El Pacto de Obras: Formulación Doctrinal y Hermenéutica

negativamente (aunque hay algunos escritores de la TNP


que se mueven en una mejor dirección). Argumentaré,
entre otras cosas, que una hermenéutica adecuada lleva a
afirmar el pacto de obras en el huerto del Edén.
Comprender la enseñanza de la Biblia sobre los pactos
es crucial. Haciendo eco de este sentimiento,
C. H. Spurgeon dijo:
La doctrina del pacto se encuentra en la raíz de toda
verdadera teología. Se ha dicho que el que comprende
bien la distinción entre el pacto de obras y el pacto de
gracia, es un maestro de la divinidad. Estoy
convencido de que la mayoría de los errores que
cometen los hombres con respecto a las doctrinas de
las Escrituras están basados en errores fundamentales
con respecto a los pactos de la ley y la gracia.6

Nehemías Coxe, el bautista particular del siglo XVII, al


analizar las transacciones de Dios con Adán, dice:


6 Estoproviene de C. H. Spurgeon, “Sermon XL, the Covenant”
{trad. no oficial: “Sermón XL, el Pacto”}, en The Sermons of Rev.
C. H. Spurgeon of London {trad. no oficial: Sermones del Reverendo
C. H. Spurgeon de Londres}, (Nueva York: Robert Cater & Brothers,
1883), 172, como se cita en Pascal Denault, The Distinctiveness of Baptist
Covenant Theology: A Comparison Between Seventeenth–Century Particular
Baptist and Paedobaptist Federalism {título oficial: Un Mejor Pacto: La
Fundación Doctrinal del Credobautismo} (Birmingham, AL: Solid Ground
Christian Books, 2013), 6, n. 4). Este sermón fue traducido al español
por Allan Román y está disponible en
http://spurgeon.com.mx/sermon3326.pdf
El Pacto de Obras 15

Si un hombre pierde de vista el correcto


entendimiento de esto, ciertamente está confundido
en toda búsqueda de aquella verdad que más le
concierne saber.7

Estoy de acuerdo con estos hombres sobre la importancia


de entender correctamente la teología del pacto que
enseña la Biblia.
Será útil recordar algunos principios hermenéuticos
utilizados por quienes formularon la 2CFL, los Estándares
de Westminster (la Confesión de dichos Estándares [la
CFW] y los Catecismos) y la Declaración de Saboya (DS).
Como se explicará a continuación, con respecto al tema
del pacto de obras, creo que estos documentos antiguos lo
entendieron bien (aunque la 2CFL difiere con la CFW y
la DS en los puntos que serán analizados más adelante).
Los principios hermenéuticos utilizados por los hombres
que escribieron estos credos son anteriores a la Asamblea
de Westminster, se remontan a los escritores canónicos de
las Escrituras hebreas, aunque el espacio no me permite
probarlo. En la historia del pensamiento cristiano, estos
principios son lo que podríamos etiquetar como


7 Nehemiah Coxe y John Owen, Covenant Theology: From Adam to
Christ {trad. no oficial: Teología Pactual: De Adán a Cristo}, ed. Ronald D.
Miller, James M. Renihan y Francisco Orozco (Palmdale, CA:
Reformed Baptist Academic Press, 2005), 42.
16 El Pacto de Obras: Formulación Doctrinal y Hermenéutica

precríticos o pre-Ilustración.8 Fueron utilizados por la


tradición teológica católica [o universal] de los primeros
siglos de reflexión cristiana sobre las Escrituras hasta la
época posterior a la Reforma. En ese sentido, no son
exclusivamente reformados ni protestantes. Es interesante
notar que estos principios hermenéuticos precríticos
fueron el fundamento interpretativo a partir del cual se
formaron los grandes credos, confesiones y catecismos de
la Iglesia. Cuatro [de estos] principios son dignos de ser
mencionados en este momento. En el breve análisis que
haremos a continuación, aunque el espacio no me permite
ilustrar cada uno de estos principios a partir de las
Escrituras, estos (y otros) serán ilustrados a lo largo de este
libro en el que busco dar una explicación bíblica con
respecto a la formulación doctrinal del pacto de obras que
se encuentra en la 2CFL.


8 Véase David C. Steinmetz, “The Superiority of Pre-Critical
Exegesis” {“La Superioridad de la Exégesis Precrítica”}, Theology Today
{trad. no oficial: La Teología Hoy (Princeton)} (April {abril de} 1980):
27-38, para encontrar una introducción a la hermenéutica precrítica.
Véase también Moisés Silva, “Has the Church Misread the Bible?”
{trad. no oficial: “¿La Iglesia Ha Malinterpretado la Biblia?”}, en
Foundations of Contemporary Interpretation {trad. no oficial: Fundamentos de la
Interpretación Contemporánea}, gen. ed. {editor jefe} Moisés Silva (Grand
Rapids: Editorial Zondervan, 1996).
El Pacto de Obras 17

1. El Espíritu Santo es el único intérprete


infalible de la Santa Escritura.9
A modo de ejemplo de este principio, John Owen dice:
El único intérprete singular, público, auténtico e
infalible de la Escritura no es otro que el mismo Autor
de la Escritura (…) o sea, Dios Espíritu Santo.10

Nehemías Coxe dice: “…el mejor intérprete del Antiguo


Testamento es el Espíritu Santo que nos habla en el
Nuevo”.11 Esto significaba que veían la interpretación de
la Biblia y el uso que esta hace de sí misma como infalible
y con principios interpretativos implícitos en ella. Cuando
la Biblia comenta o se utiliza a sí misma de cualquier
manera (por ejemplo, una cita textual, alusión, eco
literario o cumplimiento en el AT o NT), esa es la


9 El material que contienen los próximos cuatro subtítulos fue
tomado (con permiso y una ligera modificación) de Richard C.
Barcellos, “Getting the Garden Right: From Hermeneutics to the
Covenant of Works” {trad. no oficial: “Entendiendo el Huerto
Correctamente: De la Hermenéutica al Pacto de Obras”}, en By
Common Confession: Essays in Honor of James M. Renihan {trad. no oficial:
Por Confesión Común: Ensayos en Honor de James M. Renihan}, ed. Ronald
S. Baines, Richard C. Barcellos y James P. Butler (Palmdale, CA:
RBAP, 2015), 201-05.
10 John Owen, Biblical Theology or The Nature, Origin, Development, and

Study of Theological Truth in Six Books {trad. no oficial: La Teología Bíblica


o La Naturaleza, Origen, Desarrollo y Estudio de la Verdad Teológica en Seis
Libros} (Pittsburgh, PA: Soli Deo Gloria Publications, 1994), 797.
11 Coxe y Owen, Covenant Theology, 36.
18 El Pacto de Obras: Formulación Doctrinal y Hermenéutica

interpretación de Dios y, por lo tanto, la comprensión


divina de cómo los hombres deben entender los textos. A
menudo esto significa que los textos posteriores arrojan
luz interpretativa sobre textos anteriores. Esto ocurre no
solo cuando el Nuevo Testamento usa el Antiguo
Testamento, sino también cuando el Antiguo Testamento
se usa a sí mismo, lo cual será ilustrado en nuestro análisis
más adelante. O, podríamos decirlo de esta manera: la
revelación subsecuente a menudo hace explícito lo que
está implícito en la revelación antecedente.12 Este
principio condujo a los teólogos antiguos a otros tres
conceptos muy relacionados con dicho principio.

2. La Analogía de la Escritura (Analogia


Scripturae)
Esta es la definición de analogia Scripturae de Richard A.
Muller:
...la interpretación de pasajes poco claros, difíciles o
ambiguos de la Escritura mediante la comparación de


12 Véase Vern S. Poythress, “Biblical Hermeneutics” {título oficial:
“Hermenéutica Bíblica”}, en Seeing Christ in all of Scripture: Hermeneutics
at Westminster Theological Seminary {trad. no oficial: Viendo a Cristo en toda
la Escritura: La Hermenéutica en el Seminario Teológico de Westminster}, ed.
Peter A. Lillback (Filadelfia, Pensilvania: Westminster Seminary Press,
2016), 14, donde dice: “Las comunicaciones posteriores se basan en las
anteriores. Lo que está implícito en lo anterior a menudo se vuelve
explícito en lo posterior”.
El Pacto de Obras 19

estos con pasajes claros y sin ambigüedades que se


refieren a la misma enseñanza o evento.13
Un ejemplo de esto sería utilizar un pasaje en Mateo para
ayudarnos a entender un pasaje que trata sobre el mismo
tema en Marcos. Este principio, así como el primero,
obviamente presupone la inspiración divina de la
Escritura.
El principio de analogia Scripturae alcanzó un estatus
confesional con las siguientes palabras: “La regla infalible
de interpretación de la Escritura es la propia Escritura…”
(2CFL 1.9).

3. La Analogía de la Fe (Analogia Fidei)


Muller define analogia fidei de la siguiente manera:
...el uso de un sentido general del significado de la
Escritura, construido a partir de los loci [es decir, los
lugares {o pasajes}] claros o inequívocos (…) como
base para interpretar textos poco claros o ambiguos.
A diferencia de la más básica analogia Scripturae (…) la


13 Richard A. Muller, Dictionary of Latin and Greek Theological Terms
{trad. no oficial: Diccionario de Términos Teológicos del Latín y del Griego}
(Grand Rapids: Baker Book House, 1985, Second printing {Segunda
Impresión}, September {septiembre} 1986), 33; énfasis añadido.
20 El Pacto de Obras: Formulación Doctrinal y Hermenéutica

analogia fidei presupone un sentido del significado


teológico de la Escritura.14
Este principio no siempre se ha entendido
correctamente. Por ejemplo, Walter C. Kaiser, Jr. {hijo}
no distingue adecuadamente entre analogia Scripturae y
analogia fidei y aboga por lo que llama “La Analogía del
Pasaje (Antecedente)”.15 Mientras analiza el principio de
la analogía de la fe, dice:
Nuestro problema aquí es si la analogía de la fe es una
herramienta hermenéutica que sirve de “ábrete
sésamo [teológico]” para cada pasaje de la Escritura.16

Mientras desarrolla su propuesta a favor de “La Analogía


del Pasaje (Antecedente)”, Kaiser afirma con confianza:
Seguramente la mayoría de los intérpretes verán la
sabiduría y sensatez de limitar nuestras observaciones
teológicas a las conclusiones extraídas del {propio}


14 Muller, Dictionary, 33.
15 Walter C. Kaiser, Jr., Toward An Exegetical Theology {trad. no

oficial: Hacia Una Teología Exegética} (1981; reprint {reimpresión},


Grand Rapids: Baker Book House, Sixth printing {Sexta impresión},
January {enero} 1987), 134 y sigs.
16 Kaiser, Toward An Exegetical Theology, 135; la palabra entre

corchetes aparece en el original.


El Pacto de Obras 21

texto que está siendo objeto de exégesis y de textos que


lo precedieron en el tiempo.17
En la conclusión de su análisis, dice:
Sin embargo, en ningún caso esa enseñanza posterior
debe usarse exegéticamente (ni de cualquier otra
forma) para desentrañar el significado o mejorar la
utilidad del texto específico que es objeto de nuestro
estudio.18

En el peor de los casos, esto es una negación de la


comprensión histórica de analogia fidei y, en el mejor de los
casos, es una modificación muy inútil y peligrosa del
principio. Por ejemplo, esto significaría que no podemos
utilizar nada en la Biblia fuera de Génesis 1-3 para
ayudarnos a interpretar Génesis 1-3. Como no hay nada
en la Biblia que anteceda a este pasaje, los intérpretes se
quedan sin un uso divino posterior y sin una explicación
divina posterior de cómo entender esos capítulos. Este
método termina cayendo por sí mismo cuando
consideramos que la intención nunca fue que Génesis (y
todos los demás libros de la Biblia) se mantuviera por sí
solo.19 Además, la Biblia misma (AT y NT) comenta sobre

17 Kaiser, Toward An Exegetical Theology, 137.
18 Kaiser, Toward An Exegetical Theology, 140; énfasis en el original.
19 El AT no es un fin en sí mismo; sino que se dirige a alguna parte
y exige respuestas a varios asuntos que quedaron sin cumplimiento.
Establece el escenario para los futuros actos de redención de Dios y
22 El Pacto de Obras: Formulación Doctrinal y Hermenéutica

textos antecedentes, ayudando a sus lectores a


comprender la intención divina de esos textos. El método
de Kaiser parece implicar que la exégesis de un texto

supone que Dios acompañará Sus actos redentores con las
correspondientes palabras de redención–revelación. El AT no puede
sostenerse por sí mismo; es un libro abierto y debe interpretarse como
tal. El NT proporciona el resto de la historia. Véase Dennis E. Johnson,
Him We Proclaim: Preaching Christ from All the Scriptures {trad. no oficial: A
Él nosotros proclamamos: Predicando a Cristo desde Todas las Escrituras}
(Phillipsburg, NJ: Publicaciones P&R, 2007), 160, n. 51, donde se le
llama la atención a Kaiser por afirmar que el AT puede sostenerse por
sí mismo. En Walter C. Kaiser, Jr. {hijo}, Preaching and Teaching from the
Old Testament: A Guide for the Church {título oficial: Predicación y Enseñanza
desde el Antiguo Testamento; al parecer, la traducción oficial no incluye el
subtítulo original (A Guide for the Church) que puede traducirse como Una
Guía para la Iglesia} (Grand Rapids: Baker, 2003), 27, afirma: “El
Antiguo Testamento puede sostenerse por sí mismo porque lo ha
hecho tanto en los siglos del precristianismo como en los primeros
siglos del cristianismo”. Johnson responde: “Como se argumentará en
el Capítulo 6, el predicador a los Hebreos vio en las mismas Escrituras
del Antiguo Testamento varios indicios de que el Antiguo Testamento
y sus instituciones no podían ‘sostenerse por sí mismas[’], sino que
testificaban de un mejor y más ‘perfecto’ orden venidero”. El libro de
Johnson es altamente recomendable. Leer e interpretar el AT
aisladamente es como leer los Evangelios sin las Epístolas, las Epístolas
sin los Evangelios, los Profetas sin el Pentateuco, el Pentateuco sin los
Profetas, y el NT sin el AT. La postura de Kaiser parece implicar la
lectura e interpretación del AT sin el NT. Si es así, daría la impresión
de enfatizar demasiado el elemento de la autoría humana de la Santa
Escritura. El apóstol Pedro nos informa acerca de los profetas que
escribieron el AT: “A ellos les fue revelado que no se servían a sí
mismos, sino a vosotros, en estas cosas que ahora os han sido
anunciadas mediante los que os predicaron el evangelio por el Espíritu
Santo enviado del cielo; cosas a las cuales los ángeles anhelan mirar”
(1 Ped. 1:12). Los profetas escribieron con una conciencia mesiánica
orientada hacia el futuro. Lo que predijeron sucedió cuando nuestro
Señor vino; y el NT interpreta a nuestro Señor a la luz del AT.
El Pacto de Obras 23

bíblico debe realizarse como si no existieran textos


bíblicos posteriores. Debemos darnos cuenta de que, en
cierto sentido, tenemos una ventaja que los escritores
bíblicos no tenían ¾tenemos un canon completo. Pero
también debemos darnos cuenta de que el uso que la
Biblia hace de sí misma (cada vez que lo hace y como sea
que lo haga) es infalible. Si esto es así, entonces el exegeta,
al usar herramientas fuera del texto bíblico en
consideración, debe consultar todas las herramientas útiles
posibles, lo cual incluye la forma en que la Biblia se
comenta a sí misma, independientemente de dónde lo
hace o cómo lo hace. Si el Espíritu Santo es el único
intérprete infalible de la Santa Escritura, entonces
ciertamente los exégetas deberían utilizar textos bíblicos
fuera del Génesis para tratar de entenderlo. Me parece
que la propuesta de Kaiser daría una justificación para
que los exégetas consulten comentarios falibles sobre
Génesis a fin de ayudarse en su interpretación, pero
negaría el uso de la Biblia misma (la cual contiene el
comentario inspirado e infalible) para ese mismo fin.
Un ejemplo de la comprensión y el uso adecuados de
la analogía de la fe sería la identificación de la serpiente
de Génesis 3. Podemos decir con absoluta certeza que la
serpiente es el diablo y Satanás. Sabemos esto porque
Dios nos lo dice por medio de un pasaje posterior de las
Escrituras en Apocalipsis 12:9 —“Y fue arrojado el gran
dragón, la serpiente antigua que se llama el diablo y
24 El Pacto de Obras: Formulación Doctrinal y Hermenéutica

Satanás...”, y 20:2 —“Prendió al dragón, la serpiente


antigua, que es el Diablo y Satanás...”. Entonces, según la
analogía de la fe, podemos afirmar que la serpiente de
Génesis 3 es el diablo y Satanás.
La regla inspirada e infalible de fe es toda la Escritura,
cuyas partes textuales tienen que ser entendidas a la luz
de su totalidad textual-teológica. Esto es lo que garantiza
que no perdamos de vista el bosque teológico por causa
de cada uno de los árboles textuales. Esto debería
guardarnos de hacer teología “estilo concordancia”
— hacer del estudio de palabras bíblicas aisladas el todo
de nuestra interpretación, y sacar conclusiones teológicas
a partir del conteo de textos que usen las mismas palabras.
Estos métodos a menudo no consideran el significado del
texto (o palabra) que está siendo estudiado a la luz de los
diversos niveles de contexto (i.e.: frase, cláusula, oración,
perícopa, libro, autor, testamento o canon) en donde se
encuentra. El principio de la analogía de la fe también
garantiza que, cuando estamos tratando de comprender
cualquier texto de la Escritura (por ejemplo, Gén. 1-3),
todos los textos de la Escritura son válidos20 en el proceso


20 Notade los traductores: válidos —La frase original es “fair game”
y significa que una persona o cosa es un objeto legítimo para una
función determinada. En este caso, el autor la utiliza para decir que
todos los versículos de la Escritura son un elemento apropiado o
legítimo para interpretar cualquier pasaje de la Escritura.
El Pacto de Obras 25

interpretativo. O podría decirse de esta manera: el contexto


de cada texto bíblico es todos los textos bíblicos.
El principio de analogia fidei alcanzó un estatus
confesional con las siguientes palabras:
La regla infalible de interpretación de la Escritura es
la propia Escritura; y, por lo tanto, cuando surge
alguna duda acerca del verdadero y pleno significado
de cualquier pasaje bíblico (significado que no es
múltiple, sino uno solo), debe buscarse en otros pasajes
que hablen más claramente. (2CFL 1.9)

4. El Escopo21 de las Escrituras (Scopus


Scripturae)
Términos como Centrado en Cristo y Cristocéntrico son usados
a menudo en el lenguaje moderno. Pero, ¿qué quieren
decir? La forma más antigua de nombrar el concepto al
que apuntan estos términos (el objetivo o el fin al que


21
Nota de los traductores: escopo —Este es un tecnicismo
importante. Viene del lat. scopus, y este del gr. σκοπός /skopós/.
Significa: objeto o blanco (diana) a que alguien mira y atiende. Por
ejemplo, cuando la Segunda Confesión Bautista de Fe usa el término
para hablar de la Escritura (capítulo 1, párrafo 5), la idea es que la gloria
de Dios es la diana (escopo) a que la Santa Escritura (en su totalidad o
cualquier pasaje de esta) mira fijamente o apunta; o sea, la gloria de Dios
es el norte magnético al que la aguja de la brújula de la Santa Escritura
(en su totalidad o cualquier pasaje de esta) apunta. El término es usado
en formulaciones teológicas de la ortodoxia cristiana que se remontan a
los padres de la iglesia.
26 El Pacto de Obras: Formulación Doctrinal y Hermenéutica

tiende la totalidad de la Biblia) está encapsulada en la frase


latina scopus Scripturae (es decir, el escopo de las Escrituras).
Este concepto alcanzó un estatus confesional en la CFW,
la DS y la 2CFL en 1.5, en donde —hablando de la Santa
Escritura— dice: “…el escopo de esta en su conjunto (que
es dar toda la gloria a Dios)…”.
Los teólogos reformados de la época de la Reforma y
posteriores a esta entendían escopo en dos sentidos. Tenía
un sentido limitado (es decir, la esencia de un texto o
pasaje, su idea básica); pero también tenía un sentido más
amplio (o sea, el objetivo o diana al que apunta toda la
Escritura).22 En esta segunda acepción centraremos
nuestra atención.


