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3.- S.

del Tribunal de Gran Instancia del Sena de 12 enero y del Tribunal de


Casación de 3 mayo 1973

(Caso Stroganoff - Scherbatoff c. Bensimon).

Antecedentes: Sergio Stroganoff, de nacionalidad rusa, se casó en Francia, donde


tenía su domicilio, el 25 marzo 1918 con Rosa Angelina Lavieuze, de nacionalidad
francesa, a la que por acta de 8 enero 1919 donó, para el caso de supervivencia de
ésta, toda su propiedad que en el día de su fallecimiento «formara parte de su
sucesión sin ninguna excepción ni reserva y en cualquier lugar que esté situada,
salvo las restricciones resultantes de la ley rusa en vigor en el momento del
fallecimiento del donante, respecto a los bienes sometidos a esta legislación».
Sergio Stroganoff murió en Francia el I mayo 1923, sobreviviéndole su esposa y
dejando dos hermanas, una de las cuales, Olga, tenía un hijo llamado Georges
Stroganoff-Scherbatoff. Su tío Sergio Stroganoff había heredado en Rusia un
mayorazgo constituido y completado por dos ukases zaristas de 11 agosto 1817 y
3 abril 1847 que comprendía diversos bienes, muebles e inmuebles, situados en
Rusia y declarados “intangibles” e «indivisibles» que debía pasar por orden de
primogenitura de heredero masculino a heredero masculino o en su defecto a un
heredero de sexo femenino. Tal mayorazgo y los bienes que lo componían fueron
nacionalizados y derogados los ukases que los constituían por un Decreto del
Gobierno soviético de 13 septiembre 1918. El 12 y 13 de mayo de 193 1 tales bienes
fueron vendidos en subasta en Berlín y adquiridos por los hermanos Gastón y
Maurice Bensimon por cuenta de la sociedad por ellos creada para la explotación
de su comercio de antigüedades. Georges Stroganoff-Scherbatoff pretendía ser el
único heredero del mayorazgo del que era titular su tío Sergio, reclamando por
diligencia de 6 mayo 1961 a la sociedad Bensimon y a los hermanos Bensimon la
restitución de los objetos de arte de los que habían sido adjudicatarios.

A este asunto corresponden las sentencias del Tribunal de Gran Instancia del Sena
de 12 enero 1966, del Tribunal de apelación de París de 8 julio 1970 y del Tribunal
de casación de 3 mayo 1973, rechazándose en todas ellas las pretensiones de
Georges Stroganoff-Scherbatoff.

a) Sentencia del Tribunal de Gran Instancia del Sena (Sala 1.0 de 12 enero
1966.

«CONSIDERANDO que, según las reglas del Derecho internacional privado


francés, las cuestiones de bienes inmuebles se rigen por la ley de la situación de
cada inmueble y las sucesiones de bienes muebles por la ley del domicilio del
difunto. Que hay que recurrir a la ley francesa para determinar si los objetos son
inmuebles o muebles y deducir la ley que regula la sucesión; que no es posible
calificar los bienes sucesorios de acuerdo con la ley de su situación so pena de
dar competencia a esta ley, cuando en realidad se trata precisamente de señalar
cuál es la competente,

CONSIDERANDO que, además. la calificación lege fori no prohíbe tomar en


consideración el estatuto y el carácter particular dado a los objetos situados en
territorio extranjero, con el fin de determinar si, teniendo en cuenta tales
particularidades, entran en la categoría de los muebles o de los inmuebles, tal como
la ley francesa los define.

CONSIDERANDO que, finalmente, la falta de reconocimiento de un Gobierno


extranjero no puede entrañar el desconocimiento, por parte de los tribunales
franceses, de las leyes de derecho privado, dictadas por tal Gobierno con
anterioridad a su reconocimiento para el territorio sobre el que ejercía
indiscutiblemente su soberanía.

