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El Tambo de San Miguel de Uruquilla:


Un centro de producción de
quinua durante el periodo Incaico.
Pampa Aullagas – Oruro
Alejandra Martínez1

10
20
Resumen

AE
El Tambo de San Miguel de Uruquilla se ubica en el Municipio de Pampa Aullagas – de-
partamento de Oruro, en las orillas del Río Márquez. Esta ciudadela fue edificada durante el

-R
periodo Incaico y esta compuesta por estructuras características de un centro administrativo
y productivo (e.g. qallancas, qollcas, ushnu, casas, etc.), haciendo de este Tambo un centro

a
con sus propias especificidades.


El presente artículo se constituye en un avance de investigación en torno al Periodo Incaico
lo
y su relación con la gente local en el proceso de la producción agrícola, la administración
de los recursos y su distribución.n
no
Et

Introducción
e

El año 2008 el Instituto de Investigaciones Antropológicas y Arqueológicas inició una


ld

nueva fase en las investigaciones en la Cuenca Sur del Lago Poopó – departamento de Oruro,
bajo el Programa de Recursos Genéticos y Conocimientos Asociados de Pueblos Indígenas y
ua

Originarios, a través de la cooperación del ASDI Bolivia, como una continuidad del Proyecto
Autodefinición Cultural que se desarrolló desde del año 2001. En esta nueva fase se amplia el
An

área de investigaciones en el Municipio de Pampa Aullagas, margen oeste del Lago Poopó, y
se trazan nuevos objetivos de investigación, que además de determinar la secuencia cultural
n

es el efectuar una identificación de los diferentes sistemas de cultivos, tecnologías y cono-


ó

cimientos en relación a la producción agropecuaria desde la arqueología y la antropología.


ni

Los estudios dieron cuenta de un proceso cultural continuo que data desde el periodo
eu

Formativo hasta la ocupación Incaica, donde la producción agrícola, evidenciada en la gran


cantidad y diversidad de sistemas de cultivo, jugó un rol preponderante junto a la actividad
R

pastoril desde periodos tempranos. Es en el periodo Incaico que la actividad agrícola se in-
IV

tensifica y se crean centros administrativos y/o tambos para el mejor control de la producción,
almacenamiento y distribución a nivel local y regional.
XX

En el presente artículo se exponen los avances de investigación que el IIAA viene realizando
en el Municipio de Pampa Aullagas, los cuales nos permitirán dar a conocer el rol fundamental
que el Tambo de San Miguel de Uruquilla tuvo durante el periodo Incaico como centro de
producción, almacenamiento y administración producción de quinua, el cual pudo funcionar
plenamente gracias a la existencia de una red vial preincaica así como del aprovechamiento
del conocimiento local en torno a la actividad agrícola.

1 Egresada de la Carrera de Arqueología, UMSA


218 RAE • Arqueología y Arte Rupestre

Antecedentes
La ocupación Incaica tuvo su inicio en el 1438 d.C. y finalizó aproximadamente entre el
1537 y 1539 d.C., llegando a estas regiones altiplánicas en la última etapa de su existencia,
durando más o menos 50 años la vigencia de su Imperio. Por lo tanto, se podría suponer que
su conquista sobre las poblaciones locales, no tuvo una gran contundencia; sin embargo, la
política expansiva y de conquista, sobre todo de Topa Inca Yupanqui, logró efectuar varias
modificaciones a través de diversos métodos de acercamiento y dominación de las pobla-
ciones locales.

10
Esta expansión ha sido descrita por los cronistas y etnohistoriadores, como una administración

20
orientada al dominio territorial, poblacional y extracción de recursos para el beneficio directo
del Imperio y su posterior redistribución a las poblaciones locales; desarrollando una serie de
normas administrativas cuyo objetivo principal era poseer un control efectivo sobre la pobla-

AE
ción y la producción local (Patterson1992, Rostworowski 1988 citados en Alconini 2002: 18).
La creación de estos centros administrativos, de almacenamiento o tambos otorgó al

-R
Inca una red de control y administración de la producción agrícola. Estos centros estaban
destinados no sólo para el almacenamiento de la producción, sino también para el almace-

a
namiento de los productos intercambiados entre diferentes pisos ecológicos (Mura 1972),


así como para el almacenaje de armas, ropa rústica, ropa fina, etc. (Rostworowski, María sf:
34-36), para luego ser distribuidos y transportados a centros más importantes como el Cuzco.
lo
Si bien se trata de una creación incaica, se tiene evidencia de la existencia de lugares de
no
almacenamiento que datan del periodo Precerámico. Bonavia identifica, en el sitio de Los
Gavilanes, en Huarmey – Perú, 47 estructuras de almacenamiento de maíz, que datan de
Et

hace 4.000 años (Silva 1990).


e

Los primeros reportes acerca de los tambos datan de la época colonial, donde los cronistas
ld

describieron someramente estos centros y algunas de sus características.


