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Resumen Abstract
En este artículo se presentan los resultados de la This article presents the results of the research
investigación Prevalencia de los trastornos Prevalence of musculoskeletal disorders in the
musculo-esqueléticos en población trabajadora workers population of maquila published in 2018
de la maquila publicada en 2018 por el by the Movement of Women Workers and The
Movimiento de Mujeres Trabajadoras y Unemployed "María Elena Cuadra" of
Desempleadas “María Elena Cuadra” de Nicaragua. The study took a sample of 1016
Nicaragua. El estudio, que contó con una muestra workers from the maquiladoras of the
de 1016 obreras de las empresas maquiladoras del textile/clothing sector under the regime of free
ramo textil/vestuario bajo el régimen de zonas zones of the municipalities of Managua, Tipitapa
francas de los municipios de Managua, Tipitapa and Ciudad Sandino, explores the existence of
y Ciudad Sandino, explora la existencia diseases, Symptoms and musculoskeletal
enfermedades, síntomas y trastornos musculo- disorders in workers, within the framework of the
esqueléticos en las obreras, en el marco los risk factors that produce the intensity and
factores de riesgo que producen la intensidad y lo extensiveness of their work, among others.
extensivo de sus labores, entre otros.
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Introducción1
H
oy en día, Nicaragua se caracteriza por la falta de empleo. Sobresale el subempleo,
la precariedad, trabajos mal remunerados, la migración de la población en edad de
trabajar debido a esta situación, entre otros problemas nacionales. Esta realidad
tiene sus inicios en 1990 con el cambio de gobierno. Desde entonces, se ha venido
experimentando una cruda y violenta realidad: la implementación de un sistema de libre
mercado. Las políticas neoliberales ejecutadas a partir de ese año han venido agudizando las
condiciones de pobreza, la violencia de género y la marginación de las mujeres trabajadoras
de las maquilas de zona franca, las que se expresan en las bases de la cultura misógina y
machista verificables en el sistema económico y político.
Las mujeres que laboran en las maquilas la zona franca han visto desde el 2013 el
congelamiento de su salario a un porcentaje congelado por diez años, lo cual fue decidido
por los sindicatos, los empresarios y el visto bueno del gobierno, lo que impacta en una
calidad de vida deficiente y sin esperanzas de mejoras. A esta situación económica de las
mujeres, se suma la permanente devaluación del córdoba ante la dolarización de la economía,
el incremento de los precios de los servicios y la canasta básica, la que se vuelve inalcanzable
cada vez más para estas trabajadoras.
Esta situación impide a estas mujeres poder cubrir con mucha dificultad las necesidades
básicas de su familia y las propias. Las mujeres que trabajan como operarias en las maquilas
experimentan su propio “imperio de la pobreza”, donde viven situaciones constantes de
desigualdad, el acoso laboral y sexual, temor, infelicidad, marginación, el cautiverio de sus
cuerpos explotados dramáticamente mediante jornadas extenuantes y metas de producción
desproporcionadas, además del peso de la violencia verbal y el chantaje de empleadores y
supervisores.
En el campo de la salud, las obreras de las zonas francas experimentan una serie de males
derivados de las condiciones en las que desarrollan su trabajo; cabe destacar que el trabajo
en las maquilas se ejerce en cadena y es repetitivo; se caracteriza por ritmos de trabajo que
están determinados por plazos y metas a cumplir en tiempos predefinidos; por cortos o
inexistentes periodos e intervalos de descansos durante la jornada; por condiciones
ergonómicas inadecuadas; las mujeres ejecutan, durante tiempos prolongados, posturas de
trabajo que aumentan el riesgo de padecer enfermedades o trastornos musculoesqueléticos,
tales como: trabajo de pie o asumiendo posiciones de cuello y espalda en grados y ángulos
inadecuados que potencializan los riesgos antes señalados.
1Los resultados de investigación vertidos en este artículo se presentan con la autorización de la asociación Movimiento de
Mujeres Trabajadoras y Desempleadas “María Elena Cuadra”, organización constituida en 1994, con una trayectoria
destacada en la defensa de los derechos humanos laborales y de género de las obreras del sector maquila de zona franca en
Nicaragua. Para más información sobre el Movimiento María Elena Cuadra: https://www.mec.org.ni/
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Por otro lado, su actividad laboral se extiende más allá de las ocho horas de trabajo ordinario,
estimuladas por el incentivo económico de las horas extras –muchas superan el límite legal
de este tipo de horas permitidas por la ley- ante la precariedad de los salarios percibidos.
Desde hace varios años, las obreras de las maquilas han venido denunciando en el
Movimiento de Mujeres Trabajadoras y Desempleadas “María Elena Cuadra” (en adelante
“el Movimiento”, “el MEC” o “el María Elena Cuadra”), cómo el trabajo intensivo y
deshumanizado que realizan en las fábricas textiles y de vestuario deteriora severamente su
salud. Ante el clamor de las obreras y los numerosos casos presentados por ellas, el
Movimiento ha adoptado una serie de medidas, entre ellas la creación de un área
especializada para acompañar jurídicamente la tramitación y presentación de demandas y
otros reclamos legales vinculados con incapacidades derivadas de enfermedades accidentes
de trabajo ante las instancias competentes.
Por otro lado, dentro de las medidas adoptadas, con la finalidad de contar con evidencias
científicas que permitan determinar la relación entre trabajo intensivo y repetitivo de
confección que realizan las obreras y la prevalencia de enfermedades, síntomas y trastornos
musculo-esqueléticas en esta población, el Movimiento María Elena Cuadra decidió elaborar
una investigación, cuyos resultados se presentan a lo largo de este artículo. Para la
elaboración del estudio el Movimiento convocó a un equipo interdisciplinario de expertos
compuesto por una médica del trabajo, un sociólogo e investigador social y un abogado
especializado en derechos humanos. Además, el equipo fue acompañado por dos abogados
laboralistas y un ingeniero ergónomo en carácter de asistentes de investigación. 2 Los trabajos
de elaboración del estudio duraron siete meses, entre agosto de 2017 y marzo de 2018.
Este artículo está estructurado en cuatro partes: (1) un marco teórico breve en el que se anota
en qué contexto se circunscribe el tipo de labores realizadas por las obreras desde la
perspectiva de género; (2) materiales y métodos, sección en la que se describe la muestra, el
tipo de investigación y las herramientas utilizadas; (3) la discusión de los resultados, en la
que se presentan, por un lado, la caracterización socio-demográfica de la población y los
hallazgos de las diferentes esferas exploradas en el diagnóstico y (4) se anotan conclusiones
generales del trabajo.
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resultado en una franca mejoría de las condiciones laborales de las masas trabajadoras en el
mundo; por el contrario, luego de la crisis económica de 2009, el mundo es testigo de
importantes retrocesos de las condiciones laborales respaldadas por los gobiernos como
consecuencia de un nuevo brote de acumulación de las riquezas por parte de los países más
ricos del Norte Global (Europa/Norteamérica).
Esta división internacional del trabajo, para garantizar el récord de ganancias para las marcas
con sede en el Norte global, no sólo requiere de mano de obra barata sino de un sistema dutty
free, es decir, libre de cualquier arancel, a cambio de la creación masiva de puestos
precarizados de trabajo en las maquilas (FIDH, 2010, p.7; Bonilla, 2012, p. 9).
Sin embargo, el otro lado no declarado de estos regímenes de zona franca dutty free es que
también implican la puesta en práctica de lógicas de trabajo que entran en grave crisis con
muchos derechos de las personas que en ellas laboran, incluso, afectando otros derechos que
no son parte del marco general de las relaciones laborales. El costo de la creación de miles
de puestos de trabajo, también, esconde que la maquila precisa de la deshumanización de las
personas obreras en cada uno de los aspectos de este tipo de labores: desde las condiciones
físicas del trabajo, pasando por el trato digno, el derecho a la vida libre de acoso y violencia
en el trabajo y sobre todo, la excesiva fuerza, tiempo y metas de producción que se requiere
de cada obrera y obrero, cada uno de estos aspectos, totalmente desproporcionados con
relación a la remuneración a percibir, el máximo posible de esfuerzo que un cuerpo puede
soportar y el tipo de trato que de los empleadores se debe recibir (Hurtado, Rodríguez y
Martínez, 2010).
Otro aspecto oculto de estos sistemas de creación masiva de puestos de trabajo es que, al ser
estos tipos de labores la única opción para poder obtener ingresos para miles de personas nos
dice quiénes y qué sectores de la población están insertos bajo estas lógicas de producción.
