Está en la página 1de 15

Esqueleto axial

El esqueleto axial, es el esqueleto del tronco y cabeza. Está formado por un total de 80
huesos, incluyendo el cráneo, los huesos del oído medio, la columna vertebral, las costillas
y el esternón.

El esqueleto axial se distribuye alrededor del eje central y vertical del cuerpo formando
el tronco y la cabeza. Incluye los huesos del cráneo y cara, huesecillos del oído medio, el
cuello, la caja torácica y la columna vertebral.

El esqueleto axial encierra y protege el cerebro y los órganos vitales, como el corazón o
los pulmones. La postura erguida de los humanos es mantenida por el esqueleto axial, que
distribuye el peso de la cabeza, el tronco y las extremidades superiores hacia abajo sobre las
articulaciones de las caderas.

También sirve de inserción de tendones y músculos que cruzan los hombros y la cadera
para mover las extremidades (esqueleto apendicular), además de los músculos y tendones
propios del esqueleto axial.

Desarrollo de la columna vertebral, costilla y esternón

En los adultos, la columna vertebral presenta 3 curvaturas naturales que sirven para
otorgar resistencia a la columna y soportar mejor el peso de la parte superior del cuerpo.
Pero esto no es así cuando nacemos, en el momento del nacimiento, la columna vertebral
presenta una única curvatura, es decir, la columna es cóncava, con forma de C. Esto se debe
a que durante el embarazo, el feto se encuentra incurvado en la cavidad uterina,
consecuencia de la falta de espacio dentro del útero.

El desarrollo de las curvas cervical y lumbar se produce a medida que el niño comienza
a levantar la cabeza, a ser capaz de sentarse por sí mismo y a caminar. Siendo primero el
desarrollo de la región cervical y posteriormente el de la región lumbar. La curvatura
cervical empieza a formarse desde el nacimiento, pero no es hasta un periodo de entre los 6
y 12 meses que se vuelve más acentuada. Este aumento de la convexidad
cervical es debido a que el niño empieza a levantar la cabeza cuando está tumbado boca
abajo con la intención de ampliar su campo visual. Aún así, no es hasta los 2 años que la
curvatura cervical lordótica termina de formarse, ya que el niño va enderezando
paulatinamente su cabeza a medida que los músculos del cuello se fortalecen.

La columna vertebral. Conocida también como raquis o espina dorsal. Es una compleja
estructura osteofibrocartilaginosa articulada y resistente, en forma de tallo longitudinal, que
constituye la porción posterior e inferior del esqueleto axial, se encuentra situado (en su
mayor extensión) en la parte media y posterior del tronco, y va desde la cabeza (a la cual
sostiene), pasando por el cuello y la espalda, hasta la pelvis a la cual le da soporte.

La columna vertebral está constituida por piezas óseas superpuestas y articuladas entre
sí, llamadas vértebras, cuyo número considerado erróneamente casi constante es de 33
piezas aproximadamente, dependiendo de la especie. Las vértebras están conformadas de
tal manera que la columna goza de flexibilidad, estabilidad y amortiguación de impactos
durante la locomoción normal del organismo. La columna vertebral de un humano adulto
mide por término medio 75 cm de longitud, y en su extensión presenta varias curvaturas.

La columna vertebral consta de cinco regiones, las cuales son:

 Región cervical
 Región dorsal
 Región lumbar
 Región sacra
 Región coxígea

Las funciones de la columna vertebral son varias, principalmente interviene como


elemento de sostén estático y dinámico, proporciona protección a la médula espinal
recubriéndola, y es uno de los factores que ayudan a mantener el centro de gravedad de los
vertebrados.

La columna vertebral es la estructura principal de soporte del esqueleto que protege la


médula espinal y permite al ser humano desplazarse en posición “de pie”, sin perder el
equilibrio. La columna vertebral está formada por siete vértebras cervicales, doce vértebras
torácicas o vértebras dorsales, cinco vértebras lumbares inferiores soldadas al sacro, y tres a
cinco vértebras soldadas a la cola o cóccix. Entre las vértebras también se encuentran unos
tejidos llamados discos intervertebrales que le dan mayor flexibilidad. La columna vertebral
sirve también de soporte para el cráneo.

Costillas humanas

Se desarrollan a partir de los procesos costales mesenquimales. Durante el periodo


embrionario son cartilaginosas y en el fetal se osifican. El lugar de unión de procesos
costales con vertebras es sustituido por articulaciones sinoviales costovertebrales.

