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CAPITULO 9

AGUA SUBTERRÁNEA

9.1. INTRODUCCIÓN
El término Agua Subterránea se refiere en general a la ocurrencia del agua por
debajo de la superficie del suelo. Sin embargo, comúnmente se considera sólo aquella
agua que se encuentra en la zona de saturación. De esta zona proviene el flujo base de
todas las corrientes, así como el agua que se extrae de pozos por bombeo. El agua
percola desde la superficie a la zona saturada a través de la zona de aireación (o zona no
saturada), o desde los cauces de los ríos durante los períodos de avenidas.
En este capítulo se discutirán los aspectos fundamentales para el análisis del flujo en
la zona saturada. También se considera el agua en la zona de aireación, pero sólo
superficialmente.

9.2. ZONA DE AIREACIÓN


El agua que se infiltra desde la superficie penetra en primer lugar en la zona de
raíces. En esta región, los poros del suelo contienen aire y agua. En la superficie, la
presión es atmosférica y el agua es retenida en el lugar por fuerzas capilares y
electroquímicas. La zona no saturada sólo puede retener una cantidad limitada de agua
conocida como capacidad de campo. Una vez satisfecha la capacidad de campo (ver
Fig. 1.2 en el Cap.1), cualquier cantidad adicional que se agregue al suelo, percola hacia
la zona saturada, es decir, hacia la región del agua subterránea.
Las plantas absorben el agua desde la zona de raíces. Pero cuando el contenido de
humedad desciende llega un momento en que la planta no puede absorber más agua y se
marchita; este nivel se conoce como el punto de marchitez permanente. El objetivo de la
irrigación es suministrar agua al suelo en tal forma de mantener la humedad por encima
del punto de marchitez, pero que no pase de la capacidad de campo. La máxima
cantidad de agua disponible en el suelo viene a ser la diferencia entre la capacidad de
campo y el punto de marchitez permanente. En la Tabla 9.1 se dan valores estimados de
los tres parámetros para varios tipos de suelo.
La pérdida de humedad en la zona de raíces puede ser restituida por precipitación,
riego, o ascenso capilar desde el nivel freático. La descripción matemática del
movimiento del agua en esta zona es muy compleja, y está fuera del alcance de esta
obra; afortunadamente, no es necesario para la mayoría de los trabajos hidrológicos.

282
9.3. ZONA DE SATURACIÓN
El límite de separación entre la zona de aireación y la zona de saturación se conoce
como el nivel freático o mesa de agua. Un pozo subterráneo que se perfore a través del
perfil del suelo se llena con agua hasta ese nivel, el cual se mantiene a presión
atmosférica. La presión dentro del pozo por debajo del nivel freático se incrementa
hidrostáticamente, siempre que el perfil del suelo constituya un sistema continuo y
homogéneo, sin la presencia de estratos impermeables intermedios. Un acuífero se
define como un estrato de suelo que contiene y conduce agua. Puede ser no confinado,
o confinado por dos estratos impermeables. El agua se mueve a lo largo de un estrato
confinado como si lo hiciera por una tubería llena de un material permeable. En este
tipo de acuífero el flujo podría estar bajo presión, en cuyo caso, el agua se eleva por
encima del estrato impermeable superior, si se perfora un pozo subterráneo. Este tipo de
acuífero se denomina artesiano y el pozo viene a ser un pozo artesiano.

TABLA 9.1.: VALORES MEDIOS DE HUMEDAD PARA VARIOS TIPOS DE


SUELO EXPRESADOS EN LAMINA / METRO DE PROFUNDIDAD.
Agua Disponible a
Capacidad de Punto de Marchitez
Tipo de Suelo Capacidad de Campo
Campo (mm/m) Permanente (mm/m)
(mm/m)

Arenas 100 25 75

Arenas Finas 116 33 82

Limo Arenoso 158 50 108

Limo Arenoso Fino 216 66 149

Limo 266 100 166

Limo Arcilloso 283 116 166

Limo Arcilloso
300 133 166
Liviano

Limo Arcilloso Medio 316 150 166

Limo Arcilloso Pesado 325 175 150

Arcillas 325 177 150

Ley de Darcy
En la naturaleza, el suelo de un acuífero casi nunca está conformado por partículas
uniformes en tamaño, forma y composición. La situación siempre se complica por la
presencia de lentes de material relativamente impermeable, rocas o discontinuidades
abruptas.

