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DERECHO POLÍTICO UK ACTIVIDAD 1

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El objeto de estudio de la Ciencia Política es la realidad política que abarca al Estado y al poder
pero los trasciende.

La realidad política está conformada por hechos, fenómenos, actores que se presentan de modo
individual o grupalmente, ideas, doctrinas, creencias, valores y opiniones, estructuras tales como
partidos, grupos de interés, etc. Posee también un conjunto de normas formales y otras reglas no
formalizadas y también instituciones.

Estos elementos constitutivos para ser considerados como políticos deben incluirse en alguna de
las siguientes categorías de lo político: desde el plano interno MANDO-OBEDIENCIA, PÚBLICO-
PRIVADO y en el externo AMIGO-ENEMIGO.

Esta realidad incluye al hombre con sus valores y su propia historia y también a sus instituciones.

La realidad política es múltiple pues a pesar de que su esencia se basa en una relación de poder;
éste puede estar en manos de personas muy diferentes.

Por otra parte, se presenta en dos faces: una ESTRUCTURAL con instituciones que poseen un
sistema de roles diferenciados y organizados de acuerdo a una jerarquía y la otra DINÁMICA, es decir
que al interior de una estructura hay diferentes actividades que pueden tener como meta entre
otras, la ocupación de cargos o roles en el sistema político., etc.

La faz dinámica comprende tres faces: la ARQUITECTÓNICA, la AGONAL y la PLENARIA que son
herramientas conceptuales que permiten comprender mejor la realidad. La faz agonal tiene que ver
con todo lo vinculado con la lucha llevada a cabo para llegar a alcanzar los cargos en el poder y
conservarlos, mientras que la faz arquitectónica se refiere a la tarea que se lleva a cabo desde el
ejercicio del poder político para diseñar y ejecutar los planes de gobierno.

Aparece una tercera face producto de la complementación de las dos anteriores y que se
denomina política plenaria. Se aspira a que esta face se convierta en un balance adecuado entre las
anteriores. Si se busca el equilibrio entre estabilidad y cambio es necesario que exista la lucha por el
poder porque permaneciendo en la faz arquitectónica se corre el riesgo de estancamiento y
fosilización; pero cuando la política se reduce sólo a lo agonal, se desnaturaliza el servicio al bien
común.

FAZ ARQUITECTÓNICA:

Germán Bidart Campos señala que es arquitectónica “La política, en cuanto a la actividad
cumplida por los hombres que gobiernan y que son titulares del poder recibe el nombre de política
arquitectónica. Implica dirigir al estado, planificar y programar lo que ha de hacerse desde el poder,
y lo que los gobernados deben cumplir conforme a dicho plan. El nombre de arquitectónica
proviene de comparar al gobernante con un arquitecto que planifica, construye y mantiene al
edificio. El plexo de conductas en ejercicio del poder-que bien podríamos llamar también política
oficial- es la actividad continua y sucesiva de los que mandan o gobiernan, o si se prefiere, la política
hecha desde arriba, desde el vértice del poder”.[ CITATION BID99 \l 2058 ].

Por su parte Juan Francisco Linares refiere: “Llamamos arquitectónica a esta política, usando un
vocablo de vieja alcurnia que Aristóteles empleó en varios sentidos, uno de ellos como ciencia o

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prudencia de dirigir mediante legislación al estado: También la acción de constituir o fundar el


estado es a nuestro juicio arquitectónica con tanta o mayor razón que el dirigirlo”. [ CITATION
LIN60 \l 2058 ].

Esta concepción está íntimamente relacionada con los griegos que designaban como política a
todo aquello que pertenecía o era relativo a la polis sea esta democrática o autocrática, es decir a los
asuntos públicos. La política es vista como un comportamiento humano de los jefes, gobernantes,
estadistas en la fundación, organización o conducción de la polis.

Para que la forma arquitectónica de política se materialice es necesaria la existencia de “lo


estatal” que centralizado en un cuerpo o en un solo individuo que ostente la máxima jerarquía y que
lleve a cabo la conducción del estado. Aquí es donde aparece uno de los factores más importantes,
la fuerza. El monopolio de la misma para su regularización en su legítimo uso debe estar centralizada
en el Estado como guardián del orden de subordinación en la relación mando-obediencia.

La creación misma de la polis tendría por lo pronto el carácter de obra política a veces atribuida
a un promotor mítico y luego su organización final y conducción, pues la colectividad, o al menos su
clase dirigente, toma en un momento dado conciencia de sus fines y del mejor modo de
conseguirlos.

