Está en la página 1de 13

Los diez Virus Lingüísticos

Matthew Budd (M.D.) & Larry Rothstein


Resumen - Este artículo corresponde a una traducción parcial del libro “You are what you say” de Budd y
Rothstein. La introducción a este libro fue escrita por Patch Adams y trata del uso del lenguaje en la promoción
de la salud, mediante la disminución del stress, la rabia y la depresión. Entre otros, está dedicado a H.
Maturana, F. Flores y R. Heckler.
Palabras clave – Acto de habla, afirmación, bienestar, compromiso, confianza, declaración, declinación,
depresión, estado de ánimo, expectativa, juicio, lenguaje, pedido, promesa, rabia, salud, stress, verdad.
1. NO HACER PEDIDOS
A menudo la gente piensa que hay algo que desean o necesitan de alguien, pero ellos no hacen el pedido. Ellos
reclaman en su interior o a otros, pero siguen sin hacer el pedido a ese alguien. ¿Por qué ocurre esto? Una de
las razones es que Ud. tenga reticencia o temor a preguntar a otros. Ellos podrían decirle que no a su pedido.
Esto podría ser doloroso y sentirse rechazado. En verdad, un no a un pedido es solo eso, no es un no a la
acción de pedir, no es un rechazo a la persona que pide. Pero eso es lo que algunos de nosotros escuchamos.
Otra razón por la cual la gente no hace pedidos es porque temen que otros piensen que son incompetentes.
Ellos asumen que ellos deben hacer y saber todo por sí mismos. Otra vez, esto es erróneo. Hacer un pedido no
es reconocer debilidades. Piense por un momento en el Presidente de los Estados Unidos o el Gerente de una
gran Compañía. Piense en la gran cantidad de pedidos que ellos hacen cada día. De hecho, un aspecto del
poder tiene que ver con la capacidad de hacer pedidos poderosos. Entonces, pedir no implica debilidad. Un
pedido, simplemente invita a otras personas a participar en su vida. Tome esto como una forma para honrar a
otros y no como una carga para ellos. Otra razón por la cual la gente no pide es porque piensan que un pedido
es una imposición. La gente tímida tiene esta particular orientación. Ellos olvidan que una de las maneras a
través de las cuales la gente logra significado para sus vidas es cumpliendo los pedidos de otros. Un Dr. siente
satisfacción cuando logra las necesidades médicas del paciente. Un pastor o sacerdote obtiene significado para
su vida cuando trae espiritualidad a su congregación. Ud. muestra respeto por la gente cuando los invita a
participar en su vida a través de pedidos. Desafortunadamente, para nuestros cuerpos moldeados en nuestra
historia, ello no es así.
2. VIVIR CON EXPECTATIVAS NO COMUNICADAS
Una de las formas más común y perniciosa de “no pedir” pasa cuando un individuo vive en el mundo de los
“deberían” y expectativas que en verdad son pedidos no expresados. A menudo tenemos conversaciones
privadas con nosotros mismos acerca de lo que los otros debería o no deberían hacer. Pero nunca hacemos en
forma manifiesta y visible un pedido a estas personas. En consecuencia, cuando ellos no hacen lo que
esperamos, nos decepcionamos, resentimos y enojamos. La otra parte nunca se enteró de lo que se esperaba
de ellos, o si lo hacen, se preguntarán ¿por qué se salió de sus casillas? Nunca me pidió que hiciese algo
acerca de esto. Los “deberían” y las expectativas no dan posibilidades para negociar, declinar o satisfacer. Más
bien, son la base para un conflicto.
3. HACER PEDIDOS POCO CLAROS
“Pensé que eso era lo que Ud. quería y lo intenté”. Las personas bien intencionadas fracasan cuanto tratan de
cumplir pedidos poco claros. La falta de claridad en su pedido puede generar quiebres. Es insensato pensar que
otros pueden conocer lo que desea. Recuerde los otros no necesariamente ven el mundo que Ud. ve. Para
coordinarse exitosamente, su pedido debe ser preciso y detallado. Ud. no insulta a quien lo escucha si hace un
pedido detallado. Más bien, Ud. está sentando las posibilidades para la satisfacción mutua. Por supuesto, si Ud.
vive con alguien y han construido juntos una historia de coordinaciones, de a poco, los detalles no son
necesarios. El cirujano en la mesa de operaciones solo debe estirar y abrir la mano, y ello significa para la
arsenalera: “`por favor, deme las tijeras de este tipo, cerrada, con las manillas en mi palma, de inmediato”. Todo
esto es conocimiento encarnado generado por años de trabajo juntos. Cuando ingresa una nueva arsenalera,
estirar la mano vacía puede ser un pedido poco claro. El cirujano puede necesitar darle instrucciones detalladas
con el fin de quedar satisfecho. Hacer estas distinciones no es un insulto; es un acto de cuidar al otro en la
búsqueda de la satisfacción mutua. Este cuidado lleva a disminuir el stress, disminuir la rabia y aumentar la
colaboración amistosa. Los pedidos poco claros ocurren cuando Ud. no se toma el tiempo para clarificar lo que
desea con suficiente detalle para que el realizador entienda lo que quiere. Ud. dispara un pedido y espera que
se logre todo. Si la otra persona acepta el pedido efectuado en forma vaga hace una promesa para completarlo,
ambos han establecido la base para fracasar. Ud. ha dejado al realizador que adivine lo que quiere, y el
realizador ansiosamente espera adivinar correctamente. El peligro es, por supuesto, un quiebre comunicacional
con todas sus consecuencias negativas e ineludibles. Algunos ejemplos de pedidos poco claros: El esposo se
dirige a la esposa “quiero que me apoyes en mi carrera”; El Dr. al paciente: “vuelva si no se siente bien”; el
cliente al mozo: “me gustaría un café”. Ud. puede comenzar a darse cuenta que tan consciente debe estar al
hacer un pedido de modo de asegurarse que el que lo escucha oiga lo que Ud. desea. Recuerde que cuando
pedimos estamos uniendo mundos en acción.. Para lograr claridad ponga atención a las siguientes preguntas:
¿qué desea realmente? ¿La otra persona entiende qué desea y cuándo lo desea?