Son huesos largos, elásticos y planos, que junto con la columna vertebral y el esternón
forman la jaula ósea denominada tórax. En la mayoría de los vertebrados rodean el pecho,
facilitando la respiración. En general sirven de protección a los órganos internos del tórax,
como el corazón.
Las costillas son láminas estrechas, arqueadas, compuestas por hueso en su parte
posterior, la más larga, el hueso costal, perteneciente a los huesos esponjosos largos y de
una parte anterior, más corta, cartilaginosa, el cartílago costal.

Todas las costillas se unen en la parte posterior de las vértebras torácicas. Los espacios
entre ellas son conocidos como los espacios intercostales, en las cuales se pueden encontrar
los músculos intercostales, arterias intercostales y nervios.

Clasificación

Las costillas humanas son 24, generalmente 12 a cada lado, 7 verdaderas (esternales), 3
falsas (asternales), 2 flotantes, en forma de arco con un cuerpo con dos caras, externa e
interna; dos bordes, superior e inferior, y dos extremos, posterior y anterior.

Costillas verdaderas

Del I a VII par. Son las que sus cartílagos costales se articulan directa e individualmente
con el esternón.

Costillas falsas

Son el VIII, IX y X par. Son las que se articulan indirectamente con el esternón. Lo
hacen uniéndose con el cartílago de las costillas que forman el VII par.

Costillas flotantes

No se unen al esternón, ni siquiera indirectamente.

Partes

Cabeza: es una dilatación en el extremo proximal. Presenta dos carillas articulares,


separadas por una cresta, destinadas a articular con las vértebras correspondientes.

Cuello: Porción ósea angosta que se une a la cabeza.


Tuberosidad: es una saliente ósea, la cual presenta una carilla lisa, destinada a articular
con la carilla de la apófisis transversa de la vértebra correspondiente. La separación entre el
ángulo y el tubérculo es progresivamente mayor de la segunda a la décima costillas. La
porción entre el ángulo y el tubérculo es redonda, áspera e irregular, y sirve para la
inserción del músculo dorsal ancho.

Cuerpo: Parte principal de la costilla aplanado en sentido transversal, alargado.


Determinan una larga convexidad posterior, lateral y luego anterior. Su dirección general es
oblicua hacia abajo y adelante.

Surco: Es la concavidad entre el borde de la cara interna con el borde inferior.

Cresta: Estructura de la costilla que se encuentra ubicada en la cabeza de algunas


costillas.

Extremo anterior: da inserción al cartílago costal por una superficie ovalada más o
menos deprimida.

Esternón

Se desarrolla de manera independiente en el mesodermo somático de la pared corporal


ventral. A cada lado de la línea media aparecen dos bandas esternales que luego se fusionan
y forman los moldes cartilaginosos del manubrio, esternebras(segmentos del cuerpo
esternal) y apéndice xifoides.

Es un hueso impar, medio y simétrico situado en la parte anterior del tórax. Mide de 15 a
20 cms en el adulto. Su espesor disminuye gradualmente de arriba hacia abajo.

Segmento que lo constituye

1. Superior: denominado mango o manubrio.


2. Medio: llamado hoja o cuerpo.
3. Inferior: denominado punta o apófisis xifoides.
El manubrio se encuentra articulado con el cuerpo mediante la sínfisis manubrioesternal.
En la parte media de su borde superior se encuentra una depresión, libre, subcutánea,
fácilmente palpable, denominada escotadura yugular. A ambos lados de la escotadura
yugular se encuentran las escotaduras claviculares, sitios donde se articulan las clavículas
derecha e izquierda respectivamente.

Bordes laterales

 En los bordes laterales se observan las primeras escotaduras costales, destinadas a la


articulación con la primera costilla derecha e izquierda.
 En la parte más inferior de los bordes laterales se encuentra una hemicarilla para la
articulación de la segunda costilla, que junto con la hemicarilla presente en el
cuerpo forman la carilla completa donde articula la segunda costilla.
 En la parte superior de los bordes laterales se encuentran las hemicarillas que
completan las carillas para la articulación de la segunda costilla (a la que se hacía
referencia en la descripción del manubrio).
 Hacia abajo se encuentran en los bordes laterales las carillas articulares para las
costillas tercera a séptima.

La cara anterior del cuerpo del esternón presenta una serie de líneas transversales,
paralelas que van de un borde a otro del hueso y representan las soldaduras de las tres
piezas (esternebras) que constituyen el esternón primitivo.

El cuerpo se encuentra articulado con la apófisis xifoides mediante la sínfisis


xifoesternal.