Cieza de León relata que:
ua

“Y para que hubiese recaudo bastante para su gente, había en el término de cuatro a cuatro
An

leguas aposentos y depósitos con grande abundancia de todas las cosas que en estas partes
se podía haber; y aunque fuese despoblado y desierto, había de haber estos aposentos y de-
pósitos; y los delegados o mayordomos que residían en las cabeceras de las provincias tenían
n

especial cuidado de mandar a los naturales que tuviesen muy recaudado es estos tambos o
ó

aposentos…” (Cieza de León, 1973)


ni
eu

Estos centros fueron ubicados cada 15-25Km, es decir un día de caminata, distancia que
puede recorrer una llama en el día. Los tambos no solamente estaban destinados para el al-
R

macenamiento de los productos, sino que debían albergar y alimentar a las tropas incaicas así
IV

como a otros viajeros estatales. Según lo señala Ravi este sistema no habría podido funcionar
sin la participación de poblaciones asentadas en los alrededores (Ravi sf: 13), por lo que el
XX

Incario ordenó la concentración de los poblados dispersos en las cabeceras y/o centros de
almacenamiento.
Un centro administrativo o tambo se caracteriza por tener cierto tipo de estructuras,
como las de almacenamiento, callancas, plaza, ushnu, estructuras domésticas. Sin embargo,
la ausencia o presencia de éstas u otras estructuras, responde a las características particulares
de cada tambo en cada región.
Entre los centros de almacenamiento más importantes se encuentran Tumibanba, Cajamar-
ca, Huamachuco, Huánuco-Pampa, Jatunjauja, Pumpa o Bombón, Huaytará, Vilcashuamán,
Museo Nacional de Etnografía y Folklore 219

Ollantaytambo, Jatuncolla, en la sierra, y en la costa Tambo Colorado, Chincha, Cajamarqui-


lla, Armatambo, Paramonga, aunque de acuerdo a Silva (1990) hubo otros centros de menor
importancia como Carengues, Caxas, Poechos, Incahausi, Ayaviri, Incarajay, etc. (Silva 1990).
Para nuestro territorio se cuenta con una serie de tambos ubicados en los caminos Urco y
Uma de la Gran Ruta Incaica, los cuales fueron ya mencionados por los cronistas, tales como
Sica Sica, Caracollo, Calamarca, etc., para el Camino Uma; y Caquiaviri, Caquingora, etc.,
para el camino Urco. A pesar de su importancia en el desarrollo de las políticas incaicas, estos
tambos no recibieron mayor atención por parte de los arqueólogos, quedando una especie

10
de vacío de datos e investigación entre los Andes Centro Norte y Centro Sur. Aunque se
cuenta con los relevantes aportes de Condarco (2009) sobre el Tambo de Paria, que fue un

20
importante centro de almacenamiento de la producción de los valles de Cochabamba desti-
nados al Cuzco (Sánchez; 2009 en Condarco 2009).

AE
Producción de quinua

-R
La quinua (Chenopodium quinoa wild) es una gramínea dicotiledónea de desarrollo anual,
alcanzando una altura hasta de tres metros. Esta planta se adapta con facilidad a suelos arenosos
y requiere de bajas cantidades de agua, utilizando de forma eficiente la humedad disponible

a

de las precipitaciones y almacenamiento en la preparación del terreno (Arce 2008: 3).
El cultivo de quinua en el Altiplano Centro Sur, desde tiempos prehispánicos hasta la
lo
actualidad, ha sido de gran importancia tanto en la dieta diaria, como producto de intercam-
no
bio así como para actividades rituales. Ya los cronistas describen esta gramínea como arroz
pequeño o mijo (Garcilazo de la Vega).
Et

Guaman Poma describe como los Collas efectuaban sacrificios a los lugares sagrados
ofrendando llamas negras, coca, niños, vajilla de barro y chicha de quinua (énfasis añadido). Por
e

otro lado, en las ceremonias de entierro la quinua era colocada como parte de los alimentos
ld

y bienes que el muerto debía llevar y utilizar en su otra vida.


ua

Si bien los datos etnohistóricos nos remiten al periodo Incaico, trabajos arqueológicos
efectuados en nuestro territorio dan cuenta de que el cultivo de quinua es muy antiguo.
An

Los trabajos de Investigación del Proyecto Taraco en el Lago Titicaca –Chiripa sobre la
quinua (Chenopodium), identificaron semillas de quinua (Chenopodium quinoa Wild) y de
n

quinua negra (Chenopodium var melanospermum Hunziker) que datan de alrededor del año
ó

1500 a.C., sugiriéndose que durante el Formativo Medio (800 a.C.-100 d.C.) la población se
ni

dedicó al cultivo exclusivo de la quinua. Estas investigaciones demuestran que los agricultores
eu

tempranos incrementaron la producción usando estrategias de larga escala como la explotación


de ecozonas fértiles, la creación de campos elevados y terrazas, así como el uso intensificado
R

de herramientas para cultivo (Bruno 339). La quinua habría sido domesticada cerca de los
3500 años atrás en los Andes Sur Centrales (Aldenderfer 1999, Bruno 2003, Eisentraut 1998,
IV

Kuznar 1993, Pearsall 1992 citado en Bruno 2003: 340).