“Lo hago por necesidad”, “porque tengo que darle de comer a mis hijos”, fueron expresiones
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Las obreras de la maquila, como se dijo, no tienen mayores opciones de trabajo debido
a que, como lo expresa De la O (2006) “[…] los trabajos de la maquila son los únicos
disponibles para las economías deprimidas” (p. 412). Si bien, hombres y mujeres de los
sectores más empobrecidos acceden por igual a estas oportunidades de empleo, no lo hacen
en igualdad de condiciones, pues este tipo de labores, casi obligatorios e inevitables para los
estratos sociales más empobrecidos, además de contar con poca vigilancia por parte del
Estado, potencian una mayor vulnerabilidad para las mujeres en cuanto a sus derechos.
Por otro lado, la prevalencia de los patrones de violencia y acoso sexual, también se
reproducen con fuerza en la maquila; sin embargo, de acuerdo con el Informe Situación sobre
Derechos Humanos Laborales de las trabajadoras de las maquilas centroamericanas (2016)
las situaciones relacionadas con este tipo de violencia son muy poco denunciadas por temor
a la estigmatización.
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Lo anterior permite valorar que ciertas labores que se consideran del hogar como las de
confeccionar, es decir, atribuibles a las mujeres, también impregnan los centros de trabajo,
considerados como espacios públicos donde la mujer no debería estar presente. Fundapem
(2008), acerca de la descripción de las tareas que se consideran de la mujer, dice:
Como consecuencia directamente relacionada con esta división de las labores en la maquila
entre las femeninas y las masculinas, hasta las consecuencias en la salud laboral de unos y
otras, son distintas. Mientras los hombres sufren más accidentes de carácter laboral, las
mujeres son víctimas de enfermedades profesionales (Seifert, 1999), es decir, en este caso,
del ejercicio repetitivo y monótono de las operaciones para la elaboración de las prendas.
Entre otros tantos aspectos vinculados a la división sexual del trabajo, es necesario resaltar
la exclusión de las mujeres obreras de los espacios de representación sindical en las empresas.
El Informe Situación sobre Derechos Humanos Laborales de las trabajadoras de las
maquilas centroamericanas (2016) destaca que en general, es muy complejo poder organizar
sindicatos en las maquilas de Centroamérica (p. 67). Si a esta dificultad denunciada se añade
la no representación de la mujer en los sindicatos, se puede concluir que inclusive en los
aspectos sindicales de este sistema están atravesados por la división sexual del trabajo, pues,
al no haber muchas mujeres representadas, el mensaje claro es que no es un lugar socialmente
permitido para ellas.
Por lo tanto, esta subrepresentación de la mujer en los espacios sindicales puede estar muy
relacionada con la eficacia y la voluntad política de los sindicalistas varones en asumir,
defender y difundir las demandas que afectan a las mujeres en las maquilas, entre estas
demandas, las relacionadas con la salud. De la O (2006) dice que existen investigaciones (por
ejemplo, Sánchez, 1995 y 2000; Fleck, 2001; Covarrubias, et. al. 2004; Juárez, 2005) que
documentan la existencia, en maquilas, de “[…] sindicatos masculinizados con bases de
apoyo ampliamente femeninas y sobre las políticas informales de exclusión de éstas en
determinados cargos y actividades” (p. 419).
Materiales y métodos
Metodología de la investigación diagnóstica
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Las mujeres trabajadoras fueron las principales informantes, con quienes se buscó
documentar y describir la prevalencia de trastornos musculoesqueléticos en sus cuerpos y su
incidencia en el desempeño laboral desde una perspectiva de género como una estrategia que
facilitó tener una mejor comprensión de los problemas de salud de las mujeres que laboran
en esas empresas. Los datos y testimonios dan pistas sobre las situaciones que favorecen los
trastornos musculoesqueléticos en los cuerpos de las obreras para tener una mayor
comprensión no solo de los trastornos musculo-esqueléticos (TME), buscamos respuestas
para los problemas de salud que experimentan las mujeres en las condiciones laborales que
viven en dichas empresas.
Para la recolección de datos, fue definida una muestra intencionada. 3 Este tipo de muestreo
no estuvo dirigido principalmente a buscar las causas – efectos que generan los TMR, por el
contrario, se buscó la prevalencia de los TME en las mujeres trabajadoras que presentan
manifestaciones de la enfermedad. No obstante, el cuestionario permitió al equipo de
investigación, establecer una relación causal que existe entre las condiciones de trabajo en
las maquilas y los trastornos que presentan las encuestadas. La prevalencia se constituye en
un referente para descubrir la existencia de condiciones que hacen emerger los TME entre
las trabajadoras de la zona franca. Se aplicó un cuestionario a 1016 trabajadoras ubicadas en
el ámbito geográfico ya señalado y que se localizan en el departamento de Managua.
Del instrumento
El diseño del instrumento fue una combinación de preguntas abiertas y cerradas para
obtener respuestas múltiples sobre la prevalencia de los trastornos musculoesqueléticos, el
cual fue organizado de la siguiente manera:
a. Sección Datos Personales y Sección Datos Laborales. Con estas secciones se buscó
hacer la caracterización de las personas a las que se le aplicó el cuestionario.
b. Para la sección Condiciones generales del trabajo, se trabajó con preguntas
orientadas mediante lista de verificación, para la identificación de peligros de Carga
Muscular Localizada (CML), establecido en la Resolución Ministerial de Higiene y
Seguridad del Trabajo Relativo a la Evaluación de los Factores de Riesgos Músculo
Esqueléticos del Ministerio del Trabajo. Esta tiene el propósito de identificar
factores que aumentan la CML como: horas y densidad de trabajo; tipo de trabajo;
posturas y movimientos; características del espacio de trabajo, objetos utilizados e
instalaciones.
3El muestreo por conveniencia es una técnica comúnmente usada para la realización de estudios. Consiste en seleccionar
una muestra de la población por el hecho de ser accesible, porque son de fáciles de contactar. La selección de las personas
de la muestra no se hace bajo criterios estadísticos, por lo que no se determina un nivel de confiabilidad y margen de error
estadístico. Tampoco se puede hacer afirmaciones generales desde los resultados obtenidos. Para garantizar la confiabilidad
de los datos y de la información, es importante haber definidos criterios para la identificación y selección de informantes de
la investigación diagnóstica, los cuales fueron previamente definidos en los TdR para ese estudio diagnóstico.
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El instrumento fue elaborado por el equipo consultor, luego fue sometido a su validación con
las y los encuestadores, lo que permitió identificar las mejoras a realizarse. Posteriormente,
se hizo la prueba piloto del instrumento, lo que posibilitó después hacer las adaptaciones
necesarias a las preguntas. Después el instrumento ya mejorado fue aplicado a las
trabajadoras en las empresas de la zona franca. Los datos fueron procesados en SPSS y se
generaron tablas en Excel con un total de 458 variables. Los datos, para efectos del análisis,
fueron expresados en tablas y gráficos.
La recolección de los datos se realizó de manera directa, persona a persona, a viva voz de las
mujeres. El instrumento se llevó impreso y se aplicó uno por cada mujer. El llenado del
instrumento se realizó al azar, una vez que las obreras salían de su jornada de trabajo para
irse a sus casas.
Objetivos de la investigación
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Los principales TME son los dolores y las lesiones de espalda y los trastornos laborales de
las extremidades superiores, conocidos como “lesiones por movimientos repetitivos”. La
mayoría de los TME relacionados con el trabajo se desarrollan a lo largo del tiempo. No
existe una causa única para los TME, sino que son varios los factores que trabajan
conjuntamente. Entre las causas físicas y los factores de riesgos organizativos se incluyen:
Existes datos crecientes que vinculan los trastornos musculoesqueléticos con factores de
riesgo psicosocial (en especial combinados con riesgos físicos), entre los que se incluyen:
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), los TME, son los trastornos del aparato
locomotor, afectando diferentes regiones del cuerpo, como por ejemplo las dolencias de la
región inferior de la espalda en personas que levantan y manipulan pesos o porque están
sometidas a vibraciones. Las dolencias en las extremidades superiores en los dedos, manos,
muñecas, brazos, codos, hombros o nuca, debido a actividades repetitivas o duraderas. El
dolor puede ser leve o intenso lo que puede ser interpretado como la consecuencia de una
sobrecarga aguda reversible o puede indicar el comienzo de una grave enfermedad.