1
4. NO PONER ATENCION AL ESTADO DE ANIMO DEL PEDIDO
Algunas personas hacen pedidos como si fueran exigencias. O, por el contrario, hacen pedidos como ruegos.
Cuando hacen eso, fracasan en ver que el estado de ánimo para su sentencia, más que sus palabras, afectan
al que escucha. Si Ud. está exigiendo, las personas pueden declinar su pedido debido que le ven arrogante e
inflexible, o bien, pueden prometerle porque se sienten intimidados y no ven otra opción. Recuerde, coordinar
acciones en la vida es como una danza en el lenguaje. Para algunos oyentes, la danza verbal apropiada será la
salsa. Para otros será un vals, o bien, una marcha. Su objetivo es ser efectivo, no el estilo. Entonces póngase
en alerta. Observe a su oyente mientras ejecutan la danza lingüística.
5. PROMETER SIN TENER CLARO QUE FUE LO QUE SE LE PIDIO
Comprometerse voluntariamente cuando no se tiene claro a qué se está comprometiendo es una estupidez. A
veces las personas creen que conocen lo que se les está pidiendo y luego entran en acción, como si estuvieran
haciendo comida. Pero tan pronto avanzan, se dan cuenta que no tienen claridad. Luego entran en confusión y
se preguntan: ¿qué era lo que ella quería?¿qué pasará si lo hago mal? ¿qué haré si no les gusta la comida?. Si
esto le llega a pasar, vuelva atrás y pida aclaraciones, o bien, siga adelante rogando para que todo salga bien.
Puede que Ud. no note que todo este estado de confusión le producirá ansiedad, y si fracasa en producir el
resultado deseado la otra parte desconfiará de Ud. en el futuro.
6. NO DECLINAR PEDIDOS
Algunas personas dicen que sí a todo. Ello es porque han sido preparados para atender a otros de tal forma que
piensan que son “buenos” cuando dicen sí y que son “malos” cuando dicen no. El problema con esta creencia
es que es destructiva para ambos, Ud. y el otro. Miremos que les pasa a los que siempre dicen sí. Siempre se
sobrecargan con promesas ya que simplemente no tienen el tiempo suficiente para hacerlo todo. El resultado es
un miedo permanente a fallar, ello los lleva a ponerse al servicio en primer lugar. Se establece un círculo vicioso
que genera ansiedad, sobrecalentamiento y fatiga. Algo más les pasa a los que siempre dicen que sí. Terminan
haciendo muchas cosas que no desean hacer. Pierden su derecho a vivir su vida de acuerdo a sus propias
declaraciones y estándares. Finalmente, pierden dignidad y autoestima. Las cosas no son mucho mejores para
quienes reciben las promesas de parte de los que siempre dicen que sí. Todas las promesas suenan como sí;
pero hay diferencias. Algunas son auténticas y otras son aparentes. El que pide nunca sabrá qué promesas se
cumplirán y cuales no. Con el tiempo las personas desconfiarán de los que siempre dicen que sí y pensarán
que nadie puede estar seguro con ellos y dudarán de la sinceridad. La habilidad para declinar pedidos es crucial
para la salud y la dignidad.
7. ROMPER PROMESAS SIN CUIDAR EL DAÑO, DESGASTANDO LA CONFIANZA
Cuando Ud. promete, se está comprometiendo a una acción futura creando expectativas para tal acción en el
otro. Confianza es la evaluación que hace el otro acerca que Ud. cumplirá su promesa. Cuando alguien dice:”yo
confío en ti” ello signifca: “yo evalúo que tú eres sincero, competente y confiable para hacer lo que prometiste”.
Somos humanos y no podemos adivinar el futuro. En el proceso de cumplir una promesa puede ocurrir algo que
le impida hacerlo. Si ignora su promesa dándose cuenta de ello, conscientemente traiciona su propia palabra y
no tiene cuidado del otro. Por el contrario, puede contactar al que le hizo el pedido y describir los problemas que
se le están presentando para cumplir la promesa y disculparse por romper la promesa. También puede ofrecer
hacer una promesa más adelante y garantizarla. Las relaciones pueden fortalecerse después de este mutuo
cuidado incluso cuando la promesa no se ha cumplido.
8. TRATAR LOS JUICIOS COMO AFIRMACIONES O VERDADES
Los juicios dependen de la historia vivida y de los estándares de satisfacción que cada uno encarna. No hay
verdad en sus juicios y son solo lo que Ud. dice. Pueden proveerse evidencias para lo que se dice, pero ello no
los hace verdaderos. Si trata los juicios como afirmaciones el conflicto está garantizado.
9. EMITIR JUICIOS SIN FUNDAMENTO RIGUROSO
Aunque sus juicios no son la verdad, ellos pueden hacerse rigurosamente fundados. De lo contrario se le
presumirá como prejuicioso, pelador o intrigante. El rigor es posible incluso en un mundo de incertidumbres.
10. HACER ASEVERACIONES Y DECLARACIONES FANTASIOSAS
Cuando se hace una aseveración o declaración fantasiosa, se asume que ocurrirá por sí sola. Las personas
efectivas, no hacen aseveraciones o declaraciones fantasiosas. La palabra de ellas es una palabra encarnada y
movilizan su vida tras una meta. Ello no significa que el éxito está garantizado, pero actuarán coherentemente
con lo que han declarado. Una aseveración o declaración crea un mundo que no existe y que puede
conseguirse seriamente luego de una serie de etapas razonables.
LENGUAJE Y BIENESTAR: LOS VIRUS LINGÜISTICOS EN ACCION
Los diez virus lingüísticos no solo crean inefectividad y fricción entre las personas, también crean estados de
ánimo negativos, que a la larga afectarán su bien-estar y su salud.
Por ejemplo, las personas que nunca hacen pedidos, normalmente no obtienen lo que desean en su vida están
siempre decepcionadas y esclavizadas. Estas personas pueden tener expectativas secretas acerca de otros,
que nunca han expresado. Ello también los lleva a desilusionarse, a enojarse y a resentirse. La inacción y el