22 Véase el análisis en el libro de Richard A. Muller, Post-Reformation
Reformed Dogmatics: The Rise and Development of Reformed Orthodoxy, ca. 1520
to ca. 1725, Volume Two — Holy Scripture {trad. no oficial: Dogmática
Reformada Posterior a la Reforma: El Surgimiento y Desarrollo de la Ortodoxia
Reformada, ca. 1520 a ca. 1725, Volumen Dos —La Santa Escritura}, (Grand
Rapids: Baker Academic, 2003 [Second Edition {Segunda Edición}]),
206-23, donde analiza estas distinciones. Véase también James M.
Renihan, “Theology on Target: The Scope of the Whole (which is to
give all glory to God)” {trad. no oficial: “Teología en la Diana: El
Escopo de Esta en su Conjunto (que es dar toda la gloria a Dios)”},
RBTR {trad. no oficial: Revista Teológica Bautista Reformada [RBTR, por
sus siglas en inglés]} II:2 (July {julio} 2005): 36-52; Richard C.
Barcellos, “Scopus Scripturae: John Owen, Nehemiah Coxe, our Lord
Jesus Christ, and a Few Early Disciples on Christ as the Scope of
Scripture” {trad. no oficial: “Scopus Scripturae: John Owen, Nehemiah
Coxe, nuestro Señor Jesucristo y Algunos Primeros Discípulos sobre
Cristo como el Escopo de la Escritura”}, Journal of the Institute of Reformed
Baptist Studies [JIRBS] {trad. no oficial: Revista Académica del Instituto de
El Pacto de Obras 27

El escopo, en este sentido, se refiere al centro o diana


de toda la revelación canónica; es aquello a lo que apunta
toda la Biblia. Y, cualquiera que este sea, tiene que
condicionar nuestra interpretación de todas y cada una de
las partes de la Escritura. Para los teólogos federales o
teólogos del pacto del siglo XVII, el escopo de la Escritura
era la gloria de Dios en la obra redentora del Hijo de Dios
encarnado.23 Su punto de vista acerca del escopo de la
Escritura fue en sí mismo una conclusión extraída de la
Escritura, no una presuposición impuesta a ella; y este
condicionó toda interpretación posterior.
Por ejemplo, William Ames afirma:
El Antiguo y el Nuevo Testamento son reducibles a
estos dos encabezamientos principales: El Antiguo


Estudios Bautistas Reformados [JIRBS, por sus siglas en inglés]} (2015):
5-24; y Stephen J. Casselli, Divine Rule Maintained: Anthony Burgess,
Covenant Theology, and the Place of the Law in Reformed Scholasticism {trad. no
oficial: La Ley Divina Guardada: Anthony Burgess, la Teología Pactual y el Lugar
de la Ley en el Escolasticismo Reformado} (Grand Rapids: Reformation
Heritage Books, 2016), 102-07.
23 Véase mi próximo libro The Doxological Trajectory of Scripture: God

Getting Glory for Himself through what He does in His Son — An Exegetical and
Theological Case Study {trad. no oficial: La Trayectoria Doxológica de la
Escritura: Dios Glorificándose a Sí mismo a través de lo que hace en Su Hijo —
Un Estudio de Caso Exegético y Teológico}, Chapter {Capítulo} 5, “Christ
as Scopus Scripturae — John Owen and Nehemiah Coxe on Christ as the
Scope of Scripture for the Glory of God” {trad. no oficial: “Cristo
como Scopus Scripturae —John Owen y Nehemías Coxe sobre Cristo
como el Escopo de la Escritura para la Gloria de Dios”.
28 El Pacto de Obras: Formulación Doctrinal y Hermenéutica

promete que Cristo vendrá, y el Nuevo testifica que Él


ha venido.24
Del mismo modo, John Owen dice: “Cristo es (…) el fin
principal de toda la Escritura…”;25 y prosigue en otra
parte:
Este principio siempre debe ser retenido en nuestras
mentes al leer la Escritura ¾es decir, que la revelación
y la doctrina de la persona de Cristo y Su oficio es el
fundamento sobre el cual son edificadas todas las
demás instrucciones de los profetas y apóstoles para la
edificación de la iglesia, y es donde está la resolución
de estas (…) Por esa razón, nuestro Señor Jesucristo
mismo lo pone de manifiesto con amplitud, Lucas
xxiv. 26, 27, 45, 46.26 Deje de lado esta consideración,
y las Escrituras no serán lo que pretenden ser, es decir,
una revelación de la gloria de Dios en la salvación de
la iglesia…27


24 William Ames, The Marrow of Theology {título oficial: La Médula de
la Divina Teología} (Durham, NC: The Labyrinth Press, 1983), 1.38.5
(202).
25 John Owen, The Works of John Owen {trad. no oficial: Las Obras de

John Owen}, 23 vols., ed. William H. Goold (Edinburgh: The Banner


of Truth Trust {El Estandarte de la Verdad}, 1987 edition {edición de
1987}), 1:74.
26 Nota de los traductores: Lucas xxiv. 26, 27, 45, 46 —Léase

Lucas 24: 26, 27, 45, 46.


27 Owen, Works, 1:314-15.
El Pacto de Obras 29

Coxe dice: “…en toda nuestra búsqueda de la mente de


Dios en las Santas Escrituras, debemos conducir nuestras
investigaciones teniendo a Cristo como punto de
referencia”.28
La interpretación Cristocéntrica de la Biblia que
emplearon los teólogos antiguos fue un principio derivado
de la Biblia misma, y una aplicación de la sola Scriptura a
la hermenéutica. En otras palabras, consideraban que la
autoridad de la Biblia se extiende hasta la forma en la que
interpretamos la Biblia. O, podría decirse de esta manera:
vieron que la autoridad de la Escritura se extendía a la
interpretación de la Escritura.29 Estos principios
hermenéuticos (y otros) será utilizados a lo largo del
capítulo 4 de este libro.


28 Coxe y Owen, Covenant Theology, 33.
29 Véase Poythress, “Biblical Hermeneutics”, 11, donde dice:

“Usamos la Biblia para derivar de ella principios hermenéuticos.


Después usamos la hermenéutica para interpretar la Biblia”.

2.
LA DOCTRINA DEL PACTO DE
OBRAS EN LA
CONFESIÓN DE FE

H ubo un tiempo en el que pensé que la 2CFL era


sustancialmente diferente de la CFW y de la DS con
respecto a la doctrina del pacto de obras. El razonamiento
era sencillo. La 2CFL no dice lo que dicen las otras
Confesiones sobre el pacto de obras en el capítulo 7.
Tanto la CFW como la DS afirman en 7.2:
El primer pacto hecho con el hombre fue un pacto de
obras, en el cual se prometió la vida a Adán; y en él,
{la vida fue prometida} a su posteridad, bajo la
condición de obediencia perfecta y personal.

La 2CFL no contiene este párrafo (ver el texto de la 2CFL,


7.1-2 más adelante). La conclusión fue que los bautistas
particulares debieron haber sostenido un punto de vista
diferente de Adán en el huerto. Ahora creo que yo estaba
equivocado. Otros sostienen este punto de vista o algo
similar: a saber, dado que los bautistas eliminaron el
párrafo 7.2 que aparece en la CFW y la DS, su teología
del huerto era diferente. Cualquiera que tenga esta

31
32 La Doctrina del Pacto de Obras en la Confesión de Fe

postura está creyendo algo incorrecto por varias razones


que serán analizadas a continuación.
En este punto, se ofrecerán seis observaciones sobre la
2CFL 7.1-2 que nos ayudarán a comprender lo que esta
afirma sobre el pacto de obras. Estos párrafos fueron
elegidos por tres razones: primero, el título del capítulo 7
es “Del Pacto de Dios”; segundo, el lenguaje de la
2CFL 7.2 no es el mismo que el de la CFW y la DS, lo
cual ha sido la causa de que algunos concluyan que la
doctrina del pacto de obras está ausente o
considerablemente modificada; y tercero, aunque la frase
“pacto de obras” está ausente, el concepto está presente.
Luego pasaremos a consideraciones más amplias de la
2CFL, que se ofrecerán para demostrar que su
formulación, aunque difiere en forma (i.e., la manera en
que es afirmado), es materialmente (i.e., la sustancia de lo
que es afirmado) igual que la de la CFW y la DS.

Seis Observaciones sobre la 2CFL 7.1-2


Estos son los párrafos que se examinarán a continuación,
seguidos de seis observaciones:
La distancia entre Dios y la criatura es tan grande que,
aunque las criaturas racionales le deben obediencia
como su Creador, aun así, estas nunca habrían podido
alcanzar la recompensa de la vida si no hubiera sido
por alguna condescendencia voluntaria por parte de
El Pacto de Obras 33

Dios, que a Él le ha agradado expresar en forma de


pacto. (2CFL 7.1)
Además, al haberse colocado el hombre bajo la
maldición de la ley por su Caída, agradó al Señor
hacer un pacto de gracia en el que ofrece libremente
a los pecadores vida y salvación por medio de
Jesucristo, demandándoles fe en Él para que sean
salvos, y prometiendo dar Su Espíritu Santo a todos
aquellos que están ordenados para vida eterna, a fin
de darles disposición y capacidad para creer.
(2CFL 7.2)

1. Es importante darse cuenta del


contexto confesional de este capítulo.
El capítulo 7, “Del Pacto de Dios”, viene después del
capítulo sobre la Creación, el capítulo 4: “De la
Creación”, y también después del capítulo sobre el
pecado, el capítulo 6: “De la Caída del Hombre, del
Pecado y su Castigo”. El capítulo 7 viene antes del
capítulo 8: “De Cristo el Mediador”.1 El orden es: la


1 Véase el útil bosquejo de la 2CFL en James M. Renihan,
“Covenant Theology in the First and Second London Confessions of
Faith” {trad. no oficial: “La Teología Pactual en la Primera y Segunda
Confesión de Fe de Londres”} en Recovering a Covenantal Heritage: Essays
in Baptist Covenant Theology {trad. no oficial: Rescatando una Herencia
Pactual: Ensayos sobre la Teología Bautista del Pacto}, ed. Richard C.
Barcellos (Palmdale, CA: RBAP, 2014), 61-62.
34 La Doctrina del Pacto de Obras en la Confesión de Fe

Creación, la Caída, el Pacto y, luego, el Mediador de la


Salvación.2

2. Es importante entender el flujo de


pensamiento en los párrafos 7.1-2.
Esta es la forma en la que he bosquejado parte de 7.1-2:
A. La Absoluta Necesidad del Pacto de Dios
(2CFL 7.1)
1. Debido a la distinción Creador/criatura
(2CFL 7.1a): “La distancia entre Dios y la criatura
es tan grande que, aunque las criaturas racionales le
deben obediencia como su Creador...”
2. Debido a que la recompensa de la vida nunca
podría haberse logrado si no fuera por la
condescendencia de Dios (2CFL 7.1b): “...aun
así, estas nunca habrían podido alcanzar la recompensa
de la vida si no hubiera sido por alguna condescendencia
voluntaria por parte de Dios, que a Él le ha agradado
expresar en forma de pacto”.

2 He notado que el orden muestra el desarrollo progresivo de la

formulación doctrinal en la Confesión. Los capítulos posteriores


presuponen lo anterior, y lo anterior prepara para lo posterior. Esto
significa que el capítulo 7 presupone los capítulos anteriores a él y las
afirmaciones doctrinales en estos. Como se analizará más adelante, la
2CFL 7.1-2 no usa la frase “pacto de obras” por al menos dos razones:
primero, porque esta presupone los capítulos 4 y 6; y segundo, el capítulo 7
se concentra principalmente en el pacto de gracia, especialmente los
párrafos 2 y 3.
El Pacto de Obras 35

B. Las Características Esenciales del Pacto de Dios


(2CFL 7.2)
1. Su Necesidad Subsecuente (2CFL 7.2a):
“Además, al haberse colocado el hombre bajo la
maldición de la ley por su Caída...”
2. Su Fundamento Divino (2CFL 7.2b): “...agradó
al Señor...”
3. Su Naturaleza de Gracia (2CFL 7.2c): “...hacer
un pacto de gracia...”
4. Sus Elementos Específicos (2CFL 7.2d, e):
“...en el que...”
Tenga en cuenta que la necesidad del pacto de Dios con
el hombre está establecida en dos realidades. La primera
es la distinción Creador/criatura (“La distancia entre
Dios y la criatura es tan grande que, aunque las criaturas
racionales le deben obediencia como su Creador...”). La
segunda es la necesidad de la condescendencia de parte
de Dios para alcanzar “la recompensa de la vida” (“...aun
así, estas nunca habrían podido alcanzar la recompensa
de la vida si no hubiera sido por alguna condescendencia
voluntaria por parte de Dios, que a Él le ha agradado
expresar en forma de pacto”). Las criaturas racionales le
deben obediencia a Dios (2CFL 4.2-3), pero la
recompensa de la vida es añadida o prometida “por
alguna condescendencia voluntaria por parte de Dios”. A
Dios “le ha agradado expresar en forma de pacto” esta
“condescendencia voluntaria”.
36 La Doctrina del Pacto de Obras en la Confesión de Fe

3. Es importante entender cómo el


párrafo 7.2 se relaciona con el 7.1.
Observe la palabra “Además” en el párrafo 7.2. Esto
significa algo así como en adición a lo que se ha dicho, asimismo
o también. Es una ampliación de lo que se ha dicho a la luz
de la Caída de Adán en pecado (2CFL 6.1). La
implicación es que Dios voluntariamente condescendió
“en forma de pacto” para que se alcanzara “la
recompensa de la vida” (véase 2CFL 7.1 y 6.1, “...le dio
una ley justa, que habría sido para vida si la hubiera
guardado…”), pero el hombre cayó en Adán y cayó “bajo
la maldición de la ley por su Caída”, por lo que se necesita
“un pacto de gracia”. La “maldición de la ley” en 7.2 se
refiere a la amenaza de muerte de Génesis 2:16-17.

4. Observe a qué se refieren las siguientes


palabras: “La distancia entre Dios y la
criatura es tan grande que, aunque las
criaturas racionales [véase 2CFL 4.2] le
deben obediencia como su Creador...”
(2CFL 7.1a).
Estas palabras se refieren a lo que el hombre como
criatura le debe a Dios como Creador.3 Aquí está

3 Véase los análisis de Robert Shaw, An Exposition of the Westminster
Confession of Faith {trad. no oficial: Exposición de la Confesión de Fe de
El Pacto de Obras 37

expresada la distinción Creador/criatura. Las criaturas


racionales le deben obediencia a Dios porque Él es su
Creador, específicamente debido a la constitución del
hombre como hecho a imagen de Dios.

5. Observe las palabras “...aun así, estas


nunca habrían podido alcanzar la
recompensa de la vida si no hubiera sido
por alguna condescendencia voluntaria
por parte de Dios...” (2CFL 7.1b).
Esta cláusula significa que “la recompensa de la vida” no
se basa exclusivamente en la relación Creador/criatura
establecida en el 7.1a. Esto queda claro en la próxima
observación y explicación.


Westminster} (Fearn Ross–shire, Scotland {Escocia}: Christian Focus
Publications, 1998), 123; y A. A. Hodge, The Confession of Faith {título
oficial: Comentario de la Confesión de Fe de Westminster de la Iglesia
Presbiteriana} (1869; reprint {reimpresión}, Edinburgh; Carlisle, PA:
The Banner of Truth Trust {El Estandarte de la Verdad}, 1983),
120-21.
38 La Doctrina del Pacto de Obras en la Confesión de Fe

6. Observe que las palabras “que a Él le


ha agradado expresar en forma de pacto”
nos dicen cuál es la “condescendencia
voluntaria” de Dios.
La cláusula “que a Él le ha agradado expresar en forma
de pacto” nos dice a qué se refiere la “condescendencia
voluntaria” de Dios, la cual contiene la promesa de “la
recompensa de la vida”. Este principio de “la recompensa
de la vida” en relación con “alguna condescendencia
voluntaria por parte de Dios” implica una revelación
pactual de dicha recompensa de la vida, aunque no
absolutamente coevo o contemporáneo con el estado en
el que Adán fue creado. Esto es lo que se ha denominado
“el pacto de obras”.
Aunque el hombre como criatura racional le debe
obediencia a Dios por haber sido creado,4 “la recompensa
de la vida” por medio de la obediencia es una estipulación
pactual, no una estipulación estrictamente o
absolutamente de la creación. En otras palabras, había
dos estados previos a la Caída en los que Adán existía:
como criatura racional de Dios, debiéndole obediencia a
su Creador, y como criatura racional de Dios en una

4 La 2CFL 7.1 cita Lucas 17:10 —“Así también vosotros, cuando

hayáis hecho todo lo que se os ha ordenado, decid: ‘Siervos inútiles


somos; hemos hecho sólo lo que debíamos haber hecho’”. El hombre
le debe obediencia a Dios porque es una criatura racional de Dios.
El Pacto de Obras 39

relación pactual con Él, debiéndole obediencia al Señor


del pacto.5 A. A. Hodge, comentando sobre la CFW 7.1
dice:
El acto mismo de la creación pone a la criatura bajo
una obligación para con el Creador, pero [la creación]
no pone al Creador en una obligación para con la
criatura.6

Robert Shaw, comentando sobre el mismo texto, dice:


“Dios hizo un pacto con Adán en su estado de
inocencia”.7 Esto parece implicar que Adán existió en un
estado de inocencia y, mientras existía en ese estado, Dios
hizo un pacto con él. ¿Es esto lo que la CFW, la DS y la
2CFL enseñan? A esta altura de nuestro análisis, será de
mucha ayuda explorar esto un poco más detalladamente.


5 Véase los análisis en Rowland S. Ward, God & Adam: Reformed
Theology and the Creation Covenant {trad. no oficial: Dios y Adán: La Teología
Reformada y el Pacto de la Creación} (Wantirna, Australia: New Melbourne
Press, 2003), 59-66 y 99-103. Ward utiliza el lenguaje de “dos estados
previos a la Caída” en la pág. 61 (véase también la 99 y siguientes).
Casselli, Divine Rule Maintained, 69 y sigs., señala las cuidadosas
distinciones hechas por los teólogos reformados del siglo XVII sobre
este tema.
6 Hodge, Confession of Faith, 121.
7 Shaw, Exposition, 124.
40 La Doctrina del Pacto de Obras en la Confesión de Fe

¿Dónde hizo Dios un pacto con Adán?8 Considere el


hecho de que el hombre fue creado y, luego, fue creado el
huerto en el que fue puesto. Génesis 2:7-8 dice:
7Entonces el SEÑOR Dios formó al hombre del polvo
de la tierra, y sopló en su nariz el aliento de vida; y fue
el hombre un ser viviente. 8Y plantó el SEÑOR Dios
un huerto hacia el oriente, en Edén; y puso allí al
hombre que había formado.