Platón, en La República nos muestra, la obra de creación de la polis como primer paso de la política
que llamamos arquitectónica.

El conocimiento o epistemología en Platón en dos vías diferenciadas. Una de estas vías se centraría
en el conocimiento necesario que tanto la Ciudad-Estado como el individuo habrá de tener para que
cada ciudadano ocupe, conforme a sus cualidades y saberes, el lugar que le corresponde por
naturaleza. Solo así podrá funcionar el engranaje del estado. Respecto al conocimiento de las cosas,
Platón establece que el conocimiento sensible o perceptible por los sentidos nada puede decirnos de
lo que las cosas son. Los sentidos nos engañan y no pueden captar la verdad de estas cosas y, en
consecuencia, este tipo de conocimiento no posee ningún saber.

El saber solo puede proceder de lo que verdaderamente es, de aquello que es eterno, increado e
inmutable (Las Ideas). Los ciudadanos que lleguen a un tipo de saber a través del alma que le
permita un pensamiento puro, sano, inteligible y separado del cuerpo, serán elegidos gobernantes
de la Ciudad-Estado platónica. Solo los gobernantes, que han sido seleccionados de entre los
guardianes, serán pues capaces de superar el conocimiento sensible y llegar al conocimiento
inteligible de la razón, y así comprender el Mundo de Las Ideas absolutas e inmutables. En La
República el filósofo crea una Polis (ciudad-Estado) utópica. Aquí el estado tiene como tarea
suprema y exclusiva la educación moral de los ciudadanos con el fin de acercarse a la perfección
social para que el alma de unos pueda mejorar y la de otros ascender a una vida eterna una vez libre
del cuerpo.

Un diálogo entre el protagonista y Adimanto pone claramente de manifiesto la importancia de la


polis.

Sócrates: Muy bien. Según mi opinión la ciudad tiene su origen en la circunstancia de que ninguno
de nosotros se basta a sí mismo, sino que .necesita de muchas cosas. ¿O son otras razones por las
que se fundan las ciudades?

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Adimanto: No.

Socrates: Por tanto, existiendo la conveniencia de que para satisfacer una necesidad un hombre
debe unirse a otro hombre, y que otra necesidad le obliga a unirse a otro hombre, al necesitar todos
de muchas cosas, vamos reuniendo en una misma aglomeración a muchos hombres con la mira de
auxiliarse mutuamente, y a esta sociedad hemos dado el nombre de estado (Libro II, V, 1).

Maquiavelo en El príncipe, establece que el ejercicio real de la política implica situaciones reales
con hombres y pueblos reales, cuyas conductas, decisiones y acciones, generalmente no responden
necesariamente a la moral sino a las leyes del poder. Este tratado radica en dejar al descubierto las
verdades prácticas del poder y muestra la forma en que frecuentemente el ejercicio del poder
contradice u obvia los preceptos morales; enfocándose en cuestiones de estrategia política.
Maquiavelo expone la forma en que el gobernante debe hacer frente a las diferentes situaciones o
circunstancias que se le presenten, y establece que el principal fin de la práctica política es conservar
exitosamente el poder.

Para Jellineck la política, en cuanto objeto es “el modo como el estado puede alcanzar
determinados fines”. Esa noción fluye de la siguiente definición de ciencia política “La política es
ciencia jurídica del Estado o ciencia aplicada; esto es aquélla que estudia el modo cómo el Estado
puede alcanzar determinados fines y que considera los fenómenos de la vida del Estado desde el
punto de vista teleológico, que es como un punto de referencia, un criterio para juzgar los hechos y
las relaciones”

Ortega, a su vez, expresó en Mirabeau o el político: “Política es tener idea clara de lo que se debe
hacer desde el Estado con la Nación”  no obstante, es él quien más lúcidamente ha visto que la
nación y el estado no son otra cosa que empresas colectivas, según se verá más abajo.

Todas estas concepciones de política como mera acción del gobierno o arquitectónica en sentido
estricto, cubren sólo parte del fenómeno político.

