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ÁLVAREZ
RESUMEN ABSTRACT
Estudiamos los restos de un alfar romano del We have studied the remains of a roman pottery
cambio de Era sobre la orilla derecha del paleo- from around the time of Christ found on the right
estuario del arroyo Saladillo y la evolución de su bank of the paleo-estuary of the Saladillo river
medio natural circundante entre el Pleistoceno and the evolution of the surrounding area from
Medio y el Holoceno Reciente, con muestras de Pleistocene to recent Holocene. Also finding
industria musteriense asociada a los depósitos samples of musterien industry associated to the
más antiguos. Igualmente, correlacionamos los oldest deposits. At the same time, we correlated
procesos geomorfológicos evidenciados con the geomorphological processes demonstrated
la interpretación geoarqueológica actual de la with the present geoarchaeological interpretation
desembocadura del Río de la Miel, exponiendo of the mouth of the Río de la Miel, exposing the
las similitudes de sus caracteres paleogeográficos similarities of its paleogeographical characters
especialmente para los siglos I a VI d.C. especially from the I to the VI century A.D.
Alfar, romano, pleistoceno, holoceno reciente, Pottery, roman, Pleistocene, recent Holocene,
musteriense, geoarqueología. Musterien, Geoarchaeology.
1. INTRODUCCIÓN
Figura 2. Planta general de ubicación de sondeos, zanjas, hornos y excavación en extensión, con propuesta de linea
de “paleocosta”.
el texto del proyecto pero modificadas por los estrato de vertido de alfar estudiado en el perfil
resultados iniciales, dado que trabajamos en norte de la zanja B (reconocido como B5 y C4 en
continua revisión de la sencilla metodología (por sus respectivos sondeos). El objetivo puntual de
muy complejos que sean los procedimientos) esta actuación era obtener información suficiente
que da cuerpo a la técnica arqueológica actual, para valorar una cronología relativa ante quem
en cuya escrupulosa aplicación consiste nuestro del abandono de la figlina ya que se encuentra
trabajo 4. decapitada y seccionada verticalmente por las
obras de instalación de la fábrica de conservas.
Así, comenzamos con el replanteo topográfico
de veintidós sondeos cuadrados y con lados La excavación de los hornos (para cuya
de metro y medio, nombrados con letras denominación se ha usado la letra V) se ha
mayúsculas, desde la A a la U (evitando la CH), desarrollado siguiendo criterios de conservación y
y distribuidos en cinco columnas, cada una de ubicación. Así, V1, localizado durante la apertura
las cuales contenía un número variable de ellos de la zanja C (y levemente afectado por los dientes
por su adaptación a la morfología del polígono del cazo de la máquina), sólo ha requerido su
dentro del que trabajábamos (ver Fig. 2 para limpieza superficial para liberarlo de escombros
ubicación de sondeos, zanjas y excavación de recientes y definir su planta conservada, de apenas
los hornos). Terminada su excavación manual, medio metro cuadrado. Hemos documentado su
han sido la guía, en segunda fase, de dieciséis sección en el perfil norte de la zanja C. Por su
zanjas organizadas en tres baterías, con su parte, V2, al Sur del anterior, ha sido integrado en
misma anchura y longitudes diversas (entre diez un sondeo rectangular de cuatro con cuarenta por
y cuarenta metros), abiertas con una máquina nueve con ochenta metros que también incluye
retroexcavadora. Sus denominaciones coinciden los restos de una “atarjea” embutida en las arenas
con las de los sondeos a partir de los que se de base. Por último, V3, al Oeste de V1, había
abrieron o las de los que unen (de la A a la M, perdido parte de su volumen por la instalación de
NÑO, PQR y STU). una riostra de hormigón que lo seccionó por la
mitad; lo conservado, tras su limpieza superficial,
quedó inscrito en un sondeo de tres por cinco
metros. Este horno queda en parte fuera del
espacio destinado a aparcamientos de los edificios
promovidos; sin embargo, la superficialidad de
los restos y la escasa entidad de lo conservado
aconsejaban su estudio ya que el gasto necesario
era asumible por el presupuesto económico.
