Ochoa Sierra, L., Gordillo Alfonso, A. y Castro Barbosa, S. M. (2018).

La tesis de maestría: el
desafío de construir una voz dialogar con otras. Lectura, escritura e investigación en la
educación superior. Bogotá: Universidad Distrital-Diálogos.

Presentado por Ruth Andrea Cortés Suárez

A continuación se presentan elementos para desarrollar la lectura en torno a clave(s) para la

escritura del marco teórico del anteproyecto de tesis.

1. Pregunta previa: ¿Cómo “sacar” la propia voz entre la elaboración de los diferentes textos
que se entretejen para conformar el marco teórico del anteproyecto de tesis?

Respuesta:

El texto sí responde a la hipótesis, dado que por un lado presenta la importancia de las citas, sus
características, su naturaleza y el porqué de las mismas y soporta lo anterior mediante ejemplos
que ilustran la manera de utilizar las citas con diferentes propósitos y en las diferentes secciones
del texto. Por otro lado, indica el texto lo siguiente:

Un mismo planteamiento teórico puede emplearse de muy distintas maneras pues

depende de la voz que lo trae, de la voz que los está empleando. Para mantener la voz
propia hay que pensar siempre en “mi discurso”, él es el que guía la introducción de otras
voces. Se trata, por tanto, de dialogar con otros poniendo nosotros el tema, el orden de
presentación, la mirada y el énfasis. Los demás están para ayudarnos a desarrollar el
referente, no para opacarnos anularnos. De lo que se trata no es de informar a otros sobre
lo que se ha dicho de un tema sino construir nosotros un conocimiento. (Ochoa et al,
2018:36)

2. Pregunta sobre un aspecto que no quedó claro:

¿Cuál es un estilo adecuado y llamativo para manifestar y plasmar la voz propia?

3. Planteamiento contundente:

A título de hipótesis, consideramos que para lograr integrar adecuadamente la voz propia
con la ajena es necesario, como condición sine qua non y a pesar de que parezca
redundante, tener voz propia. (...) La pregunta, entonces, es ¿cómo tener una voz propia?
También a título de hipótesis consideramos que se logra tener una voz propia cuando se
tiene una pregunta de investigación clara y una hipótesis que responde a esa pregunta y
que guía el trabajo. Una vez se tengan estas dos condiciones la tarea del tesista consistirá
en enlazar a través de diversas estrategias, que veremos más adelante, nuestra voz con la
de los otros”. (Ochoa et al, 2018: 24).