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¿Cuántos católicos “después” de la COVID-19 en Puebla?

Norma Barranco Torres


Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

Una de las preocupaciones de la arquidiócesis de Puebla es la perdida de


sacerdotes en lo que va del año pasado del 2020 al presente del 2021. Según la
fuente de la dependencia, el número asciende a 46 fallecidos y aclara que algunos
perecieron por contraer la enfermedad de la COVID-19, pero otros por alguna
enfermedad distinta.

Por otra parte, Jaime Zambrano, colaborador de Milenio, en su columna del


22.05.2021, comenta que del total de sacerdotes muertos 30 eran diocesanos y
formaban parte de la arquidiócesis, mientras que 16 eran integrantes de diferentes
órdenes religiosas (sic), siendo en términos hierocráticos los más notables el caso
de los seis canónigos del Cabildo de la Basílica Catedral de Puebla 1.

Dicha situación alertó a la diócesis, pues se sabe que de un total de 120 jóvenes
que ingresan al seminario menor, solamente 30 deciden alistarse al seminario
mayor, y de éstos concluyen su formación un número aproximado de cinco
sacerdotes diocesanos2. Esto cambió para este año, ya que el pasado 21 de mayo
solamente se ordenaron tres sacerdotes diocesanos.

Cabe mencionar que en dicha homilía el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa


reiteraba su preocupación. “Vamos poco a poco tratando de suplir a tantos
hermanos nuestros que han partido como muchos otros fieles de nuestros grupos
parroquiales”, comentó. Tal inquietud se replica al día de hoy en cada una de las
parroquias que integran la arquidiócesis. Al inicio de la homilía dominical, y bajo el
estricto protocolo de sana distancia, los sacerdotes a cargo concluyen el servicio
pidiendo por el eterno descanso de los sacerdotes acaecidos y exhortando a su
feligresía a mantener la fe en la Iglesia católica, la cual está haciendo un gran
esfuerzo por atender a cada una de las parroquias. A lo anterior se suma la
cancelación de fiestas patronales y eventos relevantes tanto de la religiosidad
como de la activación económica de las poblaciones.

Para la institución la circunstancia es alarmante, sobre todo si destacamos que en


los últimos diez años Puebla ha manifestado un decrecimiento moderado del 6%
para la vertiente católica (INEGI 2020), a pesar de que el estado cuenta con
importantes centros ceremoniales tales como el Santuario de la Monumental
Virgen de Guadalupe, en Xicotepec de Juárez, la Basílica de la Inmaculada
Concepción, en Chignahuapan; el Santuario del Padre Jesús, en Aquixtla; el
Santuario del Señor de la Buena Muerte, en Texocuixpan, municipio
de Ixtacamaxtitlán; la iglesia del Santo Niño Jesús Doctor de los Enfermos,
en Tepeaca; el Santuario de Santa María de Guadalupe, en Atlixco; y otros
1
Para mayor información remítase a la fuente Jaime Zambrano Milenio 22.05.2021.
2
Fuente trabajo de campo 2017-2019.

1
ubicados en Huejotzingo, Cholula y la capital (en Creer, 2016). El cambio de
adscripción sigue siendo paulatino. Por ejemplo, actualmente se integra a la lista
el Eco santuario de la Iglesia de la Luz del Mundo, ubicado en la ruta carretera
para acceder al norte y sur del estado, paso riguroso para llegar a alguno de los
santuarios arriba mencionados. De igual manera, ha crecido el número de sus
templos, tanto para áreas urbanas como rurales.

Otro aspecto por de más significativo es la importancia que han cobrados otros
movimientos al interior del catolicismo poblano. Por ejemplo, el Movimiento de
jóvenes de Renovación Carismática del Espíritu Santo propone a sus seguidores
una relación directa y precisa con Jesús. Como resultado del confinamiento lanzó
el hashtag “#LanzaLasRedesENJES2020”, que a través de una transmisión en
tiempo real expuso a sus miembros la importancia del crecimiento del creyente por
medio de la fuerza del Espíritu Santo. “El cambio es decisión del creyente que no
se suple con los sacramentos”, decía. Otro es el Movimiento de Acción de
Católica, que, a diferencia del anterior expresa interés por la auto-evangelización.

Saber que la diversidad religiosa está tomando importancia y que al interior de la


Iglesia institucional se están dando movimientos promovidos por laicos y para
laicos, que utilizan el testimonio como medio para enfrentar los actuales retos de
la vida moderna y hacer de la lectura de la biblia una interpretación basada en la
experiencia del creyente joven, obligan a la institución a asumir una posición al
respecto. Sostener en apariencia que Puebla es de un catolicismo tradicional no
resuelve el problema.

Resulta, pues, interesante e innovador el interés que se manifestó en últimas


fechas el conocer en términos existentes y no porcentuales el número real de
feligresía que integra la arquidiócesis. Se tiene claro en términos prácticos que ya
no pueden mantener y utilizar sin reparo las cifras proporcionadas del INEGI, que,
a decir de algunos especialistas (Masferrer: 2019), la pregunta utilizada en el
último censo del 2020 para la adscripción religiosa es ambigua y confunde al
entrevistado, debido a que da preferencia a sostener un imaginario de 95% de
católicos para todo el país. Tal suposición deja de ser útil cuando lo que se
requiere es crear mecanismos que contengan el proceso de desistitucionalización
en una población considerada católica tradicional.