2
enojo son estados de ánimo negativos que producen cambios corporales en los músculos, la circulación, el
corazón y el cerebro.
Las personas que no declinan los pedidos comprometen su salud. Ellas están siempre sobrecargadas hasta
quedar exhaustas, sobrecalentadas, deprimidas. Ellas pueden ponerse ansiosas, dependientes o resentidas y
hacerle el quite a quienes podrían pedirle algo.
Prometer cuando no está claro qué le solicitaron es algo que Ud. puede hacer cuando no quiere parecer
estúpido o cuando desea agradar a alguien. A medida que se acerca el tiempo para hacer la tarea, la
incertidumbre crece. Ud. se pondrá ansioso y tenso. La ansiedad se reflejará en dolor de mandíbulas,
problemas de intestino o dolor de cabeza.
Las personas que expresan sus juicios como afirmaciones o verdades son generalmente inflexibles o
arrogantes. Ellos no aceptan la diversidad y les enojan las diferencias. Estas personas son un dolor para los
que están cerca y difíciles todo el tiempo. Las personas con estas características tendrán más riesgo de un
infarto al corazón.
Las personas que emiten juicios sin rigor son vistas como “gelatina” y llenas de opiniones que cambian como el
tiempo. Ellas no son tomadas en serio y a menudo sufren de inseguridad y baja autoestima. La baja autoestima
es el mayor factor de riesgo sicosomático tal como el caso del insomnio.
El chisme es un caso especial de juicios carentes de rigor y propósito. La gente chismosa usa los juicios no
como base para tomar acción, sino como base para caricaturizar a otras personas que están ausentes en la
conversación. El chisme da un falso sentido de poder. El chisme es como un cáncer para las organizaciones
sociales humanas.
Si Ud. se toma sus promesas en serio y luego no informa que no puede cumplir, le puede sobrevenir vergüenza
o culpa. Otros comenzarán a desconfiar de Ud. y su identidad pública sufrirá. Las posibilidades en su vida
disminuirán. Avanzará hacia una depresión y tendrá pocas energías para cumplir sus metas vitales.
Las personas que no hacen aseveraciones positivas, o que solo hacen declaraciones fantasiosas, viven sin
significado o propósito vital. Víctor Frankl, un psicólogo y filósofo, observó cuando estuvo en el campo de
concentración que las personas sin significado vital eran vulnerables a las condiciones de vida extremas y
perecieron. En contraste, las personas con propósito vital sobrevivieron. Parte de eso que llamamos depresión
es vivir una vida sin posibilidades.
Así, hemos examinado la forma cómo sus actos de habla moldean y crean sus relaciones con otros en el
dominio social y lo que pasará con Ud. en el futuro.
También, estará más claro para Ud. que sus actos de habla tienen un profundo efecto en su vida y su salud.
¿Cuál es la explicación científica de cómo el lenguaje hace esto? ¿Cuál es la relación entre lenguaje,
pensamiento, y el estado del cuerpo? Lo cierto es que este es un trabajo aún no terminado: pero ello no nos
debe disuadir al respecto. Las palabras afectan la bioquímica y la fisiología del cuerpo. Los científicos que han
estudiado el efecto placebo lo han demostrado.
REFERENCIAS
· Budd, Matthew (M.D.) and Larry Rothstein. You Are What You Say : The Proven Program That Uses the
Power of Language to Combat Stress, Anger, and Depression. (Introduction by Patch Adams), Crown Pub,
2001.
Traducción: Juan Carlos González
Ciclo de Acción
Uno de los descubrimientos históricos más recientes es que la acción humana tiene una estructura recurrente
universal observable en todas las épocas de la civilización humana, en todas las culturas y lenguas, y en todos
los ámbitos del quehacer social.
El Ciclo Básico de Acción ("LOOP") capta esta estructura universal de la acción y ofrece la posibilidad de
diseñar acción efectiva con niveles de rigor, flexibilidad y eficiencia muy superiores a lo posible anteriormente.
Dos seres humanos sólo pueden generar una nueva acción haciendo una "petición" o una "oferta": no hay otra
forma de iniciar una nueva actividad.
La estructura del Ciclo consta de dos roles:
1. El cliente
2. El proveedor
Y de cuatro actos:
a. La Petición o la Oferta
b. El Acuerdo
c. La Declaración de Cumplimiento
d. La Declaración de Satisfacción
Toda acción exitosa, de forma consciente o inconsciente, describe esta estructura, y viceversa, toda acción
infructuosa falla en completar adecuadamente uno o más de estos actos.
Las cuatro fases del Ciclo Básico de Acción

3
1. Preparación: En esta fase ocurre la preparación de un pedido del cliente al proveedor, o una oferta del
proveedor al cliente. Aquí tienen lugar las conversaciones que dan forma a un pedido o una oferta que se hace
cargo de la preocupación del cliente en un dominio particular. Al final de esta fase ocurre un acto lingüístico que
llamamos el pedido o la oferta, según sea el caso, que iniciará un ciclo.
2. Negociación: Una vez que el pedido o la oferta han sido hechos por el cliente o el proveedor
respectivamente, ocurren conversaciones en las que ambos acuerdan las condiciones con las que este pedido
u oferta serán realizados para dar satisfacción a ambos actores. Esta fase finaliza al hacer el proveedor o el
cliente un acto declarativo de aceptación del pedido u oferta en cuestión, haciendo el proveedor una promesa
de completar, en un tiempo acordado mutuamente, las condiciones de satisfacción que ha aceptado el cliente.
3. Ejecución: En esta fase el proveedor es el responsable. Aquí ocurren las conversaciones que el proveedor
requiere tener para la realización del pedido u oferta a satisfacción del cliente. Al terminar esta fase, el
proveedor declara que ha completado su promesa y hace el pedido al cliente de evaluar si el pedido ha sido
completado a su satisfacción.
4. Evaluación: El cliente evalúa si el pedido que hizo, o la oferta que aceptó, ha sido completado según las
condiciones que fueron negociadas en el momento del acuerdo, lo cual incluye el tiempo en que serían
completadas. Según esta evaluación, el cliente hace, al final de esta fase, una declaración (explícita o implícita)
sobre su satisfacción, o no, por el cumplimiento de las condiciones acordadas
Acerca de su Teoría de los Actos de Habla.

En el libro "Inventando la Empresa del Siglo XXI", el autor Fernando Flores reconoce estar en deuda con la
teoría de los actos del lenguaje, inspirada por J.L. Austin y desarrollada más tarde por John R. Searle. Le
reconoce una gran influencia al trabajo de Searle y particularmente a su teoría de los actos del lenguaje y la
noción de que cuando hablamos contraemos un compromiso.

En este mismo libro, reconoce que su teoría está organizada en torno a los conceptos centrales de
conversación y diseño. Conversación es la unidad mínima de interacción social orientada hacia la ejecución con
éxito de acciones. Diseño es un nombre para la práctica interpretativa de producir un discurso para administrar
los tipos recurrentes de quiebres que impregnan las prácticas humanas.

Más adelante en este libro, Flores señala que su principal planteamiento teórico es que los seres humanos son
fudamentalmente seres lingüísticos y que la acción ocurre en el lenguaje en un mundo constituido a través del
lenguaje. Lo especial de los seres humanos es que producen, en el lenguaje, distinciones comunes para
ejecutar acciones juntos. El Lenguaje no es un sistema para representar al mundo o para transmitir
pensamientos e información. Para Flores, el lenguaje es Ontología, es decir, una serie de distinciones que nos
permiten vivir y actuar juntos en un mundo que compartimos.

En libro "Creando Organizaciones Para el Futuro", Flores expresa que su teoría tiene un poder generativo, y la
relaciona con la química. Explica que antes que existiese la química, la gente hacía cosas químicas: vinos,
quesos, usaban fertilizantes, tenían medicinas, pero todo era parte de las tradiciones y el folklore, recetas
innumerables y azarosas, recetas de los brujos, que no se sabía por qué tales hierbas curaban, pero las
utilizaban. Con las teorías, en cambio, en vez de memorizar mil quinientas fórmulas, aprendemos tres.

En el libro "Inventando la Empresa del Siglo XXI", Flores señala que hay sorprendemente pocos "bloques de
construcción" conversacionales básicos, como por ejemplo: afirmaciones, declaraciones, pedidos, promesas y
ofertas, que frecuentemente se repiten en las redes de conversaciones.

