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La Promesa de Papá

Claudia, es una niña de ocho años y no tiene hermanos, vive muy feliz con sus
padres en una hermosa casa. El anhelo de Claudia siempre ha sido que el
personaje auténtico de Barney anime su fiesta de cumpleaños, y este año su
padre le ha prometido traerlo, está sumamente feliz.

Unas semanas antes de su cumpleaños, su padre debía salir de viaje, antes de


irse se despidió de Claudia, quien le preguntó: “¿Papi vas a regresar para mi
fiesta de cumpleaños? Él contestó “ Si, aquí estaré”. La niña lo abrazó y le dio
un beso.

Claudia cada día preguntaba a su madre cuántos días faltaban para su


cumpleaños y si su padre iba a regresar para la fiesta, su madre le contestaba
que su padre la amaba mucho y lo que más deseaba era estar con ella ese
día. Cada vez que hablaba con su padre le preguntaba: “ ¿Papi vas a estar en
mi fiesta de cumpleaños y vas a traer a Barney?” Él le contestaba que sí.

Finalmente llegó el día de su cumpleaños; su madre fue a despertarla y lo


primero que preguntó fue: ¿Regresó papá? Su madre muy apenada contestó
que no; la niña inmediatamente se puso a llorar y dijo: “ Yo sabía que no iba a
venir, él no me quiere, no cumplió su promesa y nunca me traerá a Barney,
me mintió”, su madre le dijo que su padre la amaba y cumplirá su promesa,
trató de animarla con los preparativos de su fiesta pero Claudia dijo que no
quería nada. Su madre la abrazó y se quedó con ella.

Mientras tanto en la casa seguían con los preparativos, al acercarse la hora


de la fiesta, la madre de Claudia trató de convencerla para que baje a la
fiesta, luego de mucho tiempo lo consiguió pero estaba muy enojada y triste,
sus amigos le preguntaban qué le sucedía pero casi no hablaba y se alejaba;
cuando casi todos su amigos habían llegado la madre de Claudia dijo: “ Bueno
ahora vamos al patio para iniciar la fiesta” todos los niños salieron corriendo
excepto Claudia, pero al escuchar los gritos de alegría y entusiasmo de sus
amigos sintió gran curiosidad, su sorpresa y alegría fue tan grande al ver que
quien estaba animando su fiesta era el auténtico Barney acompañado de
cuatro personajes de Disney y junto a ellos estaba su Padre. La niña corrió
hacia él quien la abrazó y le dijo: “Hija ya estoy aquí, solamente fui a traer a
Barney”.
Algunas veces en nuestra vida cristiana actuamos como Claudia, queremos
que Dios cumpla inmediatamente sus promesas y cuando aparentemente no
vemos su respuesta nos enojamos, resentimos, nos alejamos y hasta
dudamos de él.

No quiero decirte que el desear ver su promesa cumplida esta mal, lo que
quiero es que analices la manera en que la estás esperando, tal vez lo estas
haciendo como Claudia, te sientes triste, defraudado, muy enojado y hasta
abandonado, ya que le has clamado muchas veces y no ves una respuesta,
inclusive lo sientes lejano, pero ¿sabes? ; él está trabajando para conceder el
anhelo de tu corazón, si éste es parte de Sus propósitos para tu vida.

Hoy te animo a recobrar la confianza en Jesús y en Su sabiduría, ve hacia él,


no temas pues él conoce tus sentimientos y está consciente de tu
humanidad, depón esa actitud; si levantas tu mirada verás que te está
esperando para abrazarte, entregarte la petición de tu corazón y aún más,
porque te ama y quiere verte feliz, solamente tienes que creerle y esperar el
tiempo exacto, no dudes pues él cumple sus promesas.

“Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de
nosotros, para la gloria de Dios”. 2 Corintios 1:20.

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