La asociación de dicha industria con la fase una redeposición causada por la erosión de sus
pleistocena es compleja. Interpretamos que las contextos originales. A pesar de ello, no plantea
muestras de superficie aparecen en posición dudas tras el reconocimiento de la parcela en su
secundaria por la remoción contemporánea de los conjunto y de la zona inmediatamente colindante
niveles fluviales holocenos en que se encontraban (jardines del Palacio Marzales, al Sur, por
residualmente (horizonte de C4, M3 y M4) tras ejemplo, en cuyo talud occidental ya recuperó
nuestra compañera Cibeles Fernández una lasca cerámicos. Entre lo poco reconocible aportan
en cuarcita hace años: marca triangular al Sureste datación las ánforas: una Beltrán IIB (fechadas en
de la Fig. 1). la zona a inicios de época flavia) y posible-
mente una Venta del Carmen I (de momentos
3.2. Subfase 0b. Terraza Superior Holocena inmediatamente anteriores al cambio de Era). Este
estrato, por tanto, queda ubicado en la primera
En contacto discordante sobre la terraza mitad del siglo I d. C. (más concretamente entre
pleistocena se han identificado seis litologías los años -10 y 80, como terminus ante quem),
distintas, básicamente arenas, a veces con aunque los elementos datantes, como se ve, son
limos o cantos, producto de la dinámica fluvial muy escasos.
del arroyo Saladillo (facies de canal principal,
desbordamientos del mismo en su llanura de Ciertamente desconocemos si la excavación
inundación, zonas encharcadas). En los sondeos de las cámaras de fuego y praefurnia cortaron
se han reconocido como tales los estratos G3, H2, otros estratos de formación más reciente,
I2 (arena anaranjada); B6, D6, G2 (arena marrón estando la secuencia decapitada por nivelaciones
con gravas y cantos); E6 (limos grises); E5, O5 contemporáneas de la Fase III, aunque es cierto
(arena limosa anaranjada) y E4 (arena arcillosa que la cronología que se propondrá para el alfar
beige-marrón), con inclusiones cerámicas desde prácticamente coincide con la de E4, impidiendo
E6.
5.- Todos los sedimentos estudiados (excepto las arenas de la barra)
Las arenas masivas amarillas de grano medio son de origen fluvial y, por tanto, continentales. Adelantando y
sintetizando la información para su mejor comprensión, hay que
(estrato geológico V), conjuntamente con otras de indicar que en la última glaciación (OIS2), una gran bajada del nivel
colores abigarrados (amarillos, marrones, grises: del mar originó la excavación por parte del paleo-Saladillo de un
estrato IV), que se corresponden con E4, siendo valle sobre los sedimentos fluviales pleistocenos anteriores que, al
inundarse en la posterior subida del nivel marino, conformarían la
depósitos fluviales de llanura de inundación paleoensenada del Saladillo. A su vez, el encajamiento de la red
por desbordamientos de canal, formarían una fluvial durante el último glacial produjo una serie de capturas por
parte de afluentes de la margen derecha del paleo-río de la Miel sobre
pequeña terraza apoyada sobre el escarpe erosivo cauces que pertenecían a la cuenca del paleo-Saladillo. Debido a esto,
pleistoceno. Es en este paquete arenoso donde se tras la subida del nivel del mar (actual interglacial), la cuenca del
excavará el terreno para instalar los hornos 5. paleo-Saladillo quedaría tan reducida que no acumularía los caudales
suficientes para, en épocas de avenidas, romper la barra arenosa que,
por dinámica litoral, empezaría a formarse en su desembocadura
a partir del máximo Flandriense, lo que provocó la -en términos
geocronológicos- rápida colmatación de la paleoensenada y que,
4. FASE I. FIGLINA ROMANA para época tardorromana, ya fuera un medio mayoritariamente
continental, sin apenas influencia marina constatable en nuestra zona
La cronología de E4 (estrato V de la secuencia de estudio. Al contrario, en el caso del río de la Miel, su estuario
no se colmató totalmente hasta fechas muy posteriores, debido a su
geológica) depende de su contenido en materiales mayor cuenca y por tanto a su capacidad de romper la barra arenosa
en épocas de avenidas.