Comunicar no es informar
Enviado por Ricardo Roman el 17/08/2006 a las 15:29
... comunicar es coordinar

La comunicación como información es insuficiente porque no incluye las preocupaciones o propósitos


que le otorgan significado a los datos, no incluye los compromisos que fundan toda conversación, ni revela la
capacidad que tiene el lenguaje para inventar espacios nuevos de realidad.

Conversaciones en torno del lenguaje y la comunicación que hemos sostenido con participantes en mi trabajo
de consultoría y educación, en gestión y estrategia, me produjo esta reflexión, basada en la disciplina que
desarrollo, que ahora comparto con ustedes.

La información como datos son afirmaciones verdaderas, de las que podemos proveer evidencias para

4
sustentar su veracidad, además las podemos administrar o almacenar. Pero lo relevante de las afirmaciones
(información) son las consecuencias de posibilidades de acción que podemos sacar de ellas, los juicios de
posibilidades y las evaluaciones de resultados, con el propósito de producir alguna acción futura basada en un
nuevo compromiso.

Por ejemplo, la guía telefónica no es importante si no la necesito, saber la población de un país o el PIB no nos
aporta nada si no tenemos un contexto de preocupaciones. Para que la información (afirmaciones verdaderas)
sea relevante necesitamos un contexto de preocupaciones un propósito de valor para alguien (cliente) que le de
sentido a dicha información. Por eso lo menos relevante de una relación, de una conversación o de una reunión
es informar, si no están dadas las preocupaciones de contexto y los compromisos de acción que resultan de
ellas.

La comunicación como coordinación trae la dimensión de la invención de espacios nuevos de acción


operacionales o estratégicos, y la red de compromisos que se pueden establecer para hacerlos realidad. Lo que
constituye una organización son los compromisos constitutivos, que establecen el propósito que cuidan las
personas que interactúan en ella, y los compromisos operacionales, que permiten que esos propósitos se
realicen basados en redes de coordinaciones.

Una organización se funda en una declaración de propósitos y de roles, lo cual constituye en sí mismo una
conversación. Las normativas y controles corresponden a declaraciones de directrices de acción y evaluaciones
de cumplimientos de dichas directrices, lo cual también constituye una conversación. La formalización en
metodologías y normativas de control, a veces, oculta la conversación que la constituye, la cual, aunque sea
una conversación recurrente, no se transforma en algo fijo, material ni rígido distinto de una conversación, sino
que está siempre cambiando, o por lo menos puesta en cuestión, tensionada.

Una organización, desde el punto de vista conversacional, está constituida por conversaciones que
corresponden a los actos de habla que son cuatro: afirmaciones, declaraciones, promesas y peticiones.

Los Actos de Habla:

1. Las afirmaciones son "actos" en que se constatan hechos o acciones, en que es necesario y pertinente
proveer evidencias o testimonios. Por ejemplo, los resultados de venta, el número de la nómina, el tamaño de
una cartera de clientes, el tiempo tomado en realizar un proyecto. Estos son hechos que pueden ser
observados en acciones que pueden ser documentadas, medidas o analizadas. Pueden ser verdaderas o
falsas. Por ejemplo, Santiago es la capital de Chile es una afirmación verdadera, el Banco Estado tiene 200 mil
empleados es una afirmación falsa. El compromiso que hace una persona al afirmar algo es que puede proveer
evidencias.

2. Las declaraciones no constatan algo que ocurrió como lo hacen las afirmaciones, sino que establecen un
nuevo espacio de acción, observación o evaluación.

Las declaraciones son de dos tipos:

2.1. Declaraciones constitutivas, en las cuales el "hablante" establece un nuevo campo de acción o de
observación, por ejemplo, nuevos espacios de acción son: creo una empresa, creo este nuevo departamento en
el área, te declaro encargado de este departamento, me comprometo con desarrollar el área de innovación, me
haré el mejor experto en informática; nuevos espacios de observación son: esto es una célula, esta es el ámbito
de finanzas, la calidad consiste en la efectividad de la acción y la satisfacción de clientes. En los nuevos
espacios de acción, una vez declarados, "aparecen" los roles como responsables, clientes, los recursos, las
relaciones, los competidores, aspectos que también son declarados. Los nuevos espacios de observación,
hacen "emerger" nuevos espacios de realidad en que es posible intervenir, hacer mediciones, extraer
"información" (afirmaciones). Un líder tiene la facultad de declarar nuevos espacios de acción en que se juega
un nuevo juego, con nuevos propósitos y roles. El líder también es efectivo en declarar y re-declarar roles en su
equipo. El compromiso de quien declara para que la declaración sea válida es que tiene autoridad reconocida
por la comunidad para que su declaración tenga efecto.

2.2. Declaraciones evaluativas (juicios), las cuales consisten no en "constar" hechos o acciones observadas,
sino en evaluar o calificar los hechos o acciones ocurridos. Por eso un juicios por más validado o consensuado
nunca será una afirmación, porque su naturaleza es ·evaluar" en cambio la naturaleza de la afirmación es
"constatar". Los juicios califican aspectos de la realidad, acciones, hechos, conductas o situaciones. Es un juicio

5
la opinión informal o la evaluación rigurosa del trabajo de una persona, el resultado de un equipo, una situación
difícil o fácil, un objeto bello, importante o barato. Los juicios pueden ser fundados o infundados, pero en ambos
casos siguen siendo un juicio. Un juicio fundado es en el cual el "hablante" junto con establecer su calificación
de algo o alguien, especifica el propósito de su juicio (el valor que busca), el ámbito en que hace la evaluación,
las acciones o hechos ocurridos (afirmaciones verdaderas) que es posible observar y los estándares con que
hace el juicio (la medida para considerar algo suficiente, aceptable o apreciable). Si se trata de una
conversación entre dos personas, es conveniente establecer posibles cursos de acción (nuevos compromisos)
para fortalecer o corregir la evaluación. El compromiso del que hace un juicio es que puede entregar
fundamento del juicio.

3. Peticiones, son actos que al hacerlos comprometemos a otra persona con una acción específica que ésta
debe realizar, si acepta la petición. En la petición, un hablante especifica a quién (o quiénes) hace su petición, el
propósito que tiene con este pedido, la acción observable que requiere ocurrir, las condiciones de satisfacción
que determinan la acción observable (tiempo, lugar, cantidad). Trasfondo de obviedad: siempre un pedido,
como toda conversación, ocurre en un trasfondo de "obviedad" que no es totalmente explicitado porque es
invisible para el que habla, por ejemplo, cuando se pide una sala de reuniones no especifica que la sala debe
tener sillas (porque "se supone" que las tiene). Un pedido es un pedido por el hecho que alguien hace
"escuchar" a otra persona que espera algo de ella. Lo puede hacer formalmente como un pedido "por favor",
como una orden ("te ordeno", "te exijo") o como un ruego ("te ruego", "te suplico") lo determinante es que el otro
"escuche" que es una petición. También las peticiones pueden ser eventuales, si te invito un café, te pido ayuda
con el informe, o pueden ser recurrentes, como el pedido de entregar un informe mensual de ventas, en cuyo
caso, pueden formar parte de un proceso estable que alinea redes de peticiones y promesas, como el pedido
con que se inicia un proceso de crédito hipotecario. El compromiso de quien pide es la sinceridad y
responsabilidad que tiene con el propósito de su pedido (no olvida que pidió lo que pidió).