Génesis 2:15 dice: “Entonces el SEÑOR Dios tomó al


hombre y lo puso en el huerto del Edén, para que lo
cultivara y lo cuidara”. El hombre fue creado y, luego, fue
puesto en el huerto. La vocación del hombre no fue
absolutamente coeva con su creación. Esta distinción
entre el hombre como criatura de Dios y el hombre en
una relación pactual con Dios en el huerto parece ser lo
que enseñan la CFW, la DS y la 2CFL. El Catecismo
Mayor de Westminster (CMW), P. 20 dice:
P. 20. ¿Cuál fue la providencia de Dios para con el hombre en
el estado en que {este último} fue creado?
R. La providencia de Dios para con el hombre en el
estado en que {este último} fue creado consistió en
ponerlo en el paraíso, encargándole que lo labrara,
dándole la libertad para comer del fruto de la tierra;

8 Obviamente, esta pregunta presupone que Dios hizo un pacto
con Adán, pongámoslo por caso para poder continuar con el análisis
acerca de la Confesión.
El Pacto de Obras 41

poniendo a las criaturas bajo su dominio, e


instituyendo el matrimonio para ayuda del hombre;
concediéndole comunión con Él; instituyendo el
Reposo; haciendo un pacto de vida con el hombre, bajo la
condición de obediencia personal, perfecta y
perpetua, del cual el árbol de la vida era una prenda,
y prohibiéndole comer del árbol del conocimiento del
bien y del mal, so pena de muerte. (Énfasis añadido)
Observe que el CMW analiza el pacto de obras bajo la
doctrina de la divina providencia, que comienza en la
P. 18 (“¿Cuáles son las obras de la providencia de Dios?”),
y viene después de las preguntas que tratan de la creación
(es decir, las preguntas 15-17). El Catecismo Menor de
Westminster (CmW) y el Catecismo Bautista (CB) hacen
lo mismo. En el estado en que el hombre fue creado, Dios
le reveló lo que se llama “un pacto de vida”, que es
sinónimo del pacto de obras, después de “ponerlo en el
paraíso”. Entonces, el pacto de obras no es absolutamente
coevo con el acto de la creación del hombre.9 El hombre


9 Véase Barcellos, The Family Tree, 164-66, bajo el encabezamiento
“EXCURSUS: The Temporal Revelation of the Covenant of Works
in Owen — Absolutely or Relatively Coeval with Creation?” {trad. no
oficial: “EXCURSO: La Revelación Temporal del Pacto de Obras en
Owen —¿Absolutamente o Relativamente Coeva con la Creación?”};
y Ward, God & Adam, capítulo 4, titulado “Emergence of a post–
creation, pre–fall covenant” {trad. no oficial: “La Revelación de un
pacto posterior a la Creación y anterior a la Caída”} 59-66; y el
capítulo 11, titulado “Law and covenant: the two states of the pre–fall
42 La Doctrina del Pacto de Obras en la Confesión de Fe

fue creado para el pacto; pero, estrictamente hablando, no


fue creado en el pacto de obras.10 La creación del hombre,
y el hombre en el pacto de obras con Dios, pueden ser
distinguidos pero no deberían ser separados.11 El material
del pacto de obras —es decir, la ley escrita en el corazón
de Adán por el hecho de que el hombre fue creado a
imagen de Dios—, está presente en su creación; sin
embargo, la forma del pacto de obras fue revelada por Dios
al hombre según se encuentra (como mínimo) en
Génesis 2:16-17.12 Aunque está más allá del alcance del

Adam” {trad. no oficial: “La ley y el pacto: los dos estados de Adán
antes de la Caída,” 99-103.
10 Le estoy agradecido a Samuel Renihan por haber sido el primero

en comentarme acerca de esta formulación. Véase Joel R. Beeke y


Mark Jones, A Puritan Theology: Doctrine for Life {trad. no oficial: Una
Teología Puritana: Doctrina para la Vida} (Grand Rapids: Reformation
Heritage Books, 2012), 223-24, bajo el encabezamiento “Made In or
For a Covenant?” {trad. no oficial: “¿Hecho en un Pacto o para un
Pacto?” La 2CFL insinúa esta distinción con estas palabras: “Después
de Dios haber hecho todas las demás criaturas, creó al hombre, varón
y hembra, con almas racionales e inmortales, haciéndolos aptos para
[énfasis añadido] esa vida {que es} para Dios, para la cual [énfasis
añadido] fueron creados…” (2CFL 4.2a). El hombre {varón y
hembra} fueron creados “aptos para esa vida (...) para la cual fueron
creados...”. Esto parece implicar la distinción a favor de la cual estoy
argumentando. Si este es el caso o no, en el capítulo 4 quedará claro
que muchos teólogos reformados del siglo XVII (y siglos posteriores)
vieron que el pacto de obras ofrecía una calidad de vida con la que el
hombre no estaba investido en su creación.
11 Véase Ward, God & Adam, 99.
12 Según Ward, esta es la postura que se encuentra en The Marrow

of Modern Divinity {trad. no oficial: La Médula de la Teología Moderna}, de


El Pacto de Obras 43

análisis de este capítulo, es importante darse cuenta de


que la Confesión afirma que el hombre, varón y hembra,
fueron...
hechos a imagen de Dios, en conocimiento, justicia y
santidad de la verdad [citando Ecl. 7:29 y Gén. 1:26];
teniendo la Ley de Dios escrita en sus corazones
[citando Rom. 2:14-15]... (2CFL 4.2)

La responsabilidad de Adán de obedecer a Dios se basa


en la creación; sin embargo, una vez que está en el huerto,
las palabras de Génesis 2:16-17 agregan un aspecto
positivo a su obediencia.13 Esto es reflejado en la
2CFL 6.1 y 19.1:
Aunque Dios creó al hombre recto y perfecto, y le dio
una ley justa, que habría sido para vida si la hubiera
guardado, y amenazó su transgresión con la muerte
[citando Gén. 2:16-17], aun así, el hombre no
permaneció mucho tiempo en este honor; usando
Satanás la sutileza de la serpiente para persuadir a
Eva, y luego por medio de ella persuadiendo a Adán,
quien sin ninguna coacción transgredió

Edward Fisher. Véase Ward, God & Adam, 102. Le estoy agradecido a
Dabney Olguin por estimular los debates sobre este tema.
13 “Positivo” se refiere a aquello que se suma a la naturaleza o

creación. La ley escrita en el corazón del hombre en la creación y la


obediencia debida al Creador es natural; la ley positiva, sumada a ley
la de la naturaleza, pone formalmente al hombre en un pacto con su
Creador.
44 La Doctrina del Pacto de Obras en la Confesión de Fe

voluntariamente la ley de su creación y el mandato


que les había sido dado al comer del fruto prohibido;
lo cual agradó a Dios permitir, conforme a Su sabio y
santo consejo, habiéndose propuesto ordenarlo para
Su gloria. (2CFL 6.1)
Dios dio a Adán una ley de obediencia universal,
escrita en su corazón, y un precepto en particular de
no comer del fruto del árbol del conocimiento del bien
y del mal; por medio de {todo} lo cual obligó a Adán,
y a toda su posteridad, a una obediencia personal,
completa, exacta y perpetua; prometió la vida por su
cumplimiento, y amenazó su transgresión con la
muerte; y lo invistió de poder y capacidad para
guardar {tanto la ley de obediencia universal como el
precepto en particular} (2CFL 19.1)
Como se indicó anteriormente, el estado en el que Adán
fue creado y el estado pactual para la vida pueden ser
distinguidos, pero no deben ser separados. Esta distinción
se refleja en la CFW, la DS, la 2CFL, el CMW, el CmW,
el CB y en muchos escritores de aquella época.14


14 Otraforma en la que se mantuvo la distinción tiene que ver con
el concepto de la restipulación del hombre {respuesta del hombre a la
estipulación de Dios}. Por ejemplo, Coxe dice: “...una relación pactual
con Dios y tener parte en Él no resulta inmediatamente de la propuesta
de un pacto y los términos de una relación pactual con el hombre. Pero,
es mediante la restipulación que el hombre realmente hace un pacto
con Dios y se convierte en una parte incluida en el pacto. Un
consentimiento mutuo de las partes en el pacto es lo que establece
El Pacto de Obras 45

La obediencia del hombre es naturalmente necesaria


por ser este una criatura {hecha} a imagen de Dios.
Cualquier cosa más allá de esto, como “la recompensa de
la vida”, proviene de la “condescendencia voluntaria por
parte de Dios, que a Él le ha agradado expresar en forma de
pacto” (2CFL 7.1). Casselli, comentando sobre el punto de
vista de Anthony Burgess, uno de los miembros de la
Asamblea de Westminster, dice:
En virtud de la creación, Adán le debe una obediencia
perfecta a Dios, estricta obediencia que no merece
nada de parte de Dios, pero que Dios en Su gracia
escoge recompensar sobre la base del pacto
establecido por Él.15

Coxe dice que Dios agregó a la ley escrita en el corazón


de Adán una ley positiva en el huerto del Edén.

[instaura o da inicio en el pacto] y completa una relación pactual”.
Véase Coxe y Owen, Covenant Theology, 35. Las palabras entre corchetes
son una nota editorial a pie de página en el libro de Coxe y Owen.
Según algunos, el concepto de restipulación no es aplicable
universalmente o no es aplicable a todos los pactos bíblicos. Por
ejemplo, el pacto Noémico es un pacto de promesa incondicional.
Nadie tuvo que hacer ninguna obra de la ley o creer en el evangelio
para que se cumpliera la promesa de aquel pacto. El concepto de
restipulación también se denomina dipleúrico. Para encontrar un análisis
sobre los términos monopleúrico y dipleúrico en el contexto de las
revelaciones pactuales de Dios al hombre, véase Barcellos, The Family
Tree, 91, 97, 98, 101, 163, 164, 165, 187 y 204; y las fuentes citadas allí.
Para encontrar las definiciones de estos términos, véase Muller,
Dictionary, 120 y 122.
15 Casselli, Divine Rule Maintained, 72.
46 La Doctrina del Pacto de Obras en la Confesión de Fe

Recordemos que el hombre fue puesto en el huerto


después de haber sido creado. Estas son las propias
palabras de Coxe:
Agradó a la Soberana Majestad del Cielo agregar a
esta ley eterna [es decir, la ley interna escrita en el
corazón del hombre mediante el acto creativo de
Dios] un precepto positivo con el que le ordenó al
hombre no comer del fruto de un árbol que estaba en
medio del huerto del Edén.16
Coxe también dice:
En esto yace el misterio de la primera transacción de
Dios con el hombre y de la relación del hombre con
Dios fundada sobre dicha transacción. Esto no resultó
inmediatamente de la ley de la creación del hombre, sino de la
disposición de un pacto conforme al libre, soberano y sabio
consejo de la voluntad de Dios. Por lo tanto, aunque la ley
de la creación es fácilmente entendida por los
hombres (y hay poca controversia al respecto entre
aquellos que no están degenerados de todos los
principios de la razón y la humanidad); aun así, el
pacto de la creación, la inclusión de Adán y su
posteridad en el mismo, y la culpa del pecado original
que recae sobre ellos por el pacto no son reconocidos
por la mayoría de la humanidad. Tampoco pueden


16 Coxe y Owen, Covenant Theology, 43.
El Pacto de Obras 47

ser estas cosas entendidas, a no ser por la luz de la


revelación divina.17
No es por ninguna necesidad de la naturaleza que Dios hace un
pacto con los hombres, sino por Su propio beneplácito. El
privilegio y la cercanía a Dios que están incluidos en
tener parte en el pacto no puede resultar inmediatamente de
la relación que tienen con Dios como criaturas racionales,
aunque sean rectas y estén en un estado de
perfección.18

La “condescendencia voluntaria” de Dios fue un acto


de Su amable providencia que no estaba incluido
formalmente en el acto inicial de la creación del hombre.
La promesa de “la recompensa de la vida” es una adición
al estado en el que el hombre fue creado. El tipo de vida
que es ofrecida como recompensa no era lo que Adán ya
poseía por medio de la creación, sino lo que no logró
alcanzar por medio del pacto o, como dice la CFW, el
“disfrute (…) de Dios como su bienaventuranza y
galardón” (CFW 7.1). Esta es la calidad de vida que
nuestro Señor Jesús ganó por Sus méritos por causa de Su
obediencia al pacto como el último {o postrer} Adán, la
cual Él trae y confiere a todos los pecadores que creen al


17 Coxe y Owen, Covenant Theology, 49; énfasis añadido.
18 Coxe y Owen, Teología Pactual, 36; énfasis añadido.
48 La Doctrina del Pacto de Obras en la Confesión de Fe

evangelio. Esto se llama el pacto de gracia y es el foco de


atención del capítulo 7 de la 2CFL.
Aunque el capítulo 7 de la 2CFL no usa la frase “pacto
de obras”, el concepto doctrinal del mismo está
claramente implícito en los tres párrafos (véase más
adelante para encontrar un breve análisis de 2CFL 7.3).
También está implícito en el 4.3, en el 6.1; así como en el
capítulo 8 y en el 19.1. La frase se usa explícitamente en
el 19.6 (dos veces) y el 20.1.

Razones por las cuales la 2CFL Contiene


la Misma Doctrina del Pacto de Obras
que la CFW y la DS
Echar un vistazo más amplio a la 2CFL para ver las
afirmaciones doctrinales, las presuposiciones de
formulaciones anteriores dentro del documento y la
terminología explícita utilizada en varios lugares nos
llevará a la conclusión de que su doctrina básica del pacto
de obras concuerda con la de la CFW y la de la DS. A
continuación, seis razones por las que hago esta
afirmación.
El Pacto de Obras 49

1. Porque la frase “pacto de obras”


aparece explícitamente en la Confesión
(19.6 [dos veces] y 20.1).
Aunque los verdaderos creyentes no estén bajo la ley,
como pacto de obras, para ser de este modo justificados
o condenados; aun así, esta es de gran utilidad tanto
para ellos como para otros en el sentido de que, como
regla de vida que les informa acerca de la voluntad de
Dios y de su deber, los dirige y los obliga a andar en
consecuencia; revelándoles también las
contaminaciones pecaminosas de sus naturalezas,
corazones y vidas; para que examinándose a sí mismos
de esta manera, puedan llegar a una mayor
convicción de {pecado}, humillación por {el pecado}
y odio contra el pecado; junto con una visión más
clara de la necesidad que tienen de Cristo y de la
perfección de Su obediencia. La ley es igualmente útil
para los regenerados, para restringir sus corrupciones,
en el sentido de que prohíbe el pecado; y sus amenazas
sirven para mostrar lo que sus pecados todavía
merecen y qué aflicciones pueden esperar por estos en
esta vida, aunque estén libres de la maldición y del
rigor implacable de la ley. Las promesas de la ley
también les muestra que Dios aprueba la obediencia,
y qué bendiciones pueden esperar por el
cumplimiento de la ley, aunque no como si se les
debiera por la ley como pacto de obras; de manera que
50 La Doctrina del Pacto de Obras en la Confesión de Fe

hacer lo bueno y abstenerse de lo malo porque la ley


anima a {hacer} lo uno y disuade de lo otro, no es
evidencia de que un hombre esté ( p ) bajo la ley y {de
que} no {esté} bajo la gracia. (2CFL 19.6; énfasis
añadido)
Habiendo sido quebrantado el pacto de obras, por el
pecado, y habiéndose vuelto inútil para {dar} vida;
agradó a Dios dar la promesa de Cristo, la simiente de
la mujer, como el medio para el llamamiento de los
elegidos, y {para} el engendramiento de la fe y el
arrepentimiento en ellos; en esta promesa, el
evangelio, en su sustancia fue revelado, y —por lo
tanto— [es] eficaz para la conversión y la salvación de
los pecadores. (2CFL 20.1; énfasis añadido)
No hay ninguna razón en la Confesión o en los escritos de
Nehemías Coxe, uno de los posibles coeditores (quizá el
editor principal) de la Confesión, o en los escritos de
cualquier otro bautista particular relacionado con la
Confesión (hasta donde yo sé) para pensar que se referían
a algo distinto de lo que sus hermanos presbiterianos y
congregacionalistas querían decir con la frase pacto de
obras. Pascal Denault, apoyando esta afirmación, dice:
“Los escritos de los Bautistas [Particulares del siglo XVII]
muestran que compartían esta misma concepción del
Pacto de Obras como sus contemporáneos
El Pacto de Obras 51

paidobautistas”.19 Además, en el Prefacio a la Confesión,


titulado “Para el Lector Juicioso e Imparcial”, estamos seguros
de que los editores de la Confesión utilizaron...
las mismas palabras junto con ambos [es decir,
presbiterianos y congregacionalistas], en estos
artículos (que son muchísimos) en los que nuestra fe y
doctrina es la misma que la de ellos; y esto hicimos,
tanto más abundantemente, para manifestar nuestro
consenso con ambos, en todos los artículos
fundamentales de la Religión Cristiana (...) y también
para convencer a todos de que no tenemos ansia
alguna de atascar la Religión con nuevas palabras...
(xiii)

Es probable que esto se aplique, entre otras cosas, a la


frase y la doctrina del pacto de obras. No hay evidencia
en el documento primario ni en ninguno de los
documentos secundarios de los que tengo conocimiento,
de que ellos entendieran algo diferente de lo que otros en
su día entendieron por la frase pacto de obras.


19 Pascal Denault, Un Mejor Pacto: La Fundación Doctrinal del
Credobautismo (Graham, NC: Publicaciones Faro de Gracia, 2018), p.
66. Véase James M. Renihan, “Covenant Theology in the First and
Second London Confessions of Faith”, 45-70.
52 La Doctrina del Pacto de Obras en la Confesión de Fe

2. Porque la doctrina del pacto de obras


está contenida o implícita sin que
aparezca la frase pacto de obras en al
menos cinco lugares en la Confesión.
En primer lugar, la 2CFL 6.1 dice:
Aunque Dios creó al hombre recto y perfecto, y le dio
una ley justa, que habría sido para vida si la hubiera
guardado, y amenazó su transgresión con la muerte,
aun así, el hombre no permaneció mucho tiempo en
este honor; usando Satanás la sutileza de la serpiente
para persuadir a Eva, y luego por medio de ella
persuadiendo a Adán, quien sin ninguna coacción
transgredió voluntariamente la ley de su creación y el
mandato que les había sido dado al comer del fruto
prohibido; lo cual agradó a Dios permitir, conforme a
Su sabio y santo consejo, habiéndose propuesto
ordenarlo para Su gloria.