283
1

2
h1
L
h2

Fig. 9.1: Modelo de dos embalses conectados mediante una tubería rellena de material
permeable.

El flujo subterráneo se mueve a través de caminos tortuosos, formados por la


interconexión de los espacios vacíos que quedan entre las partículas del suelo. La
velocidad del flujo es muy baja debido a la elevada resistencia que ofrece el suelo;
como resultado de ello, el flujo es de naturaleza laminar. Tomemos como ejemplo el
flujo que ocurre entre dos embalses conectados por una tubería rellena de material
permeable homogéneo, como se muestra en la Figura 9.1. Aplicando la ecuación
general de energía entre ambos embalses (puntos 1 y 2) tenemos:

2 2
(9.1) V1 P1 V2 P2 L V2
Z1 Z2 f
2g γ 2g γ D 2g

Donde:
V = velocidad
p = presión
Z = elevación
g = aceleración de la gravedad
f = coeficiente de resistencia de Weisbach
L = longitud de la tubería
D = diámetro de la tubería
γ = peso específico del fluido
Debido a que V1 y V2 son normalmente muy pequeños se desprecian sus cuadrados;
p1 = p2 = presión atmosférica; con lo cual resulta:
Z1 - Z2 = h1 - h2 = f (L/D) (V²/2g) (9.2)
O lo que es lo mismo:

284
V² = (2gD/f) [(h1 - h2)/L] = - (2gD/f) [(∆h)/L] (9.3)
donde: ∆h = h1 - h2
Se ha demostrado que para velocidades muy pequeñas, lo cual es normalmente el
caso, el coeficiente f de resistencia es inversamente proporcional a V. El término 2gD/f
se define usualmente como:
2gD/f = KV (9.4)

Donde: K se conoce como el coeficiente de permeabilidad, el cual viene a estar


dado como una función del tamaño y forma de las partículas del material, y posee las
unidades de V. Por lo tanto, la permeabilidad es lo opuesto a la resistencia, es decir, baja
resistencia al flujo implica permeabilidad relativamente alta. Sustituyendo la ecuación
(9.4) en la (9.2) y reduciendo a una longitud diferencial dl, se tiene:

dh
V -K (9.5)
dl

La cual representa una forma de la Ley de Darcy. El signo negativo en esta ecuación
simplemente indica que el flujo se mueve en la dirección de decrecimiento de h.
La ecuación (9.5) posee ciertas limitaciones en su uso. La velocidad no es la
velocidad real del fluido cuando serpentea hacia adentro, hacia fuera y alrededor del
material poroso; constituye una velocidad ficticia, resultado de dividir el caudal entre la
sección transversal de la tubería, siendo esta última, la sumatoria del área de poros y de
los sólidos proyectada sobre un plano normal al eje central de la tubería.
En el ejemplo precedente V es entonces igual al cociente entre el caudal (tasa de
flujo) y la sección transversal de la tubería. La ecuación (9.5) sólo es válida para
velocidades pequeñas; y se hace más imprecisa a medida que aumenta la velocidad.

285
TABLA 9.2: VALORES DE PERMEABILIDAD REPRESENTATIVOS PARA
VARIOS TIPOS DE MATERIAL

Tipo de Material Permeabilidad (K) en m/s [x 10-6]

Arcilla 0.00046 – 0. 914

Arena 45.7 – 1432


Grava 457 – 7000

Grava y Arena 91.4 – 2438


Piedra Arenosa 0.046 – 24.4

Fósiles (Shale) 4.6 x 10 6 – 0.040

Una discusión más extensa sobre la ley de Darcy y sus limitaciones está fuera del
alcance de este libro, pero puede consultarse con la bibliografía correspondiente, tal
como Muskai (1946) y Scheidegger (1960). En la Tabla 9.2 se dan algunos valores
representativos de la permeabilidad K. Tanto la ecuación de Darcy como las unidades se
dan en diferentes formas, por lo que es necesario tener cuidado cuando se comparan
valores de diferentes fuentes. La Figura 9.1 representa un dispositivo estándar para
medir la permeabilidad. El conducto se rellena con un material cuyo valor de K se desea
conocer. Se mide el caudal que fluye entre ambos tanques así como ∆h. El valor K se
determina mediante la Ecuación (9.5).
Los valores de permeabilidad dados en la Tabla 9.2 indican que éstos vienen a ser
una función de tipo material. La grava, con tamaños de partículas y poros grandes
ofrecen una resistencia relativamente baja al flujo; mientras que el suelo fósil con
partículas densamente compactadas ofrece una resistencia al flujo relativamente mayor.

