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Celebración de la Coronación de María Santísima

2021

Monición de Inicio:

Queridos hermanos que nos acompañan a través de las redes sociales, hoy nos
encontramos como comunidad para dar gracias a Dios por todo lo que hemos
vivido en este mes de mayo. En esta oportunidad queremos saludar y honrar a la
Virgen María, quien siempre intercede por nosotros para traernos amor y paz en
nuestras Familias.

La santa Madre Iglesia no ha dudado en afirmar repetidamente la legitimidad del


culto tributado a las imágenes de Cristo, de su Madre y de los santos y con
frecuencia ha adoctrinado a los fieles sobre el significado de este culto. La
veneración a las imágenes de santa María Virgen frecuentemente se manifiesta
adornando su cabeza con una corona real.

La costumbre de representar a santa María Virgen ceñida con corona regia, data
ya de los tiempos del Concilio de Éfeso (del año 431), lo mismo en Oriente que en
Occidente. La costumbre de coronar las imágenes de santa María Virgen fue
propagada en Occidente por los fieles, religiosos o laicos, sobre todo desde finales
del siglo XVI.

Con este rito reafirma la Iglesia que santa María Virgen con razón es tenida e
invocada como Reina, ya que es:

- Madre del Hijo de Dios y Rey mesiánico: María, en efecto, es Madre de Cristo, el
Verbo encarnado, por medio del cual «fueron creadas todas las cosas».

Revistámonos de un gran fervor espiritual y de una devoción sincera y permitamos


que esta celebración nos muestre la grandeza del Amor que Dios nos ha
demostrado por medio de la Virgen María.

Iniciamos esta celebración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Canto:

Se realiza un canto en honor a María, en lo que la imagen de María entra al altar


(puede ser que la imagen este en el altar desde un principio).

Algunas propuestas son: María del Camino – María mírame. O puede realizarse
otro canto alusivo a María.

Liturgia de la Palabra:

Monición: En el relato de la Visitación, san Lucas muestra cómo la gracia de la


Encarnación, después de haber inundado a María, lleva salvación y alegría a la
casa de Isabel. El Salvador de los hombres, oculto en el seno de su Madre,
derrama el Espíritu Santo, manifestándose ya desde el comienzo de su venida al
mundo.

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 1,39-56

En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a


una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que,
en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel
quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo:

«Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que
la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu
saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían
las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»

Y dijo María:

«Engrandece mi alma al Señor

y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador

porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava,


por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada,

porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso,

Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen.

Desplegó la fuerza de su brazo,

Dispersó a los que son soberbios en su propio corazón.

Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes.

a los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada.

Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia como había anunciado a nuestros


padres - en favor de Abraham y de su linaje por los siglos.»

María permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa.

Homilía breve:

Realizar una homilía breve sobre la coronación de María.

Oración universal: Invoquemos, hermanos, a Dios Padre en esta Celebración


dedicada a nuestra Madre la Virgen María, para que, por su intercesión, derrame
sus gracias sobre toda la humanidad.

 Por la Santa Iglesia de Dios, que en María contempla a su Madre y su


modelo, para que aprenda a escuchar la Palabra y proclamarla a todos los
hombres. R.
 Por todos aquellos que invocan a María como Madre y Protectora, para que
encuentren en ella refugio en las adversidades y estímulo en la vida
cristiana. R.
 Por la humanidad entera, para goce siempre del don inestimable de la paz y
de la unidad por intercesión de la Virgen nuestra Señora. R.
 Por cada uno de nosotros, presentes en esta celebración, que día a día
María Santísima nuestra madre pueda vivificar nuestra fe, nuestra
esperanza y caridad hacia los hermanos, y fortalecer nuestro compromiso
con el Reino de Dios. R.
 Por todas las familias que han recibido a María Santísima en sus hogares,
para que el Señor les conceda la gracia necesaria y les fortalezca el espíritu
de unidad en el amor. R.

Escucha, Padre, Santo, la oración de tu Iglesia, y por la intercesión de la Virgen


María, Madre del Carmelo, concédenos cuanto te hemos pedido. Por Jesucristo
Nuestro Señor. Amén.

Ofertorio:

Monición: En este momento ofrecemos a nuestra madre María Santísima


símbolos de nuestro amor y gratitud por su maternal protección y compañía.

Flores: A ti María te ofreceremos estas flores que son signo de tu belleza y de tu


alegría.

Manto: Te ofreceremos María este manto como reconocimiento de tu majestad y


realeza. Con el cual proteges a toda la humanidad.

Imagen de la Sagrada Familia: Acoge Santa Madre de Dios a cada una de las
Familias de nuestra comunidad educativa e intercede por todas sus necesidades.

Coronación:

Monición: Hemos llegado al momento culmen de nuestra celebración, y


dejémonos llevar por los detalles que nos ayudarán a ver a nuestra Madre en su
grandeza real y elevemos juntos al Padre nuestra gratitud por regalarnos a una
Madre llena de su Gracia que está siempre a nuestro lado acompañando e
intercediendo por cada uno de nosotros sus hijos.

Canto del Ave María (mientras la Virgen es coronada) u otro canto alusivo a
María.
Oración de Coronación.

¡Oh Madre! Queremos consagrarnos a Ti.

Y por eso te reconocemos a partir de este día

Como Reina de nuestra familia.

Virgen María, hoy consagramos nuestras vidas a Ti.

Sentimos necesidad constante de tu presencia

en nuestras vidas, para que nos protejas,

nos guíes y nos consueles.

Sabemos que en Ti nuestra alma encontrará reposo

y la angustia en nosotros no entrará.

Nuestra derrota se convertirá en victoria,

nuestra fatiga en Ti fortaleza es.

Dios nos conceda la Gracia de vivir para Ti,

de amar a tu Corazón Inmaculado con todo nuestro ser,

y que seas Tú, Madre nuestra,

la que limpie nuestras almas y las purifique.

Amadísima Madre, enséñanos a amar a Jesús.


Haznos dignos de Jesús y de Ti, Madre,

y que la Consagración de este día,

nos una más a Ti y a tu Hijo.

Santa María, Reina de nuestra familia, ¡Ruega por nosotros!

¡Ruega por los jóvenes! ¡Ruega por las familias! Amén.

Oración Final:

Señor que por medio de la maternidad virginal de María has otorgado a los
hombres la gloria de la eterna salvación: concédenos experimentar la intercesión
de la Virgen Madre, por quien recibimos al autor de la vida, tu Hijo Jesucristo. Que
vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.

Canto Final sugerido: Mi alma glorifica.

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