Esta es la doctrina del pacto de obras, sin la frase pacto de


obras. Observe el contexto en el que aparece —la Caída
en el pecado. Si viviéramos en el siglo XVII, al leer este
párrafo [6.1], hubiéramos pensado de inmediato en el
“pacto de obras”.
En segundo lugar, la 2CFL 7.1 dice:
La distancia entre Dios y la criatura es tan grande que,
aunque las criaturas racionales le deben obediencia
El Pacto de Obras 53

como su Creador, aun así, estas nunca habrían podido


alcanzar la recompensa de la vida si no hubiera sido
por alguna condescendencia voluntaria por parte de
Dios, que a Él le ha agradado expresar en forma de
pacto.

Esto implica “la recompensa de la vida” (no una dádiva al


haber sido creado Adán, sino una calidad de vida que
sería alcanzada a través del pacto) mencionada en
2CFL 6.1, la cual vino por la “condescendencia
voluntaria por parte de Dios (…) en forma de pacto”.
En tercer lugar, la 2CFL 7.2a dice: “Además, al
haberse colocado el hombre bajo la maldición de la ley
por su Caída...”. Como se señaló anteriormente,
“Además” debe entenderse como algo adicional a lo que
se ha dicho, debe entenderse como asimismo o también. Es
una ampliación de lo que ya se ha dicho a la luz de la
Caída de Adán en el pecado. ¿Qué es lo que ya se había
dicho? Véase 2CFL 7.1 y también 2CFL 6.1. La
implicación es que Dios voluntariamente condescendió en
forma de pacto para posibilitar la recompensa de la vida,
pero el hombre cayó en Adán y fue colocado bajo la
maldición de la ley.
En cuarto lugar, la 2CFL 7.3b dice:
siendo el hombre ahora totalmente incapaz de
hacerse aceptable para Dios bajo aquellas condiciones
en las que estuvo Adán en su estado de inocencia.
54 La Doctrina del Pacto de Obras en la Confesión de Fe

La necesidad del pacto de gracia se basa en el hecho de


que el hombre es incapaz de hacerse aceptable para Dios
bajo aquellas condiciones en las que estuvo Adán en su
estado de inocencia (véase la 2CFL 6.1), y de acuerdo con
la 2CFL 7.1, esas condiciones incluyen la
“condescendencia voluntaria por parte de Dios (…) en
forma de pacto”.
En quinto lugar, la 2CFL 19.1 dice:
Dios dio a Adán una ley de obediencia universal,
escrita en su corazón, y un precepto en particular de
no comer del fruto del árbol del conocimiento del bien
y del mal; por medio de {todo} lo cual obligó a Adán,
y a toda su posteridad, a una obediencia personal,
completa, exacta y perpetua; prometió la vida por su
cumplimiento, y amenazó su transgresión con la
muerte; y lo invistió de poder y capacidad para
guardar {tanto la ley de obediencia universal como el
precepto en particular}.

Esta es la doctrina del pacto de obras sin la frase pacto de


obras.
El Pacto de Obras 55

3. Debido al título y al énfasis del capítulo


7.20
Observe la forma ligeramente abreviada de este título en
comparación con el de la CFW y la DS, que dice “Del
Pacto de Dios con el Hombre”. El título bautista es “Del
Pacto de Dios”, lo cual da la apariencia de que [el
capítulo] se concentra en un solo pacto. Esto es
exactamente lo que sucede en la 2CFL 7; se concentra en
el pacto de gracia y presupone o da a entender el pacto de
obras por implicación, haciendo que su mención explícita
sea superflua.

4. Debido al orden de los capítulos y al


cambio que tiene lugar en el capítulo 7.
El capítulo 6 trata sobre la Caída en el pecado y sus
consecuencias. El capítulo 7 nos presenta el marco de
referencia pactual de la salvación —el pacto de gracia. El
capítulo 8 nos presenta al Siervo del pacto de la salvación.
Los capítulos 8-20 cubren tanto el logro (a través del pacto
de redención, 2CFL 8.1) como la aplicación de la
redención. El punto es que el capítulo 7 es fundamental y


20 El Dr. James M. Renihan debe recibir crédito por las razones 3
y 4 (y por mucho más).
56 La Doctrina del Pacto de Obras en la Confesión de Fe

prospectivo.21 Presupone que el pacto de obras había sido


quebrantado y nos presenta el remedio de Dios —“un
pacto de gracia”, en el que el Hijo encarnado de Dios
obtiene todos sus beneficios y los confiere a los pecadores
que creen, sin tener en cuenta sus propias obras.

5. Porque Nehemías Coxe enseñó


claramente la doctrina del pacto de obras.
En su {trad. no oficial} Tratado de los Pactos que Dios hizo con
los hombres antes de la ley…,22 Coxe utilizó los mismos
términos, frases, conceptos y fuentes que sus hermanos
paidobautistas utilizaron. Su tratado está...
estructurado según el modelo federal, utiliza
nomenclatura, conceptos y fuentes teológicas
ortodoxas reformadas, y es semánticamente ortodoxo
reformado…23


21 Véase James M. Renihan, “Covenant Theology in the First and
Second London Baptist Confessions”, 66, donde él dice: “Su [2CFL 7]
párrafo 3 es una maravillosa perspectiva general, desde el punto de
vista de la historia de la redención, del propósito del pacto de Dios en
el evangelio”. Prosigue con su análisis de “el énfasis en el avance de la
historia de la redención…” reflejado en 7.3. También analiza el tema
recurrente prospectivo de la teología del pacto de la 2CFL en la
conclusión de su libro (p. 69).
22 Nota de los traductores: El título original abreviado es A Discourse

of the Covenants that God made with men before the law…
23 Barcellos, The Family Tree, 94. Véase Coxe y Owen, Covenant

Theology, 71-140.
El Pacto de Obras 57

Como otros en su día, lo llamó pacto de la creación,24 pacto de


obras,25 pacto de amistad26 y pacto de abundante generosidad y
bondad.27

6. Porque (hasta donde yo sé) ningún


bautista particular del siglo XVII que
estuviera relacionado con la Confesión
negó el pacto de obras o pensó que este
necesitaba ser reformulado.
De hecho, la evidencia existente apunta claramente en
dirección opuesta. Si no hay evidencia en la literatura de
los bautistas particulares de esa época, de que ellos
pensaban de manera diferente sobre el pacto de obras y,
si existe evidencia de que ellos estaban de acuerdo con los
principios básicos de la doctrina; {entonces,} decir que la
negaron o que pensaron que era necesario reformularla,
contradice lo que ellos dijeron. Es más, esto pone en
evidencia un método deficiente de interpretación de
documentos antiguos, que impone el recelo personal
sobre un documento antiguo y lo interpreta a la luz de ese


24 Coxe y Owen, Covenant Theology, 39, 46, 49, 53, 58.
25 Coxe y Owen, Covenant Theology, 45, 49, 53.
26Coxe y Owen, Covenant Theology, 49, 51. Esto parece haber sido
tomado de Cocceius.
27 Coxe y Owen, Covenant Theology, 49.
58 La Doctrina del Pacto de Obras en la Confesión de Fe

recelo. Esto es anacrónico, es un método de interpretación


histórica muy deficiente.

Conclusión
Aunque podría argumentarse que los cambios en la 2CFL
fueron intencionales y teológicamente estratégicos, esto
no implica necesariamente que estos cambios fueran un
intento de modificar la doctrina del pacto de obras, o de
distanciar a los bautistas particulares de la teología del
pacto que se encuentra en la CFW o la DS, ni fue para
satisfacer el recelo de otros bautistas particulares. No
había tal recelo con respecto a la doctrina del pacto de
obras que requiriera ser satisfecho.
Ahora que hemos examinado lo que la 2CFL dice
sobre el pacto de obras, el próximo capítulo abordará una
objeción común contra el pacto de obras y ofrecerá una
definición funcional para el mismo.

3.
UNA OBJECIÓN COMÚN AL PACTO
DE OBRAS Y UNA DEFINICIÓN
FUNCIONAL

A ntes de ofrecer algunos argumentos bíblicos a favor


del pacto de obras, puede ser útil interactuar con
una objeción común a esta doctrina, así como mencionar
nuestra definición funcional del pacto de obras junto con
un breve análisis.

Una Objeción Común al Pacto de Obras


Muchos han negado el pacto de obras por diferentes
razones. Como no tenemos suficiente espacio,
abordaremos solo una objeción común.

1. La Objeción Declarada
Probablemente la objeción más obvia, y una muy común,
es que la palabra “pacto” no se encuentra en ninguna
parte de los primeros dos capítulos del Génesis. De hecho,
la palabra hebrea para pacto (berit) no aparece en el libro
de Génesis hasta el capítulo 6. Según los que hacen esta
objeción, estas observaciones nos llevan a la conclusión de
que no hay ningún pacto en la Biblia hasta Génesis 6. Por

59
60 Una Objeción Común y Una Definición Funcional

lo tanto, un pacto de obras en el huerto carece de


evidencia bíblica y, de hecho, no es bíblico.1 Es una
construcción humana extrabíblica impuesta sobre la
Biblia para justificar un sistema teológico personal, que
obviamente necesita ser modificada. Según ellos, el pacto
de obras tiene un origen humano, no divino. Es teología
del hombre, no de Dios. En forma de pregunta, esta
objeción se puede formular de la siguiente manera:
¿Cómo puede haber un pacto en Génesis 2 si Moisés no
lo dice? Mi respuesta corta a esta pregunta legítima sería:
porque Dios lo dice. Pero, para ser justos con los
objetores, esta objeción será respondida bajo tres puntos
a considerar.

2. La Objeción Respondida
En primer lugar, esta objeción supone que si una palabra
no está en un texto, su concepto tampoco lo está. Esta es
la falacia palabra-concepto. La Biblia misma ve
conceptos en textos y luego usa palabras que no aparecen
en el texto al que se hace referencia para describir esos
conceptos, algo que se señaló en el capítulo 1. Por
ejemplo, considere Hechos 2 nuevamente. Aquí Pedro

1 Véase Richard L. Mayhue, “New Covenant Theology and
Futuristic Premillennialism” {trad. no oficial: “La Teología del Nuevo
Pacto y el Premilenialismo Futurista”}, The Master’s Seminary Journal
{trad. no oficial: Revista Académica del Master’s Seminary}, 18.2 (Fall
{otoño} 2007): 221 y 225 para encontrar este tipo de argumentación.
El Pacto de Obras 61

hace referencia al Salmo 16:8-11. Note lo que hace en


Hechos 2:31. Hechos 2:22-31 dice:
22Varones israelitas, escuchad estas palabras: Jesús el
Nazareno, varón confirmado por Dios entre vosotros
con milagros, prodigios y señales que Dios hizo en
medio vuestro a través de El, tal como vosotros
mismos sabéis, 23a éste, entregado por el plan
predeterminado y el previo conocimiento de Dios,
clavasteis en una cruz por manos de impíos y le
matasteis, 24a quien Dios resucitó, poniendo fin a la
agonía de la muerte, puesto que no era posible que El
quedara bajo el dominio de ella. 25Porque David dice
de El: VEIA SIEMPRE AL SEÑOR EN MI
PRESENCIA; PUES ESTA A MI DIESTRA PARA
QUE YO NO SEA CONMOVIDO. 26POR LO
CUAL MI CORAZON SE ALEGRO Y MI
LENGUA SE REGOCIJO; Y AUN HASTA MI
CARNE DESCANSARA EN ESPERANZA;
27PUES TU NO ABANDONARAS MI ALMA EN

EL HADES, NI PERMITIRAS QUE TU SANTO


VEA CORRUPCION. 28ME HAS HECHO

CONOCER LOS CAMINOS DE LA VIDA; ME


LLENARAS DE GOZO CON TU PRESENCIA.
29Hermanos, del patriarca David os puedo decir

confiadamente que murió y fue sepultado, y su


sepulcro está entre nosotros hasta el día de hoy.
30Pero siendo profeta, y sabiendo que DIOS LE

HABIA JURADO SENTAR a uno DE SUS


62 Una Objeción Común y Una Definición Funcional

DESCENDIENTES EN SU TRONO, 31miró hacia


el futuro y habló de la resurrección de Cristo, que NO
FUE ABANDONADO EN EL HADES, NI su carne
SUFRIO CORRUPCION.

Pedro usa palabras que no están en el Salmo para describir


conceptos del Salmo. Él dice que David “miró hacia el
futuro y habló de la resurrección de Cristo”. Las palabras
“resurrección” y “Cristo” no aparecen en el Salmo. Pedro
usa estas palabras para describir conceptos implícitos en
el Salmo, aunque el salmista no los usa explícitamente. El
punto es que los conceptos pueden estar presentes en los
textos sin las palabras que normalmente usamos para
describirlos. Si dijera: “batazo de jit, jonrón, ponche y
batazo decisivo”, lo más probable es que reduzca estas
frases y los conceptos a los que estas apuntan a una sola
palabra —béisbol—, aun cuando no utilicé la palabra
béisbol.
En segundo lugar, hay palabras utilizadas fuera del
relato del huerto para describir a Adán y su vocación
Edénica que no están contenidas en dicho relato. Por
ejemplo, en Lucas 3:38, Adán es llamado “hijo de Dios”
(RVR60). Sin embargo, Moisés no llama a Adán hijo de
Dios en Génesis y, de hecho, la palabra “hijo” aparece por
primera vez en Génesis 4:17 con referencia al hijo de
Enoc. Si Dios nos dice que Adán era hijo de Dios, no
importa dónde nos lo diga; el caso está resuelto, incluso si
El Pacto de Obras 63

nos lo cuenta en Lucas 3. Además, Adán no se convirtió


en hijo de Dios cuando Lucas escribió su Evangelio. Fue
constituido como tal mucho antes. Por lo tanto, el
concepto de Adán como hijo de Dios está implícito en el
relato del Génesis, a pesar de que la palabra “hijo” no se
encuentra allí. ¿Cómo sabemos esto? Dios nos lo dice en
la revelación escrita posterior, la única interpretación
infalible de la Santa Escritura que poseemos.
En Romanos 5:14, Adán es llamado “tipo de Aquel
que había de venir”.2 Sin embargo, Moisés no llama a
Adán tipo de Cristo en Génesis y, de hecho, la palabra
“tipo” aparece por primera vez en la Biblia en
Romanos 5:14. Si Dios nos dice que Adán fue un tipo de
Cristo, no importa dónde nos lo diga. El caso está resuelto,
incluso si nos lo dice en Romanos 5. Además, Adán no se
convirtió en un tipo de Cristo cuando Pablo escribió
Romanos. El concepto de Adán como tipo de Cristo, por
lo tanto, está implícito en el relato del Génesis, a pesar de
que la palabra “tipo” no se encuentra allí. ¿Cómo


2 Nota de los traductores: tipo de Aquel que había de venir —Las
traducciones hispanas más usadas traducen “figura” en vez de “tipo”
(LBLA, RVA-2015, RV-1960, BTX IV, NVI). Como el autor está
citando la traducción que hace la New American Standard Bible
(NASB): “...a type of Him who was to come”, y desarrollará su
argumentación partiendo de esta traducción inglesa, creemos que es
mejor traducir esta frase o las alusiones a la misma partiendo de la
versión inglesa usada por el autor. Véase la frase en cuestión en el
griego original.
64 Una Objeción Común y Una Definición Funcional

sabemos esto? Dios nos lo dice en la revelación escrita


posterior, la única interpretación infalible de la Santa
Escritura que poseemos.
En 1 Corintios 15:22, Pablo dice: “Porque así como en
Adán todos mueren...”, sin embargo, Moisés no nos dice
que Adán era el representante de los hombres en el relato
del Génesis. La frase “en Adán” no está en el libro de
Génesis ni en ningún otro lugar del Antiguo Testamento.
De hecho, la frase “en Adán” aparece solo en
1 Corintios 15:22. Si Dios nos dice que “en Adán todos
mueren”, no importa dónde nos lo diga. El caso está
resuelto, incluso si nos lo dice en 1 Corintios 15. Además,
el hecho de que, en Adán, todos mueren no comenzó
cuando Pablo escribió 1 Corintios. Por lo tanto, el
concepto de Adán como el representante del hombre en
el huerto está implícito en el relato del Génesis, a pesar de
que las palabras “en Adán” no se encuentran allí. ¿Cómo
sabemos esto? Dios nos lo dice en la revelación escrita
posterior, la única interpretación infalible de la Santa
Escritura que poseemos.
En tercer lugar, la Biblia misma, al mirar hacia atrás a
Adán en el huerto, usa el lenguaje explícito del pacto.
Dado que este es un vínculo importante en el argumento
a favor de la doctrina bíblica del pacto de obras,
exploraremos esto en el próximo capítulo más
El Pacto de Obras 65

detalladamente. Por ahora, permítaseme sacar una


conclusión de esta objeción típica.
Creo que la objeción ha sido contestada, aunque
podrían levantarse más contraargumentos. El relato de
Génesis 1-3 contiene más de lo que puede percibirse a
simple vista. Es un relato, no un ensayo teológico
exhaustivo que extrae todas las implicaciones implícitas o
supuestas en sus términos. Es uno de esos textos de los que
se hace referencia muchas veces en la revelación escrita
posterior. Otros textos presuponen y extraen de este lo
que está implícito. Lo que está implícito en este es hecho
explícito por la Palabra de Dios escrita posteriormente.
Después de todo, los escritores bíblicos eran teólogos. No
solo citaron (y aludieron a) textos bíblicos, sino que a
menudo expresaron el significado de textos antiguos con
sus propias palabras. Como se indicó anteriormente, la
revelación posterior a menudo hace explícito lo que está
implícito en la revelación antecedente. En otras palabras,
la Biblia a menudo comenta y se explica a sí misma. Y, en
el caso de Adán en el huerto, esto es exactamente lo que
sucede tanto en el Antiguo como en el Nuevo
Testamento.
66 Una Objeción Común y Una Definición Funcional

Una Definición Funcional del Pacto de


Obras
Antes de ofrecer argumentos bíblicos a favor de la
doctrina del pacto de obras, se ofrecerá una definición
funcional para establecer lo que debe ser probado. Se
considerará la definición de los pactos divinos con los
hombres, seguida de una propuesta de definición del
pacto de obras.