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Las empresas bajo estudio están organizadas bajo el régimen legal de zonas francas,
un sistema extraordinario de carácter fiscal, donde los gobiernos conceden la liberación de
cualquier tipo de impuestos a empresarios que se instalan en el país a cambio de generar
miles de empleos en condiciones laborales precarias. Tanto las materias primas como los
productos finales elaborados, así como los bienes de capital están liberados del pago de
impuestos.
Este tipo de empresas consideradas enclaves aduaneros, se instalaron en 1993 -ya con
antecedente a finales de la dictadura somocista- atraídas por un discurso gubernamental que
ofrecía a la fuerza laboral joven en edad de trabajar como “mano de obra barata”. Las
empresas de zona franca, las maquilas o simplemente zonas francas como se les conoce, se
han caracterizado por la explotación de miles de mujeres y hombres en sus empresas, en
relaciones laborales donde las metas de producción son considerablemente exageradas y las
pagas salariales irrisorias. De hecho, Nicaragua es ofrecida por las instancias
gubernamentales como el país con los costos más bajos de la región centroamericana para
invertir en este tipo de empresas, lo que da cuenta del papel central asumido por el Estado en
este sistema.
Tradicionalmente, el control estatal, sobre todo a través el Ministerio del Trabajo, ha sido
duramente criticado, pues ha existido una práctica reiterada de tolerancia hacia las diversas
violaciones de derechos humanos y laborales cometidas por los empleadores de la maquila,
con casi o ningún tipo de supervisión por parte de las autoridades públicas. Así, una vez que
las obreras ingresan cada día a las empresas de las maquilas prácticamente se encuentran en
un campo de concentración donde están bajo la autoridad absoluta de empleadores y
supervisores.
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económicamente de la trabajadora, los datos señalan que el 7.9% de las trabajadoras no tienen
dependientes a su cargo, por su parte el 73.9%, expresaron que mantienen económicamente
entre 1 a 3 personas, el 13.6% de las mujeres expresaron que de ellas dependen de 4 a 6
personas, el 0.6% de las mujeres manifestaron tener como dependientes de 7 a 9 personas.
Solamente el 0.2% de las mujeres indicaron que de ella dependen 10 personas. El 3.8% de
las mujeres no brindó ningún tipo de información. Las mujeres que manifestaron que de ella
dependen de 1 a 3 personas, estos dependientes, son sus hijos e hijas menores de edad, otras
formas de dependientes son hijos e hijas adolescentes y los otros tipos de dependientes son
hermanos, hermanas y sus propios padres (padre y madre)
450
350
250
150
50
-50
Sin Primaria Primaria Secundaria Secundaria Técnico
Universidad
escolaridad incompleta completa incompleta completa Medio
Frecuencia 11 71 106 323 391 17 97
Porcentaje 1.1 7.0 10.4 31.8 38.5 1.7 9.5
Gráfico No. 4. Nivel de escolaridad de las trabajadoras. Fuente: Base de datos / Encuestas.
El nivel de escolaridad que mayor predomina entre las mujeres trabajadoras de la zona franca
es la secundaria completa, con un 38.5%, seguido de aquellas mujeres que no concluyeron
su educación secundaria, con un 31.8%. Llama la atención que el 1.7% de mujeres tienen
educación en el nivel técnico medio y el 9.5% en educación universitaria. El 10.4% tiene su
educación primaria completa, pero el 7.0% no concluyó su educación primaria, y el 1.1% no
tiene ningún grado de escolaridad.
Cuando relacionamos el nivel de escolaridad con el tipo de cargo que desempeñan, tenemos
que el 72.5% del total de estas mujeres se desempeñan como operarias, el 17.7% realizan
control de calidad, el 1.0% se desempeñan como empacadoras, el 0.5% en el área de
planchado, el 0.2% se desempeña en el área de corte, el 1.3% labora en el área administrativa,
el 0.2% en mantenimiento, el 5.2% labora en el área de comedor, el 0.2% en el área de
bodega, y el 1.3% no indicó el tipo de ocupación o cargo actual que desempeña en la zona
franca.
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A partir de los datos, encontramos dos realidades sobre la situación de la vivienda que
experimentan las mujeres que laboran en la zona franca. En primer lugar, el 50.2% de las
mujeres indican que la vivienda donde habitan es propia, mientras que el 49.7% de las
mujeres no poseen vivienda propia porque: alquilan, pertenece a sus padres, se las han
facilitado familiares, amigos o simplemente les han dado un lugar donde vivir. Esta situación
evidencia que este porcentaje de mujeres se encuentra en condición de vulnerabilidad e
inseguridad habitacional.4
Un total de 23.2% de las mujeres expresaron que en la casa donde habitan, viven de 1 a 3
personas, 50.0% indicaron que en su casa viven de 4 a 6 personas, 14.8% de las mujeres
manifestaron que en su casa habitan de 7 a 9 personas, el 9.0% de las mujeres expresaron que
4 De acuerdo con los datos de Hábitat para la Humanidad Nicaragua, señala que:
El problema de la vivienda en Nicaragua se centra en la falta de acceso a tierra urbanizada para la mayoría de la
población nicaragüense. La oferta formal de lotes urbanizados es poca y el suelo adecuado para el poblamiento tiene
un costo elevado.
Nicaragua tiene un déficit alto de vivienda, mayor en los sectores de bajos ingresos. La propia población mediante
autogestión, sin asistencia técnica ni financiera produce barrios y viviendas.
Según la Encuesta de Medición del nivel de Vida realizada por el INIDE en el 2014, 3 de cada 10 familias
nicaragüenses, viven en condiciones inadecuadas: hacinamiento, mala calidad de la vivienda y servicios insuficientes.
Según la Cámara de Urbanizadores de Nicaragua, en Nicaragua se necesitan unas 957,000 viviendas para suplir dicho
déficit.
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en su casa habitan con 10 personas o más, y el 2.9% de las mujeres no dieron ningún tipo de
información a esta pregunta.
Finalmente, el 75.4% mujeres expresaron que el número de personas que laboran y viven con
ella en la misma vivienda es de 1 a 3 personas, el 16.1% indicó que son de 4 a 6 personas. Al
agrupar estos datos, el 91.5% mujeres expresaron que con ellas viven en la misma casa un
entre 1 a 6 personas trabajando.
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Inicialmente se debe tener en cuenta cuatro aspectos claves para poder dimensionar los
efectos de las tareas de confección que realizan las obreras en su salud osteomuscular:1) las
actividades/tareas, 2) las máquinas que utilizan, 3) la antigüedad en los cargos, y 4) la carga
de jornada laboral diaria. En cuanto al primer aspecto, es necesario tener en cuenta que, si
bien casi todas las obreras están vinculadas al proceso de producción de las prendas, el 69.1%
(701 obreras) respondió que operan alguna máquina. Esto quiere decir, se dijo en otro
momento de este artículo, que en las maquilas las mujeres están concentradas en las labores
directas de confección.
Sin embargo, el resto del porcentaje no implica necesariamente que no estén vinculadas al
proceso de confección por no utilizar una máquina de coser para realizar sus labores: las
demás están involucradas en tareas de control de calidad de la ropa que, como veremos,
también implican grandes esfuerzos físicos durante cada jornada, además de metas excesivas
de producción a velocidades altamente desgastantes.
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las obreras se les preguntó sobre la jornada laboral sin incluir las horas extras y el 2.2% indicó
que laboran menos de 8 horas diarias, el 32.6% de las trabajadoras su jornada es de 8 horas
diarias, el 63.5% labora más de 8 horas diarias, y solamente el 1.8% no indicó de cuantas
horas es su jornada laboral diaria.
Puesto de
En cuanto a lo manifestado por las
Nº % mujeres respecto al puesto de
Trabajo
Operaria/ Producción 85 73,3% trabajo que han cambiado dentro de
Inspección/ Control de calidad 29 25,0% la empresa, tenemos que el 73.3%
Empacadora 1 0,9%
Corte 1 0,9% de ellas, cambió en el puesto de
Administrativo 5 4,3% operaria, el 25.0% pasó al puesto de
Limpieza 1 0,9% inspección y sólo el 4.3% pasó a un
Bodega 1 0,9%
No responde 1 0,9%
puesto administrativo. El tiempo de
Total 116 100,0% laborar en el puesto de trabajo al que
fue cambiada, es el siguiente: l
Tabla No. 10. Puesto de trabajo que desempeña. Fuente: Base de
datos / Encuesta. 43.1% expresó que tiene de 1 a 11
meses, el 40.5% lleva en el puesto
de 1 a 5 años, el 10.3% de 6 a 10 años en el puesto, con menos de un mes, el 5.2%, y el 6.9%
no indicó el tiempo que lleva en el puesto de trabajo.