4. Las promesas son muy similares a los pedidos, en el sentido que una persona especifica un compromiso de
acción en el tiempo a otra persona, pero en este caso el compromiso es que ella misma realice la acción. Las
promesas también requieren de un hablante que se compromete, otro que escucha y asume como cliente, que
recepciona y evalúa el cumplimiento según su satisfacción, una acción observable y condiciones de
satisfacción. También las promesas pueden formar parte de un proceso en que se establecen condiciones de
satisfacción estándar para evaluarlas, como el tiempo que debe demorar la evaluación del informe de un cliente
que solicita un crédito. El compromiso de quien promete es cumplir con las condiciones de satisfacción pactada
con el cliente.

Un segundo tipo de promesa son las ofertas, las cuales tienen la particularidad de estar condicionadas a la
aceptación del cliente. Por ejemplo, te ofrezco escribir el informe de esta reunión, si lo aceptas es una promesa
mía. Si no lo aceptas es una oferta rechazada.

Compromisos de futuro:

Con las declaraciones, peticiones y las promesas especificamos acciones en el futuro, "inventamos" el futuro de
nuestras conversaciones, inventamos la espera de una promesa que se debe cumplir en un plazo futuro
determinado. Una forma de cambiar un presente de insatisfacción (juicios negativos sobre una situación) es
declarando, pidiendo o prometiendo una acción en el futuro que cambie la situación en el presente. De un modo
análogo, los juicios abren posibilidades de cambio, al mostrar lo negativo o lo positivo de una situación, que
puede ser reforzada o modificada por un nuevo compromiso de acción.

Cuidados de escuchar y hacer escuchar (interpretaciones):

Es importante recordar que los seres humanos no "captamos" información sino que interpretamos la
expresiones de los otros "desde" nuestro espacio social, cultural y emocional. Siempre estamos interpretando y
la clave de la coordinación es sintonizar estas interpretaciones. Lo relevante es alertar que, así como yo
interpreto, los otros también me interpretan, lo cual puede producir mucha confusión, desperdicios y conflicto si
no somos cuidadosos en sintonizar nuestras interpretaciones. Por ejemplo, si supongo que alguien prometió
hacerse cargo de la agenda, pero no lo explicitó como su promesa, podemos estar frente a la falta de agenda
en la siguiente reunión. Es inútil y hasta injusto atribuir mala voluntad a una persona que no se comprometió
pero que yo "esperaba" que lo hiciera. Pero, también mis gestos (incluso corporales) pueden hacer escuchar
una promesa de mi parte, como el silencio (quien calla otorga) ante una petición o una queja de otra persona.
En estos caso, es valioso aprender a establecer los compromisos explícitos que cada quien hace en el equipo o
con las personas con quienes interactúa.

6
Otra dimensión de las interpretaciones es "inferir" intencionalidad en los actos de los otros. Siempre una
hipótesis, sospecha o conclusión sobre la intencionalidad de una persona es un juicio que hacemos de sus
acciones, su comportamiento o su carácter. No es posible afirmar acerca de las intenciones, incluyendo que
otra persona declare lo que se propone. En ese caso podríamos afirmar que tal persona declaró su intención,
pero no la presenciamos más allá de lo que ella pueda declarar. Dedicar tiempo a evaluar las intenciones es un
peligro de hacer juicios de juicios sin fundamento. Más práctico y resolutivo es evaluar el comportamiento
concreto (acciones) de los otros, que es lo que podemos evaluar.

Por último, si te importa tener un papel creativo y activo en tu organización es interesante utilizar estas
aclaraciones en tu propio favor, pero cuidando de mantener siempre la responsabilidad en la iniciativa de cómo
actuar en el futuro y no para utilizarlas como una defensa de tu desempeño ante los otros. Por ejemplo, es
valioso asegurarse de cuando hacemos un pedido que la persona aludida haya escuchado mi petición y se
comprometa por lo menos con una respuesta aceptando (promesa) o rechazando (negativa) dicho pedido. Pero
por el contrario, cuando alguien hace (o parece estar haciendo) un pedido, es de mi propia conveniencia
explicitar esa petición y hacer el compromiso que corresponda. Lo que no ayuda es escudarse en que el otro no
hizo bien el pedido, por lo que quedo liberado de comprometerme.

Conclusión:

Este pequeño resumen se centró en la estructura de las conversaciones y no consideró, por esta vez, la
dimensión emocional, cultural ni política de ellas. Me interesaba centrar la atención en la capacidad de
"inventar" y transformar nuestra realidad y la de los otros si nos hacemos fuertes en manejarnos con los "actos
de habla", si aprendemos a distinguir juicios de afirmaciones, si nos volvemos asertivos para declarar (y no le
damos tanta vuelta), si nos aseguramos de tener fundamento antes de expresar opiniones (juicios), si somos
explícitos en los pedidos y las promesas, y si somos seductores en las ofertas. Todas estas alternativas las
hacemos cada vez que abrimos la boca, pero las podemos mejorar y utilizar en nuestro favor si somos
conscientes y les ponemos calidad al hacerlas. Es un modo de meterse en problemas, de hacerse problemas,
porque cada vez que hablo quedo comprometido, pero son problemas entretenidos, de los que me agregan
valor, de los que cambian la vida.

Ejercicio:

Mi petición para quienes llegaron hasta aquí es que me den un ejemplo real y relevante para su vida de cada
acto de habla (afirmación, declaración, petición y promesa) que usted efectúa con otros, como lo hace hoy (o no
lo hace) y lo que puede hacer para mejorarlo.

Por cierto que esta es mi personal interpretación de esta filosofía que Fernando Flores transformó en disciplina
práctica para la mente y el corazón, como recurso de poder, pero del poder más profundo, del que habla Carlos
Castaneda.
La confianza, un fenómeno lingüístico
08.11.2006

Según Fernando Flores y Robert Solomon en su texto Building Trust (Construyendo Confianza), la confianza es
una habilidad emocional, una parte activa y dinámica de nuestras vidas que podemos construir y cultivar con
nuestras promesas, nuestros compromisos, nuestras emociones y nuestra integridad.

Para analizarla como fenómeno lingüístico, seguiremos algunos desarrollos teóricos de la Ontología del
Lenguaje (disciplina que propone una nueva comprensión de los seres humanos, como seres que habitan en el
lenguaje, seres lingüísticos, que se constituyen como individuos en el lenguaje), para luego visualizar la relación
entre los “actos lingüísticos” y la construcción de confianza.