Apófisis xifoides o punta del esternón

Puede ser ósea o cartilaginosa, dependiendo del grado de desarrollo. Su longitud y forma
son muy variables, puede ser triangular, oval, afilada, bífida, y hasta perforada en su base,
desviada hacia adelante, atrás o lateralmente.
Numero de vertebras por regiones

Cant. de
Término Área del cuerpo Abreviatura
vértebras
Cervicales 7 Cuello C1-C7
Torácicas 12 Pecho T1-T12

Lumbares 5ó6 Parte baja de la L1-L5


espalda
Sacras 5 (fusionadas) Pelvis S1-S5
Coxis 3 Rabadilla Ninguna

Atlas, Axis, hueso sacro y coxis

Vértebras cervicales (C1 - C7)

La columna cervical se subdivide en dos partes: la región cervical superior (C1 y C2) y
la inferior (C3 a C7). La C1 se denomina atlas y la C2 se denomina axis. El occipucio
(CO), también conocido como hueso occipital, es un hueso plano que forma la parte trasera
de la cabeza.

Atlas (C1)

El atlas es la primera vértebra cervical y por eso se abrevia C1. Esta vértebra sostiene la
cabeza. Tiene un aspecto diferente al de otras vértebras. El atlas es un anillo óseo formado
por dos masas laterales unidas en las partes frontal y posterior por el arco anterior y el arco
posterior.
Vértebras torácicas (T1 - T12)

Las vértebras torácicas aumentan de tamaño de la T1 a la T12. Se caracterizan por tener


pequeños pedículos, procesos espinales largos y forámenes intervertebrales relativamente
grandes (pasajes neurales), lo que trae como resultado menos incidencia de compresión
nerviosa.

Vértebras lumbares (L1 - L5)

Las vértebras lumbares varían de tamaño de la L1 a la L5. Estas vértebras cargan con la
mayor parte del peso del cuerpo y el estrés biomecánico relacionado. Los pedículos son
más largos y anchos que los de la región torácica. Los procesos espinales son horizontales y
de forma mucho más cuadrada. Los forámenes intervertebrales (pasajes neurales) son
relativamente grandes pero la compresión de la raíz nerviosa es más común que en la zona
torácica.
Región sacra de la columna

El sacro está ubicado detrás de la pelvis. El sacro está formado por cinco huesos
(abreviados S1 a S5) fusionados en una estructura triangular. El sacro se acomoda entre los
dos huesos de la cadera que conectan la columna a la pelvis. La última vértebra lumbar
(L5) se articula (se mueve) con el sacro. Inmediatamente debajo del sacro hay cinco huesos
adicionales fusionados para formar el coxis (rabadilla).

Coxis

El Coxis o cóccix es la última pieza ósea de la columna vertebral. Se trata de un hueso


corto, impar, central y simétrico, compuesto por tres o cuatro piezas soldadas (vértebras
coccígeas) en forma de triángulo, con base, vértice, dos caras laterales y dos bordes. Se
encuentra debajo del sacro, con el cual se articula y al que continúa. Sirve de apoyo para
muchos ligamentos y músculos.

Uniones óseas entre vertebras con el cráneo

Son la atlanto occipital y la atlanto axial. Son de tipo sinovial, sin discos
intervertebrales, como se mencionó anteriormente y permiten un rango de movimiento más
amplio que el resto de al  columna. La articulación atlanto occipital permite el "cabeceo", el
movimiento de "si" y la inclinación lateral de la cabeza. Entre sus ligamentos destacan las
membranas atlantooccipitales anterior y posterior.

La articulación atlanto axial tiene tres puntos de contacto: dos laterales y uno medio: la
apófisis odontoides. Esta apófisis se mueve en su cavidad, permitiendo el movimiento del
"no" y está sostenida por el ligamento transverso del atlas, parte del cruciforme junto a los
fascículos longitudinales superior e inferior. Si este ligamento tranverso se rompe ocurre
subluxación o luxación de la articulación atlantoaxial con cuadriplejía o muerte. Los
ligamentos alares se extienden de la apófisis odontoides al hueso occipital y limitan la
rotación de la cabeza. Si hay ruptura de estos aumenta el rango de movimientos de flexión
y rotación de la cabeza aproximadamente en un 30 %. La membrana tectoria es una sección
particularmente fuerte y gruesa del ligamento longitudinal posterior que cubre los alares y
el cruciforme.
Columna vertebral en su curvatura fisiológica

La columna vertebral presenta dos curvaturas naturales: lordosis y cifosis. La lordosis es


una curvatura convexa hacia adelante y cóncava hacia atrás. En cambio, la cifosis es la
curvatura cóncava hacia adelante. 

