Está en la página 1de 9

República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para la Educación


Universidad de las Ciencias de la Salud “Hugo Chávez Frías”
Programa Nacional de Formación en Medicina Integral Comunitaria.
P.N.F-M.I.C Edo. Nueva Esparta, Municipio Díaz

BRONQUIOLITIS

Dra. Kenia Rodriguez

Estudiante.

Nathaly Santoya

Agosto 2021

Bronquiolitis.
Esta es una IRA que afecta los bronquiolos terminales, la cual aparece en los 2
primeros años de vida, con una incidencia máxima a los 6 meses de edad. Es
más frecuente en el invierno y al comienzo de la primavera, y se presenta en
forma epidémica.

Etiología y epidemiología.

Su origen es viral en más de 95 % de los casos, y el VSR es el más frecuente


(70 %), seguido por virus parainfluencia humano tipo 3, Mycoplasma
pneumoniae y algunos tipos de adenovirus, los cuales pueden estar asociados
con complicaciones a largo plazo como la bronquiolitis obliterante. No existen
pruebas de que las bacterias causen esta enfermedad.

El VSR circula generalmente entre los meses de septiembre a marzo, en los


que ocurren cuadros clínicos variados. Solo 10 % de los casos infectados
desarrollan bronquiolitis; de estos, a su vez, de 10 a 15 % presentan formas
moderadas o graves que requieren ingreso hospitalario.
La bronquiolitis aparece con más frecuencia en lactantes varones entre los 3 y
6 meses de edad, que no han sido alimentados con el pecho y que viven en
condiciones de hacinamiento.

Los lactantes cuyas madres fuman cigarrillos tienen más posibilidades de


padecer bronquiolitis que los de madres no fumadoras. A pesar de conocerse
el riesgo de infección respiratoria que existe en las guarderías, los lactantes
que permanecen en su propia casa con una madre que fuma mucho, tienen
más probabilidad de que sufran la enfermedad.

Criterios de ingreso hospitalario: se recomienda el ingreso en los pacientes


con:

 Edad inferior a 4-6 semanas.


 Rechazo de alimentos o intolerancia digestiva (ingesta aproximada
inferior al 50% de lo habitual).
 Deshidratación.
 Letargia.
 Historia de apnea.
 Taquipnea para su edad.
 Dificultad respiratoria moderada o grave (quejido, aleteo nasal, tiraje o
cianosis)
 Inicio de la sintomatología ˂ 24-48 horas y la evolución rápida de la
misma.
 Saturación de oxigeno ˂ 92 % en aire ambiente.
 Presencia de las comorbilidades: cardiopatía clínicamente significativa,
hipertensión pulmonar, enfermedad neuromuscular, neumopatía
dependiente de oxigeno e inmunodeficiencia.
 Cuando el diagnóstico es dudoso.

Cuadro clínico. (Diagnostico positivo)

Se caracteriza por síntomas de IRA que evoluciona con secreciones nasales y


estornudos, estado que dura alrededor de 48 h y puede acompañarse de poco
apetito y fiebre de 38 a 39 ºC. El desarrollo gradual de la dificultad respiratoria,
como expresión del cuadro de obstrucción bronquial con hiperinsuflación, se
acompaña de tos sibilante, disnea e irritabilidad. En los enfermos leves los
síntomas desaparecen entre 1 y 3 días. En los pacientes más graves los
síntomas suelen aparecer en pocas horas y su evolución es prolongada.

El examen físico revela un lactante con taquipnea y a menudo con dificultad


respiratoria de moderada a severa. La frecuencia respiratoria está entre 60 y 80
respiraciones/min, y puede aparecer cianosis. Se observa aleteo nasal y el
empleo de los músculos accesorios de la respiración provoca tiraje intercostal y
subcostal por el aire atrapado, lo que origina hipersonoridad en ambos campos
pulmonares a la auscultación, a veces se escuchan estertores sibilantes
diseminados en la inspiración y espiración, esta última prolongada.