1. Una breve definición de pacto cuando


tiene que ver con Dios y el hombre.
Un pacto divino con el hombre puede definirse
sencillamente como un compromiso o relación
divinamente sancionada. En este sentido, los pactos
vienen de Dios al hombre. No son contratos entre socios
comerciales iguales. No están abiertos a negociación. Son
impuestos por Dios sobre el hombre y, como dice Coxe:
“[para] el avance y el mejoramiento de su estado”.3 Los
pactos divinos no pretenden simplemente mantener al
hombre en la condición en la que se encontraba antes de
que le fueran revelados esos pactos. En cierto sentido,
tienen el propósito de lograr “el avance y el mejoramiento
de su estado”. Piense en el pacto Noémico. Antes de su
revelación, como se encuentra en Génesis 6-9, la tierra

3 Coxe y Owen, Covenant Theology, 36.
El Pacto de Obras 67

estaba potencialmente sujeta a una inundación universal


debido a la ejecución de la justicia de Dios sobre la tierra
en contra de la maldad del hombre. Sabemos esto con
certeza porque es exactamente lo que sucedió. El pacto
Noémico, que incluye al hombre (Noé y sus
descendientes), también involucra a toda criatura viviente
(Gén. 9:9-10, 15, 16). Abarca y beneficia la tierra también
(Gén. 8:22 dice: “Mientras la tierra permanezca, la
siembra y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno,
el día y la noche nunca cesarán”; véase Gén. 9:13, que
dice: “Pongo mi arco en las nubes, y será por señal del
pacto entre yo y la tierra” [énfasis añadido]; véase también
Jer. 33:20, 25 que alude al pacto Noémico: “Mi pacto
para con el día y mi pacto para con la noche”
[Jer. 33:20]4). De todos los otros pactos de Dios con el
hombre en toda la Biblia se puede decir que son revelados
al hombre para “el avance y el mejoramiento de su
estado”. A Abraham (y a su simiente física y espiritual) le
fue mejor a causa del pacto que le fue revelado. A los
israelitas les fue mejor por el pacto que les fue revelado.
El pacto les prometió bendiciones de Dios que no se les
habían prometido antes de que este fuera promulgado. A
David y a los israelitas les fue mejor por el pacto que les

4 Véase, Michael G. Brown y Zach Keele Sacred Bond: Covenant
Theology Explored {título oficial: Vínculo Sagrado: Una Exploración de la
Teología del Pacto (Grandville, MI: Reformed Fellowship, Inc., 2012),
78-79, para encontrar esta interpretación de Jeremías 33.
68 Una Objeción Común y Una Definición Funcional

fue revelado. Y los creyentes de todas las edades están


mucho mejor debido a la revelación del nuevo pacto en
su forma promisoria en el Antiguo Testamento y en su
forma concluida o históricamente ratificada en el Nuevo
Testamento. Coxe también dice esto mientras define los
pactos entre Dios y el hombre:
[Implican una] declaración de Su soberano
beneplácito con respecto a los beneficios que les
otorgará, la comunión que ellos tendrán con Él y la
forma y los medios por los cuales disfrutarán de estos.5

Tenga en cuenta que Coxe dice que Dios impone los


pactos al hombre “[para] el avance y el mejoramiento de
su estado”, y que tienen que ver con “los beneficios que
les otorgará”. En cierto sentido, el avance y el
mejoramiento están incorporados en todos los pactos que
Dios hace con el hombre, y el pacto de obras no es la
excepción.6 Como veremos más adelante, el
mejoramiento que ofrecía el pacto de obras era de
naturaleza escatológica, algo que Adán no logró, pero que
Cristo, el último Adán, sí pudo lograr.


5 Coxe y Owen, Covenant Theology, 36; énfasis añadido.
6 Estoy en deuda con Samuel Renihan por ayudarme a formular

mis pensamientos más claramente sobre este tema.


El Pacto de Obras 69

2. La definición de la frase “pacto de


obras”.
Nuestra definición funcional del pacto de obras es la
siguiente: ese compromiso o relación divinamente
sancionado que Dios impuso a Adán, quien era el
representante sin pecado de la humanidad (o persona
pública), un hijo de Dios, portador de Su imagen;
{compromiso o relación divinamente sancionado que
estaba} condicionado a su obediencia, con un castigo por
la desobediencia, y todo ello por mejorar el estado del
hombre. Aquí tenemos lo siguiente: (1) imposición
soberana y divina; (2) representación por medio de Adán
(es decir, hay cabezaduría federal o pactual), un hijo de
Dios sin pecado y portador de Su imagen; (3) un elemento
condicional (es decir, la obediencia); (4) un castigo por la
desobediencia (es decir, la muerte); y (5) una promesa de
recompensa (es decir, potencial escatológico o
“mejoramiento”). Es importante tener en cuenta esta
definición a medida que avanzamos en el análisis.
También es importante reconocer que el pacto de obras
fue hecho con un hijo de Dios, portador de Su imagen y
sin pecado, que actuaba en calidad de representante. Solo
podía ser cumplido por un hijo de Dios, portador de Su
imagen y sin pecado, que actuara en calidad de
representante, ya que esta era la condición del hombre
con el que fue hecho el pacto y, ya que la desobediencia
70 Una Objeción Común y Una Definición Funcional

violaba sus términos, lo que sucedió con Adán afectó a


todos los que él representaba. La maldición del pacto
afecta a Adán y su progenie, pero su recompensa
prometida es imposible de alcanzar, ya que el hombre está
ahora en una condición pecaminosa y caída. Para cumplir
sus condiciones y recibir la recompensa prometida se
necesitaba otro como Adán.

4.
LOS ARGUMENTOS BÍBLICOS
A FAVOR DEL
PACTO DE OBRAS EN EL HUERTO

L os argumentos bíblicos a favor del pacto de obras en


el huerto que se ofrecen a continuación no son
exhaustivos. No se presentan todas las razones que
podrían presentarse y que han sido reunidas en apoyo de
esta doctrina. Los argumentos están formulados en gran
medida para ayudar a ilustrar los problemas
hermenéuticos mencionados anteriormente. En un
análisis anterior, se dijo que el dispensacionalismo y la
TNP entienden incorrectamente el huerto porque
entienden incorrectamente la hermenéutica. Los
argumentos a continuación tienen el propósito de ofrecer
una mejor manera de interpretar el huerto. Los siete
argumentos, expuestos como consideraciones, son los
siguientes:

• Considere la reflexión posterior e inspirada—y por


lo tanto infalible¾ de Moisés sobre los actos de
Dios en la creación, tal como fueron registrados
para nosotros en Génesis 2:4 y los versículos que le
siguen.

71
72 Los Argumentos Bíblicos a favor del Pacto de Obras

• Considere las palabras del profeta Isaías.


• Considere las palabras del profeta Oseas.
• Considere por qué se denomina el “pacto de
obras”.
• Considere el hecho de que Adán era “tipo de Aquel
que había de venir”.
• Considere el hecho de que Adán pecó y no alcanzó
aquello que no poseía por la creación.
• Considere el hecho de que Cristo, después de Su
resurrección, entró en la gloria.
En general, estas consideraciones reflejan un método
de la historia de la redención que busca interpretar los
eventos en el huerto a través del comentario divino
posterior en la Biblia acerca de esos mismos eventos.
Como los lectores notarán, las consideraciones
rápidamente se vuelven Cristológicas. La razón de esto
será obvia a medida que se lea el análisis. Quedará claro
que lo que afirma J. V. Fesko sobre su libro {trad. no
oficial} Las Últimas Cosas Primero: Descubriendo Génesis 1-3 con
el Cristo de la Escatología1 se aplica al análisis que viene a
continuación. Fesko dice:
Muchos llegan a los capítulos [es decir, Génesis 1-3]
pensando que saben lo que ocurre allí —creación,


1 Nota de los traductores: El título original es Last Things First:
Unlocking Genesis 1-3 with the Christ of Eschatology.
El Pacto de Obras 73

hombre, Caída¾ y luego avanzan sin darse cuenta de


que han entrado en el país de las sombras, la tierra de
los tipos de Cristo y Su obra. Este libro representa mis
esfuerzos por explicar Génesis 1-3 a la luz de Cristo y
de la escatología.2

Las siguientes consideraciones son un intento de hacer lo


que hizo Fesko. Los argumentos que siguen son
acumulativos. Cada consideración debe ser interpretada
en sí misma, y luego debe ser interpretada en conjunto
con las demás.

Considere la reflexión posterior e


inspirada —y por lo tanto infalible¾ de
Moisés sobre los actos de Dios en la
creación, tal como fueron registrados
para nosotros en Génesis 2:4 y los
versículos que le siguen
Es importante entender la relación entre las obras de Dios
y la Santa Escritura. En gran medida, la Santa Escritura
es el registro, la interpretación y la aplicación de las obras
anteriores de Dios. En otras palabras, los escritores de las
Escrituras no simplemente registran las obras de Dios,

2 J.V. Fesko, Last Things First: Unlocking Genesis 1-3 with the Christ of
Eschatology (Fearn, Ross-shire, Scotland: Mentor Imprint by Christian
Focus Publications, 2007), 9.
74 Los Argumentos Bíblicos a favor del Pacto de Obras

{sino que} las interpretan y las aplican con sus propias


palabras, es decir, hacen teología. Por ejemplo, nuestro
Señor Jesucristo vivió y murió antes de que se nos diera la
interpretación divina final de Sus sufrimientos y gloria en
la forma y las palabras únicas del Nuevo Testamento. Del
mismo modo, el acto de creación por parte de Dios
ocurrió antes de que Moisés escribiera al respecto (al igual
que todos los eventos posteriores a la creación registrados
en el Pentateuco). ¿Cuál es el punto? En Génesis 2:4,
Moisés pasa del término Elohim (Dios) a la frase Yahweh
Elohim, siendo Yahweh el nombre pactual de Dios
(compárese Gén. 1:1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 14,
16, 17, 18, 20, 21, 22, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 31; 2:2, 3 con
Gén. 2:4, 5, 7, 8, 9, 15, 16, 18, 19, 21, 22). Muchos creen
que, en el 2:4, Moisés pasa de la creación en general a la
cima de la creación terrestre (el hombre a la imagen de
Dios), y a su responsabilidad pactual con Dios. En otras
palabras, Moisés pasa de la creación del hombre, varón y
hembra, a la vocación Edénica de Adán. El uso de Yahweh
aquí podría insinuar un acto pactual de Dios para con
Adán. Esto sugiere que el pacto y la vocación (o
llamamiento) Edénico de Adán van de la mano. Moisés,
reflexionando sobre el acto de creación por parte de Dios
y sus consecuencias inmediatas, usa el nombre pactual de
Dios en el contexto del análisis sobre Adán y su vocación
El Pacto de Obras 75

Edénica.3 Para nosotros, eso podría no parecer un asunto


digno de ser mencionado; sin embargo, para los
lectores/oyentes de este pasaje en la antigüedad, lo más
probable es que hubieran notado el cambio de lenguaje,
un cambio con implicaciones teológicas y pactuales, lo
hubieran notado o no.4
Antes de pasar a la siguiente consideración, puede ser
útil recordar a los lectores lo que se analizó brevemente
en el capítulo 2. Se señaló que la CFW, la DS, la 2CFL y
el CMW, el CmW y el CB ven el pacto de obras como
formalmente revelado en el huerto. Se observó que, en la
enseñanza de las Confesiones y Catecismos, hay una
distinción entre el estado en el que fue creado el hombre
y el estado del hombre en una relación pactual con Dios.
El hombre fue creado y, luego, fue creado el huerto donde
el hombre fue puesto (Gén. 2:7-8, 15). En Génesis 1:27,
Moisés nos informa que “Creó, pues, Dios (Elohim) al
hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y
hembra los creó”. En Génesis 2:4, Moisés comienza a usar

3 Véaseel análisis sobre el uso que hizo Moisés del nombre pactual
de Dios en Brown y Keele, Sacred Bond, 47-48; y el breve análisis acerca
de “la composición de los dos nombres divinos” en John D. Currid, A
Study Commentary on Genesis, Volume 1: Genesis 1:1-25:18 {trad. no oficial:
Comentario de Estudio sobre Génesis, Volumen 1: Génesis 1:1-25:18}
(Darlington, UK: Evangelical Press, 2003), 96-97.
4 Añadí “lo hubieran notado o no” porque el texto significaba (y

significa) lo que significa, independientemente de la comprensión de


sus destinatarios originales. El significado no depende de la audiencia.
76 Los Argumentos Bíblicos a favor del Pacto de Obras

la frase compuesta Yahweh Elohim. Este es el nombre divino


compuesto que se usa al describir la creación del hombre
en Génesis 2:7, la creación o plantación del huerto en 2:8,
y la colocación del hombre en el mismo en 2:15.
Considerando que Moisés escribió Génesis como una
especie de prefacio a los libros de Éxodo a Deuteronomio,
el uso de este nombre compuesto demuestra un cambio
intencional para identificar al Creador como el Señor
pactual de Israel. El cambio que se hace de la creación en
general a la creación del hombre y, luego, a su vocación
Edénica, establece implicaciones pactuales con lo que
sigue después. Si el pacto de obras fue revelado
formalmente a través de la ley positiva de Génesis 2:16-17
y, si el lugar de esta revelación a Adán es el huerto;
entonces, obviamente Yahweh Elohim hizo un pacto con
Adán formalmente en ese momento y en ese lugar. La
identificación explícita del Creador como Yahweh Elohim
no es lo que le comunica a Adán su vocación; {pues}
Moisés no estaba escribiendo para Adán. A Adán le fue
revelada su vocación mucho antes de que Moisés
escribiera el libro de Génesis.5


5 Debido al escaso tratamiento que Moisés da a lo que Adán sabía
sobre su {propia} identidad (portador de la imagen de Dios) y vocación
(el pacto de obras), se podría argumentar que estoy infiriendo
demasiado del relato. Permítame abordar esto brevemente. En primer
lugar, mi método de interpretación busca extraer del relato de Moisés
aquello que la revelación escrita posterior extrae. No estoy imponiendo
mis pensamientos al relato. Estoy imponiendo los pensamientos de
El Pacto de Obras 77

Considere las Palabras del Profeta Isaías


5También la tierra es profanada por sus habitantes,
porque traspasaron las leyes, violaron los estatutos,
quebrantaron el pacto eterno. 6Por eso, una maldición
devora la tierra, y son tenidos por culpables los que
habitan en ella. Por eso, son consumidos los
habitantes de la tierra, y pocos hombres quedan en
ella. (Isa. 24:5-6)
La maldición que se extiende por toda la tierra vino
porque “traspasaron las leyes, violaron los estatutos”, y
por causa de un pacto quebrantado. Desde que la tierra
fue maldecida debido al pecado de Adán como nuestro
representante, el pacto con Dios en el huerto del Edén que
fue quebrantado por Adán y los efectos de haberlo
quebrantado afectan a “los habitantes de la tierra”, es


Dios según lo que fue registrado para nosotros por las palabras
inspiradas de los escritores de las Escrituras. En segundo lugar, hasta
donde sabemos, parece que Adán cayó en pecado relativamente poco
tiempo después de haber sido puesto en el huerto, ciertamente antes
de que Eva tuviera un hijo (véase Gén. 4:1). Puede ser que Yahweh le
hubiera revelado más a Adán de lo que Moisés nos informa (o incluso
sabía) o de lo que Moisés nos habría informado si Adán no hubiera
pecado tan rápido. Caín y Abel trajeron ofrendas al Señor, pero Moisés
no nos dice cómo sabían que tenían que hacer esto (Gén. 4:3-5). Algo
similar sucede con Noé (Gén. 8:20). La mejor manera de explicarlo es
que el Señor debió haberles revelado más a quienes vivieron en los
primeros siglos de la historia del hombre de lo que Moisés nos deja
registrado.
78 Los Argumentos Bíblicos a favor del Pacto de Obras

decir, a todos. Los comentarios de E. J. Young respaldan


esta interpretación:
Sin embargo, debe notarse que quienes han frustrado
el pacto eterno no son solo los judíos, sino el mundo
en general. La frustración del pacto es algo universal.
Por esta razón, podemos adoptar la postura de que el
pacto eterno del que se habla aquí denota el hecho de
que Dios ha dado Su Ley y ordenanzas a Adán, y en
Adán, a toda la humanidad.6
Haciéndose eco de las palabras de Young: “en Adán,
a toda la humanidad”, Michael Brown y Zack Keele
dicen:
Para que toda la humanidad esté bajo un pacto así,
tiene que ser el mismo pacto que Dios hizo con Adán
como padre de toda la humanidad. Entonces, Isaías


6 Edward J. Young, The Book of Isaiah, Chapters 19-39 {trad. no
oficial: El Libro de Isaías, Capítulos 19-39, vol. 2 (Grand Rapids:
Wm. B. Eerdmans Publishing Co., 1969), 155-60. Véase también John
N. Oswalt, The Book of Isaiah: Chapters 1-39 {trad. no oficial: El Libro de
Isaías: Capítulos 1-39}, NICOT, ed. Robert L. Hubbard Jr. {hijo}
(Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans, 1986), 446, donde dice: “Si bien el
pacto eterno puede tener una referencia específica al pacto Noémico
en Génesis 9:1-17 con su prohibición de derramamiento de sangre, su
referencia más amplia es al pacto implícito entre el Creador y la
criatura, en el cual el Creador promete la vida a cambio de que la
criatura viva conforme a las normas establecidas en la Creación”.
El Pacto de Obras 79

presupone el pacto de obras con el propósito de


aplicarlo a toda la humanidad caída.7
He aquí un profeta que escribe mucho después de que
Adán había sido creado y mucho después de que Moisés
había escrito, utilizando principios que comenzaban con
Adán para explicar la culpabilidad universal del hombre.
En este sentido, Isaías es muy Paulino; o mejor aún, Pablo
es muy Isaiano. Este texto posterior hace explícito lo que
está implícito en un texto anterior. En la próxima
consideración volveremos a analizar este pasaje.

Considere las palabras del profeta Oseas


Pero ellos como Adán han transgredido el pacto; allí
me han traicionado. (Oseas 6:7)

La traducción de este texto está en disputa. En mi opinión,


la NASB8 es la que mejor lo traduce. La traducción “like
Adam” (como Adán) tiene un largo pedigrí que se
remonta, al menos, hasta Jerónimo. B. B. Warfield afirma
que, debido a la traducción de Jerónimo: “a los cristianos
de Occidente este [es decir, Ose. 6:7] les hablaba de un


7 Brown y Keele, Sacred Bond, 53.
8 Nota de los traductores: El autor se está refiriendo a una

traducción inglesa de la Biblia que tiene por nombre New American


Standard Bible.
80 Los Argumentos Bíblicos a favor del Pacto de Obras

pacto de Dios con Adán”.9 Es muy probable que esta sea


la razón por la que Muller afirma:
El texto indicaba, como prácticamente concluyeron
todos los comentaristas patrísticos y medievales, un
pacto prelapsariano hecho por Dios con Adán, y
quebrantado por la Caída.10

Esto prueba que los teólogos del pacto del siglo XVII no
inventaron el concepto de un pacto con Adán, ni el uso de
Oseas 6:7 como apoyo bíblico para esta supuesta novedad
conceptual. Ellos se afirmaron sobre los hombros de otros
que les precedieron. Warfield señala que Isaac Abarbanel,
el comentarista bíblico judío–portugués del siglo XV,


9 Benjamin B. Warfield, “Hosea VI.7: Adam or Man” {trad. no
oficial: “Oseas VI:7 —Adán o el Hombre”} en Selected Shorter Writings:
Benjamin B. Warfield {trad. no oficial: Selección de Escritos Breves: Benjamin
B. Warfield}, I, ed. John E. Meeter (Phillipsburg, NJ: P&R Publishing,
Fourth Printing {Cuarta Impresión}, January {enero} 2001), 117. El
análisis de Warfield es altamente recomendable para quienes estén
interesados en la historia de la interpretación de Oseas 6:7. Véase
también Bryon G. Curtis, “Hosea 6:7 and Covenant–Breaking like/at
Adam” {trad. no oficial: “Oseas 6:7 y la Transgresión del Pacto
como/en Adán”} en The Law is not of Faith: Essays in Works and Grace in
the Mosaic Covenant {trad. no oficial: La Ley no es de Fe: Ensayos sobre las
Obras y la Gracia en el Pacto Mosaico}, ed. Bryan D. Estelle, J. V. Fesko, y
David VanDrunen (Phillipsburg, NJ: P&R Publishing, 2009), 170-209;
y Fesko, Last Things First, 88-91. Fesko está de acuerdo con Warfield en
que “como Adán” es mejor que “como los hombres” o “en Adán”.
10 Muller, Post-Reformation Reformed Dogmatics, 2:437.
El Pacto de Obras 81

sostuvo este punto de vista, y lo cita de la siguiente


manera:
El significado es que ellos actuaron como Adán, o el
primer hombre, a quien puse en el Huerto del Edén y
transgredió mi pacto.11
En el siglo XVII, Herman Witsius citó este texto para
apoyar el pacto de obras, como también lo hicieron
Wilhelmus a’ Brakel y otros.12


11 Warfield, “Hosea VI.7: Adam or Man”, 117-18. La cita proviene

de las anotaciones de Husen sobre Abarbanel, citadas como “Ed.