Existen curvas en el plano sagital (viendo la columna de lado) las cuales denominamos
lordosis y cifosis. Lordosis (curvaturas de concavidad posterior), cifosis (curvaturas de
concavidad anterior). El embrión presenta una curva única de concavidad anterior. La
significación de una cifosis es la protección de los órganos internos, pero cuando el niño
empieza a explorar, a interpretar o utilizar la visión, empieza a mover la cabeza. Esto
requiere un gran esfuerzo muscular, la columna comienza a extenderse, formándose la
lordosis cervical. Aproximadamente a los 10 meses comienzan a moverse hasta ponerse de
pie para ello han utilizado el tren inferior y la musculatura lumbar espinal para enderezarse
y extender el raquis lumbar.

Las curvaturas lumbares tienen una doble función de protección y de aportar


movimiento, así, las cifosis se entienden como una forma del esqueleto que tiende a
proteger un órgano y las lordosis se utilizan para desarrollar el movimiento, pero también
nos encontramos una lordosis lumbar que permite el desarrollo del movimiento, de la
orientación en el espacio de la base del tronco independientemente de las extremidades
inferiores. La columna lumbar nos permite independizar las actividades de las extremidades
inferiores y las extremidades superiores. El ejemplo más claro es la marcha, la región
cervical, igual que la región lumbar se caracteriza por su gran libertad de movimiento para
la orientación de órganos exteroceptores, la vista, el oído el olfato y el gusto.

Movimiento de la columna vertebral, costillas, número y características

El rango de movilidad de cada región de la columna vertebral está limitado por:

-Espesor, elasticidad y compresibilidad de los discos intervertebrales

-Forma y orientación de las articulaciones cigapofisiarias


-Tensión de las cápsulas articulares de dichas articulaciones.

-Resistencia de músculos y ligamentos del dorso (amarillo y longitudinal posterior)

Evidentemente, los movimientos de la columna cervical y lumbar son más libres que en
las otras regiones dada su estructura anatómica. Las estructuras de la columna cervical
permiten los movimientos de rotación, flexión, extensión e inclinación lateral de la cabeza.

Los factores que permiten que los movimientos del cuello sean amplios son:

-Discos intervertebrales anchos

-Superficies cigapofisiarias casi horizontales

-Cápsulas articulares laxas

-Cuello con poco tejido blando circundante

En la columna torácica el principal movimiento es la rotación, también hay una


inclinación lateral muy restringida y no hay flexión a este nivel. Se produce principalmente
por la acción de los oblicuos interno y externo y como en los casos anteriores donde
actuaban, tiran de las costillas produciendo el movimiento y éstas a su vez a la columna
vertebral. El desplazamiento de las costillas produce una rotación mínima en cada
articulación vertebral (sobre los discos vertebrales), girando una sobre otra en torno al eje
transversal. En este movimiento, las mismas costillas limitan una mayor rotación como sí
se produce en las vértebras lumbares por no poseer vértebras asociadas.

Movimientos en la respiración: en los movimientos de la respiración aparecen unos


músculos específicos. El más importante es el diafragma, el cual en la fase de inspiración,
se contrae y debido a esa contracción se aplana produciendo la ascensión y ensanchamiento
de la caja torácica permitiendo la entrada de aire a los pulmones. En estos movimientos
ayudan los músculos intercostales externos levantando el peto torácico (costillas y
esternón) usando de nuevo como fulcro o apoyo las articulaciones costovertebrales y
costotransversas. También permite cierto grado de flexión la forma plana de cada una de las
costillas. La columna vertebral no se ve afectada ya que el movimiento se genera en la parte
anterior a ella no produciéndose movimiento alguno.    

En la fase de espiración, el diafragma se relaja comprimiendo las costillas y el esternón


contra los pulmones haciendo expulsar el aire contenido en ellos. En esta fase de la
respiración, unos músculos situados también entre las costillas (íntimo e interno) ayudan a
la expulsión del aire. La posición estratégica de las costillas respecto ellas mismas junto
con la diferente disposición de las fibras musculares, hace que aunque estén situados en la
misma zona que el intercostal externo, provoquen un movimiento contrario.

Flexión del tronco: para este movimiento actúa el recto anterior, oblicuo interno y
oblicuo externo de forma bilateral. Debido a sus orígenes e inserciones, acercan las costillas
y esternón al pubis llegando hasta los 105º de inclinación en las vértebras torácicas. Para
llegar a este ángulo, las costillas superiores se mueven hacia delante y llevan consigo la
columna vertebral a la que se encuentran unidas a través de las articulaciones
costovertebrales y costotransversas.