Los niños con alto riesgo de presentar bronquiolitis graves y fallecer son,
principalmente, menores de 6 meses, con las características siguientes: pre-
términos, inmunodeficientes, fibroquísticos, desnutridos, los que tuvieron
afecciones respiratorias neonatales, anomalías congénitas pulmonares o
cardíacas portadores de afecciones neuromusculares y atopia familiar y
personal.

Exámenes de laboratorio.

- Exploración radiográfica. Demuestra la hiperinsuflación pulmonar y el


aumento del diámetro anteroposterior del tórax. En 30 % de los
pacientes existen áreas de consolidación dispersas causadas por las
atelectasias secundarias a la obstrucción o inflamación pulmonar. Al
principio, no puede excluirse la bronconeumonía bacteriana por los
datos radiográficos exclusivamente.
- Hemograma: el recuento y la fórmula leucocitaria suelen estar dentro de
límites normales. No suele encontrarse la linfopenia que acompaña de
manera habitual a muchas enfermedades virales.
- Cultivos de muestras nasofaríngeas. Revelan una flora bacteriana
normal. Los virus pueden aislarse en las secreciones durante las
primeras 72 h, con la técnica de detección de antígenos
(inmunofluorescencia) o por cultivos.

Diagnóstico diferencial.

El proceso que más se confunde con la bronquiolitis aguda es el asma, pero es


muy difícil diagnosticar esta afección en el lactante, y en general existe con
antecedentes patológicos familiares (APF) de esta enfermedad o antecedentes
patológicos personales (APP) de otras manifestaciones alérgicas.
Lo que más hace pensar en asma es una respuesta favorable inmediata a la
administración de una dosis de salbutamol.

Otras entidades que pueden confundirse con la bronquiolitis agudas son:

− Insuficiencia cardíaca congestiva y miocarditis.

− Cuerpo extraño en la tráquea, sobre todo en mayores de 8 meses.

− Tos ferina y/o síndrome coqueluchoide.

− Intoxicación por compuestos organofosforados y ácido acetilsalicílico (ASA).

− Fibrosis quística.

− Bronconeumonías bacterianas asociadas con hiperinsuflación pulmonar.

Evolución y pronóstico.

La fase más crítica de la enfermedad es durante de 48 a 72 h después de


comenzar la tos y la disnea. Pasado este período la mejoría se sucede rápido y
a menudo de modo sorprendente. La recuperación es completa en unos días.
La tasa de mortalidad es inferior a 1 %. Los lactantes que padecen de alto
riesgo tienen mayor morbilidad y mortalidad.

Complicaciones.

Las de mayor importancia que pueden presentarse son las siguientes:


neumonías, atelectasia, OMA, insuficiencia respiratoria aguda, edema
pulmonar, deshidratación, neumotórax, bronquiolitis obliterante, insuficiencia
cardíaca y neumomediastino.

Un considerable porcentaje de lactantes con bronquiolitis tiene hiperreactividad


de las vías respiratorias más adelante, al final de la infancia. La relación entre
estos 2 procesos es controversial.
Tratamiento

Oxígeno:

 La decisión de administrar oxígeno se debe basar en la valoración


conjunta de los signos de dificultad respiratoria y la saturación de
oxígeno por pulsioximetría.
 Los niños con dificultad respiratoria grave y/o cianosis y/o SpO2, ˂ 92%
deben recibir oxígeno suplementario.
 Considerar retirar la suplementación de oxígeno cuando la SpO2
permanece de forma constante ˃ 94% en aire ambiente.
 Es recomendable una adecuada preparación del oxígeno (calentamiento
y humidificación).

