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(UTESA)
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2-17-1799
Bailes de Regocijo. Se practican sin motivo especial, por deleite, sin asociarlo
a una fecha, lugar o celebración de ninguna clase. (Merengue, Carabine,
Mangulina, Zapateo, Chenche Matriculado).
“Este género nos enaltece porque donde quiera que se escucha esta música
la gente sabe que es oriunda de los dominicanos. Los turistas cuando nos
visitan quieren escucharlo y conocerlo. Si un extranjero lo interpreta, lo
primero que hace es pedirle permiso a la República Dominicana, como una
muestra de respeto al ritmo y nos exalta”, considera Fausto Polanco.
https://youtu.be/WDNTwKzYtHQ
Los palos: Este género musical de los Palos complementado por sus danzas y
bailes rituales eran tan común en décadas atrás que según la opinión de
Fradique "debe ser considerado como el verdadero baile folklórico
dominicano ya que es el baile más extendido en la cultura dominicana"
Esta tradición musical, más notable en el área de Villa Mella (sección cercana
a la capital) usa en sus ritos religiosos y celebraciones seculares instrumentos
mayormente de percusión. Entre ellos sobresale un variado número de
tambores. Es considerada nuestra danza nacional ya que la podemos
encontrar asociada a la mayoría de las manifestaciones de carácter mágico
religioso de nuestro país.
Los instrumentos que le acompañan son: Palo mayor, palo mediano o adulón,
palo menor o alcahuete, maracas, güira, y palitos cata. Los atabales son
instrumentos membranófonos, cilíndricos de golpe directo, se fabrican
tomando un tronco ahuecado, preferiblemente de aguacate o de lana, el cual
se perfora con candela o con una gubia y luego se le pone un cuero o parche
el cual es colocado en un aro y luego es atado de diversas formas, con una
soga.
Zarambo
Guarapo
Callao
Fandango
https://youtu.be/DZS0jPmHXSs
3. El carnaval.
Doy paso al popular decimero cibaeño de la segunda mitad del siglo XIX, Juan
Antonio Alix. En su décima La jambre expresa: Si Dios no mete su mano el
hambre nos sacrifica, el pobre tira su anzuelo pero el peje no le pica. En Viva
la paz nos trae al recuerdo aquello de “Dejarnos como perico en la estaca”,
leamos: Y hay quien diga con afán que ya Perico Lazala, jamás tirará una bala
por su compadre don Juan. El araña capitán que después que le ofreció la
ínsula, se embarcó a gozar a Puerto Rico, y al infeliz Perico en la estaca lo
dejó.