La chica que conducía el viejo sedan azul estaba en ultimo año de preparatoria.

Ella vivía en una granja a casi 13

kilometros de la preparatoria y utilizaba el coche para conducir hacia la
preparatoria.

Ella había bajado al pueblo esa noche para ver un juego de basquetball. Ahora
estaba de camino a casa. Mientras se alejaba
de la escuela, notó que una camioneta roja la seguía fuera del estacionamiento.
Unos minutos después, la camioneta
todavía estaba detrás de ella.
"Supongo que vamos en la misma dirección" pensó.
Comenzó a mirar la camioneta en su espejo. Cuando ella cambió su velocidad, el
conductor del camión cambió su velocidad. Cuando ella pasaba a un coche, él
también.
Luego, el conductor de la camioneta encendió las luces altas e inundó su coche de
luz.
Las dejó puestas durante casi un minuto. "Probablemente quiere pasarme", pensó.
Pero ella se estaba poniendo intranquila.
Por lo general, conducía a casa por una carretera secundaria. No mucha gente
transitaba ese camino. Pero cuando tomó esa carretera, también lo hizo la
camioneta.

"Tengo que alejarme de él" pensó, y empezó a conducir más rápido. Luego él volvió a
encender las luces altas. Después de un minuto, las apagó. Luego las volvió a
encender y
despues a apagar.

Condujo aún más rápido, pero el conductor de la camioneta se quedó justo detrás de
ella. Luego volvió a encender las luces altas.
Una vez más, su coche se iluminó por completo.

"¿Qué está haciendo?", ella se preguntó. "¿Qué es lo que quiere?". Luego, las luces
se volvieron a apagar. Pero un minuto después las volvió, y las dejó puestas.

Por fin se detuvo en su camino de entrada y la camioneta se detuvo justo detrás de

ella. Ella saltó del coche y corrió hacia la casa. "¡Llama a la policía!" le gritó
a su padre.

En el camino de entrada pudo ver al conductor del camión. Tenía una pistola en la
mano. Cuando llegó la policía, comenzaron a arrestarlo, pero él señaló el auto de
la chica.
"No me quieren a mí", dijo. "Lo quieren a el".
Agachado detrás del asiento del conductor había un hombre con un cuchillo.
Como lo explicó el conductor de la camioneta, el hombre se deslizó dentro del auto
de la chica justo antes de que ella saliera de la escuela. El vió lo que sucedía,
pero no había forma de
que pudiera detenerlo.
Pensó en llamar a la policía, pero tenía miedo de dejarla sola. Así que siguió al
coche.
Cada vez que el hombre en el asiento trasero se acercaba para agredirla, el
conductor de la camioneta encendía sus luces altas. El hombre entonces se agachaba,
temiendo
que alguien pudiera verlo.