4.1. Horno V1
V2 nos evidencia el tipo de horno de esta aunque consideramos que, por sus dimensiones,
figlina (que suponemos igual a V1 y a V3). Se debió poseerla y perderse posteriormente por
trata de una planta circular de aproximadamente causas desconocidas. Este modelo, el denominado
3’40 m de diámetro (medido en la cara exterior IA por CUOMO (1971-1972), es el más habitual
de la pared: cámara de fuego o de combustión) en las figlinas béticas y, específicamente, en las
a la que se accede por un pasillo de 2’40 m de gaditanas (LAGÓSTENA y BERNAL 2004: 39-
largo y 1’90 m de anchura máxima6 y orientación 123).
NE-SW, siendo éste el prefurnio (sus anchuras
mínimas aproximadas oscilan entre los 0’60 m a
su entrada y 1’00 m en el acceso a la cámara). 6.- Lo irregular de la planta en la zona del prefurnio impide asegurar
No hay evidencias de la columna central que, medidas concretas; téngase en cuenta que sobre él se habilita la
calera V204 en la última subfase de uso, como ocurrió también en el
en la cámara de fuego, debía sustentar la parrilla horno del sector C de Venta del Carmen, en Los Barrios (BERNAL
de separación entre ésta y la cámara de cocción, 1998: 84-86).
y restos de rubefacción); y V214 (arena roja en la primera mitad del siglo I d. C. (BERNAL
compacta con manchas blanquecinas), sobre las y LORENZO 2002: 225); en Lacipo (tipo 10),
que se deposita V206 (arena rojiza semi-compacta donde son muy abundantes (PUERTAS 1982:
con frecuentes inclusiones cerámicas) que, a 224); y en el extremo oriental de Málaga, en los
su vez, recibe a V201 (arena marrón parduzca alfares de Torrox (tipo 2.1 de Beltrán; SERRANO
con manchas rojas e inclusiones cerámicas). 2000: 58), donde se fechan genéricamente en el
Por su parte, el hueco del prefurnio (V212) se siglo I d. C.
encuentra relleno por la V205 (arena arcillosa
marrón verdosa con manchas rojas e inclusiones Con respecto a la vajilla de mesa, destaca
moderadas de fragmentos cerámicos equivalentes un conjunto de piezas incluidas dentro del grupo
en su conjunto a los encontrados en V206). de las sigillatas itálicas, aunque con barnices
exteriores muy oscuros, desde el negro hasta
El análisis de las cerámicas contenidas en tonalidades marrones parduzcas. Las piezas
V201 y V206 arroja los siguientes resultados. presentan cubiertas brillantes al interior y más
mates al exterior. La capa de engobe es muy fina, y
Ánforas. Por un lado, en V201, se ha tiende a descascarillarse en algunos casos, siendo
recuperado un fragmento identificado como más adherente en otros. Se trata de piezas con
Dressel 1A (siglo I a. C.) (Fig. 8.5) y varios pastas muy depuradas, sin desgrasante visible,
de un ejemplar de Gauloise 4 (Fig. 8.4), tipo blandas al tacto, con roturas de perfil redondeado.
de origen gálico que se está produciendo en la El color de la pasta es dominantemente claro, con
tarraconense y la layetania a partir de época tonalidades desde beige a siena o rosáceo.
flavia (LÓPEZ y MARTÍN 2008: 711). Un grupo
de piezas parecidas a esta última se ha descrito Los ejemplares de V201 corresponden a los
como “ánforas de borde almendrado” en Lixus, tipos Conspectus 12 (Fig. 12.5), Conspectus 33
en contextos estratigráficos centrados en época (Fig. 12.7) y un posible tipo Conspectus 20.1 (Fig.
de Augusto (BONET y otros 2005: 122). Por su 12.8). Los identificables de V206 son formas lisas
parte, en V206, junto a otro borde de Gauloise Conspectus 33 (Fig. 12.1), un fondo de posible
4 (Fig. 10.2) se documenta un fragmento de Conspectus 7 (Fig. 12.3) y un trozo de galbo de
posible Haltern 70 (Fig. 10.1). Estas últimas un cuenco decorado con motivos estampillados
son producidas en la propia Bahía de Algeciras, que podría corresponder al tipo Conspectus
concretamente en los alfares de Villa Victoria, R-4.1 (Fig. 12.4), fechado en tiempos de Tiberio
entre el 10 a. C. y el 10 d. C. (GARCÍA y (AA.VV. 2002: 110). En general, por tanto, nos
BERNAL 2008: 668). encontramos con ejemplares producidos en torno
al cambio de Era y al periodo flavio7.