Broncodilatadores:

 No se recomienda el tratamiento broncodilatador con agonistas b2-


adrenérgicos para la bronquiolitis aguda de forma sistemática.
 El bromuro de ipratropio nebulizado no se recomienda para el
tratamiento de la bronquiolitis aguda.
 La adrenalina nebulizada no se recomienda de rutina para el tratamiento
de la bronquiolitis aguda en niños.
 En caso de que se considere oportuna la utilización de un
broncodilatador, se recomienda realizar una prueba terapéutica y sólo
continuar con el tratamiento si existe respuesta clínica.
 No se recomienda la administración de xantinas o terbutalina oral,
adrenalina subcutánea, salbutamol oral o salbutamol endovenoso en los
pacientes con bronquiolitis aguda.
 Las xantinas podrían ser útiles para el tratamiento de las apneas
asociadas a la bronquiolitis aguda en ex prematuros.

Suero hipertónico y rhDNAsa nebulizada:

 El suero salino al 3% nebulizado en los pacientes ingresados con


bronquiolitis aguda, nebulizado solo o con broncodilatadores, en dosis
repetidas, es un tratamiento útil para reducir la estancia hospitalaria, por
lo que se recomienda su utilización.
 No se recomienda el uso de la rhDNAsa en los pacientes con
bronquiolitis aguda.

Mucolíticos, antitusígenos, descongestionantes nasales, terapias


alternativas y otros tratamientos ensayados en la bronquiolitis aguda:
 No se recomienda el uso de mucolíticos, antitusígenos o
descongestionantes nasales para el tratamiento de la bronquiolitis
aguda.
 No se recomienda el uso de antihistamínicos, descongestionantes
orales, vasoconstrictores nasales, vapor y terapias alternativas como la
homeopatía en pacientes con bronquiolitis aguda.
 No se recomienda el uso de furosemida nebulizada en pacientes con
bronquiolitis aguda.
 La evidencia es insuficiente para recomendar el uso de surfactante.

Antibióticos:

 No se debe utilizar antibióticos de forma rutinaria en la bronquiolitis


aguda.
 No existe suficiente evidencia sobre el valor de los macrólidos en la
bronquiolitis aguda. No se recomienda su uso.
 Cuando existe infección bacteriana (p. ej., infección urinaria u otitis
media aguda), se debe tratar igual que sin la presencia de la
bronquiolitis.
 En los pacientes con bronquiolitis aguda grave que requiere ventilación
mecánica se encuentra un porcentaje importante de coinfección
bacteriana pulmonar. Se recomienda valorar en estos pacientes el uso
de antibióticos.
 En los pacientes con bronquiolitis con atelectasias u ocupación alveolar
no se recomienda el uso rutinario de antibióticos.
 Se recomienda valorar el uso de antibióticos en los pacientes con
bronquiolitis aguda que presentan signos clínicos de gravedad y/o
alteraciones en el hemograma, la PCR y/o la PCT.

Heliox:

 El uso del heliox podría ser de utilidad en pacientes con bronquiolitis


moderada-grave, pero se requieren más estudios que refuercen esta
afirmación.
 El uso del heliox como fuente de nebulización de un fármaco puede
mejorar la cantidad de fármaco que penetra distalmente y su
distribución, pero no hay estudios específicos en el contexto del paciente
con bronquiolitis aguda.

Glucocorticoides:

 No se recomiendan los glucocorticoides para el tratamiento de la


bronquiolitis aguda, en ninguna de sus formas de administración.
 No se recomienda el uso de glucocorticoides de forma rutinaria en
pacientes con bronquiolitis aguda ventilados mecánicamente.

Antivíricos:

 No se recomienda el uso de ribavirina en los pacientes con bronquiolitis


aguda.
 La ribavirina podría tener un papel en pacientes inmunodeprimidos
graves con infección por VRS.

Montelukast:

 No se recomienda el tratamiento con montelukast de los pacientes con


bronquiolitis aguda.