9.4. FLUJO BIDIMENSIONAL


Se demostrará la aplicación de la ley de Darcy mediante algunos ejemplos de flujo
bidimensional.
Flujo hacia una zanja desde un acuífero confinado
Un material poroso es confinado entre dos capas impermeables como se muestra en
la Figura 9.2. El flujo del río mantiene el material poroso en condición saturada. Se
perfora una zanja a través del material poroso y se bombea el agua a una tasa tal, que se
mantenga el nivel en la zanja a la altura h2. La pregunta es ¿Qué cantidad de agua por
metro de zanja debe bombearse para mantener la condición impuesta?. Hay que notar
que la zanja atraviesa totalmente al acuífero, lo cual evita el problema de flujo a través

286
del fondo de la zanja. A lo largo del capítulo se van a considerar casos de zanjas y pozos
de este tipo. Hay que hacer notar también que el acuífero se encuentra totalmente
saturado.
Este problema es similar al de la Figura 9.1, con la diferencia, que en este caso, la
tubería es muy grande y de forma rectangular. La sección del acuífero es D para una
unidad de anchura, el caudal que fluye a través del acuífero es:
Q = VA = VD (9.6)
La velocidad está dada por la ecuación (9.5), con lo cual, la expresión para Q es:

dh
Q KD
dl
Si asumimos que la altura piezométrica varía linealmente de h1 a h2 se tiene:
Luego:
dh h2 h1
(9.7)
dl L
Q [(h 1 h 2 )/L] KD
Q

h1 D
h2 h2 < h1
Río

Fig. 9.2.: Flujo hacia una zanja desde un acuífero confinado.

Flujo hacia una zanja desde un acuífero parcialmente confinado


Frecuentemente se utilizan pozos para drenar un área que está en construcción. En la
Figura 9.3 se muestra un caso que representa a una condición en la cual se desea
bombear el agua en tal forma de mantener seco el perfil por encima del nivel h 2 , siendo
h2<D. Esta práctica es muy común en sitios de construcción donde el nivel freático es
muy elevado. Al bombear el agua hasta el nivel h2, el acuífero cerca de la zanja se
transforma en uno no confinado, a pesar de que cerca del río el acuífero sigue estando
confinado. Sin embargo, no se conoce al inicio la porción de L que está saturada. La
misma situación se presenta cuando se considera el flujo del río, cuyo nivel desciende
por debajo de la capa superior del acuífero.

287
Para poder establecer el caudal de bombeo por unidad de anchura de zanja, es
conveniente separar el problema en dos partes. Consideremos en primer lugar el flujo
confinado que ocurre entre el río y el punto donde el flujo se transforma en no
confinado, a una distancia B. Este flujo se calcula, siguiendo el mismo procedimiento
que el ejemplo anterior:
Q = [(h1 – D)/B]KD (9.8)
La segunda parte contempla el flujo no confinado. El caudal está dado por:
dh (9.9)
Q -K A
dl
En este caso, el área A no es constante, sino que varía a lo largo del acuífero con la
distancia X, en la forma que se mide en la Figura 9.3. Hay que hacer notar también que
Y, la elevación de la superficie de agua, es igual a la dimensión vertical del área en tal
forma que la sección transversal es A = Y. Luego, el caudal por unidad de anchura es:
dy
Q -K y (9.10)
dl

Esta es una ecuación diferencial cuya solución se puede expresar como la siguiente
integral: L h2
Q dL K ydy
B D
(9.11)
La solución de la integral arroja:
2
D2 h 2 (9.12)
Q K
2(L B)

Debido a que el caudal que atraviesa el acuífero es el mismo que tiene que atravesar
el acuífero no confinado D de la solución de las ecuaciones (9.8) y (9.12), resulta para Q
y B:
2
Q (k/2L)[2D( h1 - D) (D 2 - h 2 )]
(9.13)
2LD(h1 D)
B 2
2D(h1 D) (D 2 h2 )

En la solución de este ejemplo se ha despreciado la variación de K con la velocidad:


se ha asumido tácitamente que la ecuación (9.2), de flujo uniforme, es aplicable a un
flujo convergente. Estas acepciones sólo son valederas hasta tanto las velocidades sigan
manteniéndose bajas.

288
Q
Río

h1 Y
D
h2

L
Fig. 9.3.: Flujo hacia una zanja desde un acuífero parcialmente confinado.