La cerámica común está bien representada
en el estrato V206. Se localizan fragmentos de Acompañan a este grupo otros fragmentos de
cuencos hemiesféricos (Fig. 11.1 y 11.2), con sigillatas importadas: un fragmento en V201 del
paralelos en Lacipo (tipo 53) (PUERTAS 1982: cuerpo de una copa de TSI, tipo Conspectus 22;
251) y cronología del siglo I d. C.; un jarro y, en V206, uno de borde de TSI tipo Conspectus
de cuello corto, trilobulado (Fig. 10.3), con 17.2 (Fig. 9.8) y tres de copas de TSG de las
paralelos en el yacimiento del Castillón (Málaga) formas Dragendorff 24/25 (Fig. 9.6 y 9.7) y
en contextos que van de la segunda mitad del
7.- El hallazgo de estas piezas nos sugirió en principio encuadrarlas
siglo I d. C. a la primera mitad del II (SERRANO en el grupo de las llamadas BRTH-D de Peñaflor (BUSTAMANTE
2000: 240) y jarras (Fig. 10.4 y 10.5) semejantes Y HUGUET, 2008), pero tras consultas con la doctora Encarnación
a otras producidas en los alfares de Cartuja, para Serrano Ramos, de la Universidad de Málaga, reconocida
investigadora de la producción de sigillatas hispanas, descartamos
las que se propone una cronología genérica de esa opción y pudimos identificarlas como itálicas. No obstante,
época imperial (SERRANO 2000: 241). Pero el con el Gabinete de Arqueología del Ayuntamiento de Algeciras,
pretendemos abordar el análisis arqueométrico de las producciones
grupo mejor representado es el de las ollas-orzas alfareras locales romanas y medievales mediante un proyecto de
con cuerpo de tendencia globular, sin cuello, con investigación que incluya tanto la caracterización de las materias
borde entrante, moldurado y labio caído o plano primas como la de sus pastas en el contexto del Campo de Gibraltar,
Ceuta y el Norte de Marruecos, proyecto que, entre otras cosas,
(Fig. 11.3 a 11.6). Estas piezas se documentan en evitará futuras confusiones en la identificación de los conjuntos
yacimientos imperiales de la Bahía de Algeciras menos habituales.
Su relleno interior (V211), arena marrón al momento de reutilización del prefurnio como
con algunas piedras, ha aportado muy escasos calera, pero se conocen casos de canalizaciones
restos cerámicos, como ya ha quedado dicho. en otros complejos alfareros que aconsejan
El escaso grupo de ánforas, muy fragmentadas, vincularla con el propio horno.
corresponden a otro borde de posible Haltern 70
(Fig. 13.1) y a uno de una pieza con reducido En efecto, cuando el horno V2 dejó de
diámetro que podría tratarse de una Dressel funcionar, y seguramente después de desmontar
20-A (Fig. 13.2), presente en los alfares béticos la estructura que componía el praefurnium, su
de Carmona en época augustea (GARCÍA y espacio fue reutilizado como calera: UE-V204.