Husen (Leiden, 1686), p. 270. Las anotaciones de Husen se pueden
encontrar en la p. 282”. Al comentar sobre el punto de vista de
Abarbanel, Warfield agrega: “El gran nombre de Rashi puede citarse
para {encontrar} el mismo punto de vista” (118). Rashi era un rabino
francés del siglo XI que escribió comentarios sobre el Tanaj judío, lo
que llamamos el AT.
12 Véase Herman Witsius, The Economy of the Covenants Between God

and Man: Comprehending A Complete Body of Divinity {trad. no oficial: La


Economía de los Pactos Entre Dios y el Hombre: Con Un Tratado Completo de
Teología, 2 vols. (Escondido, CA: The den Dulk Christian Foundation,
re. 1990), 1:135; Wilhelmus a’ Brakel, The Christian’s Reasonable Service
{trad. no oficial: El Culto Racional del Cristiano, 4 vols. (Grand Rapids:
Reformation Heritage Books, 1992, Third printing {tercera
impresión} 1999), 1:365-67; Francis Turretin, Institutes of Elenctic
Theology {trad. no oficial: La Institución de la Teología Eléntica (Polémica)},
3 vols., ed. James T. Dennison, Jr. {hijo}, trad. George Musgrave
Giger (Phillipsburg, NJ: P&R Publishing, 1992-97), 1.3.8 (1:576); y
Ward, God & Adam. El libro de Ward es altamente recomendable.
82 Los Argumentos Bíblicos a favor del Pacto de Obras

En Oseas 6:7, Israel es comparado con Adán: “Pero


ellos, como Adán, han transgredido el pacto…”. Fesko
dice:
La lectura más natural del versículo es una
comparación entre Adán, hijo de Dios (Luc. 3:38) e
Israel, que también es hijo de Dios (Éxo. 4:22-23).13
Warfield comenta:
No existen tales objeciones exegéticas [analizadas
previamente por Warfield] en contra de la
interpretación “como Adán”. Cualquier dificultad
que pueda presentarse contra ella, de hecho, es
importada desde afuera de la cláusula misma. En sí
misma, la interpretación es totalmente natural. No es
impuesta por la fuerza. La transgresión de Adán,
como el gran acto normativo del quebrantamiento del
pacto, se prestó naturalmente como el estándar
adecuado con el cual podía contrastarse la atrocidad
del quebrantamiento del pacto de Israel. Y Oseas, que
ama especialmente las alusiones a la historia anterior
de Israel (cf. 2:3, 9:10, 11:8, 12:4), fue el mismo
profeta que pensó aquí en el pecado de nuestro primer
padre.14


13 Fesko, Last Things First, 90.
14 Warfield, “Hosea VI.7: Adam or Man”, 128.
El Pacto de Obras 83

Warfield luego cita los comentarios de Franz Delitzsch


sobre Job 31:33, donde este último cita Oseas 6:7,
diciendo:
‘Ellos como Adán han transgredido el pacto’ consiste
en esto: ‘que Israel es acusado de una transgresión que
solo se puede comparar con la del primer hombre
creado; tanto aquí como allá, {hay} una transgresión
similar de la voluntad expresa de Dios’ (como también
lo afirma Rom. 5:14, la transgresión de Israel es aquel
hecho en el desarrollo histórico de la redención que se
levanta al lado de la transgresión de Adán).15 Y la
mención de Adán en Oseas no puede sorprender a
nadie, ya que en otros aspectos Oseas también
demuestra estar familiarizado con el contenido de
Génesis, y se refiere a este (véase {trad. no oficial}
Génesis, págs. 11-13).16

Entonces Warfield cita a J. J. Given, quien había escrito


lo siguiente en {trad. no oficial} El Comentario del Púlpito:17
Ellos como Adán han transgredido el pacto: esta traducción,
apoyada por la Vulgata, Cirilo, Lutero, Rosenmüller
y Wünsche, es decididamente preferible y da un

15 Warfield tiene un pie de página sobre este punto que dice:
“Hofmann, Schriftbeweis, I. p. 412”. Al parecer, esto proviene de
Delitzsch, quien a su vez está citando a Hofmann.
16 Warfield, “Hosea VI.7: Adam or Man”, 128.
17 Nota de los traductores: El título original es The Pulpit Commentary.
84 Los Argumentos Bíblicos a favor del Pacto de Obras

sentido adecuado. Dios en Su gran bondad había


plantado a Adán en el Paraíso, pero Adán violó el
mandamiento que prohibía comer del árbol del
conocimiento y, por lo tanto, transgredió el pacto de
su Dios. La pérdida de la comunión con Dios y la
expulsión del Edén fueron las consecuencias penales
que siguieron inmediatamente. Israel, como Adán,
había sido establecido por Dios en Palestina, la gloria
de todas las tierras; pero siendo desagradecidos ante
la gran generosidad y el don de gracia de Dios,
quebrantaron el pacto de su Dios, cuya condición,
como en el caso del pacto Adámico, era la obediencia.
Así, la comparación proyecta la sombra de un evento
venidero, cuando Israel tendría que dejar la tierra
prometida.18

Tanto Adán como Israel quebrantaron un pacto que


Dios les había impuesto. Ambos desobedecieron.
Pecaron, violando los pactos bajo los cuales estaban.
Ambos pactos eran condicionales, demandando la
obediencia de aquellos que estaban dentro del pacto para
disfrutar de los beneficios del mismo. Como Moisés dice:
“…en el día que de él comas, ciertamente morirás”
(Gén. 2:17; véase Éxo. 19:5-6 para encontrar la
naturaleza condicional del pacto Mosaico).

18 Warfield, “Hosea VI.7: Adam or Man”, 128-29. La cita tomada
de J. J. Given es referenciada como “The Pulpit Commentary, on Hos. vi. 7
{El Comenatrio del Púlpito sobre Oseas vi:7} (p. 169)”.
El Pacto de Obras 85

He aquí otro profeta mirando hacia atrás a la


revelación escrita anterior a él, haciendo explícito lo que
estaba implícito en esta. Recuerde, la revelación posterior
a menudo hace explícito lo que estaba implícito en la
revelación antecedente. Las palabras inspiradas del
profeta nos dan el conocimiento infalible de Dios de las
similitudes entre el antiguo Israel y Adán. Ambos tenían
un pacto impuesto por Dios y ambos transgredieron sus
pactos. Además, así como vimos que ocurre con Isaías
anteriormente, las palabras inspiradas del profeta (por
ejemplo, en el caso de Oseas, “transgredido” y “pacto”)
describen conceptos que fueron revelados por primera vez
por medio de Moisés, aunque con palabras distintas de las
que Moisés utilizó. Como dicen Brown y Keele:
Una vez más, la interpretación que el profeta hace de
Génesis 2-3 nos permite asomarnos para mirar a
través de su profecía, y {darnos cuenta de que} revela
que Adán estaba en pacto con Dios.19

Si la interpretación de los textos de Isaías y Oseas es


correcta, ya sea en uno o ambos casos, tenemos un
ejemplo de la revelación de un pacto con Adán sin que el
término se use para describirlo en el relato del Génesis. El
pacto con Adán es revelado primero, aunque sin utilizar
el término “pacto” para describirlo; luego, es identificado


19 Brown y Keele, Sacred Bond, 54.
86 Los Argumentos Bíblicos a favor del Pacto de Obras

explícitamente como tal por la revelación escrita


posterior. Este mismo fenómeno ocurre con la revelación
del pacto Davídico. Primero, se revela sin que se use la
palabra pacto y, luego, es identificado explícitamente como
un pacto por la revelación posterior. Comparemos
2 Samuel 7 con 2 Samuel 23 y con el Salmo 89:
8Ahora pues, así dirás a mi siervo David: «Así dice el
SEÑOR de los ejércitos: “Yo te tomé del pastizal, de
seguir las ovejas, para que fueras príncipe sobre mi
pueblo Israel. 9Y he estado contigo por dondequiera
que has ido y he exterminado a todos tus enemigos de
delante de ti, y haré de ti un gran nombre como el
nombre de los grandes que hay en la tierra. 10Asignaré
también un lugar para mi pueblo Israel, y lo plantaré
allí a fin de que habite en su propio lugar y no sea
perturbado de nuevo, ni los aflijan más los malvados
como antes, 11y como desde el día en que ordené que
hubiera jueces sobre mi pueblo Israel; te daré reposo
de todos tus enemigos, y el SEÑOR también te hace
saber que el SEÑOR te edificará una casa. 12Cuando
tus días se cumplan y reposes con tus padres, levantaré
a tu descendiente después de ti, el cual saldrá de tus
entrañas, y estableceré su reino. 13El edificará casa a
mi nombre, y yo estableceré el trono de su reino para
siempre. 14Yo seré padre para él y él será hijo para mí.
Cuando cometa iniquidad, lo corregiré con vara de
hombres y con azotes de hijos de hombres, 15pero mi
misericordia no se apartará de él, como la aparté de
El Pacto de Obras 87

Saúl a quien quité de delante de ti. 16Tu casa y tu reino


permanecerán para siempre delante de mí; tu trono
será establecido para siempre”». 17Conforme a todas
estas palabras y conforme a toda esta visión, así habló
Natán a David. (2 Sam. 7:8-17)

Las “últimas palabras de David” (2 Sam. 23:1) fueron


registradas para nosotros en 2 Samuel 23:1-7. Allí David
reflexiona sobre el relato que nos fue dado en 2 Samuel 7.
Note lo que sucede en el versículo 5 de 2 Samuel 23:
En verdad, ¿no es así mi casa para con Dios? Pues Él
ha hecho conmigo un pacto eterno, ordenado en todo
y seguro. Porque toda mi salvación y todo mi deseo,
¿no los hará ciertamente germinar? (2 Sam. 23:5)

David identifica lo que sucedió y quedó registrado en


2 Samuel 7 como la revelación de un pacto. Lo mismo
ocurre en el Salmo 89:
3Yo he hecho un pacto con mi escogido, he jurado a
David mi siervo: 4Estableceré tu descendencia para
siempre, y edificaré tu trono por todas las
generaciones. Selah (Sal. 89:3-4)

El salmista evoca 2 Samuel 7, identificando una


revelación divina de un pacto con David, aunque el
primer registro de esa transacción no se identifica
explícitamente como tal. Meredith G. Kline observa este
88 Los Argumentos Bíblicos a favor del Pacto de Obras

fenómeno mientras hace referencia a Isaías 24:5 y


Oseas 6:7, y afirma:
En realidad, es posible que la Biblia misma, en
referencias posteriores a Génesis 1-3, aplique el
término berit [es decir, pacto] a la situación allí {en
Gén. 1-3}, tal como 2 Samuel 23:5 y el Salmo 89:3 se
refieren a la revelación pactual de Dios con David
como un berit, aunque el término no se utiliza en su
relato en 2 Samuel 7. Isaías 24: 5 y Oseas 6: 7 han sido
sugeridos como ejemplos de esto. Aunque el
significado de ambos pasajes está en disputa, el pacto
eterno de Isaías 24:5 definitivamente parece referirse
a los arreglos en la creación, y Oseas 6:7
probablemente se refiere a Adán como el
quebrantador de un pacto.20

¿Podría ser que lo que ocurre en 2 Samuel 23:5 y el


Salmo 89:3 también ocurre en Isaías 24:5 y Oseas 6:7?
Creo que esto es exactamente lo que está sucediendo. Los
relatos narrativos de la revelación escrita con anterioridad
son evocados por autores de la Escritura que escribieron
posteriormente, identificando con palabras explícitas los
conceptos implícitos en esos relatos. El caso presentado


20 Meredith G. Kline, Kingdom Prologue: Genesis Foundations for a
Covenantal Worldview {trad. no oficial: Prólogo del Reino: Fundamentos en
Génesis para una Cosmovisión Pactual} (Overland Park, KS: Two Age
Press, 2000), 14.
El Pacto de Obras 89

anteriormente ilustra un patrón de interpretación en el


interior de la Biblia. Los escritores posteriores a menudo
recogen los antiguos actos de Dios y explican lo que estaba
ocurriendo con términos y frases que no se usaban en los
relatos narrativos de esos actos de revelación. Vimos que
esto sucedió con Moisés en Génesis 2:4 y los versículos que
le siguen. De hecho, este fenómeno ocurre en todo el
Antiguo Testamento. Los actos de revelación de Dios que
fueron registrados con anterioridad son explicados por
escritores posteriores con palabras que no fueron
utilizadas por los escritores de los actos de revelación que
fueron registrados con anterioridad. Puesto que los
escritos de los autores posteriores fueron inspirados, como
también lo fueron los de los autores anteriores, lo que
tenemos {en estos casos} es la explicación divina de los
actos de revelación de Dios que sucedieron antes. Y dado
que tenemos una explicación divina, esta es también una
interpretación infalible.

Considere Por Qué se Denomina el


“Pacto de obras”
Se llama el “pacto de obras” por el hecho de que estaba
condicionado a la obediencia de Adán, o a sus obras. El
término “obras” en la frase “pacto de obras” es sinónimo
de obediencia. Es un término que refleja la reflexión
bíblica posterior y —por lo tanto— infalible, sobre la
90 Los Argumentos Bíblicos a favor del Pacto de Obras

vocación Edénica de Adán (véase Rom. 5:12-21).


Romanos 5:19 justifica este término cuando dice:
Porque así como por la desobediencia de un hombre los
muchos fueron constituidos pecadores, así también
por la obediencia de uno los muchos serán constituidos
justos. (Énfasis añadido)
Lo opuesto a “desobediencia” es “obediencia”. Un
sinónimo legítimo de “obediencia” es obras.
El término obras también es una palabra adecuada
porque contrasta con “gracia” y “don” en Romanos 5:17.
Pablo dice allí:
Porque si por la transgresión de uno, por este reinó la
muerte, mucho más reinarán en vida por medio de
uno, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la
gracia y del don de la justicia. (Rom. 5:17; énfasis
añadido)

La desobediencia de Adán trajo la muerte. La obediencia


de Cristo trae vida, una calidad de vida que Adán no
tenía, es decir, la vida eterna (Jua. 17:3; Rom. 5:21).
Antes de poner fin a este breve análisis de por qué el
denominador “pacto de obras” es apropiado, tenga en
cuenta que en esta consideración —y en las tres
siguientes— existe una gran dependencia de las palabras
del apóstol Pablo. Esto se debe a que, a menudo, Pablo
ofrece comentarios teológicos sobre la vocación de Adán,
El Pacto de Obras 91

su desobediencia y los efectos de su desobediencia sobre


la humanidad. Al comentar sobre el método de Anthony
Burgess (miembro de la Asamblea de Westminster del
siglo XVII) para comprender el Génesis, Casselli dice:
“Burgess explicó claramente que el Génesis solo se lee
correctamente a través de Pablo…”21. El apóstol Pablo
ocupa un lugar central en los escritos del Nuevo
Testamento ya que él es quien proporciona la reflexión
teológica más madura sobre la vocación de Adán y sus
implicaciones para la humanidad, Cristo y los creyentes
en Cristo.

Considere el hecho de que Adán fue


“Tipo de Aquel que había de venir”
Sin embargo, la muerte reinó desde Adán hasta
Moisés, aun sobre los que no habían pecado con una
transgresión semejante a la de Adán, el cual es tipo de
Aquel que había de venir. (Rom. 5:14)22

Permítaseme presentar primero algunos comentarios muy


breves sobre tipología. En primer lugar, un tipo es una

21 Casselli, Divine Rule Maintained, 71, n. 140. Podríamos ir aún más
lejos y decir que Génesis solo puede ser leído apropiadamente a través
del lente de la Biblia en su totalidad.
22 Nota de los traductores: La LBLA traduce “...el cual es figura del

que había de venir”; pero como explicamos anteriormente, creemos


que es mejor traducir esta frase partiendo de la versión inglesa (NASB)
usada por el autor.
92 Los Argumentos Bíblicos a favor del Pacto de Obras

persona, lugar, institución o evento histórico diseñado por


Dios para señalar a una persona, lugar, institución o
evento histórico en el futuro. Un ejemplo de esto sería el
sistema de sacrificios que nos es revelado en el Antiguo
Testamento. Esa institución fue diseñada por Dios para
señalar el sacrificio de Cristo que fue ofrecido “una vez
para siempre”. En segundo lugar, los tipos siempre
apuntan a algo mayor que sí mismos. Por ejemplo, “la
sangre de toros y de machos cabríos” podría señalar a
Cristo, pero no pudo hacer y no hizo lo que el sacrificio
de Cristo sí hizo: quitar los pecados (Heb. 10:4, 11-14). En
tercer lugar, los tipos son similares y diferentes a sus
antitipos. La sangre de los animales fue derramada; la
sangre de Cristo fue derramada. La sangre de los animales
no quitó los pecados; la sangre de Cristo quita los pecados.
En cuarto lugar, los antitipos nos dicen más acerca de
cómo funcionan sus antecedentes típicos como tipos. La
sangre de Cristo quita los pecados; la sangre de los
animales apuntaba a ese hecho.23


23 Para encontrar análisis útiles sobre tipología, véase G. K. Beale,
Handbook on the New Testament Use of the Old Testament: Exegesis and
Interpretation {trad. no oficial: Manual sobre el Uso que el Nuevo Testamento
Hace del Antiguo Testamento: Exégesis e Interpretación} (Grand Rapids: Baker
Academic, 2012), 13-25; G. P. Hugenberger, “Introductory Notes on
Typology” {trad. no oficial: “Notas Introductorias sobre Tipología”}
y Francis Foulkes, “The Acts of God: A Study of the Basis of Typology
in the Old Testament” {trad. no oficial: “Los Actos de Dios: Un
Estudio de las Bases de la Tipología en el Antiguo Testamento”}, en
The Right Doctrine from the Wrong Texts? Essays on the Use of the Old Testament
El Pacto de Obras 93