Como hemos visto en los dos ejemplos hipotéticos, el agua subterránea ocurre bajo
condiciones confinada y no confinada; en concordancia, el acuífero o zona de saturación
se define como confinado o no confinado.
En un acuífero confinado el agua se encuentra bajo presión, en la misma forma que
en una tubería. Por lo tanto, en el caso de perforar un pozo en este estrato, el agua sube
por el pozo por sobre el nivel de confinamiento hasta una altura de:
p (9.14)
y
Donde:
y = altura de ascenso por encima del punto donde se mide P
p = presión en Kg/cm²
γ = peso específico del fluido (para agua 1000 Kg/m³)
Cuando se utiliza la ecuación de Darcy para un acuífero confinado el término h es:
h = Z + p/ γ (9.15)
Donde:
Z = elevación por encima de un datum arbitrario
p = presión en la elevación Z
Al deducir la ecuación (9.2) vimos que p1 y p2 se referían a las presiones
correspondientes a las superficies de agua libre y por lo tanto iguales a la presión
atmosférica. En un acuífero no confinado, se asume igualmente que la presión es
atmosférica.

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Flujo permanente hacia pozos
Como una aplicación adicional de la ley de Darcy se va a presentar un ejemplo de
análisis de flujo hacia un pozo. Vamos a considerar como caso particular el flujo a
través de un acuífero homogéneo e isotrópico no confinado, limitado en el fondo por un
estrato impermeable. Los casos que analizamos anteriormente se referían a flujo
bidimensional en un plano vertical. El flujo es permanente, es decir, que se mantiene a
lo largo del tiempo, es también bidimensional, pero en un plano radial. Obviamente que
un flujo de esa naturaleza sólo puede ocurrir cuando el agua que se extrae del pozo es
continuamente suplida y en forma uniforme alrededor del pozo desde una gran
distancia. La Figura 9.4 ilustra este tipo de flujo.
El agua es bombeada del pozo de radio r w a una tasa Q. En la parte superior el flujo
es no confinado.
El problema consiste en determinar el nivel del agua h w en el pozo.
La ecuación básica es nuevamente la ley de Darcy:

dh
Q -K A
dL
El flujo hacia el pozo tiene que pasar radialmente con una velocidad V a través de los
lados de un cilindro de altura h, radio r y espesor dr (Figura 9.4). Por lo tanto, se trata de
un flujo radial desde todas direcciones hacia el interior del pozo. De ese modo la
ecuación (9.9) se convierte en:
dh
Q K( )[(2 r)h] (9.16)
dr

Hay que notar que d1 = - dr, debido a que el flujo ocurre en la dirección en que r
decrece. La solución de esta ecuación diferencial se puede expresar en forma integral:

R dr h1
Q 2ππ hdh (9.17)
rw r hw

Cuyo resultado arroja:


hW [h 12 (Q / K )In (R / rW )]1 / 2 (9.18)

(h1 – hw) se conoce como el abatimiento, es decir, el descenso del nivel del agua en
el pozo debido al bombeo. En esta solución se ha considerado que la pérdida de energía
hidráulica debido al paso del agua del acuífero al pozo es nula. En la práctica se suelen
usar filtros protectores que hacen que dicha pérdida deba tomarse en cuenta.

290
Q

V V

hw h

rw
r dr
Fig. 9.4.: Flujo hacia un pozo en un acuífero no confinado

Flujo no permanente hacia pozos


A pesar de que el flujo en pozos es tratado frecuentemente como un problema de
flujo permanente (las condiciones no cambian con el tiempo), la mayoría de los casos
que se encuentran en la realidad son de condiciones no permanentes (varían con el
tiempo). Durante el período lluvioso del año ocurre una recarga subterránea como
consecuencia de la infiltración del agua proveniente de la precipitación. Cuando el agua
subterránea es bombeada a una tasa constante se reduce el volumen total del
almacenamiento del acuífero, pero tan pronto como caen las lluvias se rellena de nuevo.
Luego el nivel de la superficie libre en un acuífero no confinado es abatido a medida
que continúa el bombeo. Excepciones a este proceso lo constituyen aquellos casos en
los que hay recarga directa desde ríos o lagos. La solución para un flujo no permanente
en un pozo confinado fue derivada por THEIS. Aquí sólo vamos a ilustrar la aplicación
de dicha solución. Detalles sobre su derivación se pueden encontrar en Davis y De
Wiese (1966), Theis (1935) o Walton (1970).