El lenguaje nace de la interacción social entre los seres humanos. En consecuencia el lenguaje es un fenómeno
social, no biológico. Si bien, y siguiendo a Humberto Maturana, sólo podemos hacer lo que nuestra biología nos
permite; no podemos traspasar los límites de nuestras capacidades biológicas. Sin la estructura particular del
sistema nervioso humano y sin los desarrollados sentidos con los que estamos equipados los humanos, no
tendríamos la capacidad de oír y hablar. Pero el lenguaje no es generado por nuestras capacidades biológicas. 

7
Echeverría, plantea un concepto no tradicional del Lenguaje, visto no como un fenómeno pasivo, descriptivo,
sino como un fenómeno activo, generador de acción. Cuando hablamos hacemos que pasen cosas. El lenguaje
es acción. Hablar no es inocente. Echeverría propone tres postulados básicos:

Interpretamos a los seres humanos como seres lingüísticos: el lenguaje es, por sobre todo, lo que hace de
los seres humanos el tipo  particular de seres que son. Los seres humanos, son seres lingüísticos, seres que
viven en el lenguaje.

Interpretamos al lenguaje como generativo: el lenguaje no sólo nos permite hablar sobre las cosas, el
lenguaje hace que sucedan cosas. Distintos mundos emergen según el tipo de distinciones lingüísticas que
seamos capaces de realizar. El lenguaje otorga ser a las cosas, las nombre y las construye.

Interpretamos que los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje y a través de él: los individuos
nacen dotados de la posibilidad de participar activamente en el diseño de su propia forma de ser, no es una
forma de ser determinada ni permanente. Ser humano es estar en un proceso permanente de devenir, de
inventarnos y reinventarnos, mediante la invención permanente de relatos y mediante la acción que nos permite
transformarnos como personas y transformar nuestro mundo. Nos permite elegir las acciones que nos llevarán a
convertirnos en aquel ser que hayamos escogido ser, en cada momento.

Los actos lingüísticos básicos

La filosofía del lenguaje planteó que cuando hablamos no solo describimos una realidad existente, también
actuamos. El lenguaje es acción. Cuando decimos a alguien “te felicito” no estamos describiendo una
felicitación, estamos realmente haciéndola. Estamos ejecutando el acto de felicitar. Cuando describimos,
estamos “haciendo” una descripción, y por lo tanto, estamos actuando.

Afirmaciones

Las afirmaciones corresponden al tipo de acto lingüístico que normalmente llamamos descripciones, se tratan
de proposiciones acerca de nuestras observaciones. Los seres humanos observamos según las distinciones
que poseamos. Sin la distinción mesa, no puedo observar una mesa. Una afirmación verdadera es aquella para
la cual podemos proporcionar un testigo. Si decimos “hoy a las 17 horas, llovió”, llamaremos verdadera a esta
afirmación si podemos demostrar que alguien, con quien tenemos distinciones comunes, habiendo estado en
este lugar, vio lo mismo. Las afirmaciones pueden ser verdaderas o falsas y son falsas si hay alguien que puede
refutarlas. Cada vez que ejecutamos un acto lingüístico, adquirimos un compromiso y debemos aceptar la
responsabilidad social de lo que decimos.

Declaraciones

Cuando hacemos declaraciones no hablamos acera del mundo, generamos un nuevo mundo para nosotros. La
palabra genera una realidad diferente, el mundo ya no es el mismo que antes de decirlas. Cuado un grupo de
personas declara la independencia de un país está generando un estado de cosas distinto al anterior.

Encontramos las declaraciones en todas partes de nuestra vida: cuando el juez dice “inocente”; cuando el
árbitro dice “fuera”; cuando decimos en casa “es hora de cenar”; cuando alguien es contratado o despedido,
cuando un profesor dice “aprobado”; cuando la madre dice a su niño “ahora podes ver televisión” o “no salís
este fin de semana”… se están haciendo declaraciones.
En cada uno de estos casos, la palabra transforma el mundo de las personas que comparten la declaración. La
realidad se transforma siguiendo la voluntad de quien habla. Las declaraciones no son verdaderas o falsas,
como las afirmaciones, sino válidas o inválidas, según el poder de la persona que las hace.

La declaración del “NO”. El decir no, es una de las declaraciones más importantes que un individuo puede
hacer. Decir no, cuando queremos decir no, nos genera confianza en nosotros mismos.
 La declaración de aceptación, “SI”. El sí pareciera no ser tan poderoso como el no, sin embargo hay un aspecto
extremadamente importante con respecto al sí que vale la pena destacar, se refiere al compromiso que
asumimos cando decimos “sí” o su equivalente “acepto”. El decir “sí” y no actuar coherentemente, afecta
nuestra credibilidad para con los demás, o sea la confianza.

8
Las promesas: sobre peticiones y ofertas

Las promesas son, por excelencia, los actos lingüísticos que nos permiten coordinar acciones con otros.
Cuando alguien hace una promesa, él o ella se compromete ante otro a ejecutar alguna acción en el futuro. Las
promesas implican un compromiso manifiesto mutuo, es social. Nuestras comunidades, como condición
fundamental para la coexistencia social, se preocupan por asegurar que las personas cumplan sus promesas y,
por lo general, sancionan a quienes no lo hacen. Vemos que hay dos procesos diferentes: el proceso de hacer
una promesa y el proceso de cumplirla. La promesa involucra los dos. El primer proceso es eminentemente
lingüístico, el segundo puede no serlo.

Las acciones de apertura hacia la realización de una promesa son las peticiones y ofertas.

Una petición supone una aceptación anticipada de la promesa requerida. Si alguien dice ¿puedes darme una
menta? y el oyente responde “sí, por supuesto, toma una”, no esperamos que la primera persona diga “no,
gracias”. Es uno de los compromisos que contraemos cuando efectuamos una petición.

Cuando hacemos una promesa nos comprometemos en dos dominios: sinceridad y competencia. La
desconfianza surge del juicio que hacemos de que, quien promete carece de sinceridad y/o de competencia y
por ende, no podemos asegurar su cumplimiento.
Cuando hago una promesa me comprometo a la sinceridad de la promesa involucrada y cuando me
comprometo a cumplir una promesa, me estoy comprometiendo también a tener la competencia para cumplir
con las condiciones de satisfacción estipuladas y en un tiempo determinado.

Los juicios

Los juicios, pertenecen a la clase de actos lingüísticos que denominamos declaraciones. Los juicios son como
veredictos, tal como sucede con las declaraciones. Con ellos creamos una realidad nueva que sólo existe en el
lenguaje. No describen algo existente ya antes de ser formulados. La realidad que generan reside totalmente en
la interpretación que proveen. Cuando decimos, por ejemplo: “esta reunión es aburrida” ¿dónde habita lo
aburrido? El juicio siempre vive en la persona que lo formula. Si una comunidad ha otorgado autoridad a alguien
para emitir un juicio, éste puede ser considerado como un juicio válido para esa comunidad. Sin embargo, los
juicios no nos atan, siempre hay lugar para la discrepancia.