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Tiempo en el puesto de
Nº %
En otro orden de ideas, cuando se
trabajo les preguntó a las mujeres
Menos de un mes 6 5,2%
trabajadoras de la zona franca si han
De 1 a 11 meses 50 43,1%
De 1 a 5 años 47 sido capacitadas para realizar su
40,5%
De 6 a 10 años 12 trabajo, el 54.3% expresó que sí
10,3%
De 11 a 15 años 4 fueron capacitadas en las empresas
3,4%
No responde 8 donde laboran. El 43.6% de las
6,9%
Total 116 100,0%
trabajadoras, refirió no haber
Tabla No. 11. Tiempo en el puesto de trabajo. Fuente: Base de
datos / Encuestas.
recibido capacitación alguna y solo
el 2.1% no respondió. Los temas
abordados en las capacitaciones, los
de mayor relevancia son: 49.8% sobre producción, el 33.0% expresó que el tema fue en
higiene y seguridad, el 11.8% fue sobre control de calidad.
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Si No Total
Las horas y la densidad del trabajo
Nº % Nº % Nº %
Horario de trabajo prolongado. 366 36,0% 650 64,0% 1016 100,0%
Horas extras prolongadas y frecuentes. 203 20,0% 813 80,0% 1016 100,0%
Tiempo operativo prolongado y continuo. 354 34,8% 662 65,2% 1016 100,0%
Días de descanso insuficientes. 353 34,7% 663 65,3% 1016 100,0%
Densidad de trabajo irregular en un día,
346 34,1% 670 65,9% 1016 100,0%
semana, mes o año.
Densidad de trabajo irregular entre los
298 29,3% 718 70,7% 1016 100,0%
trabajadores.
Levantando y transportando objetos pesados. 94 9,3% 922 90,7% 1016 100,0%
Trabajo con gran fuerza física. 141 13,9% 875 86,1% 1016 100,0%
Trabajo monótono y repetido. 618 60,8% 398 39,2% 1016 100,0%
Trabajo con movimientos frecuentes de los
771 75,9% 245 24,1% 1016 100,0%
dedos, manos o brazos.
Trabajo utilizando herramientas que vibran, etc. 245 24,1% 771 75,9% 1016 100,0%
Trabajo con teclados u otros accesorios para el
59 5,8% 957 94,2% 1016 100,0%
ingreso de datos.
Trabajo de precisión / trabajo que requiere
324 31,9% 692 68,1% 1016 100,0%
elevada carga mental.
Tabla No. 13. Horas y la densidad del trabajo. Fuente: Base de datos / Encuestas.
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PREVALENCIA DE LOS TRASTORNOS MUSCULO -
ESQUELÉTICOS EN TRABAJADORAS DE LA MAQUILA | D. Ramírez, M. Argüello y G. Loáisiga
sí. En lo que respecta a si el tiempo operativo es prolongado y continuo, el 65.2% dijo que
no, y el 34.8% expresó que sí. En cuanto a que si los días de descanso son insuficientes el
65.3% expresa que no, y el 34.7% manifestó que sí es insuficiente. Con relación a si la
densidad del trabajo es irregular en un día, semana, mes o año, el 65.9% expresó que no, y el
34.1% señaló que sí. Con respecto a si la densidad de trabajo es irregular entre los
trabajadores, el 70.7% indicó que no, y el 29.3% dijo que sí. En lo que relacionado a si
levantan y transportan objetos pesados, el 90.7% de las trabajadoras dijeron que no, y el 9.3%
dijo que sí.
Al preguntárseles si su trabajo lo realizan con gran fuerza física, el 86.1% dijo que no, y el
13.9% dijo que sí. En lo que respecta que si el trabajo es monótono y repetido el 60.8% dijo
que sí, y el 39.2% expresó que no. Al preguntárseles a las mujeres si trabaja con movimientos
frecuentes de los dedos, manos o brazos, el 75.9% manifestó que sí, y el 24.1% dijo que no.
Cuando se les preguntó si trabajan utilizando herramientas que vibran, el 75.9% dijo que no,
y el 24.1% expresó que sí. El 94.2% expresó que, para hacer su trabajo, no lo hace utilizando
teclados u otros accesorios para el ingreso de datos, solamente el 5.8% dijo que sí. El 68.1%
de las trabajadoras indicó que su trabajo no es de precisión y no requiere de elevada carga
mental, y el 31.9% manifestó que sí.
Si No Total
Posturas y Movimientos
Nº % Nº % Nº %
Posturas y movimientos forzados. 277 27,3% 739 72,7% 1016 100,0%
Cambios continuos u altamente frecuentes en el ángulo de las
464 45,7% 552 54,3% 1016 100,0%
articulaciones.
Posturas restringidas de gran duración. 395 38,9% 621 61,1% 1016 100,0%
Caminando largas horas o por largas distancias (en superficies
149 14,7% 867 85,3% 1016 100,0%
horizontales e inclinadas).
Subir escaleras frecuentemente. 60 5,9% 956 94,1% 1016 100,0%
Trabajando con la(s) mano(s) más arriba de la cabeza, o los
codos más arriba de los hombros, más de 4 horas en total por 96 9,4% 920 90,6% 1016 100,0%
día.
Levantar repetidamente la(s) mano(s) más arriba de la cabeza,
o uno o ambos codos más arriba de los hombros, más de 1 vez 143 14,1% 873 85,9% 1016 100,0%
por minuto, más de 4 horas en total por día.
Trabajando con el cuello inclinado más de 45º (sin apoyo y sin
606 59,6% 410 40,4% 1016 100,0%
poder variar la postura), más de 4 horas en total por día.
Trabajando con la espalda inclinada al frente más de 45º (sin
apoyo y sin poder variar la postura), más de 4 horas en total por 537 52,9% 479 47,1% 1016 100,0%
día.
Trabajando en cuclillas, más de 4 horas en total por día. 59 5,8% 957 94,2% 1016 100,0%
Trabajando arrodillado, más de 4 horas en total por día. 20 2,0% 996 98,0% 1016 100,0%
Tabla No. 14. El trabajo exige las siguientes posturas y movimientos. Fuente: Base de datos / Encuestas.
Por otro lado, con relación al trabajo, las posturas y los movimientos realizados por las
obreras estas expresaron que en cuanto a si el trabajo que realizan les exige posturas y
movimientos forzados, el 72.7% de las mujeres dijo que no, el 27.3% expresó que sí. En lo
que respecta a cambios continuos o altamente frecuentes en el ángulo de las articulaciones,
el 54.3% dijo que el trabajo no le exige hacerlo, el 45.7% expresó que sí. Cuando se les
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DEL T RABAJO Y DE LA SEGURIDAD SOCIAL Nro. 2 | Vol. 1 | Segundo semestre de 2019
preguntó a las mujeres si su trabajo exige posturas restringidas de gran duración el 61.1%
expresó que no, y el 38.9% dijo que sí.
En lo que corresponde a si su trabajo le exige caminar largas horas o por largas distancias en
superficies horizontales e inclinadas, el 85.3% dijo que no, y el 14.7% expresó que sí. En
cuanto a subir escaleras frecuentemente, el 94.1% de las mujeres dijo que no, y el 5.9%
manifestó que sí. A las mujeres se les preguntó si trabaja con las manos más arriba de la
cabeza, o los codos más arriba de los hombros, por más de 4 horas en total por día, el 90.6%
dijo que no, y sólo un 9.4% expresó que sí.
En lo que respecta a si el trabajo les exige levantar repetidamente las manos más arriba de la
cabeza, o uno o ambos codos más arriba de los hombros, más de 1 vez por minuto, por más
de 4 horas en total por día, el 85.9% dijo que no, y el 14.1% manifestó que sí se le exige esa
postura.
El 59.6% de las mujeres trabaja con el cuello inclinado más de 45º, sin apoyo y sin poder
variar la postura por más de 4 horas en total por día, el 40.4% manifestó que su trabajo no
exige esta posición. El 52.9% manifestó que trabaja con la espalda inclinada al frente más de
45º, sin apoyo y sin poder variar la postura por más de 4 horas en total por día, el 47.1%
señaló que no realiza esta postura y movimiento.
Si No Total
Espacio de trabajo / objetos utilizados
Nº % Nº % Nº %
El espacio de trabajo es tan insuficiente que los trabajadores se
ven obligados a adoptar posturas forzadas o su movilidad se ve 264 26,0% 752 74,0% 1016 100,0%
limitada.