BERNAL 2008: 674). Junto a ellas, el borde Tal como ha sido encontrada consiste en una
de una gran cazuela (Fig. 13.3) con paralelos fosa irregular de algo menos de 6’00 m2 (3’60
en Lacipo del siglo I d. C. (tipo 42; PUERTAS y 1’90 m como longitud y anchura máximas)
1982: 244), y un contenedor de boca ancha y superpuesta al espacio originalmente ocupado
borde vuelto (Fig. 13.4), que también encuentra por el pasillo de acceso al horno (y parcialmente
ejemplares análogos y de semejante cronología al extremo oeste de la cámara de fuego) y
en este último yacimiento. rellenada por un aglomerado de piedras calizas
calcinadas superficialmente (con algunas otras
V209 inicia su recorrido junto a la boca areniscas) incluidas en una matriz compacta
del prefurnio, al Este y a un metro escaso de de arcilla verde con manchas rojizas y algunos
distancia, por lo que suponemos debe relacionarse fragmentos cerámicos8. La datación aportada
funcionalmente con él, pero desconocemos su por dichos fragmentos resta bastante imprecisa,
uso concreto (su interior es permeable: no podía
servir para la canalización de aguas, aunque 8.- Hay que reseñar que la caliza es una roca alóctona en este entorno;
su presencia, por tanto, obedece sin duda a un aporte intencional
tiene pendiente que desciende hacia el NE). Otra desde, como mínimo, la zona de la cantera de Los Pastores, a unos
posibilidad de difícil valoración sería vincularlo 2 km en línea recta
contando sólo con algunos fragmentos de Terra descrita se trata de un nivel muy carbonoso en
sigillata gálica de formas no reconocibles. matriz arcillosa rojiza con restos antracológicos
y fragmentos de cerámica. Posteriormente, la
4.3. Horno V3 apertura de la zanja B permitió su lectura en
perfiles, observándose cómo se adapta a una
Unos 9 metros al Oeste de V2 se ubica topografía en cuesta entre las cotas 4’60 y 3’04
este tercer horno, de similares características m.s.n.m. (a lo largo de 12’48 m, lo que representa
constructivas y en peor estado de conservación una pendiente del 12’50%). Su potencia media de
debido a haber sido seccionado en su mitad 20 cm nos sugiere que forma parte de los extremos
oriental por una correa de hormigón perteneciente de la zona de vertidos del alfar; de hecho, el
al edificio de la fábrica (UE-V303) y al Sur por contenido artefactual procedente de B5 es exiguo
labores de explanación del terreno producidas en y nada significativo desde el punto de visto
el siglo XX (UE-V304). cronológico (abundan los fragmentos de galbos de
ánforas). Ateniéndonos a las dimensiones de los
Se conservan unos 3 m2 de la cámara de hornos y a su posición topográfica, entendemos
combustión (UE-V300), excavada, como en los que la cota mínima original de la ladera en que
dos casos anteriores, sobre el paquete de arenas se excavan se encontraría en torno a 6’00 o 6’50
masivas que componen E4 (aquí UE-V305) hasta m.s.n.m., altura a partir de la cual se iniciaría
la cota superior de V302, que consideramos la la acumulación de desechos procedentes de las
superficie de uso al interior de dicha cámara. cocciones y, consecuentemente, se perderían
Las paredes también se han fabricado mediante casi por completo cuando se explanó el terreno
revestimiento de arcilla, enrojecida por efecto para la instalación de la fábrica de conservas. En
del calor, aunque ha resultado difícil definir su extensión, dentro de la zanja B, ocupaba unos 19
latitud, con valores que oscilan entre 6 y 40 cm. m2, siendo ésta la única precisión que cabe hacer
sobre las dimensiones espaciales del vertedero.
Su posición estratigráfica entre B4 y B6 indica su
deposición sobre un paquete de cantos holoceno
y su amortización en época tardoantigua, como
así se ha comprobado en la lectura de perfiles de
la zanja.
Por último, el techo del estrato, representado en cuatro momentos -subfases- que, de manera
por las cerámicas presentes en M2 y O3, incluye general, y aunque la composición de las unidades
elementos inespecíficos atribuibles en general es relativamente diversa, explican el conjunto de
a los siglos de la Tardoantigüedad pero que no lo excavado.