FAZ AGONAL

“La política como lucha por el poder ya no tiene, como la arquitectónica, un único sujeto
protagonista en el grupo de los gobernantes, sino dos, porque luchan por el poder tanto los que
gobiernan cuanto los que son gobernados: los primeros para retener, conservar y ampliar el poder
que ya ejercen; y los segundos, para conquistar y alcanzar el poder que no tienen y pretenden
ejercer, así como para gravitar e influir sobre él. Esta política se llama disyuntiva porque implica
disputa, tensión y oposición; y se llama también agonal porque agonía significa lucha”.[ CITATION
BID99 \l 2058 ]

La faz agonal es aquella que implica competencia por el logro del poder por parte de quienes
quieren ocupar cargos en el gobierno. La lucha por conquistar o mantener el poder de mando
constituiría política. La conducta que consiste en organizar y dirigir la comunidad, no sería política
propiamente dicha o lo sería sólo en cuanto medio para la lucha por el mando. La esencia de la
política estaría, así, en la contienda por el poder más que en su ejercicio.

Si nos remontamos a los sofistas griegos encontraremos el primer esbozo temático de este
aspecto del trato político, tan desarrollado en Atenas durante su época de régimen democrático.
Allí, el pueblo sea como miembro de la asamblea legislativa o de los tribunales de justicia, o el simple
ciudadano, luchaba diariamente el poder político de mando. El arte de persuadir o retórica era el

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arma pacífica esa lucha. Por supuesto que usada juntamente con otras armas tales como la intriga, la
violencia, la adulación de la plebe. Y si bien la elección por sorteo impedía la lucha para la obtención
de magistraturas, quedaba siempre en la conducción misma de los negocios públicos un área muy
lata para la contienda ciudadana.

Platón se esfuerza por demostrar contra la opinión de Gorgias que la retórica no es arte y menos
arte político.

Esta forma de política no pasó por cierto inadvertida para Maquiavelo y a ello dedicó varios
capítulos de sus Comentarios a las Décadas de Tito Livio y de "El Príncipe y aunque es dudoso si él
vio la esencia de la política en la disyunción por el poder o en el ejercicio del mismo. Por lo que
puede interpretarse en su obra no se limita a ver sólo en la disputa del poder toda la política. El
príncipe también debe gobernar y gobernar bien, cualquiera sea la índole de ideal que persiga.

Bajo el constitucionalismo contemporáneo en el cual la democracia toma la forma indirecta o


representativa y la calidad de liberal. El hombre, objeto de poder, se convierte también en sujeto de
poder y participa según lo señaló Rousseau, de la calidad de súbdito y de ciudadano.

Surge así el fenómeno de la elección de representantes, de los partidos políticos organizados, de


la división de poderes y control judicial de su actividad. Y en la base del sistema, las declaraciones de
derechos individuales. Bajo esta idea, lo que hace el gobierno es o debe ser lo que el pueblo le
manda. La política agonal toma así una importancia inmensa y hasta en ciertos aspectos se hace
jurídicamente obligatoria como ocurre con el sufragio.

Esta visión de la política es limitada pero muchos autores que adhieren tratan de aprehender la
realidad de lo que ocurre en los grupos humanos, sin ideologías ni prejuicios y tal cual ella es. Parten
de la base de que la política es permanente lucha por el poder y, como resultado, el mando sobre
muchos como masa o rebaño, por unos pocos que disfrazan ese hecho con la invocación de ser
mandatarios del pueblo, de hacer lo que el pueblo quiere, de ser la expresión genuina de la voluntad
popular. El pueblo así no participaría en forma plena en el gobierno ni siquiera en las democracias

Marx es un típico exponente de la política como lucha por la dominación y el poder; pero como
por una lucha de clases, una de las cuales la que posee los medios de producción, domina a la otra, y
ésta, en cuanto dominada pugna primeramente para obtener del aparato estatal algunos beneficios
sociales provisionales, y luego, en la revolución proletaria final, todos, conjuntamente con el poder
mismo.

Debe aquí recordarse  Carl Schmitt, jurista y sociólogo alemán, contemporáneo de extraordinario
talento que evolucionó hacia el nazismo hace una fundamentación de este enfoque. Para él, la
política es acción de lucha por el poder que se despliega sobre la distinción irracional de enemigo
interior y exterior y amigo interior y exterior.

Este enfoque de política como disyunción, es también incompleto. Se deja de lado o se relega a
plano secundario lo que es política como acción arquitectónica. Por lo demás, el hecho de que la
acción de gobierno no sea como creen los beatos de la democracia y su “ideología”, un pleno, total y
verdadero gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, tampoco es una pura conducción
desde arriba, como la del pastor a su rebaño. Y en cuanto a la noción de Schmitt, diremos que se
deja en el tintero que a los “amigos” hay que gobernarlos aunque sea como amigos y por eso, al
menos con ellos, se produce el fenómeno de la dirección y entre ellos aparece el fenómeno de la
lucha pacífica por el poder.