La distribución del espacio de trabajo o de los objetos
manejados es tan inapropiada que los trabajadores se ven
215 21,2% 801 78,8% 1016 100,0%
obligados a realizar movimientos en exceso o posturas
forzadas.
La altura y dimensiones de la superficie de trabajo son
220 21,7% 796 78,3% 1016 100,0%
inadecuadas al cuerpo y a la localización relativa del trabajador.
El objeto manejado se encuentra por arriba de los hombros y
135 13,3% 881 86,7% 1016 100,0%
más debajo de las rodillas.
Se tiene que mantener la misma postura debido al trabajo. 630 62,0% 386 38,0% 1016 100,0%
El objeto manipulado es pesado o requiere de gran fuerza. 108 10,6% 908 89,4% 1016 100,0%
Tabla No. 15. Espacios de trabajo y los objetos utilizados. Fuente: Base de datos / Encuesta.
Acerca del espacio de trabajo y los objetos utilizados, la percepción que tienen las mujeres
sobre el espacio de trabajo, el 26.0% considera que es tan insuficiente que se las obliga a
adoptar posturas forzadas o que su movilidad se ve limitada por esta situación. El 74.0%
considera que no es tan insuficiente y no percibe adoptar posturas forzadas.
El 21.2% de las mujeres considera que la distribución del espacio de trabajo o de los objetos
manejados es tan inapropiada que las obliga a realizar movimientos en exceso o posturas
forzadas. Por su parte, el 78.8% no considera que la distribución del espacio de trabajo sea
tan inapropiada, por lo que no piensa que tenga que realizar movimientos en exceso o
posturas forzadas. En lo que respecta a la altura y dimensiones de la superficie de trabajo el
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ESQUELÉTICOS EN TRABAJADORAS DE LA MAQUILA | D. Ramírez, M. Argüello y G. Loáisiga
Solamente el 13.3% de las trabajadoras expresó que el objeto manejado se encuentra por
arriba de los hombros y más debajo de las rodillas, para el 86.7% de las mujeres su percepción
es lo contrario, ni por encima de los hombros, ni por debajo de las rodillas.
El 62.0% de las mujeres expresó que sí tiene que mantener la misma postura debido al trabajo,
el 38.0% considera que no mantiene la misma postura. El 10.6% de las mujeres expresó que
el objeto manipulado es pesado o requiere de gran fuerza, para el 89.4% de las trabajadoras
el objeto que manipula no es pesado ni requiere de gran fuerza.
Respecto de las instalaciones en las que ejercen sus labores, el 81.5% de las mujeres opina
que la superficie de trabajo de la empresa no es resbalosa ni irregular, mientras que el 18.5%
considera lo contrario. El 88.3% de las trabajadoras percibe que el objeto no es difícil de
sujetar ni resbaloso, en cambio el 11.7% de las mujeres opina que sí es difícil de sujetar y es
resbaloso.
El 59.7% de las operarias señala que el ambiente y los objetos de trabajo sí son fríos o
calientes, en cambio para el 40.3% de las mujeres considera que el ambiente u objetos de
trabajo no son fríos ni calientes. El 62.9% de las mujeres manifiesta que el ambiente de
trabajo es ruidoso ya que las fuentes de ruido se encuentran en el lugar de trabajo, por su
parte el 37.1% opina que no lo es.
Si No Total
Instalaciones
N° % N° % N° %
Superficie de trabajo resbalosa o irregular. 188 18.5% 828 81.5% 1016 100.0%
El objeto es difícil de sujetar o es resbaloso. 119 11.7% 897 88.3% 1016 100.0%
Ambiente u objeto de trabajo fríos y o calientes. 607 59.7% 409 40.3% 1016 100.0%
Ambiente de trabajo ruidoso o las fuentes de ruido se
639 62.9% 377 37.1% 1016 100.0%
encuentran en el lugar de trabajo.
Es muy bajo. 157 15.5% 859 84.5% 1016 100.0%
Casi no hay ruido. 165 16.2% 851 83.8% 1016 100.0%
No es muy elevado, pero es molesto. 350 34.4% 666 65.6% 1016 100.0%
El nivel de Existe ruido de nivel elevado que no permite
ruido de seguir una conversación con otro compañero 264 26.0% 752 74.0% 1016 100.0%
trabajo: que esté a 3 metros.
Existe ruido de nivel muy elevado, que no
permite oír a un compañero que esté a 3 metros, 266 26.2% 750 73.8% 1016 100.0%
aunque levante la voz.
Los trabajadores se encuentran expuestos a vibraciones de todo
259 25.5% 757 74.5% 1016 100.0%
el cuerpo.
Los trabajadores se encuentran expuestos a vibraciones de
318 31.3% 698 68.7% 1016 100.0%
mano o brazo.
Tabla No. 16. Infraestructura / Instalaciones. Fuente: Base de datos / Encuesta.
Cuando se preguntó sobre el nivel de ruido de trabajo, el 84.5% de las mujeres no considera
que este nivel de ruido es muy bajo, por su parte el 15.5% indicó que sí es muy bajo. Para el
16.2% manifestó que casi no hay ruido, pero para el 83.8% manifiesta que sí hay ruido. Sus
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DEL T RABAJO Y DE LA SEGURIDAD SOCIAL Nro. 2 | Vol. 1 | Segundo semestre de 2019
respuestas reflejan que el ruido existente en las instalaciones no es adecuado para desempeñar
su trabajo.
A su vez, el 65.6% de las trabajadoras percibe que el ruido es elevado y molesto, pero el
34.4% considera que el ruido no es muy elevado, pero es molesto. El 74.0% de las
trabajadoras no percibe que en las instalaciones existe ruido de nivel elevado lo que no le
impide seguir una conversación con su compañera que está a 3 metros. Para el 26.0% si existe
ruido de nivel elevado lo cual no le permite seguir una conversación con otro compañero que
esté a 3 metros.
El 73.8% de las trabajadoras manifestó que no existe ruido de nivel muy elevado lo que le
permite oír a su compañera/o que esté a 3 metros. En cambio, para el 26.2% si existe ruido
de nivel muy elevado, que no le permite oír a su compañera que está a 3 metros de distancia,
aunque levante su voz.
En resumen, los resultados muestran que el trabajo que realizan las mujeres fue valorado
como monótono y repetitivo ya que, para realizarlo, adoptan posturas y movimientos
forzados para sus dedos, manos, o brazos, cuello y espalda por más de 4 horas en total por
día. Esto indica la predisposición a la aparición de lesiones osteomusculares. Existen, según
la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, diferentes factores para su
aparición, a saber:
Los estudios sobre los sistemas de producción a destajo y los factores de organización del
trabajo revelan que estos contribuyen a la aparición de lesiones musculoesqueléticos entre
las trabajadoras del sector de la confección textil.
Las condiciones propias del trabajo actual también están relacionadas con la aparición
en el tiempo de trastornos musculo-esqueléticos sobre todo por el factor tiempo/posturas
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Entre 30
Entre 2
Menos de minutos Más de 4
Nunca y4 Desconoce Total
30 minutos y2 horas
horas
horas
Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %
Sentado (silla,
taburete,
vehículo, 322 31,7% 21 2,1% 11 1,1% 18 1,8% 640 63,0% 4 0,4% 1016 100,0%
apoyo lumbar,
etc.)
De pie sin
595 58,6% 133 13,1% 9 0,9% 19 1,9% 258 25,4% 2 0,2% 1016 100,0%
caminar mucho
Caminando 786 77,4% 99 9,7% 16 1,6% 11 1,1% 102 10,0% 2 0,2% 1016 100,0%
Caminando
mientras subo
o bajo niveles
diferentes 975 96,0% 22 2,2% 4 0,4% 12 1,2% 3 0,3% 1016 100,0%
(peldaños,
escalera,
rampa, etc.)
Tabla No. 17. ¿Durante cuánto tiempo tienes que trabajar adoptando o realizando estas posturas? Fuente: Base de Datos/
Encuesta.
El proceso de confección de las prendas que elaboran las obreras en las maquilas de zona
franca se realiza en posturas determinadas: sentadas y con la cabeza inclinada frente a las
diversas máquinas de coser. Las trabajadoras que inspeccionan la calidad de las prendas,
generalmente, trabajan de pie muchas horas al día. En cuanto a las posturas forzadas
sentadas/de pie, los valores más significativos fueron: la posición de estar sentado, el 63.0%
expresa que adopta esta posición durante más de 4 horas, y el 31.7% señaló que nunca
permanece sentado. En la posición de estar de pie sin caminar mucho el 58.6% dice que
nunca adopta esta posición, y el 25.4% lo hace por más de 4 horas. Si en su trabajo tiene que
caminar, el 77.4% de las mujeres dijeron que nunca lo hacen, y el 10.0% dijo que lo hace por
más de 4 horas.