Entonces, recapitulando, podemos decir que se requieren las siguientes condiciones para fundar un juicio: 1. La
acción que proyectamos hacia el futuro cuando lo emitimos; 2. los estándares sostenidos en relación a la acción
futura proyectada; 3. el dominio de observación dentro del cual se emite el juicio; 4. las afirmaciones que
proporcionemos respecto de los estándares sostenidos y  finalmente, 5. el hecho de que no encontramos
fundamento suficiente para sustentar el juicio contrario.
A los juicios que no satisfacen estas cinco condiciones los llamamos juicios infundados. Cuando emitimos un
juicio nos comprometemos a tener la autoridad suficiente para declararlo y a proporcionar fundamentos para
ese juicio.

Doble cara de los juicios

Cada vez que decimos algo, revelamos quienes somos. Esta característica es especialmente evidente en los
juicios. Los juicios siempre hablan de quien los emite. Toda idea es dicha por alguien que al emitirla, revela
quién es.
Dijimos que los seres humanos viven confiriéndole sentido a la existencia. En el dominio de la ética, y
definiendo la ética como el terreno en el cual tomamos posición sobre el sentido de la vida, o en el decir de
Wittgenstein “Aquello que hace que la vida merezca vivirse, o de la manera correcta de vivir”. Los juicios
proporcionan a los seres humanos no sólo ciertos parámetros básicos a través de los cuales transcurrirá la
existencia (definiendo lo que es justo, bueno, verdadero, bello…); ellos brindarán también la dirección desde la
cual los individuos se transforman a sí mismos y se introducen en el futuro.

El juicio de confianza

9
Mas allá de todos los juicios en los que descansa nuestra vida social y los compromisos que asumimos en
diferentes actos lingüísticos, hay un juicio que es viga maestra de toda forma de convivencia humana: el juicio
de confianza. Sin este juicio se socavan las relaciones de pareja, laborales, docentes, etc. Esta condición
indispensable para la vida social resulta de un juicio que hacemos sobre los demás y sobre nosotros mismos.
Veamos cómo este juicio opera en los diferentes actos lingüísticos.
¿Nos dará confianza alguien que se caracteriza por hacer afirmaciones falsas?; ¿estamos dispuestos a realizar
acciones fundadas en afirmaciones proporcionadas por alguien así?
¿Nos dará confianza alguien que no se comporta de una forma consistente con lo que declara? O alguien que
hace declaraciones en materias para la que no tiene autoridad… y ¿nos dará confianza alguien que se
caracteriza por no fundar sus juicios? Y con las promesas ¿confiaremos en alguien que promete algo para lo
cual no es competente? Y luego podemos hablar del dominio de la confiabilidad, y hablamos de ella en relación
a si alguien cumple o no sus promesas.
La confianza es un juicio que se ve comprometido en cada uno de los actos lingüísticos. Según como nos
desempeñemos en ellos generaremos en los otros confianza y viceversa. Y detrás del juicio y del fenómeno de
la confianza se encuentra algo más general que llamamos “respeto”. El respeto es un juicio de aceptación del
otro como un ser diferente de mí, legítimo en su forma de ser y autónomo en su capacidad de actuar.
El respeto mutuo, apunta Humberto Maturana, no es sólo precondición del propio lenguaje, sino de toda forma
de convivencia social.

A modo de síntesis diremos que construimos Confianza en el ir siendo impecables en el respeto de nuestros
compromisos, involucrados en nuestros actos de lenguaje: afirmaciones, declaraciones, juicios, promesas:
pedidos y ofertas. Según nos desempeñemos en los actos de lenguaje nos tendrán confianza y según los otros
se desempeñen, les tendremos confianza. En las conversaciones que mantengamos con otros, con nuestros
actos, construimos confianza o desconfianza.

Del Texto Palabras de Rubén León Makinistian  Rosario -1996-

Sendas aclaraciones de un par de obviedades

Es una aclaración -seguramente no tediosa-,


decir que lo que significa la obviedad
“las palabras son mensajeras neutras”32,
es que lo dicho está dicho por quien lo dice, no por las palabras.

Y es una aclaración -al igual que la anterior, seguramente no tediosa-,


decir que lo que significa la obviedad
‘lo dicho está dicho por quien lo dice, no por las palabras’
es que las palabras son mensajeras neutras.

32 Vogelman 

*Lic. María Cristina García

Publicado por el sitio de Terapia online

Elementos básicos de las promesas

Enviado por Fernando Flores el Jue, 2005-05-12 13:33

Las promesas se hacen entre las personas en el contexto de nuestra vida en común. Decimos que prometer:

1. Sucede en una conversación entre personas la persona que hace la petición y la persona que hace la
promesa;
2. Es una acción que cumple algunas condiciones indicadas y comprendidas en la petición y en la promesa,
3. Sucede en el tiempo.

10
A modo de ejemplo: el viernes el profesor le solicita una tarea al estudiante para el martes. El estudiante acepta.
El martes, el estudiante entrega la tarea de acuerdo a lo prometido y el profesor dice gracias. En este caso el
profesor es el peticionario y el estudiante el prometedor. Entregar la tarea es la condición de satisfacción. La
petición fue efectuada y contestada con una promesa el viernes, y cumplida y completada el martes.

Las promesas que hacemos se hacen cargo de nuestros intereses comunes en el contexto de trabajar y vivir en
conjunto con otros. Llegar a hacer una promesa está en proponer condiciones de satisfacción acerca de lo que
se debe hacer y para cuando debe completarse, y en hacerlo de manera de hacerse cargo del que las acepta.
Esto sucede en un trasfondo de confianza mutua y a partir de la comprensión mutua de las promesas que dos
personas pueden hacerse entre sí.

Además, no se dice en forma explícita aquello que es obvio a los participantes en la conversación. Cuando el
profesor solicita la tarea para el martes, no necesita explicitar: entregue la tarea #3, conteste cada pregunta en
forma completa, use ejemplos de situaciones cotidianas, revise, corrija y entregue a la secretaria el martes 28
de Julio a la 5 p.m., etc. Estas condiciones se comprenden y se comparten en el bagaje de prácticas estándar
que son obvias para profesor y alumno.

Podemos resumir los cuatro movimientos básicos en esta conversación de la siguiente manera: el profesor le
pide al alumno completar una tarea para el martes. El alumno promete y entrega la tarea, lo que constituye el
reporte de cumplimiento. El profesor dice gracias y la conversación se declara completa.

Las promesas se hacen en conversaciones con otras personas. Cuando hacemos una promesa, le estamos
diciendo a otra persona que somos capaces de cumplir las condiciones. Si nuestra situación cambia, y no
podemos cumplir nuestra promesa, necesitamos hacernos cargo de la otra persona y hacerle saber que ya no
podemos cumplir las condiciones y cancelamos o anulamos nuestra promesa. O podemos cancelar nuestra
promesa original y hacer una nueva promesa. Si no sabemos qué hacer, podemos tener una conversación con
la persona a quien prometimos, para reexaminar el interés original y observar nuestras situaciones, y hacer una
nueva promesa. Las promesas no están fijas, sino que viven en el lenguaje de acuerdos entre dos personas.
Declaramos que la mayor parte de la gente hoy día no lo reconoce así, y que no toma el lenguaje y las
promesas seriamente.