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FAZ PLENARIA

Si bien la faz arquitectónica y la agonal como formas de actividad política son indiscutidas,
también son incompletas, insuficientes.

Existe una tercera faz que es la integración de las dos faces anteriores y que permanentemente
busca el equilibrio. Bidart Campos la define como “…plenaria quiere decir política colectiva o total,
esto es, actividad de todos – gobernantes y gobernados-. (…) decimos que es algo que hacen todos
juntos: tanto los que mandan como los que obedecen- Es la resultante, la confluencia, el proceso
que deriva de ese hacer común. Por eso la definimos como un quehacer mancomunado, solidario y
compartido de gobernantes y gobernados. En este sentido, la política plenaria equivale al régimen
político, que es la faz dinámica del estado”. [ CITATION BID99 \l 2058 ]

Bidart Campos sostiene que en el estado hay una dualidad irreductible de gobernantes y
gobernados, de quienes mandan y quienes obedecen.Entre lo que hacen unos y otros hay
reciprocidad y hay interacción; la política plenaria no resulta de sumar la actividad de cada uno de
esos sectores, sino de combinar la cooperación de ambos.

El gobernante manda, y desde el poder desarrolla la política arquitectónica. Pero le es


imprescindible un mínimo de respuesta favorable en la comunidad gobernada, un mínimo de
obediencia y de colaboración. Del lado de los gobernados, también hay actividad con toda una gama
de matices. La actividad del gobernante y la actividad de los gobernados se combinan y
entremezclan, integrándose en aquel quehacer compartido. Eso es la política plenaria o total.

Por su parte Linares entiende que: “Esta posición profesa una tesis más comprensiva y amplia de
la política, ya que ve en ella, no sólo la conducta de los gobiernos, sino también de los gobernados
No sólo de la gestión de los dirigentes, sino también de los dirigidos. No sólo la lucha por el poder,
sino también su ejercicio. En síntesis: la política agonal y la arquitectónica.

En las concepciones plenarias de lo que es el fenómeno político, se toma la realidad de la


conducta comunitaria de los súbditos y se trata de cohonestar, como partes de un todo, los parciales
enfoques de los dos referidos tipos de concepciones: política  igual a la acción del gobernante de
organizar o conducir la comunidad y política  igual a la acción de luchar para organizar y conducir la
comunidad. El primer tipo de política sería así el fin del segundo y éste  un medio del primero”.
[ CITATION LIN60 \l 2058 ]

Si nos remontamos a la antigüedad, el enfoque plenario estaba latente en Grecia por el sólo
hecho de que las otras dos concepciones parciales coexistían, desde que por regir una forma
democrática, se luchaba por alcanzar el poder y por ejercerlo y se hacía tema científico de todo ello.
Santo Tomás decía que política es la virtud operativa orientada al bien común y de que hay también
una especie de prudencia política en el súbdito y no sólo en los que mandan ; así como en su
concepción de la comunidad, como una unidad de orden, orientada al bien común que gobernantes
y súbditos persiguen.

Por otro lado, Maquiavelo fue un gran exponente ya que algunos autores destacan como nota
esencial en la concepción maquiavelista, la contienda por el poder. Pero su visión es mucho más
amplia y puede traslucirse al final del capítulo 1 de “El Príncipe”, expresa:

“Los estados así adquiridos, o los gobernaba un príncipe, o gozaban de libertad; y se adquieren, o
con ajenas armas, o con las propias, por caso afortunado o por valor y genio” y al comienzo del II:
“Concretareme, pues, a los principados, y, ateniéndome pues a la clasificación hecha, diré cómo
pueden ser conservados y gobernados”.

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Los diez primeros capítulos del “Discurso sobre las Décadas de Tito Livio”, están dedicados al tema
de la fundación y organización del estado y los restantes al de su gobierno. En “El Príncipe”, afecta
los capítulos VIII, en adelante, al tema de la política arquitectónica desarrollada por el gobierno. Para
el secretario florentino el poder no es, pues, un fin en sí, sino un medio para el fin, que es la política
arquitectónica y ambas, medio y fin, integran el obrar político.