Esta diferencia corresponde de quienes están sentadas y de pie, respectivamente, por más de
cuatro horas, como se dijo, se circunscribe con los dos principales roles que asumen las
obreras: elaborar e inspeccionar las prendas. De igual manera las proporciones sentadas/de
pie corrobora qué porcentaje de trabajadoras se dedican a cualquiera de las dos labores en las
fábricas de zona franca. Como puede notarse, la mayoría de las obreras están ubicadas en las
tareas de confección.
66.8% de las mujeres encuestadas, y el 18.8% nunca mantiene esta postura. Las trabajadoras
al permanecer en esta postura durante ese tiempo, las hace propensas a presentar problemas
osteomusculares en esa parte del cuerpo. En la siguiente tabla se puede verificar las demás
posturas consultadas.
Entre 30
Menos de minutos y Entre 2 y Más de 4
Nunca 30 minutos 2 horas 4 horas horas Desconoce Total
Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %
Inclinar el Cuello/
Cabeza hacia 191 18,8 70 6,9 12 1,2 30 3,0 679 66,8 34 3,3 1016 100,0
delante
Inclinar el Cuello/
Cabeza hacia 874 86,0 87 8,6 5 0,5 7 0,7 34 3,3 9 0,9 1016 100,0
atrás
Inclinar el Cuello/
Cabeza hacia un 858 84,4 87 8,6 8 0,8 5 0,5 48 4,7 10 1,0 1016 100,0
lado o ambos
Girar el Cuello/
849 83,6 86 8,5 5 0,5 9 0,9 57 5,6 10 1,0 1016 100,0
Cabeza
Tabla No. 18. ¿Durante cuánto/ tiempo tienes que trabajar adoptando o realizando estas posturas de Cuello/ Cabeza?
Fuente: Base de datos / Encuesta.
Otra postura forzada presente en las labores de confección es la del uso de hombros, muñecas
y tobillos/pies. La elaboración de las prendas de vestir exige el uso necesario de las
extremidades inferiores y superiores con las que se accionan las máquinas de coser. En ese
sentido, la postura que más predominó es de una o ambas muñecas dobladas hacia arriba o
hacia abajo, hacia los lados o giro de antebrazo, el 48.0% de las trabajadoras indicó que lo
realiza por más de 4 horas y el 5.9% lo hace por menos de 30 minutos, lo que coincide con
las maniobras que realizan para trabajar las prendas en las máquinas de coser. Por otro lado,
el 40.6% ejerce presión con uno de sus pies para hacer su trabajo, lo hace por más de 4 horas,
y el 3.6% por menos de 30 minutos. Esta presión es usada con los pies en las máquinas que
para coser las prendas requieren de un pedal.
Menos de Entre
Entre 2 y Más de 4
Nunca 30 minutos Desconoce Total
4 horas horas
minutos y 2 horas
Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %
¿Las manos por
encima de la
cabeza o los 858 84,4 31 3,1 3 0,3 6 0,6 72 7,1 46 4,5 1016 100,0
codos por encima
de los hombros?
¿Una o ambas
muñecas dobladas
hacia arriba o
hacia abajo, hacia 395 38,9 60 5,9 8 0,8 13 1,3 488 48,0 52 5,1 1016 100,0
los lados o giradas
(giro de
antebrazo)?
¿Ejerciendo
presión con uno 508 50,0 37 3,6 6 0,6 11 1,1 413 40,6 41 4,0 1016 100,0
de los pies?
Tabla No. 19. ¿Durante cuánto/ tiempo tienes que trabajar adoptando o realizando estas posturas de Hombro, Muñecas,
y Tobillos/ Pies? Fuente: Base de datos / Encuesta.
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La consideración de las exigencias físicas del puesto de trabajo que las mujeres realizan
actualmente, el 71.3% de las trabajadoras refieren que las exigencias físicas durante el
desarrollo de su labor fueron clasificadas como moderada; el 10.7% refiere que la exigencia
física del puesto es alta, el 8.4% de las trabajadoras expresó que las exigencias físicas de su
puesto de trabajo son muy altas, y solamente el 6.6% señaló que son bajas.
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Rangos de
Nº %
Ejemplo de estos tipos de trastornos
edades musculoesqueléticos, fueron
De 15 a 19 años 7 2,3
De 20 a 24 años 41 13,7
expresados por las trabajadoras de la
De 25 a 29 años 55 18,4 zona franca, quienes hicieron
De 30 a 34 años 55 18,4 referencia a manifestaciones de
De 35 a 39 años 58 19,4 dolor a nivel de los miembros
De 40 a 44 años 33 11,0
De 45 a 49 años 24 8,0 superiores e inferiores, tales como:
De 50 a 54 años 17 5,7 cuello, hombro, dolor en las piernas,
De 55 a 59 años 6 2,0 pies y manos, columna y espalda
No responde 3 1,0
que se manifiestan al final de cada
Total 299 100,0
jornada laboral. A partir de la
Tabla No. 20. Edades de las mujeres con molestias musculo-
esqueléticas. Fuente: Base de datos / Encuesta. información facilitada por las
trabajadoras de la maquila, al res-
pecto, presentamos la situación que experimentan en su salud.
Del 100.0% de las trabajadoras encuestadas, el 70.6% indicó que no ha presentado ninguna
molestia musculo-esqueléticas. Pero, el 29.4% que representa las respuestas sobre estas
molestias dadas por 299 mujeres. En el siguiente gráfico se describe la distribución
porcentual del 100.0% de las respuestas dadas por las mujeres.
38
PREVALENCIA DE LOS TRASTORNOS MUSCULO -
ESQUELÉTICOS EN TRABAJADORAS DE LA MAQUILA | D. Ramírez, M. Argüello y G. Loáisiga
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De acuerdo con la información brindada por las mujeres, se identificaron 9 áreas de su cuerpo
que presentan mayores molestias, pero los principales segmentos afectados son el cuello, la
espalda, mano / muñeca, el hombro. Otras áreas afectadas son el cuello irradiado debajo del
hombro, la espalda irradiando debajo de la rodilla, la parte externa e interna del codo y el
antebrazo.
Es importante mencionar que el 12.0% (36) de las mujeres expresaron otra localización en
su cuerpo, donde sienten molestias musculoesqueléticas, pero cuando se les pidió que las
identificaran en la figura, no lo hicieron. Por otro lado, el 7.7% de las mujeres no precisó el
área de su cuerpo con molestias, pero sí reconoce que las sufre.
Las mujeres que experimentan malestar en las diferentes áreas de su cuerpo, según su
localización y ubicación en el lado del cuerpo, estas son las siguientes: en ambos lados del
cuello, el cuello irradiando debajo del hombro, el hombro, el codo en su parte externa, el
codo en su parte interna, el antebrazo, la mano/muñeca, la espalda, la espalda irradiando
debajo de la rodilla.
En cuanto a los síntomas que afectan a las trabajadoras según el segmento del cuerpo
afectado, se encontró que: el síntoma que más afecta a las trabajadoras en diferentes partes
de su cuerpo es el dolor constante. Los porcentajes para cada una de las áreas afectadas es el
siguiente: el 43.1% para el cuello, 58.2% para el cuello irradiado al hombro, 35.7% para el
hombro, 42.1% para la parte interna del codo, 41.7% para la parte externa del codo, 33.3%
para el antebrazo, 52.1% para la mano/muñeca, y 39.5%para la espalda.
El síntoma de dolor que más afecta los segmentos corporales de las trabajadoras, son: 17.7%
en el cuello, 20.0% en el hombro, 26.3% para la parte interna del codo, 16.5% para la parte
externa, 28.6% en el antebrazo, 20.2% en la espalda, 11.3% para la mano/muñeca.
El entumecimiento, picazón y cosquilleo fue manifestado por el 12.7% por las mujeres en la
mano/muñeca; el 7.1% indicó que este síntoma les afecta el hombro, el 10.9% en el cuello
irradiando debajo del hombro, el 10.5% en la parte interna del codo, el antebrazo con un
9.5%, y el 7.5% en la espalda irradiando debajo de la rodilla. Estos tipos de síntomas tienen
relación con la naturaleza del trabajo que realizan las trabajadoras, el cual es monótono y
repetitivo, lo que les exige adoptar posturas forzadas.