Es importante tener en cuenta algunas consideraciones


específicas a la luz de Adán como tipo de Cristo. Estoy de
acuerdo con Bavinck, cuando dice: “Adán, el hijo de Dios
[véase Luc. 3:38], era un tipo de Cristo”24. Era un tipo de
Cristo en su estado prelapsariano (Rom. 5:14). Adán era
un tipo de Cristo como persona pública (1 Cor. 15:22, i.e.,
representación federal o pactual). El fracaso de Adán se
ve en el hecho de que desobedeció o fracasó al no


in the New {trad. no oficial: ¿La Doctrina Correcta partiendo de los Textos
Incorrectos? Ensayos sobre el Uso del Antiguo Testamento en el Nuevo}, ed.
G. K. Beale (Grand Rapids: Baker Books, 1994), 331-71 (El ensayo de
Foulkes es excepcionalmente útil); James, M. Hamilton, Jr. {hijo},
What is Biblical Theology? A Guide to the Bible’s Story, Symbolism, and Patterns
{trad. no oficial: ¿Qué es la Teología Bíblica? Una Guía para la Historia, el
Simbolismo y los Patrones de la Biblia} (Wheaton, IL: Crossway, 2014); Paul
M. Hoskins, Jesus as the Fulfillment of the Temple in the Gospel of John {trad.
no oficial: Jesús como el Cumplimiento del Templo en el Evangelio de Juan}
(Eugene, OR: Wipf and Stock Publishers, 2006), 18-36; Silva, “Has the
Church Misread the Bible?”, 57-61; Daniel J. Trier, “Typology” {trad.
no oficial: “La Tipología”}, en Dictionary for Theological Interpretation of the
Bible {trad. no oficial: Diccionario para la Interpretación Teológica de la
Biblia}, gen. ed. {editor jefe} Kevin J. Vanhoozer (Grand Rapids:
Baker Academic, 2005), 823-27; Richard M. Davidson, Typology In
Scripture: A study of hermeneutical τύπος structures {trad. no oficial: Tipología
en la Escritura: Un estudio de las estructuras hermenéuticas τύπος} (Berrien
Springs, MI: Andrews University Press, 1981); y Leonhard Goppelt,
TYPOS: The Typological Interpretation of the Old Testament in the New {trad.
no oficial: TIPOS: La Interpretación Tipológica del Antiguo Testamento en el
Nuevo (1939; reprint {reimpresión}, Grand Rapids: William B.
Eerdmans Publishing Company, 1982).
24 Herman Bavinck, Reformed Dogmatics, gen. ed. {editor jefe} John

Bolt, trans. {trad.} John Vriend (Grand Rapids: Baker Academic,


2004, Third printing {tercera impresión}, July {julio} 2008), 2:562.
94 Los Argumentos Bíblicos a favor del Pacto de Obras

obedecer (Rom. 5:12 y sigs.). No obedeció, por lo que no


alcanzó el mejor estado de existencia al que apuntaba el
pacto de obras (más sobre esto a continuación). Pero, ¿qué
habría sucedido si hubiera obedecido? ¿Se habría
quedado en el estado en que fue creado —capaz de pecar
y no pecar? No lo creo; y esto, por una buena razón. Y
permítaseme agregar que esta no es una pregunta poco
práctica, especulativa o abstracta, cuya respuesta no
puede conocerse. Es una pregunta relacionada con el
hecho de que Adán era un tipo de Cristo. Exploremos esto
con más detalle.
En Romanos 5:21, Dios dice: “así también la gracia
reine por medio de la justicia para vida eterna, mediante
Jesucristo nuestro Señor”. La justicia que es “para vida
eterna” viene como un regalo para los pecadores y se basa
en la obediencia de Cristo. La obediencia de Cristo
— tanto en Su vida como en Su muerte¾ constituye una
justicia “para vida eterna”. En otras palabras, según Su
naturaleza humana sin pecado, como el antitipo de Adán,
Cristo —nuestro Mediador— ganó la vida eterna para
nosotros. Su justicia fue “para vida eterna” (énfasis
agregado). Guy Waters comenta:
El hecho de que Cristo compró la “vida” eterna por
Sí mismo, y que lo hizo para aquellos que estaban
eternamente “muertos” en Adán, significa que la obra
de Cristo tenía la intención de remediar lo que Adán
El Pacto de Obras 95

había causado (la muerte), y para lograr lo que Adán


no había podido hacer por fracasar (la vida). Pablo
enfatiza la disparidad en su argumento precisamente
para subrayar el logro asombroso de lo que Cristo ha
conseguido en relación con lo que Adán causó. Esto
significa que si Adán trajo la muerte eterna por su
desobediencia, entonces su obediencia hubiera traído
la vida eterna. En otras palabras, la “obediencia” de
Cristo y su consecuencia (“la vida eterna”) son
paralelas a lo que Adán debió haber hecho, pero no
hizo. La vida que Adán debió haber alcanzado habría
sido consecuente con la perseverancia de Adán en
obediencia, durante su período de prueba, a todos los
mandatos puestos delante de él, ya fueran morales o
positivos. Es lógico pensar que esa vida podría
describirse acertadamente como “eterna”.25

Cristo, el antitipo de Adán, ganó la vida eterna para


nosotros y es Él quien nos la da. La calidad de vida que
Cristo alcanzó para nosotros y que Él nos da, no es lo que
Adán tuvo y perdió, sino lo que Adán no pudo alcanzar.
Adán no poseía la “vida eterna” por medio de la creación.
Robert Shaw, comentando sobre el pacto de obras, dice:
Hay una condición expresamente establecida en el
precepto positivo con respecto al árbol del

25 Guy P. Waters, “Romans 10:5 and the Covenant of Works”
{trad. no oficial: “Romanos 10:5 y el Pacto de Obras”, en The Law is
not of Faith {trad. no oficial: La Ley no es de Fe}, 230.
96 Los Argumentos Bíblicos a favor del Pacto de Obras

conocimiento del bien y del mal, el cual agradó a Dios


que fuera la prueba de obediencia del hombre. Había
un castigo adjunto: “el día que de él comas, ciertamente
morirás”. También hay una promesa, no expresada
claramente, pero implícita en la amenaza; porque si la
muerte era la consecuencia de la desobediencia, se
deduce claramente que la vida sería la recompensa de
la obediencia. Que una promesa de vida fuera
anexada a la obediencia del hombre también se puede
inferir a partir de (…) la respuesta de nuestro Señor al
joven que le preguntó qué debía hacer para heredar
la vida eterna: “Si deseas entrar en la vida, guarda los
mandamientos” (Mat. 19:17); y por la declaración del
apóstol: “este mandamiento, que era para vida”
(Rom. 7:10).26

Así como la desobediencia de Adán le dio un estatus que


no era suyo en virtud de la creación (compárese Gén. 2:17
con Gén. 3:8 y sigs.; Rom. 5:12 y sigs.; y 1 Cor. 15:22), así
su obediencia le habría dado un estatus que no era suyo
en virtud de la creación. Cristo, como el antitipo de Adán
— el último {o postrer} Adán—, lleva a Su simiente a
donde Adán no pudo llevar la suya. Como analizaremos
más adelante, Cristo lleva Su simiente a la gloria
(Heb. 2:10), algo que Adán no logró hacer.


26 Shaw, Exposition, 124-25.
El Pacto de Obras 97

Considere el Hecho de que Adán Pecó y


No Alcanzó Aquello Que No Poseía por
medio de la Creación
por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de
Dios (Rom. 3:23)

En los escritos de Pablo, está claro que Adán fue el primer


hombre que pecó. El primer hombre pecó y no “alcanzó
la gloria de Dios” (Rom. 3:23), algo que no poseyó ni
experimentó por medio de su estado creado. Como señala
John Murray:
[no alcanzan la gloria de Dios] (...) se refiere a una
condición, no a una acción; aunque, por supuesto, la
condición puede surgir de la ausencia de una acción
que hubiera remediado o evitado la condición.27

Adán no fue creado en una condición o estado que podría


llamarse “gloria”, y no lo alcanzó al pecar. No logró llegar
a ese estado porque pecó. En otras palabras, Adán fue
creado en un estado que podría haber sido mejorado,
siendo Dios la causa final, y {siendo} la obediencia de
Adán la causa instrumental del mejoramiento. Adán fue
creado en un estado mutable, condición que podía


27 JohnMurray, Epistle to the Romans {trad. no oficial: Epístola a los
Romanos} (1959, 1965; reprint {reimpresión}, Grand Rapids: Wm. B.
Eerdmans Publishing Co., one–volume edition {edición de un solo
volumen}, 1984), 112.
98 Los Argumentos Bíblicos a favor del Pacto de Obras

cambiar (2CFL 4.2). Era justo, pero podía pecar. Su


obediencia lo habría llevado a un estado superior, un
estado inmutable, conferido por Dios debido a Su
amabilidad voluntaria y condescendiente, expresada en el
pacto de obras (2CFL 7.1). Adán no fue creado con vida
eterna. La obediencia de Adán podría haber logrado algo
que no poseía por medio de la creación: “la recompensa
de la vida”, para usar las palabras de la Confesión (2CFL
7.1). En otras palabras, Adán tenía una escatología antes
de necesitar la soteriología. El hilo soteriológico de la
revelación viene porque la escatología del huerto nunca
fue alcanzada por Adán. O, en palabras de Geerhardus
Vos: “lo escatológico es un hilo más antiguo en la
revelación que lo soteriológico”.28 El hilo soteriológico
(i.e., la redención) de la Escritura nos lleva a lo
escatológico (i.e., a la meta) que estaba implícito en lo
protológico (i.e., el principio).
Como el tema de la escatología Edénica puede ser
nuevo para algunos lectores, y es un tema debatido en el
pensamiento reformado, permítaseme hacer un breve
paréntesis para demostrar que lo que se está aseverando


28 Geerhardus Vos, Biblical Theology: Old and New Testaments {trad.
no oficial: Teología Bíblica: Antiguo y Nuevo Testamento} (1948; reprint
{reimpresión}, Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing
Company, 1988), 140.
El Pacto de Obras 99

no es nuevo en la historia de la teología reformada.29


Tomemos, por ejemplo, a Nehemías Coxe. Según Coxe,
Adán tenía “la promesa de una recompensa eterna con la
condición de su perfecta obediencia a estas leyes”.30 Según
Coxe, el árbol de la vida funcionaba sacramentalmente
como:
una señal y promesa de esa vida eterna que Adán
habría obtenido por su propia obediencia personal y
perfecta a la ley de Dios si hubiera continuado en
ella.31


29 Para encontrar un análisis más amplio sobre el tema recurrente
escatológico en el relato del huerto entre los teólogos reformados del
siglo XVII, véase mi libro The Family Tree, 90-106. En los últimos
capítulos de ese libro, muestro el mismo tema recurrente en
Geerhardus Vos y John Owen.
30 Coxe y Owen, Covenant Theology, 44-45. Coxe da tres pruebas con

análisis incluido a favor de la promesa de una recompensa en las


páginas 45-46. Más adelante en su análisis, dice: “Él (Adán caído) ya
no podía reclamar un derecho a —o esperar— esa recompensa que se
prometió con la condición de su perfecta obediencia a la ley de ese
pacto que Dios había hecho con él” (51).
31 Coxe y Owen, Covenant Theology, 45. Coxe justifica esta función

del árbol de la vida como sigue: “La alusión que Cristo hace de este en
el Nuevo Testamento (Apo. 2:7) [...] El método del trato de Dios con
Adán en lo que se refiere a este árbol después que Adán pecó contra
Él y la explicación que Dios mismo le da [es decir, Gén. 3:22 y sigs.]
(...) Esto tampoco debe olvidarse: que como la ley de Moisés de alguna
manera incluía el pacto de la creación y servía de conmemoración del
mismo (por cuenta del cual toda la humanidad se vio envuelta en la
maldición de este), tenía no solo la sanción de una maldición
espantosamente promulgada contra los desobedientes, sino también
una promesa de la recompensa de la vida para los obedientes”. Aquí
100 Los Argumentos Bíblicos a favor del Pacto de Obras

Según lo mencionado anteriormente por Coxe, Dios


propone soberanamente pactos con los hombres para
llevar a estos últimos a un estado avanzado o mejor que
aquel en el cual ellos están cuando se les revela el pacto y,
en última instancia, “para llevarlos a un estado bendecido
en el disfrute eterno de Dios mismo”.32 Dice Coxe que
Adán...
era capaz de lograr y contribuir a un mayor grado de
felicidad del que inmediatamente disfrutó [el cual] fue
puesto delante de él como recompensa por su
obediencia mediante ese pacto en el que debía
caminar con Dios.33

Según Witsius, el pacto de obras, o de la naturaleza, o


de la ley (por la función que cumplía en el huerto),
“…prometió vida eterna y felicidad si [Adán] rendía
obedecía”.34 Witsius ve a Adán en un estado de prueba y


Coxe está expresando el punto de vista de Owen (y de otros) sobre la
relación del pacto de obras con el pacto Mosaico. Tenga en cuenta que
Coxe utiliza la revelación posterior para ayudar a la interpretación de
la revelación antecedente.
32 Coxe y Owen, Covenant Theology, 36.
33 Coxe y Owen, Covenant Theology, 47.
34 Witsius,
Economy of the Covenants, 1:150. El pacto de obras ha sido
nombrado el pacto de la creación, el pacto de la naturaleza, y el pacto de la ley
por varios autores del pasado. Todos ellos se referían a la misma
formulación doctrinal.
El Pacto de Obras 101

capaz de llegar a un estado de existencia más elevado y


bendecido:
Ese hombre aún no había llegado al máximo grado de
felicidad, pero [debía] esperar un bien aún mayor
después que terminara su curso de obediencia. Esto
fue insinuado por la prohibición del árbol más
deleitoso, cuyo fruto era muy deseable, más que
cualquier otro; y esto sugiere cierto grado de
imperfección en ese estado, en el que el hombre tenía
prohibido el disfrute de algo bueno.35

El estado de existencia más bendecido era:


la vida eterna, que es el disfrute más perfecto de Él
mismo [es decir, de Dios mismo; esto hace eco de la
CFW 7.1], y eso para siempre, después de terminar su
curso de obediencia…36

Esta promesa de vida brotó de la bondad y la generosidad


de Dios, no por ninguna necesidad estricta.37 Dios
voluntariamente condescendió a la revelación del pacto
de obras, ofreciendo una recompensa a Adán por su
obediencia. Según Witsius, el huerto del Edén era una
prenda, un tipo, un símbolo, tanto temporal como


35 Witsius, Economy of the Covenants, 1:69; véase también 1:123-24.
36 Witsius, Economy of the Covenants, 1:73.
37 Witsius, Economy of the Covenants, 1:76 y sigs.
102 Los Argumentos Bíblicos a favor del Pacto de Obras

anticipatorio de un mejor estado aún por disfrutar.38 En


otras palabras, la protología es escatológica, o lo
escatológico está implícito en lo protológico. Adán tenía
una escatología que no logró alcanzar.
Volvamos a Romanos 3:23. Escuche a John Owen.
Observe que hace referencia a Romanos 3:23 en esta cita:
El hombre, en especial, estaba completamente
perdido, y no alcanzó la gloria de Dios, para la cual fue
creado, Rom. iii:23. Aquí, ahora, se abre la
profundidad de las riquezas de la sabiduría y el
conocimiento de Dios. Un designio en Cristo brilla
desde Su seno, el cual ha estado alojado allí desde la
eternidad, para recuperar las cosas y devolverlas a
aquel estado que será en gran manera para el avance
de Su gloria, infinitamente superior a como
aparecieron al principio, y para poner a los pecadores
en una inconcebiblemente mejor condición que la que
estaban antes de la entrada del pecado.39

Para Owen, “la gloria de Dios” allí no se refiere


exclusivamente a lo que Dios posee, sino a lo que Dios
confiere.40 El estado escatológico, la gloria, es aquello “para


38 VéaseWitsius, Economy of the Covenants, 1:106 y sigs., esp.
{especialmente} 1:109.
39 Owen, Works, 2:89; énfasis añadido.
40 Murray menciona este punto de vista como una de las cuatro

opciones. Él lo describe con las siguientes palabras: “no lograr la gloria


El Pacto de Obras 103

{lo} cual (...) [el hombre] fue creado”. El estado de existencia


al que Cristo lleva a los pecadores elegidos es “una
condición inconcebiblemente mejor que la que tenían antes de
la entrada del pecado”. Cristo lleva a los pecadores elegidos a
un estado de existencia que es mejor que el principio
{Gén. 1:1}.41


consumada que será dispensada al pueblo de Dios en la venida de
Cristo”. Murray cita 2 Tesalonicenses 2:14 y Hebreos 2:10, entre otros
textos. Estos textos serán mencionados en nuestro análisis más
adelante. Sin embargo, Murray opta por una postura diferente. Véase
Murray, Romans {trad. no oficial: Romanos}, 113. Charles Hodge
menciona el punto de vista defendido anteriormente, aunque opta por
una postura diferente. Él dice: “Otros dicen nuevamente que la gloria
de Dios aquí significa esa gloria que Dios promete a los justos, como
en el v. 2”. Véase Charles Hodge, The Epistle to the Romans {trad. no
oficial: La Epístola a los Romanos (1835; reprint {reimpresión},
Edinburgh; Carlisle, PA: The Banner of Truth Trust {El Estandarte
de la Verdad}, Reimpreso en 1983), 90. Notaremos los comentarios de
Hodge sobre Romanos 5:2 más adelante. Sanday y Hedlam reconocen
el punto de vista defendido aquí en William Sanday y Arthur C.
Headlam, A Critical and Exegetical Commentary on the Epistle to the Romans
{trad. no oficial: Un Comentario Crítico y Exegético sobre la Epístola a los
Romanos}, The International Critical Commentary, eds. S. R. Driver,
A. Plummer, y C. A. Briggs (1895; reprint {reimpresión}, Edinburgh:
T & T Clark, Fifth Edition {Quinta Edición}, 1971), 84-85. Ellos citan
Romanos 5:2; 8:18 y 30; y 2 Tim. 2:10. John Gill parece insinuar el
punto de vista anterior en John Gill, Exposition of the Old and New
Testaments {trad. no oficial: Exposición del Antiguo y Nuevo Testamento}, 9
vols. (1809; reprint {reimpresión}, Paris, AR: The Baptist Standard
Bearer, Inc., 1989), 8:438.
41 Véase Richard C. Barcellos, Mejor que el Principio: La Creación desde

una Perspectiva Bíblica (Santo Domingo, Ecuador: Legado Bautista


Confesional, 2020), donde argumento con respecto a esto
ampliamente.
104 Los Argumentos Bíblicos a favor del Pacto de Obras

Ahora escuche a Pablo en Romanos 5:1-2 —“Por


tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz
para con Dios (…) y nos gloriamos en la esperanza de la gloria
de Dios” (énfasis añadido). Charles Hodge dice:
Es un (…) gloriarse, en vista de la exaltación y la
bienaventuranza que Cristo nos ha asegurado (…) La
gloria de Dios puede significar aquella gloria que Dios
da, o aquella que Él posee. Cualquiera sea el caso, se
refiere a la exaltación y la bienaventuranza aseguradas
al creyente, quien habrá de compartir la gloria de su
divino Redentor.42
Del mismo modo, John Gill comenta:
por “la gloria de Dios”, no se refiere a la gloria esencial
de Dios; no es aquella que debemos buscar
{procurar} en todo lo que nos concierne, ni aquella
que debemos atribuir a Él por cuenta de Sus
perfecciones y obras; sino aquella gloria y felicidad
eternas que Él ha preparado para Su pueblo, {aquella
que Él} les ha prometido, y a la que los ha llamado
por medio de Cristo, y la que les otorgará…43


42 Hodge, Romans, 133, énfasis añadido. Véase Murray, Romans,
161-62, donde Murray insinúa el punto de vista por el que estoy
abogando. Sanday y Hedlam, Romans, 121, reconocen una futura
transformación del “ser entero del hombre” partiendo del texto de
Romanos 5:2.
43 Gill, Exposition, 8:449. Véase Douglas J. Moo, The Epistle to the

Romans {título oficial: Comentario a la Epístola de Romanos}, The New


El Pacto de Obras 105

Obtenemos la gloria, un estado de existencia, porque nos


es conferida, habiendo sido asegurada para nosotros por
medio de Cristo. Es por eso que podemos “gloriarnos en
la esperanza de la gloria de Dios”. Por tanto, al ser
justificados, nos espera la gloria. Esta “gloria” es aquello
que Adán no alcanzó.

