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UNIVERSIDAD DE LA SALLE

LICENCIATURA EN LENGUA CASTELLANA, INGLÉS Y FRANCÉS


ESTUDIOS LITERARIOS

UNA LECTURA INTRATEXTUAL DEL CUENTO LA CULPA ES LOS TLAXCALTECAS.


Por Andrés Jaramillo

Una posible definición para este cuento maravilloso de la escritora mexicana Elena Garro parte de
mencionar que es una obra artística capaz de condensar lo insólito, lo mítico y lo histórico en un relato
dramático de simbología mediante un juego temporal donde los límites entre lo real y mágico; tiempo y
espacio desaparecen.

Tal comunión entre elementos casi divorciados se fundamenta en una técnica narrativa particular cuya
característica más relevante consiste en mantener una unidad discursiva armónica a partir de la ruptura con
la lógica secuencial lineal. En este caso, se trata de una yuxtaposición de acontecimientos que poseen
numerosos puntos de contacto tanto a nivel de la trama como en la narración. De esta manera podemos
identificar tres planos o niveles diferentes donde ocurre todo el relato. El primero, centrado en los hechos
que ocurren en la cocina, se encarga de abrir y cerrar la historia; el segundo recoge todos los hechos
fantásticos que suceden entre Laura y su primo-marido; y el tercer plano corresponde a los hechos que se
desarrollan en la casa antes y después de los encuentros fantásticos.

Consecuentemente esta condición de fragmentación en la secuencialidad exige un seguimiento atento y


riguroso a los detalles, a la manera como se presentan y su relación de correspondencia con todos los demás
elementos para comprender el sentido del mensaje, ya que el cuento es abundante en pistas que nos
remiten a la historia de la colonización mexicana. Es por esta razón que la descripción del tiempo y los
espacios tienen una carga simbólica significativa.

Lo anterior se puede evidenciar en el momento cuando Laura, en el rol de narradora, le describe a Nacha
los sucesos previos y durante su primer encuentro con su primo-marido durante el viaje a Guanajuato con su
suegra. Así, “La luz era muy blanca y el puente, las lajas y el automóvil empezaron a flotar en ella. Luego la
luz se partió en varios pedazos hasta convertirse en miles de puntitos y empezó a girar hasta que se quedó
fija como un retrato”. Varios aspectos se pueden extraer de este apartado, en un primer lugar, hay que decir
que la función de este fragmento es informar la transición de Laura de una dimensión hacia otra pasada “El
tiempo había dado la vuelta completa”. En segundo lugar, es necesario remarcar que, si bien la descripción
tiene un carácter un poco fantástico y extraordinario, no afecta sustancialmente la autenticidad y la
verosimilitud del relato. Este efecto se da gracias a dos aspectos: los objetos y lugares que antes estaban en
un estado pasivo y meramente descriptibles se convierten en los referentes del cambio. Es en ellos que se
manifiesta la transición. Por otra parte, el tipo de focalización que allí encontramos es importante en la
construcción del efecto puesto que los fenómenos son percibidos y presentados desde la óptica de Laura de
modo que es ella quien valora y juzga lo que sucede.

Posterior a este momento de transición, llega la aparición del primo-marido, momento donde salen a flote
una gran cantidad de elementos simbólicos a partir de los cuales se entreteje la historia oculta. En este
orden, podemos empezar por mencionar que la descripción del primo-marido además de ser un informante,
es un indicio revelador de una batalla histórica que funciona aquí como escenografía para ambientar el
drama de un amor inmortal, tal como lo define Laura “el tiempo y el amor son uno solo”. En este mismo
episodio aparecen expresiones o indicios como “la culpa es de los tlaxcaltecas” “la vergüenza de mi traición”
“caminamos por la ciudad que ardía en las orillas del agua” y “falta poco para ser uno”. Todas estas
expresiones tienen en común que hacen referencia a una etapa de la guerra entre la corona española y el
imperio azteca en México. Así, los indicios de este primer encuentro coinciden con los hechos que dieron
muerte a Moctezuma II en La matanza del Templo Mayor.

En resumen, este cuento es una obra con un gran poder simbólico, y es, a la vez, un esfuerzo por articular
todos los elementos que mejor retratan la historia de modo que construye un entramado que debe ser leído
de manera armónica en relación con todos los demás aspectos.

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