CONSIDERANDO que se desprende de los principios mencionados que


efectivamente los objetos litigiosos deben ser considerados como muebles y que la
sucesión ha sido regida tanto en 1923 (fecha de la defunción de su tío Serge)
como en 1944 (fecha de la defunción de su madre, Olga) por la Ley francesa, ya
que tanto Serge Stroganoff como después Olga Stroganoff- Scherbanoff estaban
domiciliados en Francia en la fecha de su defunción. Que, además, la derogación
de los ukases de 18 17 y 1847 ha hecho desaparecer el estatuto particular
concedido por el emperador de Rusia a los objetos comprendidos en el mayorazgo
Stroganoff y que aun suponiendo que los objetos de arte en litigio hubiesen podido
ser considerados, antes de la mencionada derogación, como bienes inmuebles por
razón del destino, por su afectación particular, el caso es que han perdido tal
carácter después de la derogación. Que, a mayor abundamiento, la afectación de
los objetos de arte, que adornaban el palacio Stroganoff, a un mayorazgo
perpetuo «en el interés del país» en virtud de los mencionados ukases, en los
términos de éstos y por el motivo de que los Stroganoff aseguraban una «importante
parte del aprovisionamiento» de sal del Imperio ruso, no podrían hacer asimilar
tales objetos, en contra de la pretensión del demandante, a los contemplados por
el primer párrafo del art. 524 del Código civil francés, como objetos colocados por
el propietario de un inmueble para su servicio y explotación; que estos objetos no
pueden ser ya asimilados a los inmuebles por destino contemplados por el último
párrafo del mismo artículo.

CONSIDERANDO que, según la Ley francesa, que era la normalmente aplicable


en 1923 para la sucesión relativa a tales fines, Olga podía y debía heredar
normalmente por parte de su hermano si no hubiera habido disposición
testamentaria alguna de su hermano. Pero dado que precisamente la donación
hecha por Serge Stroganoff a su mujer, privaba a sus parientes y, en particular. a
su hermana, de todo derecho sucesorio y que interesa bien poco al respecto que
haya precisado en su testamento «las restricciones resultantes de la Ley rusa en
vigor en el momento del fallecimiento del donante en relación con los bienes
sometidos a tal legislación».

CONSIDERANDO que Serge Stroganoff no ha excluido por tal motivo de su


donación los bienes situados en el territorio soviético, sino que simplemente ha
pretendido someterse a las disposiciones en vigor en tal territorio en el momento
de su fallecimiento, sin hacer alusión alguna al mantenimiento de las leyes zaristas
y, aparentemente, aceptando las leyes que se dictasen en el país que había
abandonado; que así, al haber suprimido las leyes soviéticas todo derecho
sucesorio en favor de los parientes colaterales, Olga Stroganoff-Scherbatoff no
podía pretender parte alguna de la herencia de su hermano sobre la base del
testamento de éste. De esta forma, el demandante., no puede tener al respecto
más derecho que su madre y los demandados tienen razón en sostener la
falta de justificación de la calidad de heredero» (R critique, 1967, págs. 120
y sigs.).

b) S. del Tribunal de Cassation (Ire. Ch. civ.) de 3 mayo 1973

«Pero CONSIDERANDO que, tanto por motivos propios como por motivos
adoptados, el Tribunal de apelación dice, en buen derecho, que la falta de
reconocimiento de un gobierno extranjero no permite al juez francés desconocer
las leyes de derecho privado dictadas por este gobierno antes de su
reconocimiento, para el territorio sobre el que ejerce efectivamente su autoridad;
que es por una exacta aplicación de este principio que los jueces del fondo, después
de haber subrayado que el Gobierno soviético ejercía su autoridad sobre el territorio
ruso, en la fecha del fallecimiento de Serge Stroganoff, deciden que los ukases de
1817 y 1847 constituyendo un mayorazgo, han sido derogado en 1918 y que tal
abrogación, cuyos efectos no son contrarios al orden público hecho
desaparecer el estatuto particular dado por estos bienes constitutivo del mayorazgo
y restituido a los objetos reivindicados el carácter de muebles alienables de según
el derecho común , de suerte que al tener Serge Stroganoff su domicilio en Francia,
la delación, sucesoria de estos objetos se regirá por las reglas del derecho francés;
que además, por una interpretación del acta de donación de 8 enero 1919,
necesaria por la antigüedad de este acta y, por tanto, exclusiva de la privación de
derecho alegado, estimado que Stroganoff habla querido reservar a su viuda todos
los derechos sobre bienes situados en Rusia de los que pudiera disponer en el día
de su fallecimiento, según el estado de la legislación rusa efectivamente en vigor
en esta fecha, el Tribunal de Apelación ha entendido acertadamente que la
Institución contractual hecha por Serge Stroganoff sobre la universalidad de sus
bienes en beneficio de su esposa, había tenido por efecto, en el estado de esta
legislación en 1923, privar a Olga Stroganoff-Scherbatoff, su hermana, y a Georges,
hijo de ésta, a falta de testamento en su favor, de toda vocación sucesoria. Y
considerando que la acción de reivindicación de Georges Stroganoff-Scherbatoff se
encuentra así desestimada en razón precisamente de su falta de cualidad de
heredero, el Tribunal de Apelación, cuya decisión es por este sólo motivo
justificada, no tenía por qué explicar en sus conclusiones las razones por ,1as que
rechazaba su acción»

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