Cuando tomamos seriamente nuestras promesas, aceptamos que cambiar una promesa no estará ausente de
consecuencias. Cuando hacemos una promesa, el mundo del solicitante y del prometedor cambian. El futuro de
la persona que acepta la promesa incluye ahora la expectativa de que esas condiciones serán cumplidas.
Organizamos nuestras vidas alrededor de promesas que hacemos a otros y que ellos nos hacen a nosotros.
Estas promesas apoyan nuestras propias acciones y promesas a otros.

A modo de ejemplo, cuando un gerente se compromete a asistir a una reunión para discutir el diseño de un
nuevo proyecto, confía en las promesas de varias personas de manera de llevar a cabo la reunión. Por ejemplo,
confía en las promesas de los profesores de hacerse cargo de sus hijos, en las promesas de los mayordomos
del edificio de la oficina de que los ascensores y elementos básicos estarán operativos, de las promesas de la
secretaria de que las minutas de la reunión anterior estarán redactadas y accesibles, etc., etc.

Cuando el prometedor declara que las condiciones no serán cumplidas, el mundo del solicitante cambia. No
estamos diciendo que las promesas no pueden cancelarse o anularse y que se puede ofrecer disculpas; sin
embargo, frecuentemente no reconocemos que, así como nuestras posibilidades en la vida dependen del
cumplimiento de las promesas que otros nos hacen, también las acciones de otros dependen de nuestras
promesas.

Podemos identificar algunos quiebres comunes al prometer. Uno es no declarar y escuchar condiciones de
satisfacción claras. Esto sucede cuando el solicitante y el prometedor comparten antecedentes diferentes para
lo que se considera como obvio y escuchan diferentes condiciones de satisfacción. Otro tipo de quiebre se
produce cuando prometemos y no estamos en condiciones de satisfacer la promesa. Una forma de evitar esto,
es ser claro en lo que se promete hacer y evaluar si se está en condiciones de cumplir la promesa. Cuando
prometemos debemos preguntarnos: ¿somos sinceros al hacer esto?; ¿tenemos tiempo?; ¿tenemos la
habilidad de hacerlo?. Si no podemos contestar afirmativamente a estas preguntas cuando nos hacen una
petición, podemos comprometernos a comprometernos más adelante. Si sabemos que no podemos cumplir con
lo prometido en el tiempo definido, podemos contraofrecer otro plazo. Y si sabemos que no podemos hacerlo,

11
aunque quisiéramos, podemos declinar. Ahora, veremos el fenómeno de la confianza que, decimos, es
fundamental en el prometer.

Los 10 Virus del Lenguaje


 No hacer pedidos.
 Vivir con expectativas no comunicadas.
 Hacer pedidos poco claros.
 No observar el tono del pedido.
 Prometer incluso cuando no se tiene claro lo que se ha pedido.
 No rehusar los pedidos.
 Faltar a las promesas sin preocuparse: socavando la confianza.
 Tratar las valoraciones como si fueran la verdad o como afirmaciones (hechos).
 Hacer juicios sin un fundamento riguroso.
 Hacer afirmaciones y declaraciones fantásticas.

Dr. Matthew Budd


Tú eres lo que dices.
ESTADOS DE ÁNIMO
© Copyright - Derechos Reservados en el Mundo – Atina Chile www.atinachile.cl1
En nuestra interpretación los estados de ánimo son fenómenos simultáneamente lingüísticos, históricos y
biológicos. Los podemos observar como juicios automáticos acerca de nuestras posibilidades en el futuro y
también como sensaciones y posturas corporales. Podemos observar su historicidad: el hecho que hablemos de
“nuestros” estados de ánimo nos recuerda la existencia de una comunidad o sociedad que compara
interpretaciones, prácticas estándares y evaluaciones; comunidad en la cual nuestra pertenencia se ha ido
constituyendo como una deriva histórica.
Podemos interpretar y observar los estados de ánimo como narrativas en las cuales se hacen juicios o
evaluaciones generales sobre el pasado, el presente y el futuro.
Estas narrativas nos ocurren automáticamente, sin que podamos señalar qué fue lo que las gatilló. Caemos en
esas narrativas de evaluación general, sin saber bien por qué; son narrativas que “nos tienen” que generar la
“tonalidad” con la que el mundo se nos aparece.
A continuación presentamos narrativas canónicas típicas de estados de ánimo que nos son familiares. Hacemos
esto con el propósito de generar distinciones para transformarnos en observadores de estos estados de ánimo.
Los dividiremos en dos grupos: unos que en nuestra opinión son conducentes a producir acciones eficaces
en el dominio de la gestión y del trabajo en equipo. Otros, que en nuestra opinión dificultan la gestión y el
trabajo en equipo. Llamaremos a los primeros estados de ánimo positivos y a los segundos estados de ánimo
negativos.
Estados de Ánimo Positivos:
Ambición: “Evalúo que hay posibilidades futuras para mí en esto y estoy
comprometido a tomas acción para hacer que estas posibilidades ocurran”.
Serenidad: “Evalúo que permanentemente se estarán tanto abriendo como cerrando
posibilidades para mí, acepto esto, y estoy agradecido de la vida que así sea”.
Confianza: “Evalúo que estás siendo sincero cuando me haces esta promesa”.
Aceptación: “Evalúo que hay posibilidades que no están abiertas aquí para mí, y lo acepto”.
Asombro: “No sé que está ocurriendo aquí, pero me gusta. Sospecho que abre posibilidades nuevas para mí”.
Resolución: “Estoy tomando acciones para concretar estas posibilidades que evalúo abiertas para mí”.
Confianza en mi mismo: “Tengo el juicio fundado que soy competente para actuar en este dominio”.

Estados de Ánimo Negativos:


Resignación: “Evalúo que nada va a mejorar esto, siempre ha sido así, siempre será así y no hay qué hacer
para que yo pueda cambiarlo”.
Desesperanza: “No percibo sino posibilidades negativas para mí en esto; nada puede hacerse para mejorarlo”.
Resentimiento: “Evalúo que tú me has cerrado posibilidades en esto; te declaro responsable y estoy
comprometido a no tener conversaciones contigo sobre esto en el futuro”.
Confusión: “No sé que está pasando aquí y no me gusta. No veo posibilidades para mí y, además, no sé que
hacer”.
Agobio: “Evalúo que debo trabajar más y más rápido para cumplir con mis compromisos y evitar que se me
cierren posibilidades en el futuro”.
Arrogancia: “Evalúo que yo soy la persona más competente aquí, aunque no lo puedo fundamentar”.

12
13

También podría gustarte