XX

Tanto la quinua como la cañawa (Chenopodium pallidicaule Aellen), según Bruno, per-
dieron los mecanismos naturales de dispersión y dependen de la mano del hombre (Bruno
2003: 342).
Pampa Aullagas actualmente se constituye en el segundo productor de quinua (Chenopo-
dium quinoa wild) en el país, después de Salinas de Garci Mendoza, habiéndose incrementado
la producción en los últimos 20 años, debido a la demanda internacional de dicho producto
que ha fomentado la producción de productos orgánicos, coadyuvando a la generación de
15000 pequeños productores (CAF 2006 citado en Pieb 2010:7)
220 RAE • Arqueología y Arte Rupestre

Este aumento en la producción ha ocasionado una modificación importante en la orga-


nización territorial así como en el uso que se da a la tierra (Reynolds 2008 citado en PIEB
2010:11). El uso de maquinaria pesada que reemplazó, en la mayoría de los casos, el cultivo
tradicional (manual y/o arado) y la ampliación de la frontera agrícola a llanuras de pastoreo,
son algunos de los factores que desarticulan el circuito agrícola.
La constante demanda de quinua de los mercados internacionales ecológicos requiere de
una certificación orgánica que responde a un control bajo normas internacionales. Como
resultado de esta demanda, en la década de los 90s se conformó la Asociación de Orga-

10
nizaciones de Productores Ecológicos de Bolivia – AOPEB, como instancia nacional para
apoyar la producción, certificación y comercialización de productos ecológicos. Debido a

20
exigencias de las normas internacionales, se promueve la creación de la certificadora Boliviana
de Certificación – BOLICERT que actualmente está acreditada en mercados internacionales

AE
bajo la Guía ISO 65.
Para el año 2005, en el marco de la Comisión de Coordinación Técnica de Bolivia – CCT,

-R
se promulga el Decreto Supremo 28558, con el objetivo de promover la producción ecoló-
gica a nivel nacional e implementar el sistema nacional de control de producción agrícola
ecológica. En ese sentido, se designa al SENASAG como autoridad nacional de control de la

a
producción ecológica. Actualmente el Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010 reconoce la


importancia de promover la producción ecológica a nivel nacional enmarcada en la seguridad
lo
alimentaria. Promulgándose la Ley 3525 de “Regulación y Promoción la producción Agro-
no
pecuaria y Forestal No Maderable Ecológica”, con el objetivo de impulsar el fomento para
una “Bolivia ecológica”, en el que la quinua, es considerado uno de los productos estratégicos
Et

del país (PIEB 2010: 12-13).


e

Área de estudio
ld

San Miguel de Uruquilla correspon-


ua

de al municipio de Pampa Aullagas que


se sitúa en el sector oriental del depar-
An

tamento de Oruro, aproximadamente a


unos 200Km.
n

Este Municipio constituye la segunda


ó

sección de la provincia Ladislao Cabrera,


ni

ubicándose a 19º11’30.24” de latitud


eu

sur y 67º03’34.28” de longitud oeste, a


una altura promedio de 3665 m.s.n.m.
R

Colinda al norte con la provincia Sur


Carangas, al sur con el departamento
IV

de Potosí, al este con la sección muni-


XX

cipal del Santuario de Quillacas (de la


provincia Sebastián Pagador) y al oeste
con la sección municipal de Salinas de
Garci Mendoza (primera sección de la
provincia Ladislao Cabrera).

Figura 1. Mapa de Ubicación sitios Arqueológicos


– Pampa Aullagas
Museo Nacional de Etnografía y Folklore 221

Pampa Aullagas se agrupa en


seis ayllus, caracterizándose “…
por un asentamiento poblacional
disperso debido en gran parte a
la existencia de extensas zonas
intermedias de pastizales y pampas
áridas. Cada ayllu comprende a su
vez varias estancias, las cuales están

10
pobladas por un número variado
de familias ligadas unas a las otras

20
agnáticamente, es decir, vinculadas
por parentesco por medio de la

AE
línea del padre. (Molina R. 2006:
119-120)

-R
Figura 2. Vista Panorámica de Pampa Aullagas

Antecedentes etnohistóricos

a
Pampa Aullagas, de acuerdo a los datos etnohistóricos, conformó en 1573 el Reino Quillaca-


Asanaques, el cual habría comprendido tres naciones y una tribu:
lo
Quillaca-Asanaque, Aullaga-Uruquilla y Sevaroyo-Haracapis, y los Uros.
no
Subdividiéndose en 7 mitades: 1) Quillaca-Asanque Anansaya, 2) Quillaca-Asanaque
Urinsaya; 3) Aullagas-Uruquillas Anansaya; 4) Aullagas –Uruquillas Urinsaya; 5) Sevaroyos;
Et

6) Haracapis y 7) Uros (Espinoza 1981: 184-185). Sufriendo una serie de modificaciones


territoriales a través de los años hasta la actualidad. Mientras que para Abercrombie la Con-
e

federación se reducía a cuatro Señoríos: Quillacas, Asanques, Aullagas-Uruquilla, Sevaruyos-


ld

Haracapis (Abercrombie sf citado en Molina 2006).