40
PREVALENCIA DE LOS TRASTORNOS MUSCULO -
ESQUELÉTICOS EN TRABAJADORAS DE LA MAQUILA | D. Ramírez, M. Argüello y G. Loáisiga
Tabla No. 23. Síntomas que padecen las trabajadoras encuestadas según segmento corporal afectado. Fuente: Base de datos /
Encuesta.
En estudios también realizados en Málaga y Sevilla, España, encontraron que las posturas
forzadas a las que se ven obligadas las trabajadoras son uno de los principales factores de
riesgos músculo disergonómicos que las predispone a la aparición de trastornos
musculoesqueléticos, los cuales se manifiestan con dolor en el cuello, dolor en la columna
lumbar, hombros, manos y muñecas.
Cuando se les pidió a las mujeres que indicaran cuál es el tiempo de padecer la molestia,
según el segmento corporal afectado, el 33.1% señaló que esta molestia la ha tenido entre 1
a 5 años, con el 19.1% la molestia le ha durado de 1 a 11 meses, el 7.6% señaló que el malestar
lo ha tenido entre 6 a 10 años, todas estas mujeres señalaron que el malestar que sufren se
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DEL T RABAJO Y DE LA SEGURIDAD SOCIAL Nro. 2 | Vol. 1 | Segundo semestre de 2019
En otras partes del cuerpo, el 30.8% de las trabajadoras señaló que ha tenido molestias de 1
a 5 años, el 15.4% ha tenido molestias de 1 a 11 meses. El 6.7% sus molestias han durado
menos de 1 mes, y el 3.6% manifestó que ha tenido molestias entre 6 a 10 años y de 11 a 15
años respectivamente, un 38.5% de las mujeres no identifica el tiempo de padecer molestias.
Es importante aclarar que en la encuesta no se les pidió a las trabajadoras que especificaran
cuáles son esas partes del cuerpo que caben bajo el término otros.
Es importante destacar que las áreas específicas del cuerpo donde se han concentrado las
molestias musculoesqueléticas es en aquellas trabajadoras que tienen de laborar de 1 a 5 años,
esto llama la atención porque es necesario identificar los factores de riesgo que están
asociados al tipo de trabajo que realizan estas trabajadoras y que no era objeto del presente
diagnóstico. Es necesario que, para futuros estudios sobre los TME, se incluyan esos factores
de riesgo con relación al puesto de trabajo que desempeñan.
A las trabajadoras se les preguntó si debido al tiempo en que han presentado molestias en las
distintas áreas del cuerpo descritas en la tabla anterior, ha necesitado cambiar de puesto de
trabajo, el mayor porcentaje manifestó que no, así lo expresó el 51.0% de las mujeres que
han presentado molestias en el cuello, el 57.1% con molestias en el hombro, el 49.3% con
molestias en la región dorsal/lumbar, el 37.0% de las trabajadoras con molestias en el codo
o antebrazo, el 54.8% de las trabajadoras con molestias en la muñeca/mano y el 53.8% de las
trabajadoras con molestias en otras zonas de su cuerpo.
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Con respecto a la presencia de molestias en los últimos 12 meses, los mayores porcentajes se
concentran la respuesta sí, el 56.7% trabajadoras ha tenido molestias en el cuello, el 61.5%
ha tenido molestias en el hombro, el 52.6% ha presentado molestias en la región
dorsal/lumbar, el 39.1% en la zona del codo o antebrazo, el 61.9% ha tenido molestias en la
mano/muñeca, y el 53.8% ha tenido molestias en otras partes del cuerpo.
El 56.5% de las trabajadoras con molestias en el codo o antebrazo, no indicó si en los últimos
12 meses, sufrió molestias. El 38.5% de las mujeres con molestias en otras partes del cuerpo,
tampoco indicó si las han sufrido en los últimos 12 meses.
Con respecto a la presencia de molestias en los últimos 12 meses, los mayores porcentajes se
concentran la respuesta sí, el 56.7% trabajadoras ha tenido molestias en el cuello, el 61.5%
ha tenido molestias en el hombro, el 52.6% ha presentado molestias en la región
dorsal/lumbar, el 39.1% en la zona del codo o antebrazo, el 61.9% ha tenido molestias en la
mano/muñeca, y el 53.8% ha tenido molestias en otras partes del cuerpo.
El 56.5% de las trabajadoras con molestias en el codo o antebrazo, no indicó si en los últimos
12 meses, sufrió molestias. El 38.5% de las mujeres con molestias en otras partes del cuerpo,
tampoco indicó si las han sufrido en los últimos 12 meses.
El 36.9% de las mujeres tienen molestias en el cuello, este les ha durado de 1 a 7 días, el
28.7% manifestó que siempre tienen la molestia y el 9.6% la molestia les dura de 8 a 30 días.
En cuanto al hombro, el 34.1% señaló que siempre tienen la molestia, el 18.7% la molestia
les dura de 1 a 7 días, el 8.8% la molestia dura de 8 a 30 días.
El 32.2% de las mujeres con molestias en la región dorsal/lumbar, señaló que siempre tienen
la molestia, al 32.2% la molestia les dura de 1 a 7 días. El 21.7% de las mujeres con problemas
en el codo o antebrazo, indicó que la molestia les dura siempre y al 26.1% la molestia le dura
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DEL T RABAJO Y DE LA SEGURIDAD SOCIAL Nro. 2 | Vol. 1 | Segundo semestre de 2019
de 1 a 7 días. En cuanto a la muñeca o mano, el 36.9% de las mujeres indicó que siempre
sienten las molestias, el 34.5% la molestia les dura de 1 a 7 días. Aquellas mujeres que
señalaron otras áreas del cuerpo, el 53.8% dice que siempre sienten esa molestia, el 23.1% la
molestia dura de 1 a 7 días, y el 15.4% las molestias les duran de 8 a 30 días y más de 30 días
no seguidos, el 7.7%.
Más de 30
¿Cuánto tiempo ha No
1-7 días 8-30 días días no Siempre Total
tenido estas responde
seguidos
molestias?
Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %
Cuello 58 36.9% 15 9.6% 4 2.5% 45 28.7% 35 22.3% 157 100.0%
Hombro 17 18.7% 8 8.8% 2 2.2% 31 34.1% 33 36.3% 91 100.0%
Dorsal / Lumbar 49 32.2% 10 6.6% 7 4.6% 49 32.2% 37 24.3% 152 100.0%
Codo o antebrazo 12 26.1% 1 2.2% 10 21.7% 23 50.0% 46 100.0%
Muñeca o mano 29 34.5% 5 6.0% 2 2.4% 31 36.9% 17 20.2% 84 100.0%
Otros 3 23.1% 2 15.4% 1 7.7% 7 53.8% 13 100.0%
Tabla No. 28. Tiempo que ha tenido molestias en los últimos 12 meses según localización del segmento corporal.
Fuente: Base de datos / Encuesta.
Los datos anteriores indican que los periodos de duración de las molestias oscilan entre
siempre o de 1 a 7 días, otro dato que se obtiene de las respuestas de las mujeres es la
predisposición para soportar el dolor de forma permanente.
En la región dorsal/lumbar el 27.0% de las mujeres indicó que dura < de 1 hora, y el 24.3%
señaló que dura de 1 a 24 horas, el 12.5% señaló que el episodio es > de 1 mes. El 23.9% de
las mujeres, señaló que el episodio de su malestar en el codo o antebrazo dura menos de una
hora, el 15.2% señaló que es de 1 a 24 horas.
Las mujeres con molestias en las muñecas o manos, el 29.8% indicó que el episodio de dolor
es de 1 a 24 horas, el 23.8% expresó que es < de 1 hora, y el 17.9% señaló que el episodio de
dolor es > de 1 mes. En otras áreas del cuerpo el 46.2% de las mujeres expresó que el episodio
dura de 1 a 24 horas, y > de 1 mes respectivamente, y el 7.7% expresó que es mayor de 1
hora.
< de 1 De 1 a 24 De 1 a 7 De 1 a 4 > de 1 No
¿Cuánto dura Total
hora horas días semanas mes responde
cada episodio?
Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %
Cuello 38 24.2 50 31.8 9 5.7 4 2.5 15 9.6 41 26.1 157 100.0
Hombro 15 16.5 24 26.4 5 5.5 2 2.2 11 12.1 34 37.4 91 100.0
Dorsal / Lumbar 41 27.0 37 24.3 9 5.9 2 1.3 19 12.5 44 28.9 152 100.0
Codo o
11 23.9 7 15.2 3 6.5 2 4.3 23 50.0 46 100.0
antebrazo
Muñeca o mano 20 23.8 25 29.8 3 3.6 3 3.6 15 17.9 18 21.4 84 100.0
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< de 1 De 1 a 24 De 1 a 7 De 1 a 4 > de 1 No
¿Cuánto dura Total
hora horas días semanas mes responde
cada episodio?
Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %
Otros 1 7.7 6 46.2 6 46.2 13 100.0
Tabla No. 29. Tiempo de duración de cada episodio de dolor. Fuente: Base de datos / Encuesta.
El tiempo en días en el que las mujeres se han visto obligadas a dejar de realizar su trabajo
tiene una duración de 1 a 7 días para la zona del cuello, hombro, dorsal/lumbar, columna
dorsal y lumbar y el codo o antebrazo. En la siguiente tabla se detalla el tipo de molestia que
impide que las mujeres puedan realizar su trabajo y el tiempo de duración del malestar.
1a4 No
0 días 1 a 7 días > de 1 mes Total
semanas responde
Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %
Cuello 41 26.1 64 40.8 6 3.8 5 3.2 41 26.1 157 100.0
Hombro 20 22.0 31 34.1 1 1.1 5 5.5 34 37.4 91 100.0
Dorsal / Lumbar 36 23.7 64 42.1 2 1.3 3 2.0 47 30.9 152 100.0
Codo o
10 21.7 14 30.4 22 47.8 46 100.0
antebrazo
Muñeca o mano 28 33.3 33 39.3 5 6.0 18 21.4 84 100.0
Otros 3 23.1 3 23.1 5 38.5 2 15.4 13 100.0
Tabla No. 30. Tiempo en que estas molestias le han impedido hacer su trabajo en los últimos 12 meses. Fuente: Base de
Datos / Encuesta.
Las trabajadoras encuestadas revelaron que en los últimos 12 meses recibieron tratamiento
para atender las molestias en las zonas afectadas de su cuerpo. Las zonas del cuerpo donde
han recibido tratamiento son el cuello, hombro, dorso/lumbar, codo o antebrazo y muñeca o
mano. En la siguiente tabla se especifica el número de mujeres que recibió tratamiento por
molestias en su cuerpo.
Si No No responde Total
Nº % Nº % Nº % Nº %
Cuello 90 57.3% 28 17.8% 39 24.8% 157 100.0%
Hombro 38 41.8% 20 22.0% 33 36.3% 91 100.0%
Dorsal / Lumbar 73 48.0% 38 25.0% 41 27.0% 152 100.0%
Codo o antebrazo 16 34.8% 10 21.7% 20 43.5% 46 100.0%
Muñeca o mano 35 41.7% 33 39.3% 16 19.0% 84 100.0%
Otros 6 46.2% 4 30.8% 3 23.1% 13 100.0%
Tabla No. 31. Ha recibido tratamiento por estas molestias en los últimos 12 meses. Fuente: Base de datos / Encuesta.
En los últimos 7 días previos a la aplicación de la encuesta, las trabajadoras expresaron que
sí tuvieron molestias en su cuerpo. En orden de mayor a menor los segmentos corporales que
presentaron el mayor número de molestias fueron en la zona dorsal/lumbar, hombro,
muñeca/mano, el cuello y por último la región del codo o antebrazo. En la siguiente tabla se
presenta el área del cuerpo que fue reportado por las mujeres.
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Si No No responde Total
Nº % Nº % Nº % Nº %
Cuello 82 52.2% 29 18.5% 46 29.3% 157 100.0%
Hombro 50 54.9% 12 13.2% 29 31.9% 91 100.0%
Dorsal / Lumbar 83 54.6% 29 19.1% 40 26.3% 152 100.0%
Codo o antebrazo 16 34.8% 9 19.6% 21 45.7% 46 100.0%
Muñeca o mano 51 60.7% 17 20.2% 16 19.0% 84 100.0%
Otros 10 76.9% 1 7.7% 2 15.4% 13 100.0%
Tabla No. 32. Presencia de molestia en los últimos 7 días según localización del segmento corporal afectado.
Fuente: Base de datos / Encuesta.
A las trabajadoras se les solicitó que le dieran un valor a la intensidad de las molestias que
experimentaron. La valoración se hizo en un rango de 0 a 5, siendo 0 (sin molestias) y 5
(molestias muy fuertes), la intensidad de la molestia fue catalogada de la siguiente manera:
En todos los segmentos corporales las molestias fueron valoradas como muy fuertes,
específicamente el cuello (32.5%); hombro (29.7%), dorso/lumbar (30.3%); codo (25.5%);
mano y muñeca (42.9%). En la siguiente tabla se describe la valoración que hicieron las
mujeres trabajadoras de la intensidad de la molestia entre 0 a 5.
No
0 1 2 3 4 5 Total
responde
Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %
Cuello 1 0.6 3 1.9 1 0.6 29 18.5 25 15.9 51 32.5 47 29.9 157 100.0
Hombro 1 1.1 1 1.1 14 15.4 17 18.7 27 29.7 31 34.1 91 100.0
Dorsal / Lumbar 1 0.7 2 1.3 9 5.9 32 21.1 21 13.8 46 30.3 41 27.0 152 100.0
Codo o
1 2.1 1 2.1 1 2.1 5 10.6 12 25.5 27 57.4 46 100.0
antebrazo
Muñeca o mano 2 2.4 2 2.4 9 10.7 16 19.0 36 42.9 19 22.6 84 100.0
Otros 1 7.7 1 7.7 3 23.1 1 7.7 6 46.2 1 7.7 13 100.0
Tabla No. 33. Percepción de la intensidad de las molestias de acuerdo con las trabajadoras encuestadas. Fuente: Base de
datos / Encuesta.
Los elementos analíticos que salen a flote de los datos brindados por las mujeres nos indican
que:
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Consideraciones finales
Las trabajadoras manifestaron que, durante la realización de las tareas propias de su
puesto de trabajo, adoptan la inclinación de la espalda hacia adelante, así como del cuello en
un ángulo de 45º sin ningún tipo de apoyo y sin poder variar esta postura durante más de 4
horas. El tipo de trabajo que realizan las obliga a mantener esa posición durante su jornada
laboral cada día. Si bien, las trabajadoras identifican la posición en que se ubica el segmento
corporal, no relacionan este como un factor potencial para la alteración de su salud. Se suma
a esta situación el hecho que las trabajadoras no reciben capacitación para identificar los
riesgos disergonómicos.
Los riesgos que más identifican las trabajadoras son la presencia de factores físicos en su
ambiente de trabajo, tales como fuentes de ruido o ruidosos y calor (ambiente térmico). La
postura que adoptan las trabajadoras encuestadas es sentada con el cuello inclinado hacia
adelante con poca variación, el tronco o espalda hacia adelante con giros laterales, utilización
de ambas muñecas dobladas hacia abajo con extensión de los antebrazos sosteniendo o
levantando objetos con los dedos en forma de pinza y ejercer presión en uno de los pies
durante esta postura tiene una duración de más de 4 horas durante la jornada laboral.
Las exigencias de trabajo en la maquila ponen en riesgo a las trabajadoras para desarrollar el
síndrome del túnel carpiano, quistes ganglionares, tendinitis del antebrazo, epicondilitis,
lesiones en los hombros como la tendinitis bicipital y del manguito de los rotadores, desgarro
del manguito de los rotadores y lesiones de cuello.
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Además, las máquinas de coser exigen a las trabajadoras pasar mucho tiempo sentadas, a
menudo, en asientos sin respaldo y realizando tareas que exigen inclinarse hacia adelante a
partir de la cintura, levantándose esporádicamente y haciendo uso repetitivo de los pedales.
De modo que las operarias de máquinas de coser pueden desarrollar trastornos
musculoesqueléticos en la región lumbar y las extremidades inferiores.
Los movimientos repetitivos durante largos periodos pueden provocar fallos del aparato
locomotor. Se considera movimiento repetitivo cuando las partes del cuerpo se mueven una
y otra vez, sin posibilidad de realizar descansos frecuentes o bien, de variar la forma de
ejercer los movimientos, los que están determinados por la duración de los ciclos de trabajo,
así como por la frecuencia y el grado de esfuerzo de la actividad realizada.
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Referencias bibliográficas
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Minero, Y. (2016). Informe Situación de los Derechos Humanos Laborales de las Trabajadoras de
las maquilas centroamericanas. San Salvador: Asociación Mujeres Transformando.
Quijano, A:
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