Considere el Hecho de que Cristo,


después de Su Resurrección, Entró en la
Gloria
El Antiguo Testamento hablaba del Mesías que vendría,
sufriría (debido al pecado de Adán y de nosotros en él) y
entraría en la gloria. Considere estas reflexiones teológicas
inspiradas e infalibles sobre el Antiguo Testamento:
¿No era necesario que el Cristo padeciera todas estas
cosas y entrara en su gloria? (Luc. 24:26)
y les dijo: Así está escrito, que el Cristo padeciera y
resucitara de entre los muertos al tercer día
(Luc. 24:46)
19“Por consiguiente, oh rey Agripa, no fui
desobediente a la visión celestial, 20sino que
anunciaba, primeramente a los que estaban en
Damasco y también en Jerusalén, y después por toda

International Commentary on the New Testament (Grand Rapids:
William B. Eerdmans Publishing Company, 1996), 301-02.
106 Los Argumentos Bíblicos a favor del Pacto de Obras

la región de Judea, y aun a los gentiles, que debían


arrepentirse y volverse a Dios, haciendo obras dignas
de arrepentimiento. 21Por esta causa, algunos judíos
me prendieron en el templo y trataron de matarme.
22Así que habiendo recibido ayuda de Dios, continúo

hasta este día testificando tanto a pequeños como a


grandes, no declarando más que lo que los profetas y
Moisés dijeron que sucedería: 23que el Cristo había de
padecer, y que por motivo de su resurrección de entre
los muertos, Él debía ser el primero en proclamar luz
tanto al pueblo judío como a los gentiles”.
(Hechos 26:19-23)
10Acerca de esta salvación, los profetas que
profetizaron de la gracia que vendría a vosotros,
diligentemente inquirieron e indagaron, 11procurando
saber qué persona o tiempo indicaba el Espíritu de
Cristo dentro de ellos, al predecir los sufrimientos de
Cristo y las glorias que seguirían. 12A ellos les fue
revelado que no se servían a sí mismos, sino a vosotros,
en estas cosas que ahora os han sido anunciadas
mediante los que os predicaron el evangelio por el
Espíritu Santo enviado del cielo; cosas a las cuales los
ángeles anhelan mirar. (1 Ped. 1:10-12)
El Hijo de Dios encarnado sufrió y también entró en la
gloria —un estado glorificado según Su naturaleza
humana, después de Sus sufrimientos, a través de Su
resurrección y como recompensa por Su justicia,
El Pacto de Obras 107

{justicia} que, según Pablo, era “para vida eterna”. En


otras palabras, según Su naturaleza humana, Cristo se
convirtió en la resurrección en aquello que no era, lo cual
fue el comienzo de Su exaltación.
Sufrimiento y gloria es otra forma de decir humillación y
exaltación. Pablo habla de la humillación y exaltación del
Hijo en Romanos 1:1-4 y Filipenses 2:6-9.
1Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol,
apartado para el evangelio de Dios, 2que Él ya había
prometido por medio de sus profetas en las santas
Escrituras, 3acerca de su Hijo, que nació de la
descendencia de David según la carne, 4y que fue
declarado Hijo de Dios con poder, conforme al
Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los
muertos: nuestro Señor Jesucristo (Rom. 1:1-4)
6el cual, aunque existía en forma de Dios, no
consideró el ser igual a Dios como algo a qué
aferrarse, 7sino que se despojó a sí mismo tomando
forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres.
8Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí

mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y


muerte de cruz. 9Por lo cual Dios también le exaltó
hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre
todo nombre (Flp. 2:6-9)

La resurrección de nuestro Señor marca una nueva


fase del señorío mesiánico (véase Hch. 2:36). Al comentar
108 Los Argumentos Bíblicos a favor del Pacto de Obras

sobre Romanos 1:4 (“quien fue declarado Hijo de Dios


con poder por la resurrección de entre los muertos,
conforme al Espíritu de santidad...”), Murray dice:
El apóstol está tratando con algún suceso particular en
la historia del Hijo de Dios encarnado, {suceso} por
el cual fue instalado en una posición de soberanía e
investido de poder, suceso que con respecto a la
investidura con poder superó todo lo que
anteriormente se le podía atribuir en Su estado
encarnado.44

Así como “según la carne” en el versículo 3 define la


fase que tuvo lugar a través del nacimiento de la
simiente de David, así “según el Espíritu de santidad”
caracteriza la fase que tuvo lugar a través de la
resurrección. Y cuando preguntamos cuál fue esa
nueva fase en la que el Hijo de Dios entró a través de
Su resurrección, hay una copiosa alusión y aclaración
por parte del Nuevo Testamento (compárese
Hch. 2:36; Efe. 1:20-23; Flp. 2:9-11; 1 Ped. 3:21, 22).
A través de Su resurrección y ascensión, el Hijo de
Dios encarnado entró en una nueva fase de soberanía
y fue dotado de un nuevo poder que son
correspondientes con —y para— el ejercicio del
señorío mediador que ejerce como cabeza sobre todas


44Murray, Romans, 10. Véase Moo, Romans, 47-51 para encontrar
una postura muy similar a la de Murray.
El Pacto de Obras 109

las cosas para Su cuerpo, la Iglesia. Es en este mismo


contexto de resurrección y con alusión a la investidura
de la resurrección de Cristo que el apóstol dice: “El
último Adán, espíritu que da vida” (1 Cor. 15:45) […]
Por causa de la resurrección, Cristo está ahora tan
dotado y en control del Espíritu Santo que, sin
ninguna confusión de las distintas Personas, Cristo se
identifica con el Espíritu y es llamado “el Señor del
Espíritu” (2 Cor. 3:18). Por lo tanto, cuando volvemos
a la expresión “según el Espíritu de santidad”, nuestra
inferencia es que se refiere a esa etapa de dotación
neumática en la que Jesús entró a través de Su
resurrección. Además, el texto relaciona
expresamente “Hijo de Dios con poder, conforme al
Espíritu de santidad” con “por la resurrección de
entre los muertos” y el nombramiento no puede ser
otro que el que se hizo por la resurrección […] Lo que
se contrasta no es una fase en la que Jesús no es el Hijo
de Dios y otra en la que sí lo es. Él es el Hijo encarnado
de Dios en ambos estados, humillación y exaltación, y
considerarlo como el Hijo de Dios en ambos estados
pertenece a la esencia del evangelio de Pablo, así
como al evangelio de Dios. Sin embargo, los estados
anteriores y posteriores a la resurrección se comparan
y contrastan, y el contraste depende de la investidura
110 Los Argumentos Bíblicos a favor del Pacto de Obras

con poder por la cual se caracteriza los estados


posteriores a la resurrección.45
La representación de Cristo en el estado de
humillación comenzó en Su concepción y terminó en Su
muerte/sepultura. Tras su muerte/sepultura, debido a Su
obediencia hasta la muerte, Dios “le exaltó hasta lo
sumo…” (Flp. 2:9). El Hijo de Dios encarnado, según Su
naturaleza humana, obedeció y sufrió debido a nuestro
pecado; entró en la gloria como resultado o recompensa
por Su obediencia; e hizo ambas cosas como el último
Adán sin pecado, representando a los que el Padre le dio
antes de la fundación del mundo (Efe. 1:4). Todos los
creyentes en Cristo serán transformados y conformados a
ese estado de existencia. Pablo dice que nuestro Señor...
transformará el cuerpo de nuestro estado de
humillación en conformidad al cuerpo de su gloria,
por el ejercicio del poder que tiene aun para sujetar
todas las cosas a sí mismo. (Flp. 3:21)

Adán no logró cumplir con las condiciones del pacto


que Dios le impuso y trajo consigo la ruina de la raza
humana. No alcanzó la gloria de Dios, la cual era un
estado permanente de existencia en la presencia especial
de Dios que no poseía a través de la creación. Pero estas
son las buenas noticias: llegó otro, el último Adán, nuestro


45 Murray, Romans, 11-12.
El Pacto de Obras 111

Señor Jesucristo, quien sufrió y luego entró en la gloria en


Su resurrección, y quien es el agente a través del cual
muchos hijos serán llevados a la gloria (Heb. 2:10), los
cuales “[alcanzarán] la gloria de nuestro Señor Jesucristo”
(2 Tes. 2:14). Owen dice en 2 Tesalonicenses 2:14 —“‘La
gloria de nuestro Señor Jesucristo’, o la obtención de una
porción de esa gloria que Cristo compró y adquirió para
ellos…”.46 Cristo compró la gloria para todos los que Él
vino a salvar. Lo hizo como el último Adán. Sufrió para
satisfacer la justicia de Dios y Su obediencia hasta la
muerte resultó en Su exaltación, la entrada en la gloria, y
todos aquellos que son Suyos entrarán en esa gloria
también. El último Adán lleva a su simiente donde el
primer Adán no pudo llevar a la suya. Adán pecó, violó el
pacto de obras y no alcanzó la gloria de Dios. Cristo no
pecó, guardó perfectamente las estipulaciones del pacto
de obras impuestas sobre Él (preceptos y castigos) y entró
en la gloria como nuestro precursor. Nuestro Señor no
solo vivió y murió por nosotros, Su resurrección también
fue por nosotros (Rom. 4:25).
Este es el pacto de obras, y por eso creo que la 2CFL
está en lo cierto al incluir esta doctrina. Es una
formulación doctrinal con amplio respaldo bíblico
(e histórico).


46 Owen, Works, 11:203; énfasis añadido.
112 Los Argumentos Bíblicos a favor del Pacto de Obras

5.
CONCLUSIÓN

M oisés, escribiendo después de los actos históricos de


la creación, utiliza el nombre pactual de Dios
(Yahweh) mientras habla de la vocación Edénica de Adán
(Gén. 2:4 y sigs.). Isaías utiliza conceptos que comenzaron
con Adán para explicar la culpabilidad universal del
hombre, utilizando la palabra “pacto” (Isa. 25:5-6).
Oseas, mirando hacia atrás en la revelación escrita
anterior, hace explícito lo que estaba implícito en esta. Las
palabras inspiradas del profeta nos dan el conocimiento
infalible de Dios acerca de una de las similitudes entre el
antiguo Israel y Adán. Ambos tenían un pacto impuesto
por Dios y ambos transgredieron sus pactos (Ose. 6:7).
Pablo, mientras reflexiona sobre la vocación Edénica de
Adán, contrasta la desobediencia de Adán y sus resultados
con la obediencia de Cristo y Sus resultados (Rom. 5:19).
El término “obras” en la frase “pacto de obras” contrasta
con “gracia” y “don” en Romanos 5:17. Pablo afirma que
Adán era un tipo de Cristo (Rom. 5:14). Adán pecó y no
alcanzó la gloria de Dios (Rom. 3:23). Cristo no pecó
(Heb. 4:15) y, después de Su resurrección, entró en la
gloria (Luc. 24:46; Hch. 26:19-23; 1 Ped. 1:10-12), una
condición de vida que le fue conferida debido a Su

113
114 Conclusión

obediencia (Rom. 5:21). Esta es la vida que Él confiere a


todos los creyentes.
Estas realidades bíblicas, entendidas por la utilización
de los principios hermenéuticos del Espíritu Santo como
el único intérprete infalible de la Santa Escritura (analogia
Scriptura, analogia fidei y scopus Scripturae), condujeron a la
formulación confesional de la doctrina del pacto de obras.
Algunos niegan esta doctrina como se formuló
anteriormente y en la 2CFL. Esperemos que este breve
libro desafíe a quienes niegan este principio crucial a
reconsiderar sus puntos de vista. También se espera que
quienes confiesen esta doctrina se fortalezcan en su
resolución de defenderla y proclamarla.
Para concluir, dado que hubo un pacto impuesto sobre
Adán en el huerto, ¿debemos insistir en que fue diseñado
para mantenerlo a él (y a su progenie) en el estado en el
que fue creado? Si es así, esto parecería implicar que los
pactos divinos (al menos este) están diseñados para
mantener al hombre en la condición en la que se acercan
a Dios. ¿Es esta la forma en que funcionan los pactos
bíblicos en la realidad? Yo creo que no. Parece claro que
los pactos bíblicos son impuestos sobre los hombres para
llevarlos a un mejor estado de existencia. Como había un
pacto impuesto sobre Adán en el huerto, entonces era por
su bien, para un mejor estado de existencia, para él y para
todos los que representaba. Adán fue creado moralmente
El Pacto de Obras 115

recto, pero mutable. No fue creado en un estado que


podría llamarse “gloria”, como se indicó anteriormente.
Como Adán pecó, no entró en la gloria. ¡Pero hay
esperanza! Nuestro Señor es el último Adán que sufrió y
entró en la gloria por nosotros y para nuestra salvación.
Entender el pacto de obras nos ayuda a comprender
mejor la vocación de nuestro Señor y el evangelio con más
claridad y profundidad teológica.
Que este breve tratamiento promueva un mayor
estudio y contemplación de las cosas analizadas, y que
ayude a los lectores a apreciar, amar, servir y adorar a
nuestro Señor con más comprensión y agradecimiento.

LECTURAS ADICIONALES

Baines, Ronald S., Richard C. Barcellos y James P. Butler,


editors {editores}. By Common Confession: Essays in Honor
of James M. Renihan {trad. no oficial: Por Confesión Común:
Ensayos en Honor de James M. Renihan}. Palmdale, CA:
RBAP, 2015.
Barcellos, Richard C. Getting the Garden Wrong: A Critique of
New Covenant Theology on the Covenant of Works and the
Sabbath {trad. no oficial: Entendiendo el Huerto
Incorrectamente: Una Crítica a la Teología del Nuevo Pacto
acerca del Pacto de Obras y el Reposo}. Cape Coral, FL:
Founders Press, de próxima publicación.
________________. “Scopus Scripturae: John Owen,
Nehemiah Coxe, our Lord Jesus Christ, and a Few
Early Disciples on Christ as the Scope of Scripture”
{trad. no oficial: “Scopus Scripturae: John Owen,
Nehemiah Coxe, nuestro Señor Jesucristo y Algunos
Primeros Discípulos sobre Cristo como el Escopo de la
Escritura”. Journal of the Institute of Reformed Baptist Studies
{trad. no oficial: Revista Académica del Instituto de Estudios
Bautistas Reformados [JIRBS, por sus siglas en inglés]}
(2015): 5-24.
________________. The Family Tree of Reformed Biblical
Theology: Geerhardus Vos and John Owen – Their Methods of
117
118 Lecturas Adicionales

and Contributions to the Articulation of Redemptive History


{trad. no oficial: El Árbol Genealógico de la Teología Bíblica
Reformada. Geerhardus Vos y John Owen: Sus Métodos de —y
Contribuciones a la— Articulación de la Historia de la
Redención}. Owensboro, KY: RBAP, 2010.
Barcellos, Richard C., editor. Recovering a Covenantal
Heritage: Essays in Baptist Covenant Theology {trad. no
oficial: Rescatando una Herencia Pactual: Ensayos sobre la
Teología Bautista del Pacto}. Palmdale, CA: RBAP, 2014.
Casselli, Stephen J. Divine Rule Maintained: Anthony Burgess,
Covenant Theology, and the Place of the Law in Reformed
Scholasticism {trad. no oficial: La Ley Divina Guardada:
Anthony Burgess, la Teología Pactual y el Lugar de la Ley en el
Escolasticismo Reformado}. Grand Rapids: Reformation
Heritage Books, 2016.
Coxe, Nehemiah y John Owen. Covenant Theology: From
Adam to Christ {trad. no oficial: Teología Pactual: De Adán
a Cristo}, Ronald D. Miller, James M. Renihan y
Francisco Orozco, editors {editores}. Palmdale, CA:
Reformed Baptist Academic Press, 2005.
Denault, Pascal. The Distinctiveness of Baptist Covenant
Theology: A Comparison Between Seventeenth–Century
Particular Baptist and Paedobaptist Federalism {título oficial:
Un Mejor Pacto: La Fundación Doctrinal del Credobautismo}.
Birmingham, AL: Solid Ground Christian Books,
2013.
El Pacto de Obras 119

Fesko, J. V. Last Things First: Unlocking Genesis 1-3 with the


Christ of Eschatology {trad. no oficial: Las Últimas Cosas
Primero: Descubriendo Génesis 1-3 con el Cristo de la
Escatología}. Fearn, Ross–shire, Scotland {Escocia}:
Mentor Imprint by Christian Focus Publications,
2007.
Girardeau, John L. The Federal Theology: Its Import and Its
Regulative Influence {trad. no oficial: La Teología Federal:
Su Importancia y Su Influencia Reguladora}. Greenville, SC:
Reformed Academic Press, 1994.
Hodge, A. A. The Confession of Faith {título oficial:
Comentario de la Confesión de Fe de Westminster de la Iglesia
Presbiteriana} 1869; reprint {reimpresión}, Edinburgh;
Carlisle, PA: The Banner of Truth Trust {El
Estandarte de la Verdad}, 1983.
Muller, Richard A. Dictionary of Latin and Greek Theological
Terms {trad. no oficial: Diccionario de Términos Teológicos
del Latín y del Griego} Grand Rapids: Baker Book House,
1985, Second printing {Segunda impresión},
September {septiembre} 1986.
Renihan, James M. “Theology on Target: The Scope of
the Whole (which is to give all glory to God)” {trad. no
oficial: “Teología en la Diana: El Escopo de Esta en su
Conjunto (que es dar toda la gloria a Dios)”}, Reformed
Baptist Theological Review {trad. no oficial: Revista
120 Lecturas Adicionales

Teológica Bautista Reformada [RBTR, por sus siglas en


inglés]} II:2 (July {julio} 2005): 36-52.
Shaw, Robert. An Exposition of the Westminster Confession of
Faith {trad. no oficial: Exposición de la Confesión de Fe de
Westminster}. Fearn Ross–shire, Scotland {Escocia}:
Christian Focus Publications, 1998.
Vos, Geerhardus. “The Doctrine of the Covenant in
Reformed Theology” {trad. no oficial: “La Doctrina
del Pacto en la Teología Reformada”}. Redemptive
History and Biblical Interpretation: The Shorter Writings of
Geerhardus Vos {trad. no oficial: La Historia de la Redención
y la Interpretación Bíblica: Escritos Breves de Geerhardus Vos}.
Richard B. Gaffin, Jr. {hijo}, editor. Phillipsburg, NJ:
P&R Publishing, 1980.
Ward, Rowland S. God & Adam: Reformed Theology and the
Creation Covenant {trad. no oficial: Dios y Adán: La
Teología Reformada y el Pacto de la Creación}. Wantirna,
Australia: New Melbourne Press, 2003.
Warfield, Benjamin B. “Hosea VI.7: Adam or Man”
{trad. no oficial: “Oseas VI:7 —Adán o el Hombre”}.
Selected Shorter Writings: Benjamin B. Warfield {trad. no
oficial: Selección de Escritos Breves: Benjamin B. Warfield}, I.
John E. Meeter, editor. Phillipsburg, NJ: P&R
Publishing, Fourth Printing {Cuarta Impresión},
January {enero} 2001.
El Pacto de Obras 121

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