El reto para su dirigente, Víctor Sánchez Espinosa, se agudiza aún más cuando
vemos en algunas calles del sur de la ciudad de Puebla el apoyo a la población
más vulnerable por parte de denominaciones no católicas, que van desde la
entrega de despensas y cortes de cabello hasta la oferta de trabajo por un día en
temporada de pandemia. Seguro es gratificante saber que se cuenta con ayuda al
salir de casa.

El panorama de la diversidad religiosa en Puebla está mutando, quizás no a la


velocidad de otras entidades federativas del país, pero definitivamente a un grado

2
que tiene presente la institución religiosa en cuestión, en especial por el papel que
están desempeñando los jóvenes.

En este sentido, resuelven conocer al feligrés en cuestión. ¿Conocer al feligrés?


Mencionaba al inicio que la institución tiene conocimiento del dinamismo presente
en su población. Por un lado, una población cautiva, sujeta a la rigurosidad del
cumplimiento de los ritos que definen su adscripción a la institución. Por otro, un
sector que busca emanciparse de esa carga canónica y no deja de creer pero que
reformula su creer basado en el testimonio y la eficacia que puede tener el uso de
la Biblia si se le relaciona con la experiencia del creyente. Finalmente hay un
tercer grupo dispuesto a cambiar su modelo de creencias primario debido a que
este le resulta poco eficaz. Ante esta diversidad de creyentes se enfrenta la Iglesia
católica poblana.

Al inicio de la tercera semana del mes de mayo se implementa para la zona centro
del estado la aplicación de cuestionarios, similar al modus operandis de los
denominados “hermanos” –religiones no católicas– y asignando encuestadores
para los católicos, mismos que se identifican como miembros de la parroquia del
lugar. Esto es: lugareños, vecinos, conocedores de las tradiciones. Hemos de
suponer que ser encuestadores favorece, de inicio, un recibimiento y acceso a la
población, pero sobre todo evita ser confundidos con integrantes de grupos
paracristianos.

Recurrir al método, ir de puerta en puerta preguntando: “¿es usted católico?”, y


aplicar un cuestionario con las preguntas: ¿A qué parroquia asiste?, ¿tiene los
principales sacramentos?, ¿participa de las celebraciones de su comunidad?,
¿alguien de su familia dejó de ser católico?, ¿últimamente ha asistido a misa, sea
de manera presencial o por algún medio electrónico?, seguido de la colocación de
una estampa que al frente dice: “En este hogar somos católicos” con el fondo de la
imagen patronal del lugar.

Considerando lo anterior podemos deducir, por un lado, que contar feligreses de


pie sigue siendo el método eficaz para la institución. Con este método se sabe
como la religión de la mayoría, aunque arroja la pregunta: ¿quién se negaría a
decirle al vecino que no ha cumplido con un rito de paso, o, más, que no ha tenido
el recurso económico para participar de la religiosidad de la comunidad, o que bien
acepte que hay otro tipo de creyentes en su familia? Estas interrogantes surgen
cuando atendemos a las preguntas que se emplearon para conocer a la feligresía
que se pretende contener en el catolicismo institucional, mientras que, por otro,
vemos la omisión del punto de vista del feligrés, nada cómodo para la institución,
que como hemos mencionado se caracteriza por manifestar un activismo, en pro
de renovar y actualizar los mecanismos de identificación del feligrés.

Todo esto nos lleva a recordar que el mensaje emitido por el líder de la Iglesia, el
Papa Francisco, en Brasil el 2013, y dirigido a la juventud latinoamericana que
exhortaba a: salgan, hagan lío, pasó sin pena ni gloria para este sector católico de
nuestro país. Tan sólo recordamos que el discurso que permeó en ese entonces

3
fue el de no ser indiferentes ante la injusticia que trae consigo la exclusión, el
desplazamiento de seres humanos de su lugar de origen, la destrucción del
planeta, que, para atención de la burocracia institucional, constituía un decálogo a
la crisis del modelo civilizatorio de la humanidad: por tanto, la urgencia de optar
por otro modelo, más humanista.

No nos queda más esperar a ver que se abra la puerta de la institución y se


atienda a las inquietudes –concretas– del feligrés moderno, así como que se dé
seguimiento al uso que del material obtenido a través de las encuestas.

Fuentes de consulta

(2018) Norma Barranco Torres, Luis Jesús Martínez Gómez. Panorama de la


diversidad y el cambio religioso en Puebla. Ponencia presentada en la RIFREM.
(2019) Norma Barranco Torres. El Movimiento de Acción Católica en Puebla.
Ponencia presentada en el XIII Coloquio de Historia y Antropología de las
Religiones.
(2020) María Fernanda Ugarte Espinoza, Norma Barranco Torres. ENJES XXXV
2020 Online Boletón Actualidad Sociopolítica religiosa N. 16

www.renovacion.com.mx

https://www.facebook.com/RCCESMexico

https://www.milenio.com/politica/comunidad/mueren-46- sacerdotes- puebla-


pandemia-covid-19

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