Para 1574 la población ascendía a 22.000 habitantes, cuya economía se basaba en la
ua

ganadería, agricultura, caza y pesca, dieta complementada con recursos provenientes de los
An

valles de Cochabamba, Chayanta, Chuquisaca y el Pacífico Sur (Molina 2006), siendo el


Lago Poopó o Lago Pampa Aullagas una fuente importante de agua y de recursos pesqueros
(Espinoza 1981:188).
ó n
ni

Aymara hablantes Uruquilla hablantes Uro hablantes


Sevaruyos Haracapis
eu

Quillaca-Asanaque Ullagas.Uruquillas y Huari Aullaga-Uruquilla


Hilabi Hilasacatiri Soguita Coroja Tauca
R

Ancasuca Collana Sato Sulcacaru Ilaysoca


IV

Asanaque Sullcasacatiri Uramayo Suraya Ari


XX

Tacagua Taca Choro Andota Casa


Marcasu-
Callapa Iguapacha
raya
Andamarca Ullagas Coroma
Sullca Mallcoca
Quillaca Chochoca
Caballi Arriba Chaguara
Caballi Abajo Gualda
222 RAE • Arqueología y Arte Rupestre

Aymara hablantes Uruquilla hablantes Uro hablantes


Sevaruyos Haracapis
Quillaca-Asanaque Ullagas.Uruquillas y Huari Aullaga-Uruquilla
Callapa Arriba Sulca
Callapa Abajo Yucasa
Sullcayana Guari
Collana Cachimayo en Culta

10
Yanaque

20
Chungará
Collana Quillaca, ubicado en dos lugares

AE
Moscooca

-R
Soraya
Mallcoca

a
Sinaco


Mamanoca
Culle lo
no
Guatare
Et

Challadota
Collana de Culta
e
ld

Figura 3. Cuadro de Naciones, sayas y ayllus


Reino Quillaca-Asanque (siglos XVIII-XIX)
Fuente Espinoza (1981)
ua

El espacio que ocupaban se extendía desde la orilla sureste del Lago Pampa Aullagas hasta
An

las salinas de Tunupa y Coipasa, compuestas por 19 llactas. Su población estaba administrada
por cinco mallcos (Gonzales; Miranda 1583 citados en Espinoza 1981: 188).
n

Cuando se sucede la incursión Incaica, atraviesan este territorio para luego dirigirse hacia
ó

el sur y lograr la dominación de los Chichas y Diaguitas, a través del uso de poblaciones
ni

Quillacas-Asanques, Aullagas-Uruquillas y Sevaroyos-Haracapis (Colque Guarache citado


eu

en Espinoza 1981:197).
Con la administración Incaica muchos pobladores fueron trasladados en calidad de mitmas
R

hacia Copacabana y Cochabamba (Espinoza 1981: 200). Actualmente aún varias familias
IV

tienen sus tierras en la región de los valles de Sucre como Pocpo y Piosera así como en Co-
chabamba (Martínez D. 2008).
XX

El Señorío Quillacas –Asanaques, durante la administración española, fue dividido en


dos encomiendas: Quillaca-Asanque que cayó en poder de Lorenzo de Aldana y Aullagas-
Uruquillas en poder de Alonso de Hinojosa. En 1574 ambas encomiendas fueron anexadas
al Corregimiento de Paria (Rojas 1548; Miranda 1583A citados en Espinoza 1981:208).
Durante el régimen español los Aullagas-Uruquillas fueron incorporados a la Corona Real.
El virrey marqués de Cañete decretó que sus tributos fueran aplicados para abonar los sueldos
de los “gentiles-hombres-lanzas y arcabuceros” de la guadia que prestaba servicios en el palacio
de los virreyes de Lima (Miranda 1583B citado en Espinoza 1981:211).
Museo Nacional de Etnografía y Folklore 223

Con el reordenamiento, dictado por Toledo en 1573, se fundan reducciones, donde Pedro
de Zárate reduce las poblaciones, incluyendo a los Urus, para vivir en la reducción Villa-
rreal de San Miguel de los Aullagas, conformando dos doctrinas a cargo de dos sacerdotes
seculares. Una de las doctrinas comprendía los ayllus de: Hilasacatiri (lugar de los caciques
principales), Collana, Sullca Sacatiri, Taca, Iguapacha, Ullagas, y los ayllus Urus de Soguita,
Sato, Uramayo y Choro, estos últimos provenientes de la Isla de Choro o Isla de Panza que
pertenecía a Pampa Aullagas (Espinoza 1981: 217-220).