Flujo de no equilibrio hacia un pozo en un acuífero confinado


Si el agua se extrajera a una tasa constante Q mayor que el flujo que entra al sistema,
el almacenamiento subterráneo iría disminuyendo con el tiempo. A medida que se
incrementa el abatimiento, el flujo que entra al sistema también se incrementa hasta
alcanzar un equilibrio. Esto asume indudablemente que el aporte al pozo es igual a la
extracción Q a una gran distancia del pozo. Esta acepción no siempre es cierta, lo cual
ocasiona que muchos acuíferos sean totalmente agotados por bombeos continuos.

291
En la Figura 9.5 se presenta un esquema de un caso de flujo no permanente. Antes
de iniciar el bombeo la altura piezométrica conforma un plano horizontal al nivel ho .
Cuando se inicia el bombeo, el nivel piezométrico empieza a abatirse, más rápidamente
en las cercanías del pozo, y menos marcado a medida que se aleja radialmente del pozo.
El problema consiste en establecer la posición del nivel piezométrico a medida que
transcurre el tiempo.
La solución de la ecuación diferencial parcial que describe el sistema no permanente
se da en forma de una integral exponencial y puede expresarse como sigue:

Q (9.19)
ho h W(u)
4 T

ho - h = abatimiento en m
Q = descarga en (m³/s)
T = coeficiente de transmisibilidad (m³/día/m)
W(u) = una función de pozo
El coeficiente de transmisibilidad T viene a ser el producto de la permeabilidad K y
el espesor del acuífero m y posee las dimensiones de m³/d/m. La función de pozo W(u)
viene a ser una integral exponencial, que no puede evaluarse en términos de funciones
simples. En la Tabla 9.3 se dan los valores de W(u) para varias magnitudes de u, la cual
a su vez se da como:
S r2
u (9.20)
4T t
Donde:
r = distancia desde el pozo hasta el piezómetro de observación en m.
t = tiempo desde que se inicia el bombeo en días
S = coeficiente de almacenamiento
El coeficiente de almacenamiento está relacionado con la compresibilidad del
sistema y se puede considerar como el agua removida de una columna vertical de un
metro cuadrado en el acuífero, cuando la altura de presión P se hace descender en 1 m.
Las ecuaciones (9.19) y (9.20) se pueden usar de dos maneras: conocidos los
coeficientes de transmisibilidad T y de almacenamiento S se pueden determinar el
abatimiento y la altura de bombeo como una función del tiempo. Esto se encuentra
directamente por sustitución usando como radio del pozo la distancia que hay hasta el
piezómetro de observación. Inversamente, se pueden determinar las propiedades T y S

292
del acuífero bombeando un caudal constante Q y midiendo el abatimiento para varios
intervalos de tiempo.
Q Piezómetro

hw H0

rw
r
Fig. 9.5.: Condición de no equilibrio de un pozo en un acuífero confinado.

Las propiedades del acuífero no pueden ser establecidas directamente, pero existen
técnicas gráficas para su determinación indirecta. Para analizar este procedimiento,
obsérvese que en las ecuaciones (9.19) y (9.20) los términos encerrados entre corchetes
son constantes para un pozo particular y pueden considerarse como constantes de
proporcionalidad. Por lo tanto un gráfico de W(u) vs. u debería tener la misma forma
que un gráfico de (h0 – h) vs. (r²/t). La diferencia resultante de las constantes de
proporcionalidad se manifiesta en una diferencia de escala entre ambos gráficos. El
procedimiento gráfico consiste en dibujar en papel doble logarítmico W(u) vs. u
utilizando los valores dados en la Tabla 9.3, como se muestra en la Figura 9.6.

