La empata puede definirse como la comprensin del estado
emocional de otra persona y la preocupacin por ella que motiva a ayudar. Esta sensibilidad o preocupacin por el otro determina, en gran parte, la forma de actuar no solo en situaciones puntuales si no tambin en las relaciones cotidianas que mantenemos con los dems.
La falta de empata es una de las caractersticas de ciertos trastornos
de la personalidad. La persona poco emptica vive inmersa en su propia realidad e ignora el mundo de los dems, sus problemas y sus sentimientos. Es decir, esa persona mirar por su bien de manera egosta y poco comprometida con su entorno.
Sin embargo, todo el mundo puede aprender a ser ms emptico
cuando se les somete a una educacin o intervencin adecuada, incluso aquellas personas con niveles generalmente bajos.
Para Goleman la conciencia de uno mismo es la facultad sobre la
que se erige la empata, porque, cuanto ms abiertos nos hallemos a nuestras propias emociones, mayor ser nuestra destreza en la comprensin de los sentimientos de los dems.
Surge entonces la necesidad no solo de educar en empata a los
dems, si no tambin en practicarla por parte de los profesionales, de ponerse en el lugar del otro para entender sus sentimientos y as generar un buen vnculo con los pacientes. Objetivos: Reforzar la empata en los pacientes como tambin en el personal de la institucin. Ofrecer herramientas para poder desarrollar la empata. Aprender a reconocer sentimientos propios para as luego reconocerlos en los otros. Observar y ayudar sin juzgar a los demas.
Conclusin:
El autocontrol y la empata constituyen la base sobre la que se
desarrollan las habilidades interpersonales. Son las aptitudes sociales que garantizan la eficacia en el trato con los dems, y cuya falta conduce a la inaptitud social o el fracaso interpersonal reiterado. Ambas son aptitudes que pueden desarrollarse y aumentarse con voluntad y esfuerzo, entre otras cosas, predicndola con el ejemplo.