10
El Tambo de San Miguel de Uruquilla
San Miguel de Uruquilla se ubica a unos 20 Km al sureste de Pampa Aullagas, constituyén-

20
dose en uno de los más grandes y complejos sitios registrados en la región de estudio, recono-
ciéndose una ocupación cultural continua desde el periodo Formativo hasta el periodo Inca.

AE
Dentro de los resultados de investigación que Lima (2004), como parte del IIAA, efectuó
en el departamento de Oruro, señala que la región de estudio se conformó en un centro de

-R
paso y de convergencia cultural y étnica,
donde los Tambos de Sevaruyo y de San
Miguel de Uriquilla, así como el Santuario

a

de Quillacas, jugaron un rol importante
como parte del dominio, control y apropia-
lo
ción ideológica del Inca sobre la población
no
local (Lima 2004).
El Tambo de San Miguel de Uruquilla
Et

se constituye en un centro administrativo


donde una serie de callejuelas, plazas,
e

estructuras cuadrangulares y circulares de


ld

diversos tamaños le dan forma. Varias de


ua

estas estructuras aún quedan en pie y es


posible apreciar el trabajo de mampostería
An

y el estilo inca local en sus muros.


El año 2008 se procedió a levantar un
n

mapa topográfico que nos permite apreciar


ó

la gran cantidad de estructuras y evitar


ni

hacer una descripción exhaustiva que se


eu

tornaría aburrida.
Figura 4: Mapa Topográfico San Miguel de Uruquilla
R

En el sitio de San Miguel se pudo constatar una ocupación cultural continua desde el periodo
IV

Formativo. A diferencia de otros sitios, las diferentes ocupaciones respetaron las anteriores,
pudiéndose distinguir fácilmente las áreas de ocupación: la ocupación del Formativo se halla
XX

en las márgenes del río Márquez, la de Desarrollos Regionales Tempranos se ubica al Sur, la
ocupación de Desarrollos Regionales Tardíos se ubica al Centro. Pero cuando se sucede la
incursión incaica se sobrepone ésta al periodo anterior, infiriéndose que se trata de la misma
población local que efectúa la construcción del Centro Administrativo.

hh Sector Formativo. Se ubica casi al centro del sitio hacia el este sobre la orilla del Río Márquez. Se
caracteriza por la presencia de un montículo de tres metros de altura y 100 m de diámetro, de color
ceniza y la presencia de hornos de fabricación de cerámica. La densidad del material arqueológico
en superficie es alta y se distribuye sobre el montículo extendiéndose a unos cien metros en sus alre-
224 RAE • Arqueología y Arte Rupestre

dedores. El material identificado corresponde


solamente al periodo Formativo, asociado
a puntas de proyectil de obsidiana, cuarzo,
calcedonia y basalto, cuentas de collar, sopla-
dores, cucharas, asadas, artefactos agrícolas,
boleadoras y huesos humanos.

Figura 5. Montículo Formativo

10
20
hh Sector Desarrollos Regionales Tem-
pranos. Se ubica al sur del sector principal

AE
(Inca), éste está compuesto de una serie de
cimientos de estructuras cuadrangulares, que

-R
posiblemente fueron estructuras domésticas, y
de un conjunto de cistas circulares, las cuales
fueron saqueadas en su mayoría. El material

a
cerámico corresponde a Tiwanaku de los


valles, Puqui y material local, asociado a desechos de talla y artefactos agrícolas.
hh Sector Desarrollos Regionales Tardíos. Se caracteriza por la presencia de material cerámico en
lo
superficie. La concentración del material se registró, principalmente, en el centro del sitio y en las
no
orillas Norte y Oeste. Si bien en líneas superiores se dijo que se respetaron las ocupaciones anteriores
durante los diferentes periodos, este sector es la excepción, ya que la ocupación Inca se sobrepone
Et

a la ocupación anterior.
hh Sector Torres Funerarias. Aunque las torres funerarias corresponden al periodo Incaico, se dividió
e

este sector ya que éstas se encuentran fuera de la ciudadela, hacia el Sur Oeste, en el lugar denominado
ld

Paycuri. Estas torres, de claro estilo incaico,


poseen dos orificios en la parte superior de la
ua

entrada, para el colocado de los kerus, y algu-


nas de ellas presentan nichos trapezoidales en
An

las paredes interiores. Si bien corresponden


a este periodo, su estilo constructivo local es
evidente. Estas torres presentan una forma
n

cuadrangular, con una altura de tres metros


ó

aproximadamente, con puertas de forma


ni

trapezoidal orientadas al este.


eu
R

Figura 6. Torres Funerarias - Paycuri


IV

hh Sector Inca. La ocupación incaica es la más compleja, debido a la gran cantidad de estructuras,
XX

muros, calles y espacios abiertos que la constituyen. Este centro administrativo presenta una serie de
estructuras características que se describen a continuación.