Extensión del tronco: este movimiento es ejecutado por los músculos erectores de la
columna (iliocostal, longísimo y espinoso) que tiran desde la parte inferior de la columna
vertebral, ilíaco y sacro a la parte superior de la misma, cervicales y apófisis mastoides. Al
contrario que en la flexión, los músculos son más finos tirando de la misma columna hacia
la zona posterior. La columna tiene un ángulo limitado en esta posición debido al tope que
hace la apófisis espinosa alargada y dirigida hacia abajo. En este caso las costillas
mantienen su posición debido a su unión con el esternón en su parte anterior, a pesar que la
tendencia sería de separación de las mismas por la adopción de la posición condicionada
por las vértebras.

Inclinación lateral: la inclinación lateral es también producida por los oblicuos internos
y externos ya que ésta es producida por la acción de estos músculos pero a nivel unilateral,
relajando los mismos del lado contrario. El movimiento producido en las costillas y por
tanto en las vértebras, se realiza en el plano frontal quedando comprimidas las costillas del
lado flexionado y más separadas las del lado contario o extendido. En este caso, esto es
posible gracias a las articulaciones esternocondrales por las que desde el esternón se
permite mayor separación intercostal en un lateral que en el otro o viceversa.

Esqueleto apendicular

Origen y desarrollo del esqueleto

El esqueleto apendicular es el conjunto de huesos que conforman la parte móvil del


esqueleto humano. El esqueleto apendicular está conformado por 4 huesos que conforman
las cinturas escapulares, 60 huesos para los miembros superiores, 2 huesos que forman la
cintura pélvica, y 60 huesos que conforman las miembros inferiores.

Extremidades superiores

Estas extremidades son dos y cada una posee un total de 64 huesos distribuido en cinco
segmentos desde su raíz hasta el extremo: hombro, brazo, antebrazo, muñeca y mano.

El hombro o cintura escapular tiene dos huesos. Un hueso largo par llamado clavícula
(viene del latín y significa pequeña llave, por su similitud con una nota musical), que está
situado transversalmente entre el esternón y el omóplato o escápula. Este último es el otro
hueso del hombro y se encuentra en la parte posterior del tórax.

El brazo posee sólo un hueso largo y ese es el húmero. En la parte de arriba se articula
con el hombro y en la parte inferior se une con el antebrazo, para crear la articulación del
codo.

El antebrazo lo forman el cúbito o ulna y el radio, dos huesos largos que están ubicados
en forma paralela.

En la muñeca comienza la flexibilidad de las manos, donde ocho huesos del carpo se
disponen en filas de a cuatro. Los ocho huesos carpianos de la muñeca son el escafoides,
semilunar, piramidal, pisiforme, trapezoide, trapecio, hueso grande, ganchoso.

A ella le siguen cinco huesos metacarpianos que se distribuyen en abanico a lo largo de


la mano.
Finalmente, están los 14 huesos llamados falanges, tres en cada uno de los dedos y dos
en el pulgar.

Extremidades inferiores

Estas extremidades son dos y cada una posee 62 huesos repartidos entre el cinturón
pélvico (pelvis), fémur o hueso del muslo, huesos de la pierna y del pie.

La pelvis está constituida por los huesos coxales (ilión, isquión y pubis), el sacro y el
cóccix. El muslo o fémur es el hueso más largo y resistente del cuerpo humano. Los huesos
de la pierna se extienden desde la rodilla hasta el tobillo y son la tibia y el peroné o fíbula.
El primero es el hueso más voluminoso de la pierna y se articula por arriba con el fémur y
el peroné, y en la parte inferior, con el hueso astrágalo del tarso y con el peroné. El peroné
o fíbula (viene del latín y significa alfiler), es un hueso que se encuentra atrás de la tibia y
ayuda a transmitir el peso.

Huesos del pie

El pie lo forman tres tipos de huesos: tarsos, metatarsos y falanges.


El tarso es un conjunto de huesos que conectan la pierna al metatarso y lo componen el
astrágalo o talo (en el tobillo), el calcáneo, el hueso más grande del pie y que forma el
talón. Delante de este se presentan cinco huesos: el cuboides, el escafoides y los tres
cuneiformes o cuñas. Los metatarsianos o huesos del metatarso son cinco huesos en cada
pie y están desde el tarso hasta los ortejos o dedos del pie. Finalmente, encontramos las
falanges que forman los ortejos, que son 14 huesos largos en cada pie y se distribuyen en
grupos de tres en cada dedo, a excepción del ortejo mayor o hallux, donde sólo hay dos
falanges.

También podría gustarte