permiten mayores precisiones. Es indudable al
menos, por la presencia puntual de intrusiones Dividimos las secuencias entre sector
de edad contemporánea (alguna porcelana, por occidental (sondeos A, B, C, D, E, F, G, H e
ejemplo), que las remociones provocadas por el I) y oriental (sondeos J, K, L, M, N, Ñ, O, P,
laboreo agrícola se constituyen como un factor Q, R, S, T y U) pues en esta última no se ha
de alteración postdeposicional muy intenso que conservado ningún estrato inalterado de las
permitiría incluso pasar este nivel estratigráfico nivelaciones correspondientes a la instalación de
a la fase siguiente sin problemas. No obstante, la fábrica demolida. Sí aparecen en la occidental,
lo hemos conservado como el final de la Fase II constituyendo la subfase IIIa, y tratándose de
atendiendo a su origen geológico. rellenos compactados más o menos arcillosos,
a veces de zahorra, que suelen rondar el medio
metro de potencia. Estas unidades sedimentarias
6. FASE III. CONTEMPORÁNEA sobreelevan el terreno por encima de la interfacies
de corte practicada para su explanación previa a
De manera discordante sobre las últimas la construcción de la conservera, momento en
unidades estratigráficas atribuidas a las Fases el que se decapitó la secuencia estudiada en las
0, I ó II, según los casos, se producen una serie fases anteriores, originando las graves erosiones
de acciones muy erosivas que decapitan la sufridas por la figlina.
secuencia previa y, supuestamente, eliminan
todos los depósitos que quizá se sedimentaron La subfase IIIc corresponde ya a los
desde el inicio de la alta Edad Media. Con objeto movimientos de tierra que acompañan al derribo
de ordenar la información, dividimos la fase de la fábrica, considerada ésta como subfase IIIb
y sólo representada por V303. Sabemos que una produciría entre esta última fecha y un momento
vez desmanteladas las instalaciones se procedió a indeterminado en torno al siglo IV, cuando
la extracción de todas las cimentaciones, en casos se inicia la colmatación interior del estuario,
muy potentes, que las sustentaban. Para ello, se prolongándose ésta hasta el siglo VI al menos.
profundizó en el terreno hasta extraerlas (grandes Las graves afecciones al terreno motivadas por la
fragmentos de hormigón han sido localizados en instalación de la fábrica de conservas Garavilla en
nuestro zanjeado, residuos de estas acciones), la década de los sesenta del siglo XX decapitan
abriendo potentes zanjas, entre las cuales la la secuencia, constatándose a techo -de manera
detectada en el espacio donde se ubican los discordante- una serie de rellenos que sellan la
hornos (V202=A4), pero sin duda originando la estratificación antes del derribo y remociones de
casi totalidad de las UEs identificadas en el sector cimientos.
oriental por debajo de las capas de acumulación
de arenas de escorrentía, que, en ambas zonas,
componen la subfase IIId.
7. CONCLUSIONES
Según se ve, casi toda la información alude a las con la fisiografía reflejada en el plano de la serie
modificaciones sufridas por las zonas funerarias de Verboom AGS MPD XXXIX-79, fechado en
e industriales, siendo difícil valorar la aparente 1745 (según se aprecia en nuestra Figura 15),
pérdida de pujanza de la ciudad desde los primeros donde aún se reconocen las líneas básicas de una
abandonos en las factorías de salazones hasta el topografía fósil que nos muestra la amplitud de la
total cese de su actividad en época bizantina. A pequeña bahía originaria -en la que debía existir
este marco cronológico pertenece nuestra fase un embarcadero para el transporte de los productos
II y el intermedio representado por la flecha elaborados en los hornos- y la delineación de la
arenosa del estrato XI. Nuestra intervención no flecha que provocó su cerramiento. No obstante,
ha proporcionado ningún material mueble datable hay que valorar la posibilidad de que el muelle se
en época visigoda. situara al otro lado de la barra, a una distancia en
línea recta de apenas cien metros.
Lo que sí hemos conseguido es determinar las
líneas básicas paleotopográficas y su cotejación La geomorfología litoral asociada a deltas
con la cartografía histórica, comprobándose fluviales es bien conocida en su evolución
además la bondad de nuestra estimación -a partir genérica para las costas andaluzas occidentales
de la lectura detenida de perfiles en las zanjas- (OJEDA 1989) y, en concreto para el Campo de
sobre una línea de “paleocosta” al superponerla Gibraltar, se repite el mismo modelo secuencial
Figura 15. Análisis de Cartografía histórica con propuesta geoarqueológica: la figlina Garavilla al borde del
paleoestuario del Saladillo.
Figura 16. Fotografías aéreas de la desembocadura de los principales ríos del extremo Sur peninsular. Obsérvese la
presencia constante de barras arenosas y marismas.
de paleoestuario, cerramiento por barra arenosa los hornos y, aunque los fragmentos anfóricos
y ulterior colmatación del espacio segregado extraídos del vertedero nos orientan un tanto, no
con la consiguiente formación de una marisma cabe hacer más precisiones en ese sentido.
que, según los casos, ha pervivido (caso del río
Palmones en su margen derecha, el Barbate o Los pocos estudios geoarqueológicos
el Guadiaro; ver Figura 16) o se ha perdido por acometidos hasta el momento al Norte del río
intervención humana (casos del río de la Miel o de la Miel, como hemos adelantado, empiezan a
el mismo Saladillo). Se asume sin discusión la diseñar un modelo evolutivo similar (aunque algo
génesis de estas rías en el máximo transgresivo más tardío) a lo visto en el solar de Garavilla. No
flandriense (c. 6000 BP), pero la historia de obstante, aún no han aportado datos suficientes
cada una de ellas hasta su colmatación definitiva con que explicar por completo la secuencia
es tema de los estudios geoarqueológicos litoestratigráfica ni el mapa geomorfológico
cuya publicación, para Algeciras y su entorno de los sucesivos paisajes históricos en su
inmediato, se inaugura con el presente número de desembocadura. La hipótesis de partida
la revista Caetaria. plantea también su origen como paleo-estuario
flandriense, su cierre progresivo por la formación
Cuestión diferente es datar esta sucesión de una barra litoral (al menos existente a fines
de modelados y los usos asociados de los del s. III d. C. y sobre la que se levantará más
grupos sociales sobre ellos. Desde ese punto de tarde el flanco sureste de la muralla islámica)
vista, aportamos ahora nuevos datos sobre la y su lenta colmatación interna (hasta inicios de
paleogeografía humana en el entorno periurbano la contemporaneidad), con ocupación desigual
de Iulia Traducta, confirmándose el hecho, tantas de sus espacios entre la Antigüedad y la Edad
veces observado en el registro arqueológico, Media tardía. En este amplio recorrido temporal
de la asociación entre un centro alfarero y un se observan ya diferentes fases que fluctúan
cauce fluvial que, obviamente, condiciona entre ambientes marinos, fluviales o de marisma,
su ubicación13. En nuestro caso, la natural en una compleja evolución que, a pesar de los
salida a la Bahía de Algeciras, pero también su intentos de correlación entre estratigrafías, impide
cercanía a la colonia traductina, revelan los ejes por el momento encadenar los datos conocidos
económicos que hubieron de regir la actividad de para aportar valoraciones ajustadas. La reciente
la figlina respecto a la comercialización de sus actividad preventiva en el solar de C/ Duque de
manufacturas y a su red de distribución. Queda
13.- Algunas reflexiones al respecto para la Bahía de Algeciras en
sin respuesta la cuestión de qué se producía en TOMASSETTI y BRAVO (2006).
Almodóvar nº 21 (AYALA y otros 2008) nos ha desgracia, la Fase III de Garavilla ha borrado el
dado ocasión de compendiar parte de los datos registro correspondiente a los últimos ocho siglos
disponibles, valorando las similitudes en la anteriores al abandono de las villas en 1379, lo
evolución de ambas desembocaduras14. que elimina la posibilidad de contrastación de
parte de las hipótesis actuales y futuras sobre
Es evidente, no obstante, que la coincidencia el tramo inferior del río de la Miel, de las que
de los procesos geomorfológicos no implica la esperamos interesantes aportes en los próximos
sincronía de éstos en uno y otro lugar. Ello, unido años.
a la diversidad de facies estratigráficas que se
originan en ambientes tan dinámicos, hace aún
más compleja la equiparación entre los resultados 14.- En el ensayo de síntesis que D. Barragán y J. L. Castro nos
ofrecen en este mismo tomo se incide en las mismas ideas con motivo
de las distintas intervenciones arqueológicas, pero de lo investigado en la Plaza del Coral, donde datan la colmatación
tampoco impide observar las similitudes. Por antes del siglo VI d. C.
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