Muchos exponentes de la teoría “contractualista” de la sociedad y el estado están en esta misma


sintonía. El contrato social, la organización del estado y en definitiva, toda la ejecución de aquél,
tanto para los que lo piensan como un hecho histórico real, como para los que lo ven como una
hipótesis racional, constituyen un hacer colectivo por excelencia. Rousseau plantea que la voluntad
general lleva a una tal vinculación entre el obrar arquitectónico y el de lucha, que el concepto de
política como acción plenaria de la comunidad, parece ser la ineludible consecuencia de la teoría.

Los pensadores que conciben al estado como institución también tienen una visión plenaria; la
política trasluce como una obra colectiva típica. El fundador de esta escuela  Maurice Hauriou quien
ve al estado corno un fenómeno social perteneciente a una especie de totalidad colectiva humana,
llamada institución”. Vale decir a ciertas formaciones sociales dotadas de permanencia gracias a una
serie de factores. La última manera de definir la institución, según Hauriou, es la siguiente:

“Una  institución, es una idea de obra o de empresa que se realiza y dura jurídicamente en un medio
social; para la realización de esta idea, se organiza un poder que le procura sus órganos; por otra
parte, entre los miembros del grupo social interesado en la realización de la idea, se producen
manifestaciones de comunión, dirigidas por los órganos del poder y reguladas por unos
procedimientos”

El estado cabe en este género, claro que con caracteres propios. Pero lo interesante es señalar que
el estado es visto así, como una totalidad de acción colectiva, que mantiene a sus dirigentes y
dirigidos unificados dentro de un proyecto comunitario de vida. Esa totalidad móvil, y en perpetuo
proceso de acción, es, cabalmente, lo que se ha llamado también empresa política. Y la política es
“hecha” por todos en algún grado: gobierno y súbditos.

Otra definición de política como actividad plenaria, es la del profesor Georges Burdeau:

“Por tanto, podemos decir, que la política engloba todos los fenómenos sociales, en la medida en que
ellos son implicados por la actividad que mira, sea a la conquista del Poder, sea a su ejercicio”.
[ CITATION LIN60 \l 2058 ]

Es evidente que el poder es poder en algo y para algo. El mando sólo se ejercita en un medio
social y existen, frente al poder, individuos que lo soportan y son dirigidos por él.

Posadas, Conde, Maravall, Sánchez Agesta, Heller, Eckart) son algunos otros autores que conciben
a la vida política desde este punto de vista que interrelaciona las dos fases anteriores, agonal y
arquitectónica y que se erige como el estado ideal de la política.

En los artículos mencionados en la actividad podemos distinguir distintas fases que permitirán ver
en forma concreta cada una de las faces trabajadas.

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 “Bolivia cerró la campaña electoral en medio de la pandemia de coronavirus: las estrategias


de los tres candidatos”, Infobae 15/10/2020

En esta crónica se puede identificar la faz agonal pues se hace una reseña muy clara a cerca del
cierre de la campaña política en Bolivia. Se muestra claramente el rol de cada candidato en la
competencia y lucha por el poder, es decir la lucha por alcanzar los cargos de gobierno.

 “Joe Biden ya arma su gabinete: quienes son los principales candidatos” Infobae
14/11/2020.

Claramente, desde el título se puede identificar la faz arquitectónica, ya que con un presidente
electo se menciona a los posibles candidatos a ejercer el poder político, y esto tiene un fin mediato
que pretende determinar la representación de un orden social deseable.

 “El senado votó por unanimidad y es ley el limite al “dos por uno” La Nación 11/05/2017,
se puede identificar la faz plenaria, ya que la iniciativa sancionada y consensuada de
urgencia, busca un equilibrio entre el consenso y el conflicto.

BIBLIOGRAFÍA:

ASTARLOA, Gabriel M. LA NACION 30 de agosto de 2010 “Las dos caras de la política” (EDITORIAL)

BIDART CAMPOS, Germán1999. LECCIONES ELEMENTALES DE POLÍTICA. EDIAR- Bs. As.

MAQUIAVELO. El Príncipe

LINARES JUAN FRANCISCO.1960. “Política y Comunidad” Abeledo-Perrot

ASPECTOS 0 FACES DE LA POLÍTICA: https://studylib.es/doc/5653/aspectos-y-fases-de-la-pol


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UNIVERSIDAD KENNEDY. DERECHO POLÍTICO. Módulo 1 “La política”

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