Tratamiento de soporte

 Se recomienda aspirar las secreciones respiratorias antes de las tomas,


antes de cada tratamiento inhalado y cuando se objetiven signos de
obstrucción de la vía respiratoria alta (ruidos de secreciones y aumento
del distrés).
 Se pueden usar gotas de suero fisiológico antes de la aspiración de
secreciones.
 Se recomienda aspirar las secreciones respiratorias antes de valorar la
gravedad del paciente.
 No se ha demostrado la utilidad de la humidificación en los pacientes
con bronquiolitis aguda, por lo que no se recomienda su uso.
 Se recomienda aplicar medidas posturales (elevación de la cabecera de
la cuna) en los pacientes con bronquiolitis aguda.

Hidratación y nutrición:

 Se debe valorar el estado de hidratación y la capacidad para tomar


líquidos de los pacientes con bronquiolitis aguda.
 Se recomienda fraccionar y/o espesar la toma si se objetiva dificultad
para la ingesta.
 La alimentación por sonda nasogástrica puede ser una opción en los
niños en riesgo de deshidratación o con dificultad respiratoria progresiva.
 En los niños más graves, especialmente en los que la progresión de la
enfermedad haga pensar que pueden requerir intubación endotraqueal,
se recomienda canalizar una vía e hidratar por vía endovenosa.
 Los pacientes con bronquiolitis aguda pueden presentar síndrome de
secreción inadecuada de hormona antidiurética.

Fisioterapia respiratoria:
 No se recomienda la fisioterapia respiratoria en pacientes con
bronquiolitis aguda.

Ventilación no invasiva y ventilación invasiva:

 La ventilación no invasiva en modalidad CPAP es eficaz en aquellos


pacientes con bronquiolitis aguda que presentan dificultad respiratoria
grave, hipercapnia o apneas recurrentes.
 La ventilación no invasiva en modalidad CPAP presenta pocos efectos
secundarios y es bien tolerada.
 Se debe considerar la ventilación no invasiva en aquellos pacientes con
bronquiolitis aguda con insuficiencia respiratoria a pesar del tratamiento
médico.
 Se debe considerar la ventilación mecánica en aquellos pacientes con
bronquiolitis aguda con insuficiencia respiratoria, en aquellos que
presenten apneas, en los que hayan fracasado otras medidas como la
ventilación no invasiva (VNI) o en los que presenten signos de paro
inminente.
 La ventilación de alta frecuencia oscilatoria (VAFO) parece ser útil en
aquellos pacientes con insuficiencia respiratoria hipercápnica a pesar de
la ventilación mecánica convencional.

Prevención.

Es difícil de prevenir, ya que no se dispone de una vacuna efectiva. Los niños


lactados por su madre tienden a sufrir formas más ligeras. El virus también
puede transmitirse a través de las manos, por lo que se recomienda el lavado
frecuente de estas.

Criterios de alta hospitalaria.

 Frecuencia respiratoria adecuada para la edad del paciente, sin


evidencia clínica de distrés respiratorio en aumento.
 SpO2 mayor a 94% en aire ambiente.
 Ingesta adecuada.
 Los cuidadores sean capaces de hacer la limpieza de la vía aérea.
 Los recursos del entorno sean adecuados (padre y/o cuidadores
informados correctamente de la evolución y motivos de retorno, padres
y/o cuidadores conformes con el alta y posibilidad de seguimiento
adecuado.)
Conclusiones.

 La bronquiolitis es una IRA que afecta los bronquiolos terminales, la cual


aparece en los 2 primeros años de vida, con una incidencia máxima a
los 6 meses de edad.
 Los lactantes cuyas madres fuman cigarrillos tienen más posibilidades
de padecer bronquiolitis que los de madres no fumadoras.
 El proceso que más se confunde con la bronquiolitis aguda es el asma,
pero es muy difícil diagnosticar esta afección en el lactante, y en general
existe con antecedentes patológicos familiares (APF) de esta
enfermedad o antecedentes patológicos personales (APP) de otras
manifestaciones alérgicas.
 Es difícil de prevenir, ya que no se dispone de una vacuna efectiva.

También podría gustarte