Ushnu. Estructura cuadrangular ubicada en un espacio abierto o plaza que se emplaza en


la cima del montículo Formativo, caracterizándose por la presencia de una serie de platafor-
mas que le dan una forma escalonada. De acuerdo a los datos etnohistóricos, el ushnu posee
un carácter central, ya que las actividades principalmente políticas, religiosas y militares se
desarrollaban en torno a éste. Y según los especialistas, el ushnu jugó un papel fundamental
en la conformación de los asentamientos ya que esta estructura ordenaba la distribución de las
Museo Nacional de Etnografía y Folklore 225

demás estructuras a su al-


rededor. Dependiendo del
lugar donde se ubican los
centros administrativos,
esta estructura ritual tiene
una forma diferente. En
las provincias o cabeceras
se encuentran ushnus más

10
elaborados y de mayor ta-
maño debido a su rol más

20
público (Hyslop 1990 en
Pino Matos 2004: 304).

AE
Figura 7. Ushnu ubicado en la cima del montículo Formativo.

-R
La plaza. La plaza de San Miguel se ubica en el sector central hacia el este. Se trata de
un espacio abierto (Moore, Jerry 1996: 792-793), que ha debido ser elegido por el carácter

a
ritual y simbólico conferido al montículo Formativo, donde, cabe aclarar, no se encontró


ningún tiesto de ocupaciones posteriores.
Las plazas, además de ser un espacio destinado a actividades rituales, eran espacios pú-
lo
blicos, donde la población podía participar; mientras que los templos y santuarios estaban
no
reservados para la realeza, sacerdotes y objetos de culto (MacCormack 1991, Rowe 1946
citado en Moore1996).
Et

Callancas. De acuerdo al Diccionario de Bertonio (1984 [1612] se denomina callanca


e
ld

a los corrales, nombre que fue modificado para referirse a estructuras amplias donde la élite
se congregaba.
ua

San Miguel cuenta con


dos callancas. La primera, que
An

claramente muestra un estilo


constructivo Inca Local, se
n

caracteriza por tener adosada


ó

en la parte posterior una serie


ni

de estructuras cuadrangulares
eu

de diversos tamaños, las cuales


han podido ser estructuras ha-
R

bitacionales y/o estructuras de


almacenamiento; sin embargo
IV

se desconoce la exacta función.


XX

Figura 8. Vista general de la callanca 1 y estructuras


adosadas.

Figura 9. Detalle de la callanca 1.


226 RAE • Arqueología y Arte Rupestre

La callanca 2 se encuentra al este


del camino principal, se trata de una
estructura con diferente estilo construc-
tivo, posiblemente construida durante
el periodo colonial o más tardío. Las
entrevistas efectuadas a los pobladores
señalan que esta estructura fue utilizada
como iglesia, aunque no saben referirse

10
a una fecha especifica, sólo recuerdan la
historia de sus abuelos. Sin embargo, se

20
utilizaron los cimientos prehispánicos
de una callanca.

AE
Figura 10. Vista general Callanca 2.

-R
Figura 11. Detalle Callanca 2.
Los depósitos. Los
depósitos denominados

a
colcas o piura � son es-


tructuras que tienen forma
lo de “torrecillas” (Bertonio,
no
Ludovico 1984 [1612]),
que pueden ser halladas en
Et

hileras o agrupadas, pero


separadas una de la otra.
e

Algunas poseen forma cir-


ld

cular o cuadrangular, y
pueden estar emplazadas
ua

en lugares elevados donde el viento es favorable para la conservación de los productos (Silva
An

1990, Pino, Morris 1981, Silva 1990, Rostowrowsky).


Uno de los centros de almacenamiento más importantes es el de Huanuco Pampa, donde se
registraron más de 2000 colqas circulares y rectangulares. Según Morris (1981) las circulares
n

tienen un diámetro de 2 a 6,3 m con una puerta en la parte superior. Las rectangulares tienen
ó

un ancho de 3 a 5m con dos puertas: una arriba y otra abajo. De acuerdo al investigador los
ni

depósitos circulares estaban destinados al almacenamiento del maíz en vasijas, teniendo las
eu

colqas un suelo empedrado, mientras que en las rectangulares se almacenaba papa (Morris
1981). En estos depósitos se identificaron pisos, lo que sugiere la manutención de condi-
R

ciones para el almacenamiento. (Rostworowski, María sf: 34-36). Estas estructuras aparecen
IV

en hileras o se presentan en grupo y generalmente tienen tamaños homogéneos (Morris


& Thompson 1985 citado Valdez y Valdez 2000:19). Los accesos son pequeños (Morris
XX

1992a; Earle 1992), y pueden ser identificados como ventanas (Morris & Thompson 1985).
Algunos están ubicados muy cerca del piso, tal como se aprecia en el sitio de Tinyaq (Valdez
y Valdez 2000:20).
La ubicación de los depósitos siempre es la cima de las colinas (D’Altroy 1981, Hastorf
1993, Morris & Thompson 1985 ern Valdez y Valdez 2000:20) para la conservación de ali-
mentos, aprovechando los fuertes vientos y el frío. Sin embargo, en San Miguel de Uruquilla
los depósitos están emplazados en una planicie donde los fuertes vientos son constantes
durante todo el año.
Museo Nacional de Etnografía y Folklore 227

