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Caso práctico.

Análisis de representaciones contemporáneas de mujeres de la conquista


Pablo Felipe García Sanchez
Si todos somos los hijos de la Malinche, hasta las mujeres,
¿cómo pueden ellas (podemos nosotras) compartir o discernir
su (nuestra) porción de culpa y hasta de cuerpo?
Margo Glantz, Las hijas de la Malinche (1994)
Para el presente ensayo se abordará el cuento La culpa es de los tlaxcaltecas, de la escritora
mexicana Elena Garro, publicado en 1964 en el volumen La Semana de Colores. En este, la
autora hace uso del realismo mágico con la intención de denunciar el rol social de la mujer
en la sociedad latinoamericana, el cual estaba gestionado a partir de la axiomática del
patriarcado y el mandato masculino El análisis de este trabajo mantendrá un diálogo
constante entre la teoría crítica de la escuela de Frankfurt, el formalismo ruso y las distintas
teorías feministas, buscando poner de manifiesto las diferentes transformaciones de los
personajes, los discursos simbólicos, los cambios discursivos y la visión del mundo contenida
en el texto, con la intención de comprender la estructura narrativa y la crítica social
subyacente al mismo. Para esto tendremos en cuenta, en primera instancia, las relaciones
existentes en literatura entre tiempo y espacio expuestas en la noción de cronotopo de
Bajtín. Por otra parte, asumiremos la cuestión de agenciamiento propuesto por Deleuze, el
cual pone de manifiesto la relación de simbiosis funcional entre elementos heterogéneos
que comparten un mismo territorio. De igual manera tendremos en cuenta la noción de
huella de Benjamin, la cual la define como “la aparición de una cercanía, por lejos que pueda
estar lo que la dejó atrás”
Para los pensadores de la escuela de Frankfurt, el conocimiento está determinado por
convergencias históricas, sociales y económicas, siendo necesario asumir la realidad de un
producto cultural a partir del contexto que lo contiene. Teniendo en cuenta esto, el cuento
La culpa es de los tlaxcaltecas recupera el mito de la Malinche, anunciando taxativamente,
la renuncia de Laura (Malinche-atemporal) a cargar el peso de una culpa histórica con la
que ha sido marcada, haciendo uso de la referencia a la comunidad de los tlaxcaltecas,
quienes, según González Hernández, se unieron en alianza con las huestes de Cortés, con lo
que, en definitiva, se “habría permito el triunfo final de la Conquista” (González. 2002, p.
23). En este sentido, Elena Garro deconstruye la historia mexicana por medio de
agenciamientos narrativos, demostrando que la historia no tiene representación definitiva,
poniendo con esto en entredicho, juicios morales, mitos y falacias que el discurso
masculinizado y patriarcal ha marcado sobre el cuerpo de la mujer y el indígena.
Teniendo en cuenta a Bajtín y su idea de Cronotopo, se logra percibir en el cuento, una
temporalidad en perpetuo devenir, relacionada íntimamente con el espacio y los
acontecimientos. Laura se encuentra casada, tanto con un soldado nahua que pelea contra
los españoles y su máquina de guerra, como con Pablo, un marido desdeñable y burgués
del siglo XX “Yo me enamoré de Pablo en una carretera, durante un minuto en el cual me
recordó a alguien conocido, a quien yo no recordaba. Después, a veces, recuperaba aquel
instante en el que parecía iba a convertirse en ese otro al cual parecía” (Garro. 1964, p. 7).
La escritora mexicana logra con este juego temporal, fragmentar el tiempo embrujado por
el peso de la historia hegemónica, transformándolo en luces cromáticas que reinterpretan
la cronología oficial y sus arraigadas creencias: “Yo no tengo la culpa que aceptara la
derrota” (Garro. 1964, p. 11). La historia se encuentra dividida en diferentes partes
geográficas y temporales. La primera corresponde a lo sucedido en la cocina del esposo
occidental (Pablo). Siendo ahí el lugar donde Laura y Nacha relatan sus recuerdos en el
presente, asumiendo a la cocina como un espacio geográfico y la noche como un tiempo:
“afuera la noche desdibujaba a las rosas del jardín y ensombrecía a las higueras” (Garro.
1964, p. 11). En un segundo nivel se es testigo de como Laura evoca un pasado que se
extiende dos meses atrás, antes de su llegada a la cocina y trata sobre el encuentro con su
esposo guerrero. Es preciso señalar que estos recuerdos-vivencias solo pertenecen a Laura
y corresponderían a momentos de la Conquista de Tenochtitlan. En el transcurrir de estos
niveles, Laura y Nacha, a partir de un ejercicio de confesión, reconstruyen
permanentemente la historia, siendo la cocina, el lugar físico donde lo narrado toma
sentido.
Por otra parte, y partiendo de la teoría feminista, la cual analiza la situación actual de la
mujer a partir de la deconstrucción de las representaciones sociales, las cuales han
permitido la construcción social de la mujer como discurso agenciado por el deseo
masculino, y asumiendo el planteamiento opresión-dominación de los cuerpos, el cuento
La culpa es de los tlaxcaltecas, se constituye como escenario de denuncia del régimen
simbólico y cultural del patriarcado, mostrando a manera de pesquisa, la ingeniería
discursiva del establecimiento y su arsenal de estrategias de seducción y usos del signo
dentro de la cotidianidad. Así mismo, el texto de Garro se manifiesta como dispositivo de
denuncia y como acontecimiento de lucha, que pretende conjurar el carácter pragmático
del discurso hegemónico y conferir posibilidad enunciativa a quienes habitan las márgenes,
haciendo que la voz minoría de la mujer malinche y el indígena guerrero, tengan el derecho
a un grito reivindicativo y a una reescritura de la historia.
De esta manera, Elena Garro logra establecer como objeto de estudio el cuerpo de la mujer
y el indígena, fuera de la institucionalidad y el mandato histórico del tiempo, este
planteamiento sobre las relaciones de opresión-dominación histórica de sus cuerpos,
constituyen el primer eslabón en la consolidación del régimen simbólico y cultural del
patriarcado paternal que se extiende hasta la modernidad tardía, y que les impide a las
mujeres y los indígenas, convertirse en sujetos hacedores del contrato social; de ahí el gesto
irónico que guarda el cuento al pretender develar, por medio de juegos del tiempo, voces y
espacios, la manera en que Laura por fin logra apropiarse de su historia y su cuerpo,
transgrediendo de esta manera, aquellos límites entre la historia oficial y una propia, oculta
a todos.

BIBLIOGRAFÍA
Benjamín, W (2005). Libro de los pasajes. Madrid: Akal, P 450.
Garro,(1964) La culpa es de los tlaxcaltecas recuperado de
https://cdigital.uv.mx/bitstream/handle/123456789/968/1997102P123.pdf;jsessionid=8C
48351807B0C496CA92880CDD99CD25?sequence=1
González Hernández, Cristina (2002), Doña Marina (la Malinche) y la formación de la
identidad mexicana. Madrid, Ediciones Encuentro.

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