293
TABLA 9.3.: VALORES DE W(U) PARA DIFERENTES U

u 1.0 2.0 3.0 4.0 5.0 6.0 7.0 8.0 9.0

X1 0.219 0.019 0.013 0.0038 0.0011 0.00036 0.00012 0.000038 0.00

X 10-1 1.82 1.22 0.91 0.70 0.56 0.45 0.37 0.31 0.20
-2
X 10 4.04 3.35 2.96 2.68 2.47 2.30 2.15 2.03 1.93

X 10-3 6.33 5.64 5.23 4.95 4.73 4.54 4.39 4.26 4.14

X 10-4 8.63 4.94 7.53 7.25 7.02 6.84 6.69 6.55 6.44

X 10-5 10.94 10.24 10.84 9.55 9.33 9.14 8.99 8.86 8.74

X 10-6 13.24 12.55 12.14 11.85 11.63 11.45 11.29 11.16 11.01

X 10-7 15.54 14.85 14.44 14.15 13.93 13.75 13.60 13.46 13.44

X 10-8 17.84 17.15 16.74 16.46 16.23 16.05 15.90 15.76 15.65

X 10-9 19.15 19.45 19.05 18.76 18.54 18.35 18.20 18.07 17.95

X 10-10 22.45 21.76 21.35 21.06 20.84 20.66 20.50 20.37 20.25

X 10-11 24.75 24.06 23.65 23.36 23.14 22.96 22.81 22.67 22.55

X 10-12 27.05 26.36 25.96 25.67 25.44 25.26 25.11 24.97 24.86

X 10-13 29.36 28.66 28.26 27.97 27.75 27.56 27.41 27.28 27.16

X 10-14 31.66 30.97 30.56 30.27 30.05 29.87 29.71 29.58 29.46

X 10-15 30.96 33.27 32.86 32.58 32.35 32.17 32.02 31.88 31.76

294
U

Fig. 9.6.: Grafica de la función de Pozo W(U) contra U (Curva Típica).

Con los valores medidos se construye el otro gráfico de (h0 – h) vs. (r²/t), como se
muestra en la Figura 9.7. Uno de los gráficos se elabora en papel transparente. Ambos
gráficos se superponen como se muestra en la Figura 9.8. Manteniendo las coordenadas
paralelas se trasladan hasta que las curvas coincidan tanto como sea posible.

Fig. 9.7.: Grafica de los valores Ho – H contra R²/T

Se selecciona un punto de coincidencia entre ambas curvas, registrándose los valores


de W(u), (h0 – h), u y (r²/t), y se resuelven las ecuaciones (9.19) y (9.20) para T y S.
El análisis precedente se limita a pozos que atraviesan totalmente el acuífero
confinado. Procedimientos similares se han desarrollado para pozos de penetración
parcial, pozos en acuíferos confinados con descargas y pozos en acuíferos no
confinados.

295
W(u)

Fig. 9.8.: SUPERPOSICIÓN de las Figuras 9.6 y 9.7

Dichos métodos están fuera del alcance de este libro pero pueden encontrarse en las
referencias correspondientes, tal como TOOD (1959), WALTON (1970), HARR
(1962), FREEZE (1979).

REFERENCIAS
Linsley, R.K.; Kohler, M.A. y Paulhus, J.L. “Hidrología para Ingenieros”. Mac. Graw
Hill Latinoamericana 1977.
Viessman, W. Knapp, W. Lewis Q.L. and y T. Harbaugh E., “Introduction to
Hydrology”, 2ª ed., Harper and Row, N.Y., 1977.
Hjelmfelt, A.T. and Cassidy, J.J., “Hydrology for Engineers and Planers”. lowa State,
Press, Ames, lowa, 1975.
Wilson, E.M. “Engineering Hydrology”, 2ª ed. Mac Millan Press, 1982.
Todd, D.K. “Ground Water Hydrology”, Wiley, N.Y., 1959.
Freeze, R.A. Cherry J.A. “Ground Water”. Prentice-Hall. 1979.
Sheudegger, A.E. “The Physics of Flow through porous Media”. Mac Millan, 1960.

296
PROBLEMAS
9.1 Un pozo de 12 pulgadas de diámetro es bombeado a una tasa uniforme de 42 lps y
los valores de tiempo y abatimiento se observan en un pozo a 30 m de distancia. Los
valores de tiempo y abatimiento observados se dan abajo. Encontrar la transmisibilidad
y el coeficiente de almacenamiento del acuífero y estimar el abatimiento en el pozo de
observación al final de 30 días de bombeo.

t (h) 1 2 3 4 5 6 8 10 12 18 24

Z1(m) 0.18 0.43 0.73 0.88 1.01 1.22 1.58 1.89 2.29 2.77 3.20

9.2 ¿Cuál sería el abatimiento máximo seguro para que no se contamine un pozo con
agua salada, donde el nivel freático está a 3 m sobre el nivel del mar y el fondo del pozo
está a 25 m debajo de dicho nivel. Densidad agua de mar 1025 Kg./m³.
9.3 a) Dibuje esquemáticamente el nivel freático y b) Calcule la descarga en x = 300 m.

R = 3mm/d

15 m
K = 2 m²/d 12 m

0 300
m

297

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