Las estructuras de almacenamiento circulares identificadas en San Miguel de Uruquilla


presentan dos tamaños:
Colcas de seis metros de
diámetro, que aún se encuen-
tran en pie, con una altura de
tres metros. Presentan una
puerta de ingreso a nivel del
piso y una serie de nichos tra-

10
pezoidales en la pared interna.
Éstas están asociadas directa-

20
mente con una serie de estruc-
turas habitacionales, corrales y

AE
otras, que podrían haber sido
utilizadas también como luga-

-R
res de almacenamiento.
Figura 12. Colcas de 6m de diámetro y detalle de las estructuras asociadas.

a

Figura 13. Detalle de los nichos en la pared interna de las colqas.

Las estructuras circulares de menor tamaño tienen tres lo


no
metros y medio de diámetro, ubicadas en el sector norte
de la ciudadela, formando un agrupamiento, aunque se
Et

registraron algunas dispersas en el sector oeste. Algunas


presentan una abertura a nivel del suelo.
e
ld
ua

Figura 14. Colqas de 3,5m de diámetro.


An

Discusión y conclusiones
Cuando se sucedió la incursión incaica,
ó n

se encontraron con una serie de grupos,


ni

pueblos o Señoríos, que poblaban lo que


ahora es Pampa Aullagas, que en 1573, de
eu

acuerdo a los cronistas, formaba parte del


R

Reino Quillaca-Asanaques, comprendiendo


este reino tres naciones y una tribu:
IV
XX

Quillaca-Asanaque, Aullaga-Uruquilla y
Sevaroyo-Haracapis, y los Uros.

Poblaciones que poseían conocimientos y saberes en torno a la producción agrícola, crianza


de camélidos, sistemas de intercambio así como conocimiento acerca de las rutas, vías y/o
caminos para el intercambio de productos entre diferentes pisos ecológicos. Conocimientos
que el Inca no hizo más que utilizar para su beneficio, efectuando posiblemente algunos
cambios con el objetivo de controlar mejor el tributo.
228 RAE • Arqueología y Arte Rupestre

La gran red vial, que ahora es denominada Gran Ruta Inca o Capac Ñan, fue construida
sobre una red vial ya existente, aunque no se niega que durante el Incario se efectuó la mejora,
conservación y construcción de la misma. Asimismo, la implementación o creación de centros
de almacenamiento y/o centros administrativos fue una forma de efectuar el control de las
poblaciones locales así como de la producción e intercambio de productos. Sin embargo, no
se toma en cuenta que ya desde tiempos antiguos existían una serie de lugares de descanso
y posiblemente de abaste-
cimiento que han debido

10
funcionar desde tiempos
tempranos como el Formati-

20
vo. Esto se evidencia en que
muchos lugares de paso y/o

AE
tambos se encuentran sitios
multicomponentes (Forma-

-R
tivo hasta Inca), por ejemplo
el Tambo de Paria y San
Miguel de Urquilla mismo.

a
Por otro lado, estos tam-


bos fueron ubicados sobre
estructuras administrativas lo
no
preexistentes, que fueron
emplazadas en lugares im-
Et

portantes de producción
agrícola o de extracción e
e

minerales (entre otros).


ld

El Tambo de San Miguel


ua

de Uruquilla se encuentra en
el Camino Urco de la Gran
An

Ruta Incaica, camino que


llega desde Orinoca para
n

luego dirigirse a las regiones


ó

del Sur y/o hacia las minas


ni

de Porco.
eu

Figura 15. Mapa tomado de Condarco


R

Como se mencionó anteriormente, se encuentra ubicado en un lugar donde se evidencia


una continuidad cultural que data desde el periodo Formativo. Sin embargo, se debe entender
IV

que el Tambo de San Miguel de Uriquilla está respondiendo a un contexto local y regional.
XX

Los trabajos de prospección efectuados en Pampa Aullagas expusieron la existencia de


una serie de sistemas de cultivo que datan de periodos tan tempranos como el Formativo, los
que fueron también de gran importancia durante el periodo Incaico.
1) Un sistema al que se ha denominado de valladas fue identificado en Pampa Aullagas,
entre el cerro Santos Willca y Colcapata. El Santos Willca es actualmente un lugar ritual donde
se ofrenda y pide para varias actividades como el solsticio, despacho de los viajeros hacia los
valles, año nuevo, etc. Colcapata se trata de un sitio formativo en altura, compuesto de una
serie de terrazas de banco. Este sistema de valladas fue destinado al cultivo de papa y quinua,
donde el material cerámico identificado corresponde al periodo Formativo y Desarrollos Re-
Museo Nacional de Etnografía y Folklore 229

gionales Tempranos (Puqui,


Tiwanaku de los valles, etc.).
En este sistema no se utiliza
el arado, sino se efectúa la
siembra y cosecha de forma
manual.

