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DESARMAR LA IRA

Esta técnica consiste en cambiar el centro de la conversación del


contenido a algún proceso observado en la otra persona, como una
emoción que está manifestando o una conducta que está expresando,
como el volumen de la voz. Implica que ignoremos el contenido del
mensaje airado y concentremos nuestra atención y conversación en el
hecho de que la otra persona está enfadada. Como parte de la técnica, no
tenemos que responder a los insultos ni a otros temas colaterales, ya que
la interacción podría ir subiendo progresivamente de tono.
Una forma de tratar de conseguir este desarme de la ira, es intentar que la
otra persona se siente y tome un café, un té, un refresco, etc. Mientras
hacemos esto, seguimos hablando sobre la consideración de los temas
planteados, pero evitamos discutir ningún contenido específico hasta que
la otra persona empiece a desinflarse.
Por ejemplo, podríamos decir: “Veo que estás enfadado/a y quisiera
hablar sobre ello. Sentémonos, tomemos un café y hablemos”.
CLASIFICAR PROBLEMAS
Muy diversas son las clases de problemas que a diario se nos presentan o
que nos proponemos por curiosidad o vital necesidad. Unos son prácticos
y se originan en las múltiples urgencias que, como seres vivos o como
personas, tenemos que satisfacer para adaptarnos al complejo y
cambiante mundo de hoy. Otros, son problemas que tienen más relación
con nuestra intelectual curiosidad por comprender el mundo y revelar los
principios que regulan la naturaleza; son éstos
los problemas teóricos, de simple conocimiento,
los cuales atraen nuestra inquietud y curiosidad
sin preocupación pragmática inmediata, pero
que, una vez resueltos nos ayudan a solucionar
los de orden práctico que a diario nos acosan.
Por ejemplo: Los problemas de conflicto que
padecen algunos matrimonios, cuando tienen
distintas diferencias.

ACUERDO ASERTIVO
Esta técnica consiste en lograr un acuerdo entre los participantes de la
conversación. Ambos, sabiendo que puede tratarse de un error o un fallo,
aceptan que no es algo que ocurre frecuentemente.
Ejemplo:
– Cuantas veces lo tengo que repetir.
– Tiene razón al decir que le hemos pedido estos datos en varias
ocasiones, pero entenderá que tengo que comprobar que todo es
correcto.

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