Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CIUDAD DE DIOS
PARTE VIRTUAL 16
1459. En estas obras se ocupó nuestra divina Reina parte del sá bado. Y
cuando se hizo tarde se retiró otra vez a su recogimiento, dejando a los
Apó stoles renovados en el espı́ritu y llenos de consuelo y gozo del Señ or,
pero siempre lastimados de la pasió n de su Maestro. En el retiro de esta
tarde convirtió la gran Señ ora su mente a las obras que hacı́a el alma
santı́sima de su Hijo despué s que salió de su sagrado cuerpo. Porque
desde entonces conoció la beatı́sima Madre có mo aquella alma de Cristo
unida a la divinidad descendı́a al limbo de los Santos Padres para
sacarlos de aquella cá rcel soterrá nea, donde estaban detenidos desde el
primer justo que murió en el mundo esperando la venida del universal
Redentor de los hombres.
1460. A un lado del infierno está el purgatorio, donde las almas de los
justos purgan y se purifican, cuando en esta vida no acabaron de
satisfacer por sus culpas, ni salen de ella tan limpios de sus defectos que
puedan luego llegar a la visió n beatı́fica. Esta caverna tambié n es grande,
pero mucho menos que el infierno. A otro lado está el limbo con dos
estancias diferentes: una para los niñ os que mueren con solo el pecado
original y sin obras buenas ni malas del propio albedrı́o; otra servı́a para
depositar las almas de los justos, purgados ya sus pecados, porque no
podı́an entrar en el cielo ni gozar de Dios hasta que se hiciese la
Redenció n humana y Cristo nuestro Salvador abriese las puertas que
cerró el pecado de Adá n.
A este lugar del limbo bajó su alma santı́sima con la divinidad, cuando
decimos que bajó a los infiernos, porque este nombre de infierno
significa cualquiera parte de aquellas inferiores que está n en lo
profundo de la tierra; aunque en el comú n modo de hablar por el
nombre de infierno entendemos el de los demonios y condenados,
porque aqué l es el má s famoso significado, como por nombre de cielo
entendemos el empı́reo ordinariamente, donde está n los santos, y
donde permanecerá n para siempre, como los condenados en el infierno,
aunque el limbo y purgatorio tienen otros nombres particulares.
1461. A está caverna del limbo llegó el alma santı́sima de Cristo nuestro
Señ or, acompañ ada de innumerables Àngeles que como a su Rey
victorioso y triunfador le iban alabando, dando gloria, fortaleza y
divinidad. Y para representar su grandeza y majestad, mandaban que se
abriesen las puertas de aquella antigua cá rcel, para que el Rey de la
gloria, poderoso en las batallas y Señ or de las virtudes, las hallase
francas y patentes en su entrada. Y en virtud de este imperio se
quebrantaron y rompieron algunos peñ ascos del camino, aunque no era
necesario para entrar el Rey y su milicia, que todos eran espı́ritus
subtilı́simos.