10
Figura 16. Sistema de cultivo en
valladas (Colcapata-Santos Willca)

20
AE
2. Otro de los sistemas iden-
tificados son las terrazas de

-R
formación lenta, que se ubican
generalmente en sectores de co-

a
luvio medio e inferior, amplián-


dose la frontera agrícola hacia
los sectores de planicie. En este
sistema se utiliza sólo el arado. lo
no
El material identificado corres-
ponde al periodo de Desarrollos
Et

Regionales Tardíos y Tempranos.


e
ld

Figura 17. Terrazas de formación lenta


Santos Willca
ua

3. Un tercer sistema se
An

halla en las faldas del Col-


capata. Este sistema está
n

conformado por una serie de


ó

corrales construidos con pie-


ni

dras del lugar, que propicia


eu

la conservación de humedad
en la base de sus paredes
R

y posibilita el cultivo de
IV

quinua. En estos corrales se


encontró material del perio-
XX

do de Desarrollos Regionales
Tempranos.
Figura 18. Sistema de cultivo por corrales

4. El último sistema, pero no menos importante, fue identificado en el sitio de San Miguel
de Uruquilla sobre la margen este del río Márquez. Este sistema mide más de 70 hectáreas y
está compuesto por una serie de plataformas elevadas y un sistema de control y manejo de
aguas (canales y cochas).
230 RAE • Arqueología y Arte Rupestre

Como se puede apreciar la tradición agrícola en la región y su variedad data de periodos


muy antiguos, por lo que el Tambo fue ubicado en esta región.
Asimismo, una serie de conocimientos y saberes preincaicos con relación a la producción
agrícola fueron apropiados: construcción de estructuras de almacenamiento, ubicación de éstas
en lugares adecuados para su conservación, técnicas de almacenamiento como el guardado
de coca en canastas y de carne seca, frutas y otros vegetales en petacas de paja o de madera
(Silva 1990, Rostowrowski).

10
Conclusiones
El sitio de San Miguel de Uruquilla se constituye en un ejemplo de cómo ambas pobla-

20
ciones (locales y elites incaicas) se configuraron para efectuar la producción de quinua. La
mediación de, posiblemente, líderes locales, fue importante pero con la participación plena

AE
de la población en general.
Este sitio fue elegido por el Incario, debido a que desde tiempos antiguos se efectuó

-R
la producción de quinua y se contaba con la presencia de aguas permanentes; asimismo, el
conocimiento agrícola asociado a las actividades de pastoreo, intercambio, pesca, caza, etc.,
coadyuvaron a la construcción de este importante centro administrativo.

a

Otro factor fundamental fue el control de redes de intercambio que desde el Formativo
estuvo en funcionamiento. El intercambio de material lítico como obsidiana, malaquita,
lo
basalto, etc., para la fabricación de herramientas agrícolas, pesca y caza, así como otros
no
productos comestibles provenientes de los valles del sur (Cochabamba, Sucre y Potosí, costa,
etc.) fueron efectuados de estos tiempos antiguos.
Et

El conocimiento en relación a los sistemas de almacenamiento, construcción de estas


estructuras (emplazadas en altura, condiciones climáticas, ductos de ventilación empedra-
e

dos, presencia de pisos, etc.) y técnicas de almacenamiento de diversos productos también


ld

fueron aprovechadas por el Incario para mejorar el control de la producción en San Miguel
ua

de Uruquilla.
En este entendido, la incursión incaica a la región de estudio no habría sido posible sin
An

una serie de factores ya existentes:


n

hh Presencia de una red vial


ó

hh Conocimiento y saberes locales


ni

hh Agencia local
eu

El sitio de San Miguel de Uruquilla, una ciudadela incaica, fue uno de los centros principales
R

de producción y distribución de quinua a nivel local y regional. Si bien se habla de que la


producción fue recolectada para ser enviada al Cuzco, se evidencia también que el control de
IV

la producción y su distribución podría haberse realizado a nivel local, donde la población así
XX

como las élites locales jugaron un rol fundamental no sólo en el manejo de este centro, sino
también en la aplicación de sus conocimientos y saberes en torno a la producción agropecuaria,
organización social, etc., tal como fue identificado en Colaguas (Steven Wernke 2006: 177).
Esta situación se evidencia en el material cerámico. Material inca cuzqueño que nos remita
a un control directo por parte de la élite Imperial está ausente, mientras que la cerámica Inca
Local, caracterizada por la presencia de líneas onduladas horizontales y verticales al interior
del ceramio, se encuentra en la región de estudio, en Huari, Quillacas y áreas aledañas, ha-
blándonos de un control local, sí estandarizado, pero mediado por las poblaciones locales.
Museo Nacional de Etnografía y Folklore 231

Esta misma situación es identificada por Bray (1990) en la región central norte de Ecuador,
donde el material cerámico continúa siendo manufacturado localmente pero con una standa-
rización y uso de cánones incaicos (Bray 